A Review of Capitalists and Conquerors, and an exchange « Bill Ayers:
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Wednesday, December 28, 2011
Thursday, December 1, 2011
PARA SU REFLEXIÓN. MATERIALISMO HISTÓRICO DIALÉCTICO, como método y arma de la revolución social.
Para ser reflexionado metodológicamente en la investigación educativa a través de la historicidad recorrida (Sujeto, espacio, tiempo y cambio infinitos en la ORGANIZACIÓN POLÍTICA de liberación consciente; la manera finita está en lo concreto de la acción en el contexto histórico educativo, como proceso de humanización):
1. Reconocimiento de las CLASES SOCIALES y su lucha histórica, a partir de la existencia de la PROPIEDAD PRIVADA DE MEDIOS DE PRODUCCIÓN. (Marx aclara: “La crisis del sistema capitalista, responde a una contradicción más profunda y fundamental del sistema económico vigente: a la contradicción existente entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación”. Vid. Manifiesto del Partido Comunista.
2. Frente a esta relación inmoral e injusta a través del cúmulo de concepciones en la formación histórica; Marx deja claro que mientras esa contradicción de ganancia a costa de la plusvalía no pagada al trabajador explotado y enajenado no se resuelva, seguirá irresoluble la lucha social de poderes políticos conscientes e inconscientes, entre los opresores (hasta llegar al exterminio fascista) y la forma de liberación de los oprimidos (resistencia, contrahegemonía-Gramsci, disidencia y autodefensa en la construcción socialista). Por tanto no existe SALARIO justo, siendo el capital el PODER DE GOBERNAR, y el dinero la mercancía del capitalista (Marx: Manuscritos, 33).
3. Se trata de ser CONSCIENTE de esta relación insana de competencia en el proceso educativo, para no ser manipulado, sometido o aniquilado en las diversas luchas sociales, consecuencia de la principal contradicción histórica entre el CAPITAL y el TRABAJO de forma nacional e internacional, en donde las fronteras de la ganancia y la explotación se están borrando.
4. Se NECESITA la TRANSFORMACIÓN de dicha relación injusta de producción, circulación y distribución de mercancías (una más de éstas es la venta y compra del cuerpo humano), y no sólo su explicación u observación, desde cualquier forma de lenguaje (científico, artístico, religioso o empírico de sentido común).
5. La DIVISIÓN SOCIAL DEL TRABAJO (T.) nacional, local e internacional es injusta entre la ganancia y la extracción de plusvalía (Por ejemplo: T. manual e intelectual), (T. campo y ciudad), (T. docente e investigación, T. gerencial y obrero y demás formas de trabajo que se generan de la contradicción más amplia entre el capitalista y el trabajador).
6. Se tiene que destruir o abolir las relaciones de EXPLOTACIÓN del trabajador (a), porque se está favoreciendo nada más a la injusta GANANCIA PRIVADA, que goza la oligarquía financiera y monopolista (capital agrario, comercial, industrial, financiero); para poder cambiar a otra relación histórico-social humanizada, con una vida en equidad o igualdad de oportunidades para la gran mayoría, siendo diferentes las necesidades e intereses de cada sujeto y grupo social, en la construcción de una verdadera democracia, hasta extinguir la necesidad de esa lucha social fascista internacional, nacional y local.
7. Marx, Engels y Lenin, piensan que es a través del partido de clase proletaria, los sindicatos democráticos y las organizaciones amplias en un Frente aglutinador en donde se puede dar la UNIDAD para el paro político nacional e internacional.
8. El ESTADO, siendo el órgano de opresión y de control económico-político y de formación sociocultural alienada, gobierna de acuerdo a las LEYES que benefician la acumulación y centralización de ganancias capitalistas; por lo que también se tendrá que destruir al Estado de clase, para PODER SOCIALIZAR todo lo producido por los seres más creativos, con un sentido de cooperación solidaria y de consciencia colectiva con Otra forma, concepción de significados y de contenidos humanos autónomos socialistas-comunistas del mundo occidental e indígena.
9. Podemos ver hoy en día de acuerdo al movimiento de la lucha de clases, que en las demandas de DERECHOS HUMANOS nacionales e internacionales, se están sintetizando voces diversas de este reclamo histórico, por el despojo, la violencia y el sometimiento, impulsando nuevos lenguajes entre el proletariado para su comunicación DIALÓGICA consciente, individualcolectiva (Cantón) y de sensibilidad racional (Cantoral).
10. El IMPERIALISMO MONOPOLISTA (Globalización de mercados con su política Neoliberal) es la fase superior del régimen capitalista y a la vez su última etapa de desarrollo (Lenin).
11. Marx piensa que es la lucha de la clase obrera la que encabezará el movimiento, y hoy vemos llegar el futuro maquilador y el trabajo tercerizado; se están creando las condiciones objetivas y subjetivas, del detonante para parar la producción capitalista en el sentido de la revolución socialista, uniendo fuerzas con todos los demás sectores, campesino-agrario, comercial, en servicios, industrial y financiero en su dimensión de lucha popular y urbano, formados e integrados como seres humanos y en deshumanización en la educación formal, la no formal y la informal.
12. La CRISIS del imperialismo y del sistema de explotación -según interpretaciones teóricas diversas-, está llegando a su límite de degradación y de barbarie objetivas, de acuerdo a contextos concretos de esa historicidad en la división internacional del trabajo, la neocolonización de mercados y la legislación impuesta (FMI, BM, OCDE, ONC, UNESCO). Sin embargo falta la formación subjetiva emancipadora en el proceso de construcción de valores humanos en cada sujeto proletario asalariado o desempleado, para expresar libremente (consciencia responsable) su indignación por la falta de integridad humana (física, intelectual y moral).
13. Las fuentes históricas en la explicación metodológica del Materialismo Histórico Dialéctico, se fundan en la crítica y autocrítica reflexiva y transformadora de luchas y movimientos en su historicidad, fundados en tres hitos internacionales de ejemplos educativos que es necesario resignificar para ubicarlos en espacio y tiempo, que va siendo análogo en el comportamiento humano: (La Revolución industrial inglesa (1830); la Revolución social en Francia 1789-1872; y la Ideología Alemana: En los cimientos epistemológicos de las grandes filosofías desde Hegel, Marx, Engels, Lenin, entre otras contribuciones hasta la Escuela de Frankfurt (1920) y posteriores concepciones del mundo y del hombre críticas y autocríticas para la organización político social.
14. Concluimos, que cada generación se va haciendo cargo de luchar por una vida justa con base en ejemplos histórico-educativos, para incidir en esta transformación social de largo alcance consciente, y no sólo por reivindicaciones inmediatas en la lucha política o legal; porque se necesita terminar con tal injusticia de incomunicación, confusión ideológica y violencia extrema.
15. Ya no existe Ley que se sostenga con coherencia en el mundo capitalista, pues como Marx y Lenin advertían, se está desmoronando la ESTRUCTURA económico política y la SUPERESTRUCTURA de formación sociocultural y de derechos institucionales (entre las potencias y los países subordinados, aquí China despunta como primera potencia mundial y otros como Haití se encuentran en extrema pobreza, por lo que se abre otra época de revolución social, para la cual, es necesario educarse con base en las virtudes más elevadas de la humanidad, que conlleven a construir y organizar un porvenir superior para las mayorías de la clase trabajadora.
16. Al menos ya se distingue lo que significa el privilegio, la corrupción y la degradación en el abuso de poder político en su forma, contenido y significación históricas, se puede ver en la estructura cognitiva y existencial del sujeto educativo, desde sus distintas formaciones locales, nacionales e internacionales, en contextos precisos y diversos.
17. Es vital trabajar estas tesis en la reflexión del materialismo histórico dialéctico que incidan en una Pedagogía crítica en construcción, para la transformación y superación de la injusta apropiación privada de medios de producción, lo que exige un trabajo creativo, crítico, lúdico y consciente.
!FELIZ FIN DE AÑO PARA TODOS NOSOTR@S¡
1. Reconocimiento de las CLASES SOCIALES y su lucha histórica, a partir de la existencia de la PROPIEDAD PRIVADA DE MEDIOS DE PRODUCCIÓN. (Marx aclara: “La crisis del sistema capitalista, responde a una contradicción más profunda y fundamental del sistema económico vigente: a la contradicción existente entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación”. Vid. Manifiesto del Partido Comunista.
2. Frente a esta relación inmoral e injusta a través del cúmulo de concepciones en la formación histórica; Marx deja claro que mientras esa contradicción de ganancia a costa de la plusvalía no pagada al trabajador explotado y enajenado no se resuelva, seguirá irresoluble la lucha social de poderes políticos conscientes e inconscientes, entre los opresores (hasta llegar al exterminio fascista) y la forma de liberación de los oprimidos (resistencia, contrahegemonía-Gramsci, disidencia y autodefensa en la construcción socialista). Por tanto no existe SALARIO justo, siendo el capital el PODER DE GOBERNAR, y el dinero la mercancía del capitalista (Marx: Manuscritos, 33).
3. Se trata de ser CONSCIENTE de esta relación insana de competencia en el proceso educativo, para no ser manipulado, sometido o aniquilado en las diversas luchas sociales, consecuencia de la principal contradicción histórica entre el CAPITAL y el TRABAJO de forma nacional e internacional, en donde las fronteras de la ganancia y la explotación se están borrando.
4. Se NECESITA la TRANSFORMACIÓN de dicha relación injusta de producción, circulación y distribución de mercancías (una más de éstas es la venta y compra del cuerpo humano), y no sólo su explicación u observación, desde cualquier forma de lenguaje (científico, artístico, religioso o empírico de sentido común).
5. La DIVISIÓN SOCIAL DEL TRABAJO (T.) nacional, local e internacional es injusta entre la ganancia y la extracción de plusvalía (Por ejemplo: T. manual e intelectual), (T. campo y ciudad), (T. docente e investigación, T. gerencial y obrero y demás formas de trabajo que se generan de la contradicción más amplia entre el capitalista y el trabajador).
6. Se tiene que destruir o abolir las relaciones de EXPLOTACIÓN del trabajador (a), porque se está favoreciendo nada más a la injusta GANANCIA PRIVADA, que goza la oligarquía financiera y monopolista (capital agrario, comercial, industrial, financiero); para poder cambiar a otra relación histórico-social humanizada, con una vida en equidad o igualdad de oportunidades para la gran mayoría, siendo diferentes las necesidades e intereses de cada sujeto y grupo social, en la construcción de una verdadera democracia, hasta extinguir la necesidad de esa lucha social fascista internacional, nacional y local.
7. Marx, Engels y Lenin, piensan que es a través del partido de clase proletaria, los sindicatos democráticos y las organizaciones amplias en un Frente aglutinador en donde se puede dar la UNIDAD para el paro político nacional e internacional.
8. El ESTADO, siendo el órgano de opresión y de control económico-político y de formación sociocultural alienada, gobierna de acuerdo a las LEYES que benefician la acumulación y centralización de ganancias capitalistas; por lo que también se tendrá que destruir al Estado de clase, para PODER SOCIALIZAR todo lo producido por los seres más creativos, con un sentido de cooperación solidaria y de consciencia colectiva con Otra forma, concepción de significados y de contenidos humanos autónomos socialistas-comunistas del mundo occidental e indígena.
9. Podemos ver hoy en día de acuerdo al movimiento de la lucha de clases, que en las demandas de DERECHOS HUMANOS nacionales e internacionales, se están sintetizando voces diversas de este reclamo histórico, por el despojo, la violencia y el sometimiento, impulsando nuevos lenguajes entre el proletariado para su comunicación DIALÓGICA consciente, individualcolectiva (Cantón) y de sensibilidad racional (Cantoral).
10. El IMPERIALISMO MONOPOLISTA (Globalización de mercados con su política Neoliberal) es la fase superior del régimen capitalista y a la vez su última etapa de desarrollo (Lenin).
11. Marx piensa que es la lucha de la clase obrera la que encabezará el movimiento, y hoy vemos llegar el futuro maquilador y el trabajo tercerizado; se están creando las condiciones objetivas y subjetivas, del detonante para parar la producción capitalista en el sentido de la revolución socialista, uniendo fuerzas con todos los demás sectores, campesino-agrario, comercial, en servicios, industrial y financiero en su dimensión de lucha popular y urbano, formados e integrados como seres humanos y en deshumanización en la educación formal, la no formal y la informal.
12. La CRISIS del imperialismo y del sistema de explotación -según interpretaciones teóricas diversas-, está llegando a su límite de degradación y de barbarie objetivas, de acuerdo a contextos concretos de esa historicidad en la división internacional del trabajo, la neocolonización de mercados y la legislación impuesta (FMI, BM, OCDE, ONC, UNESCO). Sin embargo falta la formación subjetiva emancipadora en el proceso de construcción de valores humanos en cada sujeto proletario asalariado o desempleado, para expresar libremente (consciencia responsable) su indignación por la falta de integridad humana (física, intelectual y moral).
13. Las fuentes históricas en la explicación metodológica del Materialismo Histórico Dialéctico, se fundan en la crítica y autocrítica reflexiva y transformadora de luchas y movimientos en su historicidad, fundados en tres hitos internacionales de ejemplos educativos que es necesario resignificar para ubicarlos en espacio y tiempo, que va siendo análogo en el comportamiento humano: (La Revolución industrial inglesa (1830); la Revolución social en Francia 1789-1872; y la Ideología Alemana: En los cimientos epistemológicos de las grandes filosofías desde Hegel, Marx, Engels, Lenin, entre otras contribuciones hasta la Escuela de Frankfurt (1920) y posteriores concepciones del mundo y del hombre críticas y autocríticas para la organización político social.
14. Concluimos, que cada generación se va haciendo cargo de luchar por una vida justa con base en ejemplos histórico-educativos, para incidir en esta transformación social de largo alcance consciente, y no sólo por reivindicaciones inmediatas en la lucha política o legal; porque se necesita terminar con tal injusticia de incomunicación, confusión ideológica y violencia extrema.
15. Ya no existe Ley que se sostenga con coherencia en el mundo capitalista, pues como Marx y Lenin advertían, se está desmoronando la ESTRUCTURA económico política y la SUPERESTRUCTURA de formación sociocultural y de derechos institucionales (entre las potencias y los países subordinados, aquí China despunta como primera potencia mundial y otros como Haití se encuentran en extrema pobreza, por lo que se abre otra época de revolución social, para la cual, es necesario educarse con base en las virtudes más elevadas de la humanidad, que conlleven a construir y organizar un porvenir superior para las mayorías de la clase trabajadora.
16. Al menos ya se distingue lo que significa el privilegio, la corrupción y la degradación en el abuso de poder político en su forma, contenido y significación históricas, se puede ver en la estructura cognitiva y existencial del sujeto educativo, desde sus distintas formaciones locales, nacionales e internacionales, en contextos precisos y diversos.
17. Es vital trabajar estas tesis en la reflexión del materialismo histórico dialéctico que incidan en una Pedagogía crítica en construcción, para la transformación y superación de la injusta apropiación privada de medios de producción, lo que exige un trabajo creativo, crítico, lúdico y consciente.
!FELIZ FIN DE AÑO PARA TODOS NOSOTR@S¡
Thursday, November 3, 2011
Todo aquel que tiene una concepción del mundo y del hombre, es un ser político:
Es evidente desde el sentido común, que se está aprehendiendo a resignificar-nos y a reeducar-nos, así se percibe la sensibilidad política del sujeto educativo, entre el amo y el esclavo moderno, con un tercer testigo ocular que los liga a las nuevas generaciones, es decir, al poder sentir la necesidad del otro que soy yo mismo, pero lo importante, es que ahora es un saber cada vez más consciente, libre, voluntario y comprometido -aunque la ideología dominante manipule en la información lo contrario-.
Por ello los grandes revolucionarios como Augusto César Sandino, han sido minimizados en la educación formal; pero a pesar de todo, sabemos que entre los años 1926 y 1933, mantuvo una guerra contra las tropas de los Estados Unidos de Norteamérica que ocupaban Nicaragua desde el año 1912 para la defensa del Statu quo en la lógica de acumulación capitalista, es decir, con una ideología dominante de exclusión, sometimiento y exterminio; necesaria para la explotación de la mano de obra barata, así como de los recursos nicaraguenses por las compañías estadounidenses, con el único fin “ilegal e ilegítimo” de la defensa de sus intereses que avalan sus leyes y su parlamento.
Sandino logra derrotar al gobierno de Anastasio Somoza Debayle y entra triunfante en Managua; por este movimiento revolucionario, a la insurrección popular y al periodo de gobierno posterior se le conoce como Revolución Sandinista que fue un proyecto trascendente en la que la libertad individual se fusiona con la libertad social.
Teniendo consciencia que en las siguientes décadas, tras una serie de profundas reformas sociales y económicas, se agita una fuerte agresión y violencia contra el pueblo, que suscita la decadencia social, la cual se consolida con la intervención directa y el apoyo de grupos armados a los que se les denominó "contrarevolucionarios en el periodo de 1979"; de modo que en las elecciones presidenciales de febrero de 1990 el FSLN pierde el poder que pasa en la correlación de fuerzas a la cualificación liderada por Violeta Chamorro llamada Unión Nacional Opositora, UNO.
La razón histórica de estos procesos de avance y de retroceso, valora el hecho educativo de aprendizaje significativo, ofreciendo mayores oportunidades al libre desarrollo de las necesidades y facultades humanas con transcendencia o no, al ser consciente dentro de la propia izquierda revolucionaria y entre la sociedad civil, lo que tiene que ver con la madurez psíquica, evolutiva, revolucionaria y de educación política , en donde la historia aparece como la sustancia del hombre y la libertad como su esencia.
Tómese en cuenta, para desmitificar los idealismos románticos, que los miembros de las organizaciones de izquierda, también han sido educados políticamente por la ideología dominante desde la lógica de su perversa propiedad privada sobre los medios productivos -que son producto del trabajo-, a costa del despojo esos instrumentos de trabajo a la clase trabajadora proletarizada , no teniendo nada más que vender que su fuerza de trabajo, a cambio de un mísero salario.
Así el régimen de explotación capitalista, desde su egoísmo, competitividad e individualismo mezquino, hace que se aprehenda de forma reproductora la ideología dominante, por medio de la familia, la iglesia, la escuela y los medios masivos de comunicación principalmente, imponiendo su lógica de explotación capitalista en las relaciones de poder político.
Lo que se reproduce en matices de las disputas internas y en el posicionamiento político ideológico de los grupos de izquierda, muchas veces por falta de experiencia, de conocimiento o de intuición revolucionaria, es decir según el grado de consciencia social asumida, como sucedió dentro del FSLN; dado que en la historia de las mentalidades, expresa Bloch ‘los hombres en el tiempo unen el estudio de los muertos con el de los vivos a través de la historia’.
Así surgieron en Nicaragua nuevos partidos políticos que basan su ideario en las enseñanzas de Sandino, como el Movimiento Renovador Sandinista, MRS, y el Movimiento por el Rescate del Sandinismo, MPRS, que se denominan sandinistas por sostener los mismos ideales originales, que simbolizan gloria y reputación, reconociendo a la formalidad institucional que legitima y robustece los estados nacionales, sabiendo que en esas historias regionales, locales o parroquiales, que refiere a la historia del terreno más humano y cotidiano estas historias, van quedando al margen por supuesto, por ser historia oral no documentada.
De modo que en los contenidos del movimiento revolucionario, para no cometer los mismos errores históricos, es importante tener memoria del proceso, considerando que: la disciplina es la única capacidad de actuar ordenadamente para conseguir un fin socializador, que requiere madurez y una verdadera humildad revolucionaria, en esa mezcla de la cultura mesoamericana y la española que nos tiñe e identifica con el rojo sangre.
Por eso, son variados y constantes en la lucha de clases los ejemplos educativos al respecto, tomando en cuenta que se debe tener consciencia histórica del objetivo que se quiere lograr, para luchar de forma organizada abierta o clandestina, con inteligencia, eficacia y disciplina en la integración de la comunidad con valores humanos de comunidad, con sus rítmicas y cadencias de diferenciación posibles, creando las condiciones político-económicas y de formación humana socio-cultural necesarias en la Historia regional, nacional o mundial que se conjugan, como una sola revolución en la defensa de los derechos humanos.
Porque la búsqueda de la verdad es inacabada en cada época histórica, desde la información oportuna, por eso es indispensable tener madurez para la acción, como fue en 1979 en Nicaragua, aprehendiendo el pueblo organizado, a través del entusiasmo y la creatividad en esa patria de poetas, en donde sólo la disciplina podrá lograr la continuación de una larga experiencia de lucha a lo largo de la historia revolucionaria, para resignificar y reeducar la sensibilidad política.
Por tal sentido la disciplina es una necesidad de primer orden en los eventos políticos e históricos. Así nos lo han mostrado en el ejemplo educativo, en esa defensa de nuestros derechos políticos o derechos humanos, la misma Revolución de Sandino, la Revolución Sandinista y la Lucha Libertaria Revolucionaria, para poder construir el camino Socialista internacional, y por supuesto que, venceremos; ya que las voces del movimiento organizado empiezan a identificarse desde esa educación política emancipadora que en los hechos, del estudio histórico, de las teorías y de los métodos, nos dicen:
“Requerimos humanamente de una educación más allá del capital”, por tanto “el desarrollo continúo de la conciencia socialista” es posible en el movimiento práctico, en una “sociedad de transición creativa, lúdica e imaginativa de las próximas generaciones”.
Sabiendo denunciar cómo y por qué, la división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder, como lo muestra Eduardo Galeano en Las Venas Abiertas de América Latina, desde la importancia del tiempo y del espacio significativos para su difusión, no como un hecho dado ni acabado en la contradicción irresoluble históricamente hasta hoy entre el capital y el trabajo .
Por eso nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz en ese proceso de aprehendizaje: “se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Este ya no es el reino de las maravillas donde la realidad derrota a la fábula y la imaginación era humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las montañas de plata. Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente de reservas del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos. Son mucho más altos los impuestos que cobran los compradores que los precios que reciben los vendedores; y al fin y al cabo, como declaró en julio de 1968 Covey T. Oliver, coordinador de la Alianza para el progreso, “hablar de precios justos en la actualidad es un concepto medieval. Estamos en plena época de la libre comercialización...”
Así hoy día en el 2011 nos acecha el Proyecto Mesoamericano de explotación Maquiladora y su Iniciativa Mérida, de intervención militar yanqui, para saquear los recursos humanos y naturales desde la Ciudad de Puebla en México, hasta Panamá con trabajo tercerizado y maquilador, que se ha ido perfilando desde el Tratado de Libre Comercio (TLC) desde 1993.
Sin embargo sabemos que la sangre nueva empieza a hablar del sentido de la libertad del mundo latinoamericano, de esta clase trabajadora que está sometida y subsumida a la lógica de privatización monopolista, la cual impone el abuso de poder político del imperialismo capitalista.
Por eso asumimos ser una sola revolución, desde la sensibilidad política del sujeto educativo, entendiendo la integración de los procesos sociales, en donde cada sociedad es única de acuerdo a su contexto y su temporalidad; porque de lo que se trata es de aprehender múltiples lenguajes posibles emancipatorios, desde una cultura nosótrica como propone Lenkersdof, siendo nos… en otros….
Por ello los grandes revolucionarios como Augusto César Sandino, han sido minimizados en la educación formal; pero a pesar de todo, sabemos que entre los años 1926 y 1933, mantuvo una guerra contra las tropas de los Estados Unidos de Norteamérica que ocupaban Nicaragua desde el año 1912 para la defensa del Statu quo en la lógica de acumulación capitalista, es decir, con una ideología dominante de exclusión, sometimiento y exterminio; necesaria para la explotación de la mano de obra barata, así como de los recursos nicaraguenses por las compañías estadounidenses, con el único fin “ilegal e ilegítimo” de la defensa de sus intereses que avalan sus leyes y su parlamento.
Sandino logra derrotar al gobierno de Anastasio Somoza Debayle y entra triunfante en Managua; por este movimiento revolucionario, a la insurrección popular y al periodo de gobierno posterior se le conoce como Revolución Sandinista que fue un proyecto trascendente en la que la libertad individual se fusiona con la libertad social.
Teniendo consciencia que en las siguientes décadas, tras una serie de profundas reformas sociales y económicas, se agita una fuerte agresión y violencia contra el pueblo, que suscita la decadencia social, la cual se consolida con la intervención directa y el apoyo de grupos armados a los que se les denominó "contrarevolucionarios en el periodo de 1979"; de modo que en las elecciones presidenciales de febrero de 1990 el FSLN pierde el poder que pasa en la correlación de fuerzas a la cualificación liderada por Violeta Chamorro llamada Unión Nacional Opositora, UNO.
La razón histórica de estos procesos de avance y de retroceso, valora el hecho educativo de aprendizaje significativo, ofreciendo mayores oportunidades al libre desarrollo de las necesidades y facultades humanas con transcendencia o no, al ser consciente dentro de la propia izquierda revolucionaria y entre la sociedad civil, lo que tiene que ver con la madurez psíquica, evolutiva, revolucionaria y de educación política , en donde la historia aparece como la sustancia del hombre y la libertad como su esencia.
Tómese en cuenta, para desmitificar los idealismos románticos, que los miembros de las organizaciones de izquierda, también han sido educados políticamente por la ideología dominante desde la lógica de su perversa propiedad privada sobre los medios productivos -que son producto del trabajo-, a costa del despojo esos instrumentos de trabajo a la clase trabajadora proletarizada , no teniendo nada más que vender que su fuerza de trabajo, a cambio de un mísero salario.
Así el régimen de explotación capitalista, desde su egoísmo, competitividad e individualismo mezquino, hace que se aprehenda de forma reproductora la ideología dominante, por medio de la familia, la iglesia, la escuela y los medios masivos de comunicación principalmente, imponiendo su lógica de explotación capitalista en las relaciones de poder político.
Lo que se reproduce en matices de las disputas internas y en el posicionamiento político ideológico de los grupos de izquierda, muchas veces por falta de experiencia, de conocimiento o de intuición revolucionaria, es decir según el grado de consciencia social asumida, como sucedió dentro del FSLN; dado que en la historia de las mentalidades, expresa Bloch ‘los hombres en el tiempo unen el estudio de los muertos con el de los vivos a través de la historia’.
Así surgieron en Nicaragua nuevos partidos políticos que basan su ideario en las enseñanzas de Sandino, como el Movimiento Renovador Sandinista, MRS, y el Movimiento por el Rescate del Sandinismo, MPRS, que se denominan sandinistas por sostener los mismos ideales originales, que simbolizan gloria y reputación, reconociendo a la formalidad institucional que legitima y robustece los estados nacionales, sabiendo que en esas historias regionales, locales o parroquiales, que refiere a la historia del terreno más humano y cotidiano estas historias, van quedando al margen por supuesto, por ser historia oral no documentada.
De modo que en los contenidos del movimiento revolucionario, para no cometer los mismos errores históricos, es importante tener memoria del proceso, considerando que: la disciplina es la única capacidad de actuar ordenadamente para conseguir un fin socializador, que requiere madurez y una verdadera humildad revolucionaria, en esa mezcla de la cultura mesoamericana y la española que nos tiñe e identifica con el rojo sangre.
Por eso, son variados y constantes en la lucha de clases los ejemplos educativos al respecto, tomando en cuenta que se debe tener consciencia histórica del objetivo que se quiere lograr, para luchar de forma organizada abierta o clandestina, con inteligencia, eficacia y disciplina en la integración de la comunidad con valores humanos de comunidad, con sus rítmicas y cadencias de diferenciación posibles, creando las condiciones político-económicas y de formación humana socio-cultural necesarias en la Historia regional, nacional o mundial que se conjugan, como una sola revolución en la defensa de los derechos humanos.
Porque la búsqueda de la verdad es inacabada en cada época histórica, desde la información oportuna, por eso es indispensable tener madurez para la acción, como fue en 1979 en Nicaragua, aprehendiendo el pueblo organizado, a través del entusiasmo y la creatividad en esa patria de poetas, en donde sólo la disciplina podrá lograr la continuación de una larga experiencia de lucha a lo largo de la historia revolucionaria, para resignificar y reeducar la sensibilidad política.
Por tal sentido la disciplina es una necesidad de primer orden en los eventos políticos e históricos. Así nos lo han mostrado en el ejemplo educativo, en esa defensa de nuestros derechos políticos o derechos humanos, la misma Revolución de Sandino, la Revolución Sandinista y la Lucha Libertaria Revolucionaria, para poder construir el camino Socialista internacional, y por supuesto que, venceremos; ya que las voces del movimiento organizado empiezan a identificarse desde esa educación política emancipadora que en los hechos, del estudio histórico, de las teorías y de los métodos, nos dicen:
“Requerimos humanamente de una educación más allá del capital”, por tanto “el desarrollo continúo de la conciencia socialista” es posible en el movimiento práctico, en una “sociedad de transición creativa, lúdica e imaginativa de las próximas generaciones”.
Sabiendo denunciar cómo y por qué, la división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder, como lo muestra Eduardo Galeano en Las Venas Abiertas de América Latina, desde la importancia del tiempo y del espacio significativos para su difusión, no como un hecho dado ni acabado en la contradicción irresoluble históricamente hasta hoy entre el capital y el trabajo .
Por eso nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz en ese proceso de aprehendizaje: “se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Este ya no es el reino de las maravillas donde la realidad derrota a la fábula y la imaginación era humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las montañas de plata. Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente de reservas del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos. Son mucho más altos los impuestos que cobran los compradores que los precios que reciben los vendedores; y al fin y al cabo, como declaró en julio de 1968 Covey T. Oliver, coordinador de la Alianza para el progreso, “hablar de precios justos en la actualidad es un concepto medieval. Estamos en plena época de la libre comercialización...”
Así hoy día en el 2011 nos acecha el Proyecto Mesoamericano de explotación Maquiladora y su Iniciativa Mérida, de intervención militar yanqui, para saquear los recursos humanos y naturales desde la Ciudad de Puebla en México, hasta Panamá con trabajo tercerizado y maquilador, que se ha ido perfilando desde el Tratado de Libre Comercio (TLC) desde 1993.
Sin embargo sabemos que la sangre nueva empieza a hablar del sentido de la libertad del mundo latinoamericano, de esta clase trabajadora que está sometida y subsumida a la lógica de privatización monopolista, la cual impone el abuso de poder político del imperialismo capitalista.
Por eso asumimos ser una sola revolución, desde la sensibilidad política del sujeto educativo, entendiendo la integración de los procesos sociales, en donde cada sociedad es única de acuerdo a su contexto y su temporalidad; porque de lo que se trata es de aprehender múltiples lenguajes posibles emancipatorios, desde una cultura nosótrica como propone Lenkersdof, siendo nos… en otros….
Monday, October 10, 2011
América Latina. Siglos XX y XXI. HISTORIAS DE REVOLUCIONARIOS, UNA SOLA REVOLUCIÓN. (ZAPATASANDINO).
En esta primera parte, se tratará el sentido histórico de las voces que dan presencia a los movimientos revolucionarios.
Destacamos la categoría de Sensibilidad Política del Sujeto Educativo para reflexionar en los derechos, la sinceridad y la potenciación humana del actor social para no vivir nada más, como un testigo ocular de su generación.
El Sandinismo es una corriente política, es decir educación política en su Historia universal y particular; así se entraña su historicidad, entendida ésta como libertad y herencia objetiva y subjetiva en entramados de descripción, interpretación y narración latinoamericana, en esa historia particular reconocida, de nuestra Centroamérica Nicaraguense , la cual permite al ser humano reconocerse y reconocer a los demás en él mismo, esta corriente da formación para actuar con la consciencia de un activista político disidente del sistema capitalista de explotación.
Nicaragua, semejante a otros lugares de Centroamérica, pertenece a la concepción ideológico-política de la izquierda, con tendencia socialdemócrata y nacionalista. Así se promueve en tal educación política la integración histórica en la identidad latinoamericana.
Su ideario político revolucionario emancipador, se basa en Augusto César Sandino (1895-1934), denominado General de hombres libres en Nicaragua, quien murió asesinado; de él se toma el nombre de movimiento sandinista y a sus seguidores de este gran hito histórico, se les nombra sandinistas.
Los sandinistas luchan con esta utopía revolucionaria atravesando la historia del alma joven, no sólo con la escritura sino también con la creatividad de la poesía y con las armas en contra de la dictadura reproductora de la propiedad privada de medios de producción, para convocar a la unidad del pueblo, unidad que fue y será posible con la cohesión de todos los factores necesarios, para la dirección, ejecución y control de cada tarea de construcción y reconstrucción social.
El contexto histórico de Sandino y el Sandinismo en la Revolución Libertaria Nicaraguense, se ubica después de la Revolución Mexicana de 1910: Con el masivo levantamiento armado que puso fin a los 30 años de dictadura de Porfirio Díaz en México, eso fue un hito histórico trascendental en el pensamiento político latinoamericano de inicios del siglo XX, que no podemos olvidar.
Después de varios años de conflictos internos en la lucha de clases de dos facciones de los revolucionarios mexicanos se llegó a un acuerdo que quedó plasmado en la Constitución Política de 1917 la cual está hoy completamente desmantelada; ésta contemplaba la ejecución de una Reforma Agraria, que garantizara el derecho político de campesinos e indígenas, para poder conservar las propiedades comunales -semejante a la Reforma Agraria en la Nicaragua Sandinista de 1979-; en el campo laboral mexicano, se estipulaba la creación de un Código que protegiese los derechos políticos, es decir los derechos humanos de obreros, artesanos, indígenas y campesinos.
En este contexto histórico de luchas de emancipación social, destacamos el ideario del artículo 27 Constitucional, en donde se disponía de la propiedad exclusiva del Estado Mexicano sobre todas las riquezas del subsuelo. La confrontación con los Estados Unidos fue abierta, dado que el 75% de las minas más rentables de México pertenecían a compañías norteamericanas, de ahí se gesta el despertar de nuestra conciencia histórica en el proceso de aprendizaje emancipatorio.
Por consecuencia se desarrolla el concepto de indohispanismo, que ubica la identidad latinoamericana, desarrollada por José Vasconcelos, quien también fue incorporado al discurso nacionalista de esa generación, en la temporalidad y la espacialidad de los sujetos de la historia, en su papel individual y colectivo, es decir entre la historia de la vida social y la del presente.
Es importante destacar, la propuesta política del peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, que hasta hoy en día, explica el sentir y el comportamiento de nuestra identidad y nacionalismo en América Latina -como un campo de poder, dice Bourdieu-, desde las diversas formas de concebir el aprehendizaje de la historia en las relaciones de poder político para dominar o para emancipar.
Fue justo Haya de la Torre, discípulo de Vasconcelos, quien creó la Alianza Popular Revolucionaria Americana y propuso un programa de cinco puntos para la redención de Indo-América, que hasta hoy día son vigentes, para dotar al ser humano de una identidad en un proceso libertario, que sale de la enseñanza formal, carente del análisis de poder político educativo, como si este poder no existiera:
1. Resistencia al Imperialismo Yanqui
2. Unidad Política de Indo-América
3. Nacionalización de la tierra y la industria
4. Internacionalización del Canal de Panamá
5. Solidaridad con todos los oprimidos del mundo
Por ello podemos afirmar que la teoría marxista establece la posibilidad del conocimiento científico como proceso de autodefensa de los derechos humanos, desde otra dimensión del contexto histórico que influyó en el movimiento revolucionario nicaraguense, como fue en su momento la Revolución Bolchevique de 1917. En el cual el Partido Bolchevique conducido por Vladimir Ilich Ulianov (Lenin), estuvo inspirado en el pensamiento del socialismo científico de Karl Marx y Engels; con este ideario revolucionario se derrota al Zar en Rusia y se crea el primer Estado Obrero de la Historia.
Dicha creación denota la percepción de la vida humana, en ese espacio psíquico-cultural del desarrollo de una conciencia en sí, que aún no entiende, ni permite la autoconciencia que conduce al concepto; es decir al juicio racional sensible -según plantea la figura marxista-, en ese devenir humanizado en una consciencia para sí nosótrica, dado que el proceso de concienciación denota: experiencia, conocimiento e intuición en el despliegue de humanización, o educación o politización del sujeto histórico educativo; al ser maduración de la formación de valores virtuosos en la constitución consciente autónoma, lo que se reconoce una contribución de origen en la Pedagogía Crítica en el movimiento revolucionario.
También se funda el primer Estado socialista del mundo, a partir de ese movimiento revolucionario; quedando la mitad del orbe con el intento de ese cambio radical, para romper con la lógica de acumulación y centralización capitalista, abarcando un campo de poder en amplia latitud con China, Cuba, Europa (Alemania, Francia, Yugoslavia antes Servia, Polonia, Rumania y Bulgaria entre otros) y en África con luchas emancipatorias como en Etiopía o Libia, ya que estos dos últimos países fueron los primeros en lograr su independencia de Inglaterra, en cambio el resto del continente siguió siendo colonia inglesa; por lo que es posible percibir próximas revoluciones emancipatorias intercontinentales, dadas las identidades históricas de opresión, ahí constituidas.
En tal desenvolvimiento de historicidad, los gérmenes del nacional-socialismo se opondrán a otra forma radical para la construcción del comunismo, pues el sentido histórico-social, consiste en organizar el pasado en función de los requerimientos del presente.
El contexto histórico ubica las primeras disposiciones del ideario socialista con el gobierno revolucionario, resultando la expropiación de grandes latifundios y la distribución de la tierra, como ejemplos históricos necesarios, para diagnosticar desde una teoría práctica, que re-signifique los movimientos revolucionarios vigentes, tomando en cuenta cómo desde 1870 surge el ejemplo en el aprehendizaje del imperialismo, en donde ya no sólo importa invadir nuevos territorios, sino también poder controlar la economía de países periféricos pobres, adueñándose de su industria, de su mano de obra barata y de sus materias primas, sin tener que gobernar directamente.
El sector industrial fue reorganizado y se dio a los obreros fuerte control sobre la producción. La conformación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la propuesta de Lenin durante la III Internacional, impulsó unir a todos los partidos y sindicatos obreros del mundo, lo cual puso en alerta al gobierno norteamericano, quien temía una victoria comunista en cualquier país latinoamericano.
Este proceso revolucionario, ponía en peligro la hegemonía yanqui en el hemisferio, por lo que su posición deformaba la percepción sobre los acontecimientos políticos en la lucha de clases del territorio latinoamericano; sucediendo en los inicios del Siglo XX, con la Revolución Mexicana y la Insurrección de Sandino en Nicaragua.
En la división internacional del trabajo se diseña la Política Exterior de Estados Unidos de Norteamérica, a través de la denominada Doctrina Monroe de Destino Manifiesto. Como Corolario Roosevelt a la Doctrina Monroe (Doctrina de Intervención Preventiva o Política del Gran Garrote), queda así abiertamente promulgaba la Diplomacia del Dólar. Al igual que hoy se continúa con el Proyecto Mesoamericano o Plan Puebla Panamá, después de la descomposición social sufrida, con la denominada Guerra Fría, posterior a la primera y segunda guerras mundiales del capital.
En este sentido hoy se conoce que, ‘La Unidad Libertaria, no es opuesta a la existencia de un auténtico espíritu crítico en las filas de las nuevas generaciones de los pueblos, ya cansados por la miseria y el hambre de estas revoluciones de exterminio, y no al contrario aún, de emancipación histórico-social’.
Por tanto el espíritu de crítica constructiva va dando sentido histórico a la importancia de los movimientos revolucionarios que son desvirtuados por las derechas del régimen capitalista; sin embargo en los ejemplos educativos e hitos emancipatorios, se hace el llamado de unidad que contribuya al fortalecimiento y a la continuidad del proceso educativo o de humanización, es decir de educación política implícita, pero aún no explícita en la asunción consciente.
Es justamente Carlos Fonseca, quien hace ese llamado al pueblo nicaragüense y a los sandinistas en particular, a ser consecuentes con su legado ético y moral. Así se tuvo que aprehender del fraude electoral, el cual fue condenado por la dirigencia histórica del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), considerándolo también como una reivindicación democrática del sandinismo y como otro legado educativo más para el aprendizaje de las futuras generaciones.
De tal modo, es posible revalorar hoy el tortuoso camino del pacto sucio, la componenda, la repartición de curules y finalmente el fraude electoral, empujado por el liderazgo, parecido más a prácticas somocistas, que sandinistas -denuncia Fonseca-, dadas por el movimiento sandinista en particular en estos largos procesos de transformación del orden hegemónico del capital con su ideología dominante, puesta como trampa en el abuso de poder político de opresión.
Por tanto en el movimiento revolucionario nicaragüense de 1979, el pueblo organizado, sabía: «Que avanzaría en la medida de asumir el futuro con sentido del deber, responsabilidad e identidad; así lo demostraron las luchas de emancipación histórica, no mediante discursos vacíos, sino con el ejemplo personal, exigencia y transparencia que sienta la pregunta: ¿Qué hago por los demás y por mi patria chica, desde mi trabajo y desde mi deber?» Todo ello como una revolución libertaria que aún no termina, de eso se tiene plena consciencia hoy en los inicios del siglo XXI, teniendo en cuenta la crisis del capitalismo de Estados Unidos y el despunte de China como primera potencia mundial, lo cual cambia la correlación de fuerzas para el futuro de América Latina y México.
Porque para construir una revolución emancipadora del las garras sangrientas del capital, tendrá que lograrse destruir a la propiedad privada de medios de producción hasta poder socializarlos completamente, por la razón de ser trabajo acumulado pero no redituado entre los iguales, que pueden gobernarse humanamente, con un sentido de equidad pero es necesario educarse para lograrlo; y para ello hasta hoy en día, no hay un único modelo a seguir, sino que se tendrá que recorrer, eso sí, un camino más sensible e intelectualmente más agudo, re-significando al materialismo histórico dialéctico desde los clásicos del marxismo, para construir el socialismo del porvenir.
Ya que la forma, el contenido y la significación de las revoluciones en América Latina y en el mundo, desde el hito histórico del siglo XX, trasciende al presente siglo XXI; ahí radica la capacidad de organización de cada generación, es decir en cada uno de nosotros, en nuestra abnegación y capacidad de trabajo, en el empeño que pongamos en echar para adelante y saber que cualquier incógnita sobre el futuro se resuelve haciendo y no pensando o hablando demasiado, sino a través de la creatividad solidaria del ingenio y del sentido de la libertad en contra de las leyes del capital, de forma cada vez más ascendente, porque la forma implica a la categoría del sujeto revolucionario, al ponerle nombre al poder político en la defensa de los derechos humanos entre la vida y la muerte, justo en el movimiento y en la resolución de la contradicción fundamental, entre el capital y el trabajo
-Marx aclara, que la contradicción pervertidora es que el trabajo es social, pero la propiedad es privada-; en la categoría emancipadora del sujeto educativo, los juicios de valor dan contenido y significado histórico en la transformación del poder político pedagógico, apropiándose así de la realidad, como decía Lenin, dando un paso atrás y dos adelante sin desesperarse (Paulo Freire), de ahí su propuesta de escritura y lectura desde la palabra generadora del sujeto educativo.
Continuará una segunda parte…
Destacamos la categoría de Sensibilidad Política del Sujeto Educativo para reflexionar en los derechos, la sinceridad y la potenciación humana del actor social para no vivir nada más, como un testigo ocular de su generación.
El Sandinismo es una corriente política, es decir educación política en su Historia universal y particular; así se entraña su historicidad, entendida ésta como libertad y herencia objetiva y subjetiva en entramados de descripción, interpretación y narración latinoamericana, en esa historia particular reconocida, de nuestra Centroamérica Nicaraguense , la cual permite al ser humano reconocerse y reconocer a los demás en él mismo, esta corriente da formación para actuar con la consciencia de un activista político disidente del sistema capitalista de explotación.
Nicaragua, semejante a otros lugares de Centroamérica, pertenece a la concepción ideológico-política de la izquierda, con tendencia socialdemócrata y nacionalista. Así se promueve en tal educación política la integración histórica en la identidad latinoamericana.
Su ideario político revolucionario emancipador, se basa en Augusto César Sandino (1895-1934), denominado General de hombres libres en Nicaragua, quien murió asesinado; de él se toma el nombre de movimiento sandinista y a sus seguidores de este gran hito histórico, se les nombra sandinistas.
Los sandinistas luchan con esta utopía revolucionaria atravesando la historia del alma joven, no sólo con la escritura sino también con la creatividad de la poesía y con las armas en contra de la dictadura reproductora de la propiedad privada de medios de producción, para convocar a la unidad del pueblo, unidad que fue y será posible con la cohesión de todos los factores necesarios, para la dirección, ejecución y control de cada tarea de construcción y reconstrucción social.
El contexto histórico de Sandino y el Sandinismo en la Revolución Libertaria Nicaraguense, se ubica después de la Revolución Mexicana de 1910: Con el masivo levantamiento armado que puso fin a los 30 años de dictadura de Porfirio Díaz en México, eso fue un hito histórico trascendental en el pensamiento político latinoamericano de inicios del siglo XX, que no podemos olvidar.
Después de varios años de conflictos internos en la lucha de clases de dos facciones de los revolucionarios mexicanos se llegó a un acuerdo que quedó plasmado en la Constitución Política de 1917 la cual está hoy completamente desmantelada; ésta contemplaba la ejecución de una Reforma Agraria, que garantizara el derecho político de campesinos e indígenas, para poder conservar las propiedades comunales -semejante a la Reforma Agraria en la Nicaragua Sandinista de 1979-; en el campo laboral mexicano, se estipulaba la creación de un Código que protegiese los derechos políticos, es decir los derechos humanos de obreros, artesanos, indígenas y campesinos.
En este contexto histórico de luchas de emancipación social, destacamos el ideario del artículo 27 Constitucional, en donde se disponía de la propiedad exclusiva del Estado Mexicano sobre todas las riquezas del subsuelo. La confrontación con los Estados Unidos fue abierta, dado que el 75% de las minas más rentables de México pertenecían a compañías norteamericanas, de ahí se gesta el despertar de nuestra conciencia histórica en el proceso de aprendizaje emancipatorio.
Por consecuencia se desarrolla el concepto de indohispanismo, que ubica la identidad latinoamericana, desarrollada por José Vasconcelos, quien también fue incorporado al discurso nacionalista de esa generación, en la temporalidad y la espacialidad de los sujetos de la historia, en su papel individual y colectivo, es decir entre la historia de la vida social y la del presente.
Es importante destacar, la propuesta política del peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, que hasta hoy en día, explica el sentir y el comportamiento de nuestra identidad y nacionalismo en América Latina -como un campo de poder, dice Bourdieu-, desde las diversas formas de concebir el aprehendizaje de la historia en las relaciones de poder político para dominar o para emancipar.
Fue justo Haya de la Torre, discípulo de Vasconcelos, quien creó la Alianza Popular Revolucionaria Americana y propuso un programa de cinco puntos para la redención de Indo-América, que hasta hoy día son vigentes, para dotar al ser humano de una identidad en un proceso libertario, que sale de la enseñanza formal, carente del análisis de poder político educativo, como si este poder no existiera:
1. Resistencia al Imperialismo Yanqui
2. Unidad Política de Indo-América
3. Nacionalización de la tierra y la industria
4. Internacionalización del Canal de Panamá
5. Solidaridad con todos los oprimidos del mundo
Por ello podemos afirmar que la teoría marxista establece la posibilidad del conocimiento científico como proceso de autodefensa de los derechos humanos, desde otra dimensión del contexto histórico que influyó en el movimiento revolucionario nicaraguense, como fue en su momento la Revolución Bolchevique de 1917. En el cual el Partido Bolchevique conducido por Vladimir Ilich Ulianov (Lenin), estuvo inspirado en el pensamiento del socialismo científico de Karl Marx y Engels; con este ideario revolucionario se derrota al Zar en Rusia y se crea el primer Estado Obrero de la Historia.
Dicha creación denota la percepción de la vida humana, en ese espacio psíquico-cultural del desarrollo de una conciencia en sí, que aún no entiende, ni permite la autoconciencia que conduce al concepto; es decir al juicio racional sensible -según plantea la figura marxista-, en ese devenir humanizado en una consciencia para sí nosótrica, dado que el proceso de concienciación denota: experiencia, conocimiento e intuición en el despliegue de humanización, o educación o politización del sujeto histórico educativo; al ser maduración de la formación de valores virtuosos en la constitución consciente autónoma, lo que se reconoce una contribución de origen en la Pedagogía Crítica en el movimiento revolucionario.
También se funda el primer Estado socialista del mundo, a partir de ese movimiento revolucionario; quedando la mitad del orbe con el intento de ese cambio radical, para romper con la lógica de acumulación y centralización capitalista, abarcando un campo de poder en amplia latitud con China, Cuba, Europa (Alemania, Francia, Yugoslavia antes Servia, Polonia, Rumania y Bulgaria entre otros) y en África con luchas emancipatorias como en Etiopía o Libia, ya que estos dos últimos países fueron los primeros en lograr su independencia de Inglaterra, en cambio el resto del continente siguió siendo colonia inglesa; por lo que es posible percibir próximas revoluciones emancipatorias intercontinentales, dadas las identidades históricas de opresión, ahí constituidas.
En tal desenvolvimiento de historicidad, los gérmenes del nacional-socialismo se opondrán a otra forma radical para la construcción del comunismo, pues el sentido histórico-social, consiste en organizar el pasado en función de los requerimientos del presente.
El contexto histórico ubica las primeras disposiciones del ideario socialista con el gobierno revolucionario, resultando la expropiación de grandes latifundios y la distribución de la tierra, como ejemplos históricos necesarios, para diagnosticar desde una teoría práctica, que re-signifique los movimientos revolucionarios vigentes, tomando en cuenta cómo desde 1870 surge el ejemplo en el aprehendizaje del imperialismo, en donde ya no sólo importa invadir nuevos territorios, sino también poder controlar la economía de países periféricos pobres, adueñándose de su industria, de su mano de obra barata y de sus materias primas, sin tener que gobernar directamente.
El sector industrial fue reorganizado y se dio a los obreros fuerte control sobre la producción. La conformación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la propuesta de Lenin durante la III Internacional, impulsó unir a todos los partidos y sindicatos obreros del mundo, lo cual puso en alerta al gobierno norteamericano, quien temía una victoria comunista en cualquier país latinoamericano.
Este proceso revolucionario, ponía en peligro la hegemonía yanqui en el hemisferio, por lo que su posición deformaba la percepción sobre los acontecimientos políticos en la lucha de clases del territorio latinoamericano; sucediendo en los inicios del Siglo XX, con la Revolución Mexicana y la Insurrección de Sandino en Nicaragua.
En la división internacional del trabajo se diseña la Política Exterior de Estados Unidos de Norteamérica, a través de la denominada Doctrina Monroe de Destino Manifiesto. Como Corolario Roosevelt a la Doctrina Monroe (Doctrina de Intervención Preventiva o Política del Gran Garrote), queda así abiertamente promulgaba la Diplomacia del Dólar. Al igual que hoy se continúa con el Proyecto Mesoamericano o Plan Puebla Panamá, después de la descomposición social sufrida, con la denominada Guerra Fría, posterior a la primera y segunda guerras mundiales del capital.
En este sentido hoy se conoce que, ‘La Unidad Libertaria, no es opuesta a la existencia de un auténtico espíritu crítico en las filas de las nuevas generaciones de los pueblos, ya cansados por la miseria y el hambre de estas revoluciones de exterminio, y no al contrario aún, de emancipación histórico-social’.
Por tanto el espíritu de crítica constructiva va dando sentido histórico a la importancia de los movimientos revolucionarios que son desvirtuados por las derechas del régimen capitalista; sin embargo en los ejemplos educativos e hitos emancipatorios, se hace el llamado de unidad que contribuya al fortalecimiento y a la continuidad del proceso educativo o de humanización, es decir de educación política implícita, pero aún no explícita en la asunción consciente.
Es justamente Carlos Fonseca, quien hace ese llamado al pueblo nicaragüense y a los sandinistas en particular, a ser consecuentes con su legado ético y moral. Así se tuvo que aprehender del fraude electoral, el cual fue condenado por la dirigencia histórica del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), considerándolo también como una reivindicación democrática del sandinismo y como otro legado educativo más para el aprendizaje de las futuras generaciones.
De tal modo, es posible revalorar hoy el tortuoso camino del pacto sucio, la componenda, la repartición de curules y finalmente el fraude electoral, empujado por el liderazgo, parecido más a prácticas somocistas, que sandinistas -denuncia Fonseca-, dadas por el movimiento sandinista en particular en estos largos procesos de transformación del orden hegemónico del capital con su ideología dominante, puesta como trampa en el abuso de poder político de opresión.
Por tanto en el movimiento revolucionario nicaragüense de 1979, el pueblo organizado, sabía: «Que avanzaría en la medida de asumir el futuro con sentido del deber, responsabilidad e identidad; así lo demostraron las luchas de emancipación histórica, no mediante discursos vacíos, sino con el ejemplo personal, exigencia y transparencia que sienta la pregunta: ¿Qué hago por los demás y por mi patria chica, desde mi trabajo y desde mi deber?» Todo ello como una revolución libertaria que aún no termina, de eso se tiene plena consciencia hoy en los inicios del siglo XXI, teniendo en cuenta la crisis del capitalismo de Estados Unidos y el despunte de China como primera potencia mundial, lo cual cambia la correlación de fuerzas para el futuro de América Latina y México.
Porque para construir una revolución emancipadora del las garras sangrientas del capital, tendrá que lograrse destruir a la propiedad privada de medios de producción hasta poder socializarlos completamente, por la razón de ser trabajo acumulado pero no redituado entre los iguales, que pueden gobernarse humanamente, con un sentido de equidad pero es necesario educarse para lograrlo; y para ello hasta hoy en día, no hay un único modelo a seguir, sino que se tendrá que recorrer, eso sí, un camino más sensible e intelectualmente más agudo, re-significando al materialismo histórico dialéctico desde los clásicos del marxismo, para construir el socialismo del porvenir.
Ya que la forma, el contenido y la significación de las revoluciones en América Latina y en el mundo, desde el hito histórico del siglo XX, trasciende al presente siglo XXI; ahí radica la capacidad de organización de cada generación, es decir en cada uno de nosotros, en nuestra abnegación y capacidad de trabajo, en el empeño que pongamos en echar para adelante y saber que cualquier incógnita sobre el futuro se resuelve haciendo y no pensando o hablando demasiado, sino a través de la creatividad solidaria del ingenio y del sentido de la libertad en contra de las leyes del capital, de forma cada vez más ascendente, porque la forma implica a la categoría del sujeto revolucionario, al ponerle nombre al poder político en la defensa de los derechos humanos entre la vida y la muerte, justo en el movimiento y en la resolución de la contradicción fundamental, entre el capital y el trabajo
-Marx aclara, que la contradicción pervertidora es que el trabajo es social, pero la propiedad es privada-; en la categoría emancipadora del sujeto educativo, los juicios de valor dan contenido y significado histórico en la transformación del poder político pedagógico, apropiándose así de la realidad, como decía Lenin, dando un paso atrás y dos adelante sin desesperarse (Paulo Freire), de ahí su propuesta de escritura y lectura desde la palabra generadora del sujeto educativo.
Continuará una segunda parte…
Saturday, October 8, 2011
The Value-Form
The Value-Form
by Karl Marx
The analysis of the commodity has shown that it is something twofold, use-value and value. Hence in order for a thing to possess commodity-form, it must possess a twofold form, the form of a use-value and the form of value. The form of use-value is the form of the commodity’s body itself, iron, linen, etc., its tangible, sensible form of existence. This is the natural form (Naturalform) of the commodity. As opposed to this the value-form (Wertform) of the commodity is its social form.
Now how is the value of a commodity expressed? Thus how does it acquire a form of appearance of its own? Through the relation of different commodities. In order correctly to analyse the form contained in such a relation we must proceed from the simplest, most undeveloped shape (Gestalt). The simplest relation of the commodity is obviously its relation to a single other commodity, no matter which one. Hence the relation of two commodities furnishes the simplest value-expression for a commodity.
I. Simple Value-form
20 yards of linen = 1 coat
or
20 yards of linen are worth 1 coat
The secret of the entire value-form (aller Wertform) must be hidden in this simple value-form. Hence its analysis offers the real difficulty.
§1. The two poles of the expression of value (Wertausdruck): relative value-form and equivalent form
In the simple expression of value the two types of commodities, linen and coat, obviously play two different roles. The linen is the commodity which expresses its value in the body of a commodity different from it, the coat. On the other hand, the commodity-type coat serves as the material in which value is expressed. The one commodity plays an active, the other a passive role. Now we say of the commodity which expresses its value in another commodity: its value is represented as relative value, or is in the relative value-form. As opposed to this, we say of the other commodity, here the coat, which serves as the material of the expression of value: it functions as equivalent to the first commodity or is in the equivalent form.
Without analysing the matter more deeply, the following points are clear from the start:
(a) The inseparability of the two forms.
Relative value-form and equivalent form are moments of the same expression of value, which belong to one another and are reciprocally conditioning and inseparable.
(b) The polarity of the two forms.
On the one hand, these two forms are mutually excluding or opposed extremes, i.e. poles, of the same expression of value. They are always distributed amongst different commodities, which the expression of value relates to one another. For example, I cannot express the value of linen in linen. ‘20 yards of linen = 20 yards of linen’ is not an expression of value but simply expresses a definite quantity of the object of use, linen. The value of linen can thus only be expressed in another commodity (in andrer Ware), i.e. only relatively. The relative value-form of linen thus presupposes that that some other commodity confronts it in the equivalent form. On the other hand, this other commodity, here the coat, which figures as the equivalent of the linen is thus in equivalent form, and can not be at the same time in the relative value-form. This commodity does not express its value. It furnishes only the material for the expression of value in another commodity.
Certainly the expression: ‘20 yards of linen = 1 coat’ or ‘20 yards of linen are worth one coat’ also includes the converse: ‘1 coat = 20 yards of linen’ or ‘1 coat is worth 20 yards of linen’. But in doing this I must reverse the equation, in order to express the value of the coat relatively, and once I do this the linen becomes the equivalent instead of the coat. The same commodity therefore cannot make its appearance in the same expression of value at the same time in both forms. Rather, these exclude one another in a polar manner.
Let us consider exchange between linen-producer A and coat-producer B. Before they come to terms,
A says: 20 yards of linen are worth 2 coats (20 yards of linen = 2 coats),
But B responds: 1 coat is worth 22 yards of linen (1 coat = 22 yards of linen).
Finally, after they have haggled for a long time they agree:
A says: 20 yards of linen are worth 1 coat,
and B says: 1 coat is worth 20 yards of linen.
Here both, linen and coat, are at the same time in relative value-form and in equivalent form. But, nota bene, for two different persons and in two different expressions of value, which simply occur (ins Leben treten) at the same time. For A his linen is in relative value-form – because for him the initiative proceeds from his commodity – and the commodity of the other person, the coat, is in equivalent form. Conversely from the standpoint of B. Thus one and the same commodity never possess, even in this case, the two forms at the same time in the same expression of value.
(c) Relative value and equivalent are only forms of values.
Relative value and equivalent are both only forms of commodity-value. Now whether a commodity is in one form or in the polar opposite depends exclusively on its position in the expression of value. This comes out strikingly in the simple value-form which we are here considering to begin with. As regards the content, the two expressions:
1. 20 yards of linen = 1 coat or 20 yards of linen are worth 1 coat,
2. 1 coat = 20 yards of linen or 1 coat is worth 20 yards of linen
are not at all different. As regards the form, they are not only different but opposed. In expression 1 the value of the linen is expressed relatively. Hence it is in the relative value-form whilst at the same time the value of the coat is expressed as equivalent. Hence it is in the equivalent form. Now if I turn the expression 1 round I obtain expression 2. The commodities change positions and right away the coat is in the relative value-form, the linen in equivalent form. Because they have changed their respective positions in the same expression of value, they have changed value-form (die Wertform gewechselt).
§2. The relative value-form
(a) Relation of equality.
Since it is the linen which is to express its value, the initiative proceeds from it. It enters into a relation with the coat, i.e. with some other commodity different from itself. This relation is a relation of equalisation (Gleichsetzung). The basis of the expression ‘20 yards of linen = 1 coat’ is in fact: linen = coat, which expressed in words simply means: ‘the commodity-type “coat” is of the same nature (ist gleicher Natur), the same substance as the “linen,” a type of commodity different from it’. We overlook that for the most part, because attention is absorbed by the quantitative relation, i.e. by the definite proportion, in which the one type of commodity is equated to the other. We forget that the magnitudes of different things are only quantitatively comparable after their reduction to the same unit. Only as expressions of the same unit are magnitudes with the same denominator (gleichnamige) and hence commensurable. In the above expression the linen thus relates to the coat as something of its own kind, or the coat is related to the linen as a thing of the same substance, as the same in essence (Wesensgleiches). The one is therefore quantitatively equated to the other.
(b) Value-relation.
The coat is only the same as the linen to the extent that both are values. Thus that the linen is related to the coat as to something of its own kind or that the coat as a thing of the same substance is equated to linen, expresses the fact that the coat counts in this relation as value. It is equated to the linen insofar as the latter is value as well. The relation of equality is thus a value-relation, but the value-relation is above all the expression of the value or the existence as value of the commodity which expresses its value. As use-value, or body of the commodity (Warenkörper), the linen is distinguished from the coat. But its existence as value comes to light, is expressed in a relation, in which another commodity-type, the coat, is equated to it or counts as the same in essence.
(c) Qualitative content (Gehalt) of the relative value-form, contained in the value-relation.
The coat is value only to the extent that it is the expression, in the form of a thing, of the human labour-power expended in its production and thus insofar as it is a jelly of abstract human labour – abstract labour, because abstraction is made from the definite useful concrete character of the labour contained in it, human labour, because the labour counts here only as expenditure of human labour-power as such. Thus the linen cannot relate (sich verhalten) to the coat as a thing having value, or cannot be related (bezogen werden) to the coat as value, without relating (bezogen werden) to it as a body whose sole substance consists in human labour. But as value this linen is a jelly of this same human labour. Within this relation the coat as a thing (Körper) thus represents the substances of value which it has in common with linen, i.e. human labour. Within this relation the coat thus counts only as shape of value (Gestalt von Wert), hence also as the form of the value (Wertgestalt) of the linen, as the sensible form of appearance of the value of the linen. Thus by means of the value-relation the value of the commodity is expressed in the use-value of another commodity, i.e. in the body of another commodity different from itself.
(d) Quantitative definiteness (Bestimmtheit) of the relative value-form contained in the value-relation.
The 20 yards of linen are, however, not only value as such, i.e. a jelly of human labour, but value of a definite magnitude, i.e. a definite quantity of human labour is objectified in them. In the value relation of the linen to the coat the commodity-type coat is hence not only quantitatively equated to the linen as bodily form of value (Wertkörper) as such, i.e. as embodiment of human labour, but a definite quantity of this bodily form of value, 1 coat, not 1 dozen, etc, insofar as in 1 coat there is hidden precisely as much value-substance of human labour as in 20 yards of linen.
(e) The relative value-form as a whole (Das Ganze der relativen Wertform).
Thus through the relative value-expression the value of the commodity acquires, first, a form different from its own use-value. The use-form of this commodity is, e.g. linen. But it possesses its value-form in its relation of equality with the coat. Through this relation of equality the body of another commodity, sensibly different from it, becomes the mirror of its own existence as value (Wertsein), of its own character as value (Wertgestalt). In this way it gains an independent and separate value-form, different from its natural form. But second, as a value of definite magnitude, it is quantitatively measured by the quantitatively definite relation or the proportion in which it is equated to the body of the other commodity.
§3. The equivalent form
(a) The form of immediate exchangeability.
As values all commodities are expressions of the same unit, of human labour, which count equally and are replaceable or substitutable for one another. Hence a commodity is only exchangeable with another commodity insofar as it possesses a form in which it appears as value. A body of the commodity is immediately exchangeable with another commodity insofar as its immediate form i.e. its own bodily or natural form, represents (vorstellt) value with regard to another commodity or counts as value-form (Wertgestalt). This property is possessed by the coat in the value-relation of the linen to the coat. The value of the linen would otherwise not be expressible in the thing which is the coat. Therefore that a commodity has equivalent form at all, means just this. Through its place in the value-expression its own natural form counts as the value-form for another commodity or it possesses the form of immediate exchangeability with another commodity. Therefore it does not need to take on (annehmen) a form different from its immediate natural form in order to appear as value for another commodity, to count as value and to act on it as value (auf sie als Wert zu wirken).
(b) Quantitative definiteness is not contained in the equivalent form.
That a thing which has the form of a coat is immediately exchangeable with linen, or a thing which has the form of gold is immediately exchangeable with all other commodities – this equivalent form of a thing contains absolutely no quantitative definiteness. The opposed erroneous view springs from the following causes:
First, the commodity ‘coat’, for example, which serves as material for the expression of value of linen is, within such an expression, also always quantitatively definite, like ‘1 coat’ and ‘not 12 coats’, etc. But why? Because the ‘20 yards of linen’ are expressed in their relative value expression of value not only as value as such, but at the same time are measured as a definite quantity of value. But that 1 coat and not 12 coats contains as much labour as 20 yards of linen and hence is equated with 20 yards of linen has absolutely nothing to do with this characteristic property of the commodity-type coat of being immediately exchangeable with the commodity-type linen.
Second, if ‘20 yards of linen’ as value of a definite magnitude are expressed in ‘1 coat’, then conversely the magnitude of value of ‘1 coat’ is also expressed in ‘20 yards of linen’, and thus similarly quantitatively measured, but only indirectly, through reversal of the expression, not insofar as the coat plays the role of the equivalent but rather insofar as it represents its own value relatively in the linen.
Third, we can also express the formula ‘20 yards of linen = 1 coat’ or ‘20 yards of linen are worth 1 coat’ in the following way:
‘20 yards of linen and 1 coat are equivalents, or both are values of equal magnitude’.
Here we do not express the value of either of the two commodities in the use-value of the other. Neither of the two commodities is hence set up in equivalent-form. Equivalent means here only something equal in magnitude, both things having been silently reduced in our heads to the abstraction value.
(c) The peculiarities (Eigentümlichkeiten) of the equivalent form
a) First peculiarity of the equivalent form: use-value becomes the form of appearance of its opposite, of value.
The natural form of the commodity becomes the value-form. But, nota bene, this quid pro quo occurs for a commodity B (coat or wheat or iron, etc.) only within the value-relation to it, into which any other commodity A (linen, etc) enters, and only within this relation. In itself, considered in isolation, the coat, e.g., is only a useful thing, a use-value, just like the linen, and hence its coat-form is only the form of use-value (ist nur Form von Gebrauchswert) or natural form of a definite type of commodity. But since no commodity can relate to itself as equivalent and therefore also cannot make its own natural hide an expression of its own value, it must relate itself to another commodity as equivalent or make the natural hide of the body of another commodity its own value-form.
This may be illustrated by the example of a measure, which is predicable of the bodies of commodities as bodies (den Warenkörpern als Warenkörpern zukommt) i.e. as use-values. A sugar-loaf, qua body (weil Körper), is heavy and hence has weight, but one cannot tell the weight of a sugar-loaf by looking or feeling (man kann keinen Zuckerhut seine Schwere ansehn oder anfühlen). Now we take different pieces of iron whose weight has been previously determined. The bodily form of the iron considered in itself is just as little the form of appearance of weight as that of the sugar-loaf. However in order to express the sugar-loaf as heaviness or weight, we put it into a weight-relation with iron. In this relation the iron counts as a body, which represents nothing but heaviness or weight. Hence quantities of iron serve as the measure of the weight of sugar and represent, with regard to the body of sugar, merely the form of heaviness (blosse Schweregestalt), form of appearance of heaviness. Iron plays this role only within the relation in which the sugar, or some other body whose weight is to be found, enters. Were both things not heavy they could not enter into this relation and hence the one could not serve as the expression of the weight of the other. If we throw both on the scale pan, we see in fact that they are, as weight, the same and hence in a definite proportion also of the same weight. Just as here the body of the iron represents, with regard to the sugar-loaf, simply heaviness, so in our expression of value the body of the coat represents, with regard to the linen, simply value.
b) Second peculiarity of the equivalent form: concrete labour becomes the form of appearance of its opposite, abstract human labour
The coat counts in the expression of the value of the linen as the value-body, hence its bodily or natural form as value-form, i.e. therefore as embodiment of undifferentiated human labour, human labour as such (schlechthin). But the labour by which the useful thing which is the coat is made and by which it acquires a definite form, is not abstract human labour, human labour as such, but a definite useful, concrete type of labour – the labour of tailoring. The simple relative value-form requires (erheischt) that the value of a commodity, linen, for example, is expressed only in one single other type of commodity. Which the other type of commodity is, is however, for the simple value-form, completely irrelevant. Instead of the commodity-type ‘coat’ the value of the linen could have been expressed in wheat, or instead of wheat, in iron, etc. But whether in coat, wheat or iron, in every case the equivalent of linen counts as the body of value with regard to the linen, hence as embodiment of human labour as such. And in every case the definite bodily form of the equivalent, whether coat or wheat or iron, remains embodiment not of abstract human labour, but of a definite concrete useful type of labour, be it the labour of tailoring or of farming or of mining. The definite concrete useful labour, which produces the body of the commodity which is the equivalent must therefore, in the expression of value, always necessarily count as a definite form of realisation or form of appearance, i.e. of abstract human labour. The coat, for example, can only count as the body of value, hence as embodiment of human labour as such, in so far as the labour of tailoring counts as a definite form, in which human labour-power is expended or in which abstract human labour is realised.
Within the value-relation and the value expression included in it, the abstractly general counts not as a property of the concrete, sensibly real; but on the contrary the sensibly-concrete counts as the mere form of appearance or definite form of realisation of the abstractly general. The labour of tailoring, which, for example, hides in the equivalent ‘coat’, does not possess, within the value-expression of the linen, the general property of also being human labour. On the contrary. Being human labour counts as its essence (Wesen), being the labour of tailoring counts only as the form of appearance (Erscheinungsform) or definite form of realisation of this its essence. This quid pro quo is unavoidable because the labour represented in the product of labour only goes to create value insofar as it is undifferentiated human labour, so that the labour objectified in the value of the product is in no way distinguished from the labour objectified in the value of a different product.
This inversion (Verkehrung) by which the sensibly-concrete counts only as the form of appearance of the abstractly general and not, on the contrary, the abstractly general as property of the concrete, characterises the expression of value. At the same time, it makes understanding it difficult. If I say: Roman Law and German Law are both laws, that is obvious. But if I say: Law (Das Recht), this abstraction (Abstraktum) realises itself in Roman Law and in German Law, in these concrete laws, the interconnection becoming mystical.
g) Third peculiarity of the equivalent form: private labour becomes the form of its opposite, labour in immediately social form
Products of labour would not become commodities, were they not products of separate private labours carried on independently of one another. The social interconnection of these private labours exists materially, insofar as they are members of a naturally evolved social division of labour and hence, through their products, satisfy wants of different kinds, in the totality (Gesamtheit) of which the similarly naturally evolved system of social wants (naturwüchsiges System der gesellschaftlichen Bedürfnisse) consists. This material social interconnection of private labours carried on independently of one another is however only mediated and hence is realised only through the exchange of their products. The product of private labour hence only has social form insofar as it has value-form and hence the form of exchangeability with other products of labour. It has immediately social form insofar as its own bodily or natural form is at the same time the form of its exchangeability with other commodities or counts as value-form for another commodity (anderer Ware). However, as we have seen, this only takes place for a product of labour when, through the value relation of other commodities to it, it is in equivalent-form or, with respect to other commodities, plays the role of equivalent.
The equivalent has immediately social form insofar as it has the form of immediate exchangeability with another commodity, and it has this form of immediate exchangeability insofar as it counts for another commodity as the body of value, hence as equal (als Gleiches). Therefore the definite useful labour contained in it also counts as labour in immediately social form, i.e. as labour which possesses the form of equality with the labour contained in another commodity. A definite, concrete labour like the labour of tailoring can only possess the form of equality with the labour of a different type contained in a commodity of a different kind, for example the linen, insofar as its definite form counts as the expression of something which really constitutes the equality of labours of different sorts or what is equal in those labours. But they are only equal insofar as they are human labour as such, abstract human labour, i.e. expenditure of human labour-power. Thus, as has already been shown, because the definite concrete labour contained in the equivalent counts as the definite form of realisation or form of appearance of abstract human labour, it possesses the form of equality with other labour, and hence, although it is private labour, like all other labour which produces commodities, it is nevertheless labour in immediately social form. Precisely because of this it is represented in a product that is immediately exchangeable with the other commodities.
The last two peculiarities of the equivalent-form set out in §§ b and g become still more comprehensible when we recur to the great theorist (Forscher) who for the first time analysed the value-form, like so many forms of thought, forms of society and forms of nature, and for the most part more happily than his modern successors, I mean Aristotle.
Aristotle clearly formulates first of all the fact that the money-form of the commodity is only the further developed shape (Gestalt) of the simple value-form, i.e. of the expression of value of a commodity in any other commodity, for he says:
‘5 beds = 1 house’ (clinai pente anti oiciaς)
‘does not differ’ from
‘5 beds = such and such an amount of money’ (clinai pente anti ... oson ai pente clinai)
He sees further that the value-relation, in which this expression of value hides, determines, for its part, the fact that the house is qualitatively equated with the bed and that these sensibly different things would not be able to be related to one another as commensurable magnitudes without such essential equality ‘Exchange’, he says, ‘cannot take place without equality, and equality cannot occur without commensurability.’ (out isothς mh oushς summetriaς).
But at this he pulls up short and ceases the further analysis of the value-form, ‘But it is in truth impossible (th men oun alhqeia adunaton) that things of such different sorts should be commensurable’, i.e. qualitatively equal. This equalisation can only be something which is alien to the true nature of things, and therefore only a ‘makeshift for practical purposes’. [c]
Aristotle thus tells us himself just where his further analysis suffers shipwreck, namely, on the lack of the concept of value. What is that which is equal, i.e. the common substance, which the house represents for the bed in the expression of the value of the bed? Such a thing ‘cannot in truth exist’, says Aristotle. Why? With respect to the bed the house represents something which is equal (stellt ein Gleiches vor) insofar as it represents what in both, the bed and the house, is really equal. And that is – human labour.
But the fact that in the form of commodity-values all labours are expressed as equal human labour and hence as counting equally (als gleichgeseltend) could not be read out of the value-form of commodities by Aristotle, because Greek society rested on slave labour and hence had the inequality of people and their labours as a natural basis. The secret of the expression of value, the equality of all labours and the fact that all labours count equally because and insofar as they are human labour as such can only be deciphered when the concept of human equality already possesses the fixity of a popular prejudice. But that is only possible in a society in which the commodity-form is the general form of the product of labour and thus also the relation of people to one another as possessors of commodities is the ruling social relation. The genius of Aristotle shines precisely in the fact that he discovers in the expression of value of commodities a relation of equality. Only the historical limit of the society in which he lived prevents him from finding out what, ‘in truth’, this relation of equality consists in.
d) Fourth peculiarity of the equivalent form: the fetishism of the commodity-form is more striking in the equivalent form than in the relative value-form
The fact that the products of labour – such useful things as coat, linen, wheat, iron, etc. – are values, definite magnitudes of value and in general commodities, are properties which naturally pertain to them only in our practical interrelations (in unsrem Verkehr) and not by nature like, for example, the property of being heavy or being warming or nourishing. But within our practical interrelations, these things relate to one another as commodities. They are values, they are measurable as magnitudes of value, and their common property of being values puts them into a value-relation to one another. Now the fact that, for example, ‘20 yards of linen = 1 coat’ or ‘20 yards of linen are worth 1 coat’ only expresses the fact that:
1. the different types of labour necessary for the production of these things count equally (gleichgelten) as human labour;
2. the fact that the quantity of labour expended in their production is measured according to definite social laws;
3. that tailors and weavers enter into a definite social relation of production.
It is a definite social relation of the producers in which they equate (gleichsetzen) their different types of labour as human labour. It is not less a definite social relation of producers, in which they measure the magnitude of their labours by the duration of expenditure of human labour-power. But within our practical interrelations these social characters of their own labours appear to them as social properties pertaining to them by nature, as objective determinations (gegenständliche Bestimmungen) of the products of labour themselves, the equality of human labours as a value-property of the products of labour, the measure of the labour by the socially necessary labour-time as the magnitude of value of the products of labour, and finally the social relations of the producers through their labours appear as a value-relation or social relation of these things, the products of labour. Precisely because of this the products of labour appear to them as commodities, sensible-supersensible (sinnlich übersinnliche) or social things. Thus the impression on the optic nerve brought about by the light (Lichteindruck auf den Sehnerv) from something is represented, not as a subjective stimulation of the optic nerve itself, but as the objective form of a thing outside the eye. But in the case of seeing, light from a thing, from the external object, is in fact thrown upon another thing, the eye. It is a physical relation between physical things. As opposed to that the commodity-form and the value-relation of products of labour have absolutely nothing to do with their physical nature and the relations between things which springs from this. It is only the definite social relation of people (der Menschen) itself which here takes on for them the phantasmagoric form of a relation of things. Hence in order to find an analogy for this we must take flight into the cloudy region of the religious world. Here the products of the human head appear as independent figures (Gestalten) endowed with a life of their own and standing in a relation to one another and to people. So it is in the world of commodities with the products of the human hand. This I call the fetishism which clings to the products of labour as soon as they are produced as commodities and which is therefore inseparable from commodity-production.
Now this fetish-character emerges more strikingly in the equivalent-form than in the relative value-form. The relative value-form of a commodity is mediated, namely by its relation to another commodity. Through this value-form the value of the commodity is expressed as something completely distinct from its own sensible existence. At the same time it is inherent in this that existence as value (Wertsein) is a relation which is alien to the thing itself and hence that its value-relation to another thing can only be the form of appearance of a social relation hidden behind it. Conversely with the equivalent-form. It consists precisely in the fact that the bodily or natural form of a commodity counts immediately as the social form, as the value-form for another commodity. Therefore, within our practical interrelations, to possess the equivalent-form appears as the social natural property (gesellschaftliche Natureigenschaft) of a thing, as a property pertaining to it by nature, so that hence it appears to be immediately exchangeable with other things just as it exists for the senses (so wie es sinnlich da ist). But because within the value-expression of commodity A the equivalent-form pertains by nature to the commodity B it seems also to belong to the latter by nature outside of this relation. Hence, for example, the riddle (das Rätselhafte) of gold, that seems to possess, by nature, apart from its other natural properties, its colour, its specific weight, its non-oxydisability in air, etc., also the equivalent-form, or the social quality of being immediately exchangeable with all other commodities.
§ 4. As soon as value appears independently it has the form of exchange-value
The expression of value has two poles, relative value-form and equivalent-form. To start with, what concerns the commodity functioning as equivalent is that it counts for another commodity as the shape of value (Wertgestalt), a body in immediately exchangeable form – exchange-value. But the commodity whose value is expressed relatively, possesses the form of exchange-value in that:
1. its existence as value is revealed by the exchangeability of the body of another commodity with it;
2. its magnitude of value is expressed through the proportion in which the other commodity is exchangeable with it.
The exchange-value is hence the independent form of appearance of commodity-value.
§5. The simple value-form of the commodity is the simple form of appearance of the opposites, use-value and exchange-value contained within it
In the relation of value of the linen to the coat the natural form (Naturalform) of the linen counts only as the shape (als Gestalt) of use-value, the natural form of the coat only as value-form (Wertform) or shape (Gestalt) of exchange-value. The inner opposition between use-value and value (Gebrauchswert und Wert) contained in a commodity is thus represented by an external opposition, i.e. the relation of two commodities, of which the one counts immediately only as use-value, the other immediately only as exchange-value, or in which the two opposing determinations, use-value and exchange-value, are distributed in a polar manner among the commodities.
If I say: As a commodity the linen is use-value and exchange-value, this is my judgement about the nature of the commodity gained by analysis. As opposed to this, in the expression ‘20 yards of linen = 1 coat’ or ‘20 yards of linen are worth 1 coat’ the linen itself says that it
1. is a use-value (linen);
2. is an exchange-value distinct from that (something equal to the coat); and
3. is the unity of these two differences, and thus is a commodity.
§6. The simple value-form of the commodity is the simple commodity-form of the product of labour
The product of labour in its natural form brings with it into the world the form of a use-value. Therefore it requires further only the value-form in order for it to possess the commodity-form, i.e. for it to appear as a unity of the opposites use-value and exchange-value. The development of the value-form is hence identical with the development of the commodity-form.
§7. Relation between the commodity-form and the money-form
If we replace:
20 yards of linen = 1 coat
or
20 yards of linen are worth 1 coat
by the form:
20 yards of linen = 2 Pounds Sterling
or
20 yards of linen are worth 2 Pounds Sterling
then it becomes obvious at first glance that the money-form in nothing but the further development of the simple value-form of the commodity, and therefore of the simple commodity-form of the labour-product. Because the money-form is only the developed commodity-form it obviously springs from the simple commodity-form. Hence as soon as the latter is understood it only remains to consider the series of metamorphoses through which the simple commodity form ‘20 yards of linen = 1 coat’ must run in order to take on the shape (Gestalt annehmen) ‘20 yards of linen = 2 Pounds Sterling’.
§8. Simple relative value-form and singular equivalent-form
The expression of value in the coat gives the linen a value-form by virtue of which it is distinguished simply as value from itself as use-value. This form also puts it only in relation to the coat, i.e. to some single type of commodity different from itself. But as value it is the same as all other commodities. Its value-form must hence also be a form which puts it into a relation of qualitative equality and quantitative proportionality to all other commodities – to the simple relative value-form of a commodity corresponds the singular equivalent-form of another commodity. Or the commodity, in which value is expressed, functions here only as singular equivalent. Thus the coat in the relative expression of value of linen possesses only the equivalent-form or the form of immediate exchangeability with relation to this single type of commodity, linen.
§9. Transition from the simple value-form to the expanded value-form
The simple value-form requires (bedingt) the value of one commodity to be expressed in only one commodity of another sort, though it does not matter which. It is therefore just as much a simple relative expression of value of the linen whether its value is expressed in iron or in wheat, etc., or when it is expressed in the commodity-type coat. Thus according to whether it enters into a value-relation with this or that type of commodity there arises different simple relative expressions of value of the linen. There exists the possibility that it has (Der Möglichkeit nach hat) just as many different simple expressions of value as there are different sorts of commodities. In fact, therefore, its complete relative expression of value consists not in an isolated simple relative expression of value but in the sum of its simple relative expressions of value. Thus we obtain:
II. Total or Expanded Value-form
‘20 yards of linen = 1 coat or = 10 pounds of tea or = 40 pounds of coffee or = 1 quarter of wheat or = 2 ounces of gold or = ½ ton of iron or = etc.’
§1. Endlessness of the series
This series of simple relative expressions of value is in its nature constantly extendible or never concludes. For there constantly occur new types of commodities and each new type of commodity forms the material of a new expression of value.
§2. The expanded relative value-form
The value of a commodity, for example linen, is now represented in all other elements of the world of commodities. The body of each other commodity becomes the mirror of the value of the linen. Thus only now does this value itself appear truly as a jelly of undifferentiated human labour. For the labour which constitutes the value of the linen is now expressly represented as labour which counts equally with any other human labour whatever natural form at all it possesses and hence whether it is objectified in coat or wheat or iron or gold, etc. Hence by virtue of its value-form the linen now stands also in a social relation no longer to only a single other type of commodity, but to the world of commodities. As a commodity it is a citizen of this world. At the same time there is inherent in the endless series of its expressions the fact that the value of commodities is irrelevant with regard to each particular form of use-value in which it appears.
§3. The particular equivalent form
Each commodity – coat, tea, wheat, iron, etc. – counts in the expression of value of linen as equivalent and hence as a body of value. The definite natural form of each of these commodities is now a particular equivalent form beside many others. Similarly the manifold definite, concrete, useful types of labour contained in the different bodies of commodities now count as similarly many particular forms of realisation or appearance of human labour as such.
§4. Deficiencies of the expanded or total value-form
First, the relative expression of value of linen is incomplete (unfertig) because the series which represents it never concludes. Second, it consists of a motley mosaic of different (verschiedenartige) expressions of value. Finally, if as must happen, the relative value of each commodity is expressed in this expanded form, the relative value-form of each commodity is an endless series of expressions of value, different from the relative value-form of each other commodity. The deficiencies of the expanded relative value-form are reflected in the equivalent-form corresponding to it. Since the natural form of each single type of commodity is here a particular equivalent-form beside innumerable other particular equivalent-forms there exist only limited equivalent-forms of which each excludes the other. Similarly the definite, concrete, useful type of labour contained in each particular commodity-equivalent is only a particular and thus not exhaustive form of appearance of human labour. The latter certainly possesses its complete or total form of appearance in the complete range (Gesamtumkreis) of those particular forms of appearance. But thus it possesses no unified form of appearance.
§5. Transition from the total value-form to the general value-form
The total or expanded relative value-form consists however only in a sum of simple relative expressions of value or equations of the first form, like:
20 yards of linen = 1 coat
20 yards of linen = 10 pounds of tea, etc.
But each of these equations contains, conversely, also the identical equation:
1 coat = 20 yards of linen
10 pounds of tea = 20 yards of linen, etc.
In fact, if the possessor of the linen exchanges his commodity with many other commodities and hence expresses the value of his commodity in a series of other commodities, then necessarily the many other possessors of commodities must also exchange their commodities with linen and hence express the values of their different commodities in the same third commodity, the linen. Therefore, if we reverse the series ‘20 yards of linen = 1 coat’ or ‘10 pounds of tea’ or ‘= etc.’, i.e. if we express the converse relation which is already contained ‘in itself’ (an sich), implicitly in the series, we obtain:
III. General Value-form
| 1 coat | = ) | |
| 10 pounds of tea | = ) | |
| 40 pounds of coffee | = ) | |
| 1 quarter of wheat | = ) | 20 yards of linen |
| 2 ounces of gold | = ) | |
| ½ ton of iron | = ) | |
| x commodity A | = ) | |
| etc., commodity | = ) |
§1. The changed shape (Gestalt) of the relative value-form
The relative value-form now possesses a completely changed shape. All commodities express their value:
1. simply, namely in the body of one other single commodity,
2. in a unified manner, i.e. in the same other body of a commodity.
Their value-form is simple and common, i.e. general. The linen now counts for the bodies of all the different sorts of commodities as their common and general shape of value. The value-form of a commodity, i.e. the expression of its value in linen, now distinguishes the commodity not only as value from its own existence (Dasein) as a useful object, i.e. from its own natural form, but at the same time relates it as value to all other commodities, to all commodities as equal to it (als ihresgleichen). Hence in this value-form it possesses general social form.
Only through this general character does the value-form correspond to the concept of value (entspricht dem Wertbegriff). The value-form had to be a form in which commodities appear for one another as a mere jelly of undifferentiated, homogenous human labour, i.e. as expressions in the form of things of the same labour-substance. This is now attained. For they are all material expressions (Materiatur) of the same labour, of the labour contained in the linen or as the same material expression of labour, namely as linen. Thus they are qualitatively equated.
At the same time they are quantitatively compared or represented as definite magnitudes of value for one another (für einander dargestellt), i.e.:
10 pounds of tea = 20 yards of linen
and
40 pounds of coffee = 20 yards of linen
Therefore
10 pounds of tea = 40 pounds of coffee.
Or in 1 pound of coffee there hides only a quarter as much of the substance of value, labour, as in 1 pound of tea.
§2. The changed shape of the equivalent-form
The particular equivalent-form is now developed further to the general equivalent-form; or the commodity in equivalent-form is now general equivalent. By counting as the form of value of all other commodities the natural form of the body of the commodity linen is the form of its property of counting equally (Gleichgültigkeit) or immediate exchangeability with all elements of the world of commodities. Its natural form is therefore at the same time its general social form.
For all other commodities, although they are products of the most different sorts of labour, the linen counts as the form of appearance of the labours contained in them, hence as the embodiment of homogenous undifferentiated human labour. Weaving – this particular concrete type of labour – counts now by virtue of the value-relation of the world of commodities to linen as the general and immediately exhaustive form of realisation of abstract human labour, i.e. of the expenditure of human labour-power as such.
For precisely this reason the private labour contained in linen also counts as labour which is immediately in general social form or in the form of equality with all other labours. If a commodity thus possesses the general equivalent-form or functions as general equivalent, its natural or bodily form counts as the visible incarnation, the general social chrysalis of all human labour.
§3. Corresponding development (Gleichmässiges Entwicklungverhältnis) between relative value-form and equivalent-form
To the degree of development of the relative value-form there corresponds the degree of development of the equivalent-form. But – and this is to be noted carefully – the development of the equivalent-form is only the expression and result of the development of the relative value-form. The initiative proceeds from the latter.
The simple relative value-form expresses the value of a commodity only in a single other type of commodity, no matter in which. The commodity thus only acquires value-form in distinction from its own use-value form or natural form. Its equivalent also acquires only the singular equivalent-form. The expanded relative value-form expresses the value of a commodity in all other commodities. Hence the latter acquire the form of many particular equivalents or particular equivalent-form. Finally, the world of commodities gives itself a unified, general, relative value-form, by excluding from itself one single type of commodity in which all other commodities express their value in common. Thereby the excluded commodity becomes general equivalent or the equivalent-form becomes the general equivalent-form.
§4.Development of the polarity of relative value-form and equivalent-form
The polar opposition or the inseparable interconnection (Zusammengehörigkeit) and at the same time constant exclusion of relative value-form and equivalent-form implies:
1. that a commodity cannot be in one form without another commodity being in the opposite form; and
2. that as soon as a commodity is in the one form it cannot at the same time, within the same expression of value, be in the other form.
Now this polar opposition of the two moments (Momente) of the expression of value develops and hardens (entwickelt und verhärtet sich) in the same measure as the value-form as such is developed or built up (ausgebildet).
In form I the two forms already exclude one another, but only formally (formell). According to whether the same equation is read forwards or backwards, each of the two commodities in the extreme positions (Warenextreme) like linen and coat, are similarly now in the relative value-form, now in the equivalent. At this point it still takes some effort to hold fast to the polar opposition.
In form II only one type of commodity at a time can totally expand its relative value, i.e. it itself possesses expanded relative value-form only because and insofar as all other commodities are in the equivalent-form with regard to it.
Finally, in form III the world of commodities possesses general social relative value-form only because and insofar as all the commodities belonging to it are excluded from the equivalent-form or the form of immediate exchangeability. Conversely, the commodity which is in the general equivalent form or figures as general equivalent is excluded from the unified and hence general relative value-form of the world of commodities. If the linen – i.e. any commodity in general equivalent-form – were also to participate at the same time in the general relative value-form, then it would have had to have been related to itself as equivalent. We then obtain:
20 yards of linen = 20 yards of linen
a tautology in which neither value nor magnitude of value is expressed. In order to express the relative value of the general equivalent, we must reverse form III. It does not possess any relative value-form in common with other commodities; rather, its value expresses itself relatively in the endless series of the bodies of all other commodities. Thus the expanded relative value-form or form II now appears as the specific relative value-form of the commodity which plays the role of the general equivalent.
§5. Transition from the general value-form to the money-form
The general equivalent-form is a form of value as such. It can therefore pertain to any commodity, but always only by exclusion from all other commodities.
However the mere distinction in form between form II and form III already points to something peculiar, which does not distinguish forms I and II. This is that in the expanded value-form (form II) one commodity excludes all the others in order to express its own value in them. This exclusion can be a purely subjective process, for example a process traced out by the possessor of linen (z.B ein Prozess des Leinwandbesitzers) who assesses the value of his own commodity in many other commodities. As opposed to this a commodity is in general equivalent-form (form III) only because and insofar as it itself is excluded as equivalent by all other commodities. The exclusion is here an objective (objektiver) process independent of the excluded commodity. Hence in the historical development of the value-form the general equivalent-form may pertain now to this now to that commodity in turn. But a commodity never functions in fact (wirklich) as general equivalent except insofar as its exclusion and hence its equivalent-form is a result of an objective social process.
The general value-form is the developed value-form and hence the developed commodity-form. The materially quite different products of labour cannot possess the finished commodity-form, and hence also cannot function in the process of exchange as a commodity, without being represented as expressions in the form of things (dingliche Ausdrüche) of the same equal human labour. That means that in order to acquire the finished commodity-form they must acquire the unified general relative value-form. But they can only acquire this unified relative value-form by excluding from its own series a definite type of commodity as general equivalent. And it is only from the moment when this exclusion is definitely limited to a specific type of commodity that the unified relative value-form has won objective stability and general social validity.
Now the specific type of commodity with whose natural form the equivalent form coalesces (verwächst) socially becomes the money-commodity or functions as money. It specific social function and hence its social monopoly becomes the playing of the role of general equivalent within the world of commodities. A definite commodity, gold, has historically conquered this privileged place amongst the commodities which figure in form II as particular equivalents of linen and in form III express commonly (gemeinsam ausdrücken) their relative value in linen. Hence, if we put in form III the commodity gold in the place of the commodity linen, we obtain:
IV. The Money-form
| 20 yards of linen | = ) | |
| 1 coat | = ) | |
| 10 pounds of tea | = ) | |
| 40 pounds of coffee | = ) | |
| 1 quarter of wheat | = ) | 2 ounces of gold |
| ½ ton of iron | = ) | |
| x commodity A | = ) | |
| etc., commodity | = ) |
§1. Difference between the transition from the general value-form to the money-form and the earlier developmental transitions
Essential changes occur at the transition from form I to form II and from form II to form III. As opposed to this, form IV is distinguished from form III by nothing except the fact that now gold instead of linen possesses the general equivalent-form. Gold remains in form IV what linen was in form III – general equivalent. The progress consists only in the fact that the form of immediate general exchangeability or the general equivalent-form has now, by virtue of social custom, definitely coalesced with the specific natural form of the body of the commodity gold. Gold confronts the other commodities as money only because it already confronted them before as a commodity. Like all other commodities it also functions as equivalent, either as singular equivalent in isolated acts of exchange, or as particular equivalent beside other commodity-equivalents. Little by little it functioned in narrower or wider circles as general equivalent. Once it has conquered the monopoly of this position in the expression of value of the world of commodities it becomes the money-commodity (wird es Geldware), and from the moment when it has already become the money-commodity, form IV distinguishes itself from form III, or the general form of value is transformed into the money-form.
§2. Transformation (Verwandlung) of the general relative value-form into the price-form
The simple relative expression of value of a commodity, e.g. linen, in the commodity which is already functioning as the money-commodity, for example gold, is the price-form. The price-form of linen is hence:
20 yards of linen = 2 ounces of gold
or, when 2 Pounds Sterling is the currency name for 2 ounces of gold,
20 yards of linen = 2 Pounds Sterling
§3. The simple commodity-form is the secret of the money-form
We see that the money-form proper offers in itself no difficulty at all. Once we have seen through the general equivalent-form it does not require the least brain-fag to understand that this equivalent-form fastens on to (festhaftet) a specific type of commodity like gold, and still less insofar as the general equivalent-form in its very nature requires the social exclusion of a definite commodity by all other commodities. It is now only a matter of this exclusion winning an objectively (objektiv) social consistency and general validity, and hence does not concern different commodities in turn nor possesses a merely local reach (Tragweite) in only particular areas of the world of commodities. The difficulty in the concept of the money-form is limited to comprehending the general equivalent-form as such, form III. However, form III in turn (rückbezüglich) resolves itself into form II, and the constitutive element of form II is form I:
20 yards of linen = 1 coat
or
x commodity A = y commodity B.
Now if we know what use-value and exchange-value are, then we find out that this form I is the simplest, most undeveloped manner of representing any product of labour, like linen for example, as a commodity, i.e. as a unity of the opposites use-value and exchange-value. At the same time we easily find the series of metamorphoses which the simplest commodity-form
20 yards of linen = 1 coat
must run through in order to win its finished shape
20 yards of linen = 2 Pounds Sterling
i.e. the money-form.
Notes
1. There is an English translation of the first edition version of chapter 1, by Axel Davidson (Marx 1972).
2. The appendix is on pages 764-84 of the first edition of Das Kapital (Marx, 1867). This was reprinted in Marx and Engels (1955) pp.262-88, which is the text we have used for this translation. [d] The Dragstedt translation omits lines from pp.262, 264, 274 and 279ff of Marx’s text. Cf. Albert Dragstedt’s version, pp.49, 51, 57, 63.
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