Las universidades son los subsistemas culturales de la sociedad moderna encargadas de crear ciencia y tecnología en su sentido más amplio. Esto es, las universidades deberían proveer condiciones para que en el país o en la región se genere conocimiento científico, tecnológico y humanístico que permita mejores condiciones de vida. Este papel generador de las universidades guatemaltecas casi no se realiza debido a que nuestras universidades han sido conceptualizadas primariamente como subsistemas escolares encargadas de formar profesionales. En esta concepción, la universidad juega un papel más reproductor que productor y es esta la visión dominante de las universidades guatemaltecas.
La razón por la cual las universidades no son centros de producción científica ni tecnológica es porque realmente el presupuesto de investigación científica y tecnológica en el país es muy bajo, apenas el 0.03% del PIB, el más bajo de América Latina. El bajo presupuesto disponible en la secretaría de Ciencia y Tecnología, SENACYT, es bajísimo y las mismas universidades invierten poco en investigación. La de San Carlos tiene un 5% de su presupuesto anual de investigación para sus 30 Unidades Académicas, pero ese dinero en general se gasta en sostener a la burocracia de las oficinas de investigación. Solamente queda una miseria para investigación real.
Pero el problema fundamental de la ausencia de investigación es la cultura del profesorado que se ha formado poco o casi nada en ciencia y tecnología y menos en investigación. El profesor universitario se encuentra sobrecargado por la docencia, no tiene tiempo ni formación para hacer investigación. La institución tampoco valora la investigación. Hay investigadores que hacen una loable labor, consiguen fondos de organizaciones internacionales y mantienen una agenda viva de problemas pertinentes a la sociedad. Ese es el mejor escenario, pero los resultados de la investigación no llegan al currículo y tampoco a la sociedad misma.
Las universidades guatemaltecas se han convertido en subsistemas escolares repetitivos con poca producción científica donde la gran mayoría de los profesores universitarios se dedican a las actividades docentes de programas universitarios que en general no tienen mucha pertinencia social, han sido diseñados de forma burocrática y son licenciaturas que tardan mucho para graduar a estudiantes. En Guatemala las licenciatura son larguísimas. Para convertirse en ingeniero deben al menos pasar 8 años en promedio en la Universidad de San Carlos. Los programas de licenciatura en ingeniería en México y Estados Unidos son de cuatro años, de 4 años. Y aquí, las licenciaturas están llenas de trámites burocráticos desde el principio hasta el fin y lo menos que se hace es apoyar a los estudiantes.
Estos son dos problemas existenciales fundamentales: Ausencia de investigación científica y tecnológica y concepción de universidad como un subsistema escolar repetitivo. A eso hay que agregar una oferta de estudios de posgrados que raya con lo ridículo, maestrías y doctorados a diestra y siniestra que no cumplen funciones sino las de generar títulos de poco valor. En el caso de San Carlos postgrados se ha vuelto un negocio. Habrá dos programas de posgrados que se salvan de esta crítica, ambos en investigación en ciencia y tecnología, los demás siguen el patrón de negocio.
Un cuarto problema existencial universitario es su politización, ya no solamente la Universidad de San Carlos, sino otras. La politización de San Carlos obedece al alto peso político que tiene en el país, por lo que ha sido cooptada por el Pacto de Corruptos. Quien dirige a la USAC no sabe nada de academia, ni de ciencia, ni de tecnología y menos de investigación. Su prioridad, así como la prioridad de la mayoría de los miembros del Consejo Superior, son regalos políticos, poder y dinero.
El quinto problema existencial de la Universidad, no solamente la de San Carlos, es el exceso de la burocracia. Desde el ingreso, que está lleno de requisitos innecesarios de exámenes de admisión que tienen poco, o ningún, valor predictivo. Esto es, ganar u examen de ingreso no significa que le irá bien en la licenciatura. Perder un examen de estos tampoco dice mucho de las capacidades para tomar un programa universitario. El dato más triste es que solamente el 10% de quienes toman estos exámenes los aprueban en la San Carlos. Es un genocidio universitario sin razón y sin sentido. Pero la burocracia no es solamente en el ingreso, es en el proceso, donde llenan a los estudiantes con prerrequisitos innecesarios. Cuando al fin cierra cursos, o sea concluye de tomar sus cursos, empieza la burocracia de los procesos de graduación, prácticas eternas mal diseñadas, exámenes privados manipulados, requisitos de tomar inglés técnico para carreras técnicas, 12 cursos de inglés, doce. ¡Que locura! Y luego viene la tesis, válgame Dios el sin fin de requisitos, que mande tres propuestas de investigación y escogeremos una dicen los profesores de esa fase. Por eso Derecho en promedio tarda 18 en graduar, Ingeniería 10 años. Arquitectura igual y así ad infinitum.
El sexto problema existencial es la ausencia de oferta de programas cortos y pertinentes. Las universidades siguen promoviendo Derecho, Auditoría y Medicina como si no hubiera otras necesidades en el país. Esta ausencia de ofertas de carreras técnicas universitarias de un año o de dos hace que todos quieran irse a las licenciaturas, una enfermedad que yo he llamado licenciatitis. Así hemos llenado al país con cientos de licenciaturas larguísimas, carísimas, elitistas que dejan fuera de los estudios superiores a la mayoría de los y las guatemaltecos. Eso tiene solución.
Las universidades que tenemos fueron diseñadas. La solución a sus problemas existenciales es un problema de diseño. Los criterios de diseño del origen de esas universidades era la formación elitista de muchos y la existencia burocrática para sostener estos proyectos fracasados. Hay que hacer un replanteamiento del papel de la educación superior, crear un sistema real de educación superior y diseñar nuevos programas cortos, eficientes y pertinentes. Hay que replantear la investigación en las universidades y dirigirla a la solución de problemas sociales reales. Urge retomar el negocio actual de posgrados y darle una función social real en un ambiente académico de pertinencia.
Este es un buen momento para diseñar un nuevo sistema de educación superior en Guatemala que realice investigación científica y tecnológica de alto nivel y que ofrezca programas cortos, pertinentes de universidades reales y no de cartón. Esta agenda incluye la despolitización y la refundación de la Universidad Nacional para transformarla en universidades nacionales regionales pertinentes. Este es el momento. Este es el camino. Hagámoslo ahora que hay un ambiente de recuperación democrática. Vamos Guatemala. Si no es ahora, no será nunca.
Comentario de Sandra Cantoral a:
UNIVERSIDADES Y SUS PROBLEMAS existenciales de
Fernando
Cajas.
Sí, un problema más de esta existencia universitaria es la
TRANSICIÓN, entre lo que ha sido la Modernidad mercantilista y lo que
podemos cambiar en el contexto global de las dependencias, codependencias, con
Otro desarrollo tecnológico HUMANITARIO, es decir con dignidad para el bien de
las mayorías de excluidos, pobres e ignorantes. En donde NO se tolera la
autosuficiencia y la soberanía COOPERATIVA, pues es un asunto histórico: “América
para los Americanos, principal corruptor”; es el costo que estamos
pagando aún en Guatemala y en otros lares de Indoamérica.
La política dominante del sistema educativo en general es
esta tragedia. Pero ¿Qué hacer ahora en espacios particulares?
1.
Frente al individualismo y la fragmentación profesional de elit, sólo nos queda FORMAR COMUNIDADES con principios humanos para cubrir las necesidades básicas de las poblaciones y, LEGITIMARLO en los programas universitarios, bien camuflado para que NO lo bloquee la cúpula de corruptos. Por el contrario habrá que hacer convocatorias abiertas en debate y discusión respetuosa recíproca.
2.
Es
vital que cada uno y los más en la Universidad de San Carlos, se pronuncien
con CONSCIENCIA a sí mismos en su condición patética DEFORMADA, pues
nadie más puede hablar por ellos y ellas como comunidad integral, sin
agresiones y/o exclusiones.
3.
La
normalización de la Burocracia y la falta de Presupuesto, surgen también por la
falta de entusiasmo en lo realizado y, se propicia, para crear un ESTADO DE
INSATISFACCIÓN personal y grupal, por eso el cáncer de la corrupción se
extiende a la menor cooptación, sin ninguna reflexión al Servicio del
Imperio del capital.
4.
Construir síntomas de una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA en general y en la
Universidad, es
complejo. Porque lo que se busca de fondo es un REPARTO EQUITATIVO DE TODO
LO PRODUCIDO, a lo largo de la explotación histórica, entre ello la
EDUCACIÓN PÚBLICA, GRATUITA, CIENTÍFICA Y HUMANISTA,
como un derecho ganado a consciencia. Todos lo intuimos, lo sabemos
y lo conocemos, pero aún no se puede decir en PÚBLICO, pues te tumban la cabeza
en la correlación de fuerzas. Hasta que pueda legislarse en nuevas
CONSTITUYENTES. Hoy esa es la importancia de América Latina y sus
gobiernos/pueblos progresistas.
5.
Todo logro es vital hacerlo público en los medios de
comunicación críticos, a través de las iglesias, en las Escuelas Básicas desde
la enseñanza-aprehendizaje de la infancia, en la Familia para acabar con las
castas divinas de la jerarquía de poder competitivo y en la Calle con tantas
narrativas, vigilando incluso la infodemia y uso de la IA, por ejemplo.
6.
En
cada uno de estos medios de formación-comunicación, podríamos DENUNCIAR a la
par el “USO” que se hace de la Ciencia y de la Tecnología en el contexto de la acumulación
de capital, pues no les importa el sentido y la formación humanitaria.
7.
Construir
un SENTIDO integral y crítico de nuestras realidades con mayor consciencia
social desde el sentido común al ser en sí nuestro propio Proyecto de Vida
es importante, para que fluyan proyectos populares con una visión integral
científico humanista, y así enfrentar de poco a poco al Monstruo de mil
cabezas en la perversión de la modernidad. ¡Sé que tú eso haces!. Problematizar
nuestra realidad e informarnos es vital.
8.
Se
pueden ir creando Mesas de Trabajo con sujetos diversos de nuestro contexto,
para abrir el debate horizontal con libertad de expresión, por ejemplo, propuestas
de Cine y demás, que permitan COMPRENDER la situación para proyectar formas
distintas a los problemas existenciales de la Universidad, con un Espíritu
Nosótrico, e ir caminando ‘abajo’ rompiendo límites ajenos, en procesos de satisfacción
participativa desde nuestra división del trabajo para consolidar la reflexión
crítica.
9.
Pues
detenerse, acelerarse o retroceder sin alejarte de las necesidades del pueblo
con integridad cultural es urgente, porque en el espacio temporal de Nuestra
Madre Tierra, se abren dos proyectos distintos: 1. De privatización,
ganancia y guerra. Y 2. De Paz, armonía y creatividad participativa
crítica, rumbo, a otra era de la humanidad.
¿Qué hacer con la Impunidad corrupta
y con los tejidos Solidarios?
¿Cómo hacer público con quiénes y
para qué se articula la Universidad de San Carlos?
¿Para qué es necesario saber sobre la
normalización burocrática y la falta de recursos para la investigación
integral?
¿Cómo hacer para que la comunidad
esté informada y participe en procesos de transformación interna?
¿Para qué construir condiciones subjetivas
y objetivas que
nos muevan como comunidad estudiantil, laboral, académica, de Política
Educativa y de Educación Política Humanitaria entre la Comunidad de San Carlos?
Como nos dices tú: ¡Es ahora o nunca
Guatemala!
Septiembre 2024.