Construyamos una Pedagogía Planetaria de Denuncias.
La
madrugada del miércoles 7 de enero de 2015 se consumó una agresión e intento de
despojo contra el colectivo cultural
Chanti Ollin, montada en el conflicto legal en torno al inmueble en que reside.
Sin previo aviso, sin el mínimo diálogo, sin responsable que se acreditara; en
un acto de invasión violenta, robo y destrucción con saña de bienes colectivos
y privados de la comunidad del Chanti,
con un operativo desproporcionado de más de un centenar de
granaderos y varias decenas de
golpeadores contra quince compañeros y tres niños, que se
encontraban en el espacio sin más posibilidad que solicitar insistentemente la
presentación de la orden judicial y que se detuviera la violencia considerando la presencia de familias con
menores (sin resultado alguno), una compañera y nueve compañeros fueron
arbitrariamente detenidos y vejados, golpeados sin justificación y acusados de
ultrajes, resistencia a la autoridad y daño a la propiedad. Finalmente fueron liberados con cauciones
impuestas de casi 12,000 pesos y un proceso judicial en curso.
Al
retirarse el cerco policial y gracias al apoyo de decenas de colectivos y
personas solidarias, la mayoría de los golpeadores abandonaron el inmueble
dejando un grupo que fue sorprendido vandalizando y saqueando los bienes de la
comunidad, quienes al ser cuestionados
refirieron su pertenencia a la Asamblea de Barrios y fueron conducidos a la fuerza pública y la
CDHDF quienes los resguardaron.
Por la noche, en inmediaciones de Paseo de la
Reforma, e igualmente sin mediar palabra, una caravana de varias decenas de
compañeros solidarios, que se dirigía al MP a aportar pruebas de lo sucedido,
fue atacada por agentes de tránsito y un contingente igualmente
desproporcionado de granaderos y en presencia de autoridades del gobierno del
GDF que se negaron al diálogo. Golpiza injustificada e indiscriminada, que
alcanzó al plantón por la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa ante la
PGR, y que en sus casos más graves
implicó la pérdida de conocimiento de compañeros debida a los golpes, la
retención en transportes policíacos y el maltrato y la extorsión en la agencia
del MP en San Cosme; en otros casos requirieron atención hospitalaria y
tratamientos que aún continúan. Todo ello en una clara acción irregular de
intimidación violenta.
El Chanti respondió con su diario quehacer,
sosteniendo una barricada cultural de resguardo con actividades de bienestar individual y colectivo, artísticas, musicales, teatrales, dancísticas, de plástica
monumental; atención terapéutica y
producción alimenticia nutritiva y sana, intercambio justo, trabajo artesanal
, ecotecnias para el hábitat y el manejo
sustentable de agua, saneamiento y energía, producción comunicativa,
compartición de saberes y convivialidad: el
habitar-trabajo que aspira a otro mundo con esperanza y alegría, soporte
también de nuestros derechos de libre pensamiento, asociación y manifestación .
Todo ello con el acompañamiento y apoyo de colectivos, organizaciones y amig@s,
expresiones solidarias del país y de todo el mundo, que han compartido y visto
al Chanti como un ejemplo de que es posible una vida distinta.
A la agresión se suma, en días pasados, la
criminalización que sale de la oscuridad del CISEN y la SEIDO, que por medios
impresos y radiofónicos, incluyen al Chanti en listas de un incierto
“anarquismo” equiparado como amenaza
social y crimen organizado y que denunciamos responde a su estrategia de inventar
a un enemigo público, nombrando como anarquismo a diversas luchas
independientemente de su orientación política,
para poder reprimirlas bajo este
membrete.
Como confluencia y convivencia de la
diversidad vital, cultural, social y política que somos, rechazamos y
condenamos rotundamente la infundada criminalización que se pretende. El
Chanti Ollin es un espacio con una existencia pública de 12 años, abierto al
desarrollo de una diversidad de
proyectos autogestivos y autonómicos que ejercen derechos conquistados y
consagrados inclusive por la legalidad existente. Ante el señalamiento de que somos violentos reiteramos que nuestra
lucha y nuestra actividades siempre han sido civiles y pacificas y que quien
verdaderamente ejerce la violencia es el Estado, como ha quedado demostrado
ampliamente con su actuar en Iguala. En todo caso, somos un modesto espejo
de la diversidad de búsqueda de alternativas de trabajo, posibilidades
creativas, de recreación y compartición, bajo nuevas formas de convivialidad,
sobre todo de jóvenes, ante la carencia
y negación de ellas, por el régimen y el
capitalismo, en medio de los signos de la depredación, la opulencia y el
despilfarro de una minoría criminal vuelta narcogobierno empresarial.
Desde esta diversidad incluyente de
expresiones sociales autónomas que somos, condenamos la criminalización en
contra del movimiento social y en particular de los compañer@s que reivindican
el anarquismo como vía para alcanzar la justicia y la libertad; denunciamos
el tratamiento que realiza el Estado hacia los posicionamientos políticos
disidentes, asociándoles sumariamente delitos, para reproducir, como en Iguala
o Bachajón, escenarios de criminalización, represión, victimización y despojo.
El
Chanti reitera su apertura y convocatoria a proyectos colectivos y personas que contribuyan al desarrollo de
la comunalidad y el buen vivir, como modos de ruptura y superación de un
régimen y un sistema de consecuencias desastrosas para la inmensa mayoría en
nuestro país y en el mundo.
Exigimos
el respeto a las libertades de pensamiento, expresión, asociación y
manifestación.
Exigimos
respeto a nuestros derechos, a los proyectos culturales autónomos y exigimos
que no haya impunidad ante los actos ilegales desde el poder.
Llamamos
a las organizaciones sociales, civiles, colectivos y demás personas a la
defensa de nuestros derechos fundamentales, a continuar el apoyo mutuo en
nuestros quehaceres y luchas, a manifestar nuestra digna rabia ante la realidad
de explotación, despojo, represión y crimen enseñoreados desde el poder, y a no
rendirnos en la lucha por la aspiración a un mundo distinto.
¡No
a la criminalización de la disidencia y la protesta social!
¡Presos
políticos libertad!
¡No
al despojo y la represión!
¡Vivos
se los llevaron! ¡Vivos los queremos!
Chanti
Ollin, Chapultepec, Mexico a 21 de enero
del 2015.
Los
abajo firmantes manifestamos nuestra solidaridad y apoyo al colectivo cultural
Chanti Ollin México y rechazamos enérgicamente el intento de criminalización
por parte del Estado Mexicano a su propuesta cultural, educativa, ecológica y
política de transformación social y reiteramos que esfuerzos como éstos deben
ser apoyados e impulsados para recuperar la armonía y la paz, la justicia y la
libertad, que México, como el mundo
entero, tanto necesitan.
Nombre Colectivo, org. u ocupación País
o lugar de residencia
Sandra Cantoral Uriza. Investigación
Educativa. México,
D.F.
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