Friday, May 9, 2014

CONTEXTO HISTÓRICO, POLÍTICO Y SOCIAL. Una posible explicación en la Pedagogía Crítica. Sandra Cantoral.


Los orígenes de la pedagogía crítica pueden encontrarse en las actividades realizadas por el Instituto para la Investigación Social (Institut für Sozialforschung) de Alemania, antes del inicio de la segunda guerra mundial, Entre los teóricos que dieron origen a esta corriente se encuentran Walter Benjamin, Max Horkheimer, Leo Lowenthal, Erich Fromm, Theodor W. Adorno y Herbert Marcuse. Se trata de los teóricos que integraron la primera generación de la Escuela de Frankfurt en 1924, y que se vieron obligados a emigrar a otros países, sobre todo a los Estados Unidos, debido al acoso y persecución de los nazis hacia los judíos e izquierdistas. La Escuela de Frankfut realiza importantes actividades de investigación en diversos campos de la cultura y el saber humanos, investigación y crítica que incluye diversas disciplinas, de acuerdo a la necesidad de conocimiento y explicación coherente de praxis revolucionaria, a la antropología, la sociología, la psicología, la educación, la literatura, etc.

Una segunda generación de teóricos de esta escuela, entre los que sobresalen Jürguen Habermas y Henry Giroux, han hecho nuevas aportaciones que están permitiendo a la pedagogía crítica pueda registrar avances sustanciales, recuperados desde los presocráticos y las grandes escuelas filosófico-políticas re-significadas o vueltas a interpretar de acuerdo a las nuevas necesidades en la contradicción social del mundo contemporáneo, que parten desde de los presocráticos, Descartes, Kant, Hegel, Marx, Engels, Lenin, Lukács, Althusser, Gramsci, Mc’Laren, Apple, Bourdieu, o recuperando el discurso político-liberador en América Latina contextuada en la diversidad cultural de su época, así se valora el ideario de Martí, Mariátegui, Zapata, Simón Bolívar, Che Guevara, Paulo Freire, entre otros más recientes.

El espíritu revolucionario y liberador en la consciencia de  formación pedagógica crítica, da pie a su propia estructura metodológica, como puede valorarse en las siguientes premisas filosófico-políticas en términos de construcción pedagógica y educativa:

1. La sangre nueva puede empezar por reconocer el sentido de la libertad humanizada del mundo latinoamericano, la cual  tiene que escuchar  la palabra de esa clase trabajadora que está sometida y subsumida a la lógica de privatización monopolista agudizada desde 1982 con el proyecto neoliberal en México,  al imponer el abuso de poder político del imperialismo capitalista internacional.

2. Esta fase de desarrollo al parecer representa  la última fase del capitalismo, como lo teorizó Lenin, teniendo claro que: "La liberación de los trabajadores sólo puede ser obra de los trabajadores mismos".

3. Son los pueblos explotados quienes tendrán que asumir su historicidad, como una sola revolución en América Latina.

4. Es necesario por tanto problematizar y potenciar la sensibilidad política del sujeto educativo con memoria histórica, para activar la integración de los procesos sociales, comprendiendo que cada sociedad es única, de acuerdo a su contexto y su temporalidad en cuanto a necesidades y posibilidades histórico-culturales.

5. De lo que se trata es de aprender múltiples lenguajes posibles liberadores en términos humanos, con base en nuestra cultura milenaria en la organización social del sentido, interiorizado por los sujetos (individuales o colectivos) y objetivado en la …formación… del ser; todo ello en “contextos históricamente específicos y socialmente estructurados” (Thompson, 2002, p. XXIII).

6. Desde el filón marxista  referido, estudiar en la acción, los  matices que propicia la pedagogía de Antonio Gramsci, quien distingue a la cultura en la lucha de clases, tomar en cuenta tres momentos en el comportamiento  del pueblo o sociedad civil -según lo refiere y sistematiza Cantoral-: 1. La producción de nuestro trabajo. 2. La valoración ético-moral de este trabajo, y 3. Las tradiciones y costumbres a respetarse e integrarse en una dimensión de civilización humanizada de ese rapport pedagógico. Gramsci indica que falta reflexionar la relación entre: la producción y los intelectuales; la cultura y el trabajo; la pedagogía y la política, partiendo con Otros referentes desde el sentido común hasta elevarse a una posición político-filosófica para la transformación histórico-social.

7. Rescatar lo registrado por  Lenkersdof en cuanto a la cultura  nosótrica, siendo nos… en otros. Él lo conoció, cuando pudo convivir en profundidad con las comunidades de Los Altos de Chiapas,  entre los pueblos indígenas en la diócesis de Samuel Ruiz. Así descubrió que estas voces liberadoras, serán una voz más en la oralidad, historicidad y memoria en América Latina, desde su realidad  mágica y humana que cobijan.

8. Tener en cuenta  una mirada pedagógica con metodología crítica en  la correlación de fuerzas, siendo hoy  vital analizar en la filosofía política, la nueva relación entre China, América Latina y el Caribe en la defensa histórica de la madre tierra, vínculo que es cada vez más estrecho y de difícil vuelta atrás. Porque frente a la crisis de EEUU están actuando los gobiernos más conservadores y proclives, cuidando sus intereses imperialistas (como es el caso paradigmático de Colombia), necesitando reforzar ahora sus vínculos económicos con China, que se coloca como la primera potencia mundial (B.M., 2011, p. 1).

Enfatizamos en que el enfoque metodológico empleado desde una postura del materialismo histórico dialéctico en torno a re-significar el sentido crítico de la pedagogía y la práctica docente, lo que exige un estudio profundo de la compleja realidad social a través de un proceso de investigación cualitativa, que ubique tiempo y espacio de sujetos  concretos en la plenitud del  movimiento social en la pregunta abierta por el ser humano.

Desde esta perspectiva, la investigación sobre la práctica docente, de una actitud tradicionalista hacia una práctica pedagógica crítica para la transformación, apunta a encontrar el significado y la comprensión de la denominada pedagogía crítica revolucionaria, que profundiza en los valores y en el proceso democrático posibilitando acciones de cambio, particularmente ante la posibilidad que tienen los profesores de ejercer un trabajo potencialmente transgresor y colectivo para enfrentar el desorden del capital y abrir posibilidades de potenciación socializadora de lo que humanamente se ha producido, para reflexionar los principales derechos humanos a la educación, la vivienda, la alimentación, el trabajo creativo, el acceso a la cultura múltiple y de alteridades diversas, que construyan  una vida en paz y tranquila para los pueblos, conformada y resguardada por la clase trabajadora.

Porque el profesor, como intelectual transformador orgánico y comprometido con su clase de pertenencia, es capaz de desarrollar un discurso contra-hegemónico, potenciando a los estudiantes y alumnos desde pequeños y en pequeños grupos de interés de la educación no formal, no sólo en cuanto a las habilidades sociales que necesitarán para actuar en el conjunto de la sociedad con sentido crítico, sino que además los puede educar para la acción trasformadora de calidad humana en la tarea lúdicamente cotidiana.

En palabras de Henry Giroux,  es abierta su sugerencia, el docente puede educar a los estudiantes para el riesgo, para el esfuerzo, para el cambio institucional y para la lucha tanto contra la opresión como a favor de la democracia fuera de las escuelas y en la sociedad en general.

Desde esta sugerencia transformadora de Giroux, es viable que se tendría que hacer que los educadores afronten globalmente los temas concernientes al proceso educativo, en particular la propia formación del profesorado, que interfiere con las capacidades transformadoras de los educandos y educadores.

Así la metodología que se sugiere es situarse dentro de los contextos concretos de forma consciente de acuerdo con los siguientes aspectos:

1.    La observación crítica transformadora en una forma de investigación llevada a cabo por quienes ejercen una profesión docente recuperando con capacidad  autocrítica sus propias prácticas educativas.
2.    Dado que el objeto de estudio de la Pedagogía crítica es la  práctica del proceso educativo como proceso de humanización, comprendiéndose lo estudiado en el propio debate reflexivo, como ‘fenómeno del hecho acontecido’, ejerciendo su tarea docente por ende como praxis dialéctica de  la formación integral (totalidad).
3.    Se sugiere propiciar espacios educativos horizontales y de participación democrática en donde todos sean capaces de dirigir los procesos de la existencia humana buscando el mejoramiento de dicho proceso educativo.
4.    La forma auto-reflexiva entre los participantes sociales se funda en la racionalidad y la justicia de sus propias prácticas educativas, situándolas como un permanente proceso de transformación que destruya la injusta relación entre el capital y el trabajo, es decir, las relaciones entre opresores y oprimidos en su vínculo sujeto-objeto.
5.    Por lo que no sólo es importante cambiar el sentido curricular, el desarrollo profesional, el mejoramiento de los programas, sino que principalmente se requiere el cambio de los proyectos educativos de vida desde una política-filosófica humanista e incluso institucional, que incluye las condiciones laborales, así como también se necesita la construcción de una nueva sociedad con relaciones de equidad democráticas, problematizando  en la acción, de inicio, las recientes reformas estructurales del sistema de explotación en México.
6.    Se requiere de una concepción del mundo de la vida a partir de comprenderla desde una espiral consciente de observaciones, planteamientos, acciones, reflexiones y principalmente de construcción de estrategias de enseñanza-aprendizaje en contextos concretos de acuerdo a las necesidades materiales y subjetivas en la formación de valores humanos en cada época en contra de la injusticia y la opresión del hombre por el hombre.
7.    Se requiere también de cooperación solidaria y respetuosa a la diversidad de posibilidades en el hacer, para resolver problemas en contra de toda actitud alienadora y adormecedora del pensamiento reflexivo, para que caiga en más referentes fetichistas.
8.    Dado que la propuesta de reflexión práctica transformadora es viable en la crítica y la autocrítica, con tendencia autogestiva y de auténtica autonomía, soberanía e independencia en todos los órdenes de la producción y en la socialización de lo producido.

Nos queda claro desde esta posible metodología de interpretación cualitativa y hemerográfica, que la práctica docente, es un trabajo derivado de un proceso natural e histórico-cultural, y se convierte en un proceso social y complejo, en la medida en que éste se desarrolla y sobre todo, se vuelve trabajo asalariado  supeditado al capital; es decir, en la forma en que un grupo hegemoniza el modo de producción. Si bien, el hombre al entrar en contacto con la naturaleza la transforma y se transforma a sí mismo, habría que concluir que en el proceso histórico de la producción y reproducción del conocimiento, es vital el dominio de la naturaleza y de la forma en que el hombre en sí se transforma, debido a que la educación  juega un papel fundamental en el proceso de humanización;  por ende en la lógica de dominación, la escuela, es una institución por excelencia del capitalismo, ya que es en el régimen capitalista en donde la preparación para el trabajo está a cargo de la institución educativa, quien transmite y genera conocimiento científico y califica técnicamente a las nuevas generaciones, bajo el concepto de la “práctica docente” al servicio de la hegemonía monopolista.