Tuesday, August 26, 2014

Una Pedagogía Solidaria y Tangible


Por sandra cantoral uriza

Para regular  una Pedagogía Solidaria y Tangible plantearemos algunos rasgos del escenario en donde ésta se va desarrollando; para ello es necesario no compadecer ni padecer a nadie ni a nada. Sabemos que lo acontecido socialmente en cada época da sentido y visión al sujeto particular y colectivo; por lo que es preciso reflexionar en este ensayo sobre  la transformación de la  injusta relación productiva y de consumo entre los seres humanos, ya que es injusta la circulación y la distribución de mercancías (actualmente una más de ellas es  la venta y compra de  cuerpos humanos, la venta de armas y el narcotráfico -negocios redondos del inhumano capitalismo salvaje-), al ser el costo del confort de la lógica burguesa de acumulación y centralización de capital.

No se trata de dar una explicación u observación desinteresada, desde cualquier forma de lenguaje (científico, artístico, religioso o empírico de  sentido común), por ser   lenguajes posibles y abiertos en un crisol de matices y de posibilidades metodológicas que brinda el materialismo histórico dialéctico (filosofía práctica) que requiere hoy día de una gran  unificación y apertura para comprender todo lo existente, para no reproducir prácticas tradicionales mecánicas, dogmáticas o fragmentadas, sino humanistas; es decir bien integradas, dados los conflictos humanos de la época actual, que sean posibles de tratarse a través de nuevos programas de alfabetización transformadora en cualquier tipo de educación formal, no formal o informal alternativa consciente, como se ha venido proponiendo en este blog de Educación Política dialógica.

Con base en el andamiaje de una Pedagogía Solidaria pretendemos incidir en la   construcción social del conocimiento cimentado en un trabajo humano  noble y creativo, por ejemplo el de la práctica docente transformadora, entre múltiples actitudes y comportamientos más en la búsqueda de algo digno para la humanidad en el planeta tierra, porque el sujeto docente tendrá que asumirse como el mejor amigo y a la vez como el traductor  del espíritu socrático, es decir, como un intelectual orgánico comprometido con el proletariado, luchando e identificándose con los desharrapados del mundo -propone la pedagogía crítica de Paulo Freire, tomado del humanismo en Marx-.

La  injusta desigualdad social planteada en este ensayo, se corrobora en el análisis teórico-práctico en cuanto a la división social del trabajo nacional, local e internacional, para denunciar a la   ganancia capitalista de los grandes monopolios a través de la extracción de plusvalía para así entrar a la compra/venta del planeta tierra;  esta actitud equívoca está dirigida  por la gran oligarquía financiera -al ser la expresión más acabada de la burguesía emprendedora del hurto, el engaño, la conquista, la traición a la clase trabajadora o la naturalización de la explotación-, ahí se condensa toda la riqueza internacional agraria, comercial, en servicios e industrial, y obvio también la del mercado informal, y sobre todo por las remesas que aportan los migrantes ilegales en la situación mexicana y en otros lugares de América Latina y del enloquecimiento capitalista.

Ejemplos históricos sobre esta injusta división del trabajo existen muchos, pueden nombrarse los más visibles: la división entre el trabajo manual e intelectual; la división del trabajo entre el campo y  la ciudad; la división del trabajo docente y de investigación; la división del trabajo gerencial y del empleado en servicios, semejantes todas estas formas a la división del trabajo obrero, especializado o no en la fábrica; tales formas denotan una relación jerárquica salarial y sectorial para dividir a la clase trabajadora como una más de las estrategias perversas del alma capitalista.

Pero la forma de división del trabajo  más cruenta en el devenir del desarrollo humano, es la división del hemisferio derecho (emociones) y del hemisferio izquierdo (raciocinio) en el cerebro del sujeto histórico principalmente en occidente para lograr tener una sociedad confundida y apática, en donde el currículo está profesionalizado en la escuela esnobista y capitalista para así lograr la sumisa conformidad, hoy se ve en el intento de mezclar la educación pública con la privada, porque en la lógica de formación del sujeto educativo, el poder radica, en tener  mayor control del perfil de ingreso y egreso deseado en aras de la máxima ganancia y en la evaluación universal de mercados, marcando los hilos conductores en este proceso inhumano, conociendo el desgaste de las instancias de poder capitalista (ONU, UNESCO, FMI, BM, MERCOMUN, entre otros como la  cosificada y deforme Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos).

Por supuesto, existen otras estrategias en el poderío de la ganancia individualista dentro del régimen de competencias a imagen y semejanza de las relaciones entre el capital y el trabajo (con sus formas de inclusión y de exclusión en el violento proceso de degradación y exterminio de la humanidad racista, de crueldad engañosa). Ello se aprecia con claridad en la relación   de enseñanza-aprendizaje, al desarticular y  separar áreas de conocimiento, para maquillar un mundo histórico enloquecido e incoherente, que impone esa lógica eficientista y diligente en la lógica del gran emprendedor en pro de la mercadotecnia jerárquica y tramposa,  por medio de la orden y la instrucción judeo-cristiana tradicional[1], entonces parece que el profeta de hoy es el deslumbrante y endiosado  capital financiero, que rige al capital industrial, al agrario, al comercial y al de servicios; situación que aterra, porque el Estado capitalista de explotación,  impide vivir gozosamente en integridad.

En el mundo real de violencia, guerras y exterminio se requiere de una Pedagogía Solidaria de ternura y de capacidades sensibles, para construir  una educación integral para la vida (que no es por supuesto, desde la prédica mediatizadora del lema  “la guerra y la paz”  de falsas tolerancias embrutecidas y subsumidas a dicha lógica monopolista en el doble discurso de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Porque es clara la carencia de  fundamento epistémico y pedagógico crítico en el sentido histórico  transformador de sujetos educativos integrales, como nuevos actores sociales disidentes de la democracia burguesa, al ser una lógica capitalista internacional de mercados con mentalidades emprendedoras y bien acomodadas en la ideología dominante; hegemonía injusta e impuesta imperiosamente, como ‘única posibilidad a pesar de ser degradante por su violencia y destrucción totalizadora’.

Lo interesante en términos de una Pedagogía Solidaria y Tangible, que exige nuevas leyes y nuevas normas ético-morales para la transformación del ser humano, consiste antes que todo en ubicar cómo el hecho productivo   está llegando a los límites de dicha degradación a escala internacional con sus diferencias en la división del trabajo, según el azahar de haber nacido en x espacio y  tiempo, de latitudes geopolíticas culturales y educativas diversas; en este sentido se intuye hoy que  las posibilidades de la tecnociencia y la ciencia liberadora-crítica con interés por la educación política, quizá propicien nuevamente la articulación de las fronteras artificiales, para lograr un trabajo sensible e integral del sujeto educativo, se trataría de que en la construcción de conocimientos con un sentido social, se reaccione y se quite el velo divino del capital, que mueve a su propio cuerpo como productores de dicho conocimiento, y por supuesto aún en los escenarios de tantas carencias materiales y culturales de la vida, en ese cruel e injusto mosaico de desigualdades, en donde la lucha de clases  avanza y avanza, como un fantasma que recorre el mundo -diría Marx refiriéndose a una etapa de sensibilidad humana-, dada  la  demanda histórica, que aún no es nombrada de frente en todos los espacios educativos, que es: ‘la socialización de lo producido en términos de equidad y equilibrio colectivo’.

Podría seguir nombrando más mecanismos utilizados por la lógica capitalista, para propiciar  mayor explotación en la división del trabajo productivo, tanto nacional como internacional, generándose así contradicciones, tensiones y violencia muy localizada en diversas formaciones con desgastes inútiles e innecesarios, valorados en un buen juicio de socialización de todo lo producido, pero la vida toda, sigue en propiedad privada por parte de las grandes empresas monopolistas internacionales, perdiéndose en México cada vez más la soberanía del pueblo trabajador por parte de estos grandes marcas y emporios de toda índole, que en la historia tienen  nombres y apellidos precisos; lo importante es que ya es sabido entre la población,   siendo conscientes de que han existido en la lucha social,  trincheras con formaciones de liberación y de autodefensa en Derechos Humanos nacionales e internacionales, que van también sembrando camino en este escenario de locura y confusión, es decir, a la par de las guerras de exterminio, que generan grandes traumas y esquizofrenias por la falta de control sobre tantas y tantas aberraciones, que pesan en los hombros de la humanidad, pero a pesar de todo, en esa mezcla de situaciones confusas, los movimientos sociales con historia, son reconocidos por su  lucha, pues la fortaleza liberadora crece cada día más a través del arte y la creatividad humana, esa es nuestra apuesta de análisis crítico en una Pedagogía para la vida integral (buena, generosa, verdadera y bella).

Lo visible es que  cada vez son más graves las relaciones de injusticia en contrastes abismales, lo que  muestra la polarización de  intereses, entre los consorcios capitalistas y el trabajador aislado y manipulado; por lo que el consenso enajenante se logra a través de un control militar y religioso probado por su sadismo, expandiendo el miedo, el terror, la frustración y la fe dogmática degradante; utilizando a la fuerza del trabajo humano, para ser usada y tirada como desecho, esta actitud y comportamiento envilecido significa un instrumento de represión (desempleo, pobreza, degradación e insensibilidad prostituida) a favor de la acumulación y la centralización de capital en unas cuantas manos, pues quienes realmente tienen miedo, son los grandes monopolistas, por eso existe la violencia cotidiana: legislativa, ejecutiva y judicial, que está llegando a su límite.

De modo que  en esta época de privatización y neo-conquistas de exterminio en contra de  poblaciones indefensas, está ávida de Otra evaluación-valoración humana en una Pedagogía Solidaria y Tangible, teniendo consciencia de que también ésta y otras propuestas educativas alternativas, pueden servirle como ganancia al empresariato mesquino en el contexto de la nueva práctica  transformadora de sujetos disidentes,  por lo que se tendrá que reflexionar con mayor profundidad todo tipo de comportamientos y actitudes colectivos e individuales, sobre la situación actual del mercado en la explotación de cuerpos humanos,  como hijos paridos para obsequiárselos en sacrificio al Gran Dios, el capital monopolista manipulador con cara de divinidad:

“La tecnología es un insumo (imput) esencial de la producción. Es comprada y vendida en los siguientes términos: a) incorporada en los activos físicos como ser, por ejemplo, plantas, maquinarias, y algunas veces como producto intermedio; b) como servicios de técnicos y personal especializado; c) como información, ya sea de naturaleza técnica o comercial”[2], todo ello cooptado por las empresas multinacionales en desarrollo.

Por estas razones que vinculan  la injusticia histórico-social con las relaciones de trabajo y por ende con las relaciones tradicionales de formación de sujetos subalternos al sistema de explotación para su  reproducción  privatizadora de todo lo existente, como es hoy la industria del petróleo, la comunicación de masas, la educación, la salud, la vivienda o la recreación en México; en este sentido se comprenden los síntomas de exclusión de la fuerza de trabajo, y el fenómeno del desempleo para orillar al sujeto educativo, a ponerse de rodillas “ante ese nuevo Dios capitalista en la cultura del desecho burocrático y funcionalizado en el silencio, legitimado por los partidos políticos más reaccionarios, desde el PRIAN, el verde ecologista, el Panal o el PRD por mencionar algunos, salvo sus valiosas excepciones  de  personajes particulares”.

Como premisas de  una Pedagogía Solidaria insisto en demandar: 1) el desarme de armamento mundial; 2) exterminar el mercado del narcotráfico, y 3) la inminente socialización de los medios de producción actuales por medio de la expropiación; ¿cómo lograrlo? Se tendrá que re-significar el conocimiento que denuncia la relación entre el capital y el trabajo en torno a la filosofía práctica transformadora (división entre el trabajo y la cultura, el trabajo intelectual y el manual, así como entre la pedagogía y la política); para pensar a la educación como un proceso de potenciación humana, que aún está en espera para este siglo XXI,  con una visión de Pedagogía crítica, creativa, lúdica, gozosa y vigilante de la comunidad,  para poder desarrollar  Otra Nueva Escuela formadora de seres humanos para la vida;  también es necesario  destruir, abolir o de-construir  la formación sociocultural y de economía política vigente, tomando sólo lo digno de vivirse por su valor humano; y así de a poco a poco poder borrar el absurdo deseo  de propiedad privada de medios de producción, de posesión egoísta y ególatra; pues ya están dadas las condiciones materiales y subjetivas para ello, pues en el trabajo contrahegemónico, se tienen que valorar  los medios de comunicación de masas y la alta tecnología desarrollada para ponerla al servicio de las grandes mayorías en procesos educativos de emancipación, sólo falta que estos avances científicos, tecnológicos, artísticos y humanistas sirvan a los procesos de conocimiento solidariamente probados en contra de la violencia; se necesita intentarlo de forma masificada a través de los Paros cívicos y los Frentes y Centrales de lucha Internacionales y nacionales, sin que existan purezas ni garantías, sino sólo búsqueda e injundia; así hoy se está planteando por un cúmulo de organizaciones de la clase trabajadora un nuevo reto, con  una praxis transgresora disidente al sistema capitalista, y es muy clara la consigna: “hasta reparar el daño generado por la continua irracionalidad contra la humanidad”, porque al paso están los responsables de este proceso degradante, sólo falta aprehender a denunciarlos, nombrándolos.

Debido a que en el poder político invisible  se oculta el capital, que no, del dinero, pues son conceptos históricos distintos; porque el capital genera ganancias acumulables por la burguesía, con lo que se  compra  fuerza de trabajo a través de la competitividad monopolista de las mercancías producidas; en cambio el dinero, sólo se usa e intercambia por otro dinero o mercancía sin generar una ganancia extrema, como para poder volverse un empresario monopolista dentro de la oligarquía financiera internacional, que es la forma que sostiene en sí, a la lógica de reproducción capitalista dentro del Estado-gobierno represivo y reproductor  hegemónico en el exterminio y la exclusión para tener toda una comunidad las mismas oportunidades de vida. El capitalista es capaz  de llegar a la represión fascista para sostener su poderío de gran emprendedor, es decir, con tal de sostener la lógica estructural de explotación y de desechos humanos hechos mercancías inservibles, a costa de la clase trabajadora a su servicio, entrando al aro sociocultural embrutecido y corrupto, tramposo,  individualista  y confuso; pues es y ha sido la clase trabajadora quien  genera las grandes ganancias de confort y de privilegio del opresor.

Por eso el capital, se oculta en  alguna imagen divina de veneración popular, veneración que se ha impuesto a través de la muerte, el látigo y el castigo; por lo que es necesario desestructurar esa mentalidad de sometimiento emprendedor en la organización social del sujeto educativo consciente de sus carencias e injusticias dentro de la lucha social, es decir a través de la reflexión activa, sobre el proceso de trabajo o de humanización histórico-social, por medio de prácticas dialógicas sumamente tolerantes entre los iguales, porque no es posible que tantos  jóvenes en México, se pretenda desde los 14 años  mandarlos a una cárcel, sabiendo que es la escuela para profesionalizar delincuentes, reclutándolos para traficar alguna droga y venta de armas dentro de la delincuencia organizada, en lugar de crear en dicho proceso de humanización un programa educativo filosóficamente humanista y comunitario, en donde el deporte y la familia no sean carne de cañón para el pervertido mercado capitalista.

Es necesario Otro proyecto educativo de humanización, empezando por socializar los medios de producción y exterminar la propiedad privada de ellos -como se propone en este ensayo, según los rasgos de  una Pedagogía Solidaria y Tangible-, con lo que se cambiaría de tajo el modelo ideológico-educativo que se intenta imponer con la violenta reforma educativa privatizadora en México; se trata de detener y  evitar el consumo de drogas en nuestras comunidades; sin embargo es sabido que este mercado pertenece a un mercado internacional más grande, en donde se generan  altas ganancias en beneficio de  los magnates del capital y de  ex presidentes preciosos como Vicente Fox, promotor del mercado de la mariguana.

El capitalista intenta seguir ocultando la manipulación comprobable a cada paso por el sistema de explotación, satanizando y bloqueando alternativas liberadoras, que hoy día son cada vez más necesarias de trabajarse en términos sistemáticos y comunitarios, desde una Pedagogía solidariamente humanitaria, que está construyendo un  ámbito de calidad humana integral, siendo vital, sentir los agradecimientos recíprocos en los sonidos, gustos, ausencias, esperanzas, miradas, ilusiones, confusiones, abusos-huecos, gustos, mentiras, burla y fraude, tristezas, espejos, abrazos y amaneceres; porque es el tiempo de ya No  condenarse a continuar callado ante el desastre causado al planeta tierra en este universo infinito, dado que ese  abuso de poder extremo en la relación inhumana entre el capital y el trabajo a lo largo de la historia, significa reproducir este sistema de producción degradante y sumamente violento para las nuevas generaciones, sin abrir la posibilidad de Otra formación con Otra  praxis filosófica alternativa, que eleve el sentido común a una posición política transformadora-socializadora de todo lo producido por el trabajo humano -es algo tan simple de comprenderse-.

Pero  a su vez ha sido formado el sujeto educativo en diversas instituciones tradicionalmente conservadoras sólo para la reproducción de la lógica mercantil capitalista (ahí radica lo conservador o no de la realidad histórica concreta en la confusa propuesta de la “semana del emprendedor” por ejemplo, -vaya engaño-); siendo influida dicha ideología hegemónica  por valores  semejantes para el sometimiento que continúan reproduciéndose en: 

la familia, la iglesia, los medios de comunicación, en la propia escuela-calle-cárcel del sistema de explotación entre el amo y el esclavo, es decir, en la relación organizativa entre la ganancia capitalista y el trabajo explotado. Por eso Marx en la formación de un nuevo hombre decía: “De cada cual según sus capacidades, y a cada quien según sus necesidades”, propuesta estrictamente humana.

En tal sentido, el sujeto al ser veraz el costo es sufrir violencia, por ello la Pedagogía crítica de Antonio Gramsci, acusaba al infantilismo primitivo de “tratar de presentar y exponer cada fluctuación de la política y de la ideología como una expresión inmediata de la estructura. Pero también se refiere a la teoría del derrumbe: en donde las crisis económicas por sí solas, no son suficientes, para que el capitalismo se derrumbe de una vez por todas hace falta  un movimiento revolucionario anticapitalista frente a la debacle del sistema de explotación, capaz de contrarrestar la ideología dominante y su hegemonía en el seno de la sociedad civil”[3].

Parece evidente que, si se continúa la misma forma de reproducción ideológica en términos de la reproducción de la práctica docente,  se estará favoreciendo nada más a la injusta  ganancia privatizadora, que goza la oligarquía financiera y monopolista en la acumulación histórica a lo largo de las épocas, lo podemos mostrar con el capital agrario, el capital comercial, el capital industrial y el capital financiero nacional e internacional en estas relaciones de mercado, que roban la plusvalía al trabajador directo, para convertirlo en parte de su ganancia, la que se reinvierte nuevamente en la acumulación capitalista del   patrón monopolista, al ser éste el dueño absoluto de los medios de producción (como son los recursos naturales, entre ellos la fuerza de trabajo, así como de  energéticos,  de los instrumentos de trabajo, de edificios, servicios privados, etc. etc.). Son dueños también de la vida del trabajador, porque el sujeto asalariado o desempleado sobrevive desposeído de estos medios para la producción, por lo que, entre más se produzca, al trabajador no le alcanzará para  alimentarse, gozar de salud, recreación, educación sensible, vivienda digna, vestido, alimentación, cultura y acceso a la creatividad  racionalmente humana, por eso Marx, nos sigue sorprendiendo, al aclararnos que cuanto más y más produzca el trabajador directo,  más  explotado estará.

De modo que la reflexión sobre la praxis  filosófica de una Pedagogía Solidaria integral y tangible, requiere de  un nuevo actor social, que aquí se ha ido presentando,  para incidir en Otra Educación  para una vida plena, lo que exige cambiar  a Otra relación histórico-social humanizada, con Otra vida en equidad o igualdad de oportunidades,  que llegue a la  mayoría de la población, lo que significa proponer nuevos proyectos creativos e integrales, pero antes tiene que contarse con oportunidades cooperativas alternas para educar a esa gran mayoría de la población de forma individual y colectiva, pues no se tiene que padecer ni compadecer a nadie ni a nada,  menos aún al empresariato capitalista financiero internacional -como lo intenta imponer la ideología dominante, principalmente a través de los medios de comunicación de masas y por la represión sistemática-; de modo que se tendrá que reflexionar sobre el imaginario simbólico del emprendedor  aislado, con ideología de magnate, para incidir en esa formación humana, pues éste sujeto manipulado/manipulador,  sirve muy bien a la lógica  de explotación, haciendo una supuesta crítica, esbozada y confusa, como dice el dicho popular en México: “de dientes pa’ fuera”.




[1] Es conocida la originalidad del judeo-cristianismo en su misión frente  a las demás religiones, porque tiene su originalidad en la historización de la salvación, en el hecho de que la salvación del hombre no se realiza en una forma vertical, a través de una relación ahistórica y acósmica con la divinidad. Todas las categoría esenciales de la Biblia hacen referencia al cambio y a la movilidad histórica hacia adelante: Éxodo, camino a la luz de las promesas, mesianismo, salir de su patria. Hoy diríamos “desinstalación” constante. Es la característica de la misión de Abraham y Moisés; es la insistencia fundamental de los profetas. De ahí la importancia que reviste el tema del desierto y del exilio. Cuando el pueblo de Israel cae en la tentación de instalarse, los profetas lo reubican en la perspectiva de caminar en la historia. La visión bíblica de Dios es la del Emmanuel, un Dios que marcha con su pueblo; un Dios de radical inmanencia en la temporalidad histórica. Su trascendencia reside en el hecho de ser el “oculto”, el “mayor”, el Dios al frente de nosotros en las fronteras del futuro histórico. Los profetas son quienes leen los llamamientos de Dios a través de los hechos históricos y político.

[2] Cfr. Herbert de Souza. Notas sobre el capital mundial. En capital transnacional, Estado y clases sociales en América Latina. Et al. División de Estudios de Posgrado. Facultad de Economía, UNAM, Cultura Popular, México 1981. p. 54.

[3] Vid. Américo Saldivar. Ideología, crisis e internacionalización. En capital transnacional, Estado y clases sociales en América Latina. Et al. División de Estudios de Posgrado. Facultad de Economía, UNAM, Cultura Popular, México 1981. p. 118.

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