Los orígenes de la
pedagogía crítica pueden encontrarse en las actividades realizadas por el
Instituto para la Investigación Social (Institut für Sozialforschung) de
Alemania, antes del inicio de la segunda guerra mundial, Entre los teóricos que
dieron origen a esta corriente se encuentran Walter Benjamin, Max Horkheimer,
Leo Lowenthal, Erich Fromm, Theodor W. Adorno y Herbert Marcuse. Se trata de
los teóricos que integraron la primera generación de la Escuela de Frankfurt en
1929, y que se vieron obligados a emigrar a otros países, sobre todo a los
Estados Unidos, debido al acoso y persecución de los nazis hacia los judíos e
izquierdistas. La Escuela de Frankfut realiza importantes actividades de
investigación en diversos campos de la cultura y el saber humanos,
investigación y crítica que incluye diversas disciplinas, de acuerdo a la
necesidad de conocimiento y explicación coherente de praxis revolucionaria, a
la antropología, la sociología, la psicología, la educación, la literatura,
etc.
Una segunda generación
de teóricos de esta escuela, entre los que sobresalen Jürguen Habermas y Henry
Giroux, han hecho nuevas aportaciones que están permitiendo a la pedagogía
crítica pueda registrar avances sustanciales, recuperados desde los
presocráticos y las grandes escuelas filosófico-políticas re-significadas o
vueltas a interpretar de acuerdo a las nuevas necesidades en la contradicción
social del mundo contemporáneo, como pueden ser Descartes, Kant, Hegel, Marx,
Engels, Lenin, Lukács, Althusser, Gramsci, Mc’Laren, Apple, Bourdieu, o
recuperando el ideario político-liberador en América Latina contextuada en la
diversidad cultural de su época, así se valora el ideario de Martí, Mariátegui,
Zapata, Simón Bolívar, Che Guevara, Paulo Freire, entre otros más recientes.
El espíritu
revolucionario y liberador en la consciencia de la formación pedagógica
crítica, da pie a su propia estructura metodológica, como puede valorarse en
las siguientes premisas filosófico-políticas en términos de construcción
pedagógica y educativa:
1. La sangre nueva puede empezar por reconocer el sentido de la libertad del
mundo latinoamericano, la cual
tiene que escuchar la palabra de
esa clase trabajadora que está sometida y subsumida a la lógica de
privatización monopolista agudizada desde 1982, al
imponer el abuso de poder
político del imperialismo capitalista internacional.
2. Esta fase de desarrollo al
parecer representa la última fase del
capitalismo, como lo teorizó Lenin, teniendo claro que: "La liberación de
los trabajadores sólo puede ser obra de los trabajadores mismos".
3. Son los pueblos explotados quienes tendrán que
asumir su historicidad, como una sola revolución en América Latina.
4. Es necesario por tanto problematizar y potenciar la
sensibilidad política del sujeto educativo con memoria histórica, para activar la integración de los procesos
sociales, comprendiendo que cada
sociedad es única, de acuerdo a su contexto y su temporalidad.
5. De lo que se trata es de aprehender múltiples lenguajes
posibles liberadores en términos humanos, con base
en nuestra cultura milenaria en la organización social del sentido, interiorizado
por los sujetos (individuales o colectivos) y objetivado en la …formación…
de ser; todo ello en “contextos históricamente específicos y socialmente
estructurados” (Thompson, 2002, p. XXIII).
6. Desde el filón marxista
referido, estudiar en la acción, los
matices que propicia la
pedagogía de Antonio Gramsci, quien distingue a la cultura tomando en cuenta tres momentos en el comportamiento del
pueblo o sociedad civil: 1. La producción de nuestro trabajo. 2. La valoración
ético-moral de este trabajo, y 3. Las tradiciones y costumbres a
respetarse e integrarse en una dimensión de civilización humanizada de ese rapport pedagógico.
7. Rescatar lo registrado por
Lenkersdof en cuanto a la cultura nosótrica, siendo nos… en otros. Él lo conoció, cuando pudo convivir en
profundidad con las comunidades de Los Altos de Chiapas, entre los
pueblos indígenas en la diócesis de Samuel Ruiz. Así descubrió que estas voces
liberadoras, serán una voz más en la oralidad, historicidad y memoria en
América Latina, desde su realidad mágica
y humana que cobija.
8. Tener en cuenta con una mirada pedagógica con metodología
crítica en la correlación de fuerzas,
siendo hoy vital analizar en la
filosofía política, la nueva relación entre China,
América Latina y el Caribe en la defensa histórica de la madre tierra, vínculo
que es cada vez más estrecho y de difícil vuelta atrás. Porque frente a la
crisis de EEUU están actuando los gobiernos más conservadores y proclives,
cuidando sus intereses imperialistas (como es el caso paradigmático de
Colombia), necesitando reforzar ahora sus vínculos económicos con China, que se
coloca como la primera potencia mundial (B.M., 2011, p. 1).
Enfatizamos en que el enfoque metodológico
empleado desde una postura del materialismo histórico dialéctico en torno a
re-significar el sentido crítico de la pedagogía, exige un estudio en
profundidad de la compleja realidad social a través de un proceso de
investigación cualitativa, que ubique tiempo y espacio del sujeto histórico
concretos en la plenitud de su movimiento.
Desde esta perspectiva, la investigación sobre
la práctica docente, de una actitud tradicionalista hacia una práctica
pedagógica crítica para la transformación, apunta a 4ncontrar el significado y
la comprensión de la denominada pedagogía crítica, que profundiza en los
valores y en el proceso democrático posibilitando acciones de cambio,
particularmente ante la posibilidad que tienen los profesores de ejercer un
trabajo potencialmente transformador y en posibilidades de potenciación.
Porque el profesor, como intelectual
transformador es capaz de desarrollar un discurso contra-hegemónico,
potenciando a los estudiantes y alumnos pequeños, no sólo en cuanto a las
habilidades sociales que necesitarán para actuar en el conjunto de la sociedad
con sentido crítico, sino que además los puede educar para la acción
trasformadora, de calidad humana.
En palabras de Henry Giroux, es abierta su sugerencia, puede educarlos para
el riesgo, para el esfuerzo por el cambio institucional y para la lucha tanto
contra la opresión como a favor de la democracia fuera de las escuelas y en la
sociedad en general.
Desde esta sugerencia transformadora, es
viable que se tendría que hacer que los educadores afronten globalmente los
temas concernientes al proceso educativo, en particular la propia formación del
profesorado, que interfiere con las capacidades transformadoras de los
educandos y educadores.
Así la metodología que se sugiere es situarse
dentro de los contextos concretos de forma consciente de acuerdo con los
siguientes aspectos:
1.
La observación crítica transformadora en una forma de
investigación llevada a cabo por quienes ejercen una profesión docente
recuperando de forma autocrítica sus propias prácticas educativas.
2.
Dado que el objeto de estudio es la propia práctica del proceso
educativo como proceso de humanización, comprendiéndose lo estudiado en el
propio debate del estudio reflexivo, como ‘fenómeno del hecho acontecido’,
ejerciendo su tarea docente por ende como praxis dialéctica de la totalidad.
3.
Se sugiere propiciar espacios educativos horizontales y de
participación democrática en donde todos sean capaces de dirigir los procesos
de la existencia humana buscando el mejoramiento de dicho proceso educativo.
4.
La forma auto-reflexiva entre los participantes sociales se
funda en la racionalidad y la justicia de sus propis prácticas educativas,
situándolas como un permanente proceso de transformación que destruya la
injusta relación entre el capital y el trabajo, es decir, las relaciones entre
opresores y oprimidos.
5.
Por lo que no sólo el sentido curricular, el desarrollo
profesional, el mejoramiento de los programas y principalmente de los proyectos educativos de vida desde
una política-filosófica humanista e incluso institucional en la construcción de
una nueva sociedad en equidad.
6.
Se requiere de una concepción del mundo de la vida a partir de
comprenderla desde una espiral consciente de observaciones, planteamientos,
acciones, reflexiones y principalmente de construcción de estrategias de
enseñanza-aprendizaje en contextos concretos de acuerdo a las necesidades
materiales y subjetivas en la formación de valores humanos en cada época en
contra de la injusticia y la opresión del hombre por el hombre.
7.
Se requiere también de cooperación solidaria y respetuosa a la
diversidad de posibilidades en el hacer, para resolver problemas en contra de
toda actitud alienadora.
8.
Dado que la propuesta de reflexión práctica transformadora es
viable en la crítica y la autocrítica.
Nos queda claro desde esta posible metodología
de interpretación cualitativa y hemerográfica que la práctica docente, es un
trabajo derivado de un proceso natural e histórico-cultural, y se convierte en
un proceso social y complejo en la medida en que éste se desarrolla y sobre
todo, se vuelve trabajo asalariado y supeditado al capital; es decir, en la
forma en que un grupo hegemoniza el modo de producción. Si bien, el hombre al
entrar en contacto con la naturaleza la transforma y se transforma a sí mismo,
habría que concluir que en el proceso histórico de la producción y reproducción
del conocimiento, del dominio de la naturaleza y de la forma en que el hombre
en sí se transforma, la educación ha venido jugando un papel fundamental; y por
ende, la escuela, es una institución por excelencia del capitalismo, ya que es
en el régimen capitalista en donde la preparación para el trabajo está a cargo
de la institución educativa, quien transmite y genera conocimiento científico y
califica técnicamente a las nuevas generaciones, bajo el concepto de la
“práctica docente”.