Hoy a
inicios del siglo XXI, se niega en la
Teoría crítica el periodo ilustrado de mentiras burguesas y románticas desde
sus dinastías divinas de privilegio y de confort a costa del trabajo explotado;
por los desastres causados se propone en la reparación
del daño, la Tolerancia que debe el gran capitalista a una Nueva Escuela autónoma comunitaria, capaz de
autogobernar y crear sus propias leyes de vida, de acuerdo a sus necesidades
vitales y creativas, por sus
auténticos intereses y necesidades de
las mayorías -para lo cual se enfrentará todo tipo de contradicciones desde la
organización comunitaria y colectiva-, es decir con una posición pedagógica crítica,
integrando
a la educación formal, la no formal y la
informal, parece que esa será una tendencia inevitable en el presente siglo.
Lo que
es preciso destacar, sobre la práctica de abuso de poder político de ilegalidad e ilegitimidad del Estado-gobierno
nacional-internacional, es cómo ha sido
vivida hasta hoy en un mosaico
de matices calidoscópicos ya desgastados
por el fascismo del Estado de excepción, que se hace vigente en latitudes
mexicanas, por ejemplo ante la carencia de un estado de derecho democrático del proyecto liberal pequeño burgués, el
cual ha sido instrumentado por la
oligarquía financiera internacional, presenta ideológicamente al mundo político
del
acto pragmático imperialista mundial, como naturalizada su
hegemonía.
Y la
práctica docente transformadora, sigue sin denunciar, como tal hegemonía, sólo
busca sus ganancias capitalistas, olvidando y excluyendo la sabia cosmovisión indígena, a pesar de que ésta aún
enorgullece a Latinoamericana y al mundo
entero, por lo que se requiere en los procesos de auto-reconocimiento, un esfuerzo contra-hegemónico a la lógica de
este modo de producción capitalista, con una estrategia metodológica que
denuncie las prácticas depredadoras del Plan Puebla Panamá, denominado también
proyecto Mesoamérica, que se sustenta en la estrategia militar de la Iniciativa
Mérida, para servir exclusivamente a la
neo-conquista de los pueblos que tienen riquezas naturales y de energéticos
vitales, para volver a someterlos culturalmente a pesar de ser esas grandes culturas milenarias, pero no
reconocidas por su trabajo creativo comunitario en su resistencia histórica que
persiste, porque actúan con juicios de valor integrales, en donde la cultura y
la naturaleza significan cosas semejantes de su cosmovisión
filosófico-política.
Por ejemplo se
observa, en territorio mexicano el
colorido cultural de los pueblos de Oaxaca, Veracruz, Puebla, Guerrero,
Chiapas, Yucatán, etcétera; a estas culturas la oligarquía financiera les tiene
miedo, porque han aprehendido a vencer el miedo en algunas regiones de
identidades locales, étnicas, culturales y territoriales con integridad
educativa a través de la historicidad recorrida.
En este
sentido Tejeda aclara sobre la identidad occidental que “La presencia duradera de las
tradiciones prehispánicas o precoloniales, que en varios países configuran la
base de la identidad nacional. La ambigüedad del ser latinoamericano que nos
hace copiar e imitar, a la vez que nos queremos alejar de un pasado que nos
marca para siempre. La parte indígena de la vida nacional se ha puesto en
marcha y ha dejado de estar escondida y negada. El auge de las identidades,
conduce a movimientos autonómicos, y las réplicas de proyectos separatistas y
segregacionistas. Los Estados nacionales se ven sacudidos por los efectos de la
globalización, mientras desde abajo surgen reclamos autonómicos, que requieren
respuestas integradoras desde la perspectiva nacional y regional. La identidad
latinoamericana se pone en discusión como parte de los diversos niveles y
ámbitos en que los individuos, o las colectividades y las naciones conforman
identidades y diferencias”[1].
Así puede observarse el razonamiento o método de
trabajo de la Pedagogía crítica como un todo intelectual y manual diverso del
sujeto educativo contra la pasividad, el
sometimiento y la apatía, con una postura dialéctica crítica materialista, es decir reconociendo la historia del
trabajo ahí en esas condiciones hostiles humanizándose; también es vital
resignificarlo como propuesta metodológica, en la hermenéutica analógica sustentada en la ciencia de la comprensión, así propuesta por Mauricio Beuchot[2], es decir en la
interacción y comunicación dialógica, en este caso de la Teoría Pedagógica
desde una posición crítica que abarque poder interpretar desde el sentido común hasta desdoblarse éste en una
posición político-filosófica, capaz de “dar-se” valor humano creativo politizado, en contra de la lógica de
explotación capitalista; para lograrlo habrá que hacer los puentes y
mediaciones didácticas de la comprensión liberadora que agita dicha Pedagogía
crítica con Otros lenguajes, como una idea construida en colectivo y con grupos
minoritarios de excluidos y víctimas del sistema capitalista a través de la
reflexión y estudio activo.
La propuesta de transformación
revolucionaria que se está exponiendo, implica entramados conceptuales que componen
una totalidad histórica, es decir
una historia particular y/o universal, de forma
concreta en espacios y tiempos con nombres y apellidos de sujetos
históricos verdaderos, desde ese registro histórico crítico, los cuales no
pueden existir separados o desarticulados del conjunto de tal realidad
acontecida.
Se tiene consciencia que en tal realidad existen un
cúmulo de l miradas del sujeto educativo, como testigo ocular historizándose en una crítica de retroalimentación
transformadora, de acuerdo con la mayoría de las necesidades diversas de esas
amenazas violentas y constantes, que propicia la lógica de explotación
capitalista, por lo que es necesario poder nombrar a los actores concretos para
su transformación en Otra nueva escuela de la vida, reconociendo con precisión
los saberes y conocimientos valorativos ahí acumulados. Pero ¿cómo reformar con nuevos sentidos la envidia y el egoísmo en tales contextos
de desigualdad social desde la práctica docente transformadora?
Si un principio es, que tales necesidades de trabajo
educativo, son espacios de conocimiento y de denuncia, dado que la denuncia es distinta a la crítica y la
autocrítica, sin embargo cada momento instante es vital para ir expresando
un todo integral en las relaciones de
poder político, que inciden unas en
otras permanentemente, por esta razón
los participantes de la Teoría
Pedagógica crítica, son considerados, según Paulo Freire, estudiantes activos
para transformar-se en traductores de
los procesos de enseñanza-aprehendizaje dialógica por medio de la escritura y
la palabra generadora para una nueva alfabetización de la existencia humana.
Hoy se requiere abrir la fotografía de la formación
sociocultural, cuestionando los sentidos
diversos en múltiples dimensiones, es decir debatiendo con los ‘ciudadanos del discurso socialdemócrata
por ejemplo’, siendo tolerantes con los valores de libertad,
responsabilidad y legalidad, para no repetir nuevamente crímenes de lesa humanidad -así nombrados hoy- que han sucedido a lo largo de
la historia, y que han acontecido sin reparación del daño a las víctimas; ese es el verdadero reto para
reconstituirse en una práctica docente con actitud transformadora y abolir las
implicaciones que conlleva una actitud tradicionalista que también está
encarnada históricamente en la estructura mental del sujeto educativo.
Así exalta Sandra Cantoral, en cuanto a esa reparación
del daño, que: “…la estratificación ideológica en la comprensión del proceso de humanización o
educativo, sólo sirve para distanciar y sostener incomunicada a la clase
trabajadora en su negación sustantiva que se convierte en trabajo embrutecido…”[3]; en tal dimensión de amor a la vida revolucionaria transformadora es
necesario por tanto, comprender los entramados
de una nueva actitud educativa crítica en múltiples espacios educativos, porque
la crítica es superadora y agradecida, en cambio la denuncia, sirve para poner el límite preciso para no volver a permitir una injusticia más en ese
orden de cosas. Véase al respecto cómo:
““La palabra pedagogía
viene del griego paidos que
alude a niño y ago que refiere a conducir.
Literalmente pedagogía alude a conducir al niño, tal es el caso de llevar el
niño al parque o de llevarlo a la escuela, por ejemplo. Con el paso del tiempo,
la palabra pedagogía se ennobleció para hacer referencia a la ciencia para
educar al niño; para su formación, el bildung
que alude Gadamer:
“La formación
no debe entenderse sólo como el proceso que realiza el ascenso histórico del
espíritu a lo general, sino también como el elemento dentro del cual se mueve
quien se ha formado de este modo”[4]. <…>
Tener acceso a una generalidad, como elemento dentro
del cual se transita, implica encontrar el
sentido de uno mismo y de lo otro para ser Otro, además de la sensibilidad
y el tacto; es decir, de la memoria histórica para tratar el Aula-Mundo-Tierra
despojada, para revalorarla desde Otro estado de cosas humanizadas, es decir ya denunciadas en el proceso
educativo, o proceso de trabajo de humanización política, captando la atención
a través de la alegría y el entusiasmo frente a cualquier tipo de error para su
esfuerzo de superación, para no caer
en las mismas formas de terror históricas, disfrazadas de ‘democracia
participativa’ -ese es un garlito de la burguesía que se tiene que superar-.
<…>En este sentido, la palabra pedagogía se deriva así:
pedagógica o pedagógico cuya raíz griega es el ped, que refiere al niño, el ago
que designa conducir y el ico que
nombra lo relativo a la acción de jugar.
Como resultado, el origen etimológico de la palabra Pedagógico (a) se puede
entender como lo relativo a la conducción o educación del niño.
Por otra parte, en el Diccionario de la Real Academia se indica que la
palabra pedagógica o pedagógico es: “… lo expuesto con claridad que sirve para educar o enseñar”[5].
En el caso de la palabra propuesta viene del latín propósita,
en donde pro significa a favor de
o antes de y pósita que alude a posición. Literalmente, la palabra
refiere a favor de una posición respecto a algo. Significado etimológico de la
noción de propuesta que se puede definir como: la postura ante… o la postura a
favor de...
Según el Diccionario de la Academia
Española propuesta refiere a la noción de: “… una proposición
o idea que se manifiesta y ofrece a uno para un fin…[6]. Por tanto, con
base en lo significado por la palabra propuesta se puede decir que ésta alude a
una postura a favor de algo para
conseguir un fin que se manifiesta a uno o a muchos (resolver un problema,
plantear un problema, defender con argumentos una opinión, contradecir
fundamentando una postura, presentar un proyecto a una autoridad, un consejo,
una junta, una academia, una comunidad científica o no científica, para que se
examine y delibere si se procede con su aprobación, etcétera)””[7].
Por tanto aquella Pedagogía Crítica que intente transformar la práctica docente
tradicionalista por otra revolucionaria y liberadora, se enfrentará con la necesidad de explicar a los niños y
niñas a través del juego en contextos creativos de entusiasmo y diversión, cómo
proyectar el conocimiento tecno-científico, humanista y sobre todo
político-filosófico, para superar en el ámbito educativo condiciones injustas de la vida-muerte, y saber diferenciar cuáles son sus causas y consecuencias en el
trabajo educativo de politización, asumiendo
una posición al respecto acerca de los derechos en igualdad de oportunidades,
veamos un ejemplo histórico concreto, que integre
al sujeto educativo en una denuncia transformadora para la formación docente,
con una posición crítica:
"Aún los que han podido conservar su empleo tienen ingresos
que no les alcanza ni siquiera para lo más indispensable. En un reporte de
investigación, de enero de 2010, el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM sostiene que 17 millones
776 mil personas, que reciben menos de dos salarios mínimos y representan el 41
por ciento de la población económicamente activa, perciben ingresos que no les
permiten adquirir una canasta alimentaria recomendable, considerando aspectos
nutritivos, culturales y económicos."
La denuncia, es parte del proceso de transformación,
pues véase cómo el sujeto docente, que en algún espacio y tiempo fue una niña o
un niño en el proceso de requerir Otra formación, aspirando a constituirse en una forma humana, a través de valores universales-particulares, como
son el respeto, la paciencia, la templanza, la fortaleza o la justicia; todos
estos valores-virtudes se requieren en relaciones solidarias y posibles de sublimarse en el acto educativo de transformación, para poder
enfrentar tal Diferencia Vital, entiéndase
la Vida de la denuncia
que anuncia un nuevo orden humano mundial, con nuevos actores que incidan
en la transformación de la práctica docente en descomposición para regenerarse
nuevamente, al ser los docentes capaces de
transgredir el orden institucional de la funcionalidad
reproductora que impone la explotación capitalista, transformándose en un disidente, según lo conceptúa Valentina Cantón:
“…frente a la pregunta: ¿quiénes son esos sujetos
que se revelan como disidentes?
Podemos ofrecer una primera respuesta: son sujetos con historia, sujetos
históricos, sujetos que saben que lo individual y colectivo son intrínsecamente
(históricamente) lo mismo. Son sujetos
que saben de su autonomía, son sujetos que saben que su autonomía consiste en
el ejercicio de su libertad histórica, es decir en el despliegue de su
intersubjetividad y el radical respeto a su deseo, a su propia historia. Ahora
parece más sencillo resolver la siguiente pregunta: ¿de qué están hechos estos
disidentes? Tomando en cuenta que hablamos de sujetos históricos, sólo podremos
concluir que éstos están hechos a fuerza de memoria, de historias y sagas de
quienes le antecedieron, de la palabra escrita, de imágenes, saberes y utopías
compartidas. Hechos pues a base de cultura, de otredad, es decir, de
reconocimiento de la presencia de los otros -anteriores, presentes y futuros-
en sus vidas y acciones cotidianas. Y. al reconocer esa presencia, están hechos
también de respeto a lo ajeno (y, como efecto, a lo propio), de responsabilidad
ética, tolerancia y solidaridad, de coherencia, independencia y amor a la
verdad. Nociones y valores que aquí no tienen sentido como virtudes morales,
sino como exigencias políticas para
vivir en compañía y en libertad”[8].
Lo importante es que el niño-docente-adulto responsables, reflexionen sobre la
honestidad y el respeto a todas las personas tratándose como iguales, porque
realmente lo son en sus oportunidades de vida y desarrollo potencial -sólo es necesario que lo comprenda la
mezquindad del capitalista-, pues la violencia degradadora, tendrá que
comprenderse como una mala época de
crisis existencial, que tiene que superarse -dado el miedo, desgaste e
inutilidad que encubre entre los opresores y oprimidos-.
A partir de esta propuesta de reflexión de la Otredad,
desde una mirada pedagógica se irá desarrollando esta relación oculta en lo más
vital del ser humano, que permita ilustrar
el método, precisar algunas categorías y poder ejemplificar las posibilidades
de Otra praxis docente transformadora en el contexto de la
internacionalización de mercados. Se trata de abrir nuevas preguntas de
investigación, para el debate dialógico y la tolerancia a las diversas
concepciones y posturas propuestas en la construcción de Teoría pedagógica
crítica.
“La característica fundamental de la nueva
etapa del capitalismo contemporáneo es la internacionalización del proceso
productivo. Esta internacionalización es también el elemento central en la
definición del concepto de capital mundial. Esto, en efecto, podría ser
observado como la culminación del proceso de internacionalización del circuito
capitalista, donde el objetivo central de la relación del capital -la
maximización de los beneficios- es realizado a niveles mundiales mediante una
compleja y contradictoria articulación con las varias formaciones sociales
nacionales”[9].
Porque es claro que no existen soluciones profundas en lo
inmediato frente a la internacionalización del capital, ni de evaluación
empirista modernizadora al respecto en la lógica del capital, para poder
relacionarse con la reflexión de filosofía política, así como con el fenómeno
de las empresas trasnacionales. Tampoco hay condiciones para saber en términos
educativos con un sentido transformador generalizado en la disidencia, de cómo
han destruido los monopolios el equilibrio ecológico y las relaciones comunitarias
de trabajo en su lógica de competitividad
desleal arrasadora, lo que tiene que ver con el perfil de sujeto en formación como niño o niña y con el propio docente crítico o no en dicha
articulación.
Este apartado de la investigación presentada, propone reflexionar sobre
los actores que están en el mercado de la ganancia empresarial[10], y que se ocultan,
sin poderse potenciar Otra reflexión de Otra
praxis docente transformadora en
su contexto económico-político mundial, para pensar al nuevo actor social con Otra estructura mental del ser humano
trabajador, engarzando su formación sociocultural correspondiente, con sus
condiciones materiales de vida, que le permita a éste madurar lo que aún no
termina por resolverse en la tensión ingrata de la terrible desigualdad social nacional e internacional.
Se requiere ahora pensar a dichos actores de la ganancia internacional,
y proponer el conocimiento de esta temática para la acción transformadora como
una actitud a multiplicarse en la formación de la clase obrera y migrante, por ser dos
actores sociales sumamente explotados;
y ambos casos en la praxis
transformadora docente, son fenómenos vinculados no sólo al proceso de formación
docente y sus prácticas de evaluación, dirigidas por el imperio.
Se podría pensar en la formación del nuevo actor social para el presente siglo maquilador, de trabajo tercerizado,
entramado el sujeto en un abierto sometimiento; se tiene interés por tanto,
en que este nuevo actor social comprenda los
procesos de exclusión, al considerarse
sobrevivientes desde su raíz
material histórica-cultural y no por una fe naturalizada por una posibilidad única -la del dominio-, con tal
sometimiento el sujeto educativo es doblegado en los inicios del siglo
XXI, a procesos universales de evaluación, cuando que tendría que dar cuenta
de la evaluación de las condiciones materiales y culturales de vida del ser
humano, y no como lo impone la política burguesa con la Alianza por la
Calidad de la Educación (ACE) en México, lo cual es un asunto de posición
pedagógica crítica transformadora que la imbrican, pero que sigue borrada de la
fotografía.
“La burguesía mundial, o una fracción de ella, busca el control
hegemónico sobre los estados nacionales y/o la reorganización del sistema de
poder político a escala mundial; su objetivo es asegurar de cualquier manera su
propia hegemonía, sea a nivel mundial o nacional”[11].
En esta posibilidad metodológica, también se contextúa
y analiza el asunto de la praxis docente transformadora, en términos de método,
ya que la transformación docente de Otra forma, valorando la relación de
producción mercantil entre occidente pensando en la cultura de oriente, es
decir, reconociendo la tensión injusta de la lucha de clases entre la burguesía
y el proletariado internacional: la burguesía como dueña absoluta de todos los
medios de producción, hechos propiedad
privada a lo largo de la historia, en ese tránsito entre finales de la
comunidad primitiva e inicios del modo de producción esclavista, con lo que
surge el primer Estado esclavista de
dominación, de control y de sometimiento del mundo, para torturar a la clase trabajadora en el despliegue de las
épocas de producción recorridas.
“Los mercados de la India y de China, la colonización
de América, el intercambio con las colonias, la multiplicación de los medios de
cambio y las mercancías en general impusieron al comercio, a la navegación y a
la industria un impulso hasta entonces desconocido y aceleraron, con ello, el
desarrollo del elemento revolucionario de la sociedad feudal en descomposición”[12]. Dando pie así a los orígenes del capitalismo, que es
el ámbito más amplio que envuelve a la praxis transformadora en su dimensión
histórica del aula-mundo-calle,
valorando a la educación formal, la
cual en el proceso de privatización, es cada vez más excluyente al ser ésta una
nueva propiedad privada hecha mercancía, producción y mercado, la educación no
formal por no tener necesariamente un método riguroso para la formación en
valores, y la educación informal en donde se confunde el aprehendizaje de la vida con
el aprehendizaje del trabajo, ésta es la forma más antigua de las
comunidades originarias, que al parecer vuelve a innovarse pero con mecanismos
de explotación más profesionalizados y perfeccionados.
[1] Tejeda, José Luis. Latinoamérica fracturada. Identidad, integración y política en América
Latina. Ed. Porrúa/CREFAL. México 2010. p. 6.
[2] Estructuras básicas de la comprensión: Estructura de horizonte: el contenido singular y aprendido en la totalidad de un contexto de sentido, que es preaprendido y coaprendido. Estructura circular:
la comprensión se mueve en una dialéctica entre la precomprensión y la comprensión de la cosa, es un acontecimiento que progresa en forma de espiral, en la medida que un elemento presupone otro y al mismo tiempo hace como que va adelante. Estructura de diálogo: en el diálogo mantenemos nuestra comprensión abierta, para enriquecerla y corregirla. Estructura de mediación: la mediación se presenta y se manifiesta en todos los contenidos, pero se interpreta como comprensión en nuestro mundo y en nuestra historia. Tratado de hermenéutica analógica. UNAM, Itaca, México 1997.
[3]
Cfr. Cantoral, Sandra. Pedagogía
del poder político y lucha de clases. UPN, Horizontes Educativos, 1911. p.
99.
[5] Academia Española. Diccionario de la lengua española, Madrid: Real Academia
Española; 1992. P. 1191.
[6]
Ibidem.
[7] Segovia R.
Ausibiadis. Tesis de maestro en Pedagogía. UPN, México 2010. Pp. 101 a 103.
[9]
Cfr. Herbert de Souza. Capital
mundial. En capital transnacional, Estado y clases sociales en América Latina.
Et al. División de Estudios de Posgrado. Facultad de Economía, UNAM, Cultura
Popular, México 1981. p. 40.
[10] Gilberto Giménez, en
relación con la identidad del sujeto, piensa que un actor social puede ser un individuo, una red de sociabilidad, un
grupo, un colectivo (en el sentido de Merton) o una sociedad. Todos estos tipos
se imbrican: un individuo puede actuar en función de su especificidad
idiosincrática, pero también como representante de diversos grupos o de su
sociedad. Estas pertenencias múltiples también definen, de modo fundamental, su
especificidad, o de modo más preciso, su identidad social (G. Simmel). Acceso
al texto completo: http://www.culturayrs.org.mx/revista/num1/gimenez1.pdf
[11] Ibid. p.41.
[12]
Cfr. Andrés Varela. Acerca del concepto de
internacionalización del capital. En capital transnacional, Estado y clases
sociales en América Latina. Et al. División de Estudios de Posgrado. Facultad
de Economía, UNAM, Cultura Popular, México 1981. p. 88.
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