Thursday, November 20, 2025

"La Marcha Z": violencia y cuadratura del círculo de la derecha.

 “La Marcha Z”: violencia y cuadratura del círculo de la derecha

Carlos Figueroa Ibarra.

Contrariamente a lo que está sucediendo en otras partes del mundo, la derecha mexicana se encuentra ante la cuadratura del círculo en lo que se refiere a buscar cómo socavar la hegemonía actual del progresismo. A lo largo de los últimos siete años la hemos visto enarbolar diversas banderas que pretenden convertirse en el dardo mortal que haga derrumbar a la Cuarta Transformación que se inició con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018. Recordemos algunas de esas banderas: la violencia desbocada que se observa en el país; el manejo inepto y criminal de la pandemia entre 2020 y 2022; la corrupción rampante que invade al Estado; el narcotráfico que ha cooptado al presidente López Obrador y a la candidata Claudia Sheinbaum y a los dos gobiernos 4T (“narcopresidente”, “narcocandidata”, “narcogobierno”); la instauración de un régimen dictatorial en el país a partir de 2018 que por añadidura está vinculado al crimen organizado (“narcodictadura”); el ataque al Instituto Nacional Electoral y al poder judicial (“el INE no se toca”, “la Corte no se toca”). Nada de todo esto les ha funcionado.
Las campañas mediáticas que usan las redes, la radio, la televisión, la prensa escrita son implacables. Pero no han podido resolver el problema de cómo pegarle debajo de la línea de la flotación a la nave de la 4T. Las encuestas de popularidad de la presidenta Sheinbaum reflejan un nivel de aceptación similar o incluso un poco mayor del que solía tener Andrés Manuel (70-80%). Lo que nos indican los analistas es que la oposición en México se encuentra en la lona. La única oportunidad que tiene la derecha a nivel mundial es que la crisis económica acabe con las esperanzas en un gobierno progresista. Esto acontece así porque la derecha no tiene otro proyecto más que más o peor de lo mismo: el neoliberalismo o el neoliberalismo recrudecido. La derecha solamente ha podido prevalecer capitalizando la crisis neoliberal. Es lo que ha sucedido en Estados Unidos y en Europa, es lo que está sucediendo en Argentina y en Bolivia. Es lo que puede suceder en México si la estabilidad económica que ahora existe se viene abajo.
Por todo lo anterior, la marcha que la derecha organizó el 15 de noviembre tuvo que levantar dos banderas coyunturales apostándole a que podrían servir como una gran ola sobre la que se habría de montar: el asesinato del alcalde de Uruapan Carlos Manzo y la falsedad de que era una marcha convocada por la llamada generación Z. Con respecto a la primera bandera, Grecia Quiroz la viuda del alcalde asesinado, ahora alcaldesa de Uruapan se deslindó de la marcha diciendo que no conocía a los organizadores y rechazó que actores externos intentaran colgarse del movimiento fundado por su esposo. Con respecto a la supuesta convocatoria hecha por jóvenes integrantes de la generación Z, el análisis hecho por expertos de las cuentas de redes sociales que convocaron a la asistencia a la marcha revela, que se hicieron desde el exterior (Estados Unidos, España y Colombia), que provenían de sectores de la derecha y que fueron difundidas masivamente a través de bots. Algunos influencers representativos de la generación Z se deslindaron de dicha difusión. La Presidencia de la República denunció en su conferencia de prensa mañanera que se habían invertido aproximadamente 90 millones de pesos (4.9 millones de dólares) en la campaña mediática para convocar a la marcha y difundir propaganda negra sobre el gobierno de Sheinbaum.
Así las cosas, la marcha del 15 de noviembre se realizó sobre todo en la capital de la república mexicana y los miles de asistentes a ella (el gobierno de la Ciudad de México calculó en 17,000 el número de asistentes) no fueron en su mayoría jóvenes nacidos entre 1997 y 2012. Igual sucedió en las pequeñas marchas observadas en las 27 de las 32 entidades en las que se efectuaron marchas similares. Buena parte de los asistentes fueron adultos o más aún, adultos mayores participantes muchos ellos de las llamadas “marchas de la marea rosa” (llamadas así por ser rosa el color emblemático del INE que supuestamente defendían). También se observó en la marcha en la Ciudad de México el apoyo o presencia de dirigentes políticos provenientes del Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ricardo Salinas Pliego y TVAzteca y Claudio X. González también. Si estos fueron los componentes principales de la marcha derechista, el componente Z fue absolutamente minoritario.
La razón es muy sencilla y la expresó una encuesta en abril de El Financiero, medio no afecto al gobierno: el 86% de la generación Z aprueba al actual gobierno. Y tres encuestas de Enkoll levantadas en mayo, septiembre y octubre del presente año revelan entre un 71 y 79% de aprobación. Son reveladores estos números si se toma en cuenta que la generación Z son 30.4 millones de jóvenes en México de los cuales 14.5 (47.6%) no tiene empleo. De esos 14.5 63.4% son mujeres. El analista hindú Vijay Prashdad en un artículo (“Siete tesis sobre los levantamientos de la generación Z en el Sur Global”) nos dice que esta situación es compartida en el sur global en donde la generación Z se enfrenta a la explosión demográfica juvenil, el desempleo y dificultades para el acceso a la educación, la migración forzada hacia la ciudad y el norte, el cambio climático, la informalidad.
El oportunismo de la derecha para usar la ola de manifestaciones de la generación Z en países como Nepal, Indonesia o Perú y en otros países para dar la apariencia de que en México se observa un fenómeno similar no es preocupante. Puede resultar hasta hilarante dado los resultados vistos este sábado 15 y las encuestas antes apuntadas. Lo que resulta preocupante es la manipulación reaccionaria de sucesos como los acontecidos en Nepal, donde la generación Z provocó un estallido social que culminó con la caída del gobierno en medio de una violencia inaudita: fueron incendiados el edificio del Parlamento, la sede del Tribunal Supremo, la residencia del primer ministro, el presidente y fueron asesinadas una veintena de personas.
La convocatoria que se hizo para “la marcha Z” se mezcló con un discurso de odio y con la organización de un contingente violento de unas cien personas quienes, armados de esmeriles, ganzúas, palancas, barras de hierro además de cohetones y petardos de humo, violentamente lograron derribar parte de las vallas que protegían al Palacio Nacional y lesionaron a un centenar de policías que protegían el edificio. La marcha fue pacífica, su culminación en el Zócalo fue violenta y la violencia fue vitoreada por parte de los que llegaron a ese lugar. De hecho, al no colocar un templete en el Zócalo, los promotores de la marcha evidenciaron que no era un mitin final lo que perseguían. Los medios reaccionarios magnificaron los hechos (“caos en el zócalo”) y lo presentaron como una violenta represión gubernamental.
Un reportero, Alejandro Meléndez, entrevistado por el conocido periodista Julio Hernández López (Astillero) aseveró que el contingente de violencia organizada no era el Bloque Negro (anarquistas y feministas radicales) sino que se trataba de un grupo de otro carácter (¿neofascista?) y que le hacía recordar las violentas manifestaciones callejeras protagonizadas en Venezuela: las guarimbas. Preocupante es que en su testimonio varios de los integrantes del numeroso grupo de choque amenazaban a los policías en nombre de carteles del narcotráfico. Ya ha sido anunciada una nueva “marcha Z”. Al parecer, la desesperación reaccionaria por no encontrar la cuadratura del círculo puede derivar en una violencia con intenciones golpistas. De ser así, lo ocurrido el sábado 15 puede ser el preámbulo de algo nuevo. Veremos.

Wednesday, November 19, 2025

Cuando la {{Ronda}} se vuelve pertinente.

 Fernando Cajas.


Esta mañana de lunes con niebla y frío bajaba yo la 12 avenida en dirección del Sur, la histórica calle lateral al antiguo Banco de Occidente, justo enfrente al edificio llamado Pasaje Enríquez, ambos centenarios. Otrora esa calle se llamaba Cuesta de San Nicolás, porque previo al terremoto de 1902 esta calle hacia el Norte del parque central llevaba a la antigua iglesia San Nicolás, que se encontraba frente a lo que ahora es el Instituto de Varones de Occidente, INVO. Esa calle termina al Sur en la falda del Cerro Quemado, lugar todavía llamado el Tope de Xelajú.

Mientras transitaba en el centro de la bella ciudad altense, sintonicé la Ronda, una especie de mañanera con la agradable sorpresa que esta vez la dirigía el mismo presidente Arévalo. A diferencia de las tradicionales rondas que he escuchado, donde un secretario de Comunicación cada día venido a menos dirigía inocentemente este importante evento quitándole el liderazgo al su mismo presidente, esta vez el presidente dirigía, como debe ser. Explicaba el presidente los programas sociales sobre la eliminación de los pisos de tierra.

Ciertamente la eliminación de pisos de tierra no parece ser algo de trascendencia para quienes hemos vivido en pisos de cemento o de cerámica. Pero no. El poner pisos de cemento es trascendental para las familias pobres decía elocuentemente el presidente, viendo esta acción como parte de un plan integral de desarrollo humano sostenible llamado: El programa Mano a Mano es una intervención sistémica encaminado a la reducción de la pobreza y la malnutrición.

Asimismo, dice el presidente Arévalo, se incluye la intervención en remozar paredes de las viviendas, que contribuye a prevenir y reducir la propagación de bichos, insectos, y plagas transmisoras de enfermedades, mejorando el bienestar y la salud de la familia. Es un programa integral que interviene en la dotación de estufas mejoradas, llanadas «Lorena» y con ella recuerdo a mi profesor de ingeniería en el campus de la USAC de Quetzaltenango, CUNOC, quien, desde el centro de investigaciones de energía renovables de Mesoamérica, diseñaba estas bellas estufas en plena guerra civil guatemalteca: Saludos ingeniero Hugo Pineda hasta donde esté, porque las estufas también las diseñamos con nuestras propias manos a finales de los años 70 del siglo pasado. Todo tiene una historia social y cultural, hasta los artefactos más cotidianos. 

Las estufas Lorena eran para la reducción de la acumulación de humo en la cocina, lo que contribuye a prevenir y disminuir las enfermedades respiratorias. Cierto, hay una visión romántica de sentir el humo de la combustión de la leña en la cocina, pero hace daño a los pulmones.  No son cualquier tipo de estufa. Hay detrás de ellas un diseño de ingeniería basado en lo que se llama Termodinámica y un análisis minucioso de la transferencia de calor en sus bellos «recobijos», tubos que dejaban pasar el aire caliente lleno de bióxido de carbono. Ya este fenómeno era explicado siglos antes por Carnot y Boltzmann, padres de la termodinámica clásica que nos enseñó luego el ingeniero Federico Salazar en la Facultad de Ingeniería de la USAC.

Lo importante aquí es que la intervención del programa social Mano a Mano es integral, diseñado con indicadores sociales de impacto, pensado desde una visión moderna de salud pública y desarrollo sostenible cuyos frutos apenas empiezan a verse. Ya con esto veo que la Ronda se ha vuelto pertinente porque la dirige quien debe dirigir, el presidente.

Ya sé, ahora vendrán los negacionistas de Arévalo que no, que ese programa ya existía antes, de que es de AID, de que esto y lo otro, todo para desvalorizar lo que realmente tiene valor. Para aclararles, debo decirles que esto está asociado a la reconstrucción y mejora de casi mil kilómetros de carreteras rurales, que van justo a esos pueblos abandonados. Y si eso no es suficiente, entonces hay que decirles que hay que asociar esto a las miles de escuelas remozadas y a los más de 500 institutos de educación media en construcción ya en marcha.

Bien presidente. Usted debe dirigir al país como ahora veo que dirige la Ronda. Hace falta mucho. Así como cambió a su comunicador Palomo debe cambiar a su ministro de Comunicaciones, Diaz Bobadilla, un militar que no da una buena en esa cartera. Ahora tiene cerrado el paso de Quetzaltenango a Retalhuleu por los socavones anunciados una y otra vez desde esta columna de opinión aquí en La Hora. Debe poner a alguien competente en ese importante puesto, a un ingeniero o ingeniera, no a otro médico, ni a otro militar, alguien que realmente sepa de administración pública y de infraestructura.

Entiendo los planes que están en la esquina, pero esos están en la esquina y no están resolviendo nada. Para lo de los puertos debe escuchar gente que sabe, como las decenas de artículos que ha escrito aquí en La Hora Emilio Matta.

Recuperar la Ronda ha sido importante. Ahora hace falta caminar para recuperar al país de manos de estas estructuras criminales que no dejan gobernar. Recuperemos el país, hagámoslo ahora, porque si no es ahora, no será nunca.

Monday, November 17, 2025

La pertinencia de la Ley de Aguas.

 Fernando Cajas.


La pertinencia es un adjetivo femenino, así que cuando digo la pertinencia de la Ley de Aguas estoy calificando a la Ley de Aguas, femenino. La pertinencia legal depende de qué grupo social mire, la Ley de Aguas o cualquier ley. En un país donde el 90% del agua la utiliza el sector agrícola y el sector industrial, hay que tener cuidado de legislar conociendo las enormes desigualdades no solamente en el uso del agua sino en el abuso del agua, ya de por sí un delito. Debería, entonces, existir el delito de abuso del agua. En un país donde esos que usan el 90% del agua no solamente la mal usan, pero además han sido capaces de desviar ríos, de dejar comunidades enteras sin agua, debería de existir el delito del desvío ilegal de ríos. Pero una ley que no indica estos delitos no sé qué quiere legislar.

El proceso de la construcción de la Ley de Aguas, a partir del mandato presidencial, realmente se hizo al Gabinete del Agua y no solamente al Ministerio de Ambiente. La construcción de la Ley de Aguas debería ser dirigida por el Gabinete del Agua, no solamente por la Ministra de Medio Ambiente. El Gabinete del agua lo dirige la vicepresidente Karin Herrera, que a la fecha no parece tener vela en este entierro. Pero al final, el proceso se ha dado con relativa transparencia en y desde el Ministerio de Medio Ambiente.

La metodología del Ministerio de Ambiente ha sido participativa, aunque con pocas ideas. Parte, esta metodología, de la suposición, errónea, de que se puede salir de cero, que los grupos van a salir de cero y por eso explico que no utilizaron propuestas anteriores. Algunas de esas propuestas de leyes de agua o de insumos de problemas sentidos por las comunidades eran buenos trabajos, otras no tanto, pero son trabajos existentes que siempre hay que considerar. A los Diálogos del Agua de la Universidad de San Carlos, USAC, realmente no se les utilizó. Propuestas, como la de los ingenieros agrónomos jubilados, tampoco se utilizaron.

Entonces, el procedimiento que se siguió para conocer percepciones sobre los problemas sentidos del agua no fue el mejor porque hicieron caso omiso, o parecen haber hecho caso omiso, a propuestas anteriores. Por otro lado, las reuniones nuevas del equipo de técnicos del Ministerio de Ambiente realizadas en el 2025 no solamente no consideraron las reuniones y logros anteriores, como los Diálogos del Agua, vuelvo y repito, pero, además, sobre diagnosticaron a las comunidades rurales, insinuando que el problema de la gestión del agua esta ahí. Pero no. El problema no está ahí.

¿En dónde está el problema del agua entonces?

Para empezar, la gran mayoría de las reuniones para la actual propuesta de Ley de Aguas del Ministerio de Medio Ambiente fueron hechas con grupos comunitarios, con pueblos de varias partes del país. Pero en el fondo, la verdadera conversación no debía de ser con ellos que tienen tradición de cuidar sus aguas, que tienen comités comunitarios de agua que han realizado un trabajo intenso en dar agua a aldeas y municipios abandonados por el Estado, cuidando de sus bosques, aunque no les llamen «zonas de recarga hídrica».

Ciertamente hay problemas con esos comités, pero son los que han hecho la inversión en recursos en agua en todo el país. El Estado ha estado ausente.

La verdadera conversación sobre la Ley de Aguas en un país donde el 10% del agua es de uso doméstico y de agricultura de subsistencia y donde el 90% es de uso de la industria, la gran industria, de la mega agricultura monocultivo de la caña de azúcar y la palma africana, en ese país, la conversación debe ser con esos que usan el 90% del agua, a ellos hay que realmente legislar. Es decir, del total de reuniones para generar la ley el 90% debieron hacerse con los del CACIF, las cámaras agrícolas e industriales, son ellos los abusadores del agua. Pero eso no fue así. De ellos nunca dijo nada la ministra Orantes, ni del CACIF ni de los otros.

Mi grupo Acción por el Agua, APA, nace al mismo tiempo que nace el llamado del presidente al Gabinete del Agua, al Gabinete, no solamente a un ministerio, sino al Gabinete. Nacimos para acompañar el proceso de construcción de la ley, ofreciendo nuestras experiencias científicas y comunitarias. Don Juan Ortega, un comunitario del pueblo mam nos ha enseñado tanto en este proceso.

Don Juan siempre puso los puntos sobre las íes, siempre, enseñándonos el valor de los comités comunitarios de agua. Este conocimiento lo hemos hecho llegar por todos los medios a quienes escribían las propuestas de la ley de aguas del Ministerio de Medio Ambiente. Simplemente no lo escucharon.

Desde la academia también hemos acompañado, sin la arrogancia de elitismo científico alguno, creemos, sino más bien desde nuestra cotidiana experiencia. Hemos puesto al servicio de los hacedores de política veinte años de experiencia en programas de investigación en agua, hidrología, hidrogeología, tratamiento de agua, hidro informática, un laboratorio de agua de altísimo nivel en el campus de la USAC en Quetzaltenango, un postgrado con dos maestrías en recursos hídricos, una en ingeniería sanitaria y otra en ciencia y tecnología del agua. Ambas diseñadas para nuestras condiciones locales con investigación y apoyo mundial. Nada de eso escucharon, nada. No han tenido ni la más mínima curiosidad de revisar nuestros programas ni de docencia menos de investigación.

Está bien si no querían aprender de los proyectos comunitarios de agua, talvez por ser quetzaltecos percibieron nuestra innata arrogancia y no quisieron, pero tampoco consultaron los programas regionales de manejo de agua, ni los enormes programas de la Escuela Regional de Ingeniería Sanitaria, (ERIS), de la USAC, ni nada. Tampoco consultaron los programas de gestión de agua en otras universidades, menos en otros países. Se fueron directo a hacer una Superintendencia impertinente del agua, centralizada, clasista, integrada de instituciones disfuncionales para darle poder a quienes nos han ahorcado por años. Solo que ahora nos ahorcarán con un lazo legal.

 Y entonces, ¿la propuesta de Ley de Aguas qué? Bueno, en resumidas cuentas, la propuesta de la Ley de Aguas del Ministerio de Ambiente, no del Gabinete del Agua, es impertinente, impertinente social y técnicamente.  También es peligrosa para los grupos más vulnerables. 

Friday, November 14, 2025

El padre Toribio.

 

Fernando Cajas.


«Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron». Apocalipsis 21:4. 

En su misa matutina, el Padre Toribio sorprendió a sus fieles, en el occidente del país, en San Marcos, cuando en ella extiende el significado del libro bíblico de Juan, Apocalipsis o Revelación, hacia las personas malas que están destruyendo a Guatemala. Como si ofreciera el paraíso, como lo hace el autor del texto original Juan mientras escribía en una cárcel en la isla de Patmos, en una cueva donde trasladaba sus visiones al manuscrito, el padre Toribio reescribía el Apocalipsis. Ese paraíso descrito por los cristianos primitivos ya encarcelados ofrecía un mundo sin dolor, sin injusticia.

El mensaje del párroco es enfático al ofrecer un paraíso donde «ya no habrá consuelos porras, gracias a Dios; ya no habrá rafaéles, curruchiches, gracias a Dios, y no habrá más cintyias monterrosos ni freddys orellanas, gracias a Dios». El mensaje del padre Toribio identifica con claridad a los que él llama los «malos», bíblicamente hablando, los malos que solamente piensan en ellos, son unos egoístas dice el padre. 

Ciertamente el Padre Toribio identifica correctamente a esos seres egoístas, manipuladores de la ley, productores de injusticia en Guatemala, pero no identifica a los verdaderos causantes. Estos son marionetas de un grupo de pseudo guatemaltecos, escondidos algunos en cámaras empresariales. Otros son chafarotes, militaroides, exmilitares que se sienten traicionados porque ya no tenemos gobiernos dictatoriales, como ellos quisieran porque desde el autoritarismo fue que amasaron sus grandes fortunas cuando los genocidas militares dirigían al país obedeciendo al mismo grupito de dueños de la finca llamada Guatemala. Es lo que se llama una elite depredadora que utiliza sirvientes, como los que menciona el padre Toribio, pero detrás de ellos hay estructuras criminales internacionales de países antidemocráticos y algunos «democráticos» que les permiten lavar dinero, usar capacidades autocráticas construidas para doblegar a la democracia. 

En fin, la democracia guatemalteca pelea contra una elite depredadora nacional, el narcotráfico nacional e internacional y países antidemocráticos que apoyan corruptos a cambios de cuidado y lavado de capitales. Son redes que se dedican a la migración ilegal, al trato de blancas y al trasiego de drogas. Es una pelea desigual. Si fuese solamente Consuelo Porras, la misma debió salir volando cuando los ciudadanos detuvieron el país por semanas. Pero no. La señora no se movió. Lo mismo con las decenas de sanciones hacia Porras. Eso no le importa a la señora porque esta nueva ola de sirvientes de los antidemocráticos, de los autocráticos, de los golpistas, son cínicos. Ni la fuerza de un país entero fue capaz de sacarla del puesto de fiscal general. Ni las sanciones de decenas de países le ha dado vergüenza alguna. No tienen vergüenza estos golpistas. 

A diferencia de la contrarrevolución de 1954, cuando los movimientos sociales podían aún verse en términos de izquierda versus derecha, de comunistas versus capitalistas, donde existían dos grandes bloques que definían el poder mundial y donde se creía en la verdad, ahora no. Los movimientos mundiales ya no son bipolares sino multipolares, en donde países antidemocráticos (Rusia, China, Venezuela, El Salvador, Cuba, Nicaragua, Polonia y muchos más) han sido cooptados por grupos de delincuentes, cuyo único interés es hacerse rico, amasar fortunas y mantener sus privilegios. Ya no hay ideología alguna que defender. Eso sí, defienden la autocracia, atacan la democracia porque desde el autoritarismo pueden robar a sus anchas. 

A las autocracias modernas, como la guatemalteca, les han capturado sus sistemas de justicia y juegan con sus valores democráticos como si fuesen un trapo sucio. Utilizan el sistema de justicia a su sabor y antojo como lo han demostrado sendos informes internacionales, desde los informes de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG, hasta los recientes informes de los relatores de Naciones Unidas. Tienen a su servicio una infraestructura de abogados del mal, que les indican cómo debe combatirse la democracia. Cuentan con fondos provenientes de sus múltiples atracos al erario público y también fondos de los mismísimos narcotraficantes que sostienen a un sistema de justicia cooptado para que sea posible seguir el robo, el uso del Estado para servicios de redes nacionales e internacionales. Son dueños de minerías, dueños de empresas, dueños de constructoras, dueños del capital. Son los que mandan. 

En el caso de Guatemala, estas redes criminales no solamente tienen por objetivo traerse al suelo al gobierno democrático de Bernardo Arévalo, no. Quieren convencernos que la democracia no sirve: Que un gobierno democrático es débil, que es timorato, que no es eficiente. Pero son ellos los que lo debilitan, son ellos los que lo hacen timorato, son ellos los que lo hacen ineficiente. Tienen enorme capacidad para pagar cientos de netcenteros para crear una red social a favor de la autocracia, echándole la culpa a Arévalo. Dicen la mentira de que Arévalo no puede gobernar, pero no cuentan de que la verdad es que no lo dejan gobernar. Tienen comprado el Congreso, en su mayoría, son los cuatreros del Estado, son los protectores de narcos, mareros, redes criminales que les sirven para fortalecer su visón antidemocrática, oportunista.

Ahora vienen elecciones de instituciones democráticas, desde la elección de magistrados al Tribunal Supremo Electoral, TSE, hasta la mismísima elección de un nuevo fiscal general. Para la conformación del TSE el Congreso de la República aprobó el Acuerdo Legislativo 10-2025 que entrará en vigencia el miércoles de la próxima semana, 19 de noviembre. La comisión que postulará a los candidatos a magistrados del TSE será dirigida por el actual rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala, un ser ampliamente conocido en el bajo mundo de las redes criminales como quien roba todo cuanto toca, desde su puesto actual hasta la misma dignidad universitaria. 

Así las cosas, los corruptos, los golpistas, los antidemocráticos, se han encargado de ubicar a los esclavos, a sus sirvientes en puestos clave para sostener una democracia de juguete. 

Nos encontramos, entonces, con una pseudodemocracia construida a la medida de los corruptos, nacionales e internacionales. Si bien el padre Toribio Pineda identifica con claridad a los actores visibles del Ministerio Público, los verdaderos dirigentes están en otros lados y otros países. Por lo que, si queremos defender la democracia, debemos entender las autocracias modernas. Debemos revisar las pocas investigaciones locales sobre la forma en que el llamado pacto de corruptos ha capturado al Estado. Debemos saber que los líderes de estos movimientos antidemocráticos poseen mansiones mal habidas, capitales mal habidos, todo mal habido. Pero lo que más poseen es la profunda convicción que es posible derrotar la democracia y con ello proteger sus capitales y eventualmente instaurar un orden autocrático, dictatorial, donde triunfen los caudillos, los dictadores, quienes nos retrocederán en el tiempo físico y político. Eso no debemos permitirlo. 

Debemos proteger lo que queda de democracia en este lastimado país, para rescatar alguna esperanza. Debemos hacerlo ahora, porque si no es ahora, no será nunca. 

Monday, November 10, 2025

La ley de aguas: Contradicciones y articulaciones.

 

Fernando Cajas.


El objetivo de una ley de aguas es asegurar el uso del agua para todos, seres humanos, animales, plantas y ecosistemas. Como toda ley es normativa y coercitiva, pero tiene que tener una base social, una necesidad real y debe estar basada en los mejores estudios antropológicos, sociales, científicos y tecnológicos del momento. Debe respetar las formas tradicionales del manejo del agua si dichas formas han mostrado ser socialmente pertinentes y ecológicamente sustentables, como el caso de los más de 30 mil comités de agua que existen en Guatemala, principalmente aquellos ubicados en zonas rurales con comunidades indígenas de ascendencia maya que no solamente extraen agua, sino que también participan en la protección de los ecosistemas que permiten la existencia del ciclo del agua al cuidar manantiales, limpiar ríos, cuidar lagos, proteger pozos, proteger y sembrar árboles, limpiar humedales y playas, desde los páramos y árboles de las alturas a 3 mil metros sobre el nivel del mar hasta los manglares limpiadores de agua al nivel del mar. 

La ley de aguas debe considerar la existencia de cuencas que como venas del cuerpo humano irrigan al territorio a través de ríos superficiales o subterráneos que han existido desde la formación de la Tierra creando un intrincado mecanismo llamado ciclo natural del agua. Este ciclo natural ha sido intensamente afectado por los seres humanos a través del ciclo social del agua.  La ley debe ser el marco legal para permitir el uso adecuado y respetuoso del agua obligando el reúso, el tratamiento, el cuidado del agua y de los ecosistemas que permiten la «producción» de agua. La ley debe ayudar a resolver los problemas del agua, fundamentalmente su contaminación, su mala e injusta distribución y la ausencia de tratamiento. La ley debe promover una cultura de cuidado del agua.  

Como diseñador de programas de gestión de agua en el occidente de Guatemala, como investigador en aprendizaje sobre agua y sus ciclos, como cocreador de la maestría en ciencia y tecnología del recurso hídrico del Centro Universitario de Occidente, Cunoc, como parte de grupos de investigación nacional e internacional y principalmente como miembro del grupo social Acción por el Agua, APA, que integra comunidades quichés y mames, así como comunidades urbanas creo que la ley debe tener los siguientes principios que reconozcan: 

  1. Al agua como bien público
  2. A la ley de agua para bienestar público
  3. A las comunidades urbanas, rurales, indígenas, ladinas y otras que hayan mostrado manejos del agua ecológicamente sustentable y socialmente pertinente para todos. 
  4. La contaminación actual, la falta de reúso, la ausencia de tratamiento para darle prioridad a estos procesos. 

Recientemente el Ministerio de Medio Ambiente (MARN) hizo pública la propuesta de la Ley de Aguas luego de un proceso de diagnósticos y socialización para escuchar a los guatemaltecos sobre qué creen que debe integrarse en la ley de aguas. El MARN hizo público el borrador de la ley de aguas de la que quiero resaltar sus fortalezas y sus debilidades. Ciertamente dejó un espacio para incluir comentarios a la ley, pero a mi juicio fue un tiempo muy reducido. En todo caso luego de que APA introdujera sus comentarios a la propuesta en línea, luego de que yo como persona individual también hiciera mis comentarios, habrá que ver cómo y cuánto participaron los guatemaltecos, los grupos de investigación, las organizaciones comunitarias, los empresarios y cuánta persona tenga que ver con el agua, esto es, todos. 

La fortaleza de la propuesta es que hubo un proceso de consenso social para recolectar opiniones y principalmente se reconoce al agua como un bien público. La propuesta es muy clara en la identificación de los tipos de agua, del ámbito de la ley, aunque menciona y se basa en una supuesta política nacional de agua (artículo 7) que no existe. Entiendo, entonces, que luego de la aprobación de la ley se trabajará en dicha política. La ley también reconoce la diversidad cultural guatemalteca al indicar que: «La planificación del agua es de alcance nacional, por vertiente y/o de cuenca; es de carácter integral, prospectiva, adaptativa y basada en la mejor ciencia e información disponible y en los conocimientos y saberes locales, tradicionales y ancestrales». 

La parte controversial de la propuesta de ley es la llamada Superintendencia Nacional del Agua, artículo 91 del borrador. Esta superintendencia es un órgano extremadamente burocratizado, centralizado, como se presenta en los artículos 92 al 110 del borrador. La composición del Directorio no reconoce la existencia de conocimiento y saberes locales, ni tradiciones ancestrales, ni a los gestores locales. Simplemente no aparecen en el directorio.  

En resumidas cuentas, la nueva autoridad del agua sería un directorio cuya pertinencia es dudosa, cuya capacidad también porque sus integrantes, instituciones, nunca han mostrado interés alguno por el agua, exceptuando el MARN. No se puede decir que la Asociación Nacional de Alcaldes de Guatemala, ANAM, tiene interés en cuidar el agua, no. 

Esta propuesta de ley me recuerda a aquellos niños que hacen la lista interminable de regalos para Navidad. El pobre Santa Claus, con recursos limitados, no podrá satisfacer tanta necesidad. Incluyen toda una sección en cambio climático, aunque poco se conoce del impacto local del mismo en nuestro territorio. El cambio climático no es ahora el problema esencial. El problema esencial ahora es: Tratamiento de agua, reúso del agua, cuidado de fuentes, control de agua subterránea y aseguramiento de los bosques y ecosistemas que «producen» agua. Luego de décadas de abandono, luego de que hemos contaminado todos nuestros ríos, hemos tirado nuestros desechos a los lagos para matarlos, luego de la ausencia total del Estado y de años de municipalidades que no tratan el agua, que no reúsan el agua, de ciudadanos que sobre usamos el agua, de empresarios que buscan el derecho de su nariz para seguir sobreexplotando acuíferos y desviando ríos a su sabor y antojo, no queramos resolverlo todo de un plumazo. Hay que sentar prioridades de la ley. 

El borrador actual de la propuesta, aunque con algunas fortalezas tiene muchas debilidades, centraliza la administración del agua, no prioriza la gestión, no se enfoca en obligar al tratamiento, reúso, cuidado de bosques asociados al agua y burocratiza enorme e innecesariamente el manejo del agua y su administración. El borrador de ley tampoco pone prioridades y no reconoce la investigación nacional que ha documentado la ausencia de tratamiento, la ausencia de reúso, el desinterés de entes como las municipalidades y decenas de propuestas de mejora que han salido de los programas académicos de agua del Cunoc, del Laboratorio de Agua del Cunoc, de la Escuela Regional de ingeniería Sanitaria, ERIS, de la facultad de ingeniería de la Usac entre muchos.

Habrá entonces que mejorar la ley desde un punto de vista estratégico. Ser estratégico significa hacer selecciones de lo que se va a hacer y de lo que no se va a hacer. No se puede hacer todo y de todo y para todos. Hacer de todo significa no ser estratégico y en el fondo es hacer nada. Por eso la propuesta de la ley de aguas debe identificar qué hacer, qué no hacer y qué dejar de hacer en materia de gestión del agua. La ley de aguas es importante guatemaltecos, participemos ahora en su mejora porque sí no es ahora, no será nunca. 



Thursday, November 6, 2025

Cuba en la sufrevivencia.


Carlos Figueroa Ibarra.


Tuve la oportunidad de estar de nuevo en Cuba entre el 29 de octubre y 2 de noviembre con motivo de la celebración en La Habana de la Conferencia internacional sobre desafíos de la Transformación Económica Global, Desarrollo Disarmonico y Noonomía. He escrito ya sobre ese tema en otro lado. En esta oportunidad me interesa hacer una crónica sobre lo que hoy vive Cuba. Y lo que hoy vive Cuba es la sufriente lucha por la sobrevivencia en un contexto verdaderamente adverso y cuyas consecuencias sociales son mucho más severas que las que se observaron en el período especial que vivió la isla con el derrumbe soviético observado entre 1989 y 1991.
Los rigores del bloqueo se han incrementado por la adición de las 243 sanciones que se impusieron durante el primer periodo de gobierno de Donald J. Trump (2017-2021) las cuales no fueron levantadas por Joseph Biden (2021-2025) y se han recrudecido en el que será el segundo período de Trump (2025-2029). Sería largo enumerar el contenido de las sanciones contra Cuba, pero sus consecuencias pueden verse a simple vista: La Habana es una ciudad físicamente deteriorada, edificios descascarados y sin pintar, calles llenas de baches, amontonamientos de basura en sus esquinas, apagones de electricidad que puede durar entre cuatro y ocho horas diarias y a veces más. Esto puede ser todavía más malo en las provincias del interior de Cuba.
La revolución cubana vive hoy la peor crisis en sus 66 años de existencia. Tuve la oportunidad de estar en Cuba por tercera vez a fines de 1996 y principios de 1997. Se estaba viviendo el llamado “período especial” que sucedió como consecuencia del derrumbe soviético que hizo colapsar al 85% del mercado exterior cubano. Probablemente lo que se viva hoy es peor que lo que se vivió entonces. Le pregunto a Julio Carranza, un destacado economista que férreamente conserva sus convicciones revolucionarias, los motivos por los cuales la situación ahora es más crítica que lo que se vivió después de 1992. Me dice algunos a manera de rápida respuesta: la dirigencia actual no tiene el consenso que tenía aquella que estaba encabezada por Fidel; el contexto internacional era menos adverso y se fue haciendo menos adverso en cuanto empezaron a emerger los gobiernos del progresismo posneoliberal en América Latina; la pandemia azotó a Cuba peor que a otros países por su vulnerabilidad previa.
Lourdes Regueiro, académica del Centro de Investigaciones de Política Internacional me da otra razón: las medidas del bloqueo se han incrementado y el desarrollo de la cibernética e inteligencia artificial hace más difícil evadir la vigilancia imperialista a quienes buscar evadir el bloqueo. Esto es tema para una reflexión más detenida y solamente lo consigno como una primera deliberación. En el desayuno en el Hotel Meliá-Habana, donde nos hemos hospedado lo que nos da la fantasía de no estar en un país sitiado, Faustino Cobarrubias académico del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, nos comenta los resultados en la ONU de la votación sobre el bloqueo a Cuba: 165 países votaron a favor de levantar el bloqueo, 12 se abstuvieron y 7 votaron en contra. Comentamos con Faustino y el politólogo austriaco Leo Gabriel que de los 7 países que votaron en contra, cuatro son gobernados por la ultraderecha neofascista: Estados Unidos, Israel, Argentina y Hungría.
La patria de Martí y Fidel lucha denodadamente contra el imperio estadounidense que busca la muerte lenta de una nación libre y socialista. Pero cómo levantar la economía de un país que no puede hacer transacciones financieras porque está eliminada del sistema Swift; que enfrenta graves dificultades para realizar transacciones comerciales porque sus eventuales compradores y vendedores temen ser sancionados por los Estados Unidos por hacer negocios con la isla; que tiene dificultades para conseguir petróleo y combustible; que ha tenido que recurrir a los “apagones” porque sus plantas de generación eléctrica están envejecidas, no tienen posibilidad de adquirir refacciones y el combustible que las surte es escaso. En estas circunstancias aproximadamente el 65% de las empresas estatales están al borde del colapso, buena parte de sus habitantes están en la economía informal porque de todos modos los salarios del sector formal (al igual que las jubilaciones) son ficticios pues oscilan entre los 5 y 10 dólares mensuales.
Caminar por La Habana como lo hice en los pocos días en los que estuve allí, es darse cuenta del sufrimiento cotidiano que vive la gran mayoría del pueblo cubano. E imaginar a través de los relatos lo que sucede en el interior del país. Buena parte de los jóvenes se han ido; por las calles deterioradas es común encontrarse con la basura amontonada o con personas sentadas en los quicios de las puertas en días laborables; indigentes que antes no se miraban. O con vendedores ambulantes que venden aguacates a 150 pesos y también otros productos agrícolas. Transitar por las calles de noche implica pasar por calles a oscuras que a veces se ven interrumpidas por establecimientos llenos de luces y sonido porque cuentan con plantas eléctricas de gasolina. El programa de reordenamiento económico promulgado en diciembre de 2020 y que entró en vigor en 2021 eliminó la moneda que sustituía a las divisas en la vida cotidiana (el CUC) y volvió al dólar nuevamente a las calles. También reformó salarios, pensiones y precios, reestructuró subsidios y gratuidades y promovió nuevas medidas para incentivar la efectividad y productividad empresarial.
La reaparición del dólar provocó una demanda grande del mismo a cambio de pesos cubanos lo que resultó en una devaluación acelerada del peso cubano. El CUC podía ser controlado, el dólar no. Oficialmente este se encuentra a 120 pesos, pero en la calle se puede conseguir a 450-490. La devaluación ha implicado una inflación significativa lo que ha castigado todavía más a la población. El Estado fija precios límites, pero la fuerza del mercado hace trizas dichos límites. Recorriendo las calles del barrio de La Víbora, en el avejentado Moskovitch del primo de mi esposa, mi suegro me informa: “Hace dos meses me subieron la pensión en 243 pesos”. Recuerdo que me ha contado que un huevo vendido por la libre cuesta 100 pesos. Le respondo “Te subieron la pensión en dos huevos y medio, tal vez menos”. “Así es” me responde mientras los tres tomamos el comentario con humor.
Y caminamos por las calles de Nuevo Vedado con el padre de mi esposa, el esposo de su prima y vamos a una miscelánea y veo en una pizarra con gis las ofertas de la tiendita: una libra de masa de cerdo o una libra de bistec 1, 445 pesos; una libra de chicharrón 576; una libra de costilla 900; una jamonada 650; el cartón de huevos 2,800. Al entrar a la “mypime” veo en la vitrina del mostrador una caja de menos de un litro de jugo de melocotón 750 pesos; refrescos en lata 240; botellas de agua de medio litro 250.
Un pensionado privilegiado recibe 4,000 pesos al mes. Los salarios medios oscilan entre 3 y 5,000 pesos. Y un profesor de carrera de tiempo completo en la Facultad de Economía recibe entre 7 y 7,500 pesos. No cabe duda: los salarios y pensiones en Cuba en realidad son simbólicos. Un pariente con el que hablo el último día de mi estancia me dice “Soy ingeniero informático y trabajo en ello por una realización espiritual. En realidad, lo que gano para vivir lo hago trabajando por mi cuenta como técnico electricista y eventualmente vendiendo algunos artículos que yo compro a menor precio”. Lo que está sucediendo en Cuba desde hace varios años es un proceso de diferenciación social que ahora se está acelerando. Es inevitable, como en todos lados, que el mercado que ineludiblemente se ha introducido en Cuba, genere desigualdad social. En la base de la pirámide social se encuentra una población que vive del salario (¿cómo le harán?) y acaso de algunas eventuales entradas extras en divisas. Esa población depende de comprar los artículos en la bodega que se entregan a precios subsidiados pero que usualmente no se encuentran disponibles.
Pero en Cuba ha ido apareciendo una parte significativa de la población que sería una suerte de clase media que vive de las remesas que llegan de familiares en el extranjero, que pueden ser electricistas, plomeros, carpinteros, agentes de bienes raíces, artesanos en general, pequeños comerciantes y una multitud de ocupaciones que son cobradas en dólares y que los hacen vivir modestamente bien. También está surgiendo una mediana burguesía que pueden ser restauranteros (mi parentela me informa que la gastronomía es un negocio boyante en Cuba); dueños de tiendas de artículos suntuarios; propietarios de flotillas de taxis; rentistas de departamentos y bienes inmuebles que ahora se pueden comprar y vender; especuladores en gran escala con la venta y compra de dólares; inversionistas de capitales ahorrados en el extranjero que buscan socios industriales para que les regenteen los negocios que instalan en Cuba etc., Solamente así me explico los cambios que advierto en la calzada de Luyanó, barrio en el cual vive parte de mi familia, ahora convertida en un lugar donde han florecido restaurantes, bares, pizzerías, ventas de hamburguesas, misceláneas. No cabe duda de que, en medio de la precariedad mayoritaria del pueblo cubano, hay un sector medio y alto que es el mercado para tales establecimientos.
Una de las cosas que más me irrita es que se analicen los problemas sociales de Cuba como si el infame bloqueo imperialista no existiera. Hacer eso, como dijera alguna vez Atilio Borón acerca de las críticas a Cuba de Gabriel Boric, equivale a lanzar a alguien encadenado en un pozo y luego criticarlo porque se está ahogando. Pero es también igualmente equivocado culpar de todo al bloqueo e ignorar las deficiencias internas entre las cuales pueden encontrarse el burocratismo, la ineficiencia y la corrupción. En los días que estuve en La Habana, la Fiscalía General de la República publicó una nota oficial informando que un grupo de funcionarios públicos encabezados por Alejandro Gil Fernández habían sido imputados de espionaje, malversación, falsificación de documentos, cohecho etc., Gil Fernández fue viceprimer ministro, ministro de Economía y Planificación e integrante del Comité Central del PCC. Estos hechos deleznables en circunstancias normales resultan indignantes en la situación actual. Para muestra un botón: las protestas airadas de Carlos Alzugaray diplomático, académico y ensayista vinculado a la revolución y de la académica Ana Teresa Badía académica y comunicóloga, pidiendo que haya renovación dirigencial y ausencia de impunidad.
La dirigencia cubana busca en medio de la adversidad una salida o por lo menos la luz al final el túnel. Recientemente ha divulgado el Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía. El mismo comprende diez objetivos a alcanzar para hacerle frente a la crisis, entre ellos reimpulsar la macroeconomía; incrementar y diversificar los ingresos externos del país; perfeccionar la gestión de gobierno, defensa y seguridad nacional; incrementar la producción nacional entre ellos los alimentos; incremento y desarrollo de la empresa estatal socialista; consolidar las políticas sociales para los sectores vulnerables; prevención y reducción del delito y la corrupción; recuperar el sector electro energético nacional.
En alguna de sus publicaciones Julio Carranza advierte como carencias del programa una más drástica reforma empresarial que devuelva a las empresas estatales productividad y rentabilidad; una articulación más dinámica entre el sector privado y el cooperativo; reestructuración de la producción agropecuaria en materia de tenencia, propiedad, explotación, incentivos que logren repoblar de fuerza de trabajo el área agrícola; medidas para controlar la dinámica caótica y fuera del control del Estado, del mercado y sistema monetario. Las observaciones de Julio están expuestas de manera muy amplia y es imposible condensarlas en este artículo, pero revelan la complejidad de la situación cubana y de su resolución.
Camino por las calles de Luyanó. Música escandalosa en los establecimientos del lugar, estruendo de carros al pasar. Estos ya no son solamente los viejos almendrones de hace 50 o 60 años, ni los Lada o Moskovitch del período soviético. Ahora pueden verse autos modernos y hasta lujosos que evidencian el surgimiento de clases acomodadas y diferenciadas del resto de la sociedad. Pienso en el sufrimiento del pueblo cubano a lo largo de seis décadas y media. Y advierto que, en medio de estas penurias, Cuba ha podido sobrevivir al huracán Melissa sin un solo muerto. También en la hija del esposo de mi suegra que está recibiendo gratuitamente la mejor atención posible en el hospital Hermanos Amejeiras; en las jóvenes estudiantes de medicina que han tocado la puerta del tío de mi esposa para recabar información de la salud de los habitantes de la casa; en la lucha para que ningún niño o niña se quede sin escuela; en el esfuerzo por conservar un mundo que no sea el desalmado que vivimos.
Y me quedo con eso.

 

Recuerdos de Casa Pueblo, Uruguay: Sur América.

 


Fernando Cajas.


Recuerdo con claridad nuestro tiempo en Casa Pueblo. Era un lugar que le dice adiós al Sol en cada atardecer para darle la bienvenida a la vida, un lugar hermoso, lleno de arte, lleno de encuentro, lleno de mar en Punta Ballena de la bella Uruguay. Recuerdo a detalle mi asombro con el poema Ceremonia del Sol, un breve tributo al Sol mirando hacia el oeste, hacia el mar, viendo esa esfera perfecta que iluminaba tus ojos y mi corazón, todo mediado por la amistad.

Casa Pueblo fue soñado, pensado y realizado por el artista uruguayo Carlos Páez Vilaró, ubicado a la orilla del mar Atlántico, océano, en Punta Ballena, a unos 120 km de Uruguay. Esa tarde había frio en Casa Pueblo, había frío en la playa, como hay frío en esos meses en el sur de América. Con toda profundidad el poema de «Hola Sol» erizó mi piel. Sentados en la mesa de la esquina, justo cuando el Sol aún era una esfera completa, al unísono del atardecer empezó a sonar un bello poema: Tributo al Sol, de Páez, que inicia así: 

«Hola Sol 

Otra vez sin anunciarte llegas a visitarnos. Otra vez en tu larga caminata desde el comienzo de la vida.

Hola Sol

Con tu panza cargada de oro hirviendo para repartirlo generoso por villas y caseríos, capillas campesinas, valles, bosques, ríos o pueblitos olvidados.

Hola Sol

Nadie ignora que perteneces a todos, pero que prefieres dar tu calor a los más necesitados, los que precisan de tu luz para iluminar sus casitas de chapa, los que reciben de ti la energía para afrontar el trabajo, los que piden a Dios que nunca les faltes, para enriquecer sus plantíos, y lograr sus cosechas…»

Ha pasado casi una década desde aquella visita a Casa Pueblo, visita que quedó profundamente marcada en el ADN mío. Entendí, entonces, al Sol ya no como un planeta sino como un amigo, con quien compartir la sonrisa de la vida y la lágrima de la despedida. Mientras el poema detenía la tarde cotidiana en Casa Pueblo, la casa del Sol en la república oriental del Uruguay, recordaba a mi madre viendo, conmigo, los atardeceres en mi infancia. Mamá intencionalmente me enseñó a apreciar al Sol y sus atardeceres mirando al Oeste desde las faldas del volcán Tecún, ahora el Baúl, en la colonia Roberto Molina, de la bella Xelajú. Cada atardecer de noviembre escuchábamos, mamá y yo, el atardecer y veíamos partir al Sol escuchando aquel hermoso programa en su transistor Sony, sintonizando Radio Xelajú y el programa «Romance a las 18». 

Casa Pueblo representa el desarrollo cultural del Uruguay y debería ser ejemplo para América Latina de cómo construir espacios para el crecimiento emocional, espiritual y cultural de los latinoamericanos. Ciertamente América Latina es rica en culturas, desde antes que llegaran los españoles, como bien lo documentan cientos de trabajos de culturas en América o en Mesoamérica. Recientemente, participé en la presentación del libro: «Mesoamérica: La obsesión con los grandes números» que describe desde una perspectiva de la topografía y la ingeniería, la construcción de los grandes monumentos en América, particularmente Mesoamérica. En ese brillante trabajo de investigación, Alberto Camacho desentraña la riqueza matemática de la forma de construir desde Tenochtitlán hasta Tikal.

Para esas culturas construir monumentos era más que poner ladrillo tras ladrillo, block sobre block. Sus grandes obras eran una representación de los ciclos planetarios que permanentemente observaban curiosamente, de donde nacieron sus calendarios y su vida cotidiana. Lo hermoso de la obra de Camacho es que en su búsqueda encuentra constantes que se repiten en diferentes culturas, no solamente en las culturas de Mesoamérica, sino en la antigua Mesopotamia y otros. Uno debe concluir, por la antigüedad de las obras de nuestros antepasados precolombinos en América Latina, que sus culturas eran aun más precisas para calcular los ciclos de los planetas de sistema solar, más precisos que el mismo Isaac Newton, quien lo hacia utilizando su emergente teoría de la gravitación. En otras palabras, nuestros antepasados en las culturas mesoamericanas construyeron no solamente formas de construir sino formas de entender tan válidas y aun más precisas que las europeas del siglo XVII. 

Para que una cultura emerja, requerimos espacios de trabajo, centros de arte, centros de teatro como el Teatro Miguel Ángel Asturias, que emergen de la libertad del pensamiento del quetzalteco Efraín Recinos, requerimos universidades que no esclavicen el pensamiento, sino que lo liberen, requerimos libros y escritores. Qué sería de las librerías si no hay escritores, novelistas, poetas, analistas, músicos, pintores, todo este grupo de personas, todos, que no solamente transformamos el mundo sino lo reconstruimos culturalmente para reconstruirnos nosotros dentro de nuestras culturas, no para quedar encerrados, no para construir dicotomías falsas de epistemologías idealistas europeas que no nos permiten avanzar, no, para eso no. 

Requerimos espacios culturales para ser libres en todo, libres de nuestro dolor hecho de vida, libres de nuestros dogmas debido al miedo de la duda, libres como Carlos Páez Vilaró, como Efraín Recinos, como Otto René Castillo, que tuvo que pagar con su vida la libertad de hablar, libres como los artistas de ayer, como Carlos Mérida, el pintor quetzalteco que nos pintó el México, de hoy, como Carlo Marco Castillo, el quetzalteco que pinta el mundo, como Humberto Ak’cabal, el poeta que le puso verbos a los pájaros y como Jesús Castillo, que le puso ritmos al mundo.

Casa Pueblo, en Uruguay, es parte del enorme legado cultural que tiene nuestra América, es como dice el poeta musical Nino Bravo: 

«América,

es América,

todo un inmenso jardín,

eso es América, cuando Dios hizo el Edén

pensó en América…»