Por Fernando Cajas Domìnguez.
El pecado original de la educación guatemalteca es haber desarticulado el sistema educativo y separarlo en dos conjuntos disyuntos: El Sistema de Educación Superior y el Sistema Educativo Obligatorio de primaria y secundaria.
El sistema público de educación superior lo dirige la Universidad de San Carlos (Usac), ahora "gobernado" por el narco rector Walter Mazariegos, mientras que el sistema público de educación obligatoria está en el Ministerio de Educación y lo gobierna, no la ministra, no, lo gobierna Joviel Acevedo, un personaje que parece alma gemela del actual usurpador de San Carlos.
Si ya la estructura de separar a la educación superior de la educación primaria ha sido un error, su actual gobierno es un terror.
Como sociedad debemos inventar otra forma de organizar la educación de nuestro país.
A juzgar por los pésimos resultados en las pruebas de lectura y matemática, donde apenas el 10% ganan las pruebas, se requiere cirugía mayor para la educación guatemalteca, tanto del ministerio de educación, como la educación superior, esto es, universidades, universidades serias y universidades patito, que ya abundan.
La tarea es ardua porque primero hay que devolver al manicomio a Walter Mazariegos y Joviel Acevedo para que reciban el tratamiento psiquiátrico al que tienen derecho.
Estas personalidades tienen en común la misma visión de educación, esto es, ven a las instituciones como lugares para sacar todo el provecho posible.
Como se auto conciben como los salvadores mesiánicos nuestros, creen, sinceramente, realmente creen; que es un favor lo que nos hacen al dirigir la educación guatemalteca.
Son tipos arrogantes, cuya soberbia no les permite desarrollar pensamiento estratégico para el bien común. Dominados por la rabia, la ira y la agresividad siempre se salen con la suya.
Estos manipuladores compulsivos tienen un estilo de vida común, esto es, parasitario y poseen una intensa incapacidad de comprender que la educación es para mejorar las capacidades éticas, laborales y culturales de las personas.
Para estos dos maleantes psicóticos, Mazariegos y Acevedo, la educación es la habilidad de manipular a los demás.
El trabajo que tenemos es: Replantear a las instituciones educativas como subsistemas de innovación cultural enfocadas en el aprendizaje. Esto es, crear sistemas de investigación de formación docente que permitan que sean los mismos y las mismas profesoras quienes se auto organicen apoyados con la investigación mundial sobre cómo aprenden las personas.
Hagamos un nuevo planteamiento de la educación guatemalteca que permita aprender, que permita experiencias de felicidad, que permita creatividad, que defienda una educación laica para bien de todos y fundamentalmente que se construya en un espacio de libertad.
ADENDUM
En época de cuaresma es difícil no identificar a Walter Mazariegos con Judas y a Joviel Acevedo con Pilatos. Estos psicópatas modernos son tan parecidos con sus contrapartes históricas que queda claro para qué usurparon nuestras instituciones educativas.
Estos usurparon con el único objetivo de sacarle hasta la ùltima gota de sangre, quitarle hasta la ùltima moneda, utilizar a la institución para sus intereses egoístas particulares.
Por eso es que debemos liberarnos de estos modernos judas y pilatos. Eso nos permitirá tomar un respiro para reinventar la nueva escuela pública guatemalteca, la que permita libertad, la que no se base en la desnutrición ni el racismo crónico que nos caracteriza.
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