Sunday, December 10, 2023

HIPÒTESIS.


Fernando Cajas


El pensamiento hipotético deductivo es la base de la ciencia, pero una hipótesis no es cualquier tontería que se me ocurra. Si así fuera, la ciencia seria una sarta de tonterías y no lo es. Una hipótesis nace y crece a la luz de cierta evidencia que está enlazada a una teoría. Una teoría no es cualquier explicación sin sentido que se me ocurra, no. Esta relación entre teoría, evidencia e hipótesis es la base de la ciencia moderna. No sólo hacemos ciencia sino también sabemos, científicamente, cómo se aprende ciencia. Así que no venga un grupito de fiscales que se auto denominan juristas a querer imponer un nuevo método científico, confundiendo teoría con invento, evidencia con pruebas falsas e hipótesis con cualquier babosada.


Que los torpes fiscales guatemaltecos no puedan entender lo que es una hipótesis solo refleja que toda su licenciatura de derecho se la pasaron copiando y que si hicieron maestrías o doctorados èstos son "patito", plagiados como el doctorado en derecho de Consuelo Porras. Ya vimos que la Universidad da Vincci se especializa en ofrecer derecho de mentiras. Han sido tan cínicos que han creado facultades de derecho solamente para estar en las comisiones de postulación de magistrados.


Confunden teoría con inventos y evidencia con creencia. La teoría, el marco teórico son las leyes, ellos, los golpistas del MP o no las usan o las abusan. Una hipótesis no es cualquier locura que se le ocurra a Consuelito, la alumna que siempre hizo trampa. Una hipótesis es una
proposición que tiene algunas bases, incrustada en un marco teórico y capaz de ser demostrada o refutada con evidencia. Una hipótesis no es cualquier frase que se me ocurra, no. Ahora bien, entre tanto enredo natural o mal intencionado del MP, se les olvidaron varias cosas. Primero, que ellos secuestraron ilegalmente documentación que únicamente puede tener el tribunal electoral y que, al perderse la cadena de custodia, esta evidencia ya no sirve para nada, para nada legal.


Segundo, que ellos, el ministerio público se creen ya el tribunal electoral para pedir que se anulen las elecciones. ¡Si! Ya se les olvidaron los pocos artículos del la Constitución que aprendieron de memoria. En su mundo monárquico en el que viven parece que el puesto de reina se lo pelea Consuelo con Miguel, pero de que se creen reinas, se creen. Las reinas, Consuelo o Miguel, cualquiera, creyeron esa noche triste del 25 de junio que dándole una llamada a los magistrados del tribunal electoral lograrían eliminar a Semilla. Como aún estaban borrachos, de poder, de coca, de alcohol, de sexo, de todo, simple y burdamente iniciaron la suspensión de Semilla. Esto es, el mismo 25 de junio. Eso si es evidencia. Es evidencia de un golpe de estado.


Ahora este mamarracho de "caso" del ministerio público será enviado al tribunal electoral quien no sabemos qué dirá. No sabemos porque el TSE, tribunal electoral, ha sido ambivalente.


Primero jugó con los corruptos y quitó candidatos "peligrosos". A Arévalo no lo quitaron porque ni se les ocurrió que ganaría. Sino lo quitan. Luego cuando vieron la contundente victoria de Semilla ya no pudieron quitarlo, ni echarse para atrás ni aceptar la presión del pacto de corruptos. Ya era muy tarde. Así que los magistrados del tribunal electoral debieron jugar a la democracia limpia.


Las presiones de Miguelito ya no pudieron revertir la situación. Sabían que era la crónica de la muerte anunciada del pacto de corruptos.


Pasaron los meses inventando casos para anular la candidatura de Arévalo, nada les funcionó. Construyeron lo que ellos llaman la "hipótesis" de que se construyó una organización delincuencial al construir Semilla a la luz, mejor dicho, a la obscuridad, del caso denominado USAC:

Botín Político. ¡Válgame Dios! Ya los fiscales del MP no sabían ni qué agregar a ese fiambre de casos mal hechos. Llegaron al viernes 8 de diciembre sin nada y decidieron decir lo que tenían, que no era nada más que las elucubraciones agonizantes de una fiscal, enferman de todo. Con esa solicitud, se las apruebe o no el tribunal electoral, se irán a la Corte de Constitucionalidad, donde Molina Barreto dirá si se anulan las elecciones o no. Imagine usted, en manos de quien estamos. Del abogado de los golpistas y genocidas, ni más, ni menos.


Así, el panorama para el pueblo de Guatemala està obscuro. Solo nos queda defender esta democracia con la Constitución, con la Ley, en las calles, en todos lados. Eso nos queda y nada más. Ya no hay nada que decir, serìa redundante. O Es ahora o no será nunca Guatemala.

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