Arturo Almazán Cantoral
El reinado de los visigodos en Hispania se caracterizó por las luchas y asesinatos dinásticos, es decir, por la inestabilidad monárquica. De hecho muchos terratenientes se sublevaron en contra de la realeza durante el siglo VI y este malestar social fue aprovechado por el Emperador bizantino Justiniano I para ocupar la costa este del sur de Hispania, el norte de África y las islas Baleares. La invasión bizantina aunada a las constantes rebeliones de los terratenientes y la hostilidad del reino suevo, trajo consigo una mayor inestabilidad de las dinastías reales visigodas, fue hasta el año 620 que el general visigodo Suintila logró expulsar a los bizantinos de la costa, pero las luchas dinásticas continuaron y alcanzaron su auge durante la contienda por el reinado entre Agila II y Roderico, el primero aceptará ayuda de los musulmanes -que ya habitaban del otro lado de Gibraltar- para derrotar a su contrincante, el cual será vencido en la Batalla de Guadalete en el año de 711. Pero los árabes no se limitarían a auxiliar a Agila II sino que aprovecharían la debilidad del reino para expandirse por toda la península Ibérica, la cual invadirían casi en su totalidad en tan solo 15 años; la expansión del islamismo era imparable y fue en Hispania donde se comenzó a replegar el avance de los islamitas islamitas, pero sería una ardua lucha que duraría más de VII siglo para poder expulsarlos totalmente de la península.
Los visigodos tendrían que replegarse al norte de la península cerca de los montes Cántabros, donde se mezclarían racialmente con las tribus nativas del lugar[1]. Desde las montañas planearían la reconquista de su antiguo territorio y sería ahí donde fundarían el nuevo reino de Asturias aproximadamente en el 790. El avance de los asturianos contra los invasores árabes se haría lentamente y por ello las fronteras de la Antigua Hispania estuvieron en constante cambio durante los más de VII siglos que duro la reconquista española; de hecho para el año 900 asturiano se habían expandido territorialmente más hacia el sur y se había dividido en diversos reinos como Galicia, Castilla, Pamplona, Aragón y el Condado de Barcelona. Para el 1150 la reconquista ya echaba frutos, el reino de Asturias se expandió aun más al sur y se dividió en los reinos de Castilla y León, nació el reino de Portugal, Galicia siguió en sus fronteras, se gestó el reino de Navarra, Aragón se expandió y del condado de Barcelona nació el reino de Cataluña. La reconquista hispana era incontenible ya volvían a ocupar más de la mitad de la península y fue para el año de 1300 que solo quedaría el reino de Granada[2] en manos de los musulmanes.
Hay que tener en cuantas que las alianzas matrimoniales entre dinastías reales era algo muy común de la época en toda Europa y por ello muchos reinos aumentaban sus fronteras al unir sus territorios. Este es el caso de León, que para el año 1300 se unió al reino de Galicia para hacer competencia a la poderosa Castilla, Portugal ya había crecido casi a las fronteras que tiene en la actualidad, Navarra había permanecido casi estática en su posición fronteriza con Francia y en cambio los reinos de Aragón y Cataluña habían crecido en gran medida, pero no solo territorialmente, sino que se convertían en potencias navales del Mediterráneo. Durante más de 150 años lo hispanos toleraron la presencia del reino musulmán de Granada, pero serían los reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla los que terminen por expulsar totalmente a los árabes de la península. Para ese siglo XV los reinos de Aragón y Castilla eran los más poderosos, los castellanos habían absorbido el territorio de los leoneses y los aragoneses el de los catalanes, de este modo dos de las coronas más poderosas de toda la cristiandad unían sus fuerzas sin unir sus territorios[3].
La reconquista española es un episodio de la historia muy importante, debido a que no solo es un nuevo choque de culturas y nuevas guerras religiosas, sino que por primera vez los pueblos de Europa occidental entraron en contacto con los valiosos conocimientos orientales que los árabes trajeron consigo. Fue gracias a este contacto cultural que los europeos conocieron la brújula, el papel, los números de la India[4], las matemáticas más desarrolladas, la pólvora, las armas de fuego, nuevas técnicas arquitectónicas y artísticas, la vela triangular para una navegación más eficaz y la planificación de mapas más desarrollados. Se puede decir que de entre los pueblos latinos, fueron los hispanos y los portugueses de los más afortunados a pesar de la larga guerra que sostuvieron contra los musulmanes, ya que fue por Gibraltar donde se dio este contacto único del conocimiento grecorromano con el antiguo conocimiento del lejano oriente. Esta es la razón por la cual durante el siglo XV y XVI fueron los hispanos y los portugueses los principales navegantes del globo; fueron los hispanos los primeros en cruzar el Océano Atlántico para encontrar nuevos territorios isleños y sobre todo un nuevo continente que llamaron América; y fueron los portugueses los primeros en darle la vuelta al continente africano por el cabo de Buena Esperanza, para así encontrar una ruta directa hacia el Lejano Oriente[5].
Pero además del enriquecimiento cultural que se dio gracias a la conquista árabe y la reconquista española, fueron estas guerras las que forjaron el ser y espíritu de los habitantes de los reinos hispanos y claros está, de los conquistadores de México. Hay que tener en cuenta que durante esos más de 700 años de guerra, el papel de los nobles caballeros y los aguerridos soldados fue muy importante para el desarrollo histórico; los tiempos de la reconquista se caracterizaron por la búsqueda del ascenso social por medio de títulos nobiliarios, muchas eran las familias que buscaban ser reconocidas socialmente por medio de la guerra, muchos eran los caballeros que esperaban recibir mercedes y títulos gracias a sus grandes hazañas y actos heroicos, y fueron muchos los que lo lograron. Por otro lado, es importante ver que los españoles se convirtieron en el pueblo más devoto y fiel al catolicismo, y de hecho fue esa devoción la que les exaltó ese espíritu bélico que heredaron de sus diversos antepasados.
Para finales del siglo XV y principios del XVI eran muchos los hidalgos[6] que buscaban el ascenso social por medio de la participación en las guerras, sin embargo la reconquista había terminado y por ello la guerra y la expansión territorial se llevarían al exterior de los reinos hispanos, por ello fue clave el descubrimiento de América, ya que fue este territorio en el que los reinos de Castilla y Aragón pusieron sus ojos; fue para ellos como la tierra prometida que se describía en la Biblia, tierra maravillosa llena de riquezas naturales, fue esta la tierra que los españoles se aferraron a conquistar y en la que buscaban riquezas metalíferas. Por ello fueron muchos los hidalgos que se enlistaron y gastaron sus recursos para realizar las expediciones al Nuevo Mundo en busca de riqueza y propiedades. Con estas expediciones se dio un nuevo episodio de la historia, un nuevo choque de culturas que nunca habían sabido nada de la otra y fue un choque cultural del que surgió una nueva raza, una nueva sociedad llamada novohispana, la cual contó con características propias que nos heredaron a todos los actuales mexicanos.
Así la conquista de México marca un hito histórico en la lucha de clases, de lo cual se ocupará esta página.
[1] Astures, Cántabros y Vascones.
[2] Ubicado en la punta más sureña de España a la altura del estrecho de Gibraltar.
[3] En 1469 el rey Fernando de Aragón y la reina Isabel de Castilla contrajeron matrimonio, pero esta fue una alianza matrimonial muy especial en Europa, ya que no se siguió la costumbre medieval de que la mujer no podía reinar y por tanto el hombre se adueñaba de sus posesiones, sino que Isabel mantuvo dividido el reino de Castilla del de Aragón, y aunque eran aliados nunca fueron un reino unificado.
[4] Mejor conocidos como números arábigos, aunque en verdad provienen de la India y su nombre se debe a que los árabes los difundieron por los alrededores del Mediterráneo.
[5] La palabra Lejano Oriente se refiere a los territorios de India, China, Japón, Tailandia, Indonesia y Australia; mientras que el término Cercano Oriente se refiere al actual Israel, Palestina, Líbano, Jordania, Irak, Irán, Afganistán, etc.
[6] Personas que están a punto de ascender a la nobleza debido a sus actos bélicos en pro de la Corona de su reino. Estos hidalgos o hijos de algo, tienen un prestigioso nombre que han heredado por los actos de sus padres, son hábiles en el uso de las armas y es por medio de sus hazañas en batalla que buscan hacerse de importantes títulos nobiliarios y adquirir riquezas.
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