Podemos mencionar algunos avances sobre la concepción de clase de sí al para sí, en este tránsito y vía hacia el socialismo que la propia lucha de clases en México, está impulsando en la educación de masas en la dialéctica de la identidad del PODER en la lucha de clases.
Actualmente se sabe en ese tránsito de una conciencia de sí, que gesta la posibilidad del saber de su existencia, en una consciencia de clase de sí al para sí con información articulada al movimiento histórico-social, que existen 20 millones de desempleados en el mundo, y se espera que para el 2010 sea mayor la presión; en este sentido TODAS Y TODOS, como ACTORES POLÍTICOS permanentes del proceso de historicidad social, se encuentran quiéranlo o no en el contexto real de la lucha de clases; porque el espíritu de esta lucha está en las formas de hablar, de comer… así como en el abuso de palabras y de situaciones concretas del proceso de explotación capitalista desde las entrañas de sus cimientos. Véase como lo expone Marx desde su origen, en ese tránsito de la conciencia de sí al para sí:
“Los viejos hegelianos lo comprendían todo una vez que lo reducían a una de las categorías lógicas de HEGEL. Los neohegelianos lo criticaban todo sin más que deslizar por debajo de ello ideas religiosas o declararlo como algo teológico. Los neohegelianos coincidían con los viejos hegelianos en la fe, en el imperio de la religión, de los conceptos de lo general, dentro del mundo existente. La única diferencia era que los unos combatían como usurpación el poder que los otros reconocían y aclamaban como legítimo”.
Lo que es importante dejar en claro, es que el tránsito de una conciencia en sí a otra de si en el sujeto educativo, es un proceso no sólo histórico-político, que implica necesariamente un cierto grado de desarrollo filosófico, sino que también tiene un sentido evolutivo y existencial; por ello se aprecia en este planteamiento, en la constitución de clase, la cual oscila de una conciencia de si a otra más elaborada históricamente, ello no implica que quede anulada en los tránsitos, la sensibilidad más fina de la conciencia en sí; sino que más bien al sintetizarse históricamente la existencia del ser humano, este proceso tiene que ver con el RECONOCIMIENTO y con la PARTICIPACIÓN CONSTITUTIVA en la ORGANIZACIÓN PRECISA Y DEFINIDA de la propia lucha de clases, es decir, desde la sobrevivencia individualcolectiva más significativa; en esa relación de sobrevivencia se va dando cuenta el sujeto histórico, de la resolución de sus propias contradicciones políticas (derechos humanos esenciales), que le dan movimiento, cambio, transformación, desarrollo, superación de esas contradicciones entre la vida-muerte/muerte-vida, de los hechos generales y particulares en el horizonte de valores ahí desplegados y asumidos.
De acuerdo a dicho comportamiento en valores humanos, con las condiciones materiales de vida desarrolladas por el TRABAJO realizado, que es lo único, que humaniza la capacidad de comunicación y de expresión libre y voluntaria, con un sentido de historicidad social, es decir en el trabajo realizado; porque el trabajo productivo vivido desde los años de infancia, es el que genera verdaderamente la riqueza; pero al no ser reconocido este trabajador directo, se le desdeña a través de la ideología de la clase dominante, reduciéndolo a su mínima expresión que es la mercancía, como objeto de “uso y de desecho”.
Este horizonte de valores, se expresa en los actos más simples y complejos del sujeto histórico-educativo que va madurando de una conciencia de sí a otra para así servir a su clase social de procedencia, de acuerdo al grado de consciencia social desarrollado por medio de un largo PROCESO POLÍTICO EDUCATIVO en sí, en la dialecticidad de la lucha de clases, porque se va potenciando y propiciando un devenir político formativo en la defensa de sus derechos humanos como síntesis de la existencia humana, lo cual debe superarse en la experiencia espontaneista que ha labrado la burguesía en su anarquía sin fin.
Por tal razón dicho proceso se compone en la conscientización para sí del sujeto, por los conocimientos, experiencias, imaginación e intuiciones que le dan certeza de vida/muerte/vida dialécticamente expresadas; dicha certeza se va constituyendo a lo de la historicidad recorrida en cada consciencia individualcolectiva. en las responsabilidades compartidas con base en una franca y recta comunicación como clase proletaria, ahí asumida en la correlacion de fuerzas. La formación de este proceso tiene que perfilar un método de análisis con una propuesta posible de realizarse para transitar de una conciencia de si a otra para sí:
En este proceso de comunicación dialógica de la teoría activa, puede haber por supuesto MALOS ENTENDIDOS dentro de la misma clase social proletaria, debido a las FORMAS ejercidas en las RELACIONES DE ABUSO DE PODER que arrastran a los comportamientos que oscilan entre la fortaleza, la prudencia, la templanza y la justicia, a saber, valores universales, inmersos en la ambigüedad de la DISCIPLINA inquisidora, y en la ley de todas las épocas por medio del aparato de Estado y sus dispositivos de PODER hegemónicos para apoderarse como única meta, de la propiedad privada de medios de producción; los cuales hasta hoy están registrados por la teoría pedagógica con este sentido de la lucha de clases, pero también a lo largo de las más sorprendentes civilizaciones y expresiones culturales, que fueron creciendo en las formas y en el tacto, para educar-educándose desde la anarquía espontaneista del ensaño y del error de la consciencia en sí, simple e infantil, la cual debe ser re-educada con un sentido de clase para sí.
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