Thursday, April 7, 2016

LA ACCIÓN DE EDUCARNOS.

Sandra Cantoral


A diferencia de Axel Honneth[1] nombramos el acto de reconocer y/o agradecer antes que todo al sujeto por su capacidad de expresar ternura amorosa a través de: 1. La entereza en la lucha por la desigualdad social, en el sentido de la autonomía, como principal fuente dialógica en 2. la acción humana de educarnos, lo que nos lleva a saber sobre el límite de la institucionalidad capitalista dando sentido a las pequeñas comunidades, límite que tiene que reconocer el invasor por el daño  causado a la humanidad a través de sus  formas de explotación y vileza en la exclusión, formas que son de conocimiento internacional, porque reproducen la desigualdad social y la  degradación del planeta tierra, por lo que el ser humano tiene que unir sus virtudes más emblemáticas con una actitud de no abuso de poder, en esa reproducción cotidiana del denominado habitus -Bourdieu-; sabiendo conscientemente que tampoco se puede romper con todo lo existente de la noche a la mañana en las condiciones de vida subjetivas y objetivas entre los diversos grupos funcionalizados en la estructura del capitalismo salvaje, porque se tiene que tener claridad, sobre el piso en el que estamos parados y sobre lo que estamos sintiendo unos y otros de forma integral mediados por la necesidad vital de un mundo con salud mental.

Es  necesario en el proceso de informarnos, comunicarnos y reflexionar, el acto de mostrar, hacer, indignarse, sentir satisfacción, cambiar y amarse en comunidad internacional, nacional y local, con la aspiración de construir Otra acción educativa integral, en donde pueden existir muchas interpretaciones sobre las necesidades inmediatas y/o personales, que pueden resultar muy mezquinas e injustas; la Gran Propuesta Humanitaria, tendrá que construir y unificar  las intencionalidades de las grandes mayorías con  en una toma de consciencia histórica -como si fuera una nueva ilustración en el planeta tierra en este Universo divinizado en lo etéreo,  para ser ubicado dentro de Otro Universo amorosamente reconocido por las consciencias sentipensantes, así nombradas por el mundo indígena, en donde no es necesario conceptuar tanto sino hacerlo y aprenderlo con el ejemplo-; justo como si fuera un nuevo universo a construirse históricamente haciendo caso de nuestras culturas más antiguas de esas civilizaciones auténticas que han sido tan masacradas.

Me refiero a ese  espacio cósmico de un mundo dialéctico que radica en términos humanos en un cambio profundo de actitud,  para ello obviamente se necesita que esa mayoría esté informada de la realidad de vida-muerte concreta en las injustas relaciones de producción, ahí radica el parámetro de la dignidad humana integral -esa, que no se compra/vende por ningún dinero, por eso su ejemplo es trascendente históricamente-; así como sucede con el átomo, que es  imperceptible a simple vista en  esta era del conocimiento; así lo reflexionamos en  semejante forma, contenido y significación, lo que va sucediéndose en el gran mosaico de la creatividad, el asombro, la frescura, la originalidad, la naturaleza divina en este despertar manifiesto con las luchas sociales, poniendo Otro límite planetario necesario, hasta abarcar a lo más simple y concreto en sus múltiples y diversas particularidades; de tal forma se transforma el todo y el particular a la vez de ese todo, pues ese todo cambia por sus diversas expresiones particulares en libertad; es decir sucede,  aquello que era imperceptible aún por dichas mayorías, sin embargo, en todo contexto social la realidad se impone como verdad, en el sentido de las demandas histórico-sociales más acabadas, de esas que tarde o temprano, desde cada contexto  de las épocas  exigen traducción porque se viven, sufren y sienten en el propio cuerpo humanizado, así van negando y superando el delirio impuesto por la elite hegemónica gobernante imperialista.

El imperialismo económico político de las grandes trasnacionales monopolistas en el planeta tierra ocultan su verdadero rostro, y sólo cobran presencia por medio de la violencia por la violencia misma, en una gran tipología empresarial monopolista de la oligarquía financiera internacional altamente jerarquizada, siendo parásitos de sus nefastas finanzas públicas; en donde nos parece un mundo volátil y/o mágico lleno de creencias, hadas, reyes y dinastías maravillosas cual si la naturaleza así lo hubiera mandado, pero no es así, todo este mundo desigual, jerárquico, de esclavitud moderna y de exclusión, ha sido generado por la ideología de la mercadotecnia científicista -en distintas épocas del sistema capitalista, al convertirse en la síntesis de todas esas formas de explotación, que parten desde la comunidad esclavista-; dicha mercadotecnia está al servicio del gran capital enajenante y/o enloquecido,  abarcando así a todas las áreas del conocimiento humano a través de la familia, los medios masivos de comunicación, la religión, la escuela, y las múltiples influencias en la calle-mundo que nos ha tocado padecer para que una minoría viva a costa de nuestra explotación, sufrimiento, hasta caer en esa locura de indiferencias y falta de esfuerzos compartidos para contribuir en una consciencia social colectiva de liberación social desde las pequeñas comunidades vitales.

Reflexionemos en el tenor de nuestros actos y cambio de actitud frente a la vida-muerte en términos de equidad y sobre la posible socialización de todo lo producido por el trabajador directo a lo largo de la historicidad recorrida, en la posible capacidad de vivir más intensamente, con confort y con calidad y/o calidez humana para las grandes mayorías en esta lucha por el reconocimiento del trabajador o trabajadora directos; en este Otro proyecto educativo o de humanización, que rige  el universo de la ternura[2] que es minimizado en su invisibilidad, y que en la formación de contrarios va existiendo con miedo, angustia, trauma, represión, inseguridad y vergüenza, debido a la reproducción naturalizada como si fuera un destino manifiesto común; de esta manera  se despliega también la locura de ese universo del capital, en cuanto a sus inter-relaciones in-humanas generadas, en actitudes mezquinas y de comportamiento económico/financiero, político-religioso, enculturado-mezclado y/o aculturado-impuesto, así como  social que pocos entienden, pero todos reproducen, se adecuan y/o resisten en lugar de cultivar un ímpetu de relaciones humanas fundadas en el amor;  son estas formas de actuar a través de las épocas en este proceso de vida-muerte o proyecto educativo de humanización-deshumanización, las que están provocando  la extinción del planeta tierra por parte del capital, dada su avaricia  destructiva; descuidando nuestras dos existencias más valiosas (la mano de obra y la naturaleza). Por ello es necesario detenernos y reflexionar hasta lograr que las pequeñas comunidades y poblaciones,  reconozcan el límite histórico que demanda el planeta tierra (la cual está enferma a la vista de todos y de todas). Reconociendo que el tope curativo es justo el saber auto-gobernarnos de forma, contenido y significación autónoma por sobre la institucionalidad patriarcal de hegemonía burguesa, hasta que logremos vencer su sensiblería superflua, aún dentro de este imperio del capital -mostrándolo con el propio ejemplo-; por lo que se tendrá que vislumbrar y nombrar la sabiduría milenaria en términos educativos de este proceso de humanización de rupturas y de superación de sus contradicciones retrógradas más visibles y urgentes.

En este sentido habrá que reconocer-nos por ejemplo, desde nuestra comida tan legendaria ya, que es lo único que ningún ser vivo humano o animal en la flora-fauna puede dejar de hacer para sobrevivir, el acto de comer. Pensemos en la alimentación, a partir de la era mexica o maya, que data de más de 10,000 años a.C.,  la cual consistía su base nutricional, en: maíz, frijol y calabaza, lo que nada tendría que ver con la mercadotecnia capitalista de  chatarra actual, impuesta por la industrialización forzada que exige la ganancia del gran capital con un discurso encubierto de legal, como un falso acto naturalizado entre las grandes mayorías, porque de ahí se derivan las relaciones del comercio, las finanzas bancarias y las trasnacionales para favorecer a  la despiadada acumulación  capitalista evasora de impuestos y sustentada en las guerras de exterminio -en donde toda calaña de calamidades y de perversiones se vale, ya que son encubiertos crímenes de lesa humanidad cotidianamente  por los abusos de poder en la legislación ejecutiva, legislativa y judicial-.

Marx estudio a profundidad el origen de la ganancia capitalista en su largo proceso de explotación, que hoy en día los magnates del capital retoman pero para ejercer la máxima ganancia con la mayor explotación, sin que nadie reclame nada, este científico humanista decía: pareciera que la ganancia sale de la nada, así parece porque se está obviando la explotación de mercados volátiles, en donde la fuerza de trabajo es degradada y puesta en el límite de la sobrevivencia con el gran desempleo que regula tanto el salario como el trabajo explotado, siendo esta relación inhumana sólo un ejemplo para reflexionar en la multiplicidad de expresiones contradictorias y absurdas que se tienen que asumir de forma responsable en la acción de educarnos y de vivirnos integralmente hermanados con un sentido solidario y de acompañamiento entre la clase trabajadora, para potenciar nuestras capacidades creativas entre los pueblos al ser conscientes del proceso inhumano de explotación, de exclusión y de degradación dentro de la esclavitud moderna, pues el acto humanitario consiste en la integración de esos valores ético-morales en torno a lo producido por el trabajo social, tomando en cuenta las tradiciones y costumbres culturales en cada contexto de historicidad recorrido, uniendo las virtudes humanas  más álgidas dada su trascendencia entre las grandes civilizaciones, para  poder fomentar buenos sentimientos con lazos de ternura, cariño y cuidado radicales, partiendo de las pequeñas comunidades, es decir, empezando por el sí mismo, equivalente a un cambio intencionado incluyente de acción educativa, que aún no sabemos de dónde exactamente nos pueda estar llegando con exactitud en este mundo globalizado de la robótica y la nanotecnología -ya que aún no existe una bitácora mundial para verlo en un mapeo objetivamente-. La pregunta que abrimos de inicio en este sentido, es ¿con quiénes, cómo, cuándo, en dónde y para qué se tendrá que construir ese cambio intencionado en la transformación del acto de educarnos en comunidad, como una exigencia del planeta tierra en Otro universo, que ya no puede esperar más?

Porque el gran cambio obviamente no vendrá de  la lógica del mercado empresarial institucionalizado y de sus políticas públicas destructoras del ser humano y de la naturaleza, dado que sus preguntas, respuestas e intereses serán diferentes a las que hagan las pequeñas comunidades que son excluidas de la toma de decisiones, ya sea por desinformación o por ignorancia, siendo sus necesidades vitales veladas, pero aun así van aprendiendo a  consensar entre esas pequeñas poblaciones, pues este acto es muy antiguo en la cultura mexica, porque a pesar de los pesares, provenimos de los territorios comunes, con base en una lucha permanente y sostenida desde la agudeza adquirida de antaño, desde el origen autóctono que sigue en el inconsciente de la memoria colectiva; reflexionemos igual que esto no quiere decir, que no seamos capaces de disfrutar nuestras condiciones materiales e imaginarios simbólicos de nuestras vidas cotidianas diversas, por eso es vital la organización interdisciplinar, que abarque desde el sentido común, el cual se eleva en procesos educativos de resistencia y dignidad,  traducido en preguntas sabias, bien informadas y capaces de expresar las necesidades humanas más vitales en la cohesión hermanada desde múltiples intereses y lenguajes posibles, religiosos, de sentido común, científicos, tecnológicos, artísticos, uniendo  la experiencia de todos y todas, que van  incorporándose dentro de esta lucha en el acto de educarnos en contra de la acumulación capitalista hegemónica a costa de nuestras vidas; pero a la vez tómese en cuenta que requerimos estar alertas a esas Otras nuestras acciones educativas integrales, que sólo con el ejemplo resultan vitalmente integrales por su capacidad de unir fuerzas entre lo que se dice y se hace, razonemoslo desde el corazón hasta donde nuestra común imaginación lo conciba; ya que nada es posible forzar a capricho u ocurrencia de nadie, así como  acostumbra imponerlo la lógica del capital a la clase trabajadora, entiéndase, por medio de engaños, violencia militar y/o supersticiones, para degradar, atemorizar, expulsar, excluir, denigrar, avergonzar, dividir, atemorizar, atomizar y someternos a su violencia por la violencia misma, todo en favor del desarrollo capitalista y su mercadotecnia, de úsese y tírese.

Tendremos que ser claros de que en el trabajo colectivo se reconoce, es decir, se agradece amorosamente el esfuerzo y la construcción de la comunidad en el trabajo compartido de a poco a poquito, como lo hemos vivido a través del tequio por ejemplo, cuidando con cariño la convivencia de estas pequeñas comunidades de forma cotidiana, valorando  el reconocimiento intuitivo y amoroso de nuestros ancestros milenarios que han ido cambiando en este acto educativo de grandes transformaciones histórico-sociales en nuestra condición humana y en nuestra mentalidad, la cual ha decaído en una degradación impresionante, y esta  realidad de esclavitud moderna sigue ahí sin prevención integral no sólo en la República Mexicana, también en América Latina, entre los países pobres y las 8 grandes potencias internacionales, a saber Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Francia, Canadá, Rusia e Inglaterra, contra estas desigualdades locales, nacionales e internacionales, el proyecto educativo de transformación de actitudes humanas parte de enfrentar y resolver los problemas cotidianos, sean éstos individuales o comunitarios a través del ejemplo, contribuyendo a fortalecer lazos de identidad cultural.

Dicho Código de ética humana irá sosteniéndose solamente por un espíritu de lucha aún desordenada, pero sí en cambio, como una lucha de resistencia sentida durante siglos por el cuerpo humano desgastado, al igual que lo está el planeta tierra, todo ocurre de acuerdo a la condición de status social en la lucha de clases,   resultado de luchas de emancipación en   la tarea educativa integral, que día a día está dentro del propio proceso de producción, emblemáticamente educativo o humano/inhumano en un mosaico amplio de expresiones y de posibilidades en condición de sustentabilidad, buscando nuevos paradigmas comunitarios, pongamos sólo un ejemplo sobre el líquido vital, el agua: sabemos que con 150 litros de agua es lo suficiente para cada persona diariamente y en otros sitios reciben más de 250 litros, porque tienen caballerías u otros usos vanos, o hasta de 2000 litros al día, igual hay desperdicio en la red pública por falta de mantenimiento gubernamental, dado que el asunto del agua tiene solución, pero habrá que revisar todo para propiciar investigar sobre esa mala e injusta distribución del agua, para que pueda ser distribuida en equidad y/o con igualdad para cada región de la ciudad y de la nación mexicana; así se puede mencionar en este sentido,  que existe desigualdad en cuanto a vivienda,  vestido, alimentación, salud, educación, seguridad, paz social, acceso a la recreación y a una cultura sensible. Estudiarlo y reflexionarlo de forma integral resulta fascinante en términos científicos, tecnológicos, cibernéticos, experienciales, artísticos, religiosos y desde el sentido común con principios dialógicamente humanos, dada la complejidad contradictoria que los entrevera en una sola sonrisa milenaria que es la creatividad humana llena de sorpresas y de entusiasmo, y que hoy se está mostrando como en un nuevo renacimiento en contra de todo fascismo, dictadura u obscurantismo retrógrado, como es con Peña Nieto.

De hecho ya está siendo documentada esta expresión humana del acto educativo, desarrollando un espíritu altamente artístico a lo largo de la historicidad recorrida, cual si fuera un gran filme cinematográfico experimental crítico; sin embargo aún resta integrar todos estos saberes, conocimientos y creencias profundas, para ser generalizado su conocimiento entre las mayorías para incitar a un autorreconocimiento de validez ética universal[3], en donde los que más conocen son mayormente responsables del destino de la humanidad y de su universo dentro de Otro universo de ternura, compasión, solidaridad, comprensión, piedad, tolerancia, paciencia, fortaleza, entereza, igualdad, esperanza, justicia, dignidad, libertad y unidad para la transformación liberadora y radicalmente revolucionaria en los derechos humanos en contra de todo crimen de lesa humanidad.

Hoy día es posible nombrar dichos crímenes de lesa humanidad, registrados en la Comisión Interamericana y Nacional de Derechos Humanos,  a saber: 1. Desaparición forzada, 2. Asesinato, 3. Tortura, 4. Abuso sexual, 5. Violencia por guerras del capital y/o del Narco Estado capitalista en algunas regiones del orbe, 6. Violencia de género, 7. Genocidio, 8. Discriminación racial cotidiana -Apartheit-, 9. Exclusión, 10. Actos pederastras y de genofobia, 10. Prostitución. 11. Venta de órganos humanos, y todo lo que podamos ir agregando para hacerlo valer en estas Normas Internacionales de los Derechos Humanos ya reconocidos, que poco a poco van  siendo superiores a las Constituciones nacionales al poner un límite justo, porque se requiere de una NORMATIVIDAD internacional que sancione a la lógica del capital, frente a la denuncia de las víctimas, quienes han comprendido que  todo tipo de mal, se propicia sólo por las altas ganancias inhumana a costa del malestar de esas grandes mayorías, por ello todo contexto es un proceso de enseñanza y de aprehendizajes permanentes en el desarrollo de autodisciplinas diversas.

Es claro en cambio que imitamos imágenes y representaciones como formas de comunicación informativa vana que se convierten en modelos de vida, y que cada uno e igual entre los diversos sectores de la población se van fijando en nuestra memoria y en nuestras emociones como traumas, competitividad, crueldad, deseos inalcanzables, excitación, violencia y ganas de superar tantos problemas que parece como si fueron personales, pero no es así, son conflictos sistémicos que se encarnan en la psique particular del sujeto; ya que es este caos hegemónico del capital acumulado y centralizado en pocas manos -es público cómo el 1% de la población  concentra el 90% de riqueza en su ilógica propiedad privada de medios de producción-; así se  estimula cotidianamente la acción educativa de muerte, para ello sólo basta poner el cuerpo sometido en movimiento de esta degradación y  exterminio de las mayorías que sostienen la producción nacional y de migrantes que aportan a la economía nacional las divisas enviadas del extranjero; la principal forma de degradación es la criminalización por parte del Narco-estado gubernamental en términos de deteriorar el ámbito espiritual, mental y emocional de su víctima, organizándose en esta estructura socio-económica en  forma, contenido y significación grandes obscuridades dictatoriales, por lo que frente a la curiosidad o a lo desconocido recurrimos al proceso educativo de conscientización dialógica con base en los buenos sentimientos de la ternura que puede aflorar en la subjetividad popular, para ello es necesario organizar procesos de autogestión autónoma comunitaria entre los pequeños espacios temporales multiplicados en contra del capitalismo salvaje.

Resulta importante reflexionar acerca de ¿qué sigue en el acto de educarnos unos a otros?, porque tenemos claro que el estado capitalista no  va a resolver ni a superar la desigualdad social y su injusta degradación social, puesto que de ella viven, de modo que abrimos otra pregunta ¿cómo alcanzar el cielo con un poco de ternura y de sueños colectivos en el contexto climático de la división del trabajo nacional,  local e internacional, reconociéndonos primero entre las pequeñas comunidades con un espíritu político pedagógico en esa insana división  del trabajo y la cultura?

Porque tenemos claro que la cultura es transmisión de estructuras mentales, y termina siendo el alimento de la educación en esta división  del trabajo manual y el intelectual, ahí se gestan y reproducen  la acumulación y centralización del capital, creyendo por fe las grandes mayorías de explotados, que algunos nacieron para gobernar y otros sólo para obedecer; tal perversión del aculturamiento neoliberal en el proceso educativo inhumano de explotación realmente significa una acumulación de vidas sometidas y explotadas desde un recorrido educativo milenario, y que para los magnates del capital  es  visto dicho proceso sólo como ganancia para sí mismos, como algo “natural” que proviene desde la nada; porque lo que hacen es reinvertir la propia materia prima ya producida, la fuerza de trabajo explotada y el producto terminado -Marx-, para invertirlo en un mercado volátil invisible. Por ejemplo en la Educación de Calidad promovida por la Iniciativa México Empresarial de Peña Nieto, ello se aprecia con mayor claridad, cómo cada vez es más emblemática la injusticia gubernamental, la pérdida de soberanía nacional, el desmantelamiento de los recursos naturales de México, la degradación y militarización para proteger al Narco Estado empresarial en conjunto con este imperialismo internacional volátil que les arroja altas ganancias, sustentado todo este caos de ingobernabilidad y criminalización contra la sociedad civil, a la cual se le somete con un estado de sitio encubierto en la falsa democracia priísta; por lo que es claro, valorar cómo dichos monopolistas  quisieran ver a la mayoría de la población dispuestos para el trabajo maquilador de los ‘nuevos emprendedores’ que le paguen más y más impuestos al gobierno estatal para su enriquecimiento personal, y así continuar contribuyendo estas grandes poblaciones a esa misma acumulación de capital imperialista corrupta, rodeada de canonjías y de prebendas legaloides, a costa de nuestros pulmones y de la integridad de nuestras futuras generaciones en esta lucha de clases entre el capital y el sentimiento de ternura, el cual no se ha cultivado con intencionalidad consciente, como un acto urgente de amor para estas grandes mayorías que no son nombradas ni reconocidas, casi ni por ellos mismos.

En las escaladas de la acción educativa durante las etapas milenarias de cambios, vemos que lo podrido ya no va a madurar, por lo que se abre la necesidad de Otra visión en la acción de educarnos, reconociendo la necesidad de  sembrar  nuevos procesos educativos conscientes con experiencia, conocimiento, intuición y sabiduría, sabiendo que en cualquier contexto civil y militar, hay gente buena, que puede sumarse en Otros proyectos distintos entre el capital y la ternura radical, como parámetros simbólicos entre opresores y oprimidos, obvio se requiere de nuevas constituyentes intercontinentales en horizontes amplios de valores ético-morales, que partan de nuestros derechos humanos internacionales  regulados y/o normados en la protección del planeta tierra y del universo que lo circunda, apostamos a hacerlo entre nuestras pequeñas comunidades desde múltiples trincheras de lucha y de reclamo;  se espera que suceda de a poco a poco con pasos sólidos y sostenidos, sin desesperarnos, para ya no seguir resistiendo más como economías colonizadas bajo el yugo del capital imperialista norteamericano principalmente, que conlleva a otros países del grupo de los 8, por ser los  más ricos del orbe.

Poniendo sólo un ejemplo desde Latinoamérica el intento de gran transformación social con Otro legado educativo en contra del capital y su violenta propiedad privada de medios de producción -que no es lo mismo que la pequeña propiedad y mucho menos del sentido comunitario-, radica en construir Otro proyecto alternativo de transformación, semejante quizá al que  emprendió Cuba con la Revolución Socialista de 1958, y que ha continuado, en otras latitudes ya muy radicalizadas por la vía armada, como han sido el Movimiento Bolivariano, a pesar de sus contradicciones desde Colombia, encabezado desde el Movimiento 19 de Abril M-19 en los años 70’, y posteriormente con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que hoy día están en una mesa de negociaciones con el gobierno colombiano en territorio Cubano, para ser reconocidos en favor de la paz nacional para Colombia, defendiendo demandas muy valiosas en términos humanos y emblemáticamente de orden social. O el ejemplo de las comunidades zapatistas en Chiapas, pueden ser muchas posibilidades abiertas.

Toda esta lucha educativa, nos hace comprender que ningún proceso social es algo que se logre desde su forma, contenido y significación inmediatas, ni valoradas con simplicidad o de manera monolítica, sino que es necesario valorar los fenómenos sociales de manera integral y en sus contextos específicos, dado que estos procesos educativos o de humanización, compréndase significativos en la enseñanza-aprehendizaje,  fueron dados a través de grandes cambios, y no como por  varita mágica, es decir, sin reconocer el esfuerzo y el intento del cambio acumulado en las múltiples resistencias y esfuerzos aislados o foquistas. Por ello es importante e  indispensable compartir la cultura colectiva de nuestras pequeñas comunidades consolidadas que han logrado formas de consciencia social o de aquellas otras que aún resultan hechizas para poder dialogar hasta con el demonio, refiriéndolo en términos metafóricos, empleando un método analógico con contenidos profundos; considerando que la razón crítica nace del cuerpo sensible de la víctima, lo que representa  un problema económico, porque expresa un dolor ya interpretado y puesto en el diálogo de esa vida humana en el contexto de la mercadotecnia económica, que genera la problemática internacionalizada de la violencia provocada por el capitalismo salvaje, siendo éstas nuevas formas como si fueran sinónimos: Violencia equivale a mayor ganancia demoniaca para su mayor acumulación capitalista y abuso de poder político a costa de no disfrutar nuestras vidas, dignidad, consciencia y felicidad, para ello se necesita de un proceso educativo con recursos y planificación.

En este espacio de violencia internacional, hoy en día  se utiliza la nanotecnología y quizá algún día sea posible utilizar hasta la robótica, pero no para procesos de liberación del trabajo esclavo y el bienestar de las mayorías, sino como medios violentos de explotación generalizada en algunos sitios del orbe, en esos territorios de víctimas; el asunto educativo es lograr tener una visión materialista, compréndase humanitaria en términos artísticos liberadores, así como resulta ser lo más amado o divino dentro de una diversidad esplendorosa de creatividad lúdica; como lo es  la poesía u otras expresiones artísticas, desde donde se genera el discurso científico más sabio y sublime de nuestros tiempos, con sabiduría integradora del ser humano, esa que ennoblece la racionalidadsensible -Cantoral[4]-; así se puede decir esto no es justo, siendo tal o cual el principio para construir lazos de justicia en la unidad del universo. Pues es obvio que el sistema de producción capitalista, dada su desigualdad jerárquica, interpretará lo justo como injusto, de acuerdo con  sus intereses de ganancia y de acumulación de capitales militarizados a costa de la vida, la exclusión y la degradación de las grandes mayorías, dando una explicación simplona y superflua, respecto al hambre padecida por la desigualdad social y la falta de oportunidades; así la explicación enajenante que da la mentalidad perezosa, es que unos nacieron flojos y otros emprendedores, o que así lo quiso Dios, utilizando esta imagen y/o representaciones sociales para toda calaña de barbaridades muchas veces en complicidad con el pueblo y con la clase trabajadora a través de la deshonestidad y la corrupción ya naturalizadas.

Tendríamos que volver a preguntarnos con el corazón en la mano, es decir, puestos en los zapatos del Otro yo, el cual me identifica humanamente y me refleja como si fuera un espejo: ¿por qué existe el hambre? Preguntarlo como una tarea educativa cotidiana; porque es una pregunta de gran envergadura para enseñar a pensar entre y con la familia, en las pequeñas comunidades, en los medios de comunicación, entre los creyentes, entre los científicos e investigadores, en la calle, entre los excluidos del narcomenudeo y la prostitución, entre los pequeños empresarios y la gente de buenos sentimientos, incluyendo a los milicos de a pie. Pues es desde ahí, que puede nacer el espíritu de esperanza en la sobrevivencia como posibilidad para tener derecho a todo lo producido por el ser humano, y no sólo a las migajas o de plano a la muerte automática y garantizada por el terror cotidiano que provoca el Narco-estado-gobierno, este tema entra en la acción de educarnos. Dado que hoy día los derechos humanos se están volviendo abarcadores, sean éstos federales, estatales o municipales en nuestros distintos contextos socio-culturales y están como latentes desde las sensibilidades diversas pero no ha habido reflexión profunda sobre ello, ni se han hecho nuevas preguntas generadoras -a las que hay que apostarle en el proyecto social educativo-, cimentadas dichas interrogantes en el principio de ternura radical en esta sobrevivencia local e internacional que nos consume, y nos parece de obscuridad absoluta.

Por tanto se siente una gran impotencia de vivir con integridad, al  valorarnos en lo real de nuestra historicidad recorrida, en esta lucha de reconocimientos que resulta aún sin nombres y apellidos, sin contextos concretos y ubicación de las guerras de exterminio entre esas comunidades amplias y pequeñas multiétnicas, multiculturales y de género, en donde la razón, el amor y la afectividad, tendrían que tener un equilibrio desde un hilo conductor que las articule -que podría ser terminar con la propiedad de medios de producción para socializar todo lo producido en equidad humanitaria nacional, local e internacional-, con una ética cívica planetaria, que enaltezca los mínimos de justicia a compartir de forma total -rompiendo fronteras y abriendo ambientes educativos, entrando antes que todo por la creatividad artística, que no pueden tan fácilmente reprimir a la luz pública-, de acuerdo con los proyectos diversos de felicidad y según las expectativas del comportamiento recíproco para debatir las Normas  de vida moral que históricamente conllevan  reglas o límites de ese imperativo categórico de nuestros derechos y obligaciones -Kant y aún más voces ancestrales: ¡no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti!, es decir trayendo los grandes argumentos teóricos para potenciarlos en la praxis transformadora de consciencia social-.

En nuestro presente, la defensa de derechos humanos tendrá que provenir desde el discurso de  los afectados en diálogos de simetría -como está sucediendo en múltiples escenarios hoy en día-; en los que se tiene consciencia, de que  no puede venir de la acción de los representantes, filósofos o de los expertos, sino que éstos sólo estarán para  asesorar y acompañar amorosamente -Freire-, pero las decisiones las toman los directamente afectados; para que ello suceda habrá que elevar las condiciones culturales y materiales, triunfando la mejor explicación de un argumento mayormente sensible, dentro de todo contexto de esperanza en la lucha cotidiana vivida entre los distintos contextos: familiar, de trabajo, escolar, científico, artístico, en la calle, en los medios de comunicación o religiosos, desde un diálogo radical, de exposición y de superación en una sola decisión afín, en ello consiste la dialéctica (afirmación, negación, negación de la negación y superación como síntesis de Otra posibilidad en un universo abierto al cosmos dentro de Otro universo de la existencia humana mayormente normada), y conformada por las grandes mayorías; lo que equivaldría a una auténtica democracia en un estado de derechos humanos, que incida en nuevas experiencias y nuevos consensos de asamblea humanitaria y de lucha organizada políticamente educativa -habrá que ir aprendiendo a hacerlo, es decir a erigirnos como responsables del proceso de humanización a través del ejemplo -no existe otra forma, contenido y significación, como lo muestra la ciencia crítica-, aprendiendo a gobernarnos, a administrar y a gestionar directamente nuestras alternativas de vida/muerte en esta búsqueda de verdad y de justicia, de manera sostenida y permanente-.

Requerimos caminar reconociéndonos al ir en contra de la injusta exclusión en la carencia de oportunidades del desarrollo humano de esta desigualdad local, nacional e internacional, para ser capaces de activar nuestra libertad de expresión y capacidad humana  con libertad integradora -Adela Cortina-; la pregunta siguiente es en consecuencia ¿Qué es una norma justa? ¡cuando no existe protesta o cuando hay cierto equilibrio de pequeños grupos entre la clase media!, se pregunta Cortina; y ella aclara, es justo cuando se satisfacen los intereses de todos los afectados a través de esa norma, por lo que resulta ser sólo  una orientación dialéctica en la acción para seguir caminando con la frente en alto -como lo expresa el Che Guevara en torno al concepto de utopía-, moviendo grupos y consciencias en contacto con las comunidades simples y complejas interculturales, interétnicas y de género dentro de la lucha de clases,  nacionales e internacionales -Dieterich- que tienen que ver con nuestros espacios cotidianos,  en donde lo simple está contenido en lo complejo y lo complejo en lo más simple de nuestro acto educativo; y así valorar las diversidad de expresiones culturales, por lo que se necesita del trabajo de todos nosotros y nosotras, comprometiéndose con lo que se dice y con lo que se hace en una actitud de rectitud para aprehender a organizarnos y a gobernarnos; pensemos por ejemplo desde el inicio de nuestro proceso educativo, cómo sucedió con la lucha que encabezó Espartaco.

Dado que la lucha de Espartaco, este primer ser humano con dignidad y fortaleza emblemáticas,  muestra que  los seres humanos queremos vivir bien con una  justicia básica, con libertad de expresión y de protesta, con alimento, vestido, cultura, educación, afectividad, vivienda y recreación, incluyendo  otras dimensiones y matices del proceso educativo o de humanización que resulta infinito en la afectividad, la sexualidad, la convivencia, los sueños y la solidaridad; pues sabemos que del ES no se puede pasar al DEBE en automático en ningún autogobierno autónomo, sino que lo más importante en dicho proceso educativo, es entender sintiendo que No debe morir el espíritu educativo coherente, como propone Dussel para una ética comunitaria que salve nuestras vidas.

En este sentido, no olvidemos al respecto, la propuesta educativa de Antonio Gramsci, frente a la pregunta de ¿qué es el hombre genérico?, él decía sólidamente, es el producto de sus actos, desde ahí reflexionamos sobre la acción de educarnos hasta aprehender a auto-gobernarnos en pequeñas comunidades nosótricas desde la realidad concreta vital de satisfacción y autorreconocimiento en Asambleas permanentes. Pongamos sólo un ejemplo para ilustrarnos, Antonio Masitelli, menciona que las drogas como un problema de salud pública en el derecho de los consumidores, y una enfermedad más, en el contexto  de la delincuencia organizada por los Narco-Estados hoy en día; de modo que las luchas no son aisladas, trátese de lo que se trate, sino que son en pequeños grupos e incluso de comunidades que se unen, dado que estas expresiones de la lucha social se han complicado y/o derechizado en los territorios local, nacional e internacional, por lo que habrá que desenmarañar todo este tejido en el proceso de la acción de educarnos.

Pongamos otro  ejemplo concreto desde la realidad mexicana actual; sobre la desaparición forzada por motivos políticos y/o de participación social o personales. Al respecto Nadin Reyes, refiere el plagio o secuestro de Gabriel Cruz y Edmundo Reyes en desaparición forzada -miembros del EPR- en 2007 en Oaxaca; y es en 2009 que logran junto con Derechos Humanos,  que se reclasifique este delito de lesa humanidad como desaparición forzada y/o asesinato, hoy lo indicamos como una  necesidad actual, después de tanto caminar  por esa búsqueda de justicia social, sobre el acto de buscar y castigar las ‘desapariciones forzadas’, para garantizar que esto no siga pasando y reparar el daño para el que resulte responsable de ese daño cometido; dado que el Estado, sólo por omisión es el responsable directo; sin embargo aún sigue existiendo este crimen de lesa humanidad como un acto impune.

En este sentido, se conoce ya por Derechos Humanos nacionales e Interamericanos  cómo el trabajo sobre la desaparición forzada, está desarticulado, y las instancias para atenderlo se manejan con  engaño, papeleo y desgaste hacia los familiares afectados, utilizando un doble discurso encubridor, porque ni siquiera buscan a la persona viva -plantea Nadin Reyes-; por lo que se tendrá que llevar a otros foros internacionales de derechos humanos para resolver las carencias legales del régimen burgués que está cayendo en el abuso de poder a través del terror en México, como éste se está mostrando, es decir, como un Estado de excepción fascista. Cabe recordar y reconocer cómo Carlos Montemayor fue vocero entre el 2008 al 2010 del EPR -quien emprendió su lucha  desde 1960- y también fue mediador contra la violencia del gobierno estatal; todo este proceso educativo, para conocer el paradero de las víctimas, lo cual  se han ido incrementando; hoy se considera que durante cada 4 horas se genera y existe un desaparecido. Lo importante es que “las autoridades cómplices” se muevan para atender esta problemática que tiene años en el país. Así se combate a la criminalidad del narco-estado y a la desaparición forzada; la cual no respeta  forma colectiva alguna; por ejemplo en el 2006 con Calderón principalmente en Michoacán, los operativos se llevaron a cabo en colonias populares de manera arbitraria en contra de jóvenes muy humildes, albañiles, limpia carros, etc., pues resultó ser sólo un pretexto y/o justificación para tal acción gubernamental contra el narco, y poder demostrar el Estado-gobierno que era la delincuencia organizada quienes imponían el terror en el país, todo orquestado como una política de Estado para criminalizar a la población y provocarnos miedo -semejante a como ha sucedido en Colombia, pero en México se ha superado este fenómeno social del proceso educativo experiencial para continuar el mal entre la población victimizada-, por ello es tan importante acuñar la disciplina social con  el sentimiento de amor para mover nuestras emociones vitales e impulsar un proyecto social, público y comunitario. CONTINUARÁ una segunda parte.



[1] Axel Honneth filósofo alemán de la tercera generación de la Escuela de Frankfurt, no visualiza la lucha por el reconocimiento vinculada directamente con las condiciones materiales de vida y con la desigualdad social generada por estas formaciones de producción desiguales en la división social del trabajo, por lo que resulta emblemático en las comunidades hoy día investigar científica y prácticamente tal injusticia provocada, acerca de: 1. división del trabajo manual y/o  intelectual; 2. analizar la división entre la cultura y el trabajo; y 3. comprender  el vínculo dialéctico/dialógico entre la pedagogía y la política -Gramsci-. De modo que en los procesos de emancipación social, las pequeñas comunidades que han logrado valorar este entreverado de acciones en la formación de un ser humano, van sembrado lazos afectivos de  ternura como espacio de sobrevivencia autónoma, al ser ésta una condición humana de protección solidaria, de cariño y de cuidado en el acompañamiento necesario para la formación de sujetos integrales, conscientes, libres y felices, lo que nos viene de nuestra raíz indígena, y que inspira la madre tierra en contra del capital de origen eurocéntrico depredador, ahí acumulado. Hoy en día el capital vive su máxima degradación imperialista  debido a esta desigualdad generada entre las grandes civilizaciones del planeta tierra. Irónicamente las civilizaciones más agudas históricamente como la maya, egipcia o árabe entre otras, son actualmente  las más vejadas por el capital, han sido explotadas y humilladas, entiéndase, en pocas palabras no reconocidas,  por el contrario siguen siendo  sometidas a través del despojo, el asesinato y la colonización a través de la estrategia militar jerárquica de guerras de baja intensidad, impuestas por  la barbarie  provocada por el modo de producción capitalista y su perversa acumulación de injustas ganancias en el globo terráqueo.
[2] Primeramente, puede decirse que lo que se ha dado en llamar “Pedagogía de la Ternura” (P. de T.) no puede ni debe ser abordado de manera reduccionista por las Ciencias de la Educación, pues ésta debe ser trabajada desde una postura epistémica que permita expresar su especificidad múltiple, esto significa que la pedagogía forma parte de la “praxis” social que intenta ser transformadora no solo de los modos de vida (espiritual), sino de los modos de producción material. Presentada por el pedagogo peruano Alejandro Cussianovich. Véase "Conceptos básicos para una Pedagogía de la Ternura". En Colección pedagógica para la formación inicial de docentes centroamericanos de educación primaria o básica". Cartago, Costa Rica: Impresora Obando 2015. 
[3] En 1947 se crea la Corte de Derecho Internacional (CDI). Está compuesta por 34 miembros  elegidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) para un mandato de 5 años y se reúne cada año. Los miembros, en su conjunto, representan a los principales sistemas jurídicos mundiales. Se reúnen en calidad de expertos y a título individual, no como representantes de su gobierno. Cubren un gran abanico de temas de derecho internacional que rigen las relaciones entre Estados. Posteriormente en  Chile durante 1959  se crea la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),  es uno de los dos órganos del Sistema Interamericano responsables de la promoción y protección de los derechos humanos. Está integrada por siete miembros, elegidos por la Asamblea General, quienes ejercen sus funciones con carácter individual por un período de cuatro años, reelegibles por una sola vez.
[4] La categoría de racionalidadsensible en el contexto hegemónico del capital, expresa el sentido cultural humano, en el reconocimiento de la racionalidad-irracionalidad concretas, es decir,  como acto instrumental desplegado desde el primer poder colonizador que sometió  la dimensión sensible en sí del sujeto educativo; constituyéndose  un sujeto en falta, que sólo tiene certeza  y percepción histórica de su existencia cada vez más individualista, en  cualidad disgregada porque así se le ha formado, lo que puede ser cuantificable en cualidad; así  se transforma el sujeto al saber de la satisfacción de la necesidad económico-política y socio-cultural del otro ‘Yo que teme y le es ajeno-la ley hecha propiedad divina’; que es en sí misma  producto del trabajo realizado, pero no reconocido ni nombrado,  ni siquiera por el propio productor, al haberse ido haciendo  propiedad privada intocable a lo largo de la historia. Esta  relación de conocimiento en sus diversas dimensiones, es atravesada hoy en día por los derechos humanos, que justamente han sido pensados entre los siglos XX y  XXI, como síntomas de ingobernabilidad en varios países como es México, por lo que no puede reconocerse el sujeto educativo, como un   sí  mismo existencial  en ese desclasamiento mediatizado que le impone la lógica de explotación, -dando cuenta de  su propia complejidad  humana-inhumana universal al ser un particular concreto-;  así el sujeto educativo, se enfrenta permanentemente con el reto de  un ‘nosotros social’ de producciones colectivas y de actitudes liberadoras, en un desgarramiento público e íntimamente virtuoso de esperanza, indignación, opresión y consciencia libertaria, en donde cuida y protege el equilibrio-desequilibrio de ese ser humano en formación consciente, con una actitud pedagógica -de acuerdo con Freire-, ya que lo único que no admite la pedagogía crítica es el autodesprecio en la formación formal, la no formal o la informal; sino que es necesario en la formación del sujeto el  reconocimiento y autorreconocimiento, o lo que es lo mismo el agradecimiento colectivo de su propia transformación radical crítica y autocrítica, al enfrentarse al orden hegemónico impuesto, en una apuesta crítica de comunicación y de lenguajes contrahegemónicos dialógicos posibles, de forma organizada políticamente, que sintetizan al interés particular de su cultura en la asunción de su clase social, a través de una sensibilidad radical, sentida en su racionalidad crítica y creativa, cada vez más elevada como autogobierno, autonomía y libre determinación, negando abiertamente a  la sensiblería burguesa y al racionalismo mercantil; vivido dicho proceso formativo  afectivo de identidad cultural de clase proletaria,  nombrándose como  actores sociales de esa nueva generación en cada época de desarrollo humano-inhumano en la resistencia y autodefensa; así lo que define el equilibrio de esta relación humanizándose, es no poder vivir del trabajo del otro, es decir, reproduciendo la relación de abuso de poder político histórico, en la mixtura de esos matices imperceptibles por su dimensión geopolítica  de conquistas, privilegios  y humillaciones matizadas en la cotidianidad del mundo, porque el que no tiene vergüenza ya  nada le ofende, y sólo le interesa esa acumulación de capital con símbolos y signos superfluos del poder del prestigio como ‘autoridad institucional tecnócrata y burocratizada’; pues  sólo su dinero que se transforma permanentemente en capital  le dolería realmente perder, por eso sus actitudes son contrarrevolucionarias y mediatizadoras de la lucha social. Vid. Cantoral, Sandra (2006). Autorreconocimiento de la sensibilidad racional en la formación docente. Tesis doctoral en educación. En Biblioteca Torres Quintero, Universidad Pedagógica Nacional (UPN), México.