Friday, July 17, 2009

La y el MILITANTE en México

En una estructura determinada de la economía social”, la y el militante en México tratan de orientar, con base en una educación política para este siglo XXI, la UNIDAD DE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA.

Lenin toma de Marx, toda su crítica económico-política en la educación de masas que se logró en esa primera experiencia revolucionaria. Para resignificar a las clases sociales, en donde Marx aclara… “la posición que ocupan entre sí estos diferentes sectores se halla condicionada por el modo de explotar el trabajo agrícola, industrial y comercial (patriarcalismo, esclavitud, estamentos, clases). Y las mismas relaciones se muestran, al desarrollarse el comercio, en las relaciones entre diferentes naciones…Las diferentes fases de desarrollo de la división del trabajo son otras tantas formas distintas de la propiedad: o, dicho en otros términos, cada etapa de división del trabajo determina también las relaciones de los individuos entre sí, en lo tocante al material, el instrumento y el producto del trabajo”.

En el carácter pedagógico-educativo, se tienen que precisar las condiciones de vida materiales del México actual en el contexto de la lucha de clases y de la necesidad de una educación política militante propia del proletariado:


Esta información está registrada en el noticiero de Radio Educación de México, el 16de diciembre del 2005; la tendencia de esta situación para los próximos años, es que la crisis económico-política y sociocultural se agravará; por ejemplo, sobre los 5 millones de jóvenes que existen en México actualmente, son 300,000 los que no ‘hacen nada productivo’ debido a esta contradicción irresoluble entre el capital y el trabajo, de lo que tiene que tener consciencia de clase proletaria el y la militante.

El capitalista se sonríe, dice Marx, porque todo esto lo tiene sin cuidado, él sabe muy bien lo que hace.

¿Y qué hace? Compra la fuerza de trabajo del obrero por su valor de cambio, es decir, le paga su costo de conservación y así, pagando el económico costo de un día de subsistencia del obrero, el capitalista tiene derecho a utilizar, durante una jornada entera, la fuerza de trabajo que ha comprado. El quid de la cuestión está en que la fuerza de trabajo es la única "mercancía" que, en su uso, engendra valor de cambio, y mucho más valor del que ella misma posee. La diferencia de valor entre el valor de cambio generado por la fuerza de trabajo y el valor de cambio de la fuerza de trabajo, es lo que Marx ha denominado plusvalía. La sonrisa del capitalista -más fácilmente descifrable que la de La Gioconda- se debe a que él sabe que se queda con todo este plus de trabajo del obrero sin infringir en lo más mínimo las leyes del cambio de la mercancía, es decir, sin que nadie suponga ningún atropello cometido contra aquél que le ha vendido su fuerza de trabajo a cambio del dinero necesario para perpetuar su subsistencia.

Según índices de pobreza, de ingreso y de gastos reportados por Sergio de la Vega, catedrático de la UAM-X; explica que se entiende como pobreza extrema la relacionada con la carencia de alimentación, y pobreza moderada la referida a: 1) Capacidades (educación, salud) y 2) Patrimonial (vivienda, vestido y transporte).

Lo interesante a destacar bajo esta concepción de pobreza es que la oligarquía financiera, que es la expresión más acabada de la burguesía junto con su séquito de funcionarios, sólo ven en sus programas de rescate reformista, a la persona en su comportamiento existencial, pero no ven el contexto de las condiciones de vida materiales, ni tampoco ven el proceso completo con base en una consciencia para sí de organización revolucionaria para luchar por en las filas de la militancia revolucionaria, por: salarios, redistribución del ingreso, la falta de empleo, etc., y sí en cambio se mandatan disposiciones sin un juicio claro de totalidad política concreta sino anárquica, por ejemplo se retirarán los denominados vagoneros del metro, y se reeinstalarán como cooperativistas a escala comercial, pero será el gobierno estatal quien administrará ahora su negocio en conjunto con los industriales, ¡vaya salida!

Al respecto como resultado de este poder política unilateral impuesto por el Estado mexicano en el contexto de la lucha de clases, se pueden referir los siguientes datos:

1. Regreso de 1 millón de migrantes nacionales en masa por el desempleo en Estados Unidos.
2. El panorama sin estrategia gubernamental contra el narcotráfico y el crimen organizado, maquinado por policías en tránsfuga del ejército mexicano y comprados ahora por los narcos.
3. La desconfianza institucional con las reformas globales del poder ejecutivo-legislativo, como en PEMEX, la ley del ISSSTE o la ACE, las cuales siguen incompletas y pueden ser regresivas dada la victoria política del movimiento social.
4. Auge del PRI por la crisis económica, en donde hay un estancamiento del PAN y la caída del PRD.
5. Se espera un nulo crecimiento para 2009, donde México ocupará el último lugar en la OCDE.
6. Existe un descreimiento, desencanto y pesimismo de la población, porque no hay perspectivas de mejorar, sino por el contrario se agudizará el desempleo, la carestía de la vida, en un alza de precios de la canasta básica (arroz subió 62%, aceite 50%, huevo 27%, pan de caja 20%, harina 26%, pastas 4%, pollo 5% y leche 6.7%).
7. Existe un grave problema nacional, que es la dependencia alimentaria en un contexto de salarios de hambre.
8. Los campesinos paradójicamente se ocupan en la siembra, renta o venta de enervantes, después de toda la tradición agrícola desde la raíz cultural de origen.
9. Se intenta imponer el transporte escolar obligatorio, con lo cual se afectará el bolsillo de padres de familia.
10. En síntesis el régimen anárquico, violento y degradante se generalizará por el Capitalismo de Estado con el Plan Puebla Panamá, apoyado militarmente en la Iniciativa Mérida, para conformar un corredor maquilador perfilándose en la formación formal de varios ámbitos educativos, el carácter del nuevo esclavo moderno, para que se ponga a los pies del empresariato trasnacional, nacional y local, quien está en contubernio franco con la oligarquía financiera, que es la expresión más acabada de la burguesía nacional e imperialista actualmente, que es necesario históricamente derrocar.

Este panorama del contexto educativo, es el que obliga a pensar en la NECESIDAD de una formación política-pedagógica militante sistemática con sensibilidad revolucionaria (porque la necesidad de clase, es el fundamento de la libertad proletaria), que reconozca y se sume en la defensa de la lucha de clases vigente, frente a la desprotección que provoca en el proceso educativo de aprehendizaje, la propia enajenación del proletariado y la acumulación del capital; como ejemplos vitales de ello, están la competitividad y la violencia radical, que pasan con carta de naturalización en el contexto desgarrador que impone el Capitalismo de Estado, a través de todas sus relaciones y comportamientos de ABUSO DE PODER POLÍTICO.

Porque el poder político, entendido como DEFENSA VITAL DE LOS DERECHOS HUMANOS de forma legítima y legal por parte del pueblo trabajador, abarca en la lucha de clases al espacio económico, al social, al cultural y al educativo; dado que el acto de defensa de derechos humanos alza la voz individualcolectiva (Cantón) en esta lucha social en las distintas etapas de desarrollo del sujeto histórico, tanto cognitivas, de experiencia e intuición vividas, y así abarca a todas estas expresiones de la historicidad social consciente del hacerse humano a través de las distintas épocas de humanización civilizadas; en cambio la sociedad por sí misma no explica al acto político, ni la producción económica en sí, ni tampoco la expresión cultural o la educativa, lo hacen; pero el sentido político educativo, sí explica a cada uno porque ahí el acto de PODER POLÍTICO que se gesta, desarrolla, madura y muere, pero sólo en la propia muerte física del sujeto, pero no en su ideario político pedagógico, ese está implícito en el sujeto histórico-educativo, desde que éste tiene consciencia en sí, de sí y para sí, es decir para defender las necesidades e intereses de su clase proletaria que no muere porque merece vivir en los procesos de emancipación social, dado este sentido por consciencia histórico-social asumida en la lucha de clases.

“…su tendencia a aproximarse a los campesinos y la clase obrera, llevan al magisterio a comprender mejor esta perspectiva de combate de clase, se requiere que conduzcamos todas las fuerzas a que ello sea patente, en el conjunto del sector. Debemos superar las concepciones que le impiden colocarse como un bastión importante de la movilización y lo conducen a los supuestos del aporte educativo y cultural como vía de liberación fundamental, haciendo de lado el problema del poder y la propiedad de los medios de producción”.

Por último se fija la referencia, de que este abuso de poder político sucede, debido a que la clase trabajadora por el grado de enajenación desarrollado, no PUEDE aún reconocer la dialéctica de su propia identidad de clase y la capacidad del PODER POLÍTICO que tiene como tal; ubicándose en el contexto de la lucha de clases desde una conciencia en sí, de sí a otra para sí con un contenido histórico revolucionario del militante en México; pues el y la trabajadora colocan su existencia reproductora en la NEGACIÓN DE SÍ MISMOS, sin valorar su poder político real, porque éstos están borrado del mapa, según la hegemonía del abuso de poder político burgués, quien no los reconoce como trabajadores proletarios; y tristemente la cultura proletaria REAFIRMA este proceso perverso, en el despliegue de la historicidad social proletaria, que cada vez más en las condiciones objetivas y subjetivas, actuales, los lleva a tener que luchar en un Frente Único contra el régimen.
El Frente Unitario de los Trabajadores (FUT), consigna del movimiento social en las organizaciones políticas en México, se plantea como una alternativa de organización político-sindical de los trabajadores, constituido con diversas tradiciones de lucha y organización que se coincide, en que no se encuentran representados los intereses de la clase trabajadora en la diversas centrales, federaciones o confederaciones sindicales existentes, ni en los partidos políticos burgueses con registro (PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, Convergencia, PANAL, con estructuras de Partido Socialdemócrata), ni en las alternativas de supuesta unidad copadas por direcciones reformistas, oportunistas, charras o neocharras, que han maniatado a la clase trabajadora en su lucha contra el capital. Y que no han permitido la construcción de su organización independiente y clasista, hoy tarea urgente, de vida o muerte para los trabajador@s, porque sólo ést@s en su lucha organizada profesionalmente podrán emanciparse, nadie más lo hará por ellos y ellas, con base en un poder político militante hasta alcanzar construir el socialismo y el devenir del comunismo internacional.

Por tanto es indispensable ser conscientes de que en la indefensión ideológico-política de las luchas aisladas, resulta que el AMO moderno, lo es, porque el ESCLAVO así lo acepta; y en esta falta de claridad y definición de su carácter de clase, el proletariado se convierte en el esclavo del amo, porque se asume realmente como el esclavo moderno del capitalista, para servirle a la estructura empresarial explotadora, en una condición del subjetivismo humano , que es necesario cuidar con la educación política de acuerdo a los intereses del proletariado.

Por eso, “el debate sobre los problemas económicos del capitalismo, muy en especial sobre las crisis, se está presentando con persistencia en distintos escenarios, más como todo aspecto de discusión, una buena parte de lo que se dice se sustenta bajo premisas e intereses de clase. Como era de prever, no sólo el debate de las cuestiones subyacentes a la crisis manifiesta tendencias de clase, sino, las propuestas de solución, la concepción sobre lo que debe venir, en torno a qué posiciones debe alinearse”.
Con base en esta visión de Pedagogía Crítica, resignificada aquí como pedagogía del poder político y lucha de clases, es necesario identificar a la multiciplicidad de tejidos culturales que confunden al sujeto histórico proletarizado en su época militante y revolucionaria.

Porque ninguna de las formas de conciencia del sujeto, ahí constituidas en un largo proceso de transformación del ser humano, se pierden; sino que por el contrario, al igual que cualquier otra expresión del mundo real, se sintetizan en cada momento y movimiento, cuando ya ha sido constituida con valores, principios y virtudes esta forma de consciencia como un todo inescindible, lo cual sucede en cada ACTO CONCRETO del sujeto, que da cuenta de su ser ahí, como condensación conjunta de su realidad concreta en su expresión de devenir en poder político, se recomienda solamente que tenga un sentido pedagógico, es decir con un cultivo y cuidado educativo.

Es decir que, en cada época del sujeto educativo de acuerdo a su madurez y al desarrollo de conciencia individualcolectiva (Cantón) alcanzado, estará presente su conciencia en sí simple; su conciencia de sí existencial y su consciencia para sí revolucionaria, para organizarse políticamente en la unidad proletaria, por la defensa de sus DERECHOS HUMANOS más radicales, y en contra de la propiedad privada capitalista, que niega a la clase trabajadora, al no reconocer su necesidad humana, en la DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA de lo que esta clase despojada de sus medios e instrumentos de trabajo, ha producido históricamente.

“De esta panorámica se vislumbra una de las grandes redes tendidas por el sistema para sojuzgar, manipular y maniatar al magisterio, esgrimida para escamotear los aportes de la lucha magisterial, a la vez que adoctrinar a las mayorías en la pasividad académica. Pero también encubre la trampa de alejar al magisterio del pueblo trabajador en los términos de que el oficio es punto y aparte en relación con los problemas sociales, que la sociedad no tiene una clase social revolucionaria que deba tomar la bandera socialista, puesto que se adolece de educación, y pare de contar, cuento sobre cuento. Los maestros y las maestras saben hasta dónde extiende sus hijos esta urdimbre patentada en la escuela burguesa”.
Teniendo claridad sobre el tránsito matizado en la constitución de la consciencia del sujeto revolucionario, valorado como una tarea pedagógico-educativa, para repensar la formación política-pedagógica militante, y lograr con ello derrocar a la propiedad privada de medios de producción. De manera que “las leyes generales del país en constante actualización respecto de la tendencia fascista, son un apoyo de gran magnitud para establecer legalmente buena parte de sus sistemas represivos y de control aplicados con la misma lógica lo mismo para detener jóvenes por el simple hecho de reunirse en la calle, como a contingentes populares por defender la escuela, la tierra, el empleo, la libertad de los presos políticos, etc. <…> La ley burguesa no admite retardos en estos casos, aunque la legalidad se aplica a las circunstancias y por tanto permanece rezagada respecto de los hechos concretos de mayor violencia”.

La consciencia para sí, da cuenta histórica del despliegue de la explotación y del sometimiento en el abuso de poder político, en contra del trabajador directo despojado éste de todos sus bienes, para colocarlo como el esclavo moderno, sin ninguna perspectiva de vida humanizada; en este sentido es importante reeducarse en contextos realistas, en la resignificación de la educación de masas militante, que permita enaltecer el espíritu de dignidad proletaria, como una sola voz en protesta para normar en principio, los derechos humanos más elementales y romper con los roles preestablecidos entre el amo y el esclavo, asumiendo una postura de clase proletaria, que dé cuenta de otra historicidad social en esta época de decadencia imperialista, entendiendo al sujeto histórico, como una totalidad política concreta en la lucha de clases; es decir, en la lucha de clases que transita de una conciencia en sí y de sí, a otro momento de la existencia humana más abarcativa de una conciencia en sí, de sí al para sí, como síntomas del malestar consciente, para potenciar valores y virtudes de integridad física, moral e intelectual, como hitos de la historia; no como entelequias de frases huecas, sino en programas y estrategias concretas de lucha, en contra del régimen de explotación con una consciencia para sí firme y decidida para la lucha revolucionaria, en la construcción transitoria del Estado socialista, que posibilite la experiencia de una sociedad filosófico-política comunista, por ser una tarea pedagógica, que sólo con el ejemplo en los procesos de aprehendizaje, se logrará para este siglo XXI, echando mano de las didácticas más creativas y sensibles en el proceso de humanización o educativo, conforme a valores militantes de emancipación social que derroque la propiedad privada de la cultura burguesa, en su expresión más acabada que es la oligarquía financiera local, nacional o internacional, en donde el imperialismo ya no tiene fronteras.

Thursday, July 9, 2009

DERECHOS HUMANOS DEL PROLETARIADO

La necesidad de expresión política, o lo que es lo mismo de defensa de los derechos humanos de la clase proletaria, se sostiene en las tesis marxistas, a través de la siguiente denuncia: detrás de toda imagen divina realmente, se oculta, la protección hegemónica de la propiedad privada de medios de producción en un sinfín de formas matizadas y transmitidas en símbolos e imágenes culturales de la clase dominante desde una figura abstracta e infinita del universo, en donde las explicaciones a falta de racionalidad sensible, terminan en la ideología enajenada de la cultura burguesa dogmática, con un valor “sagrado en el poder político” que esconde su esencia cultural de crimen y VIOLENCIA radical, o en analogía la ideología burguesa enajenante o alienante de las capas aristocratizadas en el sistema de la defensa de ROLES impuesto por el privilegio, que otorgan las canonjías de poder institucional o parlamentario, con ello se ayuda a reproducir y ayudan a mantener disimuladamente a través de los roles, sin ser explícitos, es decir CONSCIENTES por el sujeto educativo en ese mosaico multicultural burgués, de acuerdo con la lógica de explotación entre el amo y el esclavo, en un COMPORTAMIENTO ALIENADO, o ABIERTAMENTE ENAJENADO que introyecta hegemónicamente la cultura religiosa, teórica, empírica y artística de la ideología dominante.

En este sentido “la teoría leninista, que indica el camino para que la revolución triunfe en todas partes, pone al descubierto la falsedad de las teorías contrarrevolucionarias revisionistas de la transición pacífica al socialismo, a través de la vía parlamentaria, sin destruir el aparato estatal burgués, sino, incluso, según ellos, utilizándolo para realizar transformaciones socialistas pacíficas, sin tener necesidad de la dirección del proletariado y de su partido de vanguardia, ni tampoco de la dictadura del proletariado.”

Así es posible mencionar contradicciones visibles, que provoca realmente la relación desigual entre el capital y el trabajo en el despliegue de su historicidad, como son las contradicciones de género o de raza, este comportamiento se está viendo transformado, en su tamiz indígena; o en las pugnas interétnicas o en la lucha por tierras, por plazas entre los maestr@s, por las “cuotas de recuperación” en el pago de colegiaturas universitarias o de diversos programas de estudio, por problemas religiosos o del charrismo sindical en México, dados estos comportamientos como ejemplos cotidianos, que tendrán que superarse con programas educativos políticos para el presente siglo, en la necesidad de UNIR a la clase proletaria, con base en valores ético-morales fundados en otra sensibilidad racional socialista que engendre principios de comunalidad.

Es necesario referir también, que en la existencia real del despliegue de explotación en la historicidad humana a través de sus roles superfluos de comportamiento social, lo que generan todas estas contradicciones secundarias de la lucha de clases, radica en la contradicción de clase fundamental, entre el capital y el trabajo; y así seguirá siendo hasta que el sujeto histórico PUEDA superarse por medio de la UNIDAD con un solo punto en común, avanzar en un proyecto contrahegemónico al capital. Porque lo que realmente provoca y reproduce la violencia y el conflicto, sustentados en la envidia, en la rapiña y en el egoísmo, se impone a través de programas del imperialismo como son el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), el Plan Puebla Panamá (PPP), también denominado por la cultura empresarial hoy día, Proyecto Mesoamericano, apoyado por la militarización represiva que se despliega para México con la denominada Iniciativa Mérida, encargados estos aparatos capitalistas de Estado, de la explotación y de la represión, para desplegar todo un cordón de empresas maquiladoras, y así contratar al trabajador en condición de nuevo esclavo moderno al servicio del imperio empresarial de la oligarquía financiera usurera y avara; y es a partir de estas iniciativas de la burguesía y de dicha oligarquía financiera, que se explican las reformas estructurales como la nueva Ley del ISSSTE, la Ley Federal del Trabajo, la Ley de reformas educativas a todo el sistema nacional, entre otras más, en el contexto de la lucha de clases; las cuales se van mistificando en calidad de ROLES naturalizados y “encabezados” por un mecías, un líder sindical charro, un guía religioso o un caudillo parlamentario, que haga en el imaginario simbólico del sujeto educativo, todo lo que “yo” no puedo hacer solito, como si fuera hecho por una barita mágica; porque en la sobrevivencia individualista de los roles funcionalizados, ni siquiera se reconoce la existencia de la lucha de clases en México y menos la organización política de la clase trabajadora y progresista, convirtiéndose el sujeto histórico en sí y de sí en un simple alebrije a imagen y semejanza de su “inmediato superior” en las relaciones abusivas de jerarquía de poder prepotentes, que encubre la “buena educación en modales del doble discurso cómodo y alienado al sistema de explotación, cumpliendo muy bien su rol funcionalista desde las necesidades de la estructura de la empresa capitalista”.

Así se ve que, en este lugar de historicidad social del imperialismo de libre competencia desde la POLÍTICA COLONIAL, más innovadora y a la vez tradicional con el Tratado de Libre Comercio (TLC) de fines y principios del nuevo siglo XXI en su formación intencionada de roles, realmente el imperio estadounidense domina el aprehendizaje de México en interdependencias en acumulación imperialista concreta, como un proyecto hegemónico en todos sus niveles educativos e imposición de la cultura burguesa: desde el ala religiosa de la ultraderecha, los cuales pueden diferenciarse por sus matices familiares y de parentesco, por sus creencias religiosos, por sus formas de organización política y parlamentaria, por sus gustos artísticos y escolares, por sus valores ético-morales, por sus tradiciones y costumbres, y principalmente por la ganancia que reciben en el proceso de mercantilización de la PROPIEDAD PRIVADA DE MEDIOS DE PRODUCCIÓN, como son por ejemplo, los medios de comunicación de masas ‘privatizados’.

Precisando entonces se puede valorar los rasgos de la cultura burguesa, en el sentido de cómo la lucha de clases es un proceso entre naciones del imperio, y entre su burguesía y clase proletaria, es decir entre poseedores y desposeídos de medios de producción, ese es el principal ROL NATURALIZADO desde las entrañas de la dialéctica entre el amo y el esclavo, que avanza en la estructura mental de los intelectuales académicos, magisteriales, sindicales o de igual modo empresariales. Resaltando la lógica de que el gobierno calderonista está vendiendo a México y al pueblo trabajador en relación con la política estatal de Estados Unidos, como si fuera “su” negocio particular, al servicio del amo, y a espaldas de todos sus esclavos sometidos, a saber, el pueblo mexicano.

En el contexto histórico de los simples roles entre la cultura dominante y la cultura sometida, se puede apreciar cómo se sigue exacerbando en esta nueva fase de desarrollo productivo, la tendencia a la dominación de la PROPIEDAD PRIVADA DE MEDIOS DE PRODUCCIÓN -que no es más que la acumulación de trabajo- en el contexto de decadencia en su última fase de vida capitalista; la tarea político pedagógica en la abierta y decidida lucha de clases, es enfrentar y acelerar esa muerte, para desarrollar las condiciones económico-políticas y socioculturales en la construcción social de la revolución socialista con principios y valores políticos bien definidos entre los sujetos históricos, ahí organizados en proyectos de clase, así como los no organizados políticamente también, en sus referentes subjetivas y objetivas del sujeto educativo.

Porque EN LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS a favor de la libertad y de la felicidad -que es para lo que nació el sujeto histórico-educativo-creativo, todo este despliegue de la historicidad de “su época (su espacio y su tiempo que ocupa su cuerpo), tiene un CARÁCTER POLÍTICO DE CLASE que no es reconocido por la cultura burguesa; pues está sustentado en la calidad humana concreta, es decir política en la defensa de las condiciones de vida y de trabajo en la transformación de la naturaleza en cultura humanizada; que implica la unidad con la clase trabajadora en un Frente Único en contra del régimen de explotación, así lo propone como consigna el movimiento social en México, aunque aún faltan construirse tales condiciones subjetivas que lo posibiliten en la educación político-pedagógica, porque POLÍTICOS SON TODOS LOS SUJETOS EDUCATIVOS desde sus primeros años de infancia, aunque ideológicamente la hegemonía en el poder la nombre como "la clase política", para referirse exclusivamente al grupo parlamentario del capital o a quienes deciden y gobiernan la economía en el contexto del imperialismo en México; por tales razones sólo falta una educación de masas que lo potencie en la teoría activa del proceso de la lucha de clases, o de humanización, para el presente siglo XXI y lo haga explícito en la resignificación de contenidos educativos; en donde la única reconciliación entre burguesía y proletariado, consiste en la socialización de la propiedad privada de medios de producción y en que todo ser humano trabaje con un sentido colectivo y de comunalidad, para ello es necesario construir nuevos principios y leyes desde la base trabajadora, definidas éstas en Asambleas participativas que se van aprehendiendo en el ejercicio de hacerlo, lo que exige un trabajo sostenido a largo plazo, no es con base a roles funcionarizados en el individualismo institucional, que se logra de una vez y para siempre desde el imaginario simbólico del sujeto alienado al sistema de explotación; sino que es necesario romper las inercias, las desconfianzas, el aislamiento y el mimetismo enajenante de los ROLES superfluos de comportamiento funcionarizado, e inculcado en la cultura de acumulación y centralización de capital institucional a espaldas de la clase proletaria, lo cual sucede por falta de identidad revolucionaria, compartiendo experiencias y conocimientos en las convocatorias y en los debates permanentes y sostenidos entre posturas, corrientes y fracciones diferenciadas de la clase trabajadora, susceptibles de malos entendidos en sí, de sí al para sí, en donde no existen los “absolutos, ni el comportamiento cerrado entre los iguales de la misma clase proletaria”. En este sentido “la teoría de la organización comienza a reclamarnos otros esfuerzos:

a) En primer lugar el de la superación de la tendencia monográfica sobre la lucha de clases en el país, que termina en generalizaciones demasiado simples, la incomprensión del conjunto de problemas en su interior y su conjunción.

b) También se busca superar la forma tradicional de abstracción propensa a acomodar salidas por anticipo antes que reconocer las problemáticas.

c) Un caso más está en el error de ciertas teorizaciones sin metodología, enfocadas a cuestionar al régimen lográndolo en buena medida, pero menospreciando la cuestión orgánica de masas como base de su educación y combate, elemento nodal de las tareas revolucionarias o democráticas que ya son terreno común” . Se tiene que reconstituir por tanto, la nobleza de la cultura proletaria, en una política integral humanizada, aprovechando el esfuerzo de su producción histórica: tecnología, informática, cibernética, ciencia, arte y humanismo, que es trabajo acumulado de la clase trabajadora históricamente, es decir hoy nombrada proletaria, en un proceso educativo de masas amplio.

Por ello, la defensa de los derechos humanos, o asunción POLÍTICA PROLETARIA, tiende a impulsarse con NUEVAS CONSTITUCIONES, como está sucediendo en Sudamérica, es una tendencia posible, para alcanzar la libertad del ser humano explotado, pero no sólo con el doble discurso pequeñoburgués de la socialdemocracia, sino como lo propone la pedagogía a resignificarse en Marx, Engels, Lenin, Gramsci, Freire, Mc’Laren o Giroux, entre otros muchos más teóricos marxistas militantes revolucionarios; es decir, la crítica de estas teorías se ha dejado de lado en el proceso de formación de valores políticos, y así esta relación de explotación injusta, no ha sido explicada de forma ordenada y rigurosa, como algo generalizado en la organización contrahegemónica de masas, en el proceso de aprehendizaje por medio del ejemplo, como lo promueve el espíritu y la defensa del artículo 3º. Constitucional en México.

Desde dicho contexto histórico en sí y de sí de la educación pública y gratuita que refiere el artículo 3º. constitucional en México con calidad solamente existencial, se valora que ya no significa en sí nada en el contexto de la lucha de clases y la defensa de los derechos humanos fundamentales; lo importante a tomar en cuenta es que el impulso de nuevas constituciones, no es trascendente, si no está ahí el movimiento social organizado políticamente, impulsando las definiciones del presente-pasado por venir; porque hoy la Constitución de 1917, ya es letra muerta en la hegemonía del poder burgués fundado ya nada más en roles de culpa y de castigo REFORMISTAS y convencionales; en ese comportamiento que es sumamente violento en la historicidad de la sociedad mexicana, dicha realidad social es el escenario político más expresivo de la lucha de clases y de los roles funcionales que están insertos en la reproducción de la cultura burguesa enajenante, que enfrentan las posiciones políticas del proletariado organizado, que no se tratan como reinterpretaciones explícitas, y no soterradas ideológicamente por la ideología burguesa.

Por tanto, en la representación de roles, se ha comprendido a la política, exclusivamente en el abuso de poder político del modelo hegemónico: “En todas las relaciones de la vida encontraréis esta misteriosa armonía. ¿Cree la ciencia de los antiguos en la desigualdad humana? Pues la política engendrará la esclavitud, y la esclavitud, que es un gran error social, engendrará el menosprecio del trabajo, un gran error económico”.