Monday, September 20, 2021

La cultura y la hermenéutica simbólica

 

 La hermenéutica en el contexto de la cultura

                                                                       “En su significación correcta, la dialéctica es

                                                                         el estudio   de la contradicción dentro de la

                                                                         esencia misma de las  cosas”

 

                                                                          Lenin

 

Sandra Cantoral.

Corresponde a Diciembre 2021.

La cultura y la hermenéutica simbólñica.

Poder referir a la cultura y su interpretación, exige conocer cómo cada periodo histórico contiene su propia cualidad dialéctica[1] que debe ser discutida en una Hermenéutica del símbolo como ciencia de la comprensión, que se gesta  en sí  como expresión del esfuerzo más alto de la cultura[2] en un proceso de humanización, es decir en la constitución comunicativa del sujeto histórico; siendo este proceso el modo  de satisfacer las necesidades humanas desde su naturaleza históricamente socializada y transformada en cultura por los pueblos, a través de la multiplicidad de expresiones como necesidades fines y necesidades principios, que finalmente son la eticidad puesta en escena en pleno movimiento social, individual e histórico en el enfoque del multiculturalismo comunitario, propuesto por  Charles Taylor.

Desde este enfoque filosófico-político, las necesidades de cada sujeto social son diferenciadas, pues la formación para crear una necesidad social depende culturalmente de la condición material y espiritual de vida o de muerte de cada sujeto en particular históricamente.

De manera que la vida del sujeto histórico que imprime y acuña cada historia particular determina el rumbo y el sentido de la historicidad para la satisfacción o búsqueda cualitativa de las necesidades de todos los sujetos de una época. Pensar en todos, incluye referir al particular[3] concreto como universal abstracto, en donde la capacidad de pensar al universal colectivo alude a la necesidad de crear  condiciones propias de identidad cultural que incidan en la constitución del  individual concreto, en donde lo individual acuña al colectivo y lo colectivo a lo individual, en la comprensión y aprehensión del universal concreto, humanamente realizado en los procesos comunitarios, que tienen su entraña dialéctica a través del símbolo.

En este sentido argumenta Dieterich que “la economía de mercado existe desde hace miles de años, pero sólo desde que apareció en la escena histórica la clase burguesa industrial y su modo de producción capitalista como categoría y símbolo humanitario, vemos cómo los pueblos se van haciendo dueños de los destinos de la humanidad, porque la perversión de las relaciones económicas del género humano se han convertido en condición ontológica del hombre que determina su normalidad cotidiana y universal. Y con ella, los flagelos de la guerra imperialista, del libre comercio y de la corrrupción corporativa y política, como diría Goethe hoy día”.[4]

La cultura impuesta en un proceso de aculturación (imposición) en la ideología del mercado hegemónico del capital, abre el debate de la filosofía y la literatura política, que puede ser recuperada con una postura pedagógica, para reinterpretar cómo ha sucedido su dialéctica o devenir, puesto que cualquier relación social está contextuada necesariamente en el encuentro entre dos subjetividades[5] culturales que se expresan y comunican de alguna manera con base en una formación material-espiritual precisas en los procesos de producción, de valoración ético-moral y de construcción de tradiciones y costumbres históricamente transmitidas a través de los milenios que son en sí la propia evolución filogenética antropológica y a la vez condición histórico-cultural en el devenir de la naturaleza socializada en procesos de enculturación, aculturación y cultivo de valores, en donde el trabajo es el fundamento de toda la vida humana, que incluye la creencia en la pureza y el dogmatismo.

En este sentido del trabajo realizado históricamente, descubrimos en su dialéctica, al ethos barroco o sentido común del habitus,  pues en este entramado se va  haciendo memoria histórica al ser contado e interpretado por los historiadores, y al ser recordado por los pueblos en la socialización de su cultura en el contexto hegemónico de la racionalidad occidental  burguesa, vivida ésta a través del poder político del Estado y asumida como sociedad civil organizada políticamente, con base en una pedagogía crítica, que articule el saber filosófico-político, ya que como sostiene la interpretación gramsciana de la historia, “la filosofía de la praxis no tiende a mantener a los ‘simples’ en su filosofía primitiva del sentido común, sino, al contrario, a conducirlos hacia una concepción superior de la vida. Se afirma la exigencia del contacto entre intelectuales y simples, no para limitar la actividad científica y mantener la unidad al bajo nivel de las masas, sino para construir un bloque intelectual-moral que haga posible un progreso intelectual de masas y no sólo para pocos grupos intelectuales”.[6] Valga decir que hoy en día en México con el Gobierno Progresista de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), éste es el intento del proceso humanitario, desde una economía moral participativa de transformación de comportamientos y actitudes en general, tarea ardua por realizar por tratarse de una revolución cultural.

Por ello en la constitución  simbólica de la realidad concreta vivida en el ethos barroco  de los mitos latinoamericanos, interesa discutir y polemizar acerca de la constitución de la conciencia del sujeto social en el despliegue de su historicidad. Recordemos que la palabra constituir significa erigir, implantar o instaurar algo desde lo social a lo individual y viceversa, contextuado desde el mundo simbólico, real e imaginario[7], de manera que interesa saber las relaciones entre lo que el sujeto culturalmente es, lo que imagina y simboliza que es y lo que los demás dicen que es como sujeto verdadero en la acción político-filosófica en el despliegue de todo un proceso educativo contextuado en su historicidad.

En este movimiento político filosófico del que hacer educativo, dejamos claro que se está conceptuando al sujeto histórico, como ente individual, como persona que tiene un proyecto, como grupo social, como pueblo, nación o clase social constituida y constituyéndose en el devenir de sus contradicciones conceptuales y afectivas dimensionadas éstas en una multiplicidad de expresiones culturales, es decir en términos dialécticos; las cuales implican la hegemonía[8] respecto a la acumulación de capital y la privatización individualista neoliberal, no sólo de los medios de producción, sino de las vidas humanas que los producen, tarea educativa fuerte de transformar en este monstruo de mil cabezas; nos referimos a un poder hegemónico legitimador que controla el tiempo, el espacio y el movimiento en su rítmica y cadencia de vida por  los grupos financieros  del poder neoliberal naturalista, por ejemplo la Organización de Naciones Americanas (ONU) en su abuso de poder, poderío que aparece como un fenómeno dado por la naturaleza humana y la naturaleza deshumanizada, en donde el empoderamiento, aparece así, como algo ya dado, y en esta concepción naturalista tal parece que ya nada puede cambiar, porque debe parecernos natural que los poderes legitimadores todo lo cosifiquen en su quietud conservadora y privilegiada de homogeneización, contraponiendo cualquier principio comunitario o de transformación, atendiendo las causas históricas y no sólo los efectos, como empieza a proponerse desde la CELAC hoy en día.

Sobre el contexto de naturaleza dada como algo eterno de la lógica de explotación, exclusión, discriminación, utilización, uso y atropello cultural, Forrester argumenta que “en la actualidad, un desempleado no es objeto de una marginación transitoria, ocasional, que sólo afecta a determinados sectores; está atrapado por una implosión general, un fenómeno comparable con esos maremotos, huracanes o tornados que no respetan a nadie y a quien nadie puede resistir. Es víctima de una lógica planetaria que supone la supresión de lo que se llama trabajo, es decir, de los puestos de trabajo”.[9]

De esta manera, pensamos que el lector tiene que definir el contenido significativo -hermenéutico- que plasman los historiadores, para que lo invite a reflexionar contextuando  a través del sujeto el texto y el contexto[10] en un movimiento de búsqueda entre lo que es justo, bueno y solidario, para poder interpretar los símbolos de la actitud de muerte individualista que finalmente engendró el mestizaje y la personalidad del ethos barroco, porque hasta hoy día la visión del desencanto conquistador todo lo cosifica o mata en  procesos mecánicos y ahistóricos de deshumanización en el tránsito moderno posmoderno en una pérdida del sentido de vida como encuentros y desencuentros en la búsqueda permanente de una bondad humanizada;  siendo este tránsito la expresión más plena del despliegue histórico del sujeto en la constitución simbólica de la realidad social como lo plantean Luis Villoro y Charles Taylor, lo podemos ejemplificar con 'el úsese y tírese', del proyecto hegemónico occidental, destruyendo en el globo terráqueo un basurero en tierra, océanos y aire, ya que todo equivale a una mercancía más, incluyendo al cuerpo humano, entre los símbolos de nuestra vida cotidiana.

La teoría del multiculturalismo analógico-barroco -planteado por Arriarán y Beuchot- me deja ver que la constitución simbólica del ethos barroco de la realidad mestiza es abarcativa del espacio de vida en la infancia y en las expresiones posteriores del despliegue de la figura autónoma, personalidad que se asume frente a su realidad concreta, porque no es lo mismo referir una conciencia infantil pueril (engañosa y simuladora), a una conciencia real en la infancia de los símbolos auténticos, puesto que la diferencia radica precisamente en el tránsito de asunción justa, necesaria y solidaria del sujeto histórico social, en su expresión de momentos álgidos de la potenciación humana en un proyecto de vida o proyecto educativo, en donde la potenciación está referida al esfuerzo de pensarse en el movimiento dialéctico entre las necesidades individuales y colectivas como luchas y conquistas del trabajo socialcolectivo en transformación permanente de razón y sinrazón como en un claro-obscuro de sensibilidadracional, en  una búsqueda por los contenidos propios de la reconstrucción permanente de una eticidad humana o  calidad moral del acto concretado y disfrutado en la alegoría del símbolo.

Hablar de una ética de la autenticidad alude a la constitución de identidad o identificación del sujeto en un proceso educativo de formación social, lo cual se acota en las relaciones afectivas, en las esperanzas, sueños, ideales y en el trabajo concreto a través de la búsqueda del placer en la satisfacción humana que provoca espasmos de felicidad o bienestar cultural; de manera que cuando  se fundamenta epistemológicamente el sentido histórico de la “vida buena” haciendo énfasis en la constitución simbólica de la realidad social, ello está referido a precisar para que es bueno cada sujeto enfrentado a las necesidades sociales e individuales de su época ahí latentes, para resolver la necesidad gestada y desarrollada en el contexto histórico-social multicultural, que incide de alguna manera en el interés del ser cultural  ahí dado y autodeterminándose,  no sólo en el terreno de lo lógico, sino también de lo ético y de lo estético, como construcciones auténticamente humanas por su expresión simbólica de incompletud y completud a la vez, en este sentido todo poema como el símbolo más profundo de la vida siempre es previo a un encuentro dentro del proceso educativo intercultural humanizado, que es nuestra apuesta educativa dialógica, de participación y consensos públicos para conscientizar a las grandes mayorías de los pueblos empobrecidos, para este siglo XXI.

El interés significativo de vida se constituye en torno a “la referencia explícita a la estructura de clases y a las relaciones de poder como marco que determina la configuración contradictoria y conflictiva de la cultura en las diversas formaciones sociales. La cultura ya no aparece como una superficie lisa y nivelada, sino como un paisaje discontinuo y fracturado por las luchas sociales”[11], porque la cultura debe ser atendida cuidadosamente en la educación de los pueblos, en los matices multiculturales de  la propia  creación histórico-social desde el sentido común o ethos barroco existencial hasta el concepto más preciso de una sensibilidadracional, lo cual está construyéndose en la definición de una tipología humana, porque toda sensibilidadracional tiene una intención que da cuenta de la inseguridad, del amor y del talento en los procesos educativos, porque la educación consiste precisamente en desocultar-se la infancia pueril, sabemos entre nosotros Anahuaca, pero se nos trata como colonizados, en las diferencias que ha entrañado una  racionalidad instrumental en la ubicación de la realidad y en el ser existencial a través de su propio encuentro y concreción abierta y pública; esta situación está referida al  sentido de las experiencias de mentalidad ahistórica que ha sido dominante como poder absoluto en la concepción del desarrollo de las subjetividades y el desarrollo de las luchas de resistencia, en donde nos preguntamos siempre por su madurez emocional. 

La tipificación simiótica del ethos barroco existencial, ha borrado las necesidades culturales auténticamente morales, por lo que se exige el esfuerzo de enfrentarse a la realidad en una lucha sostenida para el bienestar cultural de todos los que vivimos en este planeta; bienestar educativo que tiene que enfrentarse con  la gran pobreza espiritual que se ha desarrollado en la lógica occidental cristiana; pero que en mi opinión es importante tomar en cuenta que de la misma manera en que esta herencia colonial instrumental  se ha encarnado en los procesos del mestizaje simbólicamente, también  se asume plural y se expresa manifiestamente como dignidad humana a través del trabajo socialcolectivo -como lo plantea Valentiana Cantón- en múltiples espacios de lucha comunitaria de manera particular.

La cultura entendida como un proceso de eticidad, implica dice Hegel, que el movimiento de “el espíritu tiene que progresar hasta la conciencia de lo que es de un modo inmediato, tiene que superar la bella vida ética y alcanzar, a través de una serie de figuras el saber de sí mismo. Pero estas figuras se diferencian de las anteriores por el hecho de que son los espíritus reales (reale), auténticas realidades, y en vez de ser solamente figuras de la conciencia, son figuras de un mundo”[12]. Esta idea es la punta de lanza del  materialismo histórico, el cual enfatiza en el hecho de que todo lo real es racional así como todo lo racional es real; ello expresa el trabajo concretado desde lo más sensible históricamente, hasta la determinación que trasciende en el reconocimiento de la otra conciencia que no sea el yo mismo, sino el encuentro del otro yo encarnado, en el ser  permanente de búsqueda, en donde la imaginación produce la experiencia estética del horizonte de eticidad como una plática de las experiencias que sean sensibles a cualquier persona en un juego muy divertido que se encuentra en el campo del arte como propuesta educativa.

Porque  la búsqueda y encuentro  de la autenticidad ético-moral como propuesta educativa, radica en la identidad que se afina y se define en una multiculturalidad de diferencias, por ejemplo en el mosaico cultural de México ello  nos invita a asumir  una tendencia hermenéutica a partir del símbolo del deseo de la otredad o del ‘fantasma’ dice Samuel Arriarán, él  lo expresa textualmente así: “Cuando corremos el riesgo de derivar en un peligroso callejón sin salida (dado que una hermenéutica fundada en Lacan nos coloca ante la posibilidad de un abandono del pensamiento racional, con lo que se nos induce a un nuevo laberinto posmetafísico nihilista), conviene volver a revisar los planteamientos antimetafísicos del símbolo”.[13] Es importante destacar la figura ideológica en la creencia de naturaleza dada, que se desarrolló históricamente en la concepción idealizada del mundo.

Por ello es necesario aclarar que en la síntesis de la concepción idealista del Estado que Hegel expresa en sus obras, ésta fue recuperada y enriquecida en la crítica que Marx plantea cuando ve al sujeto de carne y hueso asumir el papel histórico de manera consciente a través del trabajo en los procesos educativos del esfuerzo creativo, original y liberador de su época, en donde se funden la belleza, el concepto y la magia en historias muy ricas llenas de imágenes y simbolismos mágicos de la narración histórico política, pienso que es esta filosofía política fue, el gran hallazgo teórico del materialismo histórico, que da cuenta de una auténtica expresión del reconocimiento de la otredad.

Por eso Dieterich precisa en torno a la postura científica radical que “para entender este juicio de la ciencia crítica nos tenemos que detener un momento en las razones que lo fundamentan. La ciencia nos ha hecho entender los misterios del universo al darnos explicaciones sobre el por qué de las cosas. Por esas explicaciones sabemos que el ser humano utiliza diferentes sistemas simbólicos, para interpretar la realidad y orientarse en ella, como el sentido común, el pensamiento mágico, el estético y artístico, el filosófico y el religioso, entre otros. Cada uno de estos sistemas cumple funciones específicas para la sobrevivencia humana, pero la ciencia tiene la capacidad de proporcionarnos un conocimiento objetivo sobre los fenómenos y, de esta manera, hacernos entender cómo son en realidad”.[14], aunque sabemos que desde el mundo indígena y su sabiduría, se reconoce a un cúmulo de conocimientos al servicio de la humanidad. Lo menciono, pensando en las políticas educativas liberadoras que incidan en una pedagogía crítica necesaria, que aclare las dimensiones actuales de las condiciones materiales de vida y las formas actitudinales en el sujeto educativo. 

Los datos que se aclaran enseguida tienen plena justicia en lo que planteamos, porque la estructura teórica puede volverse linealmente reproductora, más que ser un motor del pensamiento crítico hermenéutico, en los procesos político pedagógicos de la constitución simbólica del sujeto que se asume en la memoria del trabajo idividualcolectivo[15] con racionalidadsensible,  ya que estos tránsitos suceden desde el imaginario social e individual del simbolismo mestizo, en donde se hace necesario volver a tomar la voz, el voto y la opinión para reconocernos como un ethos barroco, en un sentido de honestidad de amor, en donde tenemos que tomar en cuenta que para el año 2000 se calculaba que habría en el planeta 1000 millones de personas mayores de 60 años, de los cuales 800 millones son personas desnutridas, dada la catástrofe ecológica, los altos índices de desempleo, el hambre, la delincuencia, la pérdida de especies, además se esperaba que en un 50% de los  países desarrollados  también tendrían un agotamiento del agua potable, porque no se trata nada más de disminuir la población, sino de reconocer el desperdicio sin sentido de la política neoliberal privatizadora, sin embargo en este año 2021, la pandemia nos ha dejado ver el grado de injusticia y desigualdad social que existe en el mundo, la tarea educativa significa un arduo camino, que estamos recorriendo, pero lo importante es que comprendamos la necesidad de ser responsables, es decir conscientes del bienestar del ser humano y sus derechos, dando sentido de vida pues somos parte inherente de la madre tierra.

Dar sentido a la vida, indica una preocupación hermenéutica en el terreno de los procesos de emancipación y de sojuzgamiento del comportamiento humano racionalsensible, de acuerdo al grado de conciencia, de experiencia y lo que es posible intuir en cada época, así podemos hacer analogías que den sentido de vida y de muerte en nuestras representaciones sociales que se generalizan en el orden hegemónico de la lógica del capital en su barbarie privatizadora y neocolonialista, lo cual tiene que resignificarse en un trabajo pedagógico crítico; en este sentido aclaramos que “la hermenéutica es la disciplina de la interpretación. Trata de comprender textos, y los textos pueden ser de varios tipos: escritos, hablados, actuados, etc.*. Esta disciplina se ha colocado en un lugar de primer orden en el ámbito de los saberes. Y de manera muy merecida, ya que la interpretación representa tener cierta comprensión sensible,  y ahora es cuando más se necesita, ya que estamos en un momento de la historia de la filosofía en el que hay un cúmulo muy grande de teorías que no se encuentran entre sí y hasta profundas ambigüedades en ellas mismas. La hermenéutica trata de reducir la ambigüedad, trata de aferrar algún sentido posible y válido en la constelación de sentidos dispersos, dispares y hasta disparatados, que tenemos en la filosofía de hoy”.[16]

Lo interesante de PODER comprender sobre la necesidad de reinterpretar los procesos educativos a través de la historia a partir del momento de encarnación de la mentalidad ilustrada, es el sentido de pertenencia y de reconocimiento para ubicar el concepto de Pedagogía crítica, ya que darle sentido a la historia conlleva a reflexionar la manera en que los temas de la hermenéutica “con muchos de la filosofía de la ciencia, o epistemología, puedan resultar fructíferos en su aplicación a la educación”[17] humanitaria.

En este sentido Heidegger acota que en el aquí y ahora entramos en tramos desconocidos, tramos cortos, en donde no controlamos ni dominamos la técnica[18];  sino que al no comprendernos como sus creadores durante  la propia extensión  humana,  nos desubicamos ante la grandeza de esta creación, que ha sido capaz de construirse y de destruirse a la vez automáticamente; por lo que pienso que nuestra tendencia[19] inevitable para el porvenir, es aprehender en una gran sensibilidadracional a reconocernos; vale aclarar que la categoría de racionalidadsensible la estoy trabajando a través de Hegel, Schelling, Marx y Scheler, para hacer una crítica a las propuestas educativas a través de  la lógica de la modernidad-posmodernidad burguesa, en donde la premisa más simple es que se educa con el ejemplo, es decir, en la praxis cotidiana[20] que se transforma culturalmente en la tarea de la reflexión crítica y abierta a la multiplicidad de expresiones, encontrando vínculos de identidad y de unión en el trabajo.

Como sabemos el trabajo individualcolectivo es lo que dignifica a cualquier ser humano,  en donde la educación como horizonte de eticidad, se capta justo en un proceso de conquista por la libertad, es decir, como la expresión más álgida de la cultura. Porque de hecho la aplicación de la hermenéutica a la educación permite dimensionarlo con el aprendizaje y la enseñanza de virtudes humanas en el terreno político-pedagógico más virtuoso, ello es recuperado por Gadamer y Heidegger abriendo lo que Beuchot denomina el círculo hermenéutico: “cómo se da la relación entre algo individual y lo general, pudiendo ser lo individual la comprensión de un texto específico en el sentido de una tradición (a la que pertenece), que es lo general aquí. En el caso de la enseñanza-aprendizaje, se trata de aplicar contextuadamente los conocimientos generales o universales que se transmiten a un alumno o alumnos (as), en una situación concreta y particular. Surge en este punto algo que puede ser interesante para la discusión hermenéutica, a saber: distinguir entre entender y comprender, con lo cual se marcan varios y diversos grados de avance en la interpretación. No basta sólo con entender, muchas veces entendemos algo y no comprendemos su cabal significado ni su porqué...”.[21]

De manera que los símbolos en la constitución cultural de la realidad social con un sentido de emancipación con consciencia humanitaria, sólo se expresan en la cooperación, la solidaridad que genera la condición humana en la cooperación y conjunción de esfuerzos vitales y en la formación de valores fines y valores principios -como nos dice Ma. Teresa Yurén- en ese devenir del  aprendizaje cualitativo en la comunicación permanente del diálogo público y privado, que sabe escuchar y proponer en la identidad cultural de los sujetos educativos en emancipación de lógicas privatizadoras y competitivas.

Por ello es necesario subvertir en los procesos de formación educativa con sensibilidadracional*, todo aquello que ayude a fluir los procesos de humanización a través de la confianza, el respeto y la comprensión, los cuales implican tener voluntad  para realizar el máximo esfuerzo moral en la tarea educativa sostenida cotidianamente, como una lucha de autoreconocimientos, un trabajo humanizado, lúdico y creativo en la resistencia, la información y la vanguardia profesional de una pedagogía crítica que reivindique al sujeto histórico por el reconocimiento y lucha de la dirección y organización político-pedagógica con base en una filosofía científica humanitaria multicultural de muchos saberes, como síntesis de su expresión humanizada por las virtudes más elevadas de forma particular y univeral; esas prácticas educativas,  tendrán que estar liberadas de jerarquías de poder y de privilegios funcionales o burocratizados, como un a priori eterno en la figura ideal del deseo en esa telaraña de sentidos y de enredos en la comprensión del sujeto educativo, porque la posibilidad de liberación en términos de dialéctico, es decir, con capacidad dialógica, se ubica auténticamente en el prestigio desarrollada en una autoridad comunitaria que reconoce su historicidad, semejante a como algunas comunidades indígenas practican hasta hoy en día. 

La propuesta educativa aquí planteada, trata de  incidir en la emancipación de los desencantos absolutos del vacío que conduce nuevamente a la insensibilidad del terror ya experimentado, conocido e intuido como conciencia simbólica en la construcción social de la realidad, la cual se tamiza hoy día en una gama de egocentrismos heredados o aprendidos eurocéntricamente, los cuales pasaron afectivamente por  los métodos profesionales del terror, que siguen siendo  utilizados e interiorizados en lo más íntimo del ethos barroco mestizo en los proceso de colonización y neocolonización, como los vivimos no sólo en América Latina, sino de forma particular en la cultura mexica aculturada por la imposición de modelos que encubrían la tendencia a generar mayor acumulación de capital en beneficio exclusivo de la propiedad privada en su representación de divinidad, a través de la división en la existencia del ser sometido nacido para obedecer y el intelectual, nacido para mandar, lo cual es legitimado también por la racionalidad  positivista y hoy día en la lógica de sistemas, aplicada en la educación empresarial. Pero comprendamos cuáles son las raíces culturales que engendraron esta ideología[22] moderna, por ello hoy día tendremos que lograr sembrar la semilla del humanismo en contra de toda hegemonía imperial, uniendo nuestras voces como trabajadores del campo y de las grandes urbes en la madre tierra que sembró Bolivar, Latinoamérica hermanada y unida contra cualquier intervencionismo.

! LES DESEO UN FELIZ FIN DE AÑO PANDEMIOSO Y 

UN MEJOR PRINCIPIO DE AÑO NUEVO ¡



[1] Invirtiendo la postura de Hegel, Marx construirá una dialéctica en torno a la materia (no a la idea), cuya finalidad no será la simple teorización y justificación de la realidad, sino su transformación revolucionaria. La dialéctica se fundamenta en tres leyes, elaboradas por Engels en su materialismo dialéctico y que pueden enunciarse así: Ley de unidad y lucha de los contrarios. Ley de conversión de la cantidad en la cualidad y viceversa. Ley de la negación de la negación.

[2] Entendiéndose como cultura “todos los esquemas de vida producidos históricamente, explícitos o implícitos, racional, irracionales o no racionales, que existen en un determinado momento como guías potenciales del comportamiento humano”. Giménez M. Gilberto, ponencia en mimeógrafo, 1982. ‘la comprensión antropológica en la cultura’, Inst. de Invest. Sociales, UNAM, Méx. 1982. Apud.  Pie-ro Rossi (compl), II concetto di cultura, Einaudi, Turín, 1970, P. 7. 2021.

[3] Cantón Arjona Valentina. Uno más uno, más uno, no es igual a tres. Una propuesta de formación de docentes, desde el reconocimiento del particular. Editorial UPN,  México 1997. 173 pp. P. 78.

[4] Dieterich, Heinz. Las guerras del capital de Sarajevo a Iraq. Editorial Ciencias Sociales, México 2003. P. 1.

[5] “La subjetividad la entendemos, entonces, como formas particulares de ser o estar en el mundo, ya que toda subjetividad es una particular forma de concebir el mundo y vivir la vida por parte de los sujetos. Se constituye por el conjunto de normas, valores, lenguajes y formas de aprehender el mundo, y se estructura a partir del lugar que ocupan los seres singulares en la sociedad, constituyéndose en los procesos vitales como sujetos y en el marco histórico de su cultura. Así los individuos son sujetos, pero no como fundamento último y motor de la sociedad, sino como seres que tienen experiencia vital única, en circunstancias históricas determinadas”. Vid. Oscar Reyes Ruvalcaba. Propuesta pedagógica: dialogar y descubrir para transformar. Tesis de Maestría en Pedagogía, UPN, México, 1998. P. 22. 2021.

[6] Vid. op. cit. Gilberto Giménez… Apud. A. Gramsci, Quaderni de la carcere, Vol. 1, P. 19.

[7] Consúltese El Seminario del Yo en la teoría y la técnica psicoanalítica (versión estenográfica y versión de Miller) Editorial Paidós. Seminario de Lacan con Dra. Isabel Montejano.

[8] “El análisis gramsciano de la sociedad civil y de la hegemonía tiene por objeto, justamente, subrayar la importancia de la dirección cultural e ideológica; pero Gramsci completa aquí a Lenin al recordar la base de clase de esta dirección: ‘si la hegemonía es ético-polítia no puede dejar de ser también económica, no puede menos que estar basada en la función decisiva que el grupo dirigente ejerce en el núcleo rector de la actividad económica’”. Cfr. Gramsci y el bloque histórico. Hugues Portelli, Editorial Siglo XXI, México 1982. Tr. María Braun.  P. 68.

[9] Cfr. Forrester, Viviane. El horror económico. Editorial F.C.E., B.A. 1998. P. 13. 2021.

[10] Vid. Perfiles esenciales de la hermenéutica. Mauricio Beuchot. Editorial Inst. Invest Filológicas, UNAM, México 1997.  Pp. 8 y 9. 2021.

[11] Cfr. G. Giménez. Op. cit. P. 15.

[12] Cfr. Hegel, G.W.F. Fenomenología del espíritu. Editorial F.C.E., México, 1993. Tr. Wenceslao Roces.  P. 261.

[13] S. Arriarán. Op. cit. Pp. 90-91.

[14] Vid. Dieterich, Heinz. El socialismo del siglo XXI y la democracia participative. Ediciones de Paradigmas y Utopías,  México 2002. Pp. 31 y 32. El subrayado es nuestro.

[15] Cfr. V. Cantón. Uno más uno, más uno,  no es igual a tres… Op. cit. P. 92.

* La categoría de sensibilidadracional, ha sido desarrollada a lo largo de este Blog de Educación Política en la Lucha de Clases. Puede consultarse en Autorreconocimiento de la Sensibilidadracional en la Formación Docente. Tesis doctoral en educación de Sandra Cantoral. AIU, México 2006.

[16] Cfr. Beuchot Puente, Mauricio et. al. En La hermenéutica analógica de la pedagogía de lo cotidiano. Editorial Primero, México 2003. Pp. 27 y 28. * Apud. M. Heidegger. Ser y tiempo. Editorial F.C.E., México 1952. H.-G. Gadamer. Verdad y método. Salamanca: Sígueme, 1977; y P. Ricoeur. Teoría de la interpretación. Discurso y excedente de sentido. Editorial UIA – Siglo XXI, México 1995. 2021.

[17] Ibid. P. 31.

[18] Cfr. Heidegger o el final de la filosofía. J.M. Navarro et al. (Comp.) Editorial Complutense, Madrid 1993.

 P. 57.

[19] Según Gilberto Giménez, Op. cit. “el término ‘tiende’ indica que ningún individuo se comporta exactamente como lo prescribe el ‘esquema’; y la expresión ‘específicamente designados’ señala que dentro de un sistema cultural hay ‘modelos’ o ‘esquemas de comportamiento’ no comunes, sino propios y exclusivos de ciertas categorías de personas según diferencias de sexo, de edad, de clase, de prestigio, etc.

[20] Apud. M.T. Yurén. Eticidad, valores sociales y educación. Editorial UPN, México 1995.  En la P. 241 cita a Rousseau, J. dice que “la conciencia para amar lo bueno, la razón para conocerlo y la libertad para elegirlo”; de ella deriva el principio de la voluntad general y, por ende, el contrato social y la soberanía”. El Contrato Social. Discurso sobre las ciencias y las artes. Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, s. tr.; México, Porrúa, 1982. Col. ‘Sepan cuántos’ No. 113, p. 15.

[21] Vid. Beuchot Puente, Mauricio. La hermenéutica analógica... Op. cit. P.  29 y 30.

[22] De acuerdo a Terry Eagleton, filósofo marxista inglés, aclara que la ideología actualmente puede comprenderse en varios sentidos: “a) el proceso de producción de significados, signos y valores en la vida cotidiana; b) conjunto de ideas característico de un grupo o clase social; c) ideas que permiten legitimar un poder político dominante; d) ideas falsas que contribuyen a legitimar un poder político dominante; e) comunicación sistemáticamente deformada; f) aquello que facilita una toma de posición ante un tema; g) tipos de pensamiento motivados por intereses sociales; h) pensamiento de la identidad; i) ilusión socialmente necesaria; j) ilusión socialmente necesaria; k) medio por el que los agentes sociales dan sentido a su mundo, de manera consciente; l) conjunto de creencias orientadas a la acción; m) confusión de la realidad fenoménica y lingüística; n) cierre semiótico; o) medio indispensable en el que las personas expresan en su vida sus relaciones en una estructura social; p) proceso por el cual la vida social se convierte en una realidad natural. Vid. Eagleton, Terry. Ideología. Una introducción. Editorial Piadós,  México 1997. Pp. 19 y 20. Apud. “Para un útil resumen de los diferentes significados de ideología, véase A. Naess et al., Democracy, Ideology and Objetivity, Oslo, 1956, págs. 143 y sigs. Véase también Norman Birnbaum, The Sociological Study of Ideology 1940-1960, Curte Sociology, vol. 9, 1960, para un estudio de las teoría se la ideología desde Marx hasta nuestros días, con una excelente bibliografía”.

! FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO !





Thursday, September 16, 2021

Cultura contrahegemónica al capitalismo.

 

                                                                                     Tiene que haber un amor a la vida

que no hable con lengua equívoca

y una libertad que no se base

en la opresión de los demás.

 

                                                                                         Anónimo

 

Es necesaria la transformación social.

Sandra Cantoral.

Entrega para noviembre 2021.

Dos aspectos sobresalientes presenta esta reflexión pedagógica con fundamento metodológico  desde una mirada en la Sociología sobre la sensibilidad pedagógica contra-hegemónica al capitalismo; primero el tratamiento de la sensibilidad política del sujeto educativo, y segundo la necesaria socialización de los medios de producción por ser una tarea política educativa a corto, mediano y largo plazos, lo que se analiza traduciendo tesis pedagógico-educativas de Marx, Engels, Lenin, Gramsci, teóricos de la Escuela de Frankfurt, Lukács, Althusser, Villoro, Medina, Covarrubias, Cantón, Escalera, Dieterich, Sánchez Vázquez, Freire, Arent, Beuchot, Aboites, Yurén, Giménez, Lenkersdorf entre otros críticos de la modernidad burguesa, desde sus perspectivas, miradas y conocimientos que siguen en permanente cambio según la realidad concreta, pues todo está en transformación.

El núcleo metodológico de este ensayo en la construcción de conocimiento social, se fundamenta en concepciones del materialismo histórico dialéctico en la visión de Antonio Gramsci entre otros luchadores sociales humanistas, haciendo la crítica a la noción equivocada de que el hombre político es precisamente un dirigente, separado del productor, como el gobernante que no produce, porque  su arte está en el  g o b e r n a r   -Antonio Gramsci-. Para vislumbrar estas contradicciones de la producción social capitalista, en este ensayo se explican las dimensiones de la sensibilidad política. La primera dimensión del sujeto educativo está referida en sí al cambio existencial de su vida ensimismada,   que se constituye en el devenir histórico en un para sí consciente y revolucionario en su segunda dimensión, la que muestra su  intento contra-hegemónico al capitalismo globalizado, gobernado por multinacionales y grandes corporaciones en el movimiento de la lucha internacionalista de clases por ser su derecho humano ‘universal colectivo’ que es su dimensión para este siglo XXI.

Este entramado categorial del sujeto en formación política, aún inacabado, tiene la intención de que se sepa  diferente como sujeto educativo; porque  va reconociendo su trabajo individualcolectivo, categoría construida por la Mtra. Valentina Cantón[1], en la cual el sujeto se recrea integrado a su naturaleza como un particular que se distingue de los demás seres particulares por su producción cultural, esta forma natural  lo  humaniza en momentos-instantes paulatinos en ese  su derecho a la memoria histórica de justicia social, o por el contrario, en espacios  inhumanos en un mosaico de mezclas y de confusiones en posibilidades abiertas del desorden y la agresión, dado que el sujeto educativo está en falta y en búsqueda de forma consciente e inconsciente en su intersubjetividad, al dar contenido a su existencia humana-inhumana.

Se sostiene a lo largo de este escrito que el reconocimiento de la educación política es prioritaria para este siglo XXI.  Es Gramsci quien advierte tres problemas del proceso político educativo que se relacionan, pero aún no son considerados en la reflexión humanitaria: pedagogía y política;  intelectuales y productores;   cultura y trabajo.

Conociendo históricamente esas relaciones entre sí, se podrá reflexionar con una postura pedagógica contra-hegemónica, porque  la Política es  el arte de gobernar las relaciones de Poder humanas en dos sentidos: 1) liberándose de la ignorancia con honestidad al construir conocimiento social sobre el autogobierno autónomo, soberano y de educación integral humana, o por el contrario, 2) ello sirve en el comportamiento cínico del sujeto para someter y doblegar al semejante en un mosaico amplio de posibilidades univocistas o equivocistas -Mauricio Beuchot- en la explotación inhumana del trabajo.

La condición humana-inhumana se muestra en las actitudes del sujeto,  generadas por  la desigualdad y la ofensa, pero también por el acompañamiento vital en la toma de decisiones sobre la  organización para la producción, la distribución y el consumo del trabajo individualcolectivo; humanizándose el sujeto educativo en dicho proceso, siendo lo más sublime e innato a cultivarse desde la infancia; proponía Friedrich Froebel, cuidando a la niña y al niño con cariño como a las flores, al transformar el mundo de la historia y de la cultura en verdad, es decir en belleza/esteticidad y eticidad con calidad  y derecho moral.

En el sistema capitalista, la  creatividad y la grandeza cultural,  se convierten en las relaciones de explotación, en una mercancía hecha fetiche degradante;  esta relación desigual se reproduce por la injusticia histórica acumulada, con el acaparamiento de los medios de producción, de la fuerza de trabajo y  de la plusvalía obtenida en ese proceso de explotación; como lo denuncian científicamente Karl Marx y Friedrich Engels, por lo que hoy se vive la crisis sistémica del capitalismo mundial y nacional, lo vemos con la caída de los imperios, como es Estados Unidos; lo cual significa todo un problema educativo que no es sencillo enfrentar ni resolver, para poder encaminar a los niños y a las niñas al trabajo integral y creativo humanitario, desde el jardín de la infancia -que es la madre tierra-.

El ensayo que se expone sobre la Sensibilidad Pedagógica Contra-Hegemónica al Capitalismo, está dirigido principalmente a una visión posible del sujeto histórico, desde una visión global de humanización de acuerdo al diálogo, consenso, comunicación pública, información crítica, así como  transformadora, pues la madre tierra nos está cobrando la factura por su destrucción, ya que al parecer este nivel de información, reflexión y conocimiento, tendrá que comprender no sólo a la familia, la escuela, la iglesia y los medios de comunicación de masas -Dr. Covarrubias Villa. Por ejemplo en la escuela corresponde al preescolar, primaria, secundaria y  bachillerato en México, siendo  los maestros y las maestras quienes educan profesionalmente a los niños y a las niñas, así como a los más jóvenes, que son el futuro de cualquier utopía entre lo que se es, y lo que se podría ser en el ejercicio del poder político liberador, dado que sigue privatizándose la pequeña ciencia que opera el magisterio en su traducción y alternativa pedagógica de tolerancia y de protección humana en el rapport pedagógico y  cultural, como abunda la pedagogía política de  Gramsci.

Esta protección humana con sustento pedagógico crítico,  no es más que la misma superioridad que otorga  la madre tierra al sujeto por su trabajo creativo  transformador de realidades y de lenguajes múltiples, hoy simbolizados en un mundo globalizado por intereses mercantiles que llevan al desecho masivo de seres humanos y a la guerra provocada hoy por los Estados Unidos, de acuerdo con la multiplicidad de concepciones sobre  las relaciones de trabajo y de producción en un devenir claramente injusto de explotación en las  relaciones desiguales humanas-inhumanas que articulan la  vida-muerte entre las grandes potencias. De ahí la necesidad de tener una concepción clara y abierta sobre  lo que puede ser la ¿educación política?, en su dialecticidad para exponerla a la crítica, la denuncia y la emancipación histórica de la lógica impune de los imperios, recuperada esta concepción desde la teoría gramsciana en Vladimir Ilich Lenin, que detonó en la revolución  Rusa (1917) y en la constitución del primer Estado socialista en el mundo  en una voluntad colectiva y trastocada por el conocimiento de su época, en cuanto al conocimiento de sus derechos humanos, es decir políticos, que siempre son contextuados en espacio y tiempo de acuerdo al grado de consciencia social del sujeto histórico-educativo, es decir, de acuerdo a su práctica concreta empírica, sus conocimientos diversos y la comprensión/entendimiento de su vida personal y comunitaria en el planeta tierra.

Los derechos civiles y humanos en la realidad mexicana, hoy en día  se complementan, como parte esencial de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917) con sus 136 artículos, pero como es sabido muchos de ellos arbitrariamente han sido reformados para el beneficio exclusivo de esas minorías privilegiadas y de los magnates del capitalismo nacional e internacional en el abuso de poder político del Estado-gobierno neoliberal, que hoy se ha frenado por el voto del pueblo u voto ciudadano; al respecto Paulo Freire produce una pedagogía política con una noción clara de este abuso, tratando la intersubjetividad de las clases sociales en la injusta relación cultural entre opresores y oprimidos; sus propuestas sociales y populares, dejan este legado educativo, para lograr que las presentes y futuras generaciones puedan nombrar las injusticias cometidas y padecidas como crímenes de lesa humanidad, lo que significa  una tarea pedagógico-educativa humanitaria trascendental en el campo de la Pedagogía crítica para este siglo XXI en todos sus frentes.

Debido al gran miedo histórico que oculta el opresor en su dictadura civil militar, se explica  su falta de tolerancia, sin embargo para la mirada de la  mayoría en México, incluyendo a los explotados: el capitalismo pareciera un orden-desorden que se va naturalizando o normalizando, por lo que van rechazando la participación política irónicamente en su cotidianidad, como puede ser en la educación sindical de clase, o en la de un partido proletario, entre otras formas educativas en la familia, la iglesia, en la escuela, con los medios de comunicación, o por el conocimiento empírico que se sostiene desde el sentido común, debido a la sobrevivencia humana-inhumana que cada vez tiene más nombres, apodos e historias entre la degradación y  la guerra de baja intensidad en el exterminio y la tortura padecidas en la voz imperial de Estados Unidos, para impedir el desarrollo económico de China.

Tómese en cuenta que, el hacer científico pedagógico sucede sólo porque este sujeto educativo da cuenta de forma consciente-inconsciente de esa realidad viva histórico-social, desarrollando la sensibilidad de clase en su identidad proletaria de pertenencia,  como  una expresión  lúdica,  alegre, feliz, libre y soberana -también intuitiva- según el derecho del sujeto a la organización político-social como lo mandata la Constitución Política Mexicana, aunque este derecho se había vivido de manera tramposa por parte de la hegemonía del Estado-gobierno del neoliberalismo y del narco.

Así con tales aprehendizajes, en México podemos hoy con AMLO, distinguir dos expresiones del poder político que tienen que descomponerse en sus partes más simples de  reflexión,  análisis y  crítica con talento, para diferenciar el poder de sensibilidad pedagógica en resistencia implícita  o explícita: 1) el poder político de liberación, y su contraparte 2) el abuso de poder político para el sometimiento; lo que caracteriza de forma trascendente estas dos expresiones a lo largo de la historia ahí humanizándose, así Andrés Manuel López Obrador (AMLO) nos habla en los hechos de la honestidad/deshonestidad, de la coherencia de clase social y la traición, que termina en la muerte simbólica dentro de la hegemonía de los amos por la defensa de sus imperios; o bien en la solidaridad de la educación más amorosa, que inculca la Pedagogía crítica entre los pueblos sobrevivientes,  propuesta de t e n d e n c i a educativa desde la voz de las comunidades indígenas -como lo expone Lenkersdorf-. Lo interesante en el proceso educativo-político continuo, es desentrañar tal telaraña de sentidos contradictorios, diferenciándolos en un conocimiento histórico verdadero con calidad ético-moral.

Al respecto también Marx refería que, todo hombre es un animal político, recuperando la visión política de Platón entre muchas otras como Aristóteles, aunque en ese despliegue del sujeto educativo o ser humano o trabajador integral, éste no tenga consciencia plena de su ubicación histórica, ni tampoco se siente asumido  como clase social en su capacidad humana, puesto que tal relación humana-inhumana tiene que educarse y reeducarse de forma intencionada, consciente, autónoma, responsable y sostenida, con un método que valore el esfuerzo del trabajo individualcolectivo para la toma de decisiones históricas, logrado como un encuentro dialógico multicultural internacional, nacional y local, bien delimitado; diferenciando la posición política del sujeto con racionalidadsensible contra-hegemónica, para comprender esta transformación humanitaria en sus matices más simples y a la vez complejos.

Se propone que la educación política se proyecte  con una racionalidadsensible cada vez más enaltecida -se escribe Sensibilidadracional, así junto, porque no admite escisión, se siente/piensa, o se piensa/siente, no hay otra manera, pero no se reconoce esa situación vital del sujeto en la hegemonía del capital, porque se niega dar verdadera claridad al  principio de integridad cultural de ese sujeto desclasado y unidimensional-homogenizado en la lógica del capital, así lo logra el sistema de explotación al dividir la política de la pedagogía y de la cultura, igual que propicia la separación del trabajo manual del intelectual -Gramsci-.

Este sujeto  oprimido o desposeído de todos sus instrumentos de trabajo, es reivindicado  en la Pedagogía revolucionaria contra-hegemónica al capitalismo, porque  el mismo ejemplo educativo de explotación  nefasto, sirve de material didáctico, para analizar cómo  fue imponiéndose en la relación militar/religiosa tradicional, el dominio y el sometimiento de las grandes mayorías, actitud  que aún prevalece en las relaciones de producción y de distribución de la riqueza en la política privatizadora neoliberal,  al hacer propiedad privada  los medios de producción en la organización social  impuesta históricamente; forma injusta desarrollada en la última etapa de la comunidad primitiva, para dar pie al modo de producción esclavista con toda su parafernalia de desigualdad social, humillación y sometimiento hasta hoy padecidas.

Una de las cuestiones a dilucidarse en este ensayo es el trabajo educativo político, urgente de atender y de solucionarse, al ser consciente el sujeto  de la formación política implícita o explícita, dado que la educación política es el mismo proceso de humanización y, por tanto, objeto de estudio de la disciplina pedagógica crítica en la defensa de nuestros derehos humanos, nacionales, locales o internacionales; esta demanda de participación y reparto equitativa de la producción, consiste en explicar  la aptitud-actitud natural  humanizada o deshumanizante que se transforma en cultura emotiva e intelectual del sujeto crítico, cuando se toma como categoría histórica de superación para frenar al poder hegemónico dominante como es hoy el imperio de Estados Unidos, es decir, en la exigencia del sujeto según sus  derechos, que han sido vapuleados y deshumanizados por los opresores.

Al respecto el Dr. Ruíz Gómez Sánchez Coordinador social en la UNAM declaró (Radio Educación: 30 Nov. 2012) que  México arroja la cifra de 87 mil víctimas muertas que han ido apareciendo en público y en entierros clandestinos. Además de  20,000 desaparecidos en la acelerada degradación durante 6 años de la política corrupta calderonista contra el narcotráfico y su “legítima violencia” al enfrentar el  rompimiento del monopolio de esa “justicia o complicidad”.

Es público cómo durante el periodo de Felipe Calderón, vemos cómo el fenómeno educativo de corrupciones recaudo buenas ganancias que se apoyan en  el Estado mexicano -ejército-marina-policía-CIA[2]-. Esta debacle nacional se propició dada la ausencia de empleo y oportunidades de desarrollo para la juventud, porque entre políticos y administradores corruptos han parasitado al Narco coludiéndose y corrompiéndose para poder funcionar con ellos, sin ver que la violencia lo único que genera es más violencia, en donde sólo se atacan los efectos pero no las causas históricas -denuncia el presidente AMLO hoy en día-, por lo que faltan políticas claras  de educación crítica en este lamentable escenario de desinformación por falta de una formación cultural de educación política humanitaria entre la población, haciéndose evidente la necesidad de una tarea pedagógico-educativa ético-moral para el aula-mundo a partir del sentido común hasta elevar la formación filosófica-política del pueblo -Gramsci-, dada la ingobernabilidad del Estado mexicano en el periodo neoliberal de 1980 hasta el 2019 que va cambiando el rumbo de la historia en México a través de elecciones democráticas. Afortunadamente en el 2021 con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), desde una visión gramsciana se intenta una revolución cultural popular desde principios básicos como son:

1. Principio básico es, la No corrupción, pues todo delito no queda impune y se tendrá que reparar el daño, además de la no repetición.

2. No endeudar más al país y, sí en cambio la revocación de mandato, porque el pueblo elige a su gobierno y lo quita si éste no cumple.

3. Una educación con base en valores ético-morales, respetando las diferencias en tradiciones y costumbres, dado el multiculturalismo nacional, para que la producción sea social en lo nacional, aliado con América Latina, sin someterse a ningún imperio como es Estados Unidos.

4. Educar para la no violencia sino para sostener con cuidado y cariño la vida cotidiana del pueblo, por ello es vital la Guardia Nacional en la defensa contra el cáncer del mercado de armas y el narcóticos, que es un fenómeno internacional, por lo que se requiere de alianzas y consensos a ese nivel.

5. Se educa para saber cómo dialogar y consensar a través de la denuncia que anuncia otro porvenir que realmente sea humanitario, pues entre lo público y lo privado, se ha distinguido que la transparencia de información veraz, tiene que ser pública.

6. Por eso se ha hecho público el hostigamiento de Estados Unidos al pueblo cubano, utilizando los medios de comunicación para desvirtuar la revolución cubana por ejemplo, al igual que otros países de A.L. que viven en la resistencia y el bloqueo económico. Y se sigue en la conscientización del pueblo mexicano como gente de civilización histórica por su dignidad y trabajo.

7. Se vive un proceso de consolidación de soberanía nacional desde sus causas, en contra de la podredumbre neoliberal privatizadora, en este sentido se ha denunciado el intervencionismo que juega la ONU, reflexionando que cuando existan las condiciones favorables, América Latina, puede sustituir su mercado por la CELAC en lugar del organismo hegemónico de derecha.

Hoy dia en México y en muchos países del mundo humanitario, vemos que, no es posible dejar de lado los principios y banderas programáticas de valores-virtudes humanos, enaltecidos por la luz que irradian los sujetos en procesos de liberación organizados o no -como plantea la propuesta educativa de Beuchot[3]-, principios a potenciarse por una cultura pedagógica organizativa en contra de la lógica capitalista y sus expresiones lumpen-proletarizadas, como es el fenómeno del narcotráfico y el narcomenudeo mencionados, y peor aún en el consumo de dichas drogas entre la infancia y la juventud.

Ante este problema de humanización-deshumanización, es decir educativo, se está padeciendo un limbo jurídico de corrupciones en la correlación de fuerzas del Estado mexicano encabezado hoy por AMLO, dentro del imperio capitalista, que sólo favorece su gran negocio a costa de la inseguridad pública, el tráfico de órganos humanos, la venta de armamentismo y trata de menores, además de la carestía, el desempleo, el encarcelamiento, la criminalización del movimiento social y la miseria extrema del pueblo. Por tanto, nos toca tejer aresanalmente una consciencia pueblerina y ciudadana.

Por lo que la expresión de sensibilidad política posibilita dar cuenta del absurdo proceso educativo de enajenación o alienación, identificando en este ensayo, la manera en cómo se logra el sometimiento con el consenso de la gente a través del Estado de opresión o progresista como es hoy en México, para ser gobernados de esa forma humanitario, lo que es observado en el bloque histórico o producción capitalista que desarrolla la teoría gramsciana en su  Alternativa Pedagógica, colocando al sujeto educativo como un subalterno  a la lógica de explotación sin ningún respeto a su esfuerzo de trabajo, lo que está cambiando cualitativamente, para no permitir que por el contrario se reproduzca el ejemplo de corrupción, como única opción de sobrevivencia para el sujeto educativo.

Después de analizar en esta caracterización el ejercicio de  las ramas del poder público-administrativo como Órganos de control en las injustas y desiguales relaciones entre el capital y el trabajo nacional e internacional (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) -hoy nos queda claro que falta otro poder el humanitario-, por tanto, se señala que la situación  nacional mexicana está en crisis por su injusta división del trabajo hecha propiedad privada de todo medio para la producción en beneficio de una minoría, ocasionando carencia para la gran mayoría al interior de la lucha de clases sociales, mostrándonos este fenómeno con datos históricos las diferentes épocas y concepciones del mundo y del hombre, como expresa  Freire, ahí es donde hacemos nuestro tejido humanitario desde las pequeñas comunidades conscientes del valor de la justicia, la libertad, la felicidad y la equidad.

Se nos aclara de tal manera, cómo cotidianamente se ha caído en la falsedad de la modernidad, que predicó consignas de libertad, igualdad, justicia y fraternidad, hechas políticas neoliberales en la globalización de mercancías del libre mercado, con todas las prebendas posibles para favorecer a los grandes magnates del capital monopolista nacional en México, como son: Carlos Slim; Carlos Peralta; Eugenio Garza; Roberto Hernández; Ricardo Salinas; Lorenzo Zambrano; María Asunción Aramburuzabala Larregui y Emilio Azcarraga, con fortunas de más de  mil 500 millones de dólares, que hoy día se traducen en una vaciedad de ‘democracia participativa’ en el engaño y el doble discurso electoral a través de los medios masivos de comunicación como son Televisa y TV Azteca, medios de comunicación de masas que tenemos que transformar humanamente.



[1] Valentina Cantón refiere  la categoría de individualcolectivo para aclarar “la concepción del sujeto como sujeto descentrado, renunciante al ser y por tanto desposeído de certeza, comodidades y verdades, un sujeto en permanente búsqueda y movimiento, que son, al mismo tiempo, los productos y motores de su extrañamiento sobre sí y sobre las cosas que conoce; extrañamiento que le conduce a la necesidad, al reconocimiento de aquello que le falta, aquello que quiere, al menos como un bien ‘material’ y que puede explicar, crear su definición con palabras como !incluso ‘interés’¡, para después ser consecuentes con ellas en su acción”, por lo que lo individual implica lo colectivo y lo colectivo lo individual, lo cual se sintetiza en la noción de particular desde la concepción hegeliano-marxista, metodológicamente hablando. La categoría de Cantón, atraviesa toda la lógica de la investigación que se presenta. Cfr. Cantón Valentina, 1+1+1 no es igual a 3. Una propuesta de formación de docentes a partir del reconocimiento del particular. Ed. UPN, Colección Textos No. 6, México 1997. 173 pp. P. 140. 2021.

[2] CIA es una abreviatura de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, Central Intelligence Agency). La CIA es junto con la Agencia de Seguridad Nacional, la agencia gubernamental de los Estados Unidos encargada de la recopilación, análisis y uso de "inteligencia", mediante el espionaje en el exterior, ya sean gobiernos, corporaciones o individuos que pueda afectar la seguridad nacional de su país. 

[3] En la Hermenéutica analógica, propuesta por Mauricio Beuchot, se precisa la aplicación del símbolo, que implica una tarea de interpretación “interesante y delicada, ya que, si el símbolo se interpreta unívocamente, se traiciona y empobrece, y si se interpreta equívocamente, se pierde su significado. Por lo cual, ha de interpretarse analógicamente”. Vid. Hugo E. Ibarra en Hermenéutica analógica y cultura contemporánea. Coord. Ricardo Blanco Beledo. Torres Asociados. México 2009. P. 5. 2021.