NUESTRAS IDENTIDADES ENTRE LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO EN LA
HISTORICIDAD RECORRIDA desde la vida formal, informal y hacia la delincuencial.
Sandra Cantoral.
Corresponde a JULIO 2021.
Veamos que opina Manuel Kant sobre el ENTENDIMIENTO,
en relación para nosotros sobre la comprensión
significativa de la humanidad y, de nuestra identidad tanto particular como
universal en el siglo siguiente a la filosofía
de Descartes; así observamos que ambos
viven después de la invasión española en contra de los indígenas mexicas en el
continente americano, en este sentido, el tema que nos ocupa enfatiza, en la
capacidad de escucharse para poder dialogar entre lo que consideramos la vida
formal, la informal y posteriormente, hoy en México y en algunos lugares del
mundo hacia la delincuencial; por tanto,
es necesario mencionar, que es Kant, quien articula el periodo ilustrado
con el romántico -según la versión que
recuperamos de Isaiah Berlin-, veamos estos tránsitos de historicidad en el
México de hoy entre lo abstracto/ahistórico y apolítico hacia lo concreto del mercado internacional
respecto al mercado de drogas delincuencial.
Veamos entonces, algunas reflexiones para
replantearnos los contextos históricos de reincidencia hegemónica o no, de cada momento de nuestra historicidad
humana/inhumana, en la constitución de nuestras identidades, es decir, de nuestros
principios de pertenencia, de reconocimiento y de agradecimientos en nuestros
procesos educativos, sabiendo que las historias no son lineales, sino
dialécticas, ello nos permitirá comprender algo sobre nuestras existencias
hasta hoy en día; en donde, no hubo la posibilidad de dialogar sino de imponer
una vida que nos era ajena entre españoles e indígenas, y más tarde en el
periodo de dependencia colonial y de explotación llena de jerarquías sociales y
políticas por los intereses del poder de propiedad, unos y otros, nos
construimos mentalmente, toda una estructura idealista y romántica,
llena de temores religiosos y de fetiches, en la reconstrucción de nuestra
identidad indígena de origen y meztiza posterirmente, justo visible en el
“trabajo” formal, el informal e incluso el delincuencial, que se entreveran en
el momento del cinismo y la muerte del sujeto histórico y/o educativo.
REFLEXIONES DE KANT SOBRE LA
IDENTIDAD del sujeto existencial
Kant (1724-1804) es un filósofo romántico moderno de pensamiento integral y, su concepción de la vida corresponde con sus circunstancias filosóficas, las de su época, por ser ésa la mentalidad hegemónica; él articula el pensamiento idealista y el romántico en la temporalidad constituyente de la modernidad, que transitó al racionalismo en la lógica del capital industrial, que nos ha marcado la vida hasta hoy en día, tanto a españoles como a mexicas en esa aventura del entendimiento y la posibilidad dialógica entre lo abstracto y lo concreto de cómo se conformo el capitalismo global en la venta de drogas que al parecer es histórica, si entendemos el entrelazamiento del capital a través del capital agrario, el capital comercial, el capital industrial y finalmente hoy en día el capital financiero, manejadas sus ganancias desde el Estado profundo del capital volátil a nivel mundial, por medio de todo un proceso de explotación de la fuerza de trabajo y de una gran desigualdad social, en su no reparto equitativo ni oportunidades para la mayoría de los pueblos.
Veamos el análisis histórico al respecto para comprender algo de lo que nos ha teñido en dicha historicidad con la invasión española, por supuesto no llegó de lleno el pensamiento ilustrado, sino la influencia de lo más degradado de los españoles, salvo muchas excepciones. Así tenemos que, Kant nace en Königsberg, Prusia y allí muere, casi toda su vida vivió en esa ciudad, era el cuarto hijo de una familia pobre. Fue educado con un espíritu religioso del pietismo[1], en donde el bien abstracto era la piedad metafísica.
Primero Kant fue maestro particular, después profesor en la Universidad, sabía matemáticas, física, lógica, metafísica y filosofía práctica. Él abre el discurso de la filosofía de la Ilustración acerca del mundo y de la vida; “él odiaba el romanticismo, por su forma de extravagancia, de fantasía, lo que él llamaba el Sshwärmerei; cualquier tipo de exageración, misticismo, vaguedad, confusión. Sin embargo, se le considera con justicia uno de los padres del romanticismo, en lo que hay cierta ironía... pues era... un admirador de las ciencias”[2], reflexionando sobre el comportamiento de la sensibilidad y de la racionalidad del ser humano de cómo va transitando del trabajo formal, el informal hasta degradarse en el mercado de drogas delincuencial, tenemos que él marcó otro paso más sobre la identidad del sujeto sujetado a sus costumbres y a sus prácticas empíricas dignas y perversas en esa resignificación del poder ilustrado y sus formas de explotación del trabajo, que entre los habitantes del Anáhuac tenía muy Otro sentido.
Este periodo está contextuado en la época de mixturas de nuestras mentalidades, entre la desigualdad social y la búsqueda de comprensión de ellas como bien moral, es decir, entre la física de Newton, 1642-1727, la Independencia de los Estados Unidos, 1776 y la Revolución Francesa, 1789; al ser los sucesos de esta filosofía del criticismo, en donde el reto es atreverse a saber por la propia razón, sin vanidad y falsa timidez, sino con un hondo sentido de los valores morales y la experiencia estética. Mostrando la capacidad humana de la creatividad y las conquistas, como lo creyó el optimismo racionalista al encuentro de todas sus realizaciones en la búsqueda por la felicidad del sujeto, como voluntad liberada del deber moral, que es lo que intenta Kant dilucidar como propuesta de vida, en su método trascendental.
El método trascendental, da figura y reconocimiento a la identidad del sujeto histórico en el contexto de la lucha de clases, que obvio permea nuestra vida cotidiana a través de la invasión española y el periodo de dependencia político-económica colonianista, que nos fue impuesta; por ejemplo hoy en México el mayor saqueo en las últimas décadas del periodo neoliberal/privatizador lo hemos visto en todo su esplendor, NO HONRADEZ, NO COMUNIDAD, NO LEY humanitaria, como SÍ PODEMOS que ha reaparecido el sentido de mejorar las condiciones de vida de las grandes mayorías con el presidente de México Andrés López Obrador (AMLO), siguiendo principios indígenas comunitarios como puede ser la asamblea/Mañaneras con la transparencia que lo caracteriza por ser un luchador progresista de su época frente al mundo y en América Latina (A.L.), denunciado incansablemente en público cómo se transita del trabajo formal, al informal y hoy la invasión de la ocupación delincuencial de algunos Narco Estados en la República Mexicana, que intentan meterle el pie a cada paso para proteger sus intereses del gran mercado de drogas internacional y la mixtura de inversiones en el sentido de la gran ganancia del capitalismo salvaje.
Sin embargo el pensamiento filosófico de los grandes filósofos no era el hegemónico en esta constitución dialógica del ser humano ni hoy en día lo es; en este sentido, comprendamos cómo en la historicidad de reinterpretaciones, podemos ir descubriendo, que no era en sí, la concepción que estos grandes filósofos aportaron, ya que ellos al igual que los indígenas fueron recuperados de manera incipiente, según los intereses del capital e injusticia social que se fue extendiendo en el planeta tierra.
Veamos así, cómo el método kantiano sienta las bases de la cultura humana, que se ubica en una razón teorética, una razón práctica, una razón estética, una razón religiosa y en una razón jurídica en el comportamiento del hombre a través de sus representaciones, en el largo proceso de autorreconocimiento del sujeto histórico, así constituido en el periodo de ilustración europea, destacando no sólo el pensamiento racional cartesiano, sino también la sensibilidad moral del sujeto en su condición crítica, que ello es lo benéfico que nos llegó como gran influencia humanista y que junto con nuestros valores indígenas tendremos que ir construyendo e impulsando, de acuerdo con las necesidades de nuestra época.
Kant pensaba que el tribunal que habilita a la razón en sus pretensiones legítimas es la crítica como aparente sabiduría; negando, sólo la apariencia de deseos, porque la lucha era en contra de la metafísica dogmática, por eso las formas a priori, sólo describen las formas no dependientes de lo que ofrece la experiencia empírica de la acción directa, porque es la realidad misma (nombrada posteriormente como praxis), y no el hecho aparte del conocimiento lo que da el sentido del deber sensible moral; pero es sólo con la reflexión crítica aposteriori, la que ofrece la experiencia concreta del entendimiento o del momento de la realización, como forma inmanente de la experiencia verdadera, para saltar y vencer la propia sombra, y poder mostrar todo el saber de lo real, venciendo el miedo de la cerrazón dogmática en el conocimiento y en las formas de producción social tal y como suceden en la gran desigualdad histórico-social que se reconocen con juicios de valor absolutos, en donde se transita de la vida/trabajo formal, informal (40% de la economía nacional en México) en el tránsito delincuencial (controlan el 40% del territorio nacional), de ahí que AMLO le apueste a la economía moral; porque a pesar de que la vida formal institucional es la más segura, la informal no es reconocida aunque sí cuenta en el producto interno bruto de la economía, y el oficio delincuencial en el ejercicio lumpen de la degradación ya no puede distinguir sus delitos, injusticia e impunidad en la realidad que denuncia todos los días Andrés Manuel López Obrador y ojalá muy pronto todo el pueblo trabajador conscientizado sobre sus derechos y valores/capacidades humanas, sin embargo existen muchos sectores que tratan de ser optimistas en la 4ª. transformación histórica de nuestros días, considerando nuestras preguntas críticas y abiertas, desde la visión de todas las ciencias sociales en nuestra lucha incansable, asumidos como sujetos históricos de transformación humanitaria.
En la metafísica tradicional desde los eurocentrismos inculcados, notamos cómo lo que veía en sí Kant como realidad era a Dios, a la inmortalidad del alma y a la finalidad del mundo, como ‘cosas en sí’, como representaciones aparentes, como fenómenos imaginados, pensados como noúmenos; así Kant rechaza toda metafísica dogmática; por lo que su proposición era una metafísica crítica a través de su método trascendental, pues Kant pensaba, que la lógica racional trasciende esos fenómenos de apariencia que capta la metafísica de la naturaleza y la metafísica de las costumbres, como límite de la liberación del sujeto histórico, contextuado éste en un largo proceso de autorreconocimiento enfrentándose el sujeto de la historia a la crisis de su identidad, de ahí es que resignifiquemos el espíritu revolucionario de la razón kantiana para que nos sirva al igual que nuestros principios indígenas, de origen, como los procesos de emancipación social que continuamos requiriendo, por eso sólo un ejemplo, Kant decía: “No hagas al otro lo que no quieras que te hagan a ti”.
Porque -indica Kant-, los hechos a priori, se anclan en la imaginación subjetiva y en el deseo del sujeto, dejando a un lado la experiencia de validez objetiva, que se fundamenta en un sistema, que es el criticismo de la razón que se dirige en varias direcciones.
Por lo que la identidad cultural del sujeto es una construcción individual y social para definirse a sí mismo en el enamoramiento de sí mismo, visto ello como esfera de autoconsciencia ilustrada, en donde la razón es sólo filosofía de la cultura humana dominante, que termina siendo una ideología de pautas orientadoras de la vida civilizatoria, que se acerca al pensamiento y a la acción concreta de lo divino, al ser el pensamiento abstracto y concreto de la época, que hoy nos es obvio el tránsito entre la vida/trabajo formal, informal y el momento delincuencial por múltiples motivos económico-políticos de mezquindad y abuso de poder político en algunas esferas de gobierno, semejantes a la invasión española, que nunca comprendieron la calidad moral y humana de los indígenas.
Por tanto, desde la concepción occidental eurocéntrica que se encarnó en la América hispana en una multiplicidad de dimensiones de la identidad del sujeto en su contexto hegemónico y autóctono de raíz indígena, vemos cómo en sus matices más finos expresan muchos sentidos de vida culturales que crean nuevas formas de ser ACTITUDINAL y de comportamiento cotidiano, a través de la alegría y del entusiasmo de la raíz cultural constituyente, ante la fatalidad de la desigualdad social, que marca la separación del campo y de la ciudad, del trabajo manual y el intelectual, de la cultura y el trabajo, así como de la política humanitaria y de los procesos pedagógicos en la enseñanza y el aprehendizaje; dichos momentos no se unen porque ahí está la clave de la COMPRENSIÓN TRANSFORMADORA para actuar en contra de la explotación y del acaparamiento de los medios de producción; lo que tendría que ser valorado como un proceso histórico obligado para comprender la esencia de nuestra razón sensible humanitaria.
Es necesario por tanto, siendo justos en el autorreconocimiento del ser y hacerse humano, PODER AGRADECERNOS las experiencias compartidas entre el trabajo formal, el informal y el delincuencial de hoy con el mercado de drogas y armamento internacionalmente, si lo dialogaramos en la vida cotidiana, tomaríamos, reflexiones ausentes como el hecho que nos influye, en cuento que Manuel Kant, se educa en la filosofía ilustrada, de la cual recoge sus aportaciones epistemológicas, incluyendo el racionalismo cartesiano en su criticismo ante las pretensiones legítimas de su época, partiendo del juicio analítico, que abre el sentido de las formas significativas en el concepto del sujeto “en donde el predicado no hace sino descomponer o analizar el conjunto de las notas que integra el sujeto, por ejemplo al expresar: ‘los cuerpos son extensos’, se formula un juicio analítico”[3].
Por ello Kant indica que el juicio sintético es inseparable en el pensamiento del sujeto integral entre lo abstracto y lo concreto del devenir en el trabajo y el no trabajo honrado y creativo, al ser capaz éste de INTUIR, DEDUCIR, ANALIZAR Y EXPLICAR, en donde lo que se afirma se puede negar a la vez en un conocimiento reflexivo y crítico a posteriori acerca de las categorías, entendidas éstas como calidad moral en este siglo en donde lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, decía Gramsci y también hoy AMLO; comprendamos cómo toda transición humanitaria de poco a poco con grandes cambios, pasa en el contexto histórico global, nacional, del pueblo y luego de a poquitos cambios de actitud y de comportamiento va apareciendo en la conciencia del sujeto particular -Freire-, como cualidades de las cosas del sujeto social y viceversa, es decir, intuyéndose así, cómo esa categoría en sí, representaba al propio sujeto de la historia, y que su entendimiento descubre.
De manera que esa es una aportación que llega desde la reflexión de Kant en su búsqueda por lograr la felicidad humana, porque nos permite ver, que la categoría del hecho moral identifica al sujeto por el deber sensible, al nombrar éste su objeto, como formas particulares de la intuición temporal por una conciencia general o ‘apercepción trascendental’ de la naturaleza que lo identifica en esa condición moral que se va desvirtuando en el reconocimiento de la vida/trabajo formal/institucional, informal/sobreviviente y del sistema delincuencial degradante.
Si valoramos este proceso vemos cómo hoy en México está vinculado al mercado internacional de estupefacientes, potenciando al armamentismo para ser unos y otras aniquilados por la violencia en el mundo del capital financiero hoy en día, que el Narco Estado y el Estado Profundo global propician en las localidades más recónditas, para aniquilar a la humanidad con la contaminación del planeta, el calentamiento global, las pandemias y la destrucción del tejido socio-cultural de las comunidades, todo ello sin ser responsables de sus actos, este sujeto particular de la delincuencia organizada, global, nacional, estatal y/o local entre las poblaciones, que lo padecen todos los días, las 24 hrs. de cada día con muerte, desapariciones forzadas, guerras, cacicazgos, feminicidios, venta de órganos humanos, mercados innecesarios para el consumismo y el incremento de sus insultantes ganancias capitalistas.
En este sentido rescatamos cómo Kant comprende lo particular del sujeto como noúmeno por ser “el conjunto de los hechos objetivos (experiencia), logrados por las formas puras de la intuición (espacio y tiempo) y por las categorías del entendimiento”[4], pues la experiencia es el enlace de toda representación, que lleva a la crítica de la metafísica racionalista, que en la dialéctica trascendental kantiana, la muestra como su Crítica de la razón pura, así es como el investigador va teniendo una idea del conocimiento que perfecciona filosóficamente excediendo las leyes de la naturaleza, para combatir tres ideas de la filosofía tradicional en la mentalidad del sujeto, éstas son:
1. alma, 2. finalidad del mundo y 3. Dios, para hacer una nueva crítica de la moralidad y de la dignidad humana por la vía analítica y sintética; la primera como hecho de la conciencia de validez universal, y la segunda tomando los principios morales puros, no condicionados en formas de la razón pura, para ver como aparecen en el comportamiento de la experiencia autónoma que se va constituyendo en la identidad del sujeto históricamente, en donde la ley moral tiene un imperativo categórico en la conciencia del deber, así el mundo indígena incide en estos sentidos, que tenían significaciones de bondad también; sin embargo en la invasión española previa no pudieron dialogar con la gran civilización que salió a su paso, sino sólo imponer y así, el tejido socio-cultural del Anáhuac quedo mutilado en lo más íntimo de su ser.
Tómese en cuenta como la ley moral, que es el respeto a sí mismo ante todo, nos sirve para poder transmitir y transferir calidad humana (la próxima construcción comunitaria que está construyéndose), para comportarnos con honradez e inspirar confianza ante los demás en un acto bueno, dada la complejidad de la libertad negativa y la libertad positiva, lo que implica la autonomía de la voluntad como auto legislación, eso da otra conformación de la identidad del actuar moral como juez y parte de la ley, lo cual conlleva la necesidad de autoconciencia del sujeto particular y colectivo, como idea filosófica, en donde todo sujeto tiene que decidir el derecho a la libertad, la inmortalidad y su idea de 3) Dios, como postulados éticos de su carácter y la ley que él se construye, cuya meta es el supremo bien y la unión de virtud y felicidad, expuestas teóricamente en la necesidad de conocimiento y aspiración universal y particular entre lo abstracto y lo concreto, que se irá entreverando en el trabajo formal, el informal y el delincuencial en las localidades más simples, mostrándonos cómo el pensamiento europeo ilustrado y las formas autónomas existentes en el mundo indígena aún, pueden ser uno mismo a la vez, porque en el momento de la invasión española, no pudieron dialogar humanamente y, desgraciadamente hoy el territorio mexicano es usado como trasiego de drogas del mercado internacional del capitalismo salvaje, entre el trabajo formal, el informal y el delincuencial (veamos el trabajo de migrantes en cualquier parte del mundo).
Ese es nuestro reto a superar como proyecto educativo o lo que es lo mismo de humanización, desde cualquier trinchera, porque no es un fenómeno nacional o pueblerino, sino global, de respeto, equilibrio, coherencia y armonía para construir la calidad humanitaria histórica que está pendiente de legislar en Otras Constituciones nacionales, continentales y mundiales, todo ello radica en el arte de saber vivir con libertad, en paz y felices, por eso tenemos que ser una nueva generación de artistas humanistas, pues la ciencia, la tecnología, la cibernética, la robótica y el incipiente humanismo tan desgastado por los magnates del capital tendrá que unir fuerzas de corazones abiertos por su creatividad.
Es importante destacar entonces, que para Kant, la felicidad es el bien supremo, y la virtud la manera de adquirirla, ahí el papel de la dialéctica consiste en la determinación de la voluntad que llevan al hombre a la búsqueda fallida, entre lo abstracto y lo concreto en la división del trabajo en múltiples trincheras, hasta juntarnos en una sola voz: “Humanicémonos unos a otros y otras”.
Ya que, en ello consiste la satisfacción que experimenta el sujeto educativo, gracias al cumplimiento del deber cumplido; porque cuando el hombre se impone al libre albedrío se gesta un malestar interior, negando la felicidad conjunta que es lo que hace digno al sujeto de merecimiento y reconocimiento por sus méritos, o de la censura que conduce a la filosofía crítica y a la sabiduría metódica dispuesta en el mundo de las representaciones del conocimiento racional y del conocimiento a priori.
En este sentido el sujeto aprehende a responsabilizarse del recorrido desarrollado en el conocimiento crítico a posteriori, despojado de dogmas en el sentido universal y particular; constituyéndose así una cultura afectiva en la intención del sujeto, como acción en su facultad de desear; pues es ahí en donde se desarrolla la razón del sujeto individual, y como universal abstracto en su acción moral, como efecto humano y como capacidad de amar la felicidad sentida, encontrándose ante el placer y el dolor en una lucha entre el amo y el esclavo que desentraña su identidad cultural; lo que significa todo un vericueto que el mundo del Anáhuac iniciaba a experimentar cuando la invasión española, pero no pudieron dialogar, porque los españoles no estaban dispuestos a escucharlos y menos a comprenderlos como seres humanos, pero hoy en día ambas partes tenemos una nueva oportunidad en procesos de emancipación y de unidad crítica y autocrítica, como lo ha venido proponiendo AMLO para reconocernos, por lo que necesitamos para este siglo XXI, conjuntar esfuerzos comunes.
Así, el respeto dialógico tiene que ver directamente con el ser afectado entre lo abstracto y lo concreto en el tránsito del trabajo formal, el informal y el delincuencial, abriéndose una lucha de resistencia en la ofensiva por lograr el reconocimiento público, como puede sentirse entre los mestizos sometidos hasta hoy en día, en esa búsqueda de identidad integral humanamente dispuesta, casi como compulsión moral, es decir, para alcanzar como un bien supremo trascendental, que se va definiendo por un sentido de clase o no, que sería esa búsqueda humanitaria dialógica entre invasores y sentimientos ennoblecidos por una gran civilización que se encarnó desde la raíz y, que hoy en día se va transformando entre comunidades progresistas que aman y defienden a la madre tierra, pues cada uno de nosotr@s somos tierra cultivada que se convierte en aire, luz, flores, agua, es decir, se transforma en poesía para amar la libertad, la creatividad, la virtud, el acompañamiento amoroso, todo ello con armonía y equidad.
Así nos preguntamos ¿Qué hacer, para dar pie al estado de autonomía con libre determinación virtuosa en el contexto del bien común humanitario? para que, de toda heteronomía en ese libre albedrío, sea la libertad en sí, en su simbiosis negativa-positiva, un tránsito en el sujeto histórico de su transformación social radical a través del diálogo humanitario que cae en lo más sublime, creativo, genial y artístico entre lo abstracto y lo concreto de la educación/trabajo formal, informal y delincuencial, pues ya sabemos, somos conscientes de que según hoy en día la hegemonía del ESTADO PROFUNDO es el dominante -Correa-, ESE que siempre queda en la obscuridad, pues ahí se dirige el mundo del mercado formal/informal/delincuencial que se articula en el mercado de drogas y el armamentismo que es internacional, y que aún no es pronunciado como un crimen de lesa humanidad, por tanto nuevos instrumentos humanitarios son la denuncia PÚBLICA, para exigir la reparación del daño de cualquier enredo en el tejido sociocultural que tenemos que investigar e INFORMAR con consciencia milenaria y no caer en la trampa tan fácilmente, tenemos los medios de comunicación más importante en toda la historia de la humanidad como son los teléfonos inteligentes, la internet y demás, sólo es comprender (sentir) y entendender (razonar) muy bien para que nos sirven en este proceso o tránsito de COMPRENSIÒN HUMANITARIA, entre lo viejo que no acaba de morir y lo nuevo que no acaba de nacer.
Por ello refiere Kant a aquello que afirma o niega al sujeto en su facultad de desear, y esta representación tiene que ver con el juicio de todo hombre y mujer de razónsensible en su formación, para desear el bien, y no el mal en sus múltiples matices socio-culturales, entiéndase, como un objeto de horror ante los ojos de todo el mundo y, de quienes lo identifican y lo reconocen para bien o para mal en las relaciones de poder popular para reconstruir y regenerar el tejido humano o por el contrario aniquilarlo de un plumazo con toda la degradación que nos amenaza, en donde en ninguna situaciòn en sì, existe garantìa alguna, sino contextos complejos y contradictorios del cambio y la transformaciòn social, sentidos como esperanza y posibilidad en el diàlogo humanitario significativo por el bien de las mayorìas.
Por eso la sensibilidadracional humanitaria dialógica para tomar acuerdos de Asamblea, representa toda forma de una voluntad pura, como duda, en la propia razón; dado que la sensibilidad es impulsiva, pero el respeto es el tributo que no se puede negar al mérito merecido, expresivo o inexpresivo como fruto de la cultura alcanzada entre lo abstracto en lo aún no pronunciado pero existente y, lo concreto que es visible a la luz de todos en el trabajo formal, informal y delincuencial, en ese devenir constituyente de la identidad de clase del sujeto particular y social en su consciencia y praxis transformadora que es la propia historicidad pasada, presente y futura como proyecto humanitario o no, de acuerdo a nuestros pasos, pues bien se dice, hacemos camino al andar...
En este sentido la ley para Kant, es el motor de moralidad en el campo de la subjetividad individual y colectiva en que define la identidad del sujeto histórico como sujeto particular, y es ello lo que va constituyendo una personalidad fuerte y virtuosa u otra de auto desprecio por su envilecimiento y debilidad humana; ahí la sensibilidadracional del sujeto funge nada más como un simple apetito caprichoso e instintivo, así captaba a su época la filosofía kantiana, al tener que ir creando las condiciones teóricas necesarias para reflexionar sobre la conciencia del sujeto histórico, acerca de cómo entendía sus sentimientos, porque nadie es completamente algo, sino que va siendo un sí mismo a través de sus propias representaciones, como pensamiento abstracto y acto concreto en la propia comunidad dialógica.
En este entrelazamiento dialógico entre el pensamiento de Kant y el de Hegel, nos resignificamos hoy desde una visión marxista que se entrevera con nuestros valores indígenas de nuestra civilizaciòn Anahuaca, ello nos permite ver con claridad lo que implican nuestras identidades entre lo abstracto y lo concreto en el peor escenario, que es la violencia del armamentismo, el mercado de drogas y la corrupción actuales, ya que han transcurrido vivencias en cualidad diferentes durante nuestra historicidad recorrida desde la vida formal, informal a la delincuencial en cambios, en donde no se ha aprendido a dialogar, sin perder de vista además para el camino que nos falta, que en la construcción democrática humanitaria, por consensos y de democracia socialista, desde el poder de transformación comunitaria de poco a poco; lo que, pertenece hoy más que nunca, a los pueblos, a la gente de trabajo, a la prole, capaz de humanizarse unos a otros y otras comprendiendo nuestra historicidad recorrida ¿qué hacer?, las preguntas siguen abiertas.
[1] El
pietismo era una rama del luteranismo y consistía en el estudio cuidadoso de
[2] Ibid. Pp. 99 y 100.
[3] Vid. Kant, Manuel. Fundamentación de la metafìsica de las
costumbres. Ed. Porrúa, México 1990. P. XVI.
[4] Ibid. P. XVIII.
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