Reflexión sobre la ideología neoliberal en Estados Unidos.
Mary Cantoral.
Hay una expresión sobre el leopardo que no puede cambiar sus manchas. En
español, es conocido como Gatopardismo. Un leopardo es un gatopardo (gato
visto). El gran director italiano, Luchino Visconti, hizo una película llamada
El Leopardo (Il Gattopardo, 1963).
El leopardo no pudo cambiar sus manchas de origen, aparece, en un pasaje del Antiguo Testamento que también ello existió en un antiguo proverbio griego. La idea de que un leopardo no puede cambiar sus manchas sin importar lo duro al intentarlo, así se extiende a un mentiroso que no puede dejar de mentir. También incluye a un conservador que no puede cambiar, no importa lo duro que resulte al intentarlo o que parezca intentarlo, no podrá dejar de ser lo que es.
En nuestro clima político actual, tras la campaña de Bernie, nos enfrentamos a una forma de Gattopardismo. Aún no entendemos su aparente capitulación ante las fuerzas del neoliberalismo o qué circunstancias llevaron a la suspensión. Tampoco sabemos cuánto de su plataforma estelar de justicia social adoptará la máquina neoliberal en la convención, si de hecho bajo la pandemia Covid-19 incluso se celebrará para el futuro previsible.
Estas condiciones políticas causadas por la pandemia son lo que tenemos que usar para no volver a los negocios como siempre. Ese estado de gobernanza, saturado como estaba con el neoliberal Horatio Alger (recogete por tus propias correas), ahora es claramente insostenible.
Sin embargo, ese sistema continúa incluso cuando cae en su rostro y nuevas formas políticas que abrazan a los ciudadanos comunes necesitados, comienzan a ocupar su lugar. Cuando el problema para muchas personas ahora es la supervivencia, se vuelve más claro por qué necesitamos un camino progresivo que nos alimente a todos y no sólo unos pocos.
Por lo tanto, el mensaje de Bernie es lo que resuena bajo el nuevo peligro. Es uno que tiene en cuenta la necesidad de un nuevo trato verde para evitar los peores estragos del cambio climático. Y esta es una, aunque una de las más críticas de las plataformas humanísticas de Bernie.
A medida que empezamos a forjar un camino progresivo, es vital para el primer plano también la postura pro-inmigración de Bernie. De lo contrario, caemos en un simple populismo, que tiende abrumadoramente a recurrir a la variedad de derecha, especialmente en tiempos de estrés. El populismo de derecha no es fascismo, pero no es algo bueno; en realidad está a un paso del fascismo. Mientras se celebren elecciones y el proceso democrático se permite al menos la aparición de funcionalidad, sigue dentro de los límites.
Sin embargo, no es la pretensión de la democracia generalmente lo que me preocupa en este momento. Más, es específicamente la iluminación neoliberal del público estadounidense-estadounidense que es el problema: La máquina del Partido Demócrata nos ha engañado con la aparición del liberalismo progresista a través de su supuesto proceso democrático Durante las últimas décadas al menos, y probablemente durante mucho más tiempo, en realidad, el público ha sido inundado con pretensión democrática. El Partido Demócrata ha perdido hace mucho tiempo su democracia. Es un partido que ya no-si de hecho realmente lo hizo-representa a la gente en cuyo nombre pretende operar.
Como se observó un artículo reciente en la Intercepción acertadamente, a menos que un cuerpo político progresista empiece a representar a la mayoría de las personas en este país en lugar de apoyar el uno por ciento y los ricos a sus expensas, los de la extrema derecha entrarán. Se dice que la naturaleza aborrece un vacío. Esto, en la política significa la diferencia entre volver a un status quo neoliberal cada vez más insostenible o finalmente ver la luz - como en la Ilustración, que, por grande que sea sus fallas, al menos contenía la posibilidad de la razón, la ciencia y los famosos derechos de los humanos en la Plataforma. Y, como las luminarias como Greta Thunberg y otros nos han advertido tan apasionadamente, la humanidad no podrá llegar tan lejos sin abordar los efectos catastróficos del cambio climático -que ha contribuido a la pandemia.
Sin embargo, el sistema neoliberal, al engañarnos desde otro político neoliberal, está haciendo lo mismo que tenemos que dejar de hacer para revertir la situación. No, no fue la gente la que eligió esto. Hay varias irregularidades que ocurrieron comenzando con la suposición de que la gente eligió libremente en estas elecciones primarias. No cuando a muchos se les impide conocer la verdad, de vidas de educación y ocio que les permitiría pensar en realidad, a través de la mendicidad, insultos y propaganda, vidas que les permitirían votar en sus propios intereses en lugar del estado neoliberal ' s, que nunca se ha alineado con gente de color más de lo que tuvo que evitar soplar su propia portada progresiva.
El leopardo nunca pierde sus manchas. Es hora de quitar las clases de color rosa y levantarnos de nuestro sueño. Esto nunca se trata sólo de promulgar y apoyar lo que todos los países principales han disfrutado durante medio siglo o más. Atención médica gratuita, educación, trato humano a los ciudadanos e inmigrantes por igual, derechos humanos. Si esto es demasiado pedir, entonces estamos haciendo el jig de leopardo con cada "nueva" administración que promete cambiar pero nunca entrega. Es hora de hacer lo que hacen las personas en Francia, Chile, Italia o México cuando el gobierno no está funcionando: tomar las calles, en este caso, la autopista de información y exigir que empecemos a cuidar nuestro planeta, y toda la gente en él, comenzando con nuestro propio país. Es hora de hacer democracia.
El leopardo no pudo cambiar sus manchas de origen, aparece, en un pasaje del Antiguo Testamento que también ello existió en un antiguo proverbio griego. La idea de que un leopardo no puede cambiar sus manchas sin importar lo duro al intentarlo, así se extiende a un mentiroso que no puede dejar de mentir. También incluye a un conservador que no puede cambiar, no importa lo duro que resulte al intentarlo o que parezca intentarlo, no podrá dejar de ser lo que es.
En nuestro clima político actual, tras la campaña de Bernie, nos enfrentamos a una forma de Gattopardismo. Aún no entendemos su aparente capitulación ante las fuerzas del neoliberalismo o qué circunstancias llevaron a la suspensión. Tampoco sabemos cuánto de su plataforma estelar de justicia social adoptará la máquina neoliberal en la convención, si de hecho bajo la pandemia Covid-19 incluso se celebrará para el futuro previsible.
Estas condiciones políticas causadas por la pandemia son lo que tenemos que usar para no volver a los negocios como siempre. Ese estado de gobernanza, saturado como estaba con el neoliberal Horatio Alger (recogete por tus propias correas), ahora es claramente insostenible.
Sin embargo, ese sistema continúa incluso cuando cae en su rostro y nuevas formas políticas que abrazan a los ciudadanos comunes necesitados, comienzan a ocupar su lugar. Cuando el problema para muchas personas ahora es la supervivencia, se vuelve más claro por qué necesitamos un camino progresivo que nos alimente a todos y no sólo unos pocos.
Por lo tanto, el mensaje de Bernie es lo que resuena bajo el nuevo peligro. Es uno que tiene en cuenta la necesidad de un nuevo trato verde para evitar los peores estragos del cambio climático. Y esta es una, aunque una de las más críticas de las plataformas humanísticas de Bernie.
A medida que empezamos a forjar un camino progresivo, es vital para el primer plano también la postura pro-inmigración de Bernie. De lo contrario, caemos en un simple populismo, que tiende abrumadoramente a recurrir a la variedad de derecha, especialmente en tiempos de estrés. El populismo de derecha no es fascismo, pero no es algo bueno; en realidad está a un paso del fascismo. Mientras se celebren elecciones y el proceso democrático se permite al menos la aparición de funcionalidad, sigue dentro de los límites.
Sin embargo, no es la pretensión de la democracia generalmente lo que me preocupa en este momento. Más, es específicamente la iluminación neoliberal del público estadounidense-estadounidense que es el problema: La máquina del Partido Demócrata nos ha engañado con la aparición del liberalismo progresista a través de su supuesto proceso democrático Durante las últimas décadas al menos, y probablemente durante mucho más tiempo, en realidad, el público ha sido inundado con pretensión democrática. El Partido Demócrata ha perdido hace mucho tiempo su democracia. Es un partido que ya no-si de hecho realmente lo hizo-representa a la gente en cuyo nombre pretende operar.
Como se observó un artículo reciente en la Intercepción acertadamente, a menos que un cuerpo político progresista empiece a representar a la mayoría de las personas en este país en lugar de apoyar el uno por ciento y los ricos a sus expensas, los de la extrema derecha entrarán. Se dice que la naturaleza aborrece un vacío. Esto, en la política significa la diferencia entre volver a un status quo neoliberal cada vez más insostenible o finalmente ver la luz - como en la Ilustración, que, por grande que sea sus fallas, al menos contenía la posibilidad de la razón, la ciencia y los famosos derechos de los humanos en la Plataforma. Y, como las luminarias como Greta Thunberg y otros nos han advertido tan apasionadamente, la humanidad no podrá llegar tan lejos sin abordar los efectos catastróficos del cambio climático -que ha contribuido a la pandemia.
Sin embargo, el sistema neoliberal, al engañarnos desde otro político neoliberal, está haciendo lo mismo que tenemos que dejar de hacer para revertir la situación. No, no fue la gente la que eligió esto. Hay varias irregularidades que ocurrieron comenzando con la suposición de que la gente eligió libremente en estas elecciones primarias. No cuando a muchos se les impide conocer la verdad, de vidas de educación y ocio que les permitiría pensar en realidad, a través de la mendicidad, insultos y propaganda, vidas que les permitirían votar en sus propios intereses en lugar del estado neoliberal ' s, que nunca se ha alineado con gente de color más de lo que tuvo que evitar soplar su propia portada progresiva.
El leopardo nunca pierde sus manchas. Es hora de quitar las clases de color rosa y levantarnos de nuestro sueño. Esto nunca se trata sólo de promulgar y apoyar lo que todos los países principales han disfrutado durante medio siglo o más. Atención médica gratuita, educación, trato humano a los ciudadanos e inmigrantes por igual, derechos humanos. Si esto es demasiado pedir, entonces estamos haciendo el jig de leopardo con cada "nueva" administración que promete cambiar pero nunca entrega. Es hora de hacer lo que hacen las personas en Francia, Chile, Italia o México cuando el gobierno no está funcionando: tomar las calles, en este caso, la autopista de información y exigir que empecemos a cuidar nuestro planeta, y toda la gente en él, comenzando con nuestro propio país. Es hora de hacer democracia.
No comments:
Post a Comment