Esta reflexión sobre la dialéctica en la
praxis docente, pensándola en términos del método propuesto, induce a una nueva definición de la
transformación para una pedagogía crítica, de acuerdo a actores sociales
participantes de una nueva época de transformación y de transgresión
revolucionaria en permanente construcción, contra el orden hegemónico impuesto por
el régimen capitalista usurpador y legitimador del Estado de derecho internacional y nacional cómplices ambos.
El Estado de derecho regula todo tipo de pedagogía planetaria
tradicional en las actuales relaciones de trabajo y de sometimiento, valorado
ello desde una visión del materialismo histórico dialéctico, entendido éste no
sólo como método de Otras propuestas educativas del proceso de trabajo humanizándose, sino también como arma de la
revolución social, fundada en un pensamiento investigativo innato en la duda, la pregunta fresca y el interés
amoroso por el conocimiento.
Por lo que al intentar aclarar estas definiciones
del actor social docente, existe otra duda, sobre ¿cuál explicación científica se referirá para explicar
esta nueva praxis docente? es decir,
para dar contenido, forma y significación a la Escuela Nueva, que es la escuela de la vida, dialogando desde
múltiples lenguajes sobre la existencia humana, porque “queda otro problema importante relacionado
con la concepción de los hechos que venimos discutiendo: el problema de su
adecuada expresión en el lenguaje o, en un sentido más amplio, el problema del
vínculo de los hechos con el conocimiento científico-teórico”[1].
El concepto de praxis docente transformadora o revolucionaria para una escuela
nueva de la vida, tendrá que referir los factores que inciden en dicha transformación
histórica-social, reflexionando en el poder más abarcativo de toda la historia
de la humanidad, junto con sus nuevos actores sociales, pero que aún no han
sido reconocidos como tales en la diversidad existente de ellos en la política
neo-liberal del proceso globalizador de mercancías, dada la gran necesidad de Otro escenario del poder
político pedagógico posible de construirse.
Dicho poder requiere de un proyecto contra-hegemónico educativo
creativo, como lo proponen los grandes teóricos de las Pedagogías críticas,
dicho así, al recordar que toda postura
crítica, no es una construcción social cerrada, sino por el contrario posible
de abrir sus conocimientos en espacios de inclusión y debate
sobre lo que es justo y lo que no lo es, en el acto educativo de humanización del trabajo integral de un nuevo actor social, que se viene anunciando
en las voces que habían estado silenciadas.
Porque se reconoce que
los principios de las pedagogías críticas que se sustentan en el materialismo
histórico dialéctico, como método y a la
vez como arma de transformación social,
en su reflexión abierta, respetuosa y tolerante, se proponen debatir en
relación con la praxis docente de una escuela nueva, la posible necesidad de la
transformación e interpretación significativa de un trabajo educativo justo para merecer de forma colectiva la tan deseada
vida integral, libre, sensible, en equidad y creativa, que sólo en el doble
discurso proclama la Constitución Política Mexicana.
Este
conocimiento que se crea por medio de la educación crítica que surge en el
materialismo histórico dialéctico[2]
puede, o bien perpetuar las tres bases del sistema social (la verdad, las creencias y las estructuras de poder) o por el
contrario, cuestionar estas tres cosas.
Se necesita por tanto, reflexionar metodológicamente una hipótesis
para la práctica docente, con base en la investigación educativa con nuevo significado, abordando la
historicidad recorrida de los sujetos educativos, es decir, de los actores
sociales en su espacio, tiempo y cambios infinitos de su organización política del trabajo concreto, entendiendo a tal
dimensión de análisis metodológico, no como simple especulación metafísica,
sino por el contrario como un proceso educativo intencionado de liberación
consciente o no, comprometida o no,
-dadas las dificultades en su construcción histórica, pensando en Otra escuela
de la vida para el futuro presente, para no seguir topándose por ejemplo, con
el fenómeno de los migrantes masivos
en la lógica de globalización de mercancías del capital humano y los
instrumentos de trabajo que también son mercancías labrados con la explotación
que impone la ganancia capitalista para su satisfacción instrumental.
Porque “A medida que adquiere
una dimensión global, el capital enfrenta dos tipos básicos de problemas: a) cómo articular sistemas de
instrumentos de trabajo de distintos grados de eficiencia (por ejemplo,
instrumentos de varias edades tecnológicas), y b) cómo efectivizar su necesidad de sistemas de máquinas a fin de
operar en niveles de productividad y capacidad de gran escala”[3] en el control
oligopólico para satisfacer la necesidad de producir en masa, según el
potencial mundial de consumo con costos bajos monopólicos, pues lo que se vende en cada mercancía, es en sí el propio cuerpo humano, con el desgaste de su corazón, su ojos,
sus músculos y toda su posible integridad vital, denuncia Marx en su obra
filosófica[4],
la cual se recomienda para el análisis teórico-práctico aquí propuesto en
términos cualitativos.
Esta posición en las
sociedades capitalistas abarca así las condiciones materiales de vida, por lo
que es vital que el sujeto docente vea en la diversidad de productos en masa el propio cuerpo de los sujetos niños-niñas
que forma y evalúa, a la vez que este docente también es
formado y evaluado permanentemente en los cánones que requiere el capital.
Así cada sujeto
educativo termina siendo una producción de
medida, de acuerdo al potencial mundial de consumo con costos cada vez más
bajos, en un régimen competitivo, sin importar la calidad humana verdadera,
sino sólo la suficiente para el
mercado en su competitividad desleal, esa
es la verdadera evaluación universal del mercado escolar que hoy se impone al
docente con la ACE.
Teniendo entonces, que
reproducir y generar nuevos ejércitos industriales de reserva, de
desempleados desharrapados o de lumpenproletarios alcohólizados y frustrados
según sus actitudes de vida, por falta
de expectativas humanas integrales, pero que bien sirven al régimen de
explotación, para regular el mercado de compra-venta; en muchos de ellos se extrema su
comportamiento degradado a
semejanza del patrón histórico
capitalista, nihilista y neurótico.
Así, puede seguir
reproduciéndose dicho comportamiento, hasta que se multipliquen las propuestas
en proyectos educativos con un trabajo contra-hegemónico posible, para la
formación de valores-virtudes, en la ruptura de costumbres-tradiciones insanas,
pero principalmente denunciando la
producción-trabajo-ganancia capitalista, todo como un gran paquete a cambiarse en la praxis docente
transformadora; porque la forma delimitada, está en lo concreto de la acción
docente, bien relacionada con el
contexto histórico educativo, entendido como proceso de humanización, es decir proceso de trabajo que transforma la
naturaleza en cultura emblemática:
Véase, así como en Otro reconocimiento de
las clases sociales y de su lucha histórica,
a partir de denunciar la existencia de la propiedad privada de
medios de producción, Marx aclara: “La crisis del sistema capitalista,
responde a una contradicción más profunda y fundamental del sistema económico
vigente: a la contradicción existente entre el carácter social de la producción
y el carácter privado de la apropiación”[5].
Frente a esta relación
entre el capital y el trabajo, entendida como relación educativa, hoy ya es
posible nombrarse que no es algo
naturalizado en su divinidad artificiosa
o ideológica, el tal proceso de
explotación y de degradación del ser humano excluido, sino que en su situación histórica, es valorada en
la Pedagogía crítica esta
desigualdad social, como un acto inmoral
e injusto -en donde tendría que
repararse el daño a los afectados, hasta que logre incluirse este hecho
histórico como un crimen de lesa humanidad más-.
Dado que todo
comportamiento humano, es posible de transformarse a través de poner en
práctica una pedagogía crítica reflexiva y organizadora de procesos
revolucionarios, para enfrentar en el debate dialógico y activo al cúmulo de concepciones teóricas ahí acumuladas
que incidan en prácticas concretas,
dado que ya han sido desarrolladas
críticas profundas en este sentido, frente al injusto despojo, primero de la madre tierra, y
después de todo lo que existe sobre de ella, así como del universo.
Esta relación de
denuncia histórica denota la formación
docente por reconstituir en términos de derechos humanos, ya Marx deja claro al
respecto, que mientras esa contradicción de ganancia a costa de la plusvalía no pagada al trabajador explotado
y enajenado no se libere, seguirá siendo irresoluble la lucha social de poderes
políticos conscientes e inconscientes, entre los opresores y oprimidos, lo que está llegando al exterminio fascista en
la destrucción del planeta tierra: la flora, la fauna y los seres humanos de forma visible, sin embargo esta forma no corresponde aún con la formación, que imparte la praxis
del docente transformador.
Porque en la locura de
esta sobrevivencia que impone el capital, el oprimido con su trabajo continúa transformando este
planeta en arte, ciencia, tecnología, cibernética, literatura, humanismo,
religiones y múltiples expresiones culturales bajo el látigo capitalista de
privatización y de ganancias extremas; siendo auténticos lenguajes muy nuevos y creativos en
la sobrevivencia del sujeto histórico desde el cúmulo de sus experiencias, de
sus nuevas intuiciones y su nueva problemática existencial, regido todo por los ciclos del capital-mercancía, capital-dinero
y capital-productivo.
La
internacionalización del capital que se está sufriendo es dentro del proceso de
reproducción creciente del capital industrial en el ámbito mundial; ahí se valora
cómo la racionalidad del sujeto educativo tendría también que poder reflexionar
sobre ¿cuál es el límite del proceso de
industrialización en torno al beneficio social en donde ya existe una burguesía
mundial y un proletariado internacional en esta revolución científico-técnica,
transformándose la máquina-herramienta
en máquina automática?
Esta situación tiene que ver con el tiempo de trabajo en cuanto a la
velocidad del cuerpo desgastado al ser una mercancía más en venta para
incrementar la gran ganancia capitalista, de modo que la crisis capitalista se
ve objetivada más visiblemente en la fotografía completa de forma concreta, es
decir, justo en la crisis del cuerpo degradado y enfermo de la clase
trabajadora entre los pueblos del mundo.
Ello sucede de acuerdo con la división internacional del trabajo,
pues la madre tierra, como primera
naturaleza dadora de vida, es transformada en herramienta cultural para el trabajo enajenado o en el mejor
de los casos, en un trabajo creativo, esta relación no es fácil de resolverse
pedagógicamente, porque el sujeto educativo puede ser sumamente insensible a
todo intento revolucionario, pero ser creativo a la vez en la transformación de
la naturaleza cultivada; aunque como personas sean indiferentes o reaccionarios
a todo tipo de cambio radical, lo que tiene que ver con el desarrollo de la
consciencia social asumida en la jerarquía de funciones institucionales, es
decir por su formación y condiciones de vida.
Dado que el acto de hacer una transformación, ya es un acto
creativo, pero el uso para lo que puede
servir el producto resultante, puede ser brutalmente enajenado -sin que
ello sea una condena estática-, porque el cuerpo humano y su trabajo, su integridad está en proceso también de
transformación, pasando por ser en el tránsito formativo: insegura, insalubre o brutal, porque es usada y abusada por
el capitalista en el monopolio salvaje, competitivo y manipulador, es decir
utilizado el cuerpo humano, como una existencia
degradante sin gran valor en ese híbrido de confusiones en la existencia de explotación, de humillación y en el acto de sentir
vergüenza o no debido a la falta de equidad.
Tómese en cuenta cómo “la automatización obliga a una
descalificación masiva de la mano de obra, a la par que a una elevada
calificación en una minoría que programa la maquinaria”[6] en ese tenor inhumano del desarrollo de
las fuerzas productivas y su reproducción como necesidad del imperialismo en la
consolidación del monopolio, que se vale de la creatividad de la revolución científico-técnica desde los desechos
humanos-inhumanos intercontinentales que regula y legisla el capitalista.
Por ese motivo, el mecanismo de la evaluación universal capitalista es
indispensable en el proceso de competitividad y de exterminio irracional a
ser considerado por los nuevos actores sociales, pues lo único que falta
en el símil histórico en el método de la hermenéutica icónica de Beuchot, es legitimar quiénes tendrán que morir en los
crematorios de los campos de concentración, es decir, hoy en las
determinaciones de orden público neo-liberales
del FMI, la OCDE y el BM sobre la tierra madre, simbolizada ésta en la
multi-diversidad cultural de las grandes civilizaciones.
En tales contrastes existen ya mecanismos
en donde parece que ese sujeto histórico en formación pierde todo control sobre
su proceso de trabajo, teniendo que trabajar al ritmo y
organización impuesta por el patrón capitalista con la máquina automática, que
él mismo en esa injusticia construyó,
hablando en términos de la clase trabajadora, ese es el nuevo actor social que incidirá en la transformación de la
Práctica Docente para recuperarse en su otredad, a través de las firmas que
comprometen los tratados de los Estados-gobierno con las trasnacionales, controlando cada vez más la economía mundial a espaldas de
las comunidades.
“La internacionalización del capital y la
transnacionalización en particular son una expresión de la crisis general del
sistema… De esta manera la consolidación del proceso conlleva una agudización
de las contradicciones del sistema. La crisis institucional (FMI, Nuevo Orden
Económico Internacional, ruptura del sistema colonial), la crisis ideológica
(democracia, keynesianismo, etcétera) y desde luego la crisis económica (de
producción), resultan así ligadas a este desarrollo[7] en conjunto con la práctica docente, como
posibilidad para la transformación de una nueva escuela con Otra educación
político-filosófica, articulada al conocimiento económico crítico sensiblemente humanizado.
Se tendría que
analizar además en este nuevo sentido, desde las herramientas de una Pedagogía
crítica, la serie de conquistas sangrientas y despojos injustos de Europa por
ejemplo, en relación con África, o de Europa en relación con América Latina, o
de Estados Unidos en relación con la explotación de la economía y la riqueza cultural
mexicana o centroamericana.
Ya que esta relación
de despojo injusta ha sido en aras de la acumulación capitalista, la cual ha
ido degradando, robando y exterminando al ser humano y al planeta tierra. La
pregunta que se visualiza en tal proceso de globalización mercantil de política
neo-liberal es: ¿Cómo poder abrir el
debate sobre ello en el sentido de la gran cantidad de trabajo vivo en lugar de
maquinaria?, lo que tiene que tratarse de acuerdo con el avance de los derechos humanos, que son exigidos por la
clase trabajadora en dicho proceso histórico educativo.
Esta situación del proceso educativo o de trabajo, indica la condición de subordinación al proceso capitalista, al lograr este régimen de
explotación el máximo de productividad en mayor escala posible y con el menor
costo posible, y es así como la tecnología incluyendo
la robótica, al ser una ampliación del conocimiento científico, en la
internacionalización del capital, se ve claramente cómo este capitalista se
apropia del desarrollo general del conocimiento científico, difundiendo las
falsas necesidades superfluas
primordiales del consumo mundial con
‘mercancías mundiales’ (fuerza de
trabajo desgastada por el grado de explotación) relacionadas a patrones
culturales locales o nacionales de la lucha social, para exigir respeto y
mejores condiciones de trabajo.
En ese terreno de las
mercancías globalizadas es importante conocer la posición y formación docente para incidir en una praxis transformadora
en la educación presencial y a distancia, aún fuera del orden del sistema
educativo formal, creando Otras formas autónomas colectivas, porque aún falta
el enfoque crítico de este tipo de educación-valoración, que permita un estudio
científico del problema educativo o de trabajo
humanizado, hasta lograr que existan
varios millares de títulos acerca del problema, entendido como un principio y concepto básico para posibilitar la
integridad del sujeto educativo docente-niño-trabajador maquilador.
Estos nuevos actores
sociales, están siendo tercerizados por compañías contratistas fantasmas de forma privada, sin garantía responsable
de nada, sólo son intermediarios quienes dan empleo de
manera temporal, sin ningún derecho laboral para el trabajador, al tener que
firmar en sí, un contrato junto con su propia
renuncia al mismo tiempo -así se
explica la categoría de ejército industrial de reserva necesario para regular
la oferta y la demanda de trabajo en el mercado de cosas, planteada
científicamente en Marx-.
Porque este fenómeno social-educativo en
el proceso de explotación, no es un problema nuevo, pero necesita de la toma de consciencia colectiva que se refleje en la
lucha de clases con una posición firme en términos educativos, de acuerdo con
las condiciones materiales de vida actuales de las grandes mayorías, ahí la
práctica docente transformadora de una nueva Escuela para la vida es crucial. “Y así como la anatomía del mono sólo se
comprende a partir de la anatomía humana, será el análisis del capitalismo
contemporáneo el que arrojará luz sobre un fenómeno tan viejo como el mismo
capitalismo”[8].
De manera que hoy día los
responsables de la injusticia expuesta en términos pedagógicos del nuevo actor
empresarial, tendrán que ir vinculando los derechos humanos más elementales, y
denunciar este fenómeno: en la necesidad de pedir casi de rodillas a la clase trabajadora perdón al menos, para reparar el daño frente a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos por ejemplo frente a todas las injustas
conquistas y neo-conquistas cometidas entre los poderosos y los no poderosos.
Porque es claro que
tanto, los oprimidos como los opresores, han sido formados por el sujeto docente en una
institucional estatal en las jerarquías de poder desde épocas muy antiguas, y
éste a su vez sigue siendo víctima, como
un asalariado más, de las carencias y de
las desigualdades económico-políticas y socioculturales padecidas a lo largo
del tiempo geopolítico de abusos, ello puede suceder, si el docente en su
praxis es capaz de reconoce el abuso y las secuelas de desigualdad histórica
causadas por múltiples conquistas de rapiña
resistidas de forma estoica frente a la discriminación xenofóbica de los
gobiernos Estados en tal abuso de poder.
Actualmente en este
sentido de propuesta transformadora de la praxis docente, se aclara que según
la Corte Penal Internacional, se
consideran crímenes de lesa humanidad: 1. Asesinato. 2.
Exterminio. 3. Esclavitud. 4. Deportación o traslado forzoso de
personas. 5. Privación grave de libertad. 6. Tortura. 7.
Desaparición Forzada. 8. El Apartheid (segregación racial). 9. Persecución
por motivos políticos, nacionales, étnicos, culturales, religiosos y de género.
10. La violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el
embarazo forzado. 11. Y otros actos de carácter similar. Aún falta incluir el
desarme de los ejércitos y grupos armados, como una demanda histórica de las
sociedades, exigiendo el derecho al trabajo en equidad, es decir a la educación
como ejercicio de humanización.
En este mismo sentido,
la forma de liberación de los oprimidos en términos de una docencia
transformadora, a través de las
épocas, ha sido no sólo la resistencia, sino también la propuesta contra-hegemonía de denuncia activa como lo propone la Pedagogía crítica de Antonio Gramsci en
sus sugerencias culturales, abriendo nuevos lenguajes comunicativos
significativos al respecto:
En las alianzas del
bloque histórico, justo entre aquellos intelectuales orgánicos comprometidos
con su clase política proletaria y no con el Estado capitalista internacional
en un tono de estadolatría, se
comprenden lenguajes del ambiente cultural de origen, para enfrentar la disidencia
y la autodefensa en la construcción socialista autónoma con un programa
alternativo cultural contra-hegemónico.
Sabiendo a lo largo de
la historia que pueden existir varios caminos para lograr la liberación contra-hegemónica,
como un acto de las virtudes tradicionales que no se deben perder como es el
lenguaje indígena o de origen, y que siguen siendo valiosos en los procesos de
liberación.
[1] Cfr. Metodología del conocimiento científico. Academia de Ciencias de Cuba. Academia de Ciencias de la U.R.S.S.
Quinto Sol, México 1985. p. 229.
[2] A pesar de la crisis de la teoría marxista en su
sentido extenso y pleno, articulando la práctica con la política en sus
dimensiones estratégicas y organizativas del proceso de humanización, sigue
existiendo la necesidad de la unidad; el problema del Estado sigue siendo un
problema de orden popular; así están latentes
preguntas sobre: ¿Cuál es la naturaleza del Estado y del Estado
imperialista actual? o ¿Cómo superar la división entre economía y política?,
entre otros problemas de formación
ético-moral integral más significativos en las luchas de masas, desde donde se puede renovar el marxismo, dar
una nueva fuerza a su teoría, modificar la ideología, la organización y las
prácticas en el trabajo vivo, para abrir un verdadero futuro de revolución
social, política y cultural a la clase trabajadora que está entrando a la maquila internacional. Pues se piensa que la tarea es extremadamente
ardua, pero posible de articularse desde todas las trincheras posibles de la creatividad humana, lo esencial reside
en que no obstante las dificultades, es
posible el proyecto-proceso educativo de transformación docente y de concepción
del trabajo humanizado. Entendiendo que la política, significa el arte del ejercicio del poder, y éste puede servir para liberar o para someter, lo que denota un reto para la transformación
pedagógica crítica.
[3] Cfr. Herbert de Souza. Notas sobre el capital mundial. En capital
transnacional, Estado y clases sociales en América Latina. Et al. División de
Estudios de Posgrado. Facultad de Economía, UNAM, Cultura Popular, México 1981.
p. 51.
[4] Vid. C. Marx, Tesis sobre Feuerbach; - en C. Marx y F. Engels. La
ideología alemana, Tr. W. Roces, Ed. Pueblos Unidos, Montevideo, 1959; - C. Marx, El Capital, Crítica de la
economía política, Tr. W. Roces, Ed. FCE, México-Buenos Aires, 1964 3ª. Edición; - C. Marx y F. Engels. Obras fundamentales 1; -
Escritos de Juventud, Tr. W. Roces.
Ed. FCE, México 1987; - C. Marx y F. Engels, Obras Completas,
en español se publicó como Cuadernos de París. Tr. Bolívar Echeverría, Ed. Era,
México 1974; - C. Marx. Historia crítica de la teoría de la plusvalía, Tr. W.
Roces. Ed. FCE, México 1945; - C. Marx, En torno a la crítica de la
filosofía del derecho de Hegel; - en
C. Marx y F. Engels, La Sagrada Familia y
otros escritos filosóficos de la primera época, Tr. W. Roces, Ed. Grijalbo,
México 1958; - C. Marx, Manuscritos económico-filosóficos de 1844; - F. Engels, Ludwing Feuerbach y el
fin de la filosofía clásica alemana, en C. Marx y F. Engels, Obras escogidas,
Ed. FCE T. II; - C. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista, Ed. Progreso, Moscú 1973, T. I de las obras
escogidas; - C. Marx. El Capital, FCE, México 1964 T. I; - C. Marx,
Prólogo a la Contribución
a la crítica de la economía política, en: Obras escogidas, tres tomos; - C. Marx, Crítica de la filosofía del Estado de Hegel, Ed.
Grijalbo, Col. 70; - C. Marx, La lucha de clases en
Francia de 1848 a
1850 en: Obras escogidas; - C. Marx, Miseria de la Filosofía , Ed. Siglo
XXI, B.A. 1971.
[5] Vid. Karl Marx. Manifiesto del partido
comunista. En
varias ediciones. , Estado y clases sociales en América
Latina. Et al. División de Estudios de Posgrado. Facultad de Economía, UNAM,
Cultura Popular, México 1981. p. 88.
[6] Cfr. Andrés Varela García. Internacionalización y transnacionalización.
En capital transnacional, Estado y clases sociales en América Latina. Et
al. División de Estudios de Posgrado. Facultad de Economía, UNAM, Cultura
Popular, México 1981. p. 93.
[7] Vid. Andrés Varela García. Internacionalización y transnacionalización.
En capital transnacional, Estado y clases sociales en América Latina. Et
al. División de Estudios de Posgrado. Facultad de Economía, UNAM, Cultura
Popular, México 1981. p. 95.
[8] Vid. Andrés Varela García. Internacionalización y transnacionalización.
En capital transnacional, Estado y clases sociales en América Latina. Et
al. División de Estudios de Posgrado. Facultad de Economía, UNAM, Cultura
Popular, México 1981. p. 88.
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