Thursday, August 1, 2019

La lucha de clases entre los Estados capitalistas globalizados.


DOMINACIÓN NATURALIZADA en los contextos de la lucha de clases entre los Estados Nacionales de la Globalización Capitalista.

Por Sandra Cantoral.

El comportamiento histórico de dominación naturalizada entre el capital a costa del trabajo representa una lucha estatal del poder globalizador de mercados, se ha estructurado en la subjetividad del sujeto educativo en sus ‘nacionalismos’, 'patriarcado' y 'colonización', representándose con rivalidad en la figura caciquil, empresarial, caudillista, oportunista,  charril o  infantilista, en el mosaico de la estratificación jerárquica que se transmite de forma sutil naturalizada, o sumamente grotesca por la violencia impuesta, a través de  la familia, la iglesia y sus religiones, en los medios de comunicación y, desde la educación básica hasta el posgrado; ahí el sujeto debe ser preparado  conforme a un régimen, fundado en dogmas y dobles discursos del contexto hegemónico con derechos sólo formales, sabiendo de sus excepciones y matices diferenciadas, de acuerdo al grado de consciencia social asumido en esta época de inteligencia artificial y robótica, que avanza como crece la frase de “Proletarios del mundo uníos, o como dice Boaventura de Souza Santos:  Izquierdistas del mundo uníos”.

Entiéndase como con el mandato colonizador hoy desde el FMI, las Constituciones globales y el Banco mundial, existe un comportamiento desarticulado, apolítico, desclasado, competitivo, individualista, y ahistórico, fortaleciéndose este perfil sustantivo en  la Alianza por la Calidad Educativa que se ha impulsado en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), ejemplo que he tomado como  muestra retrógrada del acto educativo, esta muestra sirve para valorar cómo se irá abarcando  la lógica de privatización “por decreto internacional”, incidiendo en todo el sistema educativo mexicano, hasta generalizarse la práctica de  tercerización del trabajador sobreexplotado que impone la división del valor burgués entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Vale aclarar que estas prácticas privatizadoras se están imponiendo de forma soterrada en varias universidades, que antes eran auténticamente gratuitas, listo el imperio en una recolonización de los pueblos por parte del capital para egresar estudiantes como trabajadores directos al mercado laboral del sistema capitalista en calidad de esclavos modernos.

En este sentido el Estado es el reproductor del sistema de desigualdad del mundo en un esquema contextuado desigual y combinado, de tal forma el trabajador directo de esta nueva generación, irá quedando carente de todo derecho humano laboral, obviamente sin el arma de lucha histórica, política y filosófica, que es la huelga como lo perfila la reforma a la Ley del Trabajo, y sin derecho a la seguridad social, como es la tendencia a la  nueva Ley del ISSSTE, para quedar la gran mayoría de la población en esa condición absoluta de sobrevivencia esclava, con perfil maquilador enajenante y degradado al servicio del empresariato monopolista que maneja toda la producción de la gran ciencia, tecnología, ciberespacio, redes de comunicación, robótica y el arte, sólo la calidad humana sensible no puede mercar; por ello es importante incidir en la formación formal, informal y no formal, para ser un humanista  profesional universitario o no.

En tal contexto de recolonización de las leyes capitalistas de monopolización de mercados globales, le es indispensable al sistema separar el trabajo del campo y el de la ciudad en la hegemonía de la cultura burguesa del imperio, que incide en la posible cohesión comunitaria; este proceso está  encabezado por  Estados Unidos con Trump y en México, con el gobierno de AMLO, intentando éste disminuir la pobreza con un esfuerzo socialdemócrata de austeridad republicana y combate a la corrupción; así está sentando las bases paulatinamente para recuperar en lo posible la soberanía nacional y la autosuficiencia alimentaria, científica y tecnológica para el pueblo mexicano, en donde la ciudadanía con su participación, dirá la última palabra.

Reconociendo en principio que la premisa de un Estado capitalista socialdemócrata en su lucha por la soberanía dentro del sistema de Estados, se despliega en una tipología monolítica y multicultural, en donde sólo se reconocen individuos con derechos formales, dado que la misma matriz social es una lucha intestina entre colonizadores y colonizados. Por tanto hoy México parece un lugar de resistencia, en donde los partidos, sindicatos, Constitución y movimientos sociales están desgastados.

De tal forma el magisterio no sólo en educación básica sino igual el formador de los profesionales que egresan de las universidades “a) Debe ubicar correctamente a las clases en conflicto y los intereses antagónicos que sostienen, así como los intereses sociales concretos de su sector, que van de la mano de los proletarios. b) Observar el lugar de las contradicciones generales y las que le son impuestas por las relaciones capitalistas al mismo magisterio con base a la división social del trabajo. c) La definición del rol magisterial en las actuales condiciones, en el campo de la vida social dominada por el capital frente a la necesidad de enfocarse a la salida de ruptura. d) Los problemas a resolver que en muchos casos han sido un verdadero quebranto a su organización ascendente estancándole en el gremialismo, cuando no, que han socavado algunas de sus conquistas. e) La determinación a seguir en el proceso democrático y revolucionario de una forma consciente, superándose de sus viejas limitaciones y ataduras que restringen su unidad, su organización, sus acciones.”[1]
 
Véanse ahora las condiciones de privatización en la educación mexicana, que conlleva en la cultura proletaria a asumir una pedagogía militante humanista desde la oralidad cotidiana:

Educación Preescolar, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Superior, Posgrados. (Todo en paquete guardando sus diferencias de matiz, en los Servicios Educativos Pagados. Negocio Redondo en la Privatización de todo lo privatizable articuladamente, para servir al empresariato mundial, nacional y local de la oligarquía financiera del FMI y el BM, formando a los nuevos maquiladores y a la servidumbre del empresariato industrial, turístico y comercial, sometidos como esclavos modernos, con el aval de la ‘Ley neocolonial y neofascista que desarticule definitivamente el trabajo del campo con el de la ciudad, así como el trabajo manual del intelectual’):

“Efectivamente para resolver sus dilemas la burguesía pone en marcha nuevas medidas tendientes a la manipulación mediática, la demagogia, el militarismo, la creación de cadenas legales, del derecho monopólico y el fascismo.”[2]

Con base en estas razones, valórese así, que existen 3  implicaciones individualistas de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) en contubernio con la política estatal, seguida esta política -del caso tratado- en la UPN y en los Centros de Actualización del Magisterio (CAM) -estos dos sistemas se están fusionando a espalda de las comunidades, las que están siendo afectadas en varios sentidos, a saber: laboral, académico, en la organización del trabajo y en la privatización educativa, como parte del proyecto imperialista del Estado capitalista mexicano; todo ello en el orden de la ‘ilegalidad’ para desmantelar a la escuela pública y gratuita, es decir dentro de la “legalidad burguesa de acuerdo a sus intereses y necesidades culturales”-. Son 3 implicaciones valoradas así, para aplicarse desde la  educación básica: 1) Aprovechamiento escolar  medido a través de instrumentos estandarizados como las pruebas ENLACE o el CENEVAL de control empresarial con estándares internacionales; 2) Cursos de actualización certificados de manera independiente   y 3) Desempeño profesional,  dependiendo del examen que se irá aplicando a los docentes, con base en la creación del Programa de Estímulos a la Calidad Docente, que tiende a generalizarse en todo el sistema educativo con un sentido técnico y tecnócrata, que se intenta generalizar en todo el sistema educativo mexicano, eludiendo los beneficios de gratuidad que se ganaron con el artículo 3º. Constitucional y que hoy son letra muerta.

Esta modificación deja totalmente de lado la antigüedad, los grados académicos obtenidos y el trabajo del órgano de evaluación escolar, aumentando significativamente el peso de los resultados de los estudiantes en dichas pruebas estandarizadas de acuerdo a las necesidades de la acumulación y centralización capitalista, peso que crece cuando se conoce que también se creará el ‘Programa de estímulos a la calidad docente”, que no es sino un bono salarial adicional ‘que busca estimular el mérito individual de los maestros en función exclusiva de los resultados de logro de sus alumnos. Como puede observarse, la receta empieza a aplicarse en la educación básica y en el bachillerato;  en educación superior y posgrados se irá generalizando a través de Nuevas Reglamentaciones Institucionales Anárquicas, creando una estructura orgánica para ello como  en  la UPN. Como dice el dicho popular: ¡cuando veas a tu vecino rasurar, pon tus  barbas a remojar!

Con tal situación de la educación hecha mercancía, se puede valorar, cómo se irá diluyendo la libertad de cátedra en todo el sistema educativo nacional, por eso está modificándose el artículo tercero y el treinta y uno constitucionales.

Así el sistema educativo mexicano impulsa a través de las Cámaras, la obligatoriedad de la educación hasta el nivel de secundaria, de ahí es posible comprender que la evaluación, las cuotas desde el preescolar y el pago a los profesores “buenos y malos”, evaluados por parte de padres de familia y del empresariato que invierte ahora en la educación pública, fue planeado con la modernización educativa salinista, que coincide con el TLC de 1993, para ir minando a la educación pública y gratuita; de modo que en la UPN-ACE se articula este proceso de privatización en programas de actualización, en donde todo tendrá que pagarse, para que los hijos del pueblo que puedan llegar al menos a la educación básica, sirvan al proyecto empresarial de carácter militar, denominado Iniciativa Mérida, para imponer el Proyecto internacional  Plan Puebla Panamá -como  única alternativa de sobrevivencia-, que se intentó  imponer sin consulta alguna por parte de los servidores de la educación y del estudiantado; lo cual irá avanzando en la reducción de contenidos programáticos críticos, políticos y humanistas, a pesar  de  la movilización social en resistencia, pues el interés  burgués, es que el sujeto educativo, sea un simple reproductor de esa 'sobrevivencia naturalizada’, desde la lógica del futbol religioso, místico, alcoholizado, fantástico y neofascista de la explotación fabril y  maquiladora, de la venta ambulante, de choferes y obreros, etc. etc. del nuevo perfil, en el  turismo prostituido de la drogadicción.

Respecto al Sindicato Paralelo, Independiente o Democrático en el SNTE-CNTE de la lucha de clases pensando en el magisterio de educación básica:

Se valora que, en el movimiento de masas la resistencia es total, sin embargo en el contexto de privatización y de sobreexplotación del proletariado, no es posible soslayarse de la siguiente pregunta: ¿La separación del SNTE es la alternativa más viable o la solución al problema magisterial, apartándose de las fuerzas más conscientes y progresistas que empujan día con día hacia la democratización del SNTE-CNTE en Oaxaca, Chiapas o Guerrero?, es decir, sin rehuir al combate político ideológico contra el charrismo, y  sostener la lucha de clases desde el sindicato como una escuela política para el socialismo, por tanto es necesario diseñar un plan de acción  conjunto con el partido del proletariado en la educación de masas, que sostenga una postura de la clase revolucionaria militante en un Frente Único y en una Central Sindical nacional, sabiendo con quién marchar y para qué hacerlo, en el contexto de la lucha de clases desde propuestas y consignas del movimiento social en México, la Huelga Política Nacional que se avecina, en esta última fase de desarrollo del imperialismo, ya que en otros países tienen luchas semejantes, no se diga en América Latina.

En este sentido, el ejemplo más reciente de la violencia y de la agresión en beneficio en sí y de sí de la propiedad privada en esta historicidad social recorrida de analogías hermenéuticas de la lucha de clases, está planeado precisamente, en el Plan Puebla Panamá (PPP), dentro del contexto de la  Alianza Gordillista que fue impulsada y luego abandonada por el empresariato del Gobierno de Peña Nieto, porque el Panal principalmente en el Estado de México, servía como espacio histórico-social, por ser el cordón industrial más importante de la República Mexicana, que “debe permanecer más enajenado y adormecido por el control de la cultura burguesa, porque ahí está el auge de la clase obrera, capaz de parar la economía del país si se educara políticamente”, de tal manera, el sistema educativo tiene aún que estar en  contubernio con el  Sistema Educativo Mexicano Empresarial, empezando por el sector turístico que le aporta al gran capital altas ganancias.

De modo que  la situación económico-política y sociocultural, marchará de acuerdo con la crisis del sistema capitalista y su decadencia, sosteniéndolo ideológicamente con reformas y enmiendas economicistas, para implantar un nuevo modelo educativo empresarial, cifrado éste en la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) que se ha diluido en su intención dada la lucha férrea en la resistencia y denuncia que ha encabezado la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (la CNTE al interior del SNTE charro); pues la intención empresarial es   “formar” a los nuevos esclavos modernos del turismo y de la maquila imperialista. El nuevo gobierno Obradorista tendrá que ser muy agudo políticamente para capotear este tema.

Esta relación confusa y maquiavélica es una verdadera telaraña de significados y, es necesario explicarla pedagógicamente, asumiéndose con una consciencia para sí proletaria humanitaria en el desarrollo de comunidades locales con lenguajes orales para protegerse del consumismo y lograr construir un sentido del buen vivir en fraternidad y cariño; porque la confusión ideológica, se logra con un doble discurso demagógico desde los intereses y necesidades de la cultura burguesa. Por eso se dice que la ACE se valora como una garantía ideológica o de las necesidades de la cultura hegemónica, para el siglo XXI. Porque en su sentido ideológico predica la justificación burguesa, que con la ACE  se superará el rezago y la desigualdad educativa en la República Mexicana, con base en su supuesta “JUSTICIA y  EQUIDAD desde la voz del charrismo sindical en la indefinición de la identidad de clase proletaria” con la cual AMLO tiene que negociar y a la vez lo tiene que hacer con el ala revolucionaria del movimiento magisterial de educación básica, primera formadora del sujeto educativo, siendo hoy día el nivel escolar que aún alcanza la mayoría de la población, dada la lucha del sector más democrático del magisterio consciente sabedores de sus raíces históricas.

Por esta razón las luchas aisladas ya no son posibles, se requiere de un Frente Único y una Central Sindical a construirse, que aglutine a todos los sectores de la clase proletaria para coincidir en un punto común, apoyándose con la clase obrera maquiladora, con base en una formación pedagógica militante de un poder político arraigado, que logre derrocar a la propiedad privada de medios de producción, ejerciendo su empoderamiento como clase trabajadora milenaria en tiempos de la robótica, siendo CONSCIENTES de: la existencia de las clases sociales y su lucha histórica, el régimen estatal de control, la acumulación de riquezas y de capital, que ha ido descarnando el tejido de la lengua materna de raíz indígena, con los procesos de violencia criminal e injustas corruptelas en el abuso de poder político; fundamentado este comportamiento de aprehendizaje en las conquistas del imperialismo con una política neofascista en donde la delincuencia organizada resulta ser la misma policía federal; procesos sustentados como síntesis de abuso de poder del Estado de clase, que hoy cumple su rol histórico en la relación dialéctica entre el amo y el esclavo,  en los procesos de explotación de lo  producido y en su correspondiente emancipación social que se avecinan.

“En este desarrollo de la lucha de clases es que se hizo esencial la formación del partido revolucionario de la clase obrera, la organización comunista abocada a las tareas fundamentales de esta línea; su formación se ha visto muy complicada a lo largo de la historia del capitalismo en el mundo, muchas veces fue subvertida por la clase dominante, el oportunismo, el revisionismo, el nacionalismo y otras posturas no proletarias”[3].

Esta política  de Estado, en su fase imperialista, como último período de decadencia del régimen de explotación, a saber desde los fundamentos científicos del materialismo histórico dialéctico,  NECESITA  con base en la cultura burguesa del imperio, de mayor acumulación y concentración capitalista,  es decir, pasar los recursos de la educación PÚBLICA y GRATUITA a la EDUCACIÓN PRIVADA EMPRESARIAL, propiciándolo así el capitalismo internacional con el TLC en 1993 (reflexiónese cómo la historia de México, equivale a  un comportamiento semejante, a cuando la iglesia tenía en sus manos la educación clerical-militar en sí, sostenida con “culpas y castigos dogmáticos”, esta relación de producción es semejante  al neofascismo neoliberal de la clase burguesa imperialista en su impetuosa percepción de sí); esta sustitución como proceso de exclusión en la educación de masas,  debe ser analizada en la estructura de los planes de estudio, en la investigación educativa y en la formación docente, con base en una Pedagogía Crítica Multidisciplinaria y planetaria, que forme el carácter militante del educador crítico; ahí se construye el devenir de la actitud política en sí, la política de sí y la POLÍTICA PARA SÍ del militante educativo humanizado en y con la comunidad, que trabaja con las multitudes en la educación de masas, en un proceso de constitución y de construcción permanente, de otra actitud, ahora  revolucionaria en múltiples dimensiones posibles del proceso de formación política intencionada, como una demanda histórica de emancipación de todas las formas de explotación anteriores en el despliegue de su historicidad social, acontecido así desde que existe la propiedad privada de medios de producción, la cual tiene que ser destruida, ojalá que pueda irse desarrollando las condiciones económico-políticas y socio-culturales que lo posibiliten en este siglo XXI.

“Claro está que semejante multitud de esclavos no podía ser mantenida en la obediencia sino por el terror <…> Catón no sólo martirizaba a los esclavos; no sólo los instruía en determinadas artes para venderlos después a mejor precio; no sólo abandonaba a los esclavos inservibles como a ‘hierro viejo’ sino que cobraba además una tarifa a los que quisieran holgar con sus esclavas”.[4]

En este sentido de la esclavitud histórica, la Pedagogía Crítica de Paulo Freire, funda su razonamiento en el materialismo histórico dialéctico, exaltando  la cuestión consciente del método o comportamiento racional sensible, que “no se dejará, entonces, aprisionar por los mecanismos de la composición vocabular. Y buscará nuevas palabras, no para coleccionarlas  en la memoria, sino para decir y escribir su mundo, su pensamiento, para contar su historia oralmente. Pensar el mundo es juzgarlo; la experiencia de los círculos de cultura muestra que el alfabetizando, al comenzar a escribir libremente, no copia palabras sino expresa juicios. Éstos, de cierta manera, intentan reproducir el movimiento de su propia experiencia; el alfabetizando, al darles forma escrita, va asumiendo gradualmente la conciencia de testigo de una historia de que se sabe autor. En la medida en que se percibe testigo de su historia, su conciencia se hace reflexivamente más responsable de esa historia”[5] en la organización de las masas populares; como sucedió en un acto simbólico  de noviembre a diciembre de 2009, con la intención de hacer un despliegue de caravanas para simbolizar  la toma de la Ciudad de México por las organizaciones de base, como acciones del movimiento social que conllevan un carácter fuertemente educativo, en intentos de construcción paulatinos, que quizá no resulten, pero son necesarios, hoy diez años después hundidos entre inseguridad y violencia más lo reflexionamos.

Pero lo que en esencia está en juego en el juicio de valor, que abre la  Pedagogía Crítica Multidisciplinaria, que bien puede ir siendo planetaria, es poder políticamente recuperar la soberanía nacional relativa en la interdependencia imperialista, así como  la libre expresión en esta lucha de clases entre el CAPITAL y el TRABAJO y en la toma del poder por la clase proletaria, es decir la prole de a pie, para hacer frente al régimen de explotación, que hoy se muestra descarnado en sí y de sí; despertándose el poder político pedagógico militante con una consciencia histórica  para sí humanitaria que una fronteras, en su propia identidad de poder político en la sociedad planetaria, como superación de la DIGNIDAD educativa militante, es decir con integridad física, intelectual y moral, de la comunalidad humana, con ámbitos de conocimiento que sean atendidos por los procesos educativos en este siglo XXI.

Valórese  cómo realmente,  detrás de toda lucha étnica-indígena; de género; por plazas; por tierras; de religiones; de razas o por DISCRIMINACIÓN de clase en general, la causa esencial, es la lógica de explotación entre el capital y el trabajo como ejemplo de aprehendizaje hegemónico político, que se muestra cada vez más descarnado a través del consumismo y su propaganda, con tintes fascistas y neocoloniales; así sucede, pues  son actos históricos en el abuso de poder político  para someter al que supuestamente es el más débil; con tal política de clases sociales encubierta,   ideológicamente  se beneficia a la PROPIEDAD PRIVADA DE MEDIOS DE PRODUCCIÓN con identidades grotescas a costa de la miseria del trabajador directo, el cual va siendo despojado históricamente de sus instrumentos de vida, con base en un multiculturalismo de matices hegemonizados por la cultura burguesa, en donde aparecen hoy los fenómenos migratorios con un sentido de criminalidad en la sobrevivencia de la gente, siendo éste el verdadero opio del terror que se aplica, y que continuará para el pueblo, si éste no cobra consciencia plena de su identidad proletaria, como totalidad política concreta, porque  su misma existencia humana-inhumana,  ha llegado al grado, donde  la desigualdad e injusticia sociales, ya resultan  “normales”  o hasta chistosas en la expresión del pueblo trabajador.

Por eso es tan importante desarrollar una formación política-pedagógica militante que logre enfrentar y derrocar al régimen de producción, en un proceso que norme la abolición de la propiedad privada de medios de producción en una cultura socialista, en este sentido Venezuela y Cuba son la vanguardia. Porque se tiene que DISCUTIR cómo constituir una CENTRAL SINDICAL que aglutine a todas las fuerzas con capacidad humana revolucionaria, es decir virtuosa, y genere UNIDAD PROLETARIA[6] con la clase obrera en las maquilas o en el campo, siendo estos sectores productivos la vanguardia del proceso  político emancipador, por las razones histórico-educativas expuestas, que se sintetizan en sus consignas de lucha desde los periodos de los primeros esclavos y esclavas.

De tal FORMA,  se le hace sentir  culpable al proletariado/la prole, que bien puede ser un migrante o un vendedor ambulante, se le hace responsable de todas las crisis y catástrofes, castigándoseles con mayor explotación, tortura y violencia, al grado en que el trabajador directo, por ejemplo en los servicios educativos, de investigación en general, etc., o en la fábrica, con los campesinos pobres o con los sectores populares, no se identifican estos trabajadores con los valores culturales de su clase proletaria, por los mitos utilizados para su dominación y control cultural, es decir, debido a la estratificación jerárquica y antidemocrática en sí y de sí implícitas, con la que la cultura burguesa ha impuesto su educación hegemónica en la manipulación de la existencia humana siempre en la “adoración de un dios externo y sobrehumano, sin aprehender a cuidar a la tierra y a la naturaleza en general”,  escindiendo intencionada e ideológicamente el trabajo manual del intelectual en todo tipo de programa de estudio formal e informal. Así también se separa a la Pedagogía de la Política y a la Cultura del Trabajo, como lo denunció Antonio Gramsci.

Así el sistema capitalista oculta su ideología dominante en donde va haciendo cómplice al trabajador desclasado, haciéndole creer al sujeto con  conciencia en sí y de sí, que las diferencias de clase, se dirimen en el régimen de funciones y de roles divinos como algo tradicional del “esfuerzo individualista”; es decir,  por la división social del trabajo y por el SALARIO recibido en la funcionalidad de dichos roles; estas creencias se han reproducido a lo largo del proceso humano, en donde se ha ido  madurando con sentido y con calidad humana-inhumana una conciencia política ingenua funcionalizada al orden institucional burgués-democrático.

Por estas razones,  hoy día en el autorreconocimiento de  la presencia proletaria, se tiene  la necesidad de la organización política de los trabajador@s, la cual debe rebasar en una UNIFICACIÓN  DE CLASE a la ciencia y a la tecnología, a la fábrica, al arte o al gremio universitario al que se pertenezca, para borrar definitivamente el prejuicio entre el trabajo manual y el trabajo intelectual, que la cultura burguesa ha inculcado para mantener sus intereses y sus necesidades de privilegio de clase; así la cultura burguesa va polarizando y mediatizando, de forma intencionada, al trabajo del  campo y al de  la ciudad en la subordinación al capital imperialista estadounidense en el vínculo de coloniaje,  y en la  pérdida de soberanía con la deuda externa nacional; acentuándose con ello cada vez más la desigualdad de oportunidades en el desarrollo humanizado de la clase trabajadora con el TLCAN, hoy nombrado T-MEC.

De lo que no se tiene consciencia plena, al asumirse como trabajador proletario, es de que “Todo salario, a los ojos de los romanos, como a los ojos de los griegos, era una prueba de servidumbre, y es conocido que Séneca, después de Cicerón, se rehusó a incluir la profesión de enseñar entre el grupo de profesionales liberales, es decir, de las profesiones de los ‘hombres libres’. Hombres ‘libres’ eran, sin duda, los ludimagister; pero el hecho de tener que trabajar para vivir los situaba en un plano de despreciable inferioridad. La suerte de los artesanos era, en efecto, terrible: el hombre libre que quería trabajar honradamente porque la pobreza lo obligaba debía luchar en el mercado con el trabajo del esclavo, mucho más barato que el suyo. La desventaja de esa situación lo maniataba con deudas que no podía redimir, y en poco tiempo llegaba a envidiar desde su miserable ‘libertad’, la situación menos mísera quizá de los esclavos”.[7]

Desde esta historicidad, Marx sostiene que no existe salario justo para sí, porque la misma relación entre el capital y el trabajo, conlleva al sometimiento y, es inhumana. En este sentido radica la necesidad de una educación  militante en resiliencia humanitaria en la toma del poder político de los medios de producción por parte de la clase trabajadora, en su proceso de EMPODERAMIENTO educativo realmente humanizado, es decir político,  incorporado el sujeto educativo a la lucha de clases con todo su bagaje creativo en la explotación de masas; de igual forma Lenin expresa, que la emancipación  de la mujer no podrá ser, hasta que no sea realidad, la emancipación de la clase obrera proletarizada.

Porque sea este trabajador el esclavo, el siervo, o como clase proletaria que se ha diversificado, en cuanto que la propiedad privada de medios de producción, en cualquier ámbito que se le valore: científico, tecnológico, cibernético, artístico, robótica o humanista, no es más que el TRABAJO ACUMULADO de todas las épocas recorridas desde una postura de clase proletaria en esta última fase del imperialismo que no tiene futuro, el cual ha sido convertido a través del coloniaje, en sometimiento,  hurto y  explotación masiva de la sociedad, doblegada  por la hegemonía de la  propiedad privada monopolizada, por la oligarquía fiananciera, al ser ésta la expresión más acabada de la burguesía nacional e internacional hoy en día, pues son los nuevos usureros del capital.

Por ello la lucha proletaria  sintetiza a todas las formas de degradación anteriores desde la lucha de Espartaco; y por tanto, con base en la huelga POLÍTICA NACIONAL también, este proletariado mundial es capaz de liberar su condición de humillación histórica, por medio de la UNIDAD proletaria en un empoderamiento cada vez más humanizado como una construcción social del poder político pedagógico militante con calidad humana en comunidades que construyen hilos del buen vivir sin consumismos y con mucha dignidad/integridad histórico-cultural; me queda claro que esta vida, lúdica e innovadora  es indispensable construirla y resignificarla con valores humanos virtuosos, capaces de apreciar la síntesis histórica en la condensación  de la lucha de clases y su indignación revolucionaria para este siglo XXI, de degradación y exterminio del planeta tierra.

Dentro de la fábrica la clase obrera opina “el burgués, nos quiere tener sometidos por todos los medios a este sistema de enajenación, a no pensar en otras cosas más que en trabajar, con un riguroso y estricto sistema de vigilancia y de control, por ello los trabajadores tenemos que organizarnos, ya sea por demandar un mejor salario o por mejores condiciones laborales, así mismo los obreros tenemos la necesidad de organizarnos para liberarnos del yugo de la burguesía, para cumplir con nuestro papel histórico.”[8] La historicidad social de la cultura proletaria habla con la dialéctica de su identidad de clase trabajadora, en esencia con raíz histórica del pueblo,  haciendo valer su PODER POLÍTICO en la lucha de clases, porque la única fortaleza de todas las épocas  es el trabajo creativo, lúdico, humanista y liberado, como lo explicita metodológicamente el materialismo histórico-dialéctico y, también nos lo ha enseñado el legado indígena en América Latina y en nuestras Américas; actualmente en este siglo XXI, a saber el proletariado, significa la síntesis de toda la historicidad social, como vanguardia, hoy día de esa totalidad política imperialista concreta que se ha ido condensando en una conciencia en sí, de sí a otra consciencia profundamente revolucionaria para sí humanitaria en contra de la RECOLONIZACIÓN impuesta, ¡Las cartas están echadas!



[1] Cfr. La fortaleza de la lucha magisterial. El movimiento democrático-revolucionario entre los trabajadores de la educación… Op. cit. Pp. 5 y 6.
[2] Ibid. P. 9.
[3] Vid. Cuevas, Felipe. Crisis de los fundamentos del capitalismo… op. Cit. P. 44.
[4] Ibid. P. 59 y 60. Apud. Plutarco: ob. cit., t. IV. P. 60. En igual sentido el ya varias veces citado libro de Louis, p. 182-3.
[5] Cfr. Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Ed. Siglo XXI, México 1985/2019. P. 8.
[6] Vid. Engels, Federico. Principios del comunismo. Ed. Vanguardia Proletaria, México 2008/2019. P. 2. “El proletariado es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la venta de su trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo, es decir, de los períodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada. Dicho en pocas palabras, el proletariado, o la clase de los proletarios, es la clase trabajadora del siglo XXI”. (En subrayado en negritas es nuestro).
[7] Ponce, Anibal. Educación y lucha de clases… Op. cit. P. 63.
[8] Cfr. Periódico Vanguardia Proletaria. No. 318 del 2 al 8 marzo de 2009. P. 4… Op. cit.