Saturday, December 1, 2018

Una muestra pequeña en México de la lucha de clases.


EL MOTOR DE LA HISTORIA ES LA LUCHA DE CLASES nacional e internacional.
Sandra Cantoral.

En la lucha de clases entre poseedores y desposeídos, se pone en juego JUSTO  la defensa del PODER POLÍTICO de esta riqueza capitalista acumulada en pocas manos y trabajada por todos, en el despliegue dialéctico entre los valores culturales de la  burguesía y los valores culturales del proletariado; lo cual se va encarnando en la piel y en la conciencia simple desde la infancia en sí y de sí, a través de la carencia o de la abundancia, sin saber el por qué de esas condiciones materiales e históricas de vida sobreviviente, siendo en sí síntesis o condensación del sujeto educativo, de todas las formas de explotación anteriores generalizadas y matizadas, entre el amo y el esclavo o entre el señor feudal y el siervo, al tener que sobrevivir este proceso dialéctico de humanización-deshumanización de PODER POLÍTICO entre la gente de trabajo y los privilegiados de este esfuerzo histórico; así la política es el arte del ejercicio del PODER; desde una mirada muy simple nada más en sí -egoísta- y de sí mismo -individual-, así inicia el poder político a cultivarse; vemos cómo  da risa en la estructura del  pensamiento y de la acción conciente del sujeto, ver lo que se dice y lo que se hace en ese PODER HACER; valórese esta razón sensible en la siguiente cita:

“La estructura resulta ser la conexión y relación por leyes objetivas de las partes de un todo o sistema, la organización y orden de esas partes constituye su estructuración. Existen pues tres niveles de entender la estructura, tres conceptos que hasta aquí aparecen un tanto encubiertos: 1.- un nivel de la estructura que consiste en la reducción a las partes de un sistema, sus elementos constitutivos, este es un nivel de comprensión de la mecánica. 2.- un nivel elevado de funcionamiento de las partes, la ubicación del lugar de cada parte en el todo, sin el cual no cabe comprender dichas partes, como el mercado capitalista, sin la producción, el consumo, la sed de ganancias, etc., 3.- la estructura en su conjunto sustraída a leyes fundamentales.

Sistema, es por tanto el todo y su organización. Es el conjunto de elementos relacionados dialécticamente, en el sistema todas las partes o estructuras se corresponden, la riqueza de unos cuantos se debe a la explotación capitalista, por ejemplo. Los sistemas se particularizan en sistemas de ideas, sistemas lingüísticos, sistemas de conocimientos, ciencias, sistemas de organización, etc., su esencia radica en que teniendo una base concreta o estructura, en todos predominan leyes, reglas y principios racionalmente integrados en correspondencia con la estructura.

Según sean las estructuras, su simplicidad o complejidad, el sistema en su conjunto les corresponderá, en este sentido, el desarrollo de las estructuras marca el desarrollo de todo el sistema. Volviendo al capitalismo, el flujo de problemas del sistema, su solución o su cierre definitivos igualmente marcan el progreso de sus estructuras hasta que ocurre un límite histórico donde ni en las partes ni en el todo puede haber superación de las barreras a que se ha llegado, y entonces se hace más evidente la necesidad histórica de una salida revolucionaria”.[1]

Por dicha razón vemos  la dialéctica de la constitución de la conciencia del sujeto educativo y su ubicación histórica de PODER POLÍTICO, justo en el contexto de la lucha de clases; se ocultan ahí potencialmente todas sus mixturas y contradicciones dialécticas, dos PODERES en una lucha política irresoluble actualmente en lo nacional e internacional, al significar la conjunción de todas las formas anteriores de explotación del planeta tierra, y que se respiran como si fueran el propio aire; en este sentido  terminarán su lucha, hasta que se consiga abolir la existencia de la propiedad privada de medios de producción capitalista, empezando por el principal medio -la tierra-, porque genera la miseria y la degradación de la gran mayoría de la clase proletaria; así se va SINTETIZADO todo este sistema de estructuras cognitivas de las diversas épocas, en  las  biografías in-canjeables de cada sujeto educativo (tribu, individuo, persona, familia, grupo social, pueblo, Estado-nación o Planeta tierra), en su historicidad social desplegada por esa  totalidad política concreta -arte de ejercer el PODER de defensa de los derechos humanos fundamentales de la humanidad-, que es en sí, el propio sujeto educativo universal y particular en espacio temporal contextuado con precisión, en las relaciones históricas de este poder político de la propia realidad en México dentro de sus relaciones imperialistas de producción.

Porque estos dos poderes políticos entre poseedores y desposeídos de medios  o instrumentos de trabajo, se viven en la cultura burguesa y en los síntomas de la cultura proletaria -esclavos/prole/chusma/pueblo empobrecido/desarrapados-, por medio de una carga afectiva que es francamente POLÍTICA en sí-mismada-egoísta y desinformada regularmente; y que prevalece en detrimento y desplome de las condiciones materiales de vida de la clase trabajadora del mundo imperialista globalizado al ser un menor de edad o un desinformado, a lo largo de  esta historicidad social recorrida, significando su fuerza de TRABAJO la transformación de un proceso de APREHENDIZAJE  en este PODER POLÍTICO desplegado, entendiendo por tanto al poder político como la capacidad de hablar/legislar para ir siendo cada vez más justo.

El ejercicio del PODER político en la defensa de los derechos humanos, o no,  se vive en el sujeto educativo en proceso de concientización,  como si fueran sólo chispazos de luz y a la vez momentos obscuros sin explicación racional sensible alguna al ir descubriendo al sujeto -consciente o no- y al objeto de conocimiento -todo aquello que no tiene consciencia-; por tanto es a través del ejemplo educativo, que se encarnan en el sujeto los valores y  virtudes más sutiles que se transmiten culturalmente a través del afecto, el deseo, la pasión, el conocimiento, el instinto, el hábito y, la comunicación dialógica profunda, cuando esta capacidad comunicativa existe realmente en las relaciones más cotidianas del despliegue del sujeto objetivado en su realidad y capacidad de distinguir entre lo que vale y lo que no humanamente, así el sujeto transforma su cultura y ésta lo transforma a él.

Los valores humanos entre el bien y el mal, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo grotesco durante el despliegue de la historicidad social se van distinguiendo en el contexto de la lucha de clases y de la organización revolucionaria cotidiana, la cual a veces es imperceptible cómo se ha ido mejorando o empeorando, dando dos pasos atrás y otro adelante con una utopía de luz enfrentando las diversas contradicciones por superar en esa búsqueda de justicia, verdad, equidad, honradez, fortaleza, prudencia y convicción; sin embargo hoy día tendrá que tener dicho proceso de concienciación un tratamiento educativo y metódico este trayecto de grandes cambios en el contexto de la tecnología, la ciencia, la robótica, el arte, las religiones y las formas empíricas e intuitivas que flotan en el aire nacional/global desde las Pedagogías Críticas, para poder explicar cómo en el proceso educativo:

“El siglo XX estuvo marcado por sucesivas guerras e invasiones, dos guerras mundiales, la bomba atómica, poco fue el tiempo en que no hubiera ejércitos movilizados, tensión y un gasto exorbitante en armamento e investigación militar. La guerra, las incursiones militares imperialistas y la represión a los movimientos sociales son acontecimientos que se han convertido en parte de la vida cotidiana y tema principal de los políticos burgueses en todo el orbe. Actualmente la invasión a Afganistán, a Irak, los bombardeos sobre Somalia son los hechos más representativos de la agresividad imperialista estadounidense, sin embargo, el fenómeno militarista se extiende por todo el mundo y no es exclusivo de las potencias imperialistas también es pieza clave del control en los países neocoloniales. Detrás de los ejércitos y las armas quienes son los principales generales no son los hombres de uniforme verde olivo, sino los grandes burgueses los dueños del capital financiero, personeros de los intereses monopólicos y de las grandes compañías de fabricación de armas, los ejércitos se han convertido en un valioso instrumento de dominación y conquista, tanto para conquistar un país específico como para arrebatar nuevos territorios destinados al saqueo de materias primas, abrir nuevas zonas de influencia y mercados en la competencia entre diferentes bloques. El ejército, es ante todo el instrumento de fuerza de una clase sobre otra, en el caso del capitalismo los intereses que defienden las instituciones armadas son los intereses burgueses e imperialistas, los intereses de la propiedad privada sobre los medios de producción, de la libertad del mercado. En determinada etapa de desarrollo de la lucha de clases o del desenvolvimiento económico, las fuerzas armadas se ponen en marcha desplazando la diplomacia y la política”.[2]

En este orden de ideas, el contexto de historicidad social en la dialéctica de la identidad del poder político en la lucha de clases,  refiere el horizonte de valores construidos permanentemente, universales y particulares del comportamiento del PODER  POLÍTICO del sujeto educativo desde su infancia, más allá que no pueda el sujeto en sí y de sí, conceptuar este arcoíris de transformación histórico-social de su entorno y de sí mismo con una concepción amplia, y mucho menos tener un juicio de valor en una organización revolucionaria de clase PARA SÍ.

Sin embargo significa para el sujeto  el entorno de su época, como un contexto de poder político-económico y sociocultural ahí latente como totalidad histórico-política en SÍ mismada y desde  SÍ mismo, es decir desde su otredad EXISTENCIAL, que lo constituye culturalmente, como un  ser histórico-social a partir de su raíz de clase proletaria o no, de ahí su identidad y actitudes sociales; sólo le falta tomar consciencia histórica de ello, para asumirse como tal en otra consciencia transformadora con intención, convicción, voluntad y libremente, es decir en una consciencia revolucionaria. Ahí es donde más sirve el trabajo crítico interdisciplinario, que conlleva como médula a la Pedagogía Crítica, sólo falta articularse en un solo punto consciente del TRABAJO COMUNITARIO en la investigación histórico-social, a saber en la necesidad de derrocar al régimen de propiedad privada de medios de producción o sostener esta relación inhumana, para que todos y todas puedan ser capaces de asumirse como traductores educativos críticos; de dicha forma se tiene algo con que contribuir en la educación de masas entre la derecha y la izquierda progresistas, moderadas y/o fascistas, hoy día el entramado es complejo en la lucha de clases de la organización humanitaria.

Desde estas analogías hermenéuticas, es posible dar  sentido pedagógico, de acuerdo al comportamiento del sujeto educativo, en donde se puede ver cómo,  la síntesis de la estructura cognitiva del sujeto particular,  se constituye del despliegue de la totalidad política concreta universal y orgánica,  desde ahí se conceptúa que: de 7 a 9 años, el niño y la niña, ya tienen una fina valoración de percepción de su contexto político-social, porque ya PUEDEN ir anticipando consecuencias, al detectar los supuestos problemas, que se expresan en oraciones de “si…entonces”, dado que ya son capaces de intentar dar solución a dichos problemas, estableciendo medios y fines posibles. Esta analogía del particular al universal concreto, puesta en su dialecticidad es necesario intentarla, para comprender cómo la conciencia en sí del niño y la niña en la infancia, es semejante al grado de conciencia en sí y de sí de cada época, porque son las condiciones  materiales de vida en la sociedad las que definen el grado de conciencia social asumidas por el sujeto histórico-educativo  -como lo explica Marx tomando en cuenta la organización del Partido Proletario y del Sindicato Revolucionario en la unidad de la clase trabajadora-, que hoy en día ambos son todo un reto de la humanidad, desde los países más desarrollados hasta los más empobrecidos, es decir desde los seres humanos más insensibles hasta los más activos como luchadores sociales.

En tal estructura  filosófico-política, el infante PUEDE  políticamente establecer medios y fines en relaciones que abarcan, ese tránsito que va de la parte al todo, con cierto grado de abstracción y concreción de la actividad conciente, de igual manera PUEDEN inferir lo que se sigue de…, es decir ya elaboran en su pensamiento inferencias de percepción cuestionadoras, así se va valorando todo el mundo del sujeto histórico educativo, como una totalidad política concreta inescindible, pero imperceptible en la cotidianidad; en donde cada parte de la realidad concreta, NO es la suma de las partes, sino CONDENSACIÓN, síntesis histórica o conjunción  de todas las épocas recorridas en sus DIFERENCIAS y en su posible UNIDAD histórico-política en ese tránsito en sí a la figura o representación de sí mismo, como una totalidad histórica de  toda objetivación[3] del sujeto histórico, tomando en cuenta que el despliegue del sujeto no tiene que ver en sí, con la edad, sino con el grado de consciencia histórico-social asumido por este sujeto educativo; en este sentido, el sujeto puede ser físicamente una persona ya madura de edad, pero estar en la condición de una conciencia simple e infantil en sí y de sí nada más, desde la cultura hegemónica burguesa que  domina, al no tener el sujeto educativo consciencia política para sí revolucionaria y/o transformadora; porque no ha sido educado con esa intención, sino todo lo contrario, como un reproductor más de la lógica de explotación capitalista en su aparato de enajenación y de alienación al  trabajo social, además de que para enfrentar al monstruo del capital se tiene que ser muy cauteloso, por eso es necesaria la educación de masas con un espíritu militante permanente en las Pedagogías Críticas en construcción.

“La ofensiva del capital contra el trabajo, sigue ensañándose contra la existencia de las masas, a seguirlas esclavizando con todos los mecanismos a su alcance. Impide su organización y  su toma de conciencia, lo que dificulta el papel de los comunistas y revolucionarios. Sus diversos instrumentos, como los principales partidos dominantes de la burguesía, lo mismo el alto clero, el ejército, los medios de información, los tribunales, la ciencia y la tecnología que han puesto a su servicio, están en esa ‘santa cruzada’ contra el movimiento democrático y revolucionario, buscan por todos los medios seguir cercenándolo de su perspectiva histórica. Ante esto las masas proletarias también han dado respuestas, cada vez más radicales, más organizadas, pero aún con los ingredientes de la espontaneidad, con el de la influencia pequeño burguesa, que no les permiten avanzar hacia la revolución socialista”.[4]

A esta conciencia simple, Marx le llamaba falsa conciencia; en cambio Gramsci y Freire dicen que la conciencia del sujeto no es falsa, pues es la conciencia que tienen de acuerdo con sus representaciones de toda índole teórico-científicas, mítico-religiosas, artísticas o empíricas de sentido común; por eso estos pedagogos críticos piensan, que  tal tipo de conciencia se puede potenciar y transformar con  un proceso  formador de valores POLÍTICO-EDUCATIVOS superiores en un sentido humano, que parta desde el SENTIDO COMÚN del sujeto educativo, captando la complejidad de la subjetividad e intersubjetividad del sujeto;  porque éste aún no se da cuenta de su realidad concreta;  debido al EJEMPLO EDUCATIVO  de todos los ámbitos de sociabilización dominantes que se ejercen sobre el sujeto, en la dialéctica de la identidad del poder político de la lucha de clases que parte en la figura del amo y el esclavo. Tomando en cuenta que la lucha de clases es el motor de la historia desde el arte, la cibernética, la informática, la tecnología, la robótica, la ciencia y el humanismo. Porque se es consciente que la igualdad de oportunidades sociales, sólo será posible hasta abolir la propiedad privada de los medios de producción, en donde el motor social es la vida productiva comunitaria internacional globalizada.

De modo que desde una conciencia simple en sí y de sí, tampoco el sujeto educativo, PUEDE valorar aún, conscientemente su espíritu revolucionario de transformación sistemática en la praxis concreta,  ni todo ese proceso de degradación y de violencia ejercidas en las condiciones materiales de vida del entorno de su historicidad, tanto para el sometimiento como para la emancipación social, en el comportamiento del infante, como en la actitud humana-inhumana de su propia dialecticidad contradictoria que lo envuelve como sujeto enajenado, degradado, vejado y destruido; privando así al sujeto educativo de su VOLUNTAD consciente íntegra como clase proletaria, es decir de su libertad como necesidad social; sin que aquí se pueda pensar que los problemas histórico sociales tienen un carácter voluntarista o caprichoso como lo hace pensar la cultura burguesa, para todos los pueblos por igual, visto como relaciones en abstracto[5]; sin tener claridad de  los matices hermenéutico analógicos y dialécticos, que implica la  relación con la identidad del poder político en la lucha de clases que impone el Amo endiosado del imperialismo monopolista oligárquico internacional, que es la propia cultura burguesa en sus expresiones más degradadas de la estratificación jerárquica, lineal y absoluta de toda la historia de la humanidad, y que muchas veces se tolera/resiste, con un sentido de sobrevivencia, y no siempre de inconsciencia absoluta.

Lo importante de destacarse en este entramado conceptual del proceso de aprehendizaje profundo  desde las Pedagogías Críticas, es  resignificar la asunción libre y voluntaria del sujeto en ese tránsito en sí al saber algo más de sí mismo, hasta lograr engarzar sus valoraciones en los síntomas de la clase trabajadora proletaria para sí, en su propia pertenencia histórico social, este proceso educativo de identidad cultural, necesita ser educado de forma consciente, con una intención definida y con un método crítico, debido a que las relaciones productivas ahí acuñadas, para luchar políticamente, por mejores condiciones materiales de vida se ven como algo naturalizado por la cultura burguesa y de este modo lo hace creer y sentir, en su hegemonía de abuso de poder político; por tanto, es en la experiencia de esta preocupación, en donde se siente la intuición de tener que terminar con  la explotación del hombre por el hombre en la educación de masas para sí humanitaria, como un problema de orden educativo y pedagógico, que se oculta en la estructura mental del sujeto como un trauma inconsciente que le provoca temor y desconcierto, impuesto por el sacrificio del castigo dogmático. Así  las Pedagogías Críticas tendrán que traducir a las masas, que se vive la era del principio humano básico -el derecho humano más importante del siglo XXI-, es decir  del exterminio y la abolición de la extracción de plusvalía al trabajador proletarizado, en esta última fase de desarrollo del capitalismo imperialista global, porque la lucha de clases está llegando a su límite por la violencia impuesta para sostener la desigualdad social a través de la destrucción, la degradación y la violencia.

Así vemos cómo debido al poder político de la educación religiosa en la conquista manipuladora del sometimiento, se oculta en la mentalidad del sujeto desde sus primeros años, como el raport de su época, la necesidad histórica de tener que expropiar los medios de producción, para lograr socializarlos posteriormente, para la satisfacción vital de las grandes mayorías de la clase trabajadora, eso es el socialismo, que se impulsa, construye y organiza desde las masas trabajadoras o los pequeños grupos foquistas.

Vemos cómo muy pocos en los años de formación de infancia se cuestionan tal situación histórico-política, porque ello requiere de un proceso educativo político amplio en todos los espacios educativos (la familia, la iglesia, la escuela, la calle, etc.); por eso dicho  PODER POLÍTICO tiene que ser construido y resignificado por cada pueblo a través de la lucha en las calles con la clase proletaria, porque efectivamente como Marx aclara “la emancipación de los trabajadores será obra de ellos mismos”, así se va acuñando la constitución de una conciencia en sí a otra de sí, en la historicidad de la lucha de clases del sujeto revolucionario para sí, poniendo atención en la dialéctica de la identidad del poder en esta lucha que hoy día se torna HUMANITARIA.

De manera que la primera necesidad del ser humano es comunicarse, a lo largo e infinito de la temporalidad histórica del sujeto educativo y que éste la comprenda para transformar su realidad concreta con propuestas educativas posibles; tómese en cuenta entonces que los medios de comunicación de masas están hegemónicamente monopolizados en propiedad privada en México, por lo que la gente común dice cotidianamente con su grillete de esclavo puesto: “de religión y de política es mejor no hablar porque no llegaremos a nada”, sin darnos cuenta que ahí está la trampa.

Por eso el abuso de PODER político de la clase burguesa por sobre el PODER político de la clase proletaria productora de todo lo existe, necesariamente se capta en los sentidos del niño y de la niña, quienes aún no pueden dimensionar cómo son estas relaciones de poder político y de abuso de poder político, pero si pueden acercarse a comprenderlo de forma cualitativa con esfuerzos DIDÁCTICOS INTENCIONADOS, que a su vez encuentran en la SOCIEDAD; es decir, en  su campo de batalla de la actual lucha de clases, que aún cohabita en un espacio de consciencia en sí y de sí, como una realidad generalizada o abstracta, en tal HEGEMONÍA DEL PODER POLÍTICO OLIGÁRQUICO IMPERIALISTA, al ser esta oligarquía financiera hoy,  la forma más acabada del poder político CAPITALISTA BURGUÉS; véase cómo son  dimensiones de lo mismo en el campo de la lucha de clases de esta historicidad social; entiéndase,  LA CONCIENCIA EN SI del sujeto educativo y de su tránsito a saber de sí mismo en el mundo real con rectitud o autenticidad, esta condición va acuñándose hasta elevarse en una “consciencia para sí emancipadora” en un proceso educativo, que deviene en  humanización sensible INTERNACIONAL desde la cultura proletaria por medio del ejemplo contundente COMUNITARIO en el contexto global neoliberal.

Porque la conciencia en sí en su despliegue de sí, se puede apreciar en actos cualitativos y cuantitativos, no como una historicidad lineal o mecánica y estructurante, sino sólo a través de un esfuerzo de formación intencionado cualitativa, para ello es necesario  comprender  que está ensimismado el sujeto aún en su propia persona, de forma CAPRICHOSA Y EGOÍSTA, sin poder VALORAR con consciencia política EL TRABAJO REALIZADO POR TODOS los trabajadores colectivamente a lo largo de la historia, y esa comprensión  no tiene mucho que ver en sí con la edad del sujeto,  en el despliegue de la  historicidad social. Lo importante a destacarse es PODER valorar políticamente cómo  ha sido construida por ellos mismos esa lucha social en la suma de esfuerzos compartidos, porque nadie es poseedor de la política, como lo hace sentir la hegemonía burguesa, sino que los derechos humanos en el presente siglo XXI, los tiene que legislar el proletariado del campo y de la ciudad, identificados así por su consciencia social de clase trabajadora, en contra del régimen de explotación corrupto, lo cual significa una tarea educativa planetaria.

En este sentido  el proceso de emancipación también es una LUCHA QUE SÓLO el proletariado PUEDE REALIZAR en la unidad de la acción de su propio PODER POLÍTICO educativo, superando la enajenación y asumiendo un papel revolucionario como clase trabajadora, constituida desde su raíz histórica indígena o de esencia, en su historicidad recorrida y al reconocer cómo se fue asumiendo desde la infancia; porque  es claro que, no hay ni habrá felicidad para ningún sujeto particular o social de la clase proletaria nacional e internacional, mientras esta   violencia hegemónica que se impone impunemente por la clase dominante, no se termine en su propia crueldad, para ello es necesario acercarse a las versiones de la historia crítica, para comprender para qué y para quién se trabaja en los proyectos de emancipación social educativa.

“…la esencia, expresada en la ley teórica, tiene un carácter más profundo, ya que en relación con los hechos particulares representa una esencia de segundo orden, mientras que las leyes empíricas actúan con respecto a ellos como esencia de primer orden: … <ley y esencia -señala Lenin-, son conceptos del mismo tipo (del mismo orden), o más bien del mismo grado, y expresan la profundización del conocimiento, por el hombre, de los fenómenos, del mundo, etcétera>.”[6]

El  síntoma más notable de la consciencia en sí y de sí hegemónica, es no reconocer el PODER POLÍTICO del proletariado, al no poder dar  una explicación materialista dialéctica de las relaciones económico-políticas y socioculturales de la explotación inhumana, como trabajador proletarizado, es decir despojado de sus medios de producción o de trabajo,  entendida esta relación histórico-social como un todo político inescindible, que en  una concepción meramente existencial del sujeto en si y de sí,  no tiene los referentes con que transformar esa realidad de explotado, porque se le presenta su vida ideológicamente como partes aisladas y esquematizadas, generalmente con reducción de  información ahistórica.

En este sentido   no se puede conceptuar su situación política de vida,  como una síntesis histórica concreta con nombres y apellidos concretos, que abarcan la infancia particular y universal del mundo en sus distintas épocas de desarrollo de conocimiento, de experiencia y de intuición del sujeto educativo, hasta acceder a espacios de explicación transformadora activa; así se resignifica esta condensación de su historicidad social, como un solo momento de raíz cultural, entre lo que se dice y lo que se hace, en la coherencia de las relaciones de PODER  POLÍTICO para emanciparse con rectitud dialógica, como un proceso de APREHENDIZAJE  por medio del ejemplo constituido en la conciencia del sujeto a lo largo de la vida activa crítica.

Se conoce cómo los medios de comunicación humana, van utilizando las didácticas más creativas poniéndolas al servicio de la cultura burguesa, lo importante desde las Pedagogías Críticas en construcción es el trabajo contrahegemónico, haciendo presencia educativa con marionetas, teatro, cine, música, etc. etc. con una juventud interesada en el proceso de humanización COMUNITARIA, que se gane el reconocimiento multiplicado día a día en la educación de masas, porque las leyes de los derechos humanos esenciales no las hace el proletariado, sino la hegemonía del abuso de poder de la cultura burguesa, pues el poder político de la clase proletaria ni siquiera se considera en los criterios dominantes, sino que éstos se piensan exclusivos, y como falsas  virtudes políticas tergiversadas,  de los funcionarios, empresarios o personajes parlamentarios, nombrándoseles hegemónicamente como “la clase política en el poder” del mundo al revés, pero no se aclara que es en el ABUSO DE PODER POLÍTICO burgués, el cual tiene un origen histórico con la propiedad privada de medios de producción, que no es lo mismo que la propiedad individual en pequeña escala, la cual no genera ganancia a través del trabajo explotado con extracción de plusvalía en las relaciones de producción, que se fueron desarrollando desde las comunidades esclavistas, feudales, capitalistas y aún las del socialismo real, en esta última fase del imperialismo internacional hegemónico globalizado, para pasar a un socialismo-comunismo en la lucha de clases como construcción en ciernes.

Este proceso de aprehendizaje político-pedagógico, se establece por  medio de la comunicación franca y abierta de los compromisos asumidos enfrentando los fracasos y los aciertos, por eso es  significativa la raíz cultural de pertenencia/reconocimiento y/o agradecimiento solidario, de acuerdo con la dimensión de conciencia en sí y de sí desarrolladas en el sujeto histórico-educativo en Otra consciencia superior PARA SÍ, REVOLUCIONARIA y, como  SÍNTESIS DE TODO ESTE PROCESO UNA CONSCIENCIA HUMANIZADA, que es la lucha actual, por medio del ejemplo virtuoso, ese, que frente a la mirada de todos, es el más  ESFORZADO/responsable en el sujeto individualcolectivo (Cantón), en esta diversidad de expresiones de las dos culturas fundamentales, la burguesa y la proletaria, conceptuado así por el  materialismo histórico dialéctico.[7]

La principal razón para NO PODER dar dicha explicación política en este espacio de la conciencia en sí, se debe a que aún se tiene que superar, esa conciencia confusa de comportamiento simple, o enajenado, alienado o de subordinación pequeñoburguesa en el orden ideológico político, por ello es necesario PODER pasar por un proceso educativo político sostenido de la clase proletaria[8], sin rivalidades jerárquicas ni prejuicios de discriminación o de exclusión dogmático-religioso, en ello consiste la COMPRENSIÓN SIGNIFICATIVA hermenéutica crítica en cualquier edad de la vida del sujeto histórico, dado que la necesidad revolucionaria más abarcativa, se presenta en donde los educandos también deben de ser educados políticamente, de acuerdo a las distintas necesidades de clase entre opresores y oprimidos -plantea Paulo Freire-, para alcanzar una sociedad más justa, más equitativa y más libre, porque se es lo que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial determinan históricamente hoy ser en el mundo del capital y de su reproducción, y este comportamiento está en el contexto político filosófico-pedagógico de cualquier sujeto en particular y en general, históricamente determinado y referido; en este sentido sabemos que:

“Un ser no se considera independiente si no es dueño de sí mismo y sólo es dueño de sí mismo cuanto su existencia se debe a sí mismo. Un hombre que vive del favor de otro se considera un ser dependiente. Pero vive totalmente del favor de otra persona cuando le debo no sólo la conservación de mi vida sino también su creación; cuando esa persona es su fuente. Mi vida tiene necesariamente esa causa fuera de sí misma si no es mi propia creación. La idea de creación es, pues, una idea difícil de eliminar de la conciencia popular. Esta conciencia es incapaz de concebir que la naturaleza y el hombre existan por sí propios, porque esta existencia contradice todos los hechos tangibles de la vida práctica”.[9]

¡Que gusto que mañana 1º. de diciembre 2018 toma posesión en Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, a participar el pueblo de forma activa no hay más!




[1] Vid. Arenas, César. La cohesión del proceso. Acerca de la organización del trabajo de masas… Op. Cit. Pp. 9 y 10.

[2] Vid. Revista Revolución… Op. cit.  No. 1 P. 22.

[3] Consúltese. Levinas, Emmanuel. Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad. Ed.  Sígueme, Salamanca 1987. Pp. 201-202. “Esta crítica de la sensación desconoce el plano en el que la vida sensible se vive como gozo. Este modo de vida no debería interpretarse en función de la objetivación. La sensibilidad no es una objetivación que se busca. El gozo, satisfecho por esencia, caracteriza todas las sensaciones cuyo contenido representativo se disuelve en su contenido afectivo. La distinción misma entre contenido representativo y afectivo, viene a reconocer el gozo como dotado de un dinamismo distinto de la percepción. Pero se puede hablar de gozo o de sensación, aún en el dominio de la visión y de la audición, cuando se ha visto y oído mucho y cuando el objeto revelado por las experiencias se inunda de gozo -o de sufrimiento- de la sensación pura en la que se ha sumergido o vivido como cualidades sin soporte”.

[4] Consúltese. Arenas, César. La cohesión del proceso. Acerca de la organización del trabajo de masas. Ed. Partido Comunista de México (marxista-leninista), México 2008. P. 1.

[5] Porque “la clase dominante no mantiene con la ideología dominante, que es su ideología, una relación exterior y lúcida de utilidad o de astucia puras. Cuando la ‘clase ascendente’ burguesa desarrolla, en el curso del siglo XVIII, una ideología humanista de la igualdad, de la libertad y de la razón, da a su propia reivindicación la forma de universalidad, como si quisiera, de esta manera, enrolar en sus filas, formándolos con este fin, a los mismos hombres que no liberará sino para explotar. He aquí el mito rousseauniano del origen de la desigualdad: los ricos dirigen a los pobres el ‘discurso más reflexivo’ que jamás ha sido concebido, para convencerlos de vivir su servidumbre como libertad”. Vid. Althusser, Louis et al. Polémica sobre marxismo y humanismo... Op. cit. P. 22.

[6] Vid. Academia de Ciencias de Cuba. Academia de Ciencias de la URSS. Ed. Quinto Sol, México 1985. P. 310.

[7] El materialismo dialéctico, es una expresión acuñada por Plejanov. “El materialismo de Marx se opuso al materialismo mecanicista... en donde se dio... el paso de la cantidad a la cualidad según el modelo de la Lógica de Hegel.  Sin embargo, nada de esto hace de Marx un materialista dialéctico en sentido estricto; el materialismo de Marx es, en cambio, un materialismo histórico... considerado como método, o la doctrina, o ambas cosas a un tiempo, del marxismo, específicamente en la forma que corresponde al pensamiento de Marx”. Vid.  J. Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía.  Ed. Ariel,  Barcelona 1994. Pp. 2327 y 2329. Ernest Mandel opina que “El marxismo es, en última instancia, el producto de la aparición del modo de producción capitalista a partir de los siglos XV y XVI en algunas regiones de Europa Occidental (Italia Septentrional y Central, Los Países Bajos, Inglaterra, partes de Francia, Alemania, Bohemia y Cataluña), sobre la base del cual surge una sociedad burguesa que domina progresivamente la vida social en todas las esferas de la actividad humana. El modo de producción capitalista se funda en la apropiación privada de los grandes medios de producción y subsistencia (instrumentos de trabajo, tierra, víveres) por los capitalistas (es decir, propietarios de importantes sumas de dinero). Estos utilizan una parte de su capital para comprar la fuerza de trabajo de una clase social, el proletariado, obligado a vender esta fuerza de trabajo, puesto que ya no tiene acceso a los medios de producción para generar su manutención. En esta relación antagónica entre el Capital y el Trabajo asalariado, posibilitada por la generalización de la producción mercantil (la transformación de los medios de producción y de la fuerza de trabajo en mercancías) se funda el nuevo modo de producción”. Vid. El lugar del marxismo en la historia. Ediciones y Distribuciones Hispánicas, S.A. de C.V., México 1988. P. 3.

[8] En la estructura general  de la clase obrera, ésta “…es el producto más genuino de la sociedad capitalista, ya que al reproducirse el capital y la acumulación de capital acontece el aumento del proletariado <…> Su desaparición sólo es obra de especulaciones académicas, lo cierto, es que el proletariado actual, no es el mismo que el siglo pasado, ha sufrido cambios, pero éstos tienen que ver con el desarrollo propio del capitalismo, del desarrollo de las fuerzas productivas, de la división internacional del trabajo, etc. Estos cambios a diferencia de algunos análisis, muestran el aumento de la importancia cuantitativa y cualitativa del proletariado mexicano actual <…> Las condiciones de vida del proletariado industrial no la podemos reducir al salario, tenemos que hablar de la duración de la jornada de trabajo, la intensidad de la explotación de fuerza de trabajo, las enfermedades, el aumento de accidentes de trabajo, las condiciones de vivienda, del aumento constante del ejército industrial de reserva, transporte, etc., ello da cuenta del aumento de la explotación y depauperación del proletariado industrial <…> Esto no es ninguna exageración, en un estudio realizado por la Universidad Obrera de México, se establece que mil 219 accidentes de trabajo ocurren en México cada 24 horas, millones de trabajadores están bajo riesgo de trabajo, tan sólo del periodo de 1989 a 2001 hubo 5 millones 395 mil riesgos de trabajo, es decir, accidentes de trabajo y enfermedades de trabajo  <…> en el sector manufacturero a pesar de ser uno de los ejes fundamentales de la acumulación capitalista, donde existen condiciones objetivas para su organización, porque la mayoría no gana más de dos salarios mínimos, lo cual no es suficiente para reproducir la fuerza de trabajo del obrero y su familia, una primera explicación es que a pesar de que se han dado luchas combativas no han desencadenado los mismos efectos políticos debido fundamentalmente a la extensión cuantitativa del sector manufacturero, que no se cuenta por rama, y al control corporativo que mantiene el oportunismo sindical sobre todo de la CTM en estos sectores”. Cfr. Revista Revolución… Op. cit. No. 1 Pp. 12, 13 y 14. Tomándose en cuenta que para el 2018 no han cambiado mucho las condiciones de explotación de la clase trabajadora.

[9] Vid. Fromm, Erich. Marx y su concepto del hombre… Op. cit. P. 146.

Thursday, November 1, 2018


EL PODER POLÍTICO HUMANITARIO FRENTE AL CAPITALISMO DEPREDADOR.

Sandra Cantoral.

La conciencia de sí mismo como sujeto histórico va constituyéndose en épocas distintas de madurez humanitaria, de acuerdo al grado de consciencia social, al conocimiento adquirido, a la experiencia acumulada y  la intuición del porvenir, que es un sentimiento casi artístico; es decir hablamos del sujeto particular y universal, en sus necesidades e intereses de sobrevivencia existencial en sí y de sí y, ahí  se ubica la existencia también del otro que no soy yo, pero que a la vez me comprende, como un individualcolectivo (Cantón)  en las relaciones de PODER POLÍTICO humanitarias; pero que están ensimismadas aún en alguna época de su vida, y que son inconscientes en el sujeto, hasta que éste se responsabiliza como un sujeto educativo  independiente con cierta madurez de sí.

Cuando aparece el  entendimiento, inicia a saber de su pensamiento y de sus acciones con una cierta pertenencia de clase intuitiva: por eso existen periodos en el desarrollo del hacerse humano, en etapas del comportamiento del poder político-filosófico que van dando cuenta del tiempo real del sujeto particular y universal como una sola temporalidad de su época existencial, dentro de la hegemonía del poder político humanista y del abuso de poder depredador, en su dialéctica de identidad histórica en  la lucha de clases, que en momentos se confunden uno con el otro, porque no existen ejemplos significativos que marquen límites y responsabilidades humanitarias frente al poder político depredador, que es hoy hegemónico, utilizando para ello principalmente la distorsión de los medios de comunicación de masas, nacionales e internacionales, no por algo en México han asesinado a tanto periodista en los últimos años. Pero tengamos presente que existen miles de periodistas anónimos que toman la imagen y ya está en las redes sociales informándonos. Así es de magnífico el trabajo científico, tecnológico, artístico, cibernético de robótica y humanista. Ya no se puede tapar el sol con un dedo.

Tratando de ser ilustrativos, se menciona el periodo humano de 3 a 6 años de la primera  infancia (totalidad política concreta, que se asemeja a las distintas épocas de la humanidad); en este proceso de historicidad social, del sujeto histórico, en donde es posible en todas sus  dimensiones valorarnos dentro de estas dos grandes culturas entre dominados y dominadores a partir de que existe la PROPIEDAD PRIVADA de bienes de producción arrebatados en la explotación del hombre por el hombre, como lo plantea científicamente Marx.

Así la expresión existencial del sujeto la referimos en estos comportamientos: la anticipación de consecuencias; el saber escuchar al otro; el poder hablar con un vocabulario básico; tomar turnos para hacerlo y cuestionarse los porqués de algo. Inician los enunciados que empiezan con la palabra “todos”; los enunciados que empiezan con la palabra “cada”; el respeto hacia los otros; la construcción sobre las ideas propias y la de los demás; la auto-corrección; la consideración sobre otros puntos de vista; el distinguir las contradicciones o las oraciones de “si…entonces”, es decir se va poniendo el ego del sujeto en perspectiva, en relación con su producción material, no como algo mecánico sino dialéctico en la historicidad del hacerse humano.

En ese despliegue de las distintas épocas recorridas de acuerdo a su forma y sentido de producción, a saber distinguimos: comunalidad primitiva, esclavitud, feudalismo, capitalismo y socialismo existente, este último en la mitad del globo terráqueo al menos, lo que ha sido vivido como experiencia de tránsito entre el capitalismo y el socialismo, que puede dar pie al proceso de la sociedad comunista humanizada, que aún se encuentra entre una conciencia en sí y de sí, en la dimensión universal y particular en la época del Siglo XXI de dicho sujeto histórico, esto se sugiere valorando el contexto de la lucha de clases en la dialéctica de la identidad del poder político y de su abuso, por supuesto estas etapas de desarrollo de la humanidad no son lineales, sino que se desarrollan según la madurez de un contexto socio-cultural, que propicia mayores agudezas de reflexión y de acción de derechos humanos enaltecidos.

La figura de sujeto individualcolectivo (Cantón) aún está en una dimensión de sí, porque va expresando  la relación humana en este sentido de pertenencia de clase trabajadora comprometida con un interés histórico, de acuerdo a la  autenticidad que está en el  entorno del sujeto, constituyéndose  en el acompañamiento por medio principalmente de los afectos transmitidos en el proceso de formación del sujeto; y así poco a poco concibe que “lo que le pase a él o ella de forma particular, nos pasa a nosotr@s colectivamente, y lo que nos pase a nosotr@s en lo colectivo, le pasa también a él o ella, ubicándose el límite del respeto a sí mismo que es el otro yo, cobrando consciencia el sujeto educativo de esa historicidad social colectiva o individual, como totalidad política concreta de manera paulatina”, sin que ello sea claro aún, en la definición de clase, asumida proletariamente por el sujeto educativo consciente, valorada como una necesidad histórica explicita, y no nada más de manera intuitiva o implícita.

Sin embargo como es un proceso en la constitución de la conciencia del sujeto, se ve cómo esta articulación histórica de la existencia humana va madurando de forma autónoma y da cuenta de la IDENTIDAD DE CLASE en germen, la cual tiene que ser educada con un sentido de PODER POLÍTICO intencionadamente humanitaria, en los procesos de APREHENDIZAJE  por medio del ejemplo, esa es la forma más auténtica de transmitirse, justo en la táctica de saber gobernar el comportamiento para ser consecuentes con la táctica de la acción proletaria posteriormente, no es muy complejo de entenderse -sin estructurarse como un dogma-; sino por el contrario comprender y ser tolerantes en el orden de la identidad del poder político, es decir del escenario de la lucha de clases del sujeto histórico-educativo, despertando a la lucha política, que sea capaz de propiciarse en los entramados de la Teoría Pedagógica Crítica contemporánea.

Teniendo claro que no todo lo que se enseña, necesariamente se aprehende, del mismo modo que lo que no se sabe, no se puede enseñar, pero lo que bien se aprehende, se enseña como algo natural y significativo en la acción comunicativa del sujeto histórico -como lo plantea Habermas-; o como algo intencionado y potenciado con un método, es decir en el mandar obedeciendo que se desarrolla a través de la PALABRA generadora, ya resignificada; es decir, la más virtuosa y comprometida con la transgresión a la hegemonía del PODER político capitalista, síntesis hoy de todas las formas de explotación anteriores; porque se va sintiendo en el TIEMPO REAL DEL SUJETO EDUCATIVO, para lograr acabar con la explotación inhumana del hombre por el hombre, en ese abuso de PODER POLÍTICO de la lucha de clases.

Esta lucha milenaria desde que existe el arrebato de bienes en propiedad privada en el proceso de producción y acumulación de capital, no se puede explicar con palabras teórico-conceptuales aún, como algo generalizado en una consciencia para sí humanista simplificada,  pero sí se logra en esa lucha del entorno histórico social constituyente del sujeto particular o global; ahí  se va reconociendo el sujeto educativo  como un sujeto histórico integral con todas sus contradicciones posibles; es decir esencialmente con dignidad para UNIRSE libre y voluntariamente a esa integridad física, moral, espiritual e intelectual de todos los iguales en el trabajo PRODUCTIVO, y así PODER diferenciarse políticamente de los extraños para distinguir el comportamiento histórico-social de ese  abuso de poder político, comprendiendo el sentido de su historicidad social, cuando se inician los juicios de valor, con una mirada en la Pedagogía Crítica Multicultural planetaria, como campo abierto de conocimiento educativo para reafirmar la IDENTIDAD DEL SUJETO HISTÓRICO en el presente siglo XXI globalizado.

Es  pertinente  mencionar el periodo de 6 a 7 años como proceso educativo particular y universal en la humanización del sujeto que denota el tránsito de una conciencia en sí y de sí; en la DIALÉCTICA DE LA IDENTIDAD DEL PODER POLÍTICO de tal época histórico-social, tanto universal como particular del sujeto educativo, esta fase de desarrollo humano en su hegemonía, político-filosófico se caracteriza porque, el infante  (totalidad política concreta) inicia a hacer distinciones; puede distinguir lo que es la ambigüedad o la detección de similitudes; PUEDE cuestionar el sentido de la inclusión o exclusión; PUEDE descubrir y hacer conexiones y relaciones cada vez más profundas con oraciones básicas de lógica política, en donde infiere ¿qué se sigue de…?, y por lo tanto puede anticipar consecuencias de sí, desde su concepción en sí, dentro de la lógica del poder estatal, que en las apariencias fantasiosas de la burguesía, se muestra como un ente eterno y benigno, cual si fuese divino como la propiedad de medios de producción que defiende por las ganancias que le reditúa la explotación del y la trabajadora.

Karl Marx en su obra filosófica,[1]  expresa que “…el Estado es un producto de la división de la sociedad en clases, un instrumento de consolidación, de mantención y reproducción de la dominación de una clase determinada. Esta es la tercera tesis central del materialismo histórico. El Estado no es consustancial a la ‘sociedad organizada’ o a la ‘civilización’ en el sentido amplio del término. No existió desde siempre. No existirá siempre. El análisis de los orígenes, el desarrollo específico y la desaparición posible del Estado es una de las principales contribuciones del marxismo a las ciencias de la sociedad”.[2]

Por ello Marx, plantea acerca del comportamiento cultural del capital, o lo que es lo mismo la IDEOLOGÍA BURGUESA; que el hombre siendo la síntesis  más compleja del universo -lo que resignifica de la dialéctica hegeliana-, no ejecuta acciones innecesarias, ni desarrolla su capacidad  creativa sin que medie algo que lo mueva,  lo que  hace más difícil el saber sobre  sí mismo; de manera que tiene que existir una necesidad social que lo integre a todo lo que  históricamente  él ha estado generando como humanidad en sus diferencias civilizatorias y culturales, a través del dominio, la exclusión, las formas de organización de la producción, el consumo, la distribución y el cambio -dice Marx-.

De manera que, así como el racismo y la pertenencia en las relaciones de poder político, social, militar, colectivo, grupal o individual de la conciencia simple en sí y de sí meramente en su dimensión existencial nada más, hasta que el sujeto histórico-educativo, va teniendo control de estas expresiones de su existencia subjetiva, y se asume con toda su carga afectiva a la lucha amplia de emancipación revolucionaria objetiva, con base en la disciplina y el profesionalismo, teniendo claridad, de cómo  el PODER POLÍTICO puede explicar al poder social PARA SÍ, superior al poder existencial, al poder militar, al poder cultural o al poder educativo, entre muchas otras expresiones del PODER humano, en su expresión más plena que es el PODER POLÍTICO de defensa de la paz y el trabajo equitativo para la humanidad del planeta tierra en el presente siglo XXI.

Este poder político para sí humanitario, reflejará nuestras capacidades de  defensa de derechos y de principios básicos de la humanidad entera para saber gobernarse por sí misma en unidad planetaria, diluyendo la división de clases sociales, entre la cultura burguesa y la cultura proletaria, que aún es la síntesis del sentido de explotación con la injusta aparición de la propiedad privada de medios de producción, sustentada en el hurto, el asesinato y el despojo a lo largo del proceso educativo o de deshumanización, como expresa Freire en la Pedagogía Crítica cuando no existe diálogo alguno que medie el respeto y el amor al prójimo.

De modo que el PODER POLÍTICO humanitario, que es el más abarcativo de los poderes, se refería a la experiencia y a la memoria cultural o ideológica ahí constituida y expresada en los pensamientos, lenguajes y  formas de vida que tienen los  pueblos específicos en esta temporalidad moderna[3] y constituyente en los entramados críticos del materialismo histórico.

El marxismo, o en su acepción científica denominado Materialismo Histórico Dialéctico como producto que su época propone: el proceso que conlleva tener que  hacerse un ser humano a través de las mediaciones de la formación cultural dominante, en la relación de libertad y de pertenencia de clase, es un largo proceso de transformación social y particular, de acuerdo al grado de consciencia asumido en la defensa de la tradición y la continuidad revolucionarias, en el sentido de la interpretación burguesa, la cual “cree” que “el capital es un elemento necesario del proceso laboral humano en general, abstracción hecha al margen de toda forma histórica del mismo.

“Porque  la clase dominante hace creer, que el capital es algo eterno y condicionado por la naturaleza del trabajo humano. Igualmente se llega a la conclusión de que, como el proceso de producción del capital es en general un proceso de trabajo, el proceso de trabajo en cuanto tal, es el proceso de trabajo en todas las formas sociales, por lo que es necesariamente un proceso de trabajo del capital”[4]; de tal manera que el sujeto histórico asalariado, en la lógica capitalista, reduce las capacidades del trabajador, para que supuestamente, de manera autónoma y colectiva se satisfaga y se realice socialmente en la satisfacción de necesidades humanas básicas; pero no es así, sino que la clase trabajadora, queda limitada en su ensimismamiento cosificado, ya que “no es el obrero quien emplea los medios de producción, son los medios de producción los que emplean al obrero... como esfuerzo, como gasto de fuerza vital, el trabajo es la actividad personal del obrero. Pero en cuanto creador de valor, implicado en el proceso de su objetivación, el trabajo del obrero es, apenas ingresa al proceso de producción, un modo de existencia del valor del capital, incorporado a éste.

Esta fuerza conservadora de valor y creadora de nuevo valor es, en consecuencia, la fuerza del capital y ese proceso se presenta como el proceso de autovalorización del capital o, por mejor decir, del empobrecimiento del obrero, quien el valor creado por él lo produce al mismo tiempo como un valor que le es ajeno”.[5]

Por las razones expuestas, la transgresión del orden hegemónico establecido,  se enfrenta con una estrategia planeada, acuñada en un  espíritu de coraje y de resistencia individualcolectivo (Cantón), que da cuenta de las razones necesarias concretas en los vínculos del poder y del abuso de poder político, por medio del LENGUAJE  SIGNIFICATIVO, que implica la lógica, la razón y la eticidad del sujeto histórico que se va acuñando, necesariamente por medio del ejemplo cultural, siendo en sí  uno y lo mismo el sujeto y su historicidad hegemónica.

La hegemonía capitalista, pasa por distintos procesos de acercamiento del mundo real,  y también  de lejanía en la observación, la reflexión, la interpretación significativa y la asunción del sujeto histórico educativo, en  la superación colectiva de esa dificultad que conlleva implícitamente su sentido de clase de pertenencia, en el ¿qué hacer? que siempre tiene un LÍMITE en el proceso político educativo, que es el PODER POLÍTICO humanitario para construir y contribuir en   la ley de consulta amplia a través de esa UNIDAD, como es la asamblea familiar, escolar, en la calle etc. etc. No importa que se comprenda la necesidad de la unidad humanitaria, desde el arte, la familia, los medios de comunicación, la escuela, la biblia, la poesía, el canto o demás, no somos excluyentes sino incluyentes para la equidad y justicia social nacional e internacional planetaria, principio de la Pedagogía Crítica Multicultural.

La UNIDAD en el contexto posible inicia a probar sus intuiciones, de cómo se  arriesga  la muerte-vida-amor revolucionario-muerte-vida…, hasta lograr un dominio conceptual profesional del asunto; por eso es tan importante la capacidad dialógica crítica, con base en la educación política, religiosa, artística, corporal, auditiva o técnico-científica, para comprender los significados más simples y a la vez los más complejos de esa historicidad producida en tal educación política autónoma con capacidad para GOBERNARSE por uno mismo, justo  en la lucha por la conquista del PODER POLÍTICO humanitario, es decir, para ser reconocido como clase trabajadora, como uno más en su diferencia, sabiendo perceptiva y conscientemente  que todo tiene un costo en la lucha de la clase proletaria en contra de la explotación con un sentido del poder político en su raíz amorosamente solidaria que tiene que inculcarse en cualquier ámbito educativo, como es la familia, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación o en la calle, lo significativo es sabernos gobernar de forma autónoma y responsable.

“En el sentido moderno, la VIDA POLÍTICA humanista es el escolasticismo de la vida popular. La monarquía es la expresión perfecta de esta alienación. La república es su negación dentro de su propia esfera. Es evidente que la constitución política como tal no es desarrollada sino allí donde las esferas privadas han adquirido una existencia independiente. Donde el comercio y la propiedad agraria no son libres, aún no han llegado a ser independientes, también la constitución política no lo es. El medioevo era la democracia de la no-libertad”,[6] desde esa conciencia en sí y de sí en las relaciones de poder es importante hoy tomar consciencia de forma libre y responsable de nuestras capacidades humanitarias para aprehender a ser felices y amarnos a través del ejemplo, lo cual está construyéndose actualmente en este momento de crisis de futuro que tiene en diabólico capitalismo, como forma de acumulación de riquezas a costa de la explotación del hombre por el hombre, o de la mujer por la mujer, igual es el caso.

Por eso la relación de PODER  POLÍTICO humanitario es una capacidad que se gesta, se desarrolla, madura y florece como potencialidad integral  del sujeto educativo en este siglo XXI; que abarca todos los sentidos racionales humanos en cada momento de su despliegue en ese tránsito en sí y de sí, tanto físico, intelectual como moral en el contexto de la lucha de clases que se va asumiendo por medio del ejemplo político de unidad, consciente o intuitivo, de esas dos expresiones culturales entre dominados y dominadores, resignificándolo en la hermenéutica analógica del ethos barroco[7] en su propio tejido cultural.

El ethos barroco, referido al carácter del sujeto histórico, da cuenta de sus  formas de reproducción  matizadas, que abarcan distintas dimensiones del comportamiento humano en actitudes y aptitudes concretas, de esa totalidad política allí expresada-expresándose, desde el acto más simple hasta el más complejo entre lo particular y lo universal acontecido en el mundo real, en esa  dialecticidad histórica  del hecho educativo o de humanización;  hasta comprender el sujeto educativo su temporalidad espacial política, en sus múltiples determinaciones posibles infinitas y finitas, sucediendo estas últimas  sólo en el pensamiento humano, lo que puede tener sentido desde la Teoría Pedagógica Crítica Planetaria.[8]

Tales determinaciones de temporalidad espacial política en el sujeto histórico-educativo,  también responden a un proceso evolutivo  del contexto de su totalidad orgánica  concreta, con nombre y apellidos precisos, como puntos de intersección particular y universal del horizonte amplio de valores y de virtudes de la PRODUCCIÓN histórico social; de tal manera que en esa síntesis del poder hacer, poder pensar, poder luchar y poder vivir, todo ello es una vida política con un gran arcoiris, como FORMAS DE COMUNICACIÓN HUMANA en cualquier espacio y tiempo de la historicidad del sujeto educativo; así éste  se forja desde la infancia un carácter político en la defensa de los derechos más elementales en su UNIDAD y en su DIFERENCIA como clase proletaria para sí, que se acuerdan a través del diálogo y de la comunicación FRANCA Y ABIERTAS cara a cara internacional, por medio de un proceso educativo político muy sensible y respetuoso, honesto, solidario y de gran fraternidad humanitaria.

Este gran proceso educativo que está en ciernes aún, pero del cual se habla cada vez más es necesariamente afectivo y comunitario, es decir se funda en una conciencia en sí y de sí humanizada y humanizándose en la dialéctica de la identidad del poder político en la lucha de clases, hasta constituirse en una consciencia para sí revolucionaria para la UNIDAD de la paz y la felicidad nacional e internacional, con un trabajo productivo y equitativo, en donde el paraíso en términos simbólicos, equivale a terminar con la PROPIEDAD PRIVADA DE MEDIOS DE PRODUCCIÓN, CON LA EXPLOTACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE y con LA LUCHA DE CLASES, porque las clases sociales ya no existirían, desde este poder político emancipatorio, del que da cuenta la lucha de clases histórica para enfrentar nuevas contradicciones, pero ya no las que causa la EXPLOTACIÓN del sistema capitalista depredador.

En este sentido sobre las premisas de la dialéctica del PODER POLÍTICO humanitaria en la lucha de clases entre el amo y el esclavo, concluimos que este sentimiento de desigualdad se va encarnado en el sujeto en sí, en ese tránsito a saber de sí en su inmediatez existencial, pero se  diluye como un momento preciso del despliegue de su propia historicidad social,  en esa existencia  de la propiedad privada de medios de producción del contexto histórico-social, lo cual se capta con valores confusos de pertenencia de clase entre propietarios y desposeídos, a pesar de que  el origen de la propiedad privada data, desde el tránsito  de  finales de la comunidad primitiva, por eso fue necesario  el surgimiento del Estado Esclavista, aproximadamente en el año 3,000 antes de esta era como es registrado por los historiadores.

Sin embargo, el sujeto histórico en general, no  tiene consciencia de cómo afectó la existencia de la PROPIEDAD PRIVADA en las relaciones de poder político y de abuso de poder político entre dominados y dominadores, pero tampoco le interesa en la educación enajenante hegemónica saberlo; desconociendo que la existencia de la propiedad privada, se funda injustamente en el despojo y en la violencia con temporalidades diversas en el  mundo, por eso esta propiedad privada de medios de producción en la identidad del poder político humanista, tiene que ser abolida, para destruir la violencia, la explotación, la corrupción, la discriminación, el prejuicio y el dogmatismo que caracteriza a la fase capitalista de producción, síntesis de todas las formas de injusticia social anteriores.

Dicha fase de la historicidad esclavista/capitalista en las relaciones de producción, representa la primera y quizá última forma de explotación y de despojo del hombre por el hombre, a través de la VIOLENCIA RADICAL, es decir, por medio del hurto, el exterminio, el asesinato y la rapiña para acaparar la propiedad de  lo producido y, que hoy en día lo ocupan las drogas y las armas para las guerras y los pretextos de despojo para atropellar con los golpes blandos contra la soberanía de las naciones que están según Trump, en su patio trasero, cuál, sí ese, el del gobierno de los Estados Unidos; así toda producción humana se revierte al beneficio social, que vuelve a servir como medio de producción al poseedor de dichos medios monopolistas imperiales, usurpando así su trabajo a las  poblaciones a la luz de todas las miradas hoy en día con gran impunidad, como crímenes de lesa humanidad que las mayorías aún no tienen consciencia de ello.

Hoy se exalta esta violencia acumulada, para no confundir el fenómeno con su esencia; para reconocer en términos educativos, cómo esta relación infernal se va acuñando en el cuerpo del sujeto desde el tránsito del sujeto en sí, al sentirse sujetado por las cosas que le dan sentido de sí ególatra o egoísta, en las dimensiones de conocimiento del proceso educativo, entiéndase, en la construcción social de valores humanos que aún no tienen forma de sostenerse.

En este sentido, véase cómo la relación de producción con tales realidades de crueldad, se  capta por todos los sentidos desde los primeros años de infancia en la constitución psíquica-afectiva del sujeto, lo cual es una condición material objetiva en la sociedad, por eso es importante tener una mirada pedagógica sobre ello, en el contexto constitutivo de la identidad del sujeto en el horizonte de la  lucha de clases para impulsar al sujeto a saber gobernarse con base en una consciencia de orgullo prole para sí, que lo hará madurar como un sujeto con PODER POLÍTICO HUMANITARIO, éste es el que hoy en día necesitamos como ciudadanos del mundo. Por ello el nuevo presidente electo en México anuncia cómo empezar una cuarta transformación: con la separación del PODER POLÍTICO con respecto al PODER ECONÓMICO y el PODER POPULAR. Habrá que ir construyéndolo entre todos y todas.

“La separación de los medios de producción del productor transforma su trabajo en trabajo asalariado, y a la inversa: el capital variable presupone al constante; la fuerza de trabajo como mercancía indica que su dueño ‘ha sido liberado’ de los medios de producción y que estos últimos han sido monopolizados por los compradores de esta fuerza de trabajo”.[9]

De modo que las relaciones de poder político del capital variable,  ahí invertido por el empresario monopolista, que es este capital acumulado  en sí, la fuerza del trabajador directo que se relaciona afectivamente, con su historicidad existencial en sí y de sí, pero en la existencia más primitiva del ser, que por supuesto, el sujeto percibe, pero no lo puede explicar con conceptos que correspondan con la realidad concreta, en su dimensión de clase trabajadora sino que se fijan como traumas, miedos y frustraciones, principalmente por medio del  entorno familiar y social más amplio; comportamiento humano-inhumano implícito en su historicidad dialéctica, pero que no se hace explícito en el proceso de humanización o educativo con un método científico crítico y con un seguimiento disciplinado para que las sociedades y los pueblos organizados aprehendan a gobernarse y a producir lo que se comen, sin tener que vender su alma al diablo monopolista, es decir, el capital.

De tal suerte que esta historicidad en sí y de sí en el sujeto, se encuentra en conjunto con el capital constante que es la inversión en maquinaria o infraestructura necesaria, -producidos tales instrumentos de trabajo, también históricamente por el propio trabajador(a), pero estos instrumentos les son ajenos-; de manera que todo el proceso de trabajo o educativo individualcolectivo (Cantón) tiene que ver con la lucha de clases, desde la existencia de la propiedad privada de medios de trabajo o de producción de dicho proceso educativo, que no es lo mismo que la propiedad común o personal más cercana del sujeto, por lo que su trabajo ya enajenado, se vuelve un comportamiento mecánico de asociaciones análogas simples, desde la concepción hegemónica del abuso de poder político.

Las formas de explotación y humillación, van encajando en la ESTRUCTURA SUBJETIVA y OBJETIVA de la mentalidad y COMPORTAMIENTO social del sujeto educativo en sus RELACIONES DE PODER POLÍTICO humanistas e inhumanamente indiferentes, que se complican y se mezclan subjetivamente con la sensiblería burguesa en la intersubjetividad proletaria, impidiendo o dificultando su propio proceso de emancipación histórico-social, de forma organizada, en la expresión de la cultura proletaria multicultural que día a día se está construyendo en el mundo, dado el grado de degradación, violencia e injusticia cotidiana en el sentido físico, ético-moral y espiritual; porque el sistema capitalista de explotación ya no tiene futuro, habrá que reflexionarlo con bolitas y palitos desde el jardín de infancia.

Por ello el presidente Nicolás Maduro de Venezuela hoy opina que:
El Mediterráneo se convirtió en una inmensa región de necesidad, de crisis, que no van a poder parar hasta que no se priorice la inversión en educación, en salud, en trabajo, en vivienda y en vida para los pueblos...
El mandatario subrayó que para superar una crisis humanitaria migratoria, es necesario que se respete la soberanía de los pueblos del mundo...

En cuanto a la caravana de migrantes hondureños que van hacia EE.UU., el presidente Maduro indicó que esas personas van en búsqueda de una esperanza y acotó que la crisis en Honduras comenzó cuando en 2009 hubo un golpe de Estado contra el jefe de Estado Manuel Zelaya….

Desde ese momento comenzó un proceso de crisis de descomposición en Honduras y ahí vemos miles de hondureños con su familia caminando kilómetros y kilómetros para buscar alguna esperanza de vida en EE.UU.", cuestionó.





[1]Consúltese. Marx, Karl. Manuscritos económico-filosóficos de 1844. Ed.                                     Grijalbo, México, 1968.
[2]Vid. Mandel, Ernest. El lugar del marxismo en la historia.  Ediciones y Distribuciones Hispánicas, S.A. de C.V., México 1986. P. 20.
[3] Obsérvese que la obra político-filosófica de Karl Marx “fue un trabajo meticuloso en extremo. No fue el resultado de haber leído dos o tres libros. Haberse topado con una inspiradora idea y haber salido ante el mundo ufano de haber creado un novedoso sistema de transformación social. La cimentación que emprendió Marx tardó décadas. Cualquiera que abra un tomo de El Capital se dará cuenta de la magnitud de la labor, la cantidad de obras y escritos consultados muestran que no se dejó ningún detalle a la especulación. Desde obras clásicas de los autores griegos, pasando por los principales representantes del socialismo utópico fancés; de la filosofía clásica alemana; de la Economía Política Clásica inglesa, hasta los últimos informes de la Banca Británica. La búsqueda, pues fue exhaustiva”. Vid. Valqui Cahi Camilo (Coord.) El pensamiento de Marx en los umbrales del siglo XXI. Ed. Comuna, Universidad Autónoma de Guerrero. México 1995. P. 246.
[4] Consúltese. Marx, Karl. El capital. Libro I capítulo VI (inédito). Ed. Siglo XXI, México 1983. P. 10.
[5] Cfr. Marx, Karl. El capital. Libro I capítulo VI (inédito). Ed. Siglo XXI, México 1983. Pp. 17 y 18. Apud. “El obrero se empobrece tanto más, cuanto más riqueza produce... Con la valorización del mundo de las cosas aumenta, en relación directa la desvalorización del mundo de los hombres... El objeto producido por el trabajo, su producto, se le enfrenta como un ser ajeno, como un poder independiente respecto del productor” (Ökonomisch-philosophischen Manuskripte, en K. Marx. F. Engels. Kleine (jkonomische Schriften, Dietz Verlag, Berlín, 1955. P. 98).
[6] Cfr. Marx, Karl. Crítica de la filosofía del Estado de Hegel. Ed. Grijalbo, México 1968. P. 43.
[7] Vid. Blanco Beledo, Ricardo. Hermenéutica analógica y cultura contemporánea. Editorial Torres Asociados, México 2009. “La cultura entendida como un proceso de eticidad implica -dice Hegel- que el movimiento de ‘el espíritu tiene que progresar hasta la conciencia de lo que es de un modo inmediato, tiene que superar la bella vida ética y alcanzar, a través de una serie de figuras, el saber de sí mismo. Pero estas figuras se diferencian de las anteriores por el hecho de que son los espíritus reales (reale), auténticas realidades, y en vez de ser solamente figuras de la conciencia, son figuras de un mundo’ Apud. en Hegel, G.W.F. Fenomenología del espíritu. Ed. FCE, México 1993. Tr. Wenceslao Roces, P. 96. En el ensayo:   Hermenéutica, Ethos Barroco y Educación. Sandra Cantoral Uriza. P. 173.
[8]  Max Horkheimer, emplea  y elabora la formulación de la teoría crítica, para representar a la principal teoría de la Escuela de Frankfurt, posterior a la primera guerra mundial, en donde se recuperan varias interpretaciones y reinterpretaciones del marxismo, lo que implica un cambio histórico-social para la sociología del conocimiento, al realizar una crítica severa a la razón instrumental ilustrada.
[9] Vid. Rozemberg D.I. El capital de Carlos Marx, comentarios al 1er. tomo. Ed. Cultura Popular, México 1979. P. 169.