LA IDEOLOGÍA y la
lucha de clases, desde una mirada de la sensibilidadracional
humanitaria.
“Más pagamos, más debemos y menos tenemos”.
Eduardo Galeano.
Sandra Cantoral.
“En la ‘ideología’...
la teatralidad no es solamente
una
determinada forma de actividad artística, que se
expresa técnicamente en el teatro propiamente dicho.
La teatralidad
está en la vida misma, es una actitud
propia del hombre, en cuanto el hombre tiende a
creerse
y hacerse creer diferente de lo que es”
Antonio
Gramsci
Al respecto sobre la ideología en la
lucha de clases, le tocó a Lenin expresar desde una concepción
filosófico-política-activa, del socialismo
científico que:
“Las clases sociales son grandes grupos de hombres que se
diferencian unos de otros:
1) por el lugar que ocupan en un sistema
de producción social históricamente determinado.
2) por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción (relaciones que,
en gran parte, son establecidas y fijadas por leyes entre propietarios y
desposeídos). <…>
…3)
en el auto-reconocimiento de la identidad
de clase en movimiento, organización y lucha social desde la formación
del sujeto histórico, es decir, de acuerdo con el grado de consciencia
histórico-social asumida en el proceso educativo de la lucha de
clases... -en la sociedad como una forma de vida cotidiana- <…que lo unifica
como proletario en la soberanía del pueblo, o no…>.
<…> 4)
por el papel que juega en la organización social del trabajo y,
consiguientemente.
5)
por el modo y la proporción en que
obtienen la parte de riqueza social
de que disponen (renta de la tierra;
ganancia comercial; ganancia industrial; ganancia por el interés usurero
financiero, <…ganancia por el narcotráfico y la venta de armas hoy en día…>;
o como asalariado).
Las clases son
grupos humanos, uno de los cuales puede
apropiarse del trabajo del otro en virtud de los diferentes lugares que uno
y otro ocupen en una estructura determinada de la economía social” Por
supuesto, en un contexto ideológico determinado, históricamente.
Para conocer esta caracterización del
sujeto educativo en formación según
su extracción de clase social y sus dificultades de subjetivación-objetivación ideológica, es necesario reflexionar sobre una SENSIBILIDADRACIONAL -así escrito- en el sujeto histórico.
Desde una amplia tipología y matices socioculturales, es importante ser conscientes de la inteligencia social:
a) en el sentido del arte, no como técnica vendible,
sino como consciencia
crítica/autocrítica de la totalidad histórica emancipadora, potenciadora e innovadora,
vivida en la formación estética o
grotesca y b) en la educación como proceso de humanización,
como forma de vida cotidiana, fundada
en valores para la actividad creativa,
lúdica y autocritica en torno al amor a esta vida, con una verdadera transformación liberadora/responsable, o
no, del ser humano en su proceso y equilibrio de vida-muerte ampliado.
Porque
la inteligencia social en la formación
desde la infancia tendría que atender a una gran tipología de las inteligencias emocionales para
distinguir las necesidades humanas de cada pequeñx y, así reafirmar su amor a
sí mismx en el terreno de sus sentimientos, pudiendo potenciarse como sujeto en
una racionalidad justa, segura e integral; de ahí la necesidad de reflexionar
sobre la sensibilidadracional sin hacer una fragmentación del
sujeto, como sujeto histórico integral, debido a la ignorancia, los prejuicios, el sin
sentido o la destrucción humanitaria, dada la malsana CODICIA en el arrebato
histórico de unxs sobre otrxs, hasta liquidar al otrx en su identidad cultural
ahí constituida, es decir sobre la respuesta de ¿quién soy yo?, entiéndase, nosotrxs en la sociedad política conforme a la lucha de
clases, al ser en sí la sociedad el escenario de la lucha
social, en este entramado sobre la categoría de sensibilidadracional, es vital ser conscientes de ello.
Para
iniciar esta nueva temática sobre la categoría de SENSIBILIDADRACIONAL humanitaria, tendremos que dejar claras
algunas explicaciones previas, en donde ya no pueda existir la CONFUNSIÓN sobre
la “razón juiciosa” sin sensibilidad matizada, ni tampoco la sensibilidad
sin racionalidad aguda, son INESCINDIBLES, no puede haber fragmentación en los actos del sujeto
histórico, desde un proceso de formación humanitaria integral; se parte de
la concepción humanista de los grandes teóricos, hoy clásicos: Los
presocráticos, Platón/Sócrates, Marx, Engels, Lenin, Fromm/Escuela de Frankfurt,
Gramsci, Freire entre muchxs más que inciden en esta utopía del amor a la vida.
Iniciamos
a conceptuar el sentido del AUTORRECONOCIMIENTO y la IDENTIDAD del sujeto-consciente; el caso es PODER ir reflexionando en el
despliegue del SUJETO HISTÓRICO y/o educativo, ¿Cómo y para qué transformarnos como
humanidad?, sólo es tomar en cuenta sus distintas dimensiones en el
devenir humano, veamos su despliegue: 1. Como persona con una máscara pero con un
proyecto de vida que no distinguimos en un primer momento, hasta que dialogamos;
como 2. Individuo con derechos ciudadanos; como 3. Familia o grupo social; como 4. Pueblo; como 5. Nación;
como 6. Estado gobierno; como 7. Clase social y finalmente como 8.
SER HUMANO, bien constituido, si
se construye socialmente un porvenir de formación político-cultural y económico-comunitario para este siglo XXI en la
construcción social del bienestar
conciliador en ese entreverar figuras de pensamiento e interpretación
significativa bien NORMADAS local e internacionalmente; ya que hoy se
vive/sobrevive como se piensa, cada vez de forma más PÚBLICA, en esta última
oportunidad para rectificar y restaurar el camino de destrucción capitalista,
ejercido por el capital financiero actualmente; por eso es importante saber que:
La
forma de vida en que se reconoce la persona a sí misma en torno a: 1.
Lo que es, para saberse autocriticar de
manera nosótrica y, 2. Lo que
dicen que es y 3. Lo que cree cada
unx, que es; en el entreverar de estas figuras de pensamiento, resulta el
hecho, todo un proceso que sucede sólo a través de reconocerse con los otrxs de su comunidad; así es como conoce SU SER EN SÍ
existencial, así como su propia negación transformadora y su otredad nosótrica,
como un YO en TI mismo y así ser NOSOTROS
PARA SÍ humanamente emancipados desde la lógica de opresión enajenante y
manipuladora, que ha sometido a las poblaciones a lo largo de la
historia; ENTIÉNDASE para NO continuar explotando sus
capacidades al servicio de UNOS cuantos abusadores en el USO de la economía política y sociocultural.
Los magnates del capital, se encuentran envueltos en sus mesquinos intereses individualistas; esta expresión humana/inhumana hoy
se encuentra en su límite, dada la violencia destructiva y el calentamiento
global provocado en la irracionalidadinsensibilidad más absurda, lo cual es
público globalmente en la
política neoliberal/privatizadora capitalista y que NO se hace responsable,
sobre todo lo vemos hoy en tiempos de la pandemia, cómo a través de un
largo recorrido de trabajo histórico no reconocido, es decir, no agradecido, el
sujeto histórico, como gente de trabajo ES BORRADA DE LA HISTORIA DE LA
HUMANIDAD; reflexionar este contexto/texto/pretexto consiste en preguntarnos: ¿cómo
se identifica cada sujeto histórico?,
lo cual tendría que ser discutido en la familia, la iglesia, las escuelas, los
medios de comunicación de masas -Covarrubias Villa-, así como en la calle/mundo.
Hablamos
del sujeto histórico, porque está sujeto
o sujetado a sus afectos y razones más amorosas -a su memoria de esfuerzos
compartidos en el acto cotidiano de justicia y de emancipación-); así vemos
el contexto de la modernidad, entendida ésta como realidad concreta desde
la cualidad de lo moderno en el modo de producción capitalista, es decir, de lo
nuevo, que comprende a lo antiguo en el sentido de la lucha de clases; así en el arte y la literatura el
modernismo, muestra una afición por las cosas modernas, es decir, vemos a la
modernidad como totalidad inescindible en su propia contradicción, diferencia/cambio
y transformación en la sociedad, o escenario de la lucha de clases, encubierta
con actos ideológicos.
Pero
¿Qué se puede cambiar? Porque las
relaciones y diferencias de producción afectiva o no, corresponden a una época
o historicidad de culturas civilizatorias determinadas a través de la
producción, es decir, de ese contexto,
texto y pretexto que circunscribe al sujeto histórico en tiempo y espacio; pues la persona está
contextuada en una temporalidad constituyente
de su existencia, que es así, en sí
en su propio cuerpo o
temporalidad global, diferenciada en su ser particular; esta persona se identifica de alguna manera desde su pertenencia de clase CONSCIENTE O NO, por medio de sus representaciones sociales y por su participación
político-pedagógica de integraciòn social.
La
integración social, sucede en un largo proceso, a través del trabajo social
e individual objetivado bajo formas prácticas en rituales humanitarios, y a
través de objetos cotidianos y no cotidianos construidos/creados: artísticos,
religiosos, de sentido común o científicos -siendo el conocimiento teórico-científico,
según el Dr. Covarrubias Villa, el que puede explicar de mejor forma a los
otros conocimientos en este sentido; cabe aclarar, que para Antonio Gramsci, cualquier acción que
define al sujeto educativo, tendrá que tomar en cuenta tres momentos
entrelazados para confiar en el EQUILIBRIO SOCIAL que se refiera a esta
modernidad y lucha de clases: 1) La
forma de producción histórico-social. 2) Los valores ético-morales acerca de esa
producción. 3) Las tradiciones y costumbres ahí acuñadas, expresadas en su
dialéctica inconmensurable hacia lo concreto creativo. Por eso Pérez
Esquivel, refiere que ‘El hambre es la
manifestación biológica de una enfermedad sociológica’ y Gramsci, precisa al
respecto: ‘el hombre es el producto de
sus actos’.
En
este sentido sabemos que el sujeto RACIONALSENSIBLE,
requiere del reconocimiento de sí mismo, para generar por medio de las formas
interiorizadas de apropiación de lo real/simbólico/imaginario -Lacan- su propia
personalidad de conocimiento, entreverada como un todo inescindible,
transformándose a sí mismo en un sujeto de la historia, sin embargo, hoy en día el sujeto está absolutamente FRAGMENTADO;
porque este movimiento del trabajo natural humanitario, es transformado y transformador, al transitar de un espacio
filosófico y de folclor cultivado en las grandes civilizaciones -que son
patrimonio de la humanidad-, que le dan sentido milenario al sujeto sobre el
respeto y la responsabilidad de su propia historia, ello sucede de forma natural, pero su cultura ha sido lesionada y
fragmentada con la modernidad mercantil; así está sujetado éste a
sentimientos/resentimientos actitudes culturales confusas o falsas, igual está
sujetado a su modo de producción correspondiente, determinado por las fuerzas
productivas, es decir el CONOCIMIENTO SOCIAL ACUMULADO; aconteciendo así, la organización y división social/internacional
del trabajo, dentro de una lógica de producción material con un exceso
COSIFICADO, de su propio contexto de contradicción entre clases, POSEEDORES
y DESPOSEÍDOS de los medios de producción, empezando por la tierra, como
principal medio de producción y, al poder determinar las formas de vida
ELEGIDAS CON RESPONSABILIDAD, O NO, pues nadie define dónde quiere nacer.
Así
el sujeto de la historia en sus creencias y certezas, va realizando en el
trabajo histórico por todxs ralizado, lo
que se produce social o individualmente, y de ahí la tensión o contradicción de:
1. La propiedad privada de medios de producción en el contexto de
la lucha de clases y 2. De la contradicción irresoluble entre el
capital y el trabajo, en una larga y cruenta guerra ideológica; lo cual puede
ser comprendido en lo más simple de lo cotidiano y particular del sujeto, desde
el sentido común de la historia, a partir de los años de infancia, hasta
abarcar la crítica al comportamiento imperialista del proceso de internacionalización
del capital, haciendo la tarea educativa
-explicándolo con bolitas y palitos a los niñxs desde una sensibilidadracional humanitaria-.
Ambos
hechos en cuanto a la propiedad de medios de producción y la contradicción
entre las clases sociales (forma clásica: burguesía
y proletariado), están regidos por
comportamientos análogos en la lucha por la sobrevivencia; en la lucha por la
información de la política cotidiana dialógica; en la lucha por el uso de la ciencia, del arte, de las
humanidades y de la tecnología-cibernética-robótica; y por supuesto en la lucha
por la autogestión desde distintas épocas de la modernidad hasta constituirse
en COMUNIDAD soberana y autónoma, como la
expresión sintética de la totalidad histórico-social en una interpelación
directa entre el autorreconocimiento y la identidad del sujeto para esa
comunidad, atravezadxs por la concepción dominante de la época, como
podemos distinguir enseguida:
“…Se trata de un referente
bibliográfico en los estudios de la internacionalización del capital y la
instauración de la nueva división internacional del trabajo…, en un contexto de
crisis mundial.
…Se inicia con dos valiosas
apreciaciones respecto a la nueva división internacional del trabajo que
muestran las contradicciones de la economía capitalista. La primera, sobre el
creciente desempleo en los países tradicionalmente industrializados y el
paralelo traslado de una proporción de la producción industrial a países en
desarrollo. La segunda, establecida a partir de la relación entre: la
descomposición de la producción, el uso intensivo de la tecnología, la
reducción de costos de producción y la utilización de mano de obra abundante en
los países en desarrollo” (P. 831) .
Lo
importante en el reconocimiento de la
persona humana por su trabajo social-individual-colectivo en la época de la
modernización del mercado, sea o no consciente el sujeto de ese trabajo
realizado, se puede ir ejerciendo desde una ética distinta y posible, no
moralina de doble discurso; lo interesante para el sujeto histórico es conocer la forma de apropiación de la producción
con un carácter de fundamento histórico para comprenderlo desde el sentido
común, es decir, comprender cómo ha
ocurrido, ya sea de forma privada o
colectiva con situaciones de explotación o no, en el contexto del mercado así
construido socialmente, lo cual no quiere decir que ello haya sido decidido por
la mayoría como parte de la sociedad política -AMLO- dado que,
la responsabilidad vital para armonizar una condición humanitaria tendrá que
tener calidad humanitaria o no lo es.
Tal
conocimiento histórico del proceso de explotación, se forma y acuña en el cuerpo, como un hecho histórico cuantitativo y
cualitativo, en donde el sujeto sea reconocido y nombrado por el otro
que lo identifica como un “sujeto sujetado a una condición de clase o de vida
humana/inhumana”; porque así, se está sujetado siempre a un juicio de valor
ético-moral en los procesos de formación cultural humananizándose culturalmente
con leyes acuñadas entre las comunidades, como historicidad genérica, que se diferencia
a su vez por la historicidad en una multiplicidad de necesidades culturales,
según las diversas historias de vida
particulares y universales concretas; ¿cómo
sucede?, lo podemos apreciar cualitativa y cuantitativamente a través del
proceso de transformación del trabajo ocioso, el trabajo creativo, el trabajo
enajenado, el no trabajo, el desempleo o el trabajo colectivo; teniendo como
parámetros la necesidad humana y el interés inculcados en la identidad de clase social;
con base en ello, el sujeto tiene memoria histórica de sí mismo.
La
identidad define lo que el sujeto cree y hace creer que es, en esa apropiación
y distribución del trabajo social realizado por el sujeto, sí, sujetado
históricamente a sus condiciones materiales de vida, porque desde ahí el sujeto
constituido, se afirma y/o se niega como
tal, en momentos instantes concretos, efímeros y eternos en la consciencia humanitaria; a
través de una topología del otro que lo mira y lo valora en la satisfacción de
sus necesidades comunes, distribuidas y normadas en equidad o no,
determinado esto, por el modo de producción ético-moral y el grado de
conocimiento científico-social, porque la inteligencia
social cobra este sentido de vida-muerte, como parte y contenido de la
categoría de sensibilidadracional
liberadora;
teniendo presente que el poder
capitalista hegemónico, o el poder humanitario, sólo tienen sentido cuando
se convierten en una virtud cultural más, en el terreno de las emociones y
sentimientos más profundos y agudos entre la reflexión y la acción de
transformación humanitaria, sobre aquello que merece existir.
De
manera que el sujeto histórico, pueda ir diseminando así su cuerpo en sentidos
de humanidad/humildad o de vida concreta en intensidades/identidades de su
autenticidad humana sustantiva; es decir no egoísta/nihilista, sino sólo al
reconocerse en sus distintas dimensiones de la realidad histórico-social, con
la que se identifica en esa constitución del ser integral conscientemente
responsable del trabajo que cuesta amar la vida en el planeta tierra, como
persona con un proyecto sea hombre, mujer o lo que elija; como grupo social;
como individuo; como pueblo; como nación comunitaria, como mundo, o como clase
social, capaz de organizarse políticamente/humanamente, a esto nos referimos
cuando hablamos del DESPLIEGUE DEL SUJETO HISTÓRICO en su proceso educativo con sensibilidadracional, que entra en la comunidad como en un proceso de
renacimiento y gratitud con las luchas compartidas.
El
despliegue de los momentos humanitarios/inhumanos son distintos en los sujetos
referidos dependiendo de su contexto sociocultural y político económico,
dimensionados así de lo social a lo particular en el transcurso de su
consciencia práctica activa, es decir, justo en su comportamiento ético-moral,
que es donde se aprecia y se distingue lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo
falso, así como lo horrible de lo hermoso; ahí el sujeto histórico va asumiendo su derecho ético-moral sobre
su independencia, soberanía, responsabilidad, respeto, cariño y autonomía como totalidad
histórico social.
Al ser cada sujeto sólo síntesis acuñada y
constituida de un espacio temporal más amplio universal y general; de manera
que en el contexto de la lógica de la modernidad ilustrada el sujeto histórico,
despliega desde su infancia, adolescencia y madurez su identidad, así inserta
el sujeto a la situación histórica de
propiedad privada en la cultura
occidental y a la vez en su búsqueda de tal identidad matizada, para
saber sobre sí mismo, así ese mundo real
lo transforma y él socialmente también transforma a su época de pertenencia
-mentalidad-; así vemos cómo se impuso hegemónicamente la ideología en la
lucha social e individual, cual si fuese la única explicación y forma de vida,
con una dimensión abstracta y universal de la modernidad burguesa, legitimada
por el imperio del capital sobre la inteligencia social aún sin gran equilibrio
y fortaleza consciente en la correlación de fuerzas entre las clases sociales,
quedando fragmentado el sujeto individualista y competitivo sin sensibilidadracional humanista.
En
una estrella, en un planeta,
el mío, la Tierra, un principito
necesitaba consuelo.
Lo acuné en mis brazos y le dije:
“La flor que amas no corre PELIGRO.
Dibujaré un bozal para tu cordero
y una ARMADURA para tu flor”.
Saint-Exupéry
De
este modo la idea de identidad
fetichista, desarrollada en el periodo ilustrado o Iluminismo, enfrenta al sujeto
de su época con las incoherencias de la insensibilidad
humana ahí acuñadas -complejas y contradictorias-, que afirman o desconocen
la sensibilidad del ser y que lo determinan en ese mundo de producción
histórico-social; de manera que, el rumbo y el sentido como sujeto histórico
con un proyecto hegemónico de clase o no se desarrolla a lo largo de su
concepción del mundo y del amor a la vida, o no.
Esta
confrontación de formas de vida entre propietarios y desposeídos de medios de
producción para crear nuevos medios de producción a través de la explotación y
la sobreganancia, significa la expresión más acabada de la contradicción entre
salario, trabajo, capital y Estado, con sus diferencias irresolubles que
entraña este modo de producción privadatizador/neoliberal, así se denomina su política, neoliberal, lo cual no acaba de
comprenderse hasta hoy en día y, menos de superarse dicha forma generalizada de
vida por el sujeto de la historia en esta lucha de clases que sigue rescatando
de los escombros milenarios sin sensibilidadracional
transformadora de un largo proceso educativo o de humanización que si bien es
infinito, hoy se encuentra en su límite para PODER sobrevivir toda la humanidad.
Actualmente
estas generaciones, estamos transitando de
una concepción religiosa medieval, represora y reproductora de culpas y
dinastías faraónicas, a otra
caracterizada, por estar entreverados las formas de vida, en una acentuada industrialización capitalista
depredadora y contaminante del planeta tierra y de los sentimientos humanos más
nobles, ya que se fundamenta en el individualismo y la
lucha de clases que se perfila multiétnica, multicultural y de género -plantea
Dieterich- como procesos de terror discriminatorio y de muerte pluricultural impulsadas las guerras por el
imperio de las guerras/drogas del capital.
Pero
la lucha social de ambiciones o justezas sociales, también coexiste en la lucha social
parlamentaria como posibilidad de emancipación humanitaria, luchando al lado de
los más pobres o no, como en el caso mexicano, con AMLO por ejemplo, sabiendo
que no existe presagio; y ello sucede en las formas más descarnadas y
sublimadas de explotación del trabajo humano, tanto del enajenado como del
creativo en la lógica de propiedad
privada occidental y de su necesario proceso de emancipación histórico-social,
a través de un trabajo político-pedagógico internacionalista constituido en las
consciencias sociales de sensibilidadracional
sublimada y, que se asume en la toma de consciencia de los actos del
sujeto, que exige la virtud humana como trascendencia histórica, ante la
degradación cultural, ¿cómo?, pues en una mezcla ideológica y confusa de
ello aún, ante la proclamación a la no violencia ejercida frente a aquellos que
no pueden nombrar su expresión y su palabra como actos de hombres y mujeres verdaderxs
en el desarrollo de sus capacidades auténticamente humanitarias de gran
satisfacción comunitaria, ejemplos y caminos son muchos, lo
importante es saber elegir en un momento concreto el más conveniente
políticamente.
Cada
vez queda más claro que, el proyecto comunitario es el futuro de la humanidad,
en el sentido de mantener el proceso de transformación integralmente equitativo:
“Si el trabajo es social porque la propiedad es privada” Marx. Desde el modo de
producción y sus actitudes, se van reconociendo
las diferencias culturales del sujeto histórico: la convivencia, la participación política afectiva y
solidaria, con respeto a las diferencias y al derecho a la información y al
acceso a la tecnología, incluyendo la robótica y cibernética, en el despliegue
histórico de humanización y no de degradación en la totalidad histórica
enajenada, considerando su propia complejidad el proyecto comunitario,
que sigue en construcción contradictoria, para ejercer un poder popular con sensibilidadracional que
comprenda las necesidades comunitarias que han sido pisoteadas por el proceso
civilizatorio colonizador y neocolonizador, dejando tal confusión entre el sujeto (consciencia) y el objeto (el
mundo de la vida), para ser responsables de su porvenir.
En
esa búsqueda por el reconocimiento civilizatorio impuesto en los actos de
colonización represiva, están entremezclados los matices de la creatividad
humana, mágica imaginativa, tecnológica, artística, robótica y científica; constituidos estos entramados desde el
sentido humano ontológico a través del
arte, la religión, la técnica, la literatura, el amor a la inteligencia social,
al conocimiento y a los diversos saberes, así como en las interpretaciones más
significativas del sentido cultural crítico dignificado en su auto
reconocimiento, que históricamente sólo se generó en una condición
ideal y no con un sentido material colectivo concreto, en cada contexto que
hable desde el sentido común, desde ese mundo que pueden comprender las
mayorías, pero al ser aniquilada esta posibilidad en los procesos de
coloniaje neoliberal privatizador, se ha engendrado históricamente la forma de
producción imperial contemporánea explotadora del capital financiero corrupto
en el planeta tierra, al no tomarse
en cuenta la satisfacción de las necesidades colectivas en equidad humanitara, siendo en sí, un
crimen de lesa humanidad, aún no conscientizado ni aún nombrado como tal,
ahí es donde entra la figura de sensibilidadracional
propuesto en esta reflexiòn entre la ideología dominante y la lucha social.
¿Cómo poder construir una sensibilidadracional actualmente?, pensamos que a través del respeto y la mutua correspondencia del conocimiento
teórico-científico incluyente en los diversos contextos del sujeto histórico,
como producción ya no
individualizada/mercantilizada/privatizada, ya que no se concibe en la racionalidad
hegemónica desde los modos de producción actuales, el mal USO de sus distintos órdenes de
conocimiento; por tanto no se concibe como una totalidad interdisciplinaria
en los devenires de humanización y de socialización de conocimientos y de lo
socialmente producido hasta este Siglo XXI en el escenario
de la lucha de clases, según la consciencia política popular del sujeto
histórico, como figura responsable del proceso educativo, o de humanización, que
cuenta hoy con muy pocos años para librar este peligro de extinción de la humanidad
y del planeta tierra.
Comprendamos
y reflexionemos cómo aún no se reconoce
de forma PÚBLICA, local, nacional, intercontinental e internacionalmente, la búsqueda
por el bien común humanitario, es decir para el cuidado de la vida y de los
pueblos más desprotegidos, lo que requiere de un proceso continuo educativo de
servicio humanitario digno y SOLIDARIO, para abolir el sometimiento y la degradación
que impone la explotación capitalista
local, nacional e internacional y, que encabeza como vanguardia destructora el mundo
occidental; pues aún sigue sosteniendo en su discurso ideológico de la lucha
social, matices metafísicos para encubrir y justificar su ambición y codicia,
sobreviviendo con el encubrimiento del orden y la lógica establecida como modelo
hegemónico económico/militar, pues ese es hoy su único poder inhumano, la
muerte como alternativa de dominación; pero su velo ideológico se está cayendo en
el mundo entero, hoy lo
podemos corroborar con la gran caída del imperio más bélico, los Estados Unidos
de Norteamérica.
Estemos
pendientes de qué se cree que es cada
sujeto histórico con sensibilidadracional
o no, porque la presente generación es la más responsable del futuro de la
humanidad, pues es la que más conoce de los acontecimientos de vida por toda la
historia recorrida a través de las distintas épocas, que de alguna forma, están registradas. Y ya se sabe que, se cuenta con siete o
diez años aproximadamente para parar el estallamiento del mundo si no se frena este
desastre del calentamiento global y de la
injusticia social; es obvio que hemos llegado
al límite.
También somos testigos de la guerra entre China, hoy primera potencia
comercial con la ruta de la seda y, los Estados Unidos que con la pandemia e
intervencionismo militar mostraron su debilidad, a pesar de que creían
ser, el gran imperio del mundo; por ello hoy toca a la sociedad política PARTICIPAR con sensibilidadracional humanitaria,
reflexionando sus propias emociones para traducirse a sí mismxs en sociedad de
otra forma con nuevos principios humanos y nuevas Constituciones políticas; ya que el sujeto histórico transforma su
mundo y a la vez en ese acto, es transformada su consciencia histórica crítica
y activa culturalmente, para incidir desde alguna trinchera de IDENTIDAD
HUMANITARIA en esos procesos de emancipación social, pues ha llegado la
hora, para enfrentar e incidir en la construcción de otra era, la del internacionalismo
humanitario, en donde el principio sea la solidaridad y la dignidad como
ejemplos educativos histórico-sociales de transformación CREATIVA HUMANITARIA,
pues ya no se quiere más muerte, eso ya se conoce muy de cerca.