Saturday, June 2, 2018

LA CREATIVIDAD EN LA CONDICIÓN HUMANA


Sandra Cantoral Uriza

La integridad humana física, psíquica y emocional, es el reto histórico de la humanidad. Se vive una búsqueda por encontrar las mejores formas que no lesionen al otro en la libertad/responsabilidad elegida, al vincular su dependencia e independencia, a través de los acuerdos claros y precisos dialógicos ahí logrados,  nombrando poder crear nuestras leyes de convivencia con amor, atracción y respeto como íconos ejemplares a prolongarse cultural y espiritualmente con actitudes autónomas que conforman la identidad cultural”.

La creatividad en este sentido implica superación, nunca abuso, sometimiento o degradación. La condición humana podría asumirse potenciadora de creatividad para la resolución de obstáculos que impiden la felicidad armónica material y espiritual, siendo conscientes de los derechos y obligaciones integralmente, lo que implica la formación de valores ético-morales, como  indicios culturales de la humanidad en construcción, que re-signifique la crisis política, moral e intelectual.

La construcción social de valores-principios humanizados se logra con el trabajo productivo individualcolectivo[1]; pudiendo   cambiar  tradiciones y costumbres reconocidas, justo en la diferencia del otro que no soy yo, pero que a la vez sí lo soy en momentos de pertenencia dialéctica crítica, intentando  la superación con  tranquilidad y alegría de los más, sin atropellos ni abusos, todo es ejercer un poco de coherencia para sentirnos contentos, pues la sorpresa no es por aparecer encapuchado sino por los actos cometidos en  el proceso de auto-reconocimiento.

La creatividad humana y la justicia/injusticia están íntimamente relacionadas en una multiplicidad de matices, de acuerdo con las  influencias e interdependencias que tienen que superarse, para armonizar el aquí y ahora en la vida-muerte que nos guía permanentemente en esa incompletud de posibilidades de elección ético-moral, es decir, en cada síntesis histórica particular constituida y forjada, entiéndase en el minúsculo y a la vez grandioso espíritu de creatividad corporal sublimada.

El desarrollo de la epistemología marxista  concibe a la ciencia como reflejo de la psicología humana, reflejo creador individualcolectivo; siendo la epistemología el estudio filosófico de la ciencia con amplio conocimiento interdisciplinario en la construcción de conocimiento creativo del investigador en su legado social, por lo que la creatividad corresponde a saber poner aquello que falta, compréndase  por ejemplo la necesaria socialización de los medios de producción y el desarme internacional, como  símbolos de creatividad e identidad para este siglo XXI.

Conclusión: "El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad  de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento aislado de la práctica, es un problema puramente escolástico" (tesis filosóficas sobre Feuerbach. Marx, C., 1955 p. 397). Tomando en cuenta   el contexto de  descomposición política que nos abruma en esta incompletud humana/inhumana, asumimos que sólo con la creatividad liberadora podrá  superarse  el proceso de humanización, es decir educativo; esa es nuestra condición humana para el proyecto político transformador. Porque como bien expresa Antonio Gramsci en términos de la identidad cultural:   La originalidad de la filosofía de la praxis consiste, en apartarse de los monismos y dualismos de todo tipo y revalorizar y/o re-significar la vida cotidiana del hombre, en su proceso de construcción del conocimiento, con un  compromiso social, por eso estamos desmantelando al PRI-PAN, denominado prian.




[1] Valentina Cantón refiere  la categoría de individualcolectivo para aclarar “la concepción del sujeto como sujeto descentrado, renunciante al ser y por tanto desposeído de certeza, comodidades y verdades, un sujeto en permanente búsqueda y movimiento, que son, al mismo tiempo, los productos y motores de su extrañamiento sobre sí y sobre las cosas que conoce; extrañamiento que le conduce a la necesidad, al reconocimiento de aquello que le falta, aquello que quiere, al menos como un bien ‘material’ y que puede explicar, crear su definición con palabras como ! incluso ‘interés’ ¡, para después ser consecuentes con ellas en su acción, por lo que lo individual implica lo colectivo y lo colectivo lo individual, lo cual se sintetiza en la noción de particular desde la concepción hegeliano-marxista, metodológicamente hablando.  Cfr. Cantón Valentina, 1+1+1 no es igual a 3. Una propuesta de formación de docentes a partir del reconocimiento del particular. Ed. UPN, Colección Textos No. 6, México 1997. 173 pp. P. 140.


No comments:

Post a Comment