Monday, October 1, 2018

Para su reflexión.


PEDAGOGÍA DEL PODER POLÍTICO Y LUCHA DE CLASES


          “Tal y como los individuos manifiestan su vida, así son. Lo que son coincide, por consiguiente, con su producción, tanto con lo que producen como con el modo cómo producen. Lo que los individuos son depende, por tanto, de las condiciones materiales de su producción”.

Karl Marx
                          
Dialéctica de la Identidad del poder político en la lucha de clases
(Conciencia en sí, de sí, para sí y CONSCIENCIA HUMANITARIA).

Sandra Cantoral.

La dialéctica es la expresión humana que transita paulatinamente de una conciencia en sí a otra de sí existencial, en el proceso de formación de valores humanos que va siendo paulatina entre lo espiritual/cultural y lo natural/evolutivo, hasta alcanzar a constituirse en el sujeto de la historia una consciencia más abarcativa, sin perder ningún matiz de conciencia previa y, en sus ACTOS se aprecia históricamente para sí revolucionaria, por medio de la experiencia, el conocimiento y la intuición  como clase proletaria -ubicada esta concepción a partir del  materialismo histórico-dialéctico de la pedagogía política diría Andrés Manuel López Obrador-.

La dialéctica, está referida al arte revolucionario de dialogar, de argumentar y de discutir o polemizar para PODER defender políticamente los derechos humanos esenciales de libertad, justicia e igualdad material, con base en un espíritu de lucha verdadero en los procesos de emancipación social del movimiento histórico social, más allá de las condiciones de FE, CREENCIA, SABER o CONOCIMIENTO según el sujeto de que se trate en la historia universal y particular, tales expresiones socio-culturales son fundamentales, en el acto político educativo de reconocer la identidad de pertenencia, agradeciéndose entre los iguales el trabajo realizado en los procesos educativos de producción, así existimos en integridad, cuando nos nombramos y agradecemos, cual si nos reflejáramos en un espejo que permanentemente interroga por el ser.

En este ensayo expongo las formas de razonamiento con  principios construidos históricamente en la sensibilidad  cultural de las grandes civilizaciones según sus razones, es decir a través de la historicidad social recorrida, que va siendo significativa en el contexto hegemónico de cada época o historicidad social en las relaciones clásicas de desigualdad de oportunidades sociales entre el AMO y el ESCLAVO, esa es la esencia en la identidad del sujeto histórico no reconocido, ni nombrado por su trabajo; es decir, sin agradecimiento alguno en el contexto de la hegemonía del poder dominante y ABSOLUTO del proceso de explotación; sabiendo que desde el sentido común ya reconocemos esta injusta relación que origina la desigualdad social, la violencia y todo tipo de injusticia, en donde el sujeto dominado no tiene derechos; por tanto esta relación equívoca en las formas de producción, de valores ético-morales y de tradiciones y costumbres en la cultura, resulta ser  que el principal problema en la formación humanitaria educativa, es en sí hoy día la médula de la Pedagogía Crítica nacional e internacional del planeta tierra, porque se necesita la exigencia de una formación práctica-teórica-técnica.

En la preocupación de intentar explicarlo en parte, se irá viendo el tipo de comportamientos en relación al PODER político o al abuso de éste; lo cual se puede valorar en las distintas dimensiones del conocimiento constitutivo del sujeto histórico de acuerdo a su época de desarrollo o de producción, distribución y consumo; sabiendo que el  conocimiento más abarcativo de todos, es el conocimiento teórico-científico crítico (entiéndase poder político-filosófico), porque la teoría puede explicar con precisión y detalle a los demás conocimientos, a saber:  mágico-religioso,  artístico y empírico o de sentido común -como lo precisa Covarrubias Villa-. Por tanto es necesario partir de la base de un trabajo interdisciplinario en la explicación sobre las relaciones de poder político y del abuso de éste como ha sido planteado.

Hago explícito que sólo la CONSCIENCIA DEL TRABAJO COLECTIVO, que se gana históricamente, es PODER político revolucionario emancipador; insisto, poder para denunciar la apropiación privada de la producción social, como el mayor abuso de poder político, durante toda la historia de la humanidad, éste es el meollo de la violencia y las guerras, legitimando a la propiedad privada de medios de producción, por la ley burguesa, que entraña en su cultura de clase,  la dialéctica entre el amo y el esclavo de origen y, que reproduce en su hegemonía cotidiana en la identidad de clase esta forma de comportamiento como algo natural y con premisas religiosas.

En cambio los conocimientos en sí y de sí desarrollados a través de las épocas de existencias afectivas simples, no PUEDEN    explicar    científicamente   al conocimiento teórico -como plantea epistemológicamente  Covarrubias-  en ese tener que ser alguien para el otro que agradezca la existencia  de PERTENENCIA individualcolectiva (Cantón), en sus múltiples matices y posibilidades de encuentros y desencuentros, para PODER tener políticamente el reconocimiento del otro y de sí mismo en la constitución de la clase proletaria con gran SATISFACCIÓN HUMANITARIA; al proletario aquí se le comprende simplemente como gente de trabajo, aunque su empleo sea precario e inseguro; lo cual significa que no soy yo en sí, de sí y para sí, porque sólo lo soy conscientemente  como clase social proletaria íntegramente, así sí lo soy en un proceso amplio de madurez histórica de acompañamiento y de solidaridad en la construcción de un proyecto socialista comunitario, profundamente HUMANITARIO, que está siendo construido en este siglo XXI en la lógica de globalización planetaria.

El referente del tránsito de una CONCIENCIA EN SÍ a otra PARA SÍ, la desarrolla Karl Marx en toda su obra político-filosófica, la cual recupera de la dialéctica hegeliana; pero Marx, lo hace poniendo en el punto de análisis las condiciones materiales de vida de forma objetiva, ya no desde la subjetividad idealista hegemónica de la EXISTENCIA humana a través de  las épocas aisladas una de otra; sino en las relaciones sociales de producción, como síntesis concreta de la realidad orgánica, como lo plantea la dialéctica en  Hegel; pero a diferencia de la dialéctica hegeliana, Marx en su planteamiento epistemológico, es decir de construcción de conocimiento científico, alcanza a  ver el tránsito de las dimensiones en la constitución de la conciencia del sujeto, a partir del proceso de producción, de distribución y de consumo, para dar cuenta de la injusta relación de apropiación privada de aquello que ha sido producido de manera colectiva, pero casi nadie lo reconoce así, tampoco reconocen las grandes mayorías cómo está en propiedad privada a través de las conquistas, el hurto y el exterminio entre seres humanos, esa es la denuncia humanista y educativa de Marx, ésta es la explicación de por qué 30 millones de ciudadanos salieron en México a votar por Andrés Manuel López Obrador, casi de forma intuitiva.

A lo largo de este ensayo sobre la identidad del sujeto se va fortaleciendo una consciencia de clase histórica hasta vislumbrar su propio humanismo y desigualdad social, cuando esta situación es EDUCADA de forma dialéctica, es decir dialógica e intencionada, premisa pedagógica lúdica y de descubrimiento investigativo; trataré de explicarlo con ejemplos concretos, que tienen que ver no sólo con las fuentes originales del marxismo, sino también con entrevistas de actores sociales desde su interpretación psíquica, moral, física e intelectual, en el contexto de la lucha de clases, que existen en  documentos básicos del movimiento social en México, en los cuales  he estado inmersa.

El momento de  la interpretación psicoanalítica,  se fundamenta dialécticamente en la hermenéutica, como ciencia  de la COMPRENSIÓN (es decir como una síntesis, memoria enfocada hacia el futuro de la humanidad); en ese espacio, se ubica en el sujeto la tarea educativa, es decir, en la capacidad del pensar-se entendiéndo-se (El Todo y el Yo de la existencia humana antropomórficamente) ello sucede -según Peaget- desde los 3 años, cuando se da el término del desarrollo neurofisiológico y se estable el leguaje de la comunicación dialógica para entrar a una etapa de convenios explícitos, ya NO IMPLÍCITOS; humanizándose así el sujeto permanentemente en el propio proceso de trabajo productivo hasta donde su conciencia comprende, desde el acto más simple hasta el más complejo movimiento de transformación de la materia y con ello  la transformación cultural del sujeto educativo, como ser particular que se nutre de los valores sociales de su época, transformándola éste con sus comportamientos y, transformándose él como ser histórico, es decir, con consciencia de su historicidad recorrida, hasta donde alcance a nombrar-se.

En este sentido entre el sujeto (consciencia) y el objeto (mundo) de conocimiento transformándose uno en el otro, se libera la sensibilidad racional, dejando el pequeñ@ los primeros objetos de amor y de odio, según la condena o la represión, de tendencias culturales expresadas por el lenguaje cultural  simbólico hegemónico en el contexto de su identidad socio-cultural afectiva, así, se van encarnado los disvalores de la crueldad, egocentrismo, indiferencia y reproducción de  la cultura burguesa ociosa y ambiciosa, es decir EGOISTA, lo que se reproduce en las formas sociales más simples e impredescibles en cada sujeto histórico educativo de acuerdo a la formación de sus valores humanos transmitidos por medio del ejemplo.

Dichas formas en esencia y en apariencia, constituyen al sujeto  individualcolectivo (Cantón), definiendo su conciencia en sí -meramente existencial-  y de sí –de autoconciencia de sus actos dando respuestas acertivas-; de modo que por medio de la funcionalidad enajenante reproductora e irreflexiva en la sensibilidad afectiva implícita, ahí es posible fundar la competitividad y el egoísmo como valores hegemónicos de cada época de despliegue del hacerse humano como ha sido mencionado debido a la IGNORANCIA, desinformación y CRUELDAD encarnadas por medio de los medios de comunicación de masas, la familia, la iglesia, la escuela o en la calle, a este hecho se denomina por la cultura burguesa, educación de competencias, desde su doble discurso hegemónico, de DEMOSTRAR TENER LA RAZÓN pero sin reflexión alguna sobre ello en las relaciones de poder político para la manipulación y el sometimiento como un acto naturalizado, diciendo siempre ha sido igual.

La categoría de conciencia de sí, es recuperada de la obra de Ágnes Heller, en la interpretación que hace de las fuentes marxistas, para contribuir a aclarar el sentido de la intersubjetividad humana, en el despliegue de un día cotidiano en la vida del sujeto histórico; desde ahí  se reinterpreta y se comprende en este ensayo la pedagogía del poder político y la lucha de clases; vemos cómo de las 24 horas vividas al día, un sujeto ocupa supuestamente 8 hrs.  para trabajar -mandatado en la política constitucional en México-, 8 hrs. para la recreación vital en donde entra la afectividad, el ocio y la sexualidad y 8 hrs. más, para dormir y descansar.

Sin embargo las condiciones materiales de vida en el proceso histórico de explotación desde la injusta relación entre el amo y el esclavo son  muy  otras en esa estructura productivista de explotación, que crea imágenes antropomórficas desde ese híbrido político hegemónico; dadas las leyes del capital volátil, que impone la hegemonía de la clase dominante en su abuso de poder político,  incidiendo en la conformación dialéctica de la identidad del sujeto en este contexto de la lucha de clases naturalizada, es decir, sin educación política-humanitaria, ello sucede de alguna de forma generalizada, así se inculcan símbolos de superioridad, racismo, degradación, fe acrítica-dogmática, todo para marcar la supuesta inferioridad entre la clase trabajadora, mujeres e indígenas, con los cuales la sensiblería burguesa los manipula y muchas veces utiliza a través de los medios masivos de comunicación que son su poder político mediático privatizado y monopolizado con el imperio internacional en el sometimiento material e ideológico (objetivo y subjetivo dentro de la educación de mercado). Y darse cuenta de ello en términos educativos humanizados es todo un reto, aunque empieza a intuirse mucho sobre dichas identidades entre el amo y el esclavo, gracias a la tecnología y los medios comunicativos (internet, celulares, películas, documentales históricos, etc., etc.

Lo que  es interesante destacar, tiene que ver con resignificar cómo tendrían que vivirse  estas 24 hrs. cotidianas para constituirse en un sujeto integral en ese proceso de aprehendizaje existencial, que necesariamente es vivido como algo común, por medio de ejemplos virtuosos o no, en ese despliegue de la historicidad social de espacios temporales diversos, que van constituyendo toda una época de lucha en la condición libre y voluntaria de cada sujeto educativo a lo largo de las épocas de cada día de vida, veo que se comprende como necesaria en la integridad del sujeto educativo local e internacional, cubriendo vitalmente los siguientes rasgos:

1) La afectividad; 2) El trabajo crítico, lúdico y creativo; 3) La recreación; 4) El ocio; 5) El sueño; 6) El descanso y 7) La sexualidad. Porque todo este comportamiento,  contribuye a la realización satisfactoria del sujeto histórico, en esos tránsitos de la consciencia en sí simple del sujeto ensimismado en su sensación y percepción, al ir teniendo sentido y conciencia de sí en su propia existencia humana de entendimiento a través del lenguaje racional dialógico, desde los dos o tres años, dependiendo de la persona que se hace responsable de algunos actos, y el sentido y despliegue del sujeto, que se va acuñando en una consciencia para sí en su constitución histórica de clase proletaria, al reconocer el trabajo histórico/colectivo, al asumirse en la defensa política de sus derechos humanos con base en las leyes de comunalidad que le dan sentido de vida, como  clase trabajadora.

Por tanto estos momentos de constitución consciente del sujeto se traslapan durante toda su vida en la defensa de tales derechos humanos, es decir del PODER político que asume colectivamente para defenderlos, como responsabilidad individualcolectiva (Cantón) en la lucha de clases[1], que según los conocimientos científicos de Marx, esta lucha es EL MOTOR DE LA HISTORIA, para ir superando, resolviendo y creando nuevas contradicciones, pero cada vez éstas más humanizadas, hoy en día es el punto más álgido de la educación de masas planetaria.

Es necesario por tanto, hacer el máximo esfuerzo cultural en ese PODER POLÍTICO para reconocerse como clase proletaria, para servir,  en la defensa de tales derechos humanos fundamentales en determinada actividad de la división del trabajo productivo, en el contexto de la lucha de clases nacional e INTERNACIONAL; tal actividad se va acuñando, formando, desarrollando y potenciando, como un PODER POLÍTICO REAL desde una consciencia simple ensimismada, a otra con referentes acerca de la historia  existencial  de sí mismos, explicada ésta en los actos concretos del PODER político en espacios diversos del mundo real,  hasta ser una consciencia asumida PARA SI con la madurez que implica el compromiso de clase trabajadora y, lograr el grado superior de todo este despliegue en la consciencia del sujeto, de acuerdo con la CALIDAD DE SU CONDICIÓN HUMANA .

La consciencia para sí, está  asumida responsablemente en la lucha política de clases en contra del capital y de sus formas de gobierno, de acuerdo al compromiso revolucionario que se va constituyendo en el  comportamiento y en la actitud del sujeto histórico EDUCATIVO, según el grado de conocimientos acumulados, determinado esto por las condiciones materiales de existencia desde los referentes básicos del ser humano:  teórico-científicos, artísticos, religiosos y empíricos de cada época como producto de la clase trabajadora,  o historicidad social del sujeto, reconocido éste en sus raíces culturales de origen.

Así se va constituyendo el PODER POLÍTICO del sujeto histórico-educativo, al ir  transcurrido dicho espacio temporal de desenvolvimiento y de maduración de su PODER político individualcolectivo; expresándose este PODER como síntesis de la totalidad política concreta en esa correlación de fuerzas humanas específicas y determinadas históricamente en las condiciones de producción, tanto por la producción del TRABAJO HUMANIZADO en esa producción individualcolectiva (Cantón) permanente, como en ese proceso de historicidad del ser humano en sí  y de sí primitivos, al saberse en su propia existencia humana, y de ese modo se va RECONOCIENDO en su integridad física, intelectual y moral como un todo político, dándose cuenta de sus profundos cambios en su identidad de clase.

En consecuencia el sujeto educativo no pierde ningún momento de su historicidad social orgánica, porque el sujeto histórico,  se muestra como TOTALIDAD DIALÉCTICA en el  acto concreto -aún sin éste saberlo-; porque siempre está presente, la formación del sujeto histórico, con base en valores de integridad real desde su raíz cultural de origen; siendo este devenir parte  del objeto de estudio de la Teoría Pedagógica Crítica y hoy Planetaria en el contexto de las relaciones de poder y del abuso de poder político, que no son lo mismo desde la mixtura de culturas, entre la clase poseedora de medios de los producción y la desposeída de estos medios, como es el caso de los países pobres, en la esencia del sujeto -habrá que reflexionar en los espacios de conquista y neoconquistas internacionales, motivo de las guerras cotidianas o golpes blandos de Estado para impedir la independencia y soberanía de las naciones-; en este ensayo educativo, propongo resignificar la  relación del ABUSO DE PODER, en la identidad del poder  político de la cultura burguesa y del PODER POLÍTICO de emancipación de la cultura proletaria, pues es una tarea EDUCATIVA que aún está pendiente.

Abriendo el debate sobre la identidad del PODER POLÍTICO de clase, aquí se refiere al saberse definir a sí mismo mediado con el otro yo, que expresa el sentido de la vida-amor revolucionario-muerte, a través de la historicidad social del trabajo producido de manera compartida y defendido este PODER POLÍTICO en las luchas sociales, que son necesarias  en su defensa frente al ABUSO DE PODER político en sí y de sí según la época desplegada, en este saber DIFERENCIAR las cosas que constituyen el universo más abstracto, y a la vez concreto políticamente en el ente material más simple y  complejo, porque el PODER político entraña el derecho y la ley, en la defensa de tales derechos humanos universales y particulares, pero no como algo abstracto, dogmático y de doble discurso en la hegemonía de la cultura burguesa, sino con la ley y el derecho de la clase trabajadora en este siglo XXI global y humanizante, porque ya ha llegado a su límite de vida-muerte.

Cuando se habla de la concreción política, el sujeto se topa con una dimensión infinita de posibilidades de ese  PODER POLÍTICO, para conocerlo en su ser en sí,  valorado desde una mirada humana, es decir una mirada histórico-dialéctica,  crítica, acrítica o indiferente en sus posibles dimensiones de conocimiento, que va constituyéndose en el sujeto educativo individual, colectivo, nacional o internacional planetario, por medio del trabajo realizado por el sujeto en sí y, sujetado a un proceso de sí, lo cual no tiene edades ni acumulación de conocimientos, sino procesos dialécticos que cambian la historicidad social, que se mueven y se transforman en permanente maduración autónoma, como estrategia humana de UNIFICACIÓN  proletaria en su identidad de clase, ese espacio aún no se ha vivido por la humanidad por todo el planeta tierra.

Porque dicha identidad de clase proletaria, emancipará a todas las generaciones de explotados en esta última etapa del imperialismo del siglo XXI, más allá de la propia temporalidad del sujeto educativo, ya que éste se asume como sujeto revolucionario, para emancipar-se, desde el primer esclavo del que se tiene referencia, que existió en  tiempos de Espartaco (año 60 a.c.)  hasta el último proletario del mundo contemporáneo, en su identidad de poder político en la lucha de clases; pues  la abolición de la propiedad privada de medios de producción, al ser éstos socializados de forma equitativa  entre toda la clase trabajadora, es la lucha en consecuencia, para construir otro modo de producción internacional, el socialista, que termine con la crueldad y el sufrimiento en los procesos de explotación generada en la relación entre el amo y el esclavo históricamente, para construir para sí,  otra dimensión de SENSIBILIDAD RACIONAL humanitaria[2], acuñada a lo largo del tiempo.

Dicho proceso de pertenencia conlleva la percepción existencial de la identidad del poder político de clase en el sujeto, que se acerca y que se  aleja constituyendo a toda su generación en su evolución mental antropomórfica, hasta poderla nombrar como sujeto educativo, con un sentido definido de su necesidad más inmediata histórico-política a largo plazo, así va colocando su ser corporal en un sentido de necesidad dependiente y de sobrevivencia a la vez de sí, dada su estructura mental cosificada que se va envejeciendo;  que se coloca en tránsitos de la FORMACIÓN y de la EDUCACIÓN POLÍTICA intuitiva a Otra militante o participativa consciente, la cual se va acuñando paulatinamente con formas matizadas y entreveradas, en el multiculturalismo proletario, a lo largo de la historicidad social, que puede abarcar siglos de existencia humana-inhumana en su propia superación, ello depende del grado de consciencia social alcanzado por la clase proletaria en los procesos de  emancipación histórica.

La superación se puede lograr, hasta que el sujeto histórico sea consciente de su IDENTIDAD DE CLASE PROLETARIA para sí con una MADUREZ HUMANITARIA, y en esa dimensión cultural que es histórica necesariamente,  este sujeto concibe su capacidad humana de PODER POLÍTICO social  para actuar en comunidad, con base en una educación política que le posibilite tener consciencia de ello; ahí se van abarcando conocimientos  en correspondencia con las condiciones materiales de vida creadas socialmente, por la existencia del trabajo productivo conjunto en esa historicidad social acontecida en la memoria del sujeto educativo:

Este trabajo va siendo realizado en el hacerse humano a través del acto educativo-comunicativo en distintas dimensiones posibles de acercamiento a la realidad, sea éste místico-religioso;  de expresión artística;  de forma empírica en el sentido común cotidiano; o con fundamentos teórico-conceptuales probados en la práctica concreta, que se va desarrollando, de acuerdo a la cultura de pertenencia con un sentido dialéctico de la realidad; la pregunta abierta es ¿Cómo propiciar que llegue a la verdad del conocimiento popular, nombrada por ell@s mism@s?. Dado que sólo el conocimiento teórico, en este caso pedagógico político, puede explicar conceptualmente para la transformación social humanitaria del educando del porvenir las demás formas de saber, dada la experiencia, la intuición del conocimiento acumulado a lo largo y ancho de las épocas.

En relación con la dialéctica de la identidad del poder político en la lucha de clases, es importante destacar que en el tránsito de una conciencia en sí y de sí existenciales, se valora que actualmente en el aula-mundo se conceptúan aún las relaciones de poder, desde una conciencia simple que impone la hegemonía capitalista,  denominándosele   en todos los ámbitos de conocimiento de la sociedad mexicana al sistema parlamentario, o que participan en él, “LA CLASE POLÍTICA que se tiende a ampliarse entre la participación ciudadana y comunitaria sobre los derechos humanos vitales, para empezar a legislar e impedir la guerra, por ser el principal CRIMEN DE LESA HUMANIDAD en el mercado de las grandes potencias”; porque la política NO ES exclusiva de  la clase dirigente o exclusiva de líderes políticos en la parafernalia de partidos al servicio del capital, por ello nuestra apuesta hoy, es propiciar algunas mejoras sociales con Andrés Manuel López Obrador y el recién creado PARTIDO MORENA, dentro de la socialdemocracia.

Trataré de explicarlo: Como si “la clase política” fuera la definitoria de las decisiones gubernamentales y estatales hegemónicas, omitiendo identificar cómo toda la producción social, viene siendo mandatada por el imperialismo internacional burgués, encarnada tal hegemonía principalmente en la oligarquía financiera que ya no tiene nacionalidad ni fronteras; porque estas determinaciones históricas, están sintetizadas hoy en las funciones y en los roles que impone la lógica del capital, desde  el origen del  amo y el esclavo; y en esa confusión se niega la capacidad política en la defensa de los derechos humanos a la clase proletaria, para  legislar y gobernar una nueva sociedad socialista, con el derecho político de obreros, campesinos y sectores populares.

Tales confusiones en las relaciones de poder político en sí, de sí y para sí, suceden porque no se matizan las  condiciones sociales de producción concretas, en procesos de aprehendizaje; sin ser conscientes de que  la dialecticidad material histórica,  tiene dos espacios en movimiento y de lucha permanente: uno de afirmación y otro de negación del movimiento social, es decir, 1) en el PODER POLÍTICO DE EMANCIPACIÓN y otro distinto, 2) en el  ABUSO DE PODER POLÍTICO y de degradación del ser humano con careta de demócrata y/o popular, que es histórico en los procesos de colonización, exterminio, discriminación, hurto, crueldad y exclusión -y eso no se aclara cuando se habla de la ‘clase política’-.

Debido a este  gran error conceptual en la identidad del poder político, se dificulta la comunicación significativa en los procesos educativos o de “humanización dialógica” -como lo plantea Freire-, es decir, en la diversidad de matices existentes/EXISTENCIALES en sí, de sí y para sí humanitarios, entre  dos culturas distintas e IRRECONCILIABLES a saber, la proletaria y la burguesa en esa contradicción insuperable entre el capital y el trabajo, pero que en los momentos de falta de una postura de clase política definida, se vuelven un híbrido de obviedades; de modo que estas relaciones injustas y desquiciadas, se podrán superar hasta lograr que la irracionalidad de la propiedad privada de medios de producción (que sólo es trabajo acumulado) deje de existir, para superar y abolir todas las demás contradicciones secundarias, creándose una serie de dificultades conceptuales, que deben de quedar explícitas en la Pedagogía Crítica Planetaria, y no como algo implícito. Es muy claro: “¿Si el trabajo es social, por qué la propiedad es privada?”

Véase la incidencia de dicha dificultad conceptual de la lucha de clases en las condiciones materiales de producción actuales, en el sentido de su dialecticidad, en donde el sujeto con educación política sensible permanente -haya sido esta formación consciente o inconsciente, en ese claro obscuro de la propia época-, hasta lograr que el sujeto sea capaz de ir razonando intelectualmente con un “espíritu en sí y de sí”, con tendencias revolucionarias intuitivas, desde su DIFERENCIA en las actitudes de clase, es decir, según  su capacidad de UNIDAD proletaria en esa constitución de origen en la carencia que interroga por el ser.

Esta posibilidad de diferenciarse o de unirse la persona con el PROCESO DE CONSTITUCIÓN DE CONSCIENCIA NO ES LINEAL SINO DIALÉCTICO; por eso sucede que a través de los valores inculcados por  la familia o en la influencia de los medios masivos de comunicación, o en la propia sobrevivencia de la calle, envuelto con los ejes  hegemónicos de la cultura burguesa, resulta  complejo romper con los lazos de sometimiento entre el amo y el esclavo, hoy ese es el gran dilema de carácter educativo o humanitario ¿Qué hacer frente al capital volátil?

Dichas  formas van  imponiendo la desigualdad irresoluble  generada por la contradicción entre la acumulación y centralización de capital en propiedad privada monopolista y trasnacional, que no es más que el esfuerzo acumulado (del desgaste de pulmones, cerebro o músculos del trabajador (a)) de toda la historia de la humanidad; sin embargo, lo producido socialmente, sólo se disfruta en el individualismo jerárquico y mezquino de la burguesía a costa de la explotación, la discriminación, la intolerancia y la exclusión del proletariado como clase trabajadora, la cual es generadora de toda la riqueza material, sin ser reconocida.

Así es a la vez, la transformadora de la propia riqueza natural, pero falta que se dé cuenta este proletari@ asinad@s, de su  PODER POLÍTICO conscientemente, y asumirlo para sí en la dialéctica de la identidad de su clase de pertenencia HUMANITARIA, éste es el esplendor de las civilizaciones transcurridas, tendremos que saber gobernar sus leyes, principios y normas en contra de la violencia causada por los crímenes de lesa humanidad. Analicemos la dialéctica de esta idea y pongamos una PEDAGOGÍA POLÍTICA a caminar cotidianamente, sin olvidar que no es en sí la corrupción, el motivo de la desigualdad social, sino la EXPLOTACIÓN del hombre por el hombre, dado por los magnates del capital, plantea Marx -reflexionémoslo con una consciencia de clase humanitaria-.



[1] La tesis que se sostiene en relación con la constitución de la conciencia del sujeto histórico, en su dialéctica de  identidad del poder político en la lucha de clases,  parte de la argumentación de la categoría de identidad de Federico Schelling (1775-1854), sólo en lo que toca su constructivismo romántico para resignificarlo a partir de la concepción metodológica del materialismo histórico dialéctico en Marx;  Schelling articula varias esferas del conocimiento: por un lado el romanticismo y el arte; el espíritu y la natura; para poder pensar a la ciencia, la naturaleza y la inteligencia del ser humano políticamente, de manera inescindible entre lo estético, lo volitivo y lo racional, de esta relación se desprende el entusiasmo vivo, no mecánico del trabajo humanizándose, sino como una aspiración infinita del Yo en el idealismo trascendental; que denota el autodespliegue de la conciencia, con la dialéctica de la filosofía natural, la cual significa el curso práctico de la historia. Al poderse UNIFICAR el sujeto y al objeto en sí, que transita al de sí, expresándose en su madurez en una consciencia individualcolectiva (Cantón) autónoma para sí, como PRINCIPIOS VERDADEROS, al ser consciente de que lo individual afecta a lo colectivo y lo colectivo a lo individual; en este sentido se va resignificando al SUJETO HISTÓRICO en Marx con su mundo, como clase proletaria; es decir,  en un sentido práctico y artístico como posibilidad cultural objetiva y subjetiva, que rompa el proceso de enajenación capitalista. Se plantea la abolición de la propiedad privada, a partir de  la teoría, entendida como construcción de la realidad social, del pensamiento y de su espiritualidad humana en los actos concretos; así la aportación de Schelling,  radica en que la identidad del sujeto, que para este ensayo de concepción materialista, no es más que la IDENTIDAD DE CLASE, proletaria y burguesa; aparece como un monismo único entre Natura/Espíritu, entre el mundo Real/Ideal como algo positivo, a saber ahora, como CULTURA PROLETARIA, la prole incluyendo a los campesinos y desempleados; que se capta de manera más expresiva y sintética en la necesidad inconsciente/consciente del artista, y queda descubierto así el Yo Absoluto, libre de Necesidad, de Contingencia, de Consciencia y de Personalidad (en esencia como una racionalidad instrumental en potencia; pero aún dominada por la lógica del capital, que es delimitada en su exterioridad-interioridad original, auténtica y diferenciada del sujeto histórico. Esta reinterpretación necesaria, de acuerdo a la dialecticidad del poder en la lucha de clases, se resignifica desde la fuente original, Vid. Shch: Leben, Werke und Lebre. Fte. L. Odysee de la consciencie dans la derniere philosophie de Shelling: 1933. Es importante conocer con base en este planteamiento teórico, las condiciones propias de la enajenación del trabajo sometido a la concentración y centralización del capital que impone la Propiedad Privada de medios de producción de forma objetiva; así como la ideología dominante de la cultura burguesa en la lucha de clases, por medio de un  entramado subjetivo de dominación, en cuanto a la sensiblería burguesa desplegada y, transmitida a través del aparato del sistema Capitalista de Estado, en su insatisfacción irracional y voluntarista; la cual  denota la necesidad de la educación política de masas,  desde esta exposición del ámbito de la Pedagogía Crítica, como propuesta metodológica o de razonamiento para el siglo XXI.

[2] La categoría de SENSIBILIDAD RACIONAL expresa, el sentido cultural humano del reconocimiento razonado, abstracto y concreto, viviéndolo como acto revolucionario humanitario en su totalidad inescindible; desde ahí se puede en la educación de masas, enfrentar  el poder político colonizador e imperialista actual, que históricamente  somete por medio de su  hegemonía, a  la dimensión sensible del sujeto en sí; constituyéndose así  un sujeto en falta, negado, borrado, NO RECONOCIDO, sino sólo utilizado instrumentalmente por el régimen de explotación sea la época o historicidad social que sea en sí, de sí o para sí; y en esta condición instrumental enajenante, el sujeto histórico, nada más tiene certeza  y percepción de su existencia individual o cualidad existencial; esta existencia puede ser cuantificable, al satisfacer la necesidad del otro YO ensimismado, en su propia complejidad humana solidaria pero aislada en la lucha de clases; así se va enfrentando permanentemente el sujeto  a un ‘nosotros social’ de producciones colectivas y de actitudes emancipadoras, que no alcanza a valorar en su totalidad en términos de impronta toda deshilvanada, sino que la ve como fragmentos aislados de la realidad en su vida, por falta de conocimiento profundo de la historicidad social e información de la  política-económica y sociocultural de ‘su entorpecimiento’, como un todo inescindible, pero que no alcanza a comprenderlo así humanitariamente, a pesar de que fluye en la sociedad de pertenencia en las relaciones de producción en sí y de sí, pero no ha sido educado políticamente para así  asumirlo como  clase trabajadora organizada políticamente en el contexto internacional de la lucha de clases entre pueblos y naciones por los malos GOBIERNOS, éste es nuestro dilema educativo, NO SABER GOBERNARNOS de forma autónoma y humanitaria y, esa es la TAREA DE EDUCACIÓN POLÍTICA para este siglo XXI.

Porque al reconocerse la clase trabajadora, en la educación de masas como una totalidad histórica capaz de GOBERNARSE de forma horizontal para la equidad y, alcanzar este nivel de comportamiento ACTITUDINAL, se requiere  exigir a la clase ociosa dominante su DERECHO a decidir su destino de forma comunitaria, solidaria y generosa,  creando las condiciones económico-políticas PARA LOGRAR conforme a derechos humanos, un desgarramiento público e íntimamente virtuoso de gente progresista, es decir, justo en el acto educativo de la toma del poder por la clase trabajadora, que puede tener muchas modalidades de CONSCIENCIA POLÍTICA SOCIAL responsable y comprometida con la vida y no con la muerte; en ese equilibrio-desequilibrio del ser humano, entiéndase en la correlación de poderes  no sólo nacionales, sino también mundiales del imperialismo, porque puede ser que el poder político popular educado llegue a ser más amplio y abarcador que el poder económico, o el poder cultural, o que el poder social por sí mismos.

El poder económico nacional y/o internacional, se desarrolla por bloques del imperio en sus alianzas y guerras de exterminio para favorecer la ganancia de mercados. En cambio el poder cultural como alimento de la educación, tiene que cultivarse por todos los medios posibles, familiar, escolar, por las diversas religiones, en la calle y principalmente por los MEDIOS DE COMUNICACIÓN con valores ético-morales, respetando la autonomía en las formas de producción y conociendo el desarrollo de las tradiciones y costumbres de las personas, para informar verdaderamente sobre los acontecimientos cotidianos y, dejando de manipular según las leyes del capital. Según Habermas, es necesario e importante generar el cultivo de valores VITALES de la humanidad, sabiendo que, la enculturación, es un acto natural e imperceptible de influencias culturales diversas propiciadas por la migración o el mestizaje. En cambio cuando existe la ENCULTURACIÓN, ahí sí alertas, porque se generan disvalores por medio de la dominación y la barbarie, quebrantando el tejido cultural entre los pueblos con actos de confusión, sometimiento, miedo, vergüenza, odio, dominación y, explotación en la correlación de fuerzas por medio de las CONQUISTAS Y las NEOCONQUISTAS modernas, que siguen siendo invasivas con los golpes de Estado blandos, o utilizando a organismos como la ONU para de forma cruel y caprichosamente imponer formas de vida que generan violencia. ¿Por qué sucede esta situación actualmente? al parecer es por el miedo acumulado de  la clase dominante al saber y sentir que perderán sus privilegios, que han obtenido a través de los dominios más crueles de la historia de la humanidad.

Para ello, tiene que existir la construcción de un poder de  EQUIDAD, de DERECHO, de RESPETO y  de JUSTICIA para saber gobernarnos, que denuncie sistemáticamente en expresiones didácticas multifacéticas, la fórmula del capital en la educación de masas: La   fórmula   de   la   circulación de mercancías era M (mercancía) - D (dinero) - M (mercancía), es decir, venta de una mercancía  para  comprar otra, esta relación sucede  en la economía simple. En cambio en la lógica de acumulación capitalista en el imperialismo internacional, la fórmula general del capital es ahora por el contrario, D-M-D, es decir, compra para la venta (con ganancia y sobre-ganancias para unos cuantos monopolistas); de ahí se desprenden relaciones de muerte, de vida en sobrevivencia y de degradación inhumana, esa es la esencia y el centro de la VIOLENCIA PADECIDA cotidianamente, que la Pedagogía Crítica tiene que traducir en términos humanitarios para lograr la felicidad, la satisfacción, la justicia, la equidad, la paz y la tranquilidad para el planeta tierra.

El sujeto histórico, sobrevive sólo a través del reconocimiento o lo que es lo mismo,  agradecimiento individualcolectivo (Cantón) de su propia transformación radical, en ese amor a la vida revolucionaria que es síntoma de FELICIDAD EMBLEMÁTICA, que se gana con  el movimiento social organizado políticamente y con el esfuerzo individual y comunitario en una actitud de LEVANTARSE JOVEN Y CAPAZ DE NO CAER EN EL ENVEJECIMIENTO de la desinformación, la no participación de política educativa en el proceso de transformación humanitaria, al enfrentarse al orden hegemónico impuesto, en una apuesta crítica de comunicación y de lenguaje político-pedagógico en sí, de sí y para sí. Para ello es necesaria la EDUCACIÓN POLÍTICA de masas, con base en el materialismo histórico dialéctico, como método de explicación humanamente hermenéutico.

Pues en la sensibilidad racional del sujeto educado políticamente, se trata de incidir en la constitución de una consciencia para sí proletaria, de la prole que trabaja todos los días en la sobrevivencia o en condiciones de dignidad, pero no aún generalizadas; lo cual  sintetiza al interés particular de su cultura como clase trabajadora nacional e internacional en este siglo XXI, a través de una sensibilidad radical y una racionalidad crítica, del ser militante humanitario, que puede irse gestando con el propio proceso de explotación y exterminio de la humanidad; porque niega en un todo unificado el tenor de la lucha de clases, venciendo a la sensiblería de reproducción burguesa y al racionalismo mecanicista instrumental del capitalismo monopolista trasnacional, vividos a través de un proceso de identidad cultural entre el amo y el esclavo, en la toma de consciencia de su condición de clase históricamente determinada por la violencia, el odio, el egoísmo, la competitividad, el despojo de sus medios de vida, la mentira jerárquica y la muerte.

En este sentido se subsume en la división del trabajo entre el campo a la ciudad,  la lógica industrial y hoy la robótica en el mercado internacional; en este sentido, se aclara  que el miedo se aloja en la conciencia más primitiva, lo que  afecta la memoria y  la pérdida del lenguaje del sujeto, como está sucediendo en el extremo de la lucha de clases entre la burguesía y el proletariado; en sobrevivencia ambas clases en esa existencia degradada y decadente, que abarca desde un comportamiento lumpenproletarizado-deshumanizado en plena destrucción (por ejemplo como los Maras Salvatruchas en Centroamérica o como el empresario telefonista  Carlos Slim en México, todos ellos tienen una vida de valores lumpen, por su índole de vividores); de modo que ese comportamiento de negación, impide la superación de la desigualdad social, la desnutrición y la pobreza de los pueblos violentados por la guerra y,  de conflictos de toda índole, de  menoscabo y de  violencia en la desigualdad de oportunidades, sin percatarse de su ser individualcolectivo (Cantón) con consciencia histórica de  clase de pertenencia en las relaciones sociales de producción. Es necesario crear una consciencia histórica comunitaria de dimensión planetaria.

Un ejemplo simple y absurdo a la vez, es que en México se permite ahora el consumo de drogas en proporción de recreación, pero se penaliza su venta, parece un acto de absoluto descenso del capitalismo mexicano y de ascenso a nuevos valores humanitarios. Así el futuro gobierno de López Obrador propone la despenalización de la marihuana y la amapola para darle un USO MEDICINAL, creando a la par un sistema educativo y de combate a la corrupción para ello; de forma que pueda sembrarse y venderse la mariguana y la amapola para éste uso farmacéutico y medicinal, dejando que los narcos incluyendo al expresidente Vicente Fox, ya no puedan hacer su gran mercado y sacar grandes ganancias a costa de culpar de delincuentes a los sobrevivientes del campo y a los consumidores incautos que aún no tienen consciencia del daño causado, principalmente en el ejemplo que ponen a los niños y niñas, como puede ser por supuesto cualquier otro tipo de vicio mercantil. 

Por estas razones, el lenguaje proletario, entiéndase de la prole, que va del sentido común a un pensamiento político-filosófico humanista, tiene que escucharse en unidad política concreta -decía Freire, nadie sabe todo nadie ignora todo por eso nos educamos mediados por el mundo-, hasta alcanzar en la lucha revolucionaria entre la burguesía y el proletariado, poder lograr con humildad los principios del Estado socialista humanitario, erigiendo como fundamento humano básico, el gobierno de la clase trabajadora obrera, campesina y popular; por ser el eje internacional, que permitirá empoderar la abundancia y la socialización de todo lo producido mundialmente (ciencia, arte, recreación, cibernética, internet, educación,  tecnología, robótica, salud, alimentación, vestido, vivienda, etc. etc.); es decir socializar la propiedad privada, para que la cultura burguesa se transforme en una cultura humanizada sin clases sociales, sin Estado de represión y sin propiedad privada de medios de producción, lo que exige la abolición de la propiedad privada de estos medios, a través de  proyectos educativos quinquenales a muy largo, mediano y corto plazos, que atraviesen a los tres poderes ejecutivo, legislativo y judicial, principalmente empleando humanamente los medios de comunicación de masas para contribuir en la sensibilidad e información profunda oportuna para la toma de decisiones individualcolectivas; en este sentido la lucha de clases entre el capital y el trabajo hoy día, sigue siendo  el motor de la historia, más allá del imaginario colectivo cotidiano.

Por eso se trata  de  RESIGNIFICAR cómo, cuándo, porqué, para qué, en dónde y con quiénes de a POCO A POCO, se re-significarán los  valores deshumanizados históricamente en el proceso de aprehendizaje para desarrollar las capacidades de sensibilidadracional que están en potencia, ya que han sometido a la clase trabajadora por la lógica de explotación, en beneficio de la acumulación y la centralización del poder político hegemónico de la clase dominante, usando un CAPITAL VOLÁTIL, que nadie sabe su destino; por tanto hoy día esta síntesis histórico-política, se expresa de forma abierta en los comportamientos y en las actitudes  decadentes de la burguesía, como un hecho histórico muy concreto. De manera que desde la Pedagogía Crítica, los POLÍTICOS SON TODOS y TODAS, en el contexto de la lucha de clases justa, solidaria, comunicativa y sensible, es decir, justo en la asunción del PODER POLÍTICO racional sensible.

La lucha en la  que se enfrentan  la burguesía y el proletariado, como clases fundamentales de la explotación capitalista, está gobernada por el Capitalismo Estatal Oligárquico e Imperialista Burgués,  teniendo como ejemplo de APREHENDIZAJE  hegemónico,  su propia  cultura, que es la forma común de comunicación o ideología burguesa, expresada en dimensiones de la misma historicidad social parcamente egoísta; pero esa forma oscila entre el consciente y el inconsciente del sujeto histórico social, en el tránsito de una conciencia en sí, de sí al para sí, de UNIDAD PROLETARIA que alcance su consciencia HUMANITARIA en contra de la discriminación, la desigualdad y la intolerancia que impone con la bota militar el régimen del capital al trabajador explotado, sea en el trabajo informal, formal y no formal, que inicia desde la formación de valores ético-morales en la familia, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación y en la calle produciendo lo necesario para las grandes mayorías, sabiendo que sus costumbres y tradiciones socio-culturales también son diferentes, es decir, se parte del sentido común a Otro criterio de sentimientos humanitarios, fraternos y solidarios -Covarrubias Villa-.

En este sentido de la formación política, resulta que  todos son POLÍTICOS desde los primeros años de infancia; porque se es capaz de defender los derechos humanos proletarios en una dialéctica de la identidad del poder de manera consciente para sí desde un juicio intuitivo en sí y de sí, que va madurando, es decir, que se va identificando y acuñando como clase trabajadora en amplio, y  que  no tiene nada que ver con el sistema parlamentario burgués; por tanto la necesidad de crear, como lo menciona en sus consignas el movimiento social en México,  un Frente único de trabajadores,  una Central Sindical y  un Partido Proletario, en donde contribuya   la Pedagogía Crítica Planetaria en dicha construcción permanente, a esta preocupación ético-moral, se le denomina sensibilidad racional del sujeto educativo, para diferenciarlo de la lógica burguesa y pequeño burguesa, que inicia con la delimitación de sus conceptos teóricos, consignas de lucha y coherencia, en el propio acto educativo de forma articulada, justo en el despliegue de la historicidad social, entendida como totalidad política concreta activa, en la identidad  de clase proletaria. Apostamos a la propuesta de PEDAGOGÍA POLÍTICA que irá impulsando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al haber derrotado electoralmente en México al PRI y al PAN (Prian y satélites de la derecha institucionalizada en la corrupción, el saqueo y el bandidaje). Nuestra tarea educativa en este contexto es la PARTICIPACIÓN SOCIAL permanente desde Otra educación política.