Friday, July 2, 2010

La crisis del sistema capitalista

La crisis del sistema capitalista, “responde a una contradicción más profunda y fundamental del sistema económico vigente: a la contradicción existente entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación”

Karl Marx

La formación pedagógica militante para destruir a la propiedad privada de medios de producción, requiere de la sensibilidad político pedagógica militante, ya que el poder político pedagógico en su dialéctica militante, conlleva un proceso histórico que tiene, productos culturales de una época en sí en sus relaciones de poder ideológico-político para sí, entendido este proceso como capacidad de ejercer el derecho ante cualquier tipo de sometimiento, engaño e injusticia, a través de la expresión comunicativa dialógica de sí al para sí, por ser ésta la principal capacidad humana en la formación de valores del ejemplo virtuoso en el campo de la educación de masas; es decir de producción social, de valoración en la necesidad de elección dentro del contexto de su mundo tradicional cambiante, según la lucha de clases vigente, lo cual da un sentido de vida y de muerte en el significado de su historicidad social, teniendo la razón del amor a la vida emancipada de la explotación en la venta de mercancías degradadas, por lo que se hace necesaria una pedagogía, acerca del abuso del poder político monopolista que marca el rumbo degradante en la vida humana internacional, nacional y regional.

De acuerdo a lo desarrollado en la epistemología marxista, que hoy día resulta ser la más abarcativa en su explicación histórica en el comportamiento enajenante y explotado en la desigualdad social, toma en cuenta en la formación de valores histórico dialécticos, sus representaciones, símbolos, imágenes, angustias y condiciones materiales de existencia del sujeto educativo, pero muchos de estos entramados epistemológicos aparecen implícitos, por lo que es vital desarrollarlos, para enfatizar la injusta DESIGUALDAD SOCIAL para sí, porque sólo la CONSCIENCIA DE LA CLASE PROLETARIA es poder político real, en la DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS fundamentales que tienen sus propias leyes en el despliegue del hacerse humano, con base en un trabajo interdisciplinario multifacético en las relaciones sociales de producción y en la división social del trabajo, propiciado en la Asamblea dialógica, sin que ello sea garantía en la correlación de fuerzas, en donde la vanguardia obrera se pone al frente del poder político en la era militante del siglo XXI, en donde se tendrá que hacer una disección científica, en procesos de aprehendizaje, que permitan al sujeto histórico-educativo, diferenciar los entramados entre la cultura burguesa y la cultura proletaria, haciéndolos conscientes en el acto educativo frente a la mirada juiciosa del porvenir emancipatorio socialista-comunista, en la abolición de la injusta relación entre el capital y el trabajo, haciendo una reflexión crítica y dialógica sobre los comportamientos humanos que parecen obvios y por lo mismo se quedan en la naturalidad de la indiferencia o en enfado para no asumirlos como propios y menos aún como posible proyecto de vida.

“En las entrañas mismas del capitalismo se engendran las condiciones de su muerte y sustitución por el nuevo régimen: el socialismo.

El desarrollo de las fuerzas productivas llega a ser incompatible con todo el régimen social y político del capitalismo.

Al mismo tiempo, crece y se desarrolla la nueva clase llamada a vencer la resistencia, en la que los capitalistas se oponen a desaparecer la propiedad privada de medios de producción, como clase que sobrevive en la manipulación y la represión, síntomas de la decadencia capitalista, enfrentándose así a la razón sensible de la escena histórica: el proletariado.

<…>¿Por qué el proletariado es la clase designada por la Historia para poner fin al capitalismo e instaurar el socialismo?

Por las siguientes razones <…>:

La clase obrera es la clase más explotada de la sociedad capitalista. Sus mismas condiciones de vida la convierten en el enemigo firme e intransigente del orden capitalista, empujándola en la lucha contra él.

- Los obreros por su misma situación en la producción están ligados al futuro de ésta y no a su pasado. El desarrollo de la gran industria no amenaza la existencia del proletariado como clase (a diferencia de lo que ocurre con los grupos sociales formados por campesinos, artesanos, pequeños capitalistas, a los que la gran industria va arruinando y destruyendo.) La posición de la clase obrera en la sociedad se fortalece, aumenta el número de obreros y su importancia en la vida económica y social.
- Los intereses y aspiraciones de la clase obrera coinciden objetivamente con las necesidades de las fuerzas productivas. Estas, para expansionarse sin trabas, necesitan que desaparezca la propiedad privada sobre los medios de producción. Los obreros, para liberarse de la explotación de la que son víctimas, necesitan exactamente lo mismo.
- La clase obrera es la Única que reúne las cualidades combativas, que son necesarias para una tarea tan ardua como es la lucha contra el capitalismo.

En primer lugar tiene a su favor el número, la masa, que crece con el mismo desarrollo del capitalismo.

En segundo lugar, tiene mayor capacidad de organización que otros grupos sociales, en virtud de sus mismas condiciones de vida. El trabajo en la gran industria no sólo agrupa a los obreros, sino que contribuye a cultivar en ellos rasgos como el espíritu colectivo, de equipo: la predisposición a la disciplina, a la solidaridad, al apoyo muto, cualidades que, si son inapreciables en el trabajo, lo son también en la lucha.

Mientras más progresa la industria moderna, más necesita trabajadores de un nivel cultural y técnico superior a los de otras épocas, lo que facilita la asimilación de las doctrinas del socialismo científico. Por ello el proletariado industrial es el sector más avanzado de las clases oprimidas.

Por las razones expuestas, la clase obrera reúne mejores condiciones que otros grupos sociales para desarrollar su conciencia política, para asimilar la teoría revolucionaria, para organizarse en un partido combativo, sin el cual no es posible la lucha victoriosa contra el capitalismo ni la conquista del poder político.”

Tómese en cuenta la capacidad humana de un largo proceso de autorreconocimiento del TRABAJO PROLETARIO, porque éste ha ido abriendo camino con fundamento en una identidad sensible del sujeto educativo, en el proceso de formación cultural EN LO QUE SE APREHENDE con un carácter de la cultura hegemónica de pertenencia, ello sucede en un mosaico multicultural de matices casi imperceptibles del sistema de ideas, a través de su historicidad social intersubjetiva, por ser la hegemonía de valores de posesión y de despojo, la esencia pedagógica que inculca la cultura burguesa como eje que define el comportamiento de la clase explotada, que se mueve entre la carencia, la necesidad material y la alegoría de la vida popular de pertenencia, en las fibras más sutiles de su cultura proletaria, aún sin saberse reconocer como tal historicidad social.

Obsérvese de qué manera desde el TRABAJO ESCLAVO, éste padecía un sentido de negación que la cultura hegemónica oligárquica, le obligaba tener que aceptar frente al miedo a la muerte, ahí el trabajo manual más pesado era despreciado, justo por este sentido de muerte que naturalizaba la división histórico-social del trabajo humano-inhumano; este comportamiento de origen en el aprehendizaje por medio del ejemplo, ha incidido en los sentimientos de la cultura proletaria hasta el presente, en ese despliegue dialéctico de épocas transcurridas como síntesis de la realidad orgánica concreta; por eso hoy el partido de la clase proletaria juega un papel esencial en la formación y en la organización política del nuevo revolucionario en el poder político militante.

Al respecto, Anibal Ponce aclara cómo “en el momento de la historia humana en que se efectúa la transformación de la sociedad comunista primitiva en sociedad, dividida en clases, la educación tiene por problema propio: luchar contra las tradiciones del comunismo de tribu; inculcar que las nuevas clases dominantes no tienen otra finalidad que asegurar la vida de las clases dominadas, y vigilar atentamente el menor asomo de protesta para extirparlo o corregirlo. El ideal pedagógico naturalmente, no puede ya ser el mismo para todos: no sólo las clases dominantes cultivan uno muy distinto al de las clases dominadas, sino que procuran además que la masa laboriosa acepte esa desigualdad de educación como una desigualdad impuesta por la naturaleza de las cosas, y contra la cual sería locura rebelarse”.

En este entramado educativo de hermenéutica analógica contemporánea, es necesario dar cuenta de la formación pedagógica militante en sí, con la intención de ir incidiendo, como un largo proceso político de sí, en el derrocamiento de la propiedad de medios de vida o de producción para sí; dado que estos medios pertenecen al trabajador directo históricamente, pero le han ido siendo arrebatados de forma violenta en la desigualdad social que engendran las condiciones materiales de vida y su valoración oligárquica, a través de las conquistas y con los procesos de colonización en el comportamiento naturalizado; actitud condensada en la historicidad social, que hoy día se vive con características neofascistas en esta última fase del imperialismo mundial, que es la más egoísta y cruel de toda la historia humana, por lo que la propia nanotecnología y la ciencia tecnológica permitirán la emancipación de las masas trabajadoras en su unidad más fraterna, solidaria, consciente, en trabajo compartido, hoy ejercitado por necesidades de sobrevivencia frente a la indignación del esclavo moderno, que es capaz de identificar en el propio cuerpo su dolor y carencia; sólo le falta ver la película de la decadencia del capital completa de forma integrada, por tanto no es extraño que sean los periodistas críticos, quienes hoy están siendo asesinados y laserados por levantar su voz para informar la verdad, hasta que sean las masas militantes, sin caudillos ni líderes de barro, las que avancen para incitar a la destrucción de los grandes imperios monopolistas de los estados del capital, por su ilegalidad, degradación y abuso de poder político.

Porque “más celosas de lo suyo por la importancia de los intereses que debían defender, y por la posibilidad de reflexionar sobre esos intereses mediante el ‘ocio’ que les aseguraba el trabajo ajeno, las clases opresoras adquirieron con respecto a las oprimidas una más clara conciencia de ellas mismas. Fue en virtud de esa máxima precisión en sus propósitos, que adecuaron a éstos su propia educación y la educación que impartían a los negados no los abandona jamás”.

La esencia de las relaciones de opresión a través de las épocas hoy la detenemos en esa película didáctica, con la intención de irse haciendo humanas, es decir conscientes, dado que es necesario reflexionarlas pedagógicamente para valorar sus cambios cualitativos como espacios de superación permanente; seguramente se preguntarán ¿superación en dónde?. Sí superación en la temporalidad concreta del sujeto educativo con una visión contrahegemónica, entiéndase el propio cuerpo humano, para alcanzar momentos de alegría, honestidad, satisfacción colectiva y, la virtud humanizada a través de la sonrisa de los niños y niñas emancipados de la explotación maquiladora, en donde el empresariato monopolista los ve como mano de obra barata, que tendrá que sobrevivir en la cultura del silencio, como animalitos arrinconados frente al trabajo ilegal infantil.

Véase esta misma esencia de opresión, volviendo al ejemplo contemporáneo, sobre el negocio de la educación, en la vía Alianza por la Calidad de la Educación-Universidad Pedagógica Nacional, en tres momentos para su comprensión significativa, valórese, en el ejercicio del abuso de poder político hegemónico en el que, se sintetiza como proceso de la historicidad social, entendiéndose a cada sujeto como totalidad política concreta, dado el papel jugado en la lucha de clases que como se aprecia tiene matices históricos de dicha opresión, aquí se destacan tres momentos articulados, que expresan esta condición política en su totalidad concreta:

1. Régimen de explotación a derrocar en la parafernalia de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) vinculada con la descentralización de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN):

Desde la visión de la Pedagogía Crítica, se sostiene que las contradicciones secundarias en el comportamiento y en la lucha de género, de raza, en el ámbito de la prostitución, de etnia, por tierras, por religiones, por plazas magisteriales, por preferencias sexuales, por las muertas en las maquiladoras de asinamiento y de narcotráfico, etc. etc., todas estas formas de sobrevivencia para la clase trabajadora, son condiciones de vida que se están extendiendo a nivel nacional, como producto histórico del origen dialéctico en el abuso de poder entre el amo y el esclavo que es la forma de explotación más antigua, quizá por eso la podemos comprender mejor; así como el abuso de poder impuesto en el proceso de aprehendizaje por medio del ejemplo de la cultura burguesa hegemónica desde sus aparatos ideológicos de control militar, como se perfila en la ACE-UPN, provocado por la contradicción fundamental entre el trabajo y el capital, es decir entre la producción y la no socialización de lo producido; esta razón histórica es importante desmitificarla, en el encubrimiento institucional, regulado por la ideología burguesa, como lo denuncia la Pedagogía Crítica de Antonio Gramsci.

Este comportamiento histórico de dominación naturalizada entre el capital a costa del trabajo, se ha estructurado en la subjetividad del sujeto educativo, representándose en la figura caciquil, empresarial, caudillista, oportunista, charril o infantilista, en el peor de los casos como el "funcionario tecnócrata idealista con un romanticismo insultante", dada la desigualdad social y la falta de oportunidades para una educación auténticamente comunitaria, en el mosaico de la estratificación jerárquica que se transmite de forma sutil, o sumamente grotesca, a través de la familia, en los medios de comunicación, en la religión y desde la educación básica hasta el posgrado; ahí el sujeto debe ser preparado conforme a un régimen, fundado en dogmas y dobles discursos del contexto hegemónico, sabiendo de sus excepciones y matices diferenciadas, de acuerdo al grado de consciencia social asumido; entiéndase un comportamiento desarticulado, apolítico, desclasado, competitivo, individualista, y ahistórico, fortaleciéndose este perfil sustantivo en la ACE-UPN como muestra retrógrada del acto educativo, esta muestra sirve para valorar cómo se irá abarcando la lógica de privatización “por decreto” de todo el sistema educativo mexicano, hasta generalizarse la práctica de tercerización del trabajador sobreexplotado que impone la división del valor burgués entre el trabajo intelectual y el trabajo manual.

De tal forma, el trabajador directo queda carente de todo derecho humano laboral, obviamente sin el arma de lucha histórica, política y filosófica, que es la huelga como lo perfila la reforma a la Ley del Trabajo, y sin derecho a la seguridad social, como es la nueva Ley del ISSSTE, para quedar la gran mayoría de la población en esa condición absoluta de sobrevivencia esclava, con perfil maquilador enajenante y degradado al servicio del empresariato monopolista; por ello es tan necesario separar el trabajo del campo y el de la ciudad en la cultura burguesa del imperio entre los gobiernos de Estados Unidos y el de México, perdiendo paulatinamente éste su soberanía nacional y autosuficiencia alimentaria, científica y tecnológica.

De tal forma el magisterio “a) Debe ubicar correctamente a las clases en conflicto y los intereses antagónicos que sostienen, así como los intereses sociales concretos de su sector, que van de la mano de los proletarios. b) Observar el lugar de las contradicciones generales y las que le son impuestas por las relaciones capitalistas al mismo magisterio en base a la división social del trabajo. c) La definición del rol magisterial en las actuales condiciones, en el campo de la vida social dominada por el capital frente a la necesidad de enfocarse a la salida de ruptura. d) Los problemas a resolver que en muchos casos han sido un verdadero quebranto a su organización ascendente estancándole en el gremialismo, cuando no, que han socavado algunas de sus conquistas. e) La determinación a seguir en el proceso democrático y revolucionario de una forma consciente, superándose de sus viejas limitaciones y ataduras que restringen su unidad, su organización, sus acciones.”

Sin embargo es claro que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y los grandes movimientos sociales actuales como el de la Organización de Pueblos en Defensa de la Tierra en San Salvador Atenco (OPDT) y la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO), han tenido que enfrentar con dignidad y humildad luchas reprimidas por el fasicismo mexicano, encabezados por Felipe Calderón, Ulises Ruíz en Oaxaca y Peña Nieto en el Estado de México, ambos lugares perfilados para extender el proyecto maquilador Plan Puebla Panamá, también denominado por el empresariato imperialista Proyecto Mesoamérica, que sólo traerá a México degradación y miseria, como ya está documentado.

Por eso decimos, que aún perdiendo realmente los pueblos organizados siempre estarán ganando en favor de su emancipación total como un acto pedagógico militante, cuando se logre la toma del poder humanizado, para eso es necesario ir venciendo el abuso de poder político en el despliegue histórico de caciques, líderes corruptos, gobers preciosos, parlamentos electoreros del capital y la prepotencia jerárquica del Estado capitalista en México.