LA
VIDA-MUERTE HUMANITARIA EN EL SENTIDO DE LA CULTURA.
Lo
que se intenta en esta entrega, es saber ¿cómo en el contexto de una formación
humanitaria, en la sociedad
científico-técnica, la categoría de identidad es eje del autorreconocimiento
del sujeto histórico-educativo?, al poder éste, nombrarse tal cual es,
en su existencia matizada que atraviesa
épocas civilizatorias, al identificarse, y encontrarse en la mirada del
otro que lo mira, reconociéndose en sus pertenencias, valores y diferencias
político-culturales pasadas, presentes y por venir de un mundo humanitario que cuestione los sistemas de enseñanza, las
políticas estatales, los valores más tradicionales de la familia y la cultura
vigente en cada momento espacial (Carlos Martínez Assad).
Entendiendo
al sujeto histórico, como aquel del que se
afirma o se niega algo para mirar estas diferencias y semejanzas entre los
mismos seres humanos, de acuerdo a
sus necesidades materiales, espirituales y de agradecimiento o no, que
corresponden en cada una de sus pautas más sensibles y expresivas
recíprocamente en un diálogo de preguntas político-pedagógicas-educativas, al PODER hacerse el sujeto
consciente de sus actos de forma integral, en un proceso de alejamiento y/o acercamientos
posibles, diferentes y cualitativos, entiéndase emancipándose así de su propia elección: libre,
responsable y soberana; vista esta situación en la dimensión de la existencia, por
medio de los sentimientos constituidos y, que van siendo liberados éstos, de
culpas, tragedias, resentimientos, egoísmos, crueldades, torturas, sufrimientos
y dogmas, al asumir autónomamente el sujeto, sujetado a su mundo de vida-muerte, una responsabilidad ético-moral en
sus simbolismos actitudinales concretos a través de la determinación política de forma histórica contradictoria y controvertida en la toma de decisiones de cada contexto hoy en plena decadencia y crisis del imperio capitalista.
Se intenta comprender cómo es una formación profesional voluntaria en la educación formal/informal, es decir, de realización humana existenciaria en pleno devenir, sin pausas y, con una forma integral en ese desenvolvimiento de la praxis humanitaria, entiéndase, casi de raíz indígena; en donde más que la reflexión profunda acerca de esta condición en el mundo de las ideas, resultan ser ámbitos entreverados y recuperados en sí mismo; en este ensayo lo exaltamos para comprender nuestro presente como posibilidad para la construcción social de vida-muerte integral en mundo paralelos en su simbolismo concreto, compréndase, en torno a la constitución consciente o no, de un ser humano.
Pensamos más que
todo en la actualización de los seres humanos/inhumanos para
encontrar sus puntos más sensibles y vitales como tarea de un proyecto educativo humanitario, en dicho devenir histórico
particular y a la vez de necesidad humana en el terreno global, con un movimiento de
matices entreverados y/o contradictorios de dicha cotidianeidad durante las 24
hrs. del día de constitución cualitativamente integral, desde la existencia de cada persona, que casi resulta profesional de la vida buena cotidiana, como sujetos históricos de esta época civilizatoria de violencia y degradación en su límite porque ya se ha visto en la vida-muerte de todo, sin que la apuesta sea el
todo o nada, sino lo posible de conocerse en cada sensibilidad particular y
grupal en esta búsqueda, de sentido de amor a la vida y a nuestra madre tierra con matices en los ADJETIVOS CALIFICATIVOS para nombrarnos en cualidad sensible, a través del diálogo educativo dimensionado, desde el corazón en la mano, pues ahí sigue en resistencia silenciosa tales energías contextuadas, esa es la apuesta de un nuevo despertar en las necesidades humanas globales y particulares, ya que la JUSTICIA significa también prevenir todo tipo de delitos como parte del escenario educativo.
Así todo tipo de aprehendizaje político-educativo
en la autenticidad de las necesidades de las mayorías, también son de cada sujeto
en lo particular, pudiendo ser un
parámetro para humanizarnos unos en otros en formas contextuadas; creándose así nuevas reglas del juego en el arte de vivir de las diversas necesidades humanitarias, de acuerdo
al tiempo y al espacio bien calibrados, porque como afirma Olivier Herrera:
“Amarás el mar y la tierra sobre
todas las cosas / Defenderás el paisaje natural y la naturaleza salvaje /
Respetarás la vida de los árboles y los animales” en una posible REVOLUCIÓN
CULTURAL entre los mundos civilizatorios de nuestra época, que puedan
ejercitarse en proyectos educativos con intencionalidad común propositiva, creando las condiciones de acompañamiento,
confianza y respeto en cada construcción histórico-social.
En este sentido, se toma en cuenta que para gozar de respeto y de atención, la vida
coloca al sujeto a tener que enfrentarse a su mundo abstracto desde el entorno
de sí mismo, que se vive y atraviesa al
ser en el cuerpo concreto de sus sentires, de sus reflexiones
y emociones, desde esa concepción dual que generó el pensamiento ilustrado de
Descartes, y que se entrevera con el movimiento romántico hegeliano, diferencíándose del irracionalismo que enarbola Shopenhauer; para entenderlo entonces, como síntesis que da sus mejores frutos vitales en el
debate de una teoría crítica del
materialismo histórico en Marx y en la
propuesta educativa-cultural de Gramsci, quien entrevera el arte, la cultura y la
política, porque efectivamente el capitalismo ha creado grandes
bolsas de miseria sentimental, dice Eva Illouz.
Porque en sí, ya es interesante, para el diseño de una propuesta educativa que puede ser glogal -dada la gran tecnología de la comunicación alcanzada por las fuerzas productivas de la humanidad-, que se puede construir desde la filosofía, la antropología, la sociología y los saberes pedagógicos; para reflexionar en la SENSIBILIDAD HUMANITARIA, actuando de forma interdisciplinaria y pluricultural sobre las contradicciones de cada uno de los actores socioculturales por sí mismos, desde una POLÍTICA HUMANITARIA en construcción permanente.
Lo planteamos en relación con las otras posturas diferentes
para encontrar puntos de encuentro y de desencuentro posibles, en un proyecto de
vida-muerte educativo humanitario que cada vez se vislumbra con más claridad y, así por el solo hecho
de distinguirlo en estas disciplinas, desde las necesidades humanas integrales, es que se puede analizar profesionalmente desde muchas voces, pues nos parece cada vez más necesario
contextuar estas necesidades reales, simbólicas e imaginarias, dentro de un significado valoral humanitario preciso, para la formación y en
la práctica activa humanitaria de voluntades dispuestas a una gran transformación socio-cultural, capacidad consciente de contribución
comunitaria.
Obsérvese cómo se intenta PODER incidir en la reflexión activa de las tareas educativas humanistas, pues ya existen múltiples proyectos al respecto, que son necesarios de pronunciarse, para proponerse en los órganos colegiados y populares abiertos en foros cotidianos político dialógicos desde el sentido común, hasta ver que es posible de trabajarse, en un INTERNACIONALISMO HUMANITARIO de unidad de esfuerzos integrales, a través de la historicidad recorrida y por recorrer en el contexto del imperio capitalista.
Reflexionamos cómo hoy se presenta en los diversos procesos de
socialización y de formación humanística en sus posibles existencias, por ser
exigencias para comprender las actitudes
de sensibilidad e insensibilidad humanas-inhumanas en la lógica de la
modernidad, que aún es hegemónica, dada la gran desigualdad social que tiñe a
nuestros pueblos mundialmente y que tiene que encontrar puntos límite, de cambio y de transformación cultural desde las propias voces de estos oprimidos que han muerto sin voz,
pero en donde la apuesta es, que tienen sensibilidades latentes a flor de piel, ahí tenemos que humanizarnos unos en otros en términos educativos, es decir para un proceso humanitario de transformación histórico-social.
Estas
sensibilidades a flor de piel, han sido transmitidas en el contexto de la
educación de derechos humanos hoy día desde la vida-muerte cotidiana, teórica y empírica
de la educación formal e informal que tienen sentidos milenarios como grandes civilizaciones; pero que desde la lógica “naturalizada” de dominación, aparecen de
manera unilateral y desde la lógica del imperio, que evita que florezcan, que se
pronuncien y que propongan un reto histórico de forma consciente para esta posible y esperanzadora transformación cultural activa en la búsqueda de sentido, ya ni siquiera como principio de comunicación
dialógica-política; sino que hoy se vive la tendencia a que el sujeto histórico se subsuma en un sentido burocrático y
cooptado al sistema educativo empresarial, como destino manifiesto,
pues bien expresa Emmanuel Wallenstein en torno al gran movimiento del 68, semejante en cambios al día de hoy, es decir, en cuanto a las grandes transformaciones
históricas: ya que 'cada periodo es más importante por las preguntas sobre el
futuro que por su crítica al pasado'. Pero su interpretación nos coloca a cada uno de nosotros y nosotras como elemento constitutivo del sujeto histórico en su acción
transformadora, denominada por él como el “sistema
mundo”.
Para
comprender el reto de construcción social sobre el ‘sistema mundo’, mencionamos las aportaciones de los clásicos alemanes en este análisis, que
hacen, sobre la constitución de la conciencia del sujeto histórico y su idea de identidad como condiciones para el
autorreconocimiento de éste, al saberse reconocido socialmente por su trabajo
técnico, científico, educativo, comercial, artesanal, agrícola,
financiero-bancario, militar o como un sujeto autónomo, en el contexto
histórico universal de la vida cotidiana, que abarca aspectos universales y
particulares definidos en la identidad de:
La
raza, religión, color de piel, sexo, valores, costumbres, tradiciones,
territorios, lenguas y otras pertenencias culturales, en donde participa y se reconoce el sujeto en su otredad, de manera pública y privada en
el comportamiento cotidiano de cada temporalidad o época del sujeto educativo,
que SE EXPRESA de acuerdo a sus formas de organización ético-moral y de
relaciones político-sociales en su día cotidiano, que abarca la afectividad, el descanso, la recreación, el ocio, la objetivación en la realización social e individual, en la plena sexualidad, y el espacio que es dedicado al sueño en las
representaciones inconscientes del sujeto, de acuerdo a los referentes
culturales interiorizados, según las
expresiones de subordinación o de descontento por la situación hegemónica del Estado[1], haciendo una lectura del mundo -dice Paulo
Freire-[2].
Por
ello destacamos solamente los pensamientos, que son clave dentro de la filosofía europea, que tienen que ver
con el sentimiento castizo, constituido en el proceso de colonización en el
mundo occidental que hoy se problematiza y busca la escapatoria humanista para la
construcción de Otro mundo entero como modo de producción innovadora, que sea cooperativo
y comunitario como espacio de migrantes contextuados culturalmente, pues dada la descomposición
sociocultural, tal cual, las épocas de la colonización y el despojo, parecieran ser semejantes las crueldades “naturalizadas”,
lo cual ha sido vivido ya en distintas temporalidades que se reproducen
permanentemente en la lógica de la modernidad ¿qué hacer ante ello?.
Para
comprenderlo, se introducirá al lector permanentemente,
mostrando sólo algunas de las premisas
de los autores mencionados, para definir la expresión misma del sujeto de la acción, es
decir, para explicar con fundamento
sociológico-político en el ámbito de lo educativo,
cómo este sujeto hace su propia
historia y produce su espacio y tiempo cultural ubicándose en sus
posibilidades, porque cada sujeto de la historia, es a la vez producto de su
época en un proceso de autorreconocimiento y de reproducción histórico-social
en los modos de producción y, en las relaciones de poder para ejercer el derecho
de liberación ante cualquier tipo de sometimiento inhumano/humanitario, como propuestas educativas.
Reflexionar sobre la categoría de autorreconocimiento cultural en esta
exigencia de derechos humanos, conlleva a pensarse como principio de libertad
en la formación humana comunitaria de la vida cotidiana sensible del sujeto
universal/particular, asumido como un individualcolectivo[3] en el
campo de la existencia del ser
existenciario con capacidad autónoma; lo que tiene que ver con la
representación de los sentimientos de superioridad y de inferioridad del sujeto histórico, con un
sentido de voluntad positiva-negativa trascendente y de futuro, en el proceso
de sociabilidad entre hombres y mujeres en sus relaciones de producción y de
reproducción humanitarias. Así Continuaremos reflexionando sobre este tema
en torno a la cultura y/o expresiones
diversas de ella.
SENTIDO DE LA CULTURA
Para dar sentido a la cultura, como expresión muy particular de los contenidos concretos en la vida de los sujetos, de esos que están en permanente cambio, transformación, contradicción, generación de valores, realización productiva y entramados psíquico-afectivos en un sistema dialéctico; se harán algunas articulaciones de sus ámbitos de conocimiento; que permitan ver su contenido en cuanto a esa condición contradictoria de historicidad topológica, para distinguir sus diferentes formaciones, similitudes, relaciones de poder y estructura metodológica, en la forma de abordar críticamente, las implicaciones que conlleva el principio de libertad y del saber, como productos culturales de una época en sus principales relaciones humanas, entendiéndose a la cultura como el alimento del proceso educativo humanitario.
Las relaciones humanitarias, en esa posibilidad de humanizarnos unos en otros, significa construir un poder ideológico-político, entendidas estas relaciones como la capacidad de ejercer el derecho ante cualquier tipo de sometimiento, engaño e injusticia, es decir, de expresión comunicativa, de producción social, de valoración en la necesidad de elección en el contexto del mundo tradicional cambiante, lo cual da un sentido de vida y de muerte a la razón de vivir en las representaciones, símbolos, imágenes, angustias y condiciones materiales de vida, desarrolladas por la capacidad humana/inhumana en un proceso de autorreconocimiento, como fundamento de la identidad sensible del sujeto en su proceso de formación cultural, ENTRE LO QUE SE APREHENDE Y LO QUE SE ENSEÑA, entiéndase en su esencia pedagógica de comprensión humanitaria, es decir de equidad de vida y de recursos que lo posibiliten, por medio de un trabajo digno integral para continuar fortaleciéndose física y espiritualmente, o no.
Es necesario metodológicamente, por tanto, poder delinear el entramado de la cultura, y así ubicar el contexto histórico concreto de los sujetos reales, como actores sociales del comportamiento en construcción y en formación, como autoformación a través de su otredad dialógica, y en su reproducción social cotidiana sin forzar nada, sino sólo escuchando las concepciones del valor a la vida-muerte, para acuñarla como posible porvenir labrando así esta cotidianidad llena de vida ¿Qué significará ello?; enfrentando al conocimiento, al poder y al miedo para lograr envejecer en la madurez del deber cumplido de la vida-muerte de poco a poco; así también podría irse abarcando la construcción social político-institucional representada por el Estado nacional -como tránsito necesario en la historicidad-humanitaria- para irse transformando, como necesidad de emancipación históricamente, y reflexionar sobre los daños causados por la aparición de la propiedad privada de medios de producción, es decir, para resignificarlo con cualidades reales y concretas, cual una topología virtual del sistema mundo en la tarea reflexiva de un pensamiento crítico más, con voz autónoma propia, acuñada en la sensibilidadracional integrada al mundo de los sentidos de vida-muerte de cada sujeto histórico, a éste lo dimensionamos: como persona, grupo social, individuo, pueblo-nación, Estado en transición y finalmente la COMUNIDAD constituida en la lucha cotidiana de los valores más virtuosos, para lograr humanizarnos unos en otros.
[1]
Antonio Gramsci pensaba al Estado,
como un poder represivo, que no sólo domina, no sólo es aparato político, o
dictadura, sino que posee una auténtica hegemonía en muy diversos órdenes y
ámbitos, que pueden recibir el apelativo de sociedad civil organizada, porque
el dominio político es consecuencia de la hegemonía que se logra en un grupo
social y no a la inversa; el grupo social es primero hegemónico y luego
dominante. Y es en este terreno de hegemonía, en donde se organiza este pueblo
de la sociedad civil, para hacer un trabajo humanitario posible, de gran
transformación cultural, rompiendo con las ataduras de lo injusto de la opresión,
porque cada vez existen más medios de información para la difusión de las prácticas
educativas y la crítica teórica y cotidiana diversa, para intentar frenar al mundo de desigualdades
entre países, territorios, municipios, grupos sociales e individuales que se
asumen en lo particular y en lo comunitario, hacedores de procesos educativos
de emancipación social, como sujetos históricos responsables de su futuro de
vida-muerte, ya que la apuesta está echada para este siglo XXI desde las múltiples voces que se levantan en acciones concretas, porque la política dialógica-cultural se siembra en la negación de la violencia, la discriminación, el permanente caos de destrucción humanitaria, y fortalecimiento armamentista en esta barbarie civilizatoria de la humanidad/inhumanidad; busquemos unidos el sentido de la pregunta que interroga por el ser, como se pregunta Heidegger.
[2] Freire, Paulo. Política y educación. Ed. Siglo XXI, México. P. 55, 2020.
[3] Valentina Cantón, recuperando a Hegel, se refiere a la categoría de individualcolectivo para referir que lo individual implica lo colectivo y lo colectivo lo individual, lo cual se sintetiza en la noción de particular desde la concepción hegeliana, metodológicamente hablando. Esta categoría construida por Cantón, nos ayudará a lo largo de estos escritos a fundamentar la idea de identidad cultural, para entender los profundos tránsitos a partir de la concepción filosófica europea y la actual en América Latina, así como el caso específico de la educación, en la realidad mexicana desde una visión sociológica. Cfr. Cantón Valentina, 1+1+1 no es igual a 3.... Una propuesta de formación de docentes a partir del reconocimiento del particular. Ed. UPN. Colecc. Textos No. 6, México 1997. P. 90, 2020.