Friday, July 8, 2016

¿QUÉ ES LO NUESTRO?. Sandra Cantoral U.


Consideremos a la poesía como el proceso creativo que acrecienta la sensibilidad artística, vibrando el espíritu y produciendo lo que más ama, la vida, que es la conciencia que se tiene de ella. Conciencia que se traduce en acción; esta es la poesía.
                                             Fausto Trejo

La importancia del reconocimiento.

Es indispensable una educación política comunitaria fundada en valores humanos a través de una sonrisa, entendiendo la participación de políticas públicas por medio del  diálogo de asamblea abierta y consensada en cada comunidad socio-cultural planetaria, igual de válido es el silencio creando las condiciones objetivas/subjetivas en la formación de valores que crecen con el ejemplo sensible; iniciemos desde nuestra pequeña calle-mundo, para que pueda haber justicia y derechos humanos con autonomía, autogestión y formas internas de gobernarnos entre los más, dentro de las pequeñas y las grandes comunidades internacionales, construyendo nuestra propia autonomía en múltiples reconocimientos de pertenencia unitaria que nutra día a día nuestros cuerpos solidarios -sabiendo bien que no existe modelo alguno, ni absolutos de forma inmediata, sino sólo nuestra propia utopía a realizar durante un proceso de vida/muerte- para enfrentar a todo tipo de relación perversa y enfermiza.

Es justo en la práctica concreta, en donde a pesar de ser tan distintos los seres humanos desde nuestros pensamientos sensibles,  es posible darnos cuenta de que a la vez somos lo mismo, sobrevivientes de este planeta, esa es la esencia de nuestra dialéctica  humana sintiente y/o necesitada de cariño y calidad humana, dado que este síntoma en potencia se encuentra en la epidermis de nuestra piel hermanada, todo es lograr abrir esas fibras humanas para que cada personaje sepa nombrar lo que necesita por sí mismo, y así incluirnos cada vez más y más en amplio, haciéndolo cada uno y a la vez todos y todas, o algunos al menos, e ir haciéndolo a través de las necesidades vitales y conscientes entre nuestras comunidades cotidianas, las cuales no tienen que ver precisamente con la inmediatez, sino con aquellas que nos identifican en la lucha social educativa planetaria, cual si fueran fuerzas centrífugas y centrípetas en una crítica al capitalismo internacional, relacionando la producción y la sociedad, para transformar nuestras actitudes con nuevas fibras humanizadas vinculantes de educación y cultura en términos de utopía.

Sabemos por tanto, que sigue pendiente en el acto de educarnos, el construir Otras instancias internacionales diversas, principalmente de derechos humanos constitucionales, con las que iremos abriendo camino al andar para que no volvamos a pisar los mismos errores -como dice esta sabia canción-; porque mucho ya se ha logrado en la lucha social, sin embargo no hay un balance concreto de cuánto nos falta en relación con el contexto de debacle por el calentamiento global; tendremos que descubrir por tanto ‘lo humano desde cada movimiento concreto’ de estas luchas históricas con justicia social, para continuar construyendo el cosmopolitismo popular, que aún está en ciernes en nuestro proceso educativo mexicano.

                                                                                  “Sembrando dignidad”.
                                                                                           (FPDT).

El sentido popular del mundo globalizado, si bien nos hace sentir fragmentados, también nos brinda la oportunidad de sabernos integrales, y colmados de dudas para volver a ser creativos, vitales, emotivos e imaginativos en términos científicamente humanos, es decir, en conjunto con las disciplinas artísticas que formen seres humanos en plenitud, al hacer algo de lo que te gusta, que nos gusta, es decir  estar en el contexto/texto/pretexto con calidad humana, a pesar de la circunstancia vivida, enfatizando a cada paso dado, en lo que Marx nos aclaró: No hay salario justo, porque la misma relación entre el trabajo y el capital es injusta.

Sin embargo tenemos  que enfrentar esa injusta realidad entre el imperio del capital y los lazos fraternos de humanidad humilde y sensible todos los días de nuestra vida-muerte, en una supervivencia de límite, entiéndase, en la negación del otro Yo, y de esa forma ambos nos negamos, lo que refuerza la alienación entre la ternura y el imperio del capital en este acto de educarnos para hacer valer el derecho al amor humano, que al parecer es lo único nuestro; habrá que reflexionar por tanto sobre esta dialéctica, atravesando  Otros conceptos, para lograr una posible superación en la toma de consciencia social y de decisiones vitales, en esta tan deseada  transformación liberadora de nuestra psiquie enferma.

Requerimos de Otra consciencia social, nosótrica, que sea creativa del proceso educativo de liberación, justo en el sentido de la educación de los sentimientos racionales, para afirmar la vida humana, poniéndonos en el lugar de los pobres hasta lograr hacer un análisis conscienzudo sobre la patología del Estado capitalista depredador; sin afirmar o negar  en sí nada, sino con un método abierto en evidencias documentadas y dialógicos, para poder dudar, y de ahí razonar sintiendo, ya que somos nosotros mismos con diversas sabidurías y formas de indignación en un cúmulo de pertenencias y de reconocimientos nosótricos, quienes decidamos molestarnos por la doble moral, pero igual  agradecer y/o reconocer a los que se ponen al servicio de los demás, ubicándolos entre el placer y la subversión de esa autonomía solidaria que va floreciendo en sus entrañas dialécticas de forma globalizada, algo muy complejo en la revoltura, porque el hartazgo de la indignación frente a tanta injusticia, sí se contagia.

Nos queda clara la necesidad de sentirnos productos y productores de nuestra cultura desde la era precolombina en nuestra naturaleza en donde las mayorías son líderes sociales, que no están esperando el llamado de sus divinidades artificiales, sino que han aprehendido de nuestras identidades reales, que tienen que ser protegidas: el planeta tierra en el universo,  junto al sol, la luna o los astros, que son la expresión más espiritual de la cultura mestiza porque nos dan vida y equilibrio en esta identidad de nuestra naturaleza cultivada, en una lucha contra el desperdicio de alimentos y la contaminación ambiental, procurando el disfrute consciente de los más, por lo que es necesario organizarnos en un gran cambio desde las estructuras cognitivas, afectivas y/o económico-sociales, en este reciclaje de nuestro propio trabajo para reconocernos en una nueva vida con creatividad politizada uniéndonos con las víctimas de otros continentes, lucha de resistencia y pugnando por el tiempo libre que nos permita meditar cómo liberarnos de egos, sino en un mundo terrestre de ternura, de quiénes aprehender más sobre esta actitud.

Nos preguntamos de aquello que es verdaderamente significativo en nuestras existencias para conocer el equilibrio que aún guardamos con las deidades, que aún siente el pueblo, al ser conocedor social de las diferencias históricas sin purezas, sólo como una posibilidad de raíz cultural y de unidad humana de esos espacios de vida-muerte en la entrega de  un conocimiento dialéctico hasta superar las enfermedades sociales, más graves en la ignorancia, la enfermedad, la degradación, el analfabetismo y la carencia,  por medio de una educación integral acuñada en la confianza, en la ternura y en la sonrisa, fundadas estas expresiones de capacidad humana que nos unifica en la solidaridad nuestra que  alivia, en un horizonte de valores lúdicamente humanos -mostrados con el ejemplo-, para enfrentar la fuerte incomunicación de arrogancias y de carencia de humildad, entre los jóvenes principalmente, por falta de conocimiento, experiencia e intuición sobre el monstruo de mil cabezas que es el imperio del capital, al irse ajustando las condiciones objetivas y subjetivas para un movimiento de unidad más profundo, quizá en Otra construcción socialista/comunitaria, sólo falta negar la lógica del capital imperialista.

Sin embargo entre los adultos puede ser usual la doble moral en la confusión de lo que es justo y lo que no, en términos de desigualdad social, es decir, que la médula del asunto radica en la ausencia plena de consciencia social, por lo que puede estarse viviendo  de forma generalizada, entre nuestras actuales generaciones, que ya no leen con profundidad, existiendo gran ignorancia y falta de inteligencia  aguda problematizadora, de probada sabiduría y coherencia, que nos viene de la virtud de la lengua indígena, y que ya no se apropia ni en las universidades como algo común y cotidiano en nuestros programas de estudio, para ejercer la unidad nosótrica y el aprehendizaje autogestivo al reconocernos libres, soberanos, autosuficientes y seguros de nosotros mismos, eso no existe porque no se tiene sentido sobre el texto de cada uno de nuestros contextos, que nos resulte significativo.

Lo importante a criticarnos es que estamos perdiendo importancia como personas, como sujetos, como si fuera una pandemia en casi  todas partes y latitudes mundiales, inmersos en una competitividad y producción enloquecida,  encontrándose  algunas excepciones por supuesto; por tanto tenemos que reconocer que de los 890 millones de personas que habitamos el mundo, sólo una minoría lo controla al tono de su propia ganancia capitalista, por ello reflexionamos sobre la unidad de nuestras necesidades humanas con derecho a la libertad de nombrarnos y de escuchar nuestros argumentos desde nuestras diversas lenguas, por ejemplo náhuatl, zental, maya etc., que han sido desdeñadas por la lógica del capital depredador de vida.

Ignoramos por ejemplo que nuestra tierra, Tonantzin, carece aún de una consciencia ambiental y cultural que nos unifique para tener voz y voto en Congresos humanos internacionales, haciendo convenios de donación y creatividad para un verdadero bien común, de manera significativa para todos nosotros, tendríamos que iniciar a pronunciarlo desde los parlamentos con energía, además de todas las instancias de formación humana, pensándolo en el sentido de la cultura y la comunicación dialógica -aunque siga siendo como un gran delito intentarlo, en la voz de los medios de comunicación derechizados-, pues los procesos dialécticos abarcan lo más simple y complejo en la constitución del sujeto, equivalente a la riqueza o pobreza de su Constitución Política en la defensa de sus derechos humanos, habrá que construir nuestros propios medios masivos de comunicaciones, locales, nacional e internacionales, bien argumentados y fortalecidos en contra del imperio del capital, hoy día este reconocimiento es verdaderamente lo nuestro para este siglo XXI que inicia, y más nuestro es preguntarnos ¿cómo lograrlo?.

Por ejemplo, en términos del método metafórico; al parecer la muerte del sujeto, no es total, veamos el caso de  Chile, o de México u otras latitudes latinoamericanas, para  intentar comprender lo antes dicho con  ejemplos emblemáticos; así vemos que no es generalizado mantenerse despierto dicho sujeto, es decir, sostenerse interesadamente alerta frente al cúmulo de injusticias; puede suceder así frente a tanta muerte y abusos de poder, sabiendo que hoy, reflexionar eso da flojera a los más.

Algunos piensan que es mejor pasarla bien sin disciplinas, pues no se quiere pensar ni saber lo que ocurre en la problemática socio-económica y político-cultural de nuestros países en lucha permanente -o en muchas ocasiones ni tiempo tenemos para ello, para mirar lo importante-, se prefiere no  sentirse abrumados por el esfuerzo de tener que entenderlo; eso significa no ser sujeto en el proceso educativo con compromiso social integral, lo que denota una crisis de orden existencial individualista, aunque siempre existe el asombro sobre generaciones inesperadas que no hemos observado bien, por ello el conocimiento de construcción social parece  un desafío, pues como dice Gandhi: Cuando una ley es injusta lo correcto es desobedecer.

Se tiene que hacer un esfuerzo en la reconstrucción del sujeto integral -plantea Zemelman- y se hace cuando tiene sentido hacerlo, de ahí lo posible; de manera que se trata, de lograr escribir textos/contextos lúdicos, que tocan el filo de lo artístico, para que la gente los lea a través del chiste, el lapsus, el sueño inconsciente y en la reproducción de la vida cotidiana, en donde se vaya abriendo un espacio amoroso, ello es una exigencia de humanización, para superar la sumisión, fortaleciendo el sentido de apropiarse como sujetos vivos, recuperando así el conocimiento para mejorar nuestra condición de seres vitales en este planeta tierra, para ser más comprometidos y hacerlo de forma ingeniosa y consciente sobre ese nuestro sentido de vida/muerte, sin poder  dejar de sentir a la vez  angustia por la pregunta que interroga por el ser: ¿quién soy yo?, -que plantea el Quijote de Cervantes- desde la dictadura de la orden, que es una representación de trauma histórico y/o de prepotencia y exterminio humano sin límite, que nos lleva a preguntarnos ¿hacia dónde voy, qué quiero y con quiénes quiero convivir entrañablemente?.

Reconozco  obviamente  que lo más importante es  saber quién quiero ser -Miguel de Unamuno-, de ahí toda una tipología del sujeto inmerso en el discurso del éxito, sin saber leer la realidad, sin saber qué leer de mí, desde donde se nos está imponiendo un futuro que nos es ajeno;  sin ver  que lo  impuesto es el desempleo y/o la sobre-explotación, quedándonos sin opciones, en medio de la delincuencia organizada, marginado, con muchos cánceres de raíz emocional y de rabias contenidas, sin superar esas frustraciones, como psicosomatizaciones para lograr asumirnos en ese hoyo de obscuridades, porque no se tiene necesidad ni interés, sobre ¿cuál es el sentido de conocer?.

Al sentirnos cotidianamente negados por el contexto del capital, como si en el acto de educarnos estuviéramos viviendo una carencia de pertenencia, de ese algo colectivo e intuitivo -que no alcanzamos a descifrar con sentido histórico-, pero sin proyecto de grandes utopías, de proyectos de sociedad, de participación sabiéndonos gobernar; por lo que hoy algunos jóvenes sienten una gran soledad: aislados, sin referentes colectivos, y ahí se dejan atrapar por el desaliento de esa atomización social e individualización exagerada, en ese terreno sinuoso de la mercantilización  subjetiva del anonimato, con procesos de imposición, y de auto-negación de uno mismo  por uno mismo (auto-desprecio contradictoriamente a la par se vive egolatría y machismo en nuestras actitudes), pasando a ser un objeto en pasividad e injusticia, de ilegitimidad, con falta de solidaridad y de acompañamiento afectivo comunitario que apueste al cambio social posible en este universo de contradicciones infinitas/finitas.

Porque no existe interés en construir conocimiento socialmente crítico, sólo se repite lo estudiado con otros datos como en un cúmulo de informaciones sin sentido, sin saber qué hacer con esa información de forma creativa y consciente, pues ésta ya está puesta en la Internet para todo el público; porque pareciera que todo está resuelto y que ya no existen preguntas, ni dudas dentro del modelo a seguir: el espectro del capital en donde  lo  no  resuelto, parece irresoluble; como sucede en la búsqueda de los más pobres, para encontrar respuestas de lo que pasa con su propio sentido de vida social, desde lenguajes distintos; por ejemplo en otras latitudes como son los estudiantes de Chile o  de Colombia referidos,  ahí se han creado nuevos mensajes y consignas sociales a través  del tipo de música, o diciendo simplemente: ¡apaga la televisión y enciende la mente!; o ‘me cansé de vivir’, lo que es una eclosión social desde las representaciones de su propio pensamiento y discurso juvenil.

También hoy podemos valorar  Otros esfuerzos reales de pequeños grupos o comunidades que van dando luz en este caminar de los grandes sentimientos y emociones humanas, podemos saber, por ejemplo de Lenin, en  rapp, con el tipo, ritmo y letra de esa música, así se está llegando a una verdadera educación de masas[1]. Vemos cómo la creatividad de estas comunidades de artistas, que sin ser empresarios precisamente,  están dentro de un capitalismo globalizado, pero también comprenden que  todo lo sólido se diluye en el aire -Marx-, de tal forma van creando un  círculo de valores en contra de las trasnacionales multiglobalizadas. Mi pregunta en consecuencia, es ¿cómo hacerlo creativo en  esta cadena de valores, en donde hoy, el capital circula en computadora, y ya no se sabe bien a bien en dónde está?, vivimos en una bursatilización del capital, enfrentados a tener que saber leer al poder del  Estado capitalista salvajemente violento, y no acabamos de comprenderlo, no sólo como proyección psicológica sino tampoco socialmente, y tenemos que enfrentarnos con la realidad  histórica para traspasar los límites de nuestros conocimientos, repensando los fenómenos de las ciencias sociales de forma interdisciplinar, incluyendo a las ciencias exactas y por supuesto al sentido común de los más.

Tengamos presente que  la realidad vigente nos está obligando, cosa que no se resuelve nada más con  la teoría por supuesto, a  diseñar políticas alternativas, que aún no existen en forma, contenido y significación generalizada, frente a nuestras actitudes de  egoísmo y/o narcisismo patriarcal; no existe tampoco en la búsqueda de respuestas a todo aquello que nos pasa, expresándonos hoy a través de lenguajes distintos, entre poetas, literatos y/o músicos, inmersos en un mercado, cultura y sistema global heterogéneo, en lo heredado y en lo porvenir, somos el entreverado más complejo de toda la historia de la humanidad, por ello es una época maravillosa de búsqueda en la construcción social del conocimiento emancipador, de ahí la grandeza de los retos que esperamos asumir y que ya estamos enfrentando entre algunas comunidades con directriz humanitaria.
Valoramos para el acto de educarnos entre y con esas pequeñas comunidades  nuestros derechos humanos que siguen resonando en nuestras consciencias, y que nos identifican, ahí en donde pertenecemos y somos reconocidos, en donde nos permitimos expresarnos libremente, con nuestros propios sentimientos humanos, comprendiéndolo desde nuestros orígenes y/o autenticidad, así valoramos que la llamada clase política tan mentada y quizá temida, significa solamente la administradora del abuso de poder del capital monopolista, que compromete en sí a toda la humanidad.

Con la humanidad, en un proceso de deshumanización,  hemos sido manipulados apareciendo como sus cómplices silenciosos, de  esta acumulación financiera planetaria, como sucede por ejemplo, con la alta burguesía indígena  en Bolivia, desde esa acumulación originaria de capital regional, en donde la política se reduce a administrar lo mismo de esos problemas endémicos que nos acogen, a saber: el hambre, la desigualdad y la pobreza en el sentido económico y cultural simbólico desde criterios perversos, y todo ello lo padecemos, porque hemos sido torpes en el ejercicio del poder central entre oprimidos y opresores; por lo que hoy Otro proceso educativo o de humanización exige, que tendremos que hacernos muchas preguntas al respecto sobre las diversas épocas recorridas, que han atravesado el racismo, el nacionalismo, el fascismo, el imperialismo[2], la estructura patriarcal machista y el exterminio humano.


Pienso, luego estorbo. Pienso, luego me indigno. Lo que convocan los movimientos sociales no son: “Error de sistema. Reinicie, por favor”. “Ni cara A, ni cara B, queremos cambiar de disco”. “Esto no es una cuestión de izquierda contra derechas, es de los de abajo contra los de arriba”.

En este sentido es claro que nos falta investigar desde la propia práctica el concepto de poder del Estado, pues todos y todas somos parte de él -plantean Zemelman y Gramsci-; por lo que requerimos de un cambio que sea posible sostener en contra del régimen capitalista de explotación; además de que es necesario construir al sujeto desde cada proyecto de sociedad particular, llevándolo a la práctica comunitaria, en donde no sólo se requiere de estudio teórico, socio-económico, geopolítico/militar y de sensibilidad amorosa en torno a la vida y a la comprensión de las múltiples diferencias planetarias.

Pensamos que para lograr una posible unidad emancipadora revolucionaria, sin volver a caer en más exclusiones ni jerarquías que imponen la violencia y el exterminio de la guerra, financiada por el gran capital desde ese poder nacional, local e internacional, la pregunta  es ¿cómo saber valorar la teoría para que no se vuelva sólo información de mercadotecnia?; pues es  vital matizar el estudio de los procesos sociales desde nuestras representaciones visuales y/o  escritas en la multiplicidad de posibilidades en construcción, partiendo del sentido común protegido, cual si fuera éste un método sugerente y necesario que puede atravesar preguntas humanas, cruzando los cuerpos, enseñándonos a pensar con altos grados de sabiduría analógica, construyendo propuestas creativas, profundas y entusiastamente lúdicas y sorpresivas, que partan y sirvan para resolver realidades concretas; ello puede suceder cuando el sujeto ha cobrado seguridad consciente de su comunidad de pertenencia y reconocimiento en donde está siendo íntegro, feliz, justo y libre, es decir educado políticamente.

En ese ámbito de ternura que implica solidaridad, acompañamiento, respeto y autonomía con la madurez del ejemplo, se va sembrando transparencia en este proceso de educarnos a través del diálogo abierto y agudo con preguntas que interrogan por el ser sin caer en explicaciones monolíticas, absolutas o reduccionistas, sino abriéndolo en asamblea de diversas voces-; porque lo más importante es que tanto el sujeto y su creatividad no sean nuevamente utilizadas  por la funcionalidad mercantil de  compra-venta jerárquica en ese estatus social en el úsese y tírese de la soledad con odio inhumano, sin haber aprehendido a gobernarnos, es decir, volviendo a repetir el patrón a imagen y semejanza  de la lógica que nos impone  invasoramente la acumulación de capital a costa de nuestra ignorancia, desinformación y pérdida de sentido, cayendo en la sumisión.

En dicho proceso educativo de humanización, tendremos que darnos cuenta de que somos capaces de pensar con nuestra propia cabeza y de trabajar lo necesario en términos artísticos, creativos y lúdicos en comunidades cercanas, para cobijarnos con esa tranquilidad, satisfacción y felicidad construida para las mayorías desde el cuidado de nuestros derechos humanos en pequeñas comunidades concretas; todo consiste en que lo podamos nombrar, actuar y reconocer en equidad con condiciones objetivas/subjetivas de vida/muerte.

Sin embargo a la par de crear las condiciones necesarias, tendremos que discutir en voz alta este problema sistémico de impunidad, corrupción y abuso de poder estatal recorrido a lo largo y ancho del desarrollo de la humanidad y en sus grandes abismos de vacío y de soledad, que se impusieron desde el régimen esclavista hasta el fascismo actual, para ubicar hoy en día las actitudes y/o comportamientos entre opresores y oprimidos en su dimensión planetaria, cual si se tratara de reflexionar sobre una aguda tipología de la esclavitud moderna en este acto de educarnos comunicándonos diálogos humanos vivos unos a otros, mediados por el mundo -expone la Pedagogía de Paulo Freire- y de manera pública, intentando asambleas comunitarias, para irnos ensayando en ello, pues lo único importante si  logramos autogobernarnos, es cultivar nuestras emociones controlándolas por sobre la violencia ejercida de la oligarquía financiera y empresarial, ya que el arte de humanizarnos no es sólo para ser artistas, sino para sacudir nuestras consciencias.
 
Cuando reflexionamos sobre reconocernos en lo nuestro a través de la historia vivida, ello comprende un acto humano sumamente sensible, porque inicia en saber socialmente que lo único que nos pertenece como seres humanos son nuestras emociones en una multiplicidad de formas de libertad para expresarnos, ahí se denota nuestra lengua de identidad que nos nombra con base en esa  expresión liberadora, en cuanto a todo aquello que resulte injusto en el buen juicio de la experiencia recorrida históricamente.

El acontecer histórico del capital conlleva Otro nacimiento, desarrollo y muerte, en periodos espacio temporales cada vez más cercanos a nuestros principios/fines comunitarios, porque nuestras emociones son generadas en un proceso de vida/muerte a través de una historia colectiva que cada época ha acuñado, con su mentalidad, contradicciones, faltas, carencias, creatividad y producción social, pero nos falta proteger nuestra historia con ternura, porque ésta ya es una lucha social universal que nos está desgarrando con el asesinato,  o la desaparición forzada, entre otros crímenes;  algún día la venta de armas, se considerará también un crimen de lesa humanidad; sin embargo, hoy  todo se justifica en favor de la ganancia capitalista con el nombre de  libertad y democracia, y no de hermandad, unidad y progreso popular, cual si fuera la existencia del capital algo divino, al hacerse una y mil veces más, propiedad privada de medios de producción.

Estos espacios de tiempo espacial están insertos en todo aquello que hemos compartido en dicho proceso educativo o de humanización, viviéndolo en nuestro propio cuerpo humanizado-deshumanizado, sin creer en los absolutos híbridos, sino valorando éticamente lo más complejo de esa pugna interna de nuestra condición humana, lo cual significa un problema de orden moral, al hablarnos entre todos nosotros y nosotras, reconociéndonos como iguales, con libertad y con diferentes capacidades  para compartirnos un respeto en lo posible del límite en la división del trabajo disidente natural y programado, es decir, desde el acuerdo consensado y solidario; hoy día ello es lo más avanzado en la vivencia nacional, local e internacional construida, en un todo globalizado por esa búsqueda de las comunidades autónomas, que están en movimiento; este espacio emotivo corresponde con el grado de consciencia social, que se ha ido alcanzado en cada época, con conocimientos, saberes, creencias, experiencias e intuiciones que tocan ese espacio  del sentido artístico y/o lúdico-creativo de un ser humano común que sabe pensar y sentir por sí mismo en torno a los ejemplos comunitarios, para poder devolver su identidad a toda víctima para que se insubordine a la lógica de la acumulación y centralización capitalista.




[1] La educación de masas, refiere la necesidad de valorar el mundo real como un todo inescindible empezando por uno mismo en su bloque de pensamiento, desde donde pueden estudiarse las acciones concretas de transformación histórico-política, desde sus partes más simples, pero siempre relacionadas con esa totalidad concreta política de la historicidad recorrida; el interés de este ensayo reflexivo sobre el diálogo en torno a nuestras emociones y sentimientos, sabiéndolos controlar humanamente para enfrentar el odio del fascismo capitalista de forma activa, lo que nos ubica en una pedagogía de poder político en la lucha de clases según nuestros derechos humanos, para incidir justo en esta concepción metodológica, y contribuir a desmitificar el patrón ideológico institucional del “orden y el progreso democrático de reproducción ideológica capitalista”  pues en las relaciones del imperio del capital, vemos cómo el fascismo encubre a las grandes potencias del poder económico-político, haciéndole nosotros el trabajo sucio los países que componen ‘su patio trasero’ como es México en la lógica de acumulación capitalista, la que se va heredando desde la dominación  hegemónica del capital. De modo tal que es importante reflexionar para concebir activamente en la educación de masas, la necesidad vital de tener consciencia de nuestros actos, porque  “Las masas populares han aprendido de sus derrotas parciales en estos años, así como de sus triunfos y de las distintas formas de organización, así han surgido la Promotora por la Unidad Nacional Contra el Neoliberalismo; el Frente Sindical Campesino Indígena Social y Popular y los Diálogos Nacionales; así ha surgido La Otra Campaña y la Convención Nacional Democrática …, como respuestas necesarias de los trabajadores del campo y la ciudad con el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) o en su momento la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) o la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), todas enfrentando al capitalismo, al imperialismo y al neoliberalismo <…>. En México la lucha de clases y el movimiento de masas se han expresado de diversas formas, por un lado, la necesidad de la burguesía de acumular la mayor cantidad de capitales que le permitan competir y luchar contra otros grupos oligárquicos y monopólicos en el mundo. Por otro lado, la vida cotidiana de miseria de los trabajadores asalariados, el abaratamiento de la fuerza de trabajo que se expresa en los salarios de hambre, la necesidad de los trabajadores de defender lo poco que les queda en cuanto a derechos sociales y laborales, la vivienda, la salud, las masas populares se ven orilladas a resolver sus problemas económicos migrando, o recurriendo al trabajo informal <…> … Peña Nieto y la oligarquía intentarán resistir con las fuerzas de la represión, por ello es importante coordinar todos los esfuerzos, con la organización férrea de los de abajo en sus comités de fábrica, de defensa proletaria, de barrio, en consejos generales de representantes, en el ejido, en la escuela, la calle, la comunidad, etc. … es necesario… Constituir el Consejo Nacional de Huelga en el que trabajen todos los referentes de lucha nacional, estatal, regional y sectorial, consolidar este proceso organizativo en frente único y/o nacional  unitario de los explotados contra el capital, para las batallas posteriores; esas son las tareas del periodo actual” Vid. Revista Revolución. Cuestiones de la lucha de clases. Editorial Partido Comunista de México (marxista-leninista). Año 1 No. 2, abril-junio, 2007. Pp. 37-38.  Porque de lo que trata el proceso educativo en la educación de masas, es de conjuntar esfuerzos. Esta es una propuesta y consigna en el movimiento social actual en México, falta construirlo a través de saber sobre nuestras emociones manipuladas.

[2] La esencia del imperialismo es determinada como capitalismo monopolista y su guerra como evolución necesaria y manifestación de esta tendencia a una concentración cada vez mayor, camino del monopolio absoluto, van resultando más claras las diferenciaciones de la sociedad respecto de dicha guerra. <…> Fue Lenin quien dio el paso de la teoría a la praxis. Un paso que, no obstante -y esto no hay que olvidarlo nunca- implica al mismo tiempo un progreso teórico en la medida en que es un paso de lo abstracto a lo concreto… <…> El que espera una revolución social pura -dice Lenin- jamás llegará a vivirla, y no pasa de ser un revolucionario verbal que no entiende la verdadera revolución. Porque la verdadera revolución es la transformación radical de la revolución burguesa en proletaria.” Cfr. Lukács Georg. Lenin (la coherencia de su pensamiento). Ed. Grijalbo, México 1970. Pp. 64, 65, 70, 71.