En el sentido de la praxis
revolucionaria, se identifica
científicamente, que la relación injusta e histórica entre el capital y el
trabajo, inculca una sin razón en la antítesis materialista. Véase como en la
primera “Tesis sobre Feuerbach: en antítesis con
el materialismo tradicional, el moderno idealismo burgués ha desarrollado el
aspecto activo, la praxis, pero no como
actividad humana sensible. La burguesía, a diferencia del clásico señor
feudal, está por cierto atrapada en la producción, pero ante todo a partir de
la circulación. Ella no entiende el trabajo como intercambio orgánico concreto
entre hombre y naturaleza, sino más bien como trabajo meramente intelectual,
como trabajo abstracto: abstracto justamente respecto del intercambio orgánico.
Así puede desacreditar el trabajo físico concreto del asalariado y hacer pasar
el trabajo del espíritu como trabajo auténtico. El principio de la producción
es aquí reconocido, porque los medios de producción, al contrario de cuanto
sucedía en el feudalismo, se han convertido en productos. Y se trata de una relación reglada por un
contrato libre” (Marx, 1977, p. 25); se aclara también que la relación entre
el trabajador libre y el capitalista ya no representa una relación personal de
esclavitud o de servilismo de la gleba, sino que ha sucedido en nombre de ideologías divinas, fantasiosas y míticas,
desarrolladas a lo largo de la historicidad evangelizadora y militar, hasta ser
envueltas en las redes de la dependencia financiera y diplomática del imperialismo, como un hecho
‘naturalizado en el orden de la paz burguesa que entraña la violencia más cruel
de toda la historia de la humanidad’, utilizando un doble discurso
institucionalizado, en torno a beneficiar la acumulación y centralización del
capital para los consorcios financieros
y monopolistas mundiales, en muy pocas manos, esas son las nuevas condiciones
de vida de la exigencia del capital impuesto por el empresariato, en sus
jerarquías y competencias individualistas, hoy en día presentes en cualquier
espacio educativo; involucrando todo un ambiente superfluo y de prácticas
neofascistas y de degradación, que toca a la nebulosidad del narcotráfico
gubernamental abarcando al legislativo convencional en el abuso de poder, en
donde el Estado de derecho está siendo sustituido por un Estado de excepción; parecido
sucede con las prácticas charriles y jerárquicas, ahí la sobrevivencia de las masas sólo recibe las migajas; son hechos
que se van descubriendo y mostrando en la hegemonía del mercado mundial y en
las economías del imperio, bajando estas prácticas en la descomposición social
generalizada de la crisis de valores en México, generalizada por las cúpulas del abuso de poder político;
incluyéndose a grupos sociales simples y complejos en el comportamiento de roles cotidianos institucionales, en los
cuales se ve envuelto el sujeto histórico dentro de la política de Estado,
convirtiéndose de a poco a poquito en hombres y mujeres de Estado en la cooptación al régimen, sea de forma
conciente o inconsciente; es decir alienada o enajenada en su supuesta
neutralidad política funcionalizada; la cual
engendra en el movimiento social,
más injusticia y desigualdad, dada la explotación social capitalista en las
condiciones de vida concretas de
realidades concretas, en ese híbrido de lo multifacético o
multicultural; dicho proceso educativo en las Pedagogías insumisas va
sucediendo sin consciencia plena de ello en las clases subalternas, debido a la
estructura de jerarquías de poder político, al no practicarse en este devenir educativo,
valores de comunalidad como costumbre de
vida proletaria y planetaria, asumida en la praxis revolucionaria de
emancipación histórico-social; lo cual tiene que ver con el imaginario
simbólico de pertenencia del sujeto educativo, pero sin atacar de frente la
propiedad privada de medios de producción que provoca la crisis generalizada
del sistema capitalista de explotación, caracterizado por:
1.
Una cultura proletaria de
resistencia y de acciones de autodefensa.
2.
Hacer Frente común a la extinción
del Art. 3º. constitucional, el 123 y demás reformas constitucionales, como es la última lesión ilegal del contrato colectivo del
Sindicato Mexicano de Electricistas
(SME), en el sabadazo del 13
de octubre del 2009 calderonista. En el Periódico La Jornada, (Oct. 2009, p. 21) Arturo Alcalde lo interpela
cuestionando: En
relación con el SME “¡Si te amparas no hay premio! ¡Si te esperas, después del
17 de noviembre te arriesgas a perderlo todo! Son amenazas para evitar que los
trabajadores acudan a los recursos que la ley les otorga y que los tribunales
de amparo definan quién tiene la razón. Utilizan estos chantajes a sabiendas de
que por la vía legal tienen perdida la batalla, porque necesitan con urgencia
volver a contratar a un buen número de trabajadores para operar las plantas
eléctricas, porque saben que el valor financiero y actuarial de un trabajador
que se liquida incluyendo el premio es sensiblemente inferior al crédito
laboral que la empresa les adeuda en razón de la futura jubilación; por este
motivo, otras empresas paraestatales se han visto obligadas a ofrecer
pre-jubilaciones a los trabajadores con antigüedad avanzada”.
3.
Como las masas son amorfas y aún
están en estado latente e intuitivo,
es vital un trabajo educativo político como apuesta, para que se tenga consciencia de la necesidad de actuar de forma organizada, nacional, local e
internacionalmente.
4.
La etapa prerrevolucionaria -según Lenin-,
se define porque: a) Abajo la
clase trabajadora ya no pueden seguir viviendo como antes. b) Por no gobernar como se venía haciendo (contradicción del
gobierno federal interviniendo como se le da la gana). c) En una crisis de sobre-producción. Y d) En una crisis política de arriba entre la oligarquía financiera
y su monopolio capitalista de Estado; estos cuatro momentos históricos,
marcan la coyuntura para la insurrección
de las fuerzas populares y revolucionarias.
Respecto
al trabajo de unidad con los movimientos sociales en México y pensando la
posibilidad de conformar un Frente
amplio con el proletariado, es necesario valorar
dos situaciones a tomarse en
cuenta en la educación con las mayorías
y con grupos minoritarios articulados en la praxis formativa concreta como
espacios de contra-hegemonía:
1. Si
se está en un gobierno terrorista de
capital financiero.
2. Si
se está en una fase social del movimiento
de masas fascista.
Porque
con un gobierno ‘democrático’ en la
lógica de acumulación y centralización de
capital se incrementa en México la violencia y la degradación, por lo
que falta caracterizar al enemigo de clase, conociendo que éste sí estudia al proletariado en toda su expresión,
en cambio el movimiento de ofensiva sigue siendo aún espontáneo, por tanto es
vital para los procesos de emancipación con base en una Pedagogía crítica bien cimentada metodológicamente,
estudiar de forma teórica y profesional los siguientes aspectos desde la
educación formal, informal y no formal en la dialecticidad de la crisis, sobre
el sector financiero:
1. Falta caracterizar al
capitalismo mexicano actual.
2. Falta caracterizar el momento de la lucha de clases.
3. Falta caracterizar al nuevo
sujeto revolucionario y sus capas en el matiz
de expresión insumisa, pero también
contrarrevolucionarias (disección de la sociedad civil, intelectual,
estudiantil, figuras del poder popular, sindicatos revolucionarios a diferencia
de los independientes, comunidades autónomas, socialdemócratas conciliadores,
etc. etc.).
4. Falta re-significar el
sentido de la Comuna-Asamblea en la lucha por venir a través de las
organizaciones políticas, sectoriales y el partido proletario que sintetice los
intereses de las minorías y mayorías en el trabajo de unidad contra el sistema
de explotación, haciendo un trabajo contra-hegemónico a largo y mediano plazos.
Enseguida
se indican los principales obstáculos que impone el imperialismo, efectuados
por los emporios empresariales en la acumulación
y centralización del capital, que no es más que trabajo acumulado y no
pagado en la extracción de plusvalía, a través del abuso de poder político de
la clase hegemónica; entre los principales
obstáculos monopolistas percibidos para superar la crisis en todos sus
sentidos, se considera: 1. La ley de
la máxima ganancia impidiendo el uso pleno de los recursos disponibles. 2. El control de las economías vía los
centros financieros del imperialismo. 3.
El manejo de nuestros intereses desde las superpotencias. 4. La desindustrialización de nuestra economía. 5. La sujeción al complejo industrial
del imperialismo. 6. El negocio de
patentes y dependencia tecnológica. 7.
La importación
a gran escala de equipo obsoleto y de mercancías baratas. 8. La sustracción de recursos: pagos de la deuda externa, fuga de
capitales y ganancias. 9. La
completa ruina del campo (Cuevas, 2009, p. 6).
En otras palabras, el
profesional docente ha internalizado en este contexto histórico de explotación,
como cuestión de sentido común, un planteamiento profesional que fragmenta la
tarea compleja de enseñar en una serie de pasos simples que incluso un
trabajador no especializado podría realizar; es decir, el profesorado ha sido
incapacitado. La concepción del acto pedagógico queda separada de su ejecución.
Al ir siendo incapacitado, el profesorado puede perder cada vez más su
posibilidad de autonomía. Al acostumbrarse a la pérdida de autonomía, llegaría
a capaz de responsabilizarse de su trabajo. De esta manera, el profesorado
contemporáneo se halla sujeto a formas de control jamás imaginadas por sus
antecesores. La formación de los educadores sirve a menudo para adoctrinarlos
como profesionales incapacitados. Los futuros maestros y maestras pueden caer
en solo aprender a ser supervisados y supervisores en cursos que les enseñan a
anotar meticulosamente objetivos de comportamiento y planes lectivos en el
“formato” correcto, si se conforman en la mediatización de una actitud
tradicionalista.
1.2.