EL MOTOR DE LA
HISTORIA ES LA LUCHA DE CLASES nacional e internacional.
Sandra Cantoral.
En la lucha de clases entre poseedores y desposeídos,
se pone en juego JUSTO la defensa del
PODER POLÍTICO de esta riqueza capitalista acumulada en pocas manos y trabajada
por todos, en el despliegue dialéctico entre los valores culturales de la burguesía y los valores culturales del
proletariado; lo cual se va encarnando en la piel y en la conciencia simple
desde la infancia en sí y de sí, a
través de la carencia o de la abundancia, sin
saber el por qué de esas condiciones materiales e históricas de vida
sobreviviente, siendo en sí síntesis o condensación del sujeto
educativo, de todas las formas de
explotación anteriores generalizadas y matizadas, entre el amo y el esclavo o
entre el señor feudal y el siervo, al tener que
sobrevivir este proceso dialéctico de humanización-deshumanización de PODER
POLÍTICO entre la gente de trabajo y los privilegiados de este esfuerzo
histórico; así la política es el arte
del ejercicio del PODER; desde una mirada muy simple nada más en sí -egoísta- y de sí mismo
-individual-, así inicia el poder político a cultivarse; vemos cómo da risa en la
estructura del pensamiento y de la
acción conciente del sujeto, ver lo que se dice y lo que se hace en ese PODER
HACER; valórese esta razón sensible en la siguiente cita:
“La estructura resulta ser la conexión y relación por
leyes objetivas de las partes de un todo o sistema, la organización y orden de
esas partes constituye su estructuración. Existen pues tres niveles de entender
la estructura, tres conceptos que hasta aquí aparecen un tanto encubiertos: 1.- un nivel de la estructura que
consiste en la reducción a las partes de un sistema, sus elementos
constitutivos, este es un nivel de comprensión de la mecánica. 2.- un nivel elevado de funcionamiento
de las partes, la ubicación del lugar de cada parte en el todo, sin el cual no
cabe comprender dichas partes, como el mercado capitalista, sin la producción,
el consumo, la sed de ganancias, etc., 3.-
la estructura en su conjunto sustraída a leyes fundamentales.
Sistema, es por tanto el todo y su organización. Es el
conjunto de elementos relacionados dialécticamente, en el sistema todas las
partes o estructuras se corresponden, la riqueza de unos cuantos se debe a la
explotación capitalista, por ejemplo. Los sistemas se particularizan en
sistemas de ideas, sistemas lingüísticos, sistemas de conocimientos, ciencias,
sistemas de organización, etc., su esencia radica en que teniendo una base
concreta o estructura, en todos predominan leyes, reglas y principios
racionalmente integrados en correspondencia con la estructura.
Según sean las estructuras, su simplicidad o
complejidad, el sistema en su conjunto les corresponderá, en este sentido, el
desarrollo de las estructuras marca el desarrollo de todo el sistema. Volviendo
al capitalismo, el flujo de problemas del sistema, su solución o su cierre
definitivos igualmente marcan el progreso de sus estructuras hasta que ocurre
un límite histórico donde ni en las partes ni en el todo puede haber superación
de las barreras a que se ha llegado, y entonces se hace más evidente la
necesidad histórica de una salida revolucionaria”.[1]
Por dicha razón vemos la dialéctica de la constitución de la
conciencia del sujeto educativo y su ubicación histórica de PODER POLÍTICO,
justo en el contexto de la lucha de clases; se ocultan ahí
potencialmente todas sus mixturas y contradicciones dialécticas, dos PODERES en
una lucha política irresoluble
actualmente en lo nacional e internacional, al significar la conjunción de
todas las formas anteriores de explotación del planeta tierra, y que se
respiran como si fueran el propio aire; en este sentido terminarán su lucha, hasta que se consiga abolir la existencia de la propiedad privada de medios de producción
capitalista, empezando por el principal medio -la tierra-, porque genera la
miseria y la degradación de la gran mayoría de la clase proletaria; así se va
SINTETIZADO todo este sistema de estructuras cognitivas de las diversas épocas,
en las
biografías in-canjeables de cada sujeto educativo (tribu,
individuo, persona, familia, grupo social, pueblo, Estado-nación o Planeta
tierra), en su historicidad social desplegada por esa totalidad política concreta -arte
de ejercer el PODER de defensa de los derechos humanos fundamentales de la
humanidad-, que es en sí, el
propio sujeto educativo universal y particular en espacio temporal contextuado
con precisión, en las relaciones históricas de este poder político de la propia
realidad en México dentro de sus relaciones imperialistas de producción.
Porque estos dos
poderes políticos entre poseedores y desposeídos de medios o instrumentos de trabajo, se viven en la
cultura burguesa y en los síntomas de la cultura proletaria -esclavos/prole/chusma/pueblo
empobrecido/desarrapados-, por medio de una carga afectiva que es francamente POLÍTICA en sí-mismada-egoísta y
desinformada regularmente; y que prevalece en detrimento y desplome de las
condiciones materiales de vida de la clase trabajadora del mundo imperialista
globalizado al ser un menor de edad o un desinformado, a lo largo
de esta historicidad social recorrida,
significando su fuerza de TRABAJO la transformación de un proceso de
APREHENDIZAJE en este PODER POLÍTICO
desplegado, entendiendo por tanto al poder político como la capacidad de hablar/legislar
para ir siendo cada vez más justo.
El ejercicio del PODER político en la defensa de los
derechos humanos, o no, se vive en el
sujeto educativo en proceso de concientización,
como si fueran sólo chispazos de luz y a la vez momentos obscuros sin
explicación racional sensible alguna al ir descubriendo al sujeto -consciente o no- y al objeto
de conocimiento -todo aquello que no tiene consciencia-; por tanto es a
través del ejemplo educativo, que se encarnan en el sujeto los valores y virtudes más sutiles que se transmiten
culturalmente a través del afecto, el deseo, la pasión, el conocimiento, el
instinto, el hábito y, la comunicación dialógica profunda, cuando esta capacidad
comunicativa existe realmente en las relaciones más cotidianas del despliegue
del sujeto objetivado en su realidad y capacidad de distinguir entre lo que
vale y lo que no humanamente, así el sujeto transforma su cultura y ésta lo
transforma a él.
Los valores
humanos entre el bien y el mal, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo grotesco
durante el despliegue de la historicidad social se van distinguiendo en el contexto
de la lucha de clases y de la organización revolucionaria cotidiana, la cual a
veces es imperceptible cómo se ha ido mejorando o empeorando, dando dos pasos
atrás y otro adelante con una utopía de luz enfrentando las diversas
contradicciones por superar en esa búsqueda de justicia, verdad, equidad,
honradez, fortaleza, prudencia y convicción; sin embargo hoy día tendrá que
tener dicho proceso de concienciación un tratamiento educativo y metódico este
trayecto de grandes cambios en el contexto de la tecnología, la ciencia, la
robótica, el arte, las religiones y las formas empíricas e intuitivas que
flotan en el aire nacional/global desde las Pedagogías Críticas, para poder
explicar cómo en el proceso educativo:
“El siglo XX estuvo marcado por sucesivas guerras e
invasiones, dos guerras mundiales, la bomba atómica, poco fue el tiempo en que
no hubiera ejércitos movilizados, tensión y un gasto exorbitante en armamento e
investigación militar. La guerra, las incursiones militares imperialistas y la
represión a los movimientos sociales son acontecimientos que se han convertido
en parte de la vida cotidiana y tema principal de los políticos burgueses en
todo el orbe. Actualmente la invasión a Afganistán, a Irak, los bombardeos
sobre Somalia son los hechos más representativos de la agresividad imperialista
estadounidense, sin embargo, el fenómeno militarista se extiende por todo el
mundo y no es exclusivo de las potencias imperialistas también es pieza clave
del control en los países neocoloniales. Detrás de los ejércitos y las armas
quienes son los principales generales no son los hombres de uniforme verde
olivo, sino los grandes burgueses los dueños del capital financiero, personeros
de los intereses monopólicos y de las grandes compañías de fabricación de
armas, los ejércitos se han convertido en un valioso instrumento de dominación
y conquista, tanto para conquistar un país específico como para arrebatar
nuevos territorios destinados al saqueo de materias primas, abrir nuevas zonas
de influencia y mercados en la competencia entre diferentes bloques. El
ejército, es ante todo el instrumento de fuerza de una clase sobre otra, en el
caso del capitalismo los intereses que defienden las instituciones armadas son
los intereses burgueses e imperialistas, los intereses de la propiedad privada
sobre los medios de producción, de la libertad del mercado. En determinada
etapa de desarrollo de la lucha de clases o del desenvolvimiento económico, las
fuerzas armadas se ponen en marcha desplazando la diplomacia y la política”.[2]
En este orden de ideas, el contexto de historicidad
social en la dialéctica de la identidad del poder político en la lucha de clases, refiere el horizonte de valores construidos
permanentemente, universales y particulares del comportamiento del PODER POLÍTICO del sujeto educativo desde su
infancia, más allá que no pueda el sujeto en
sí y de sí, conceptuar este arcoíris de transformación histórico-social de
su entorno y de sí mismo con una concepción amplia, y mucho menos tener un
juicio de valor en una organización revolucionaria de clase PARA SÍ.
Sin embargo significa para el sujeto el entorno de su época, como un contexto de
poder político-económico y sociocultural ahí latente como totalidad histórico-política en SÍ mismada y desde SÍ mismo, es decir desde su otredad EXISTENCIAL, que lo constituye culturalmente, como
un ser histórico-social a partir de su
raíz de clase proletaria o no, de ahí su identidad y actitudes sociales; sólo
le falta tomar consciencia histórica de ello, para asumirse como tal en otra consciencia transformadora con intención,
convicción, voluntad y libremente, es decir en una consciencia revolucionaria.
Ahí es donde más sirve el trabajo crítico interdisciplinario, que conlleva como
médula a la Pedagogía Crítica, sólo falta articularse en un solo punto
consciente del TRABAJO COMUNITARIO en la investigación histórico-social, a
saber en la necesidad de derrocar al régimen de propiedad privada de medios de
producción o sostener esta relación inhumana, para que todos y todas puedan ser capaces de asumirse como traductores
educativos críticos; de dicha forma se tiene algo con que contribuir en la
educación de masas entre la derecha y la izquierda progresistas, moderadas y/o
fascistas, hoy día el entramado es complejo en la lucha de clases de la
organización humanitaria.
Desde estas analogías hermenéuticas, es posible
dar sentido pedagógico, de acuerdo al
comportamiento del sujeto educativo, en donde se puede ver cómo, la síntesis de la estructura cognitiva del
sujeto particular, se constituye del
despliegue de la totalidad política concreta universal y orgánica, desde ahí se conceptúa que: de 7 a 9 años, el niño y la niña, ya tienen
una fina valoración de percepción de su contexto político-social, porque ya
PUEDEN ir anticipando consecuencias, al detectar los supuestos problemas, que
se expresan en oraciones de “si…entonces”, dado que ya son capaces de intentar
dar solución a dichos problemas, estableciendo medios y fines posibles. Esta
analogía del particular al universal concreto, puesta en su dialecticidad es
necesario intentarla, para comprender cómo la conciencia en sí del niño y la niña en la infancia, es semejante al grado de
conciencia en sí y de sí de cada época, porque son las condiciones materiales de vida en la sociedad las que
definen el grado de conciencia social asumidas por el sujeto histórico-educativo -como lo explica Marx tomando en cuenta
la organización del Partido Proletario y del Sindicato Revolucionario en la
unidad de la clase trabajadora-, que hoy en día ambos son todo un reto de la
humanidad, desde los países más desarrollados hasta los más empobrecidos, es
decir desde los seres humanos más insensibles hasta los más activos como
luchadores sociales.
En tal estructura
filosófico-política, el infante PUEDE
políticamente establecer medios y fines en relaciones que abarcan, ese tránsito
que va de la parte al todo, con cierto grado de abstracción y concreción de la
actividad conciente, de igual manera PUEDEN inferir lo que se sigue de…, es
decir ya elaboran en su pensamiento inferencias de percepción cuestionadoras,
así se va valorando todo el mundo del sujeto histórico educativo, como una totalidad política concreta inescindible,
pero imperceptible en la cotidianidad; en donde cada parte de la realidad
concreta, NO es la suma de las partes, sino CONDENSACIÓN, síntesis histórica o conjunción de todas las épocas recorridas en sus
DIFERENCIAS y en su posible UNIDAD histórico-política en ese tránsito en sí a la figura o representación de sí mismo, como
una totalidad histórica de toda objetivación[3]
del sujeto histórico, tomando en cuenta
que el despliegue del sujeto no tiene que ver en sí, con la edad, sino con el grado de consciencia
histórico-social asumido por este sujeto educativo; en este sentido, el
sujeto puede ser físicamente una persona ya madura de edad, pero estar en la
condición de una conciencia simple e
infantil en sí y de sí nada más, desde la cultura hegemónica burguesa
que domina, al no tener el sujeto
educativo consciencia política para sí
revolucionaria y/o transformadora; porque no ha sido educado con esa
intención, sino todo lo contrario, como un reproductor más de la lógica de
explotación capitalista en su aparato de enajenación y de alienación al trabajo social, además de que para enfrentar
al monstruo del capital se tiene que ser muy cauteloso, por eso es necesaria la
educación de masas con un espíritu militante permanente en las Pedagogías
Críticas en construcción.
“La ofensiva del capital contra el trabajo, sigue ensañándose contra la
existencia de las masas, a seguirlas esclavizando con todos los mecanismos a su
alcance. Impide su organización y su
toma de conciencia, lo que dificulta el papel de los comunistas y
revolucionarios. Sus diversos instrumentos, como los principales partidos
dominantes de la burguesía, lo mismo el alto clero, el ejército, los medios de
información, los tribunales, la ciencia y la tecnología que han puesto a su
servicio, están en esa ‘santa cruzada’ contra el movimiento democrático y
revolucionario, buscan por todos los medios seguir cercenándolo de su
perspectiva histórica. Ante esto las masas proletarias también han dado
respuestas, cada vez más radicales, más organizadas, pero aún con los
ingredientes de la espontaneidad, con el de la influencia pequeño burguesa, que
no les permiten avanzar hacia la revolución socialista”.[4]
A esta conciencia simple, Marx le llamaba falsa conciencia; en cambio Gramsci y
Freire dicen que la conciencia del sujeto no es falsa, pues es la conciencia
que tienen de acuerdo con sus representaciones de toda índole
teórico-científicas, mítico-religiosas, artísticas o empíricas de sentido
común; por eso estos pedagogos críticos piensan, que tal tipo de conciencia se puede potenciar y
transformar con un proceso formador de valores POLÍTICO-EDUCATIVOS superiores en un sentido humano, que
parta desde el SENTIDO COMÚN del sujeto educativo, captando la complejidad de la subjetividad e
intersubjetividad del sujeto; porque
éste aún no se da cuenta de su realidad concreta; debido al EJEMPLO EDUCATIVO de todos los ámbitos de sociabilización
dominantes que se ejercen sobre el sujeto, en la dialéctica de la identidad del
poder político de la lucha de clases que parte en la figura del amo y el
esclavo. Tomando en cuenta que la lucha de clases es el motor de la historia
desde el arte, la cibernética, la informática, la tecnología, la robótica, la
ciencia y el humanismo. Porque se es consciente que la igualdad de
oportunidades sociales, sólo será posible hasta abolir la propiedad privada de
los medios de producción, en donde el
motor social es la vida productiva comunitaria internacional globalizada.
De modo que desde una conciencia simple en sí y de sí, tampoco el sujeto educativo, PUEDE
valorar aún, conscientemente su espíritu revolucionario de transformación
sistemática en la praxis concreta, ni
todo ese proceso de degradación y de violencia ejercidas en las condiciones
materiales de vida del entorno de su historicidad, tanto para el sometimiento
como para la emancipación social, en el comportamiento del infante, como en la
actitud humana-inhumana de su propia dialecticidad contradictoria que lo
envuelve como sujeto enajenado, degradado, vejado y destruido; privando así al
sujeto educativo de su VOLUNTAD consciente íntegra como clase proletaria, es
decir de su libertad como necesidad social; sin que aquí se pueda pensar que
los problemas histórico sociales tienen un carácter voluntarista o caprichoso
como lo hace pensar la cultura burguesa, para todos los pueblos por igual, visto como relaciones en abstracto[5];
sin tener claridad de los matices hermenéutico analógicos y
dialécticos, que implica la relación con
la identidad del poder político en la lucha de clases que impone el Amo endiosado
del imperialismo monopolista oligárquico internacional, que es la propia
cultura burguesa en sus expresiones más degradadas de la estratificación
jerárquica, lineal y absoluta de toda la historia de la humanidad, y que
muchas veces se tolera/resiste, con un sentido de sobrevivencia, y no
siempre de inconsciencia absoluta.
Lo importante de destacarse en este entramado
conceptual del proceso de aprehendizaje profundo
desde las Pedagogías Críticas, es
resignificar la asunción libre y voluntaria del sujeto en ese tránsito en sí al saber algo más de
sí mismo, hasta lograr engarzar sus valoraciones en los síntomas de la
clase trabajadora proletaria para sí, en su propia pertenencia
histórico social, este proceso educativo
de identidad cultural, necesita ser educado de forma consciente, con una
intención definida y con un método crítico, debido a que las relaciones
productivas ahí acuñadas, para luchar políticamente, por mejores condiciones
materiales de vida se ven como algo naturalizado
por la cultura burguesa y de este modo lo hace creer y sentir, en su hegemonía
de abuso de poder político; por tanto, es en la experiencia de esta
preocupación, en donde se siente la intuición de tener que terminar con la explotación del hombre por el hombre en la
educación de masas para sí humanitaria, como un problema de orden educativo y
pedagógico, que se oculta en la estructura mental del sujeto como un trauma
inconsciente que le provoca temor y desconcierto, impuesto por el sacrificio
del castigo dogmático. Así las Pedagogías Críticas tendrán que traducir
a las masas, que se vive la era del principio humano básico -el derecho
humano más importante del siglo XXI-, es decir
del exterminio y la abolición de la extracción de plusvalía al
trabajador proletarizado, en esta última fase de desarrollo del capitalismo
imperialista global, porque la lucha de clases está llegando a su límite por la
violencia impuesta para sostener la desigualdad social a través de la
destrucción, la degradación y la violencia.
Así vemos cómo debido al poder político de la educación religiosa en la conquista
manipuladora del sometimiento, se oculta en la mentalidad del sujeto desde sus
primeros años, como el raport de su
época, la necesidad histórica de tener
que expropiar los medios de producción, para lograr socializarlos
posteriormente, para la satisfacción
vital de las grandes mayorías de la clase trabajadora, eso es el socialismo,
que se impulsa, construye y organiza desde las masas trabajadoras o los
pequeños grupos foquistas.
Vemos cómo muy pocos en los años de formación de
infancia se cuestionan tal situación histórico-política, porque ello requiere
de un
proceso educativo político amplio en todos los espacios educativos (la familia,
la iglesia, la escuela, la calle, etc.); por eso dicho PODER POLÍTICO tiene que ser construido y resignificado por cada pueblo a través
de la lucha en las calles con la clase proletaria, porque efectivamente como
Marx aclara “la emancipación de los trabajadores será obra de ellos mismos”, así se va acuñando la constitución de una conciencia en sí a otra de sí, en la
historicidad de la lucha de clases del sujeto revolucionario para sí, poniendo atención en la
dialéctica de la identidad del poder en esta lucha que hoy día se torna
HUMANITARIA.
De manera que la
primera necesidad del ser humano es comunicarse, a lo largo e infinito de la
temporalidad histórica del sujeto educativo y que éste la comprenda para
transformar su realidad concreta con propuestas educativas posibles; tómese en
cuenta entonces que los medios de comunicación de masas están hegemónicamente
monopolizados en propiedad privada en México, por lo que la gente común dice
cotidianamente con su grillete de esclavo puesto: “de religión y de política es mejor no hablar porque no llegaremos a
nada”,
sin darnos cuenta que ahí está la trampa.
Por eso el abuso de PODER político de la clase
burguesa por sobre el PODER político de la clase
proletaria productora de todo lo existe, necesariamente se capta en los
sentidos del niño y de la niña, quienes aún no pueden dimensionar cómo son estas relaciones de poder
político y de abuso de poder político, pero si pueden acercarse a
comprenderlo de forma cualitativa con esfuerzos DIDÁCTICOS INTENCIONADOS, que a
su vez encuentran en la SOCIEDAD; es decir, en
su campo de batalla de la actual lucha de clases, que aún cohabita en un
espacio de consciencia en sí y de sí,
como una realidad generalizada o abstracta, en tal HEGEMONÍA DEL PODER POLÍTICO
OLIGÁRQUICO IMPERIALISTA, al ser esta oligarquía financiera hoy, la forma más acabada del poder político
CAPITALISTA BURGUÉS; véase cómo son
dimensiones de lo mismo en el campo de la lucha de clases de esta
historicidad social; entiéndase, LA
CONCIENCIA EN SI del sujeto educativo y de su tránsito a saber de sí mismo en
el mundo real con rectitud o autenticidad, esta condición va acuñándose hasta
elevarse en una “consciencia para sí emancipadora” en un proceso educativo, que
deviene en humanización sensible
INTERNACIONAL desde la cultura proletaria por medio del ejemplo contundente
COMUNITARIO en el contexto global neoliberal.
Porque la conciencia en sí en su despliegue de sí,
se puede apreciar en actos cualitativos y cuantitativos, no como una
historicidad lineal o mecánica y estructurante, sino sólo a través de un
esfuerzo de formación intencionado cualitativa, para ello es
necesario comprender que está
ensimismado el sujeto aún en su propia
persona, de forma CAPRICHOSA Y EGOÍSTA, sin poder VALORAR con consciencia política EL TRABAJO REALIZADO POR
TODOS los trabajadores colectivamente a lo largo de la historia, y esa
comprensión no tiene mucho que ver en sí
con la edad del sujeto, en el despliegue
de la historicidad social. Lo importante
a destacarse es PODER valorar políticamente cómo ha sido construida por ellos mismos esa lucha
social en la suma de esfuerzos compartidos, porque nadie es poseedor de la política, como lo hace sentir la hegemonía
burguesa, sino que los derechos humanos en el presente siglo XXI,
los tiene que legislar el proletariado del campo y de la ciudad, identificados
así por su consciencia social de clase trabajadora, en contra del régimen de
explotación corrupto, lo cual significa una tarea educativa planetaria.
En este sentido
el proceso de emancipación también es una LUCHA QUE SÓLO el proletariado
PUEDE REALIZAR en la unidad de la acción de su propio PODER POLÍTICO educativo,
superando la enajenación y asumiendo un papel revolucionario como clase
trabajadora, constituida desde su raíz histórica indígena o de esencia, en su historicidad recorrida y al reconocer
cómo se fue asumiendo desde la infancia; porque
es claro que, no hay ni habrá felicidad para ningún sujeto particular o
social de la clase proletaria nacional e internacional, mientras esta violencia hegemónica que se impone
impunemente por la clase dominante, no se termine en su propia crueldad, para
ello es necesario acercarse a las versiones de la historia crítica, para
comprender para qué y para quién se trabaja en los proyectos de emancipación
social educativa.
“…la esencia, expresada en la ley teórica, tiene un
carácter más profundo, ya que en relación con los hechos particulares
representa una esencia de segundo orden, mientras que las leyes empíricas
actúan con respecto a ellos como esencia de primer orden: … <ley y esencia -señala Lenin-, son
conceptos del mismo tipo (del mismo orden), o más bien del mismo grado, y
expresan la profundización del conocimiento, por el hombre, de los fenómenos,
del mundo, etcétera>.”[6]
El síntoma más notable de la consciencia en sí y de sí hegemónica, es no reconocer el PODER
POLÍTICO del proletariado, al no poder dar
una explicación materialista dialéctica de las relaciones económico-políticas
y socioculturales de la explotación inhumana, como trabajador proletarizado, es
decir despojado de sus medios de producción o de trabajo, entendida esta relación histórico-social como
un todo político inescindible, que en
una concepción meramente existencial del sujeto en si y de sí, no tiene los
referentes con que transformar esa realidad de explotado, porque se le presenta
su vida ideológicamente como partes aisladas y esquematizadas, generalmente con
reducción de información ahistórica.
En este sentido no se
puede conceptuar su situación política de vida,
como una síntesis histórica concreta con nombres y apellidos concretos,
que abarcan la infancia particular y universal del mundo en sus distintas
épocas de desarrollo de conocimiento, de experiencia y de intuición del sujeto
educativo, hasta acceder a espacios de
explicación transformadora activa; así se resignifica esta condensación de
su historicidad social, como un solo momento de raíz cultural, entre lo que se
dice y lo que se hace, en la coherencia de las relaciones de PODER POLÍTICO para emanciparse con rectitud
dialógica, como un proceso de APREHENDIZAJE
por medio del ejemplo constituido en la conciencia del sujeto a lo largo
de la vida activa crítica.
Se conoce cómo
los medios de comunicación humana, van utilizando las didácticas más creativas
poniéndolas al servicio de la cultura burguesa, lo importante desde las
Pedagogías Críticas en construcción es el trabajo contrahegemónico, haciendo presencia educativa con marionetas,
teatro, cine, música, etc. etc. con una juventud interesada en el proceso de
humanización COMUNITARIA, que se gane el reconocimiento multiplicado día a día
en la educación de masas, porque las leyes de los derechos humanos esenciales no las hace el proletariado, sino la
hegemonía del abuso de poder de la cultura burguesa, pues el poder político de
la clase proletaria ni siquiera se considera en los criterios dominantes, sino
que éstos se piensan exclusivos, y como falsas
virtudes políticas tergiversadas,
de los funcionarios, empresarios o personajes parlamentarios,
nombrándoseles hegemónicamente como “la clase política en el poder” del mundo
al revés, pero no se aclara que es en el ABUSO DE PODER POLÍTICO burgués,
el cual tiene un origen histórico con la propiedad privada de medios de
producción, que no es lo mismo que la propiedad individual en pequeña escala,
la cual no genera ganancia a través del trabajo explotado con extracción de
plusvalía en las relaciones de producción, que se fueron desarrollando desde
las comunidades esclavistas, feudales, capitalistas y aún las del socialismo
real, en esta última fase del imperialismo internacional hegemónico globalizado,
para pasar a un socialismo-comunismo en la lucha de clases como construcción en
ciernes.
Este proceso de
aprehendizaje político-pedagógico, se establece por medio de la comunicación franca y abierta de
los compromisos asumidos enfrentando los fracasos y los aciertos, por eso
es significativa la raíz cultural de
pertenencia/reconocimiento y/o agradecimiento solidario, de acuerdo con la
dimensión de conciencia en sí y de sí
desarrolladas en el sujeto histórico-educativo en Otra consciencia superior
PARA SÍ, REVOLUCIONARIA y, como SÍNTESIS
DE TODO ESTE PROCESO UNA CONSCIENCIA HUMANIZADA, que es la lucha actual, por medio del ejemplo virtuoso, ese, que
frente a la mirada de todos, es el más ESFORZADO/responsable en el sujeto individualcolectivo (Cantón), en
esta diversidad de expresiones de las dos culturas fundamentales, la burguesa y
la proletaria, conceptuado así por el materialismo histórico dialéctico.[7]
La principal
razón para NO PODER dar dicha explicación política en este espacio de la conciencia en sí, se debe a que aún se
tiene que superar, esa conciencia confusa de comportamiento simple, o
enajenado, alienado o de subordinación pequeñoburguesa en el orden ideológico
político, por ello es necesario PODER pasar por un proceso educativo político
sostenido de la clase proletaria[8], sin rivalidades
jerárquicas ni prejuicios de discriminación o de exclusión dogmático-religioso,
en ello consiste la COMPRENSIÓN SIGNIFICATIVA hermenéutica crítica en cualquier
edad de la vida del sujeto histórico, dado que la necesidad revolucionaria más
abarcativa, se presenta en donde los educandos también deben de ser educados
políticamente, de acuerdo a las distintas necesidades de clase entre opresores
y oprimidos -plantea Paulo Freire-, para alcanzar una sociedad más justa, más
equitativa y más libre, porque se es lo que el Fondo Monetario Internacional y
el Banco Mundial determinan históricamente hoy ser en el mundo del capital y de
su reproducción, y este comportamiento está en el contexto político
filosófico-pedagógico de cualquier sujeto en particular y en general,
históricamente determinado y referido; en este sentido sabemos que:
“Un ser no se considera independiente si no es dueño
de sí mismo y sólo es dueño de sí mismo cuanto su existencia se debe a sí
mismo. Un hombre que vive del favor de otro se considera un ser dependiente.
Pero vive totalmente del favor de otra persona cuando le debo no sólo la
conservación de mi vida sino también su
creación; cuando esa persona es su fuente.
Mi vida tiene necesariamente esa causa fuera de sí misma si no es mi propia
creación. La idea de creación es,
pues, una idea difícil de eliminar de la conciencia popular. Esta conciencia es
incapaz de concebir que la naturaleza
y el hombre existan por sí propios, porque esta existencia contradice todos los
hechos tangibles de la vida práctica”.[9]
¡Que gusto que mañana 1º. de diciembre 2018 toma posesión en Presidente
de México Andrés Manuel López Obrador, a participar el pueblo de forma activa
no hay más!
[1] Vid. Arenas, César. La cohesión del proceso. Acerca de la organización del trabajo de
masas… Op. Cit. Pp. 9 y 10.
[3] Consúltese. Levinas, Emmanuel. Totalidad e infinito. Ensayo sobre la
exterioridad. Ed. Sígueme, Salamanca
1987. Pp. 201-202. “Esta crítica de la sensación desconoce el plano en el que
la vida sensible se vive como gozo. Este modo de vida no debería interpretarse
en función de la objetivación. La sensibilidad no es una objetivación que se
busca. El gozo, satisfecho por esencia, caracteriza todas las sensaciones cuyo
contenido representativo se disuelve en su contenido afectivo. La distinción
misma entre contenido representativo y afectivo, viene a reconocer el gozo como
dotado de un dinamismo distinto de la percepción. Pero se puede hablar de gozo
o de sensación, aún en el dominio de la visión y de la audición, cuando se ha
visto y oído mucho y cuando el objeto revelado por las experiencias se inunda
de gozo -o de sufrimiento- de la sensación pura en la que se ha sumergido o
vivido como cualidades sin soporte”.
[4] Consúltese. Arenas, César. La cohesión del proceso. Acerca de la
organización del trabajo de masas. Ed. Partido Comunista de México
(marxista-leninista), México 2008. P. 1.
[5]
Porque “la clase dominante no mantiene con la ideología dominante, que es su
ideología, una relación exterior y lúcida de utilidad o de astucia puras.
Cuando la ‘clase ascendente’ burguesa desarrolla, en el curso del siglo XVIII,
una ideología humanista de la igualdad, de la libertad y de la razón, da a su
propia reivindicación la forma de universalidad, como si quisiera, de esta
manera, enrolar en sus filas, formándolos con este fin, a los mismos hombres
que no liberará sino para explotar. He aquí el mito rousseauniano del origen de
la desigualdad: los ricos dirigen a los pobres el ‘discurso más reflexivo’ que
jamás ha sido concebido, para convencerlos de vivir su servidumbre como
libertad”. Vid. Althusser, Louis et
al. Polémica sobre marxismo y humanismo...
Op. cit. P. 22.
[6] Vid. Academia de Ciencias de Cuba. Academia
de Ciencias de la URSS. Ed. Quinto Sol, México 1985. P. 310.
[7] El
materialismo dialéctico, es una expresión acuñada por Plejanov. “El
materialismo de Marx se opuso al materialismo mecanicista... en donde se dio...
el paso de la cantidad a la cualidad según el modelo de la Lógica de
Hegel. Sin embargo, nada de esto hace de
Marx un materialista dialéctico en sentido estricto; el materialismo de Marx
es, en cambio, un materialismo histórico... considerado como método, o la
doctrina, o ambas cosas a un tiempo, del marxismo, específicamente en la forma
que corresponde al pensamiento de Marx”. Vid.
J. Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía. Ed. Ariel,
Barcelona 1994. Pp. 2327 y 2329. Ernest Mandel opina que “El marxismo
es, en última instancia, el producto de la aparición del modo de producción
capitalista a partir de los siglos XV y XVI en algunas regiones de Europa
Occidental (Italia Septentrional y Central, Los Países Bajos, Inglaterra, partes
de Francia, Alemania, Bohemia y Cataluña), sobre la base del cual surge una
sociedad burguesa que domina progresivamente la vida social en todas las
esferas de la actividad humana. El modo
de producción capitalista se funda en la apropiación privada de los grandes
medios de producción y subsistencia (instrumentos de trabajo, tierra,
víveres) por los capitalistas (es decir, propietarios de importantes sumas de
dinero). Estos utilizan una parte de su capital para comprar la fuerza de
trabajo de una clase social, el proletariado, obligado a vender esta fuerza de
trabajo, puesto que ya no tiene acceso a los medios de producción para generar
su manutención. En esta relación antagónica entre el Capital y el Trabajo
asalariado, posibilitada por la generalización de la producción mercantil (la
transformación de los medios de producción y de la fuerza de trabajo en
mercancías) se funda el nuevo modo de producción”. Vid. El lugar del marxismo en la historia. Ediciones y
Distribuciones Hispánicas, S.A. de C.V., México 1988. P. 3.
[8] En la
estructura general de la clase obrera,
ésta “…es el producto más genuino de la sociedad capitalista, ya que al
reproducirse el capital y la acumulación de capital acontece el aumento del
proletariado <…> Su desaparición sólo es obra de especulaciones académicas, lo cierto, es que el proletariado
actual, no es el mismo que el siglo pasado, ha sufrido cambios, pero éstos
tienen que ver con el desarrollo propio del capitalismo, del desarrollo de las
fuerzas productivas, de la división internacional del trabajo, etc. Estos
cambios a diferencia de algunos análisis, muestran el aumento de la importancia
cuantitativa y cualitativa del proletariado mexicano actual <…> Las
condiciones de vida del proletariado industrial no la podemos reducir al
salario, tenemos que hablar de la duración de la jornada de trabajo, la
intensidad de la explotación de fuerza de trabajo, las enfermedades, el aumento
de accidentes de trabajo, las condiciones de vivienda, del aumento constante
del ejército industrial de reserva, transporte, etc., ello da cuenta del
aumento de la explotación y depauperación del proletariado industrial <…>
Esto no es ninguna exageración, en un estudio realizado por la Universidad
Obrera de México, se establece que mil 219 accidentes de trabajo ocurren en
México cada 24 horas, millones de trabajadores están bajo riesgo de trabajo,
tan sólo del periodo de 1989 a 2001 hubo 5 millones 395 mil riesgos de trabajo,
es decir, accidentes de trabajo y enfermedades de trabajo <…> en el sector manufacturero a pesar
de ser uno de los ejes fundamentales de la acumulación capitalista, donde
existen condiciones objetivas para su organización, porque la mayoría no gana
más de dos salarios mínimos, lo cual no es suficiente para reproducir la fuerza
de trabajo del obrero y su familia, una primera explicación es que a pesar de
que se han dado luchas combativas no han desencadenado los mismos efectos
políticos debido fundamentalmente a la extensión cuantitativa del sector
manufacturero, que no se cuenta por rama, y al control corporativo que mantiene
el oportunismo sindical sobre todo de la CTM en estos sectores”. Cfr. Revista Revolución… Op. cit. No. 1
Pp. 12, 13 y 14. Tomándose en cuenta que para el 2018 no han cambiado mucho las
condiciones de explotación de la clase trabajadora.
[9] Vid. Fromm, Erich. Marx y su concepto
del hombre… Op. cit. P. 146.