Wednesday, February 1, 2023

EL PODER POLÌTICO COMO EMANCIPACIÒN HUMANITARIA.

 La emancipaciòn del sujeto educativo es la principal tarea del poder polìtico en estos tiempos.

Sandra Cantoral.


Si consideramos que, la polìtica, es el arte del ejercicio del poder. Valoremos còmo ello sucede cuando la polìtica sirve a la emancipaciòn de las mayorìas, representando humanamente una VIRTUD; pero cuando resulta lo contrario, significa un abuso de poder polìtico, que favorece la reproducciòn "naturalizada" de la hegemonìa del sistema de explotaciòn capitalista. Gran dilema hoy en dìa en la correlaciòn de fuerzas continental, particular y mundial entre la hegemonìa mercantilista y el abuso colonizar.


Veamos entonces,  còmo la polìtica explica varias expresiones conscientes-inconscientes en el sujeto educativo, capaz de educarse durante toda su vida en comportamientos y actitudes como sujeto històrico de esta època o realidad, pues la responsabilidad de transformaciòn es nuestra:

1. Expresiones existenciales.

2. Expresiones antropomòrficas evolutivas y.

3. Expresiones històricas conscientes o no, en la enseñanza-aprehendizaje del ser humano.


Una premisa sustantiva del ser humano es, la sensibilidad polìtica del sujeto educativo; en este sentido se distinguen dos formaciones implìcitas en el acto de educar a travès del ejemplo, porque son  momentos contextuados que se van delimitando con un enfoque dialèctico que es innato en la existencia del ser, entre lo humano y lo inhumano o no tan humano en tèrminos de los hilos culturales e històricoas de cada quien en lo particular, pues la sensibilidad màs profunda de un ser humano, es sentir la necesidad del otro que no soy yo y, que me mueve-conmueve por su fuerza vital, cual si fuese un ESPEJO QUE ME REFLEJA en el conjunto de sus contradicciones, que se van educando de poco a poco en la confianza y la convivencia con autenticidad. Es decir, en el ejercicio entre las diferencias de sensibilidad y de matiz, para decidir una posible superaciòn en cada acto vivido. Entièndase, cada vez màs sensible racionalmente. Pero tambièn puede uno reflejarse asì, en el espejo, porque lo que refleja el espejo es odio, vileza y violencia de muerte, de acuerdo a las historias de vida-muerte posibles, que terminan no incidiendo en una sensibilidad racional humanitaria para este siglo XXI, como espacio temporal contextuado,; sino que inciden en procesos de degradaciòn de la lumpen-burguesìa. Porque no sòlo puede envilecer al sujeto la pobreza extrema, sino tambièn la acumulaciòn capitalista salvaje. Por ello la salud mental radica en el EQUILIBRIO HUMANITARIO, que luchamos para este siglo XXI.


La categorìa de sensibilidad racional, en el contexto hegemònico del capitalismo salvaje -T. Piketty-, expresa el sentido cultural humanitario en este siglo XXI para su emancipaciòn integral con SALUD MENTAL en cuerpo y alma del sujeto educativo; porque èste es el tope de la debacle del mundo y, a la vez de posibilidad liberadora reflexiva, es decir, como un acto instrumental que desarrollamos humanamente, casi desde el sentido comùn encarnado en la cultura civilizatoria como lo es en el Anàhuac. Sin embargo hubo un gran bache que trastocò la sumisiòn forzada; asì se nos impuso una evangelizaciòn que nos era extraña, sin respeto alguno a nuestra integridad/dignidad; este atropello polìtico-cultural se desplegò desde el poder colonizador que ha sometido a la dimensiòn sensible del sujeto educativo;  asì  sucediò con la colonizaciòn en Mèxico y en otros lugares de la Amèrica Latina, a la llegada de los españoles invasores, sometiendo a las comunidades del Anàhuac, sin darse cuenta los ignorantes invasores que este sujeto educativo, era y es el centro de la vida, al ser hijo de la madre tierra. Semejante sucediò en otras geopolìticas colonizadas -como lo aclara E. Galeano-.


De manera que, en el proceso de humanizaciòn-deshumanizaciòn con sus mùltiples matices del proceso de formaciòn en actitudes y comportamientos, se fue constituyendo un sujeto en falta que hoy sòlo tiene certeza y percepciòn històrica de su existencia individualista mercantilizada y cosificada en su enajenaciòn o extrañeza de sì mismo, en cualidad degradada, lo que puede ser cuantificable y, se transforma al satisfacer la necesidad econòmico-polìtica y socio-cultural del Otro Yo, enalteciendo asì a la consciencia popular, desde ese yo aislado, que no puede reconocerse a sì mismo, por su desclasamiento mediatizado, propiciado por el consumismo competitivo en estos tiempos modernos y, que da cuenta de su complejidad humana-inhumana universal como un particular concreto de la existencia del ser a travès del càncer del mercado de drogas, de armas, de guerras o de la venta del cuerpo humano y hasta de sus òrganos como una mercancìa màs.


Por eso en la transformaciòn humanitaria que hoy nos ocupa con un sentido hstòrico-social-popular, valoramos còmo el sujeto educativo se enfrenta permanentemente a un "nosotros social de existencia latente" de producciones colectivas que no acaba de comprender el propio sujeto educativo, al igual que algunas actitudes emancipadoras, en un desgarramiento pùblico, pero ìntimamente virtuoso, que cuida y protege en ese trànsito entre el equilibrio y el desequilibrio del ser humano con salud mental o no; lo indico desde una mirada pedagògica crìtica en la protecciòn a la vida integral en un proceso cultural y polìtico de transiciòn psiquica, espiritual, orgànica para un dominio equilibrado de sì mismo, como una nueva forma de expresarnos agradecidos, solidarios y reconociendo de què forma nos educamos unos a otros en un ejercicio de Xitlakachihuan, en nuestra raìz antigua del idioma nàhuatl; sì, la de nuestros abuelos y abuelas, que quiere decir, humanicèmonos unos a otros.


Por tanto, el sujeto es el centro del mundo, por ello  pretendemos en esta consciencia descolonizadora y contrahegemònica poder parar la ira, la incomprensiòn y la violencia del poder hegemònico y colonizador mundial, contra la amenaza de la bomba atòmica en pleno siglo XXI civilizatorio. Para PODER cambiar nuestras actitudes y comportamientos de odio, envidia, competencia, discriminaciòn, invasiòn y exclusiòn; para lograr fundirse un nuevo ser humano integralmente: por su trabajo acumulado creativo, lùdico, cooperativo, o no, pero es trabajo que tendrìa que ser de agradecimientos recìprocos en el àmbito de su propia transformciòn radical entre la cultura y el trabajo humanitario. Actualmente vivimos el contexto, de tener que  enfrentarnos al orden-desorden hegemònico impuesto, ¿còmo? pues desde una apuesta crìtica de comunicaciòn dialògica y consensada con lenguajes contrahegemònicos y comunitarios posibles. Obvio el proceso sigue en una construcciòn social, pero sin duda cada vez màs consciente en la responsabilidad de transformaciòn liberadora y, asì lograr vivir en paz y felices en lo posible integralmente, en comunidades sensibles desde sus razones màs satisfactorias en el tono cultural de sus sueños, poesìas y misterios que son milenarios en su cosmovisiòn latente.


La mèdula de los espacios emancipados del sujeto educativo con sensibilidad racional contribuye a la organizaciòn polìtica que sintetiza el interès particular de nuestra cultura social, a travès de una sensibilidad radical que a la vez razona y, una racionalidad profunda que a la vez siente, sin escisiones del sujeto integral. Un sujeto crìtico y dialògico que niega a la sensiblerìa burguesa, manipuladora y dominante, asì como a la racionalidad mercantilizada y consumista, llena de fetiches; en cambio posibilita, un pensamiento de praxis abierta, dialògica, imaginativa y curiosa y, no una actitud invasora y totalitaria de imposiciones violentas e injustas. Para lograrlo sigamos la propuesta de Antonio Gramsci, no permitamos escindir el sentido del trabajo del de la cultura; tampoco separemos la pedagogìa de la polìtica, para que sea tan valioso el trabajo manual, como lo es el intelectual y, asì no confundamos y creamos que unos nacieron para mandar y otros para obedecer, en la divisiòn social del trabajo. 


Por lo tanto, el proceso emancipador del sujeto històrico o educativo de la pedagogìa crìtica, humanizàndose, refleja una identidad cultural de clase proletaria, hoy en dìa de agotamiento de la polìtica neoliberal hegemònica que sòlo puede sostenerse, con violencia militar, mercado de drogas y mentiras desde el cuarto poder de los medios de des-informaciòn. Asì hoy como mayorìas terminamos por  reconocernos como centro del mundo del trabajo acumulado, lo que nos da dignidad y orgullo en la humildad del esfuerzo realizado entre los iguales, como un actor social que somos, es decir, con una mentalidad distinta, segùn cada època de desarrollo humano-inhumano, sabiendo que lo que define el equilibrio en esta relaciòn, es, NO PODER VIVIR DEL TRABAJO DEL OTRO, porque ello representa  una relaciòn de abuso de poder polìtico; valorando por supuesto una mixtura de matices posibles, desde su dimensiòn geopolìtica, como podemos verlo en las presentes guerras hegemònicas para arrebatar a otras naciones sus recursos naturales, humanos, tecnològicos, territoriales, energèticos, etc. etc.


La prole de identidad humanitaria no sòlo unifica diferenciando los proyectos de vida o de muerte;  que nos permita identificarnos como un todo integral de mùltiples esfuerzos compartidos y resistencias comunes, es decir, agradecidos con la vida buena, bella y verdadera, en cuanto a nuestros principios, valores ètico-morales, a nuestra producciones, respetando algunas tradiciones y costumbres que no nos sometan sino que nos liberen con responsabilidad consciente de injusticias y abusos de poder polìtico. Luchas que hoy pueden ser de liberaciòn emancipadora pudiera ser hasta definitiva; obvio nos falta crear las reglas del juego para ello, por supuesto que SÌ PODEMOS compartirnos: conocimientos, experiencias e intuiciones de solidaridad con sensibilidad racional juiciosa, entre lo que el sujeto piensa, dice y hace; dando cuenta del despliegue coherente de esa historicidad de nuestra clase prole consciente de los peligros para la humanidad, como son las guerras, el armamentismo mercantilizado, las drogas, la comida chatarra o el calentamiento global.


Hoy en dìa nuestras luchas populares van humanizàndose en el proceso educativo de transformaciòn de nuestras actitudes y comportamientos mezquinos y corruptos, por otras formas, contenidos y significaciones de PODER humanitario, hecho praxis dialèctica liberadora en tèrminos cotidianos, aùn falta mostrarlo con el ejemplo, en la FAMILIA, en la ESCUELA, en la IGLESIA, en los MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÒN y, en la CALLE, como OTRA FORMA, contenido y significaciòn de SER HUMANO con capacidad educativa sublimada.


En esta disertaciòn de ideas, distingo dos expresiones del PODER: 1) el poder polìtico como forma de emancipaciòn y 2) el abuso de poder polìtico y, lo que caracteriza de forma trascendente estas dos maneras de poder a partir de sus matices bien contextuados es que, en la primera actitud y comportamiento, el sujeto educativo, es desposeìdo injustamente y, en la segunda expresiòn es poseedor de todos los medios de producciòn o medios de trabajo adquiridos injustamente, despojando abusivamente a los demàs de sus derechos y existencia humanitaria, por considerarlos seres inferiores de cuarto mundo.


Los medios de trabajo son el conjunto de cosas con que el hombre y la mujer actùan sobre los objetos de trabajo. Los medios de trabajo se derivan en dos clases. De ellas la màs importante es la de los instrumentos de trabajo (instalaciones, maquinaria, motores, herramientas, dispositivos, etc.). Asimismo forman parte de los medios de trabajo, la tierra, los edificios y las construcciones destinadas a la producciòn, los ferrocarriles y carreteras, tuberìas, lìneas de electricidad, canales, etc. Tambièn son medios de trabajo los utilizados por el transporte de carga (vagones de mercancìas, plataformas, vagonetas, carretillas, etc.) y recipientes de diverso tipo para conservar objetos de trabajo. Lo importante a destacar es el gran  MONOPOLIO desplegado en el mundo con la polìtica neoliberal de privatizaciòn y despojo entre las personas y las naciones; la mayorìa de las veces en el mercado transnacional, en donde la exclusiòn de los negocios es ingrata.


El principal medio de producciòn universal de trabajo, es la TIERRA, entendida como una mercancìa, nunca como nuestra madre tierra, para cuidarnos y protegernos en reciprocidad. Por supuesto, pues es de sentido comùn, que nada se mueve si no es por la FUERZA DE TRABAJO, que es tan despreciada por el capitalismo salvaje de nuestra època al representar esta mentalidad la FORMA particular de SIGNIFICACIÒN particular y social de nuestros dìas en su prepotencia y arrogancia, como si le hicieran un favor a los y las trabajadoras al contratarlas.


La època  es semejante a la MENTALIDAD de la poblaciòn de acuerdo con el grado de consciencia individual y/o social, segùn la historia de la EDUCACIÒN HUMANA. Por ello hoy se sintetiza una època o periodos de contenidos de CONOCIMIENTOS, del recuerdos o RAÌZ experimentada, de las VIVENCIAS con sentido TEÒRICO/PRÀCTICO, hoy lo conocemos como praxis revolucionaria de transformaciòn humanitaria, con formas REFLEXIVAS de aprehendizajes mùltiples crìticos, creativos y metòdicos en una multiculturalidad dialèctica de esta nueva era civilizatoria, que inicia a ser contrahegemònica y descolonizadora a la acumulaciòn monopolista del capital internacional -principalmente el financiero-, para proponer mayor equilibrio en la DISTRIBUCIÒN DE LA RIQUEZA lograda, sin injusticias, muerte, intervencionismo, corrupciòn y agandalle. Sino con una democracia socialista humanitaria que està en construcciòn frente a tanta injusticia milenaria.


Sin duda vivimos otra època del poder polìtico como FORMA de emancipaciòn humanitaria, en donde todos y todas somos responsables de esta gran transformaciòn educativa con mayor responsabilidad participativa y popular sobre el rumbo de la historia. Pensemos con sensibilidad racional: ¿Quièn invade hoy al imperio monopolista de Estados Unidos de Norteamèrica? Seràn los venezolanos, los nicaragûences, los mexicanos, los bolivianos, los peruanos, los colombianos, los hondureños, los brasileños, los salvadoreños, los chinos o los rusos. Y què sucede con el abuso del poder polìtico a la inversa, desde el gobierno norteamericano, no sòlo en Latinoamèrica, sino en Palestina y la Franja de Gaza, Ucrania, Rusia,  y la manipulaciòn que hacen sobre el territorio europeo para obligarlos como aliados. PARECE QUE ALGO NO HAN ENTENDIDO en esta nueva correlaciòn de fuerzas con capacidad humanitaria.