En términos de la pedagogía crítica, es decir del proceso de educación política, entiéndase del proceso de formación para el trabajo lúdico de humanización, hoy necesitamos reconstituirnos en procesos VIVOS de flexibilidad en la VOLUNTAD liberada para la CONVIVENCIA por convicción y necesidad humana, con base en la entereza de la MUJER dadora de vida, de ahí se deriva la ANTROPOLOGÍA POLÍTICA evolutiva, en la pedagogía de Paulo Freire.
Es claro entonces que, en el desarrollo de la humanidad, se hace necesario tener una posición política en la defensa de los derechos humanos de cada generación, que va humanizándose para lograr mayor conocimiento sobre “lo oculto” por las ideologías manipuladoras y fetichistas, como es conocido a lo largo de la humanidad.
Así el sujeto educativo que ha sido encabezado por el coraje de las mujeres, puede atreverse a ser disidente del orden institucional establecido, tanto en la educación formal, la informal y la no formal, valorada esta relación histórica de las formas educativas como un todo concreto y articulado, en beneficio de la gran mayoría, humanizándose a través de su capacidad solidaria e individual colectiva (Cantón), nunca más, sectaria.
Por ello tal espíritu solidario tiene que enfrentar a la hegemonía del poder político maniqueo a través de las épocas, pues sólo falta ponerlas de pie, como decía Marx con Hegel. Porque es a la VÍCTIMA, a quien se le sataniza, estigmatiza, neutraliza, mediatiza y finalmente se le reprime con la muerte.
Por tal hecho educativo de abuso de poder, es vital aprehender a hablar la PALABRA de POSIBILIDAD liberadora, porque “el diálogo no es un producto histórico, sino la propia historización” que se resignifica en nueva vida de sensibilidad humana, de quien es DADOR Y DADORA DE VIDA, contra toda injusticia patriarcal. Pues “la soledad y no el aislamiento, sólo se mantiene en cuanto se renueva y revigoriza en condiciones de diálogo”.
Esta es la razón histórica en deuda por la falta de reconocimiento, del por qué en la funcionalidad institucional burguesa formalizante, el sujeto educativo antes que reconocer que tiene una posición política, se calla, se auto-reprime y se oculta, convenciéndose de que el orden y el progreso capitalista son “verdaderamente” el destino manifiesto, con una sobrevivencia de explotado.
Es claro el trabajo explotado, dada la aculturación padecida, en el abuso de poder político, pues la PEDAGOGÍA crítica CONDUCE y TRADUCE, así valoramos que ha sido históricamente la mujer la conductora y traductora, hasta el grado máximo de distorsión y manipulación hegemónica a través de la enajenación más amplia.
La razón es que a lo largo de la historicidad humana el poder político se refiere a la defensa de los DERECHOS HUMANOS, pero la clase dominante de todas las épocas no le reconoce ese poder a los dominados, pues se entiende que NO es una necesidad de los OPRESORES, sino que necesariamente será un poder de emancipación de los OPRIMIDOS en el contexto político hegemónico de la lucha de clases, valorando sus INERCIAS, RETROCESOS o CONSECUENCIAS, en donde el valor de la mujer sigue teniendo un papel histórico sublime que jugar.
Sin embargo, se es consciente de que las relaciones de abuso de poder, existen en la hegemonía de la clase dominante de cada época a través del Estado esclavista, del Estado feudal, del Estado capitalista y hoy aún del Estado socialista, ello sucede desde que existe la propiedad privada de medios de producción en unas cuantas manos, y aún pervive la idealización del Estado Ético platónico y hegeliano.
Supuestamente el Estado ético, estaba lleno de nobleza, inteligencia y sabiduría de los miembros más notables de la aristocracia, pero sólo han transitado a ser jerarquía autoritaria oligárquica en el poder hegemónico de la ganancia sólo para el beneficio burgués, por ser quienes imponen la estratificación social funcionalizada en la Institución de la máxima ganancia, a través de la extracción de plusvalía al trabajador directo, con el despojo y la explotación.
Se encuentran EXPRESIONES rutinarias, esquemáticas, maquilladas o funcionalistas, que encubren la lógica empresarial capitalista, abarcando ideológicamente a la raíz de sentido común hasta el conocimiento científico, de forma cualitativa y cuantitativa; con tales reivindicaciones maniqueas en medio de la debacle capitalista-imperialista, vivimos una época que destaca el problema de la revolución liberadora y la construcción socialista posible, al lado de las mujeres.
Así cada modo de producción privado, ha ido imponiendo en esa forma de vida hegemónica, no sólo la división del trabajo entre el campo y la ciudad, sino de manera intencionada favorece la ganancia del capital en detrimento abierto de las condiciones de vida de la mujer en particular, separando en este sentido el trabajo intelectual del trabajo manual, como necesidad para la reproducción de la hegemonía jerárquicamente dominante, que hoy nos llega con el trabajo maquilador.
De manera que esta propiedad se desarrolla en la acumulación y la centralización de grandes riquezas convertidas en capital monopolista y financiero en esta última fase de desarrollo imperialista, que encarna el ejemplo educativo de crimen y de violencia para las nuevas generaciones; tendencias que elevan a los explotados y oprimidos del mundo en acciones amplias y reiteradas para marcar la pauta de todo un periodo de la historia, contra los denominados crímenes de lesa humanidad, a saber:
1. Asesinato. 2. Exterminio. 3. Esclavitud. 4. Deportación o traslado forzoso de personas. 5. Privación grave de libertad. 6. Tortura. 7. Desaparición Forzada. 8. El Apartheid (segregación racial). 9. Persecución por motivos políticos, nacionales, étnicos, culturales, religiosos y de género. 10. La violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado. Y otros actos de carácter similar.
De ahí la mezcla de identidad cultural resultante en el cultivo de valores cada vez más virtuosos, en la formación política del sujeto educativo sensible, desplegados actualmente en América Latina, Grecia, Medio Oriente y muchos otros países, que se están agudizando en una dinámica fascista y desestabilizadora.
Por ejemplo el reciente proceso revolucionaria liberador en México ha sido encabezado al lado de las mujeres: en San Juan Copala, Oaxaca, en Atenco, o en la APPO entre otros, es decir nombrando a la MADRE TIERRA, así se combina y refuerza con características nacionales, históricas, socioeconómicas, socioculturales y del acervo universal de esas luchas y teorías revolucionarias, para poner el acento en los intereses específicos y ajustar su rumbo poniendo al mundo de cabeza. ¿Cómo hacerlo?
Pensamos que es, formando escuelas y nuevas visiones en círculos de estudio, para combinar y maniobrar sobre intereses interclasistas; dado que hoy se descubre o se encubren intereses de clase o de grupos, en esa intención de mantenerse bajo algunos principios y propósitos liberadores de sensibilidad política del sujeto educativo, a favor de la equidad de género.
Por tanto se necesita información sobre la violencia para prevenirla y evitarla, aprehendiendo el arte de la política, como ejercicio del poder liberador y no para el sometimiento, la evasión o la huida fácil.
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