Friday, January 31, 2025
EL LEBENSAUM DE TRUMP, SÍNTOMA DEL CONTEXTO NEOFASCISTA.
Wednesday, January 29, 2025
MEJORES MAESTROS.
FERNANDO CAJAS.
Un maestro pone las palabras para que escribamos nuestra primera oración y digamos nuestra última oración. Es quien nos enseñó a hablar, a ordenar las palabras, quien diferenció el sujeto del predicado y quien fundamentalmente nos enseñó que la libertad es nuestra responsabilidad, que no es un regalo sino un proceso. Un maestro es el quién entonces vio lo que nosotros no mirábamos o no queríamos ver. Es quien puso amor en sus lecciones. Porque un maestro ilustra con su vida la compasión, la capacidad de entender, la vocación de ser. No es un santo, tampoco es una santa. Solamente es un ser humano que ha tenido la oportunidad de formarse, de educarse, de formarse, repito.
Un maestro es un artesano, un artesano de las emociones, de las construcciones humanas, del conocimiento social, una persona preparada para entender cómo se dan los aprendizajes de sus estudiantes, capaz de diferenciar que unos aprenden de esta forma y otros de aquella forma. No le sobra el tiempo porque siempre tiene tareas pendientes, pero tiene suficiente tiempo para comprender a sus alumnos. Los forma motivando cuando debe, disciplinando cuando se requiere. Pone límites y hace soñar a sus alumnos porque les permite entender que ellos, los alumnos, son el límite del aprendizaje.
Un maestro no se encierra en su clase, en su aula, no. Un maestro conoce a sus colegas y comparte con ellos los aprendizajes, retos, errores y logros de sus estudiantes. Tiene un modelo flexible para facilitar aprendizajes que siempre nace de quienes son sus alumnos por eso evalúa. No usa los exámenes como elementos de miedo o recursos de represión. Un maestro también necesita maestros, necesita formación, necesita entender que hemos llegado aquí al Siglo XXI porque ha habido millones de buenos maestros, pero los retos de este siglo exigen formación, formación científica sobre cómo formar maestros, profesores. Sin la investigación científica sobre el aprendizaje, sin el entendimiento de las prácticas sociales que generan conocimiento como el diseño, la modelación, la descripción y la explicación, no llegaremos a ningún lugar y no superaremos las tormentas sociales y personales que nos tocan vivir.
Un maestro no es como Joviel Acevedo ni como Walter Mazariegos, líderes de la educación nacional a fuerza de cooptar instituciones, a fuerza de amenazar, a fuerza de sentirse fuertes por el miedo que generan. Un maestro es justamente lo contrario del capo de la educación primaria y secundaria y el narco rector de la educación pública superior, asco. Un maestro no necesita un grupo de guaruras que lo defiendan, ni lambiscones que se convierten en alfombra de sus atrocidades. Nuestras escuelas, nuestras universidades deben tener mejores maestros, mejores dirigentes y no la porquería que ahora nos ha cooptado. Debemos replantear la educación presidente, por eso no le quite fondos al Ministerio de Educación para dárselos al Ministerio Público y menos para el Ejército.
Debemos replantear la educación ministra, particularmente la educación científica y tecnológica. Para ello en el mundo y aquí, se ha desarrollado investigación sobre aprendizaje y enseñanza de la ciencia, la matemática y la tecnología. Sin esa investigación no se podrán formar pertinentemente maestros. Hay que formar a los administradores educativos, a los supervisores y a los directores para que hagan lo que es prioritario; facilitar aprendizajes. Hay que exigirle al Consejo de Ciencia y Tecnología que priorice fondos para la educación científica y al ministerio de ambiente que colabore en desarrollar programas pertinentes de educación ambiental. Los fondos de nuestros impuestos no pueden ni deben ir a instituciones decadentes como el Ministerio Público o el Ejército. No. Eso debe cambiar presidente. Hagámoslo. Si no es ahora, no será nunca.
Monday, January 27, 2025
CRISIS UNIVERSITARIA: PARTE 2.
Fernando Cajas.
Pero si en el mundo ha habido una crisis universitaria y en América Latina no logramos tener producción científica sostenida, en Guatemala ha habido una catástrofe universitaria. En la Universidad Pública el índice de ingreso no llega a 10%. De cada 100 interesados en ingresar a la San Carlos, no logran ingresar ni 10. Los índices de ingreso de las privadas tampoco son un ejemplo. Tenemos un pseudosistema universitario elitista, clasista, racista, machista, con poco interés para conocer los problemas sociales nacionales que sí requieren investigación científica, tecnológica y humanística profunda. Desde entender por qué Guatemala tiene más de una docena de programas en alimentos y nutrición, licenciaturas en nutrición, técnicos en alimentos, ingenierías en alimentos, maestrías en nutrición hasta doctorados en nutrición que no toman el problema de la desnutrición infantil en serio. Desde entender que en Guatemala hay 30 volcanes, muchos activos y las universidades no tienen estudios en vulcanología. ¡Cosas veredes querido Sancho!
Las universidades guatemaltecas están siendo afectadas por enormes cambios mundiales en la forma en que se produce conocimiento en parte porque nos hemos movido del capitalismo industrial al capitalismo cognitivo. Esto lo que significa es que las empresas en el mundo se están moviendo de tener activos tangibles hacia tener activos intangibles y con eso las universidades deben preparar personas, científicos, técnicos que vivirán en un mundo diferente del actual, un mundo más digitalizado, un mundo de empresas con bienes intangibles. De esto ya existen cátedras, artículos, congresos, libros en donde los profesores universitarios guatemaltecos no parecen participar y por lo tanto sus rectores menos. O, qué, ¿cree el lector que el pseudo rector de San Carlos tiene alguna idea de la transformación digital en la que vivimos?, ¿conocerá los índices de producción científica y tecnológica y la forma de replantear la educación universitaria guatemalteca? La respuesta es NO. Son personajes nefastos que como las sanguijuelas se chupan la sangre de sus víctimas. Ahora anda corriendo para poner su propia planilla en el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, CANG, como si esa fuese una función universitaria. ¡La pérdida de toda moral!
Ya hace tres décadas que Castell y su equipo de investigación en Europa y Estados Unidos vienen estudiando a lo que llaman la «sociedad red». En su trilogía Castell y su equipo revisan históricamente la transformación de la sociedad industrial a la era de la información. Su trilogía de libros estudia la revolución tecnológica digital y genética, un elemento esencial para cualquier profesor universitario. No se trata de un estudio de futurología sino más bien se trata de un análisis basado en datos estadísticos, etnográficos y antropológicos donde se demuestra la importancia de las redes digitales en la formación de una nueva estructura social y de comunicación que constituye la base de la sociedad actual.
Realmente vivimos un tiempo donde las nuevas tecnologías transforman profundamente a la sociedad tal como lo hicieron las tecnologías energéticas en su momento que contribuyeron al surgimiento de la sociedad industrial. Pero las tecnologías no son éticamente neutras, influyen procesos políticos, estrategias empresariales tal como lo vivimos con las tecnologías de la información actual en particular la Inteligencia Artificial.
Al mismo tiempo se mantienen las grandes brechas de pobreza, desigualdad en el mundo y principalmente en Guatemala. Eso significa que hay que replantear el papel de la educación superior en general y el papel de las universidades en esta transición hacia el capitalismo cognitivo. En este sentido el reto es construir o consolidar sistemas de investigación con funciones públicas y no solamente empresariales. Ya los grupos empresariales tienen sus «tanques de pensamiento» y sus institutos de investigación con una clara visión ideológica de que los recursos naturales deben privatizarse. Tampoco debemos o podemos tener universidades que respondan al poder político, no queremos aliadas de empresarios nefastos ni universidades que se enreden en política porque para los intereses el rector de turno debe nombrar a estos o a aquellos magistrados que les convenga al poder empresarial, que es el que manda, o al poder político, léase un Ministerio Público que se ha metido a jugar política partidaria hasta embarrarse todo y embarrar con ello a la Justicia.
Tal como lo dijo en campaña el Presidente, debemos rescatar a la Universidad Pública. No puede ser que quien dirija al sistema nacional de ciencia y tecnología, la vicepresidenta Herrera no quiera mover un dedo para rescatar a la Universidad Nacional, a la de San Carlos, la USAC. Debemos diseñar y crear un nuevo sistema público de educación superior que sea pertinente a nuestros tiempos y al futuro que viene. No solamente rescaten su partido político Semilla, no. Rescatemos a la Universidad Nacional y Autónoma. No diga que no hay tiempo o que no es su función presidente o vicepresidenta. Es una función de todos los universitarios, pero principalmente de quienes dirigen al país. Vamos, rescatemos a la USAC. Este es un grito desesperado no solamente por las docenas de estudiantes, docentes y administrativos falsamente acusados sino porque no habrá democracia sin una verdadera Universidad Nacional. Hagámoslo. Si no es ahora, no será nunca.
Saturday, January 25, 2025
EL FUTURO DEL AGUA: 2025: PARTE 1.
Fernando Cajas.
Cuando saboreo un higo en miel y veo su forma peculiar, su color peculiar, recuerdo a mi abuelo, quien como los abuelos que nacieron a finales del Siglo XIX, quienes vivían en un mundo con otras tecnologías, tenían un contacto más profundo con la naturaleza, cultivaba el abuelo Tono, Antonio Domínguez, con sus manos sus árboles frutales, de manzana, de durazno, de higo que hoy me lo devolvieron al presente, conocían la forma de cuidar la tierra y producir su abono orgánico, en las afueras de la ciudad disponían de un pequeño terreno para sembrar maíz a donde llevaban sus desechos orgánicos y la gallinaza del gallinero del patio de la casa. El agua venía del pozo de la casa, pero ya a mediados del Siglo XX llegó el agua entubada, no tratada, no era necesario tratarla. Para entonces y por la simplicidad de la vida casi rural en la emergente ciudad de Xelajú, los abuelos cerraban el ciclo social del agua, cuidaban el agua y la percibían como sagrada, como la amistad y la Palabra.
Vino la urbanización, vinieron las tecnologías innovadoras, vinieron los carros, se impuso un modelo de desarrollo urbano de locura que ni siquiera consideró que ya los abuelos y abuelas habían pensado la forma de transportar el agua, usaban zanjones que son canales abiertos para conducir el agua de lluvia y manejar las fuertes lluvias de entonces. Así que la ciudad de Quetzaltenango creció desordenadamente, la urbanización transformó la tranquila vida en la Ciudad Altense en una metrópoli desordenada, donde ya no se cierra el ciclo del agua, donde las heces y la basura que antes llevaban los abuelos a los terrenitos para que se convirtieran en abono, ahora forman ríos con olores fétidos, hermosos ríos de la Cuenca del Xequijel y de la misma Cuenca del Samalá los convertimos en unidades nitrificadas que forman parte del nuevo ciclo social del agua.
No sé qué haría mi abuelo Tono si viera lo que hemos hecho con los ríos, con los nacimientos de agua, con las montañas en donde cazaba, si hubiera visto que ya nos sembramos frutales en nuestras casas y que hubiéramos puesto cemento en el jardín de las flores de la abuelita Lola, no se que haría, creo que lloraría, lloraría mucho. Si a esto le agregamos que su taller de carpintería hubiese sido sustituido por una oficina de tecnología de la información, si viera que su hermosa Xelajú estuviera hecha de cemento por todos lados, que a los parques los hubieran decapitado de árboles, sí, los árboles que sembró en su niñez allá por 1890 en el entonces campo de la feria, subiendo al Baúl, donde ahora existen colonias sobre pobladas de concreto y un megahospital del Seguro Social hecho de una masa enorme de cemento. Si viera eso, no sé qué haría mi abuelito.
El alcalde, un no quetzalteco, el gobernador, un no quetzalteco, el director de la universidad, un no quetzalteco, intentarían explicarle que hubo que modernizar la ciudad y con ello tuvieron que hacer drenajes, pero como no alcanzaba el dinero mezclaron drenajes pluviales con los drenajes de aguas residuales, heces, orina y desechos industriales y ni pensaron en hacer plantas de tratamiento, porque era mejor tirarlo a los ríos, según estos genios de la modernidad. Le hubieran dicho que ahora llueve mucho más intensamente y los drenajes no se dan abasto porque para construir tuvieron que buscar material de construcción, así que decapitaron las montañas alrededor de la ciudad para llenarlas de minas, minas a cielo abierto de materiales de construcción. A mi abuelito se le pararían los pelos al ver que ya no hay mercados rurales, ni mercados cantonales itinerarios sino enormes centros comerciales, donde la gente compra lo que no necesita.
Entonces el agua que tomaron nuestros abuelos hace doscientos años, esa agua ya no se inserta al ciclo del agua de la forma en que se hacía cuando no había urbanización desordenada, cuando no había una industria irresponsable que no trata el agua, cuando no había proyectos residenciales que perforan pozos sin permiso alguno y que contaminan con sus miles de residencias ratoneras, en ciudades donde la gente sobrevive y no tiene relación alguna con la naturaleza. Esta desconexión con la naturaleza ha permitido la emergencia de un sistema económico que no es industrial, es protoindustrial, de una urbanización que no es urbanización, es protourbanización, donde un grupo pequeño de guatemaltecos se ha apoderado de la riqueza del país, natural, intelectual y monetaria y también del agua.
Ya en el 2025 nos volvemos a preguntar, como en el 2005 con la tormenta tropical Stan, como en 1905 se preguntó mi abuelo, cual es el futuro del agua y volvemos a coincidir que el futuro del agua en la Tierra es el futuro de la sociedad que, si bien a nivel global se ha movido de una sociedad artesanal a una sociedad industrial y con ello ha sobreutilizado los recursos naturales como el agua, también ha sobrecalentado el planeta. Pero a nivel local, nacional, hemos construido un país que en el fondo no es país, es como dice Carolina Sarti, «paisaje», con gente sin comida, donde la pobreza la comparten más de la mitad de la población, digamos el 50%; donde la desnutrición la tienen los niñitos chiquitos, el 50% tienen desnutrición crónica, dan ganas de llorar.
El futuro del agua no era sombrío hace cien años, había agua limpia, había ríos limpios, había comida, sembraban y realmente había que cosechar, si había cosecha, ahora no es así. Ahora nos enfrentamos a un mundo diferente, a un Calentamiento Global inminente, que produce enormes variaciones climáticas globales con efectos locales. Si, había temporales entonces, pero las nuevas tormentas tropicales y los nuevos megahuracanes nos hacen ver un futuro complejo. Si bien la vida que tenemos ahora no se parece a la de los abuelos y abuelas y menos a la de los bisabuelos, ellos si nos dejaron un planeta para vivir, para vivir mejor, no solamente para sobrevivir.
A diferencia del Siglo XIX en Guatemala, emerge a finales del Siglo XX y existe ya en el Siglo XXI la ciencia y tecnología local. Esa es nuestra esperanza, el uso de la ciencia y tecnología para recuperar el futuro del agua. Pero no va a ser posible en un país donde muy pocas universidades hacen ciencia y tecnología y la Universidad Nacional está capturada entre las manos sucias de un disque rector que no sabe nada, nadita de nada de ciencia, ni de tecnología y menos de humanidades. Pero tenemos esperanza de un Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología que por muchos años fue capturado por la corrupción y que ahora se empieza a liberar con una vicepresidente que, si sabe de ciencia y de tecnología, si sabe. Pero con un presupuesto de 0.03% del PIB no podrá hacer mucho.
Se visualiza algún futuro promisorio para el agua, para nosotros, porque ya hay un Gabinete del Agua y se camina hacia la Ley del Agua y hay una ministra que sabe de medio ambiente, si sabe. Pero un Gabinete que no se anima a iniciar, un Gabinete que apenas tiene, paradójicamente el 0.03% del PIB para funcionar, difícilmente el agua tiene prioridad aquí como no lo tiene ni la ciencia ni la tecnología y menos la innovación. Esto urge transformarlo, debemos poner recursos en ciencia y tecnología, en agua, en medio ambiente, no en el ejército, no en el Ministerio Público, corrija sus prioridades presidente. Hay que cambiar esto para que el agua y nosotros, el pueblo, tengamos algún futuro promisorio. Hagámoslo. Si no es ahora, no será nunca.
Wednesday, January 22, 2025
LA COSECHA, ANÁLISIS; PARTE 2.

Fernando Cajas.
Mientras observo un presidente presentando su informe, atendiendo preguntas, contestando con claridad, reconociendo cuando no sabe, también percibo a guatemaltecos que no reconocen las características de la democracia, del respeto, de la transparencia o simplemente de los tiempos que llevan los procesos sociales de transformación, los cambios. Como si hubiesen sido afectados por el Síndrome de Estocolmo estos conciudadanos atacan al presidente sin tener evidencia alguna, en las redes sociales lo tildan de misógino, de inepto, de corrupto, de incapaz atrapados en ese terrible síntoma de querer tener de regreso en la presidencia a quienes sí violentaron, a quienes sí robaron, a quienes sí asesinaron, esto es, estos críticos de Arévalo desean de regreso a sus propios verdugos.
Pero no todos atacan sin sentido, también hay un porcentaje de gente a quien se le paga para atacar. Así tenemos las enormes tendencias de pseudo periodistas, de netcenteros, de gente contratada por el Pacto de Corruptos con el objetivo de atacar y dar una imagen falsa del gobierno actual. Además, y más importante, también hay gente que critica con razón y con sentido, a veces con evidencia, a veces sin ella, pero se percibe una crítica sana, de la que necesita el gobierno para mejorar, porque la mejora nos ayuda a todos. No podemos ni debemos ser defensores de oficio del gobierno de turno. Para mejorar hay que identificar los errores y por eso es importante la crítica.
La metáfora de la Cosecha parece prematura porque hoy lo que realmente cosechamos es el resultado de una élite empresarial y una élite politiquera que hicieron chinchilete con el país, no solamente al robar cuanto pudieron, en evadir impuestos cuanto pudieron, en pagar lo menos posible cuanto pudieron sino muchos de ellos en aliarse con las fuerzas obscuras del narcotráfico internacional produciendo un narco Estado y penetrando con la corrupción a todas las instituciones. Esa es la verdadera cosecha. El trabajo del nuevo gobierno es cambiar la dirección de ese barco que iba directo a la destrucción. Pero muchos creen que en un año el gobierno tenía que construir una Suiza o una Finlandia, lugares que ni conocen, pero han oído que en ese paraíso se vive bien. Pero no saben que en esos «paraísos» todos viven bien porque hay una democracia funcional, con gobiernos funcionales, con empresarios que sí pagan sus impuestos, con sistemas de justicia que funcionan, con economías que, aunque hace siglos vivían de cortar madera ahora diseñan tecnologías y sus sistemas económicos están basados en ciencia y tecnología moderna.
Además de su entrega del informe, el presidente se ha presentado en distintos medios de comunicación en Ciudad de Guatemala y en la Ciudad de Quetzaltenango. Está claro que hay progreso en Salud porque se logró tener abastecimiento en los hospitales en más del 90%, excelente, pero nuevamente no tocó el tema central de la desnutrición. En Quetzaltenango tuvo más claridad sobre educación e indicó que se van a construir al menos ocho institutos tecnológicos para el país y eso está muy bien, pero lo que falta es la misma política de la educación técnica nacional, esa es una ausencia fundamental. Sin una política nacional de educación técnica no podremos salir del subdesarrollo aunque construyan cien institutos técnicos.
Una crítica común al presidente y a los diputados de Semilla es que han invertido mucho tiempo en tratar de recuperar su partido, la veo como una crítica injusta o al menos exagerada. El presidente no diseñó un plan para sacar a la Fiscal y la defensa que se hizo del partido Semilla es lo mínimo que se esperaba para un partido al cual le inventaron cargos, pruebas. El Ministerio Público durante el 2024 se la pasó atacando cualquier cosa que el nuevo gobierno quería hacer, buscándole tres pies al gato. Para muestra un botón, Samuel Pérez le rompe una carta al diputado Beqeer Chocooj y el Ministerio Público actúa de una forma urgente, rápida y ridículamente eficaz, mientras la mayoría de denuncias de casos reales e importantes duermen en Gerona. Esta forma discrecional de buscar delitos donde no hay y esta forma sistemática, mal intencionada, mal diligenciada, de borrar delitos donde si hay, liberando criminales confesos juega un papel importante en la ineficiencia total del gobierno porque produce impunidad y motiva la corrupción. No hay certeza jurídica.
El caso más grande de corrupción de la historia de Guatemala, de la historia conocida, es el B 410, un caso emblemático que desató la reacción del Ministerio Público, pero en contra de quien lo identificó. Esa es una cosecha importante que se mantiene como el mejor secreto del pueblo quizá para no incomodar a la fiscal. Este caso es tan importante que puede dar pie para despedirla de una vez por todas, pero no. El presidente insiste en su agenda diplomática. Lo del Ministerio de Comunicaciones es un hazmerreír. Cierto, heredó una infraestructura sin mantenimiento y se dio el caso fortuito del kilómetro 44, pero realmente no se afrontó correctamente el problema, ni del Nahualate, ni de los despojos de carreteras que dejaron gobiernos anteriores que se embolsaron los fondos. Porque un puente Nahualate fue pagado. ¿Qué pasó? ¿Será este otro caso del silencioso B-410 que debería ser la bandera nacional para los movimientos de anticorrupción?
Ciertamente hay logros en el gobierno del presidente Bernardo Arévalo en especial que ya no nos dirigimos al abismo de la corrupción a donde nos llevaba Alfonso Portillo, Álvaro Colom o más bien Sandra Torres, Otto Pérez, Jimmy Morales, Alejandro Giammattei o más bien Miguel Martínez, esos sí fueron, son y serán los verdugos de Guatemala mientras la justicia real no los alcance. Tenemos un gobierno honesto que debe mejorar su eficiencia, pero es un gobierno que no es de corruptos, ni de manipuladores, ni de psicóticos, ni de asesinos, no, es un gobierno democrático. Este es el momento para que renovemos nuestro esfuerzo por reconstruir la democracia que merecemos, una democracia real, eficiente y transparente. Vamos Guatemala. Si no es ahora, no será nunca.
Sunday, January 19, 2025
CRISIS UNIVERSITARIA: PARTE 1.

FERNANDO CAJAS.
Las universidades en el mundo están atravesando una serie de problemas que pudieran convertirse en crisis. Al menos hay tres tendencias de problemas, la financiera, la epistemológica y la de gobernabilidad que al final podrían poner en tela de juicio la verdadera función universitaria. Se reportan problemas financieros en las universidades norte americanas e inglesas. Los costos vienen aumentando. Recuerde el lector que las cuotas en las universidades norte americanas e inglesas son altas. En Estados Unidos el costo anual de matrícula es aproximadamente de 25,000 dólares, o sea 200,000 quetzales al año. Una carrera de cuatro años significa un pago en matrícula de 100,000 dólares, o sea, más de un millón de quetzales. Esto no incluye otros gastos como alimentos, libros u hospedaje.
En Guatemala también hay una crisis financiera en las universidades. Muchos potenciales estudiantes no ingresan a la educación superior porque simplemente no tienen el dinero para hacerlo. Se dice que la Universidad de San Carlos es gratuita, pero no lo es. Los estudiantes gastan en materiales, libros, equipo, especialmente en carreras como arquitectura y medicina. Las universidades privadas también son caras a pesar de que reciben apoyo de financiamiento público, ninguna paga impuestos y muchas han recibido terrenos e infraestructura estatal. Así que en Guatemala las universidades privadas reciben beneficios públicos importantes. La buena noticia, que viene del presidente Arévalo y no del Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional, es que se generarán becas para educación superior. Aquí la San Carlos tiene un muy limitado programa de becas y préstamos. Pero la crisis financiera se incrementa cuando los estudiantes no tardan el tiempo que dice el currículo para graduarse, tardan mucho más, el doble del tiempo para graduarse y en Derecho el triple. ¡Válgame Dios!
La crisis financiera viene acompañada de otra crisis más profunda y es de naturaleza filosófica. Hasta hace unas décadas las universidades construían pensamiento crítico. Había generación de filosofía y lógica, eran los centros culturales de la reflexión. Las artes y las humanidades se evaporaron como el agua en el desierto. La filosofía, la lógica, las artes, las humanidades se perdieron, no solamente en la Universidad de San Carlos, se perdieron en el mundo. Con la llegada del neoliberalismo, las universidades se convirtieron en centros pragmáticos de formación de empleados, no de personas críticas, no de ciudadanos consecuentes, no de seres humanos culturalmente pertinentes. No. Los cursos de filosofía fueron dando lugar a cursitos de emprendimiento, los muchachos en lugar de revisar las grandes corrientes filosóficas y de identificarse con unas, ya sean materialistas o idealistas, los pusieron a vender churrascos para simular una empresa. ¡Qué ridículo!
La otra componente de la crisis filosófica es la crisis epistemológica, esto es, una crisis de conocimiento, cognitiva, de lo que significa conocer, de lo que es aprender. Las Universidades vienen de una tradición filosófica platónica, donde se ha construido una concepción de conocimiento como si fuese el reflejo del mundo real, conocimiento mental, esto es, una actividad netamente cerebral cuando las concepciones modernas de aprendizaje lo conciben como un fenómeno social, o sea, la capacidad de participar en una comunidad de práctica. Aprendimos inglés cuando somos capaces de hablar en inglés en una comunidad que hable inglés. Aprendimos ingeniería si somos capaces de participar en una comunidad de ingenieros desarrollando las prácticas sociales de la ingeniería: Evaluar, planificar, diseñar, construir, mantener, reparar, entre otras.
La crisis epistemológica que se vive en las universidades hace que las mismas construyan una especie de mundo platónico donde estudian teoría, muchas de ellas pasadas de moda, otras más pertinentes, pero teorías. Esto hace que la práctica no ingrese a la vida universitaria, sino en pocos programas, medicina una de las excepciones. El currículo de las licenciaturas se estructura a través de una cadena curricular que inicia con Ciencias Básicas, luego con Ciencias de la Disciplina y concluye casi en el último año con Prácticas. Son cursos teóricos sin una relación sistémica y profunda con la práctica. Las licenciaturas ofrecidas terminan siendo teóricas y los estudiantes no tienen contacto con la práctica real.
Pero esta crisis epistemológica viene atada a una arrogancia epistemológica también y es la de ver al conocimiento (social), a la práctica y a las técnicas asociadas como de menor estatus. En ese sentido, no emergen en las universidades programas más prácticos, más cortos, más eficientes, más baratos para que los estudiantes tengan capacidades de integración al mercado laboral, para que puedan desarrollar sus propias empresas y para que participen socialmente de forma significativa. Esta arrogancia de las Universidades hacia las escuelas técnicas y los tecnológicos, hace que los estudiantes quieran ingresar solamente a licenciaturas, dejando vacía toda la gama de carreras técnicas que necesita el país para ser competitivo, para desarrollarse, para resolver sus problemas.
Y la tercera crisis es la de gobernabilidad, aquí y en el mundo. Aquí, la Universidad Nacional está siendo manejada por un capo de la educación superior que fue capaz de burlarse de las elecciones de rector. Esto junto a una Universidad que forma parte de las comisiones de postulación de cortes, lo que la hace presa de la ambición política. Esta ingobernabilidad tiene enormes implicaciones en la vida académica, política y cultural de la Universidad Nacional, la de San Carlos, que pierde su reputación entre las patas de usurpadores y ladrones que planean mantenerse en el poder mientras el Pacto de Corruptos los apoye. Por eso, debemos rescatar a la Universidad Pública. Hagámoslo ahora. Si no es ahora, no será nunca.
Tuesday, January 14, 2025
EDUCACIÓN: RETOS 2025.
A juzgar por los enormes problemas sociales como resultado de gobiernos corruptos, de líderes narcisistas o simplemente inútiles, de maestros dominados por un capo de la educación, de profesores universitarios atemorizados por un narco rector, de familias desintegradas por la migración, tenemos un enorme reto para el desarrollo de la educación en Guatemala. Si no somos capaces de socializar a las niñas y a los niños, esto es, que aprendan las normas sociales, que se integren, que participen no solamente como se integran los animalitos a mordidas o a impulsos, no; como seres humanos que transitan de pensamientos concretos hacia prácticas sociales de alta demanda cognitiva. La educación es fundamental para limitar nuestros impulsos y por eso es fundamental el desarrollo del pensamiento crítico e ir reduciendo el egoísmo innato para no terminar teniendo narcisistas incapacitados que quieren vivir del trabajo de los otros porque ellos no quieren trabajar o se sienten de una clase social que no trabaja (entitled, de sangre azul, de la realeza). Ciertamente debemos hacer nuestro mejor esfuerzo por educar, no solamente de instruir.
Ahora en el ámbito escolar la ministra de Educación, Anabella Giracca, está afrontando enormes problemas, muchos heredados de ministras y ministros que nunca quisieron afrontar los problemas fundamentales del sistema educativo. Ningún ministro o ministra de las últimas décadas ha querido afrontar al capo de la educación guatemalteca y culpable de la debacle en la educación. Miremos si la ministra actual hará algo bueno por el país y con ello poner a este monigote donde va: La cárcel. La ministra reporta once mil escuelas remozadas, eso está bien. Aunque insisto que esa no es función del Ministerio de Educación. La función del ministerio es mejorar los aprendizajes estudiantiles a través de los aprendizajes docentes. Eso va bien a juzgar por el programa de formación docente de cincuenta mil docentes en servicio de acuerdo a la ministra. El otro programa importante es el de nivelación por efectos cognitivos negativos del COVID, ese es un excelente plan. Mucho por hacer en el Ministerio de Educación, pero un buen paso es que no lo dirija una corrupta como ministros anteriores.
Pero la educación de los maestros depende de la calidad de los estudios universitarios de educación y esos si están en la calle de la amargura. Las universidades aun no logran construir sistemas de investigación educativa que permitan dar luz sobre la forma en que aprenden los niños y niñas. Es como querer construir un edificio sin estudios de suelos, sin capacidades para el entendimiento de estructuras, sin capacidad de diseño de ingeniería basada en conocimiento acumulado y conocimiento tecnológico. La pedagogía que se estudia en la universidad es repetitiva y está basada en viejas teorías del aprendizaje ampliamente superadas.
Los profesores universitarios de las áreas de educación hacen de todo, menos investigación científica y mucho menos innovación tecnológica en educación y en los aprendizajes docentes y estudiantiles. Las licenciaturas en educación, las maestrías en educación y los doctorados en educación en las universidades guatemaltecas son realmente desastrosos, especialmente los doctorados patito que abundan en la San Carlos para hacer de todo, pero que al final no sirven de nada sino para tener un cartón. Tienen otro objetivo institucional: Ingresar fondos a la universidad, pero no se retribuye con calidad alguna.
Ante la crisis académica y de gobernabilidad universitaria el Ministerio de Educación debe fundar su propio instituto de investigaciones. Tiene las capacidades y puede reclutar investigadores de países amigos, así como investigadores nacionales. El objetivo del instituto debe ser mejorar los aprendizajes estudiantiles, docentes y de los administradores para una educación pertinente, no solamente de repetición sino más bien de innovación. Los directores de escuela y los supervisores se han dejado a la libre, sin formación administrativa pertinente. Aquí hace falta una intervención mayor.
Urge investigar la formación docente. Urge mejorar los aprendizajes docentes y estudiantiles. Ese es el corazón de una educación pertinente. Es el momento de hacerlo ministra. Hagámoslo. Sino es ahora, no será nunca.
Saturday, January 11, 2025
COVID, DEL ROBO A LA EDUCACIÓN.
Fernando Cajas
Fernando Cajas, profesor de ingeniería del Centro Universitario de Occidente, tiene una ingeniería de la USAC, una maestría en Matemática en la Universidad de Panamá y un Doctorado en Didáctica de la Ciencia de La Universidad Estatal de Michigan.

A partir de las declaraciones internacionales de la Pandemia, llamada COVID-19, un extraño nombre para este nuevo coronavirus, que nunca se supo si fue diseñado o si simplemente mutó de un murciélago, decían entonces, por las costumbres alimentarias chinas, comentaban. El mundo abruptamente se enfrentó a una de las alteraciones más severas en su historia y vivimos un fenómenos realmente global, más global no podía ser, más peligroso no podía ser, más urgente tampoco podía ser.
Me encontraba entonces en Montevideo y Uruguay anunciaba que cerraría sus fronteras, Centro América aun no lo había hecho. Así, como si fuesen dominós parados verticalmente, golpeados levemente, así fueron cerrando cada uno de los países sus fronteras. Empezamos a vivir entonces una pandemia en la vida real.
Los gobiernos en el mundo se organizaban para que el virus no entrara en sus territorios. Eso fue imposible, too late,…to little dijeron los gringos, muy tarde. Realmente la pandemia nos puso en condiciones jamás vividas por los seres humanos como Planeta, como un todo. Ha habido muchas pandemias, algunas de naturaleza global. Ciertamente la gripe española de inicios del Siglo XX afectó al mundo dejando 30 millones de muertos. ¡Imagínese Usted! El doble de lo que dejó el COVID. Estos cien años la biología molecular avanzó suficiente para desarrollar vacunas que fueron utilizadas a nivel mundial. Realmente los gobiernos del mundo querían reducir las muertes, querían reducir los efectos dañinos del COVID, todos los gobiernos menos uno, el de Alejandro Giammatei.
El mundo se reorganizaba para afrontar la Pandemia, mientras los científicos de todos lados, especialmente los especialistas en salud, en inmunología, en salud pública, en vacunas, en todas las áreas del conocimiento humano nos preparábamos para afrontar los efectos de la pandemia. En Guatemala también emergieron proyectos de ayuda, no liderados por Giammattei por supuesto, este antivacunas, este desperdicio humano que dirigía entonces a Guatemala solamente escuchó la voz de su novio quien le propuso el negocio del siglo, comprar falsamente vacunas a Rusia, sin contrato, sin control, con el silencio de la Contraloría y la ceguera sistemática de la fiscal. El autor intelectual fue Miguel Martínez, un perverso o perversa, no por su vida sexual distorsionada, sino porque fue capaz de anteponer su ambición monetaria por la vida de miles de miles de guatemaltecos.
El aberrante modo de robar de Alejandro Giammattei y de Miguel Martínez rayan con delitos de lesa humanidad. Pero lo triste, lo doloroso, lo aberrante, lo inhumano es que mientras los y las guatemaltecas afrontábamos la pandemia, buscábamos vacunas en un sistema de salud cuyos hospitales eran el resultado de la corrupción de la parejita de novios, Giammatte-Martinez, mientras otros trabajábamos en en jornadas de 18 horas, diseñando sistemas de apoyo respiratorio para pacientes COVID, con fondos nuestros, AIRE-USAC, salubristas, ingenieros, biomédicos, estos rateros, escoria de la humanidad se dedicaban a sus fiestas bacanales, aseguraban impunidad, traicionando todo lo moral existente. Eso son, Alejandro Giammattei, Miguel Martínez y su fiscal, tres seres del inframundo que han hecho un trato con el diablo para defender a muerte la corrupción y sus ganancias millonarias.
A juzgar por las enormes ganancias de la corrupción durante el COVID en el gobierno de Giammatei-Martinez, a juzgar por las millonarias ganancias del gobierno de Morales-Benito, en el robo de todo, infraestructura, salud, educación, de todo, no se moverá un dedo para investigar a estos maleantes psicóticos. Más bien harán que a sus allegados corruptos alcanzados por la Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIG, los liberen como pasa con decenas de casos de corrupción, desestimados. Pero el efecto de la corrupción acumulada y luego de la Pandemia COVID-19 retrasó al país varios años, especialmente en educación.
En el contexto educativo, las universidades primero, las escuelas después, optaron por clases virtuales. Ya teníamos alguna base en la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la ciudad de Quetzaltenango donde en el 2005 iniciamos nuestro primer programa de maestría en educación ambiental virtual. Fue todo un reto. Ya luego en el 2010, disponíamos de una plataforma Moodle para realizar educación virtual asincrónica en ingeniería del centro universitario, CUNOC. Pero lo de la pandemia fue palabra mayor. Realmente la gran mayoría de profesores no estábamos preparado para tremendo reto. Pero de a «troche y moche» universidades y escuelas dimos clases virtuales sin mucha formación técnica, muchos con poca formación didáctica y otros sin nada de nada. Los y las alumnas también sufrieron esta improvisación y los resultados fueron un fuerte descenso en los aprendizajes, ya débiles, de los y las estudiantes.
Las 25,000, veinticinco mil victimas por COVID en Guatemala más aquellos que se quedaron con Long COVID y sus efectos cognitivos son parte de los millones de estudiantes cuyos aprendizajes descendieron notablemente. No que Giammattei o Martínez o el Curru sean responsables de los malos aprendizajes, estos tres son víctimas también de eso. Lo que si es cierto es que la corrupción sistemática, estratégica y satánica que ejercieron los gobiernos anteriores, no investigados por el Ministerio Público, sí fueron, son y serán culpables de la falta de atención médica, de la debilidad del sistema de salud y de la ausencia de investigación científica que nos permita atender estas crisis. La corrupción mata y por eso da cólera, rabia, tristeza y frustración que el sistema de justicia se obsesione en defender corruptos., especialmente a Alejandro Giammattei y a su novio Miguel Martínez.
La buena noticia es que la ministra de educación actual ya identificó este problema y propuso soluciones. Fue un gusto escuchar que en el 2024 formaron 50,000 profesores en servicio y están preparando un plan para nivelar estudiantes por los efectos del COVID. Los estudiantes de quinto grado no pueden leer ni escribir, parecen como estudiantes de cuarto. Lo mismo identificamos en la universidad y lo mismo a nivel latinoamericano. La tarea es de nuevo alcanzar los aprendizajes pertinentes y aun superar las deficiencias que la corrupción, la maldita corrupción, ha creado. Cambiemos eso ministra. Adelante. Si no es ahora, no será nunca.