Saturday, October 18, 2025

Para entender el escape de 20 reos...

 Fernando Cajas.


Con el escape de 20 reos del centro de detención Fraijanes 2, al gobierno del presidente Arévalo le ha llovido sobre mojado. Ciertamente, esta es la mayor crisis del gobierno actual la cual es utilizada por los corruptos para hacer comparaciones realmente estúpidas. Hay un grupito de amigos de lo ajeno que andan diciendo que el gobierno de Bernardo Arévalo es mucho peor que el gobierno de Alejandro Giammattei. Tampoco eso es cierto. No hay comparación entre el fraudulento, mentiroso, manipulador, autoritario gobierno de Giammattei y el de Arévalo. 


Cuando quieren comparar al presidente Arévalo con Giammattei, debo recordarles lo que hizo el entonces presidente amparado en la pandemia del COVID. Giammattei desarrolló un plan para hacerse de fondos públicos fingiendo que compraba vacunas y lo debió hacer no con un Estado transparente y democrático, no. Lo hizo con un país de dirigentes corruptos y de un régimen autoritario: Rusia. Su amante, Miguel Martínez, un pseudo ingeniero que ganó su título como Consuelo Porras ganó su falso doctorado, igual, fue su cómplice. Martínez dirigió el «Centro de Gobierno», una especie de supra ministerio paralelo, que se ubicaba ilegalmente encima de todos los ministerios. Ni por el robo de vacunas ni por el ilegal Centro de Gobierno ha sido investigado, menos acusado por el Ministerio Público, MP. 

Mientras los guatemaltecos se vacunaban con donaciones hechas por países amigos, las vacunas Sputnik vinieron como cuenta gotas a Guatemala. Giammattei utilizó a su ministro de salud, Hugo Monroy, una especie de testaferro que se prestó al atraco. Luego el exministro apareció de asesor de algún diputado corrupto en el congreso. Quien firmó los contratos ocultos, que a la fecha no aparecen porque el Ministerio Público jamás ha querido investigar este desfalco, fue la ministra Amelia Flores, que cuando se dio cuenta había sido embaucada por la parejita de novios que vivían en el Palacio Nacional. 

Si algo me molesta de esa época en la que todos sufrimos los embates del COVID, fue que la pandemia le cayó como anillo al dedo a Giammattei y a sus 40 ladrones, sus ministros. Utilizando su vocación autoritaria y aprovechándose del Estado de Calamidad, hizo de todo para robar y robar. Realmente nos vio la cara. Robó con las vacunas rusas que nunca vinieron, bueno vinieron, pero no en las millonarias cantidades en las que dijeron que compraron. Robó en disque hacer hospitales que no hizo. Robó cobrando por carreteras que no hizo, por las famosas escuelas «Bicentenario» que no hizo. Robó parejo, destruyó todo lo que tocó, pero lo peor fue que le dio el golpe letal de cooptación al sistema de justicia, particularmente al MP, sí, al brazo investigativo del Organismo Judicial, al que Giammattei convirtió en el defensor de sí mismo.

Para que exista un gobierno tan corrupto como el que construyeron los ladrones empresarios, los testaferros, los narcotraficantes nacionales e internacionales, los diputados corruptos de entonces, los alcaldes que desde el gobierno municipal llegan a robar obra tras obra, llegan a lavar dinero mal habido, para eso se requiere un plan. Las redes criminales que nos dominan no nacen por generación espontánea. Estas se reorganizan con el ataque a la Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIG, cuando ubican a Jimmy Morales al frente del gobierno de la nueva corrupción.

Para que la corrupción sea posible hay que cooptar a todas las instituciones, tal como lo facilitaron los criminales de cuello blanco que pelearon contra la CICIG y contra nuestro derecho de construir un país de verdad, no este simulacro de país hecho para robar. Por eso es que inicialmente capturaron al MP y luego a todo el sistema de justicia. Paralelamente, recuperaron los ministerios aparentemente perdidos por las investigaciones de la CICIG, principalmente el de comunicaciones el que en la época de Alejandro Sinibaldi fue el bastión financiero del gobierno de los corruptos del Partido Patriota, heredado a José Luis Benito, otro ladrón a quien le encontraron el dinero robado en efectivo en Antigua Guatemala. El MP actual ya se lo devolvió. 

Para ponerle la tapa al pomo, el Pacto de Corruptos coopta en su totalidad a la Universidad Nacional, la USAC, para asegurarse las Altas Cortes. La cooptación de la USAC tiene dos funciones, la captura del sistema de justicia y la normalización de la corrupción. El autoritarismo de esta institución cooptada se encarga de sembrar miedo para cosechar silencio. Seguro que el currículo oculto tiene ya los cursos de Corrupción 1, Corrupción 2, acompañados por la nueva innovación pedagógica de la facultad de humanidades: Silencio 1, Silencio 2 y así sucesivamente, la otrora institución revolucionaria cae en las manos del mismísimo Pacto de Corruptos. 

Cuando el sistema de justicia está cooptado hasta los dientes y cuando los jueces acceden a poner a los reos donde los reos quieren, algo huele mal. Es por eso que este evento de la fuga de los reos debe entenderse con claridad para no culpar de forma inocente a un ministro de gobernación, incompetente o no. Este evento no solamente es producto de la ya normal incompetencia de este gobierno, no, es el producto de años de ataques a todas las instituciones democráticas, incluyendo a la prensa honesta, a la que han atacado hasta dejar encarcelado a quien representa la Libertad de Prensa en Guatemala: José Rubén Zamora, un caso que llora sangre producto de la venganza de Giammattei, estrategia común de las redes criminales para continuar la corrupción. 

Este evento es el resultado de una minuciosa planificación con apoyo de internos y de externos. En ese sentido comparto el argumento expresado por Carolina Escobar Sarti en su columna: Continuum de corrupción y de crisis de Prensa Libre, quien nos da un panorama histórico de otra serie de fugas, algunas de mayor intensidad. El argumento es que detrás de esta fuga está nuevamente el Pacto de Corruptos que se prepara para volver a hacer fraude en todas las elecciones importantes que tendremos en el 2026. Pero más que eso, Carolina nos llama a entender y luego a atender los problemas estructurales de este escape, dándonos ejemplos concretos de los problemas estructurales detrás de esta fuga, particularmente de que son las redes criminales quienes planificaron, pagaron y ejecutaron este escape, esto es, el Pacto de Corruptos. 

Mientras nos seguimos moviendo de crisis en crisis, unas inventadas para desviar nuestra atención de asuntos importantes, otras reales porque los mareros sienten que no son tratados de forma recíproca o porque las redes criminales se reorganizan para mantener al país bajo su control, bien haríamos en detenernos y analizar realmente lo que como país nos pasa, lo que como gobierno les pasa. Este es un buen momento para que el gobierno de Bernardo Arévalo haga una profunda revisión de su plan, de sus logros, de los fracasos, de los errores y de las necedades que los caracterizan.

La reflexión que sugiero, para el gobierno actual y para nosotros los guatemaltecos puede ser planteada comparando las condiciones de la pre revolución de 1944, aquel evento que a pesar de la situación social tan inhóspita en que se desarrolló, logró importantísimos resultados para Guatemala. Esos revolucionarios y revolucionarias de aquel glorioso 20 de octubre deben guiar nuestros pasos ahora. Ya no podemos, ya no debemos seguir posponiendo la construcción de un país de verdad que dé oportunidades de desarrollo para todos, que no obligue a guatemaltecos honestos a emigrar a Estados Unidos, que no arrincone a infantes en la desgracia de la desnutrición. Ya es el momento de salir de esta pesadilla creada por el Pacto de Corruptos. Debemos construir un país de verdad. Hagámoslo ahora porque si no es ahora, no será nunca. 

 

Friday, October 17, 2025

La Democracia y la Innovación.

 

Fernando Cajas.


La palabra átomo también existía desde hace miles de años, pero no había evidencia empírica alguna de su existencia, era una creencia. La teoría atómica moderna de que la materia está formada por átomos tiene evidencia empírica. De hecho, los átomos no son tan indivisibles porque están formados de partículas elementales. En una entrada reciente en mi columna de La Hora, describo el hermoso experimento de Robert Millikan para determinar la carga eléctrica del electrón, la partícula negativa del átomo quien también confirmó, en el mismo experimento, la masa del electrón. Así que la teoría atómica no tiene nada que ver con la noción de átomo de la Grecia antigua, como la palabra democracia griega no tiene que ver con la democracia actual, compleja forma de gobierno. 

A partir de la revolución científica con el trabajo de Galileo Galilei en sus Diálogos sobre dos nuevas ciencias del Siglo XVII y las emergentes comunidades científicas de entonces, así como el trabajo de Isaac Newton con su Principia Mathematica, también de finales del Siglo XVII y el aporte de Godofredo Leibniz, ambos creadores del cálculo diferencial e integral matemático, herramienta clave de la ingeniería moderna, empieza una nueva época a la que le dio seguimiento Joseph Lagrange y James Watts entre otros. Tal como se reconoce en la entrega del Premio Nobel de Economía del 2025, estas sociedades científicas, esas emergentes sociedades abiertas (Karl Popper), la República de las Letras, que generó un espacio relativamente libre de intercambio de aportes científicos, tecnológicos, artesanales y artísticos, son las que crean las condiciones de un desarrollo económico cada vez más sostenible. 

Las innovaciones tecnológicas cada vez tienen más bases científicas, esto es, cada vez más los inventos son productos de diseño y menos producto del ensayo y error. La ciencia ha avanzado en muchas áreas, con mucha intensidad. La técnica cada vez más depende de investigaciones científicas y tecnológicas de tal forma que la ingeniería moderna es muy diferente, casi radicalmente diferente de la ingeniería del Siglo XX, no digamos del Siglo XIX. Los inventores antiguos no podían documentar y menos patentar sus inventos y muchas veces no podían explicar por qué funcionaban y menos cómo y por qué podrían fallar (Henry Petrosky). Por eso es que el Premio Nobel de Economía reconoce cómo la ciencia y la tecnología son parte del motor de la innovación para el crecimiento económico sostenible. 

A pesar de los enormes cambios científicos y tecnológicos, la democracia no cambia con la misma intensidad. La sociedad parece evolucionar intensamente en ciencia y tecnología, pero no así en democracia. Desde la Revolución Industrial del Siglo XVIII hemos tenido una serie de cambios, tales como la máquina de vapor y luego la producción de acero, electricidad, petróleo, energía nuclear, creación de la electrónica, informática, telecomunicaciones y el intenso proceso de digitalización de las últimas décadas que ya integran tecnologías físicas con Inteligencia Artificial, justo lo que vivimos ahora. Sin embargo, la democracia no avanza a ese ritmo. Los intensos cambios tecnológicos no son acompañados por innovaciones políticas que nos permitan construir una democracia que responda a la nueva realidad de las tecnologías modernas. 

Para concluir un libro que escribo sobre el Ciclo Social del Agua, debía revisar otro libro sobre agua subterránea que solamente se encuentra en formato físico en Amazon. Lo pedí y me lo enviaron vía un courier de ellos y el libro lo tenía en la mano desde Seattle hasta Quetzaltenango en 48 horas. En otros lugares Amazon ya entrega libros a domicilio utilizando drones. ¡Vaya innovación tecnológica! En un par de décadas el mundo se ha transformado totalmente debido a la intensa digitalización de todo, menos de la democracia. Esto es, la democracia como sistema de gobierno no es tan ágil como las innovaciones tecnológicas que tenemos.  

Para hacer una ley de aguas para Guatemala se han realizado 50 propuestas. El ultimo intento lo tiene el Ministerio de Medio Ambiente de Guatemala liderado por la ministra Patricia Orantes que inició en el 2024 un proceso democrático de construcción de la ley, reuniéndose con diferentes grupos, académicos, empresarios, comunidades indígenas, comunidades urbanas, fundaciones, Organizaciones No Gubernamentales y así va el proceso, caracterizado por la lentitud del consenso democrático. Lo mismo para cualquier decisión, desde una ley hasta la construcción de un puente, los gobiernos democráticos tienen muchos obstáculos que no logramos entender, menos superar. De aquí nace la tentación del autoritarismo. 

Dentro del legislativo los procesos de elaboración de leyes son lentísimos. El congreso guatemalteco se caracteriza por una mayoría de diputados serviles al Pacto de Corruptos, siendo ellos también corruptos, gente sin capacidad, hechos a la medida del subdesarrollo legal que producen. No respetan ley alguna. Sus procesos de propuesta y discusión de leyes no son mediados por innovación alguna. Basta escuchar a quien lee propuestas de leyes: No se le entiende nada. El Poder Legislativo es un poder cooptado y poco innovado. En los pasillos del Congreso no se conoce nada de ciencia, de tecnología y menos de innovación, nada. 

El Organismo Judicial, OJ, en Guatemala no es un órgano independiente. Obedece a los lineamientos del Pacto de Corruptos y junto a eso no han podido innovar en nada. Nada avanza en el OJ, exceptuando la liberación de ladrones y de asesinos confesos. Es un organismo del Estado que no tiene nada de innovación. La ciencia y la tecnología moderna nunca han tocado las puertas del Poder Ejecutivo, es lo que Emilio Matta llama INEPTITUD, incapaz de arreglar lo más elemental, porque tampoco han sido innovadores en nada. 

El problema de la decadencia de la democracia es mundial, pero aquí en tierras chapinas se observa como una burla al sentido común. Mientras el presidente le besaba la mano al Papa, el último preso se escapaba ayudado por muletas, por muletas y por un ministerio de Gobernación incapaz, nunca hicieron un censo de reos, que era lo mínimo que se esperaba, utilizando un código QR o un cuaderno y lapicero. Ya no podemos seguir con una democracia del Siglo XIX, ni del Siglo XX cuando la ciencia y la tecnología han innovado casi todos los procesos económicos y culturales del Siglo XXI. Es el momento de repensar la democracia para innovarla a la luz de la ciencia y tecnología moderna. Esa es tarea de todos, pero principalmente de académicos, aquellos que se encuentran en las universidades de verdad. Ojalá respondan porque si no responden ahora, no será nunca.

Thursday, October 16, 2025

María Corina Machado: los infames requisitos del Nobel.


Carlos Figueroa Ibarra.

El viernes 10 de octubre de 2025, el Comité Noruego del Nobel anunció en Oslo, Noruega, que el galardón había sido otorgado a María Corina Machado por “su incansable trabajo en la promoción de los derechos democráticos y su lucha por una transición pacífica de la dictadura a la democracia en Venezuela”. Increíble que los cinco integrantes hayan fundamentado la selección de la ultraderechista opositora venezolana en semejante disparate. Si en algo no puede ser asociada Machado es a transiciones pacíficas o cualquier otra lucha asociada a la paz. Machado resume en su persona los infames requisitos que ahora parecen ser los que se toman en cuenta para entregar a alguna persona o entidad el referido premio: neofascista, golpista, sionista y proimperialista.

Acontece que en los últimos años el Comité Noruego del Nóbel ha hecho cada vez más evidente su talante reaccionario y su agenda occidental parcializada en relación con el conflicto mundial que hoy vivimos. En 2021 le entregó la presea al opositor ruso Dimitri Muratov; en 2022 al opositor bielorruso Aleis Bialiatsky; en 2023 a la opositora iraní Narges Mohammadi. Una excepción fue el galardón de 2024 justamente entregado a Nihon Hidankyo (Asociación de Víctimas de las Bombas Atómicas de Japón). No resulta extraño entonces que este año se lo entregue a la opositora venezolana María Corina Machado. Los premios Nóbel de los tres años precedentes a 2024 parecen estar fundados en criterios politizados más que en una visión humanista de lucha por la paz. Son misiles simbólicos contra Rusia, Bielorrusia, Irán y ahora Venezuela. Más claro no canta un gallo.

Ya hemos visto en el pasado decisiones infames en la entrega del premio: Henry Kissinger (1973), Menajen Begin (1978), Barack Obama (2009), Juan Manuel Santos (2016). Ciertamente ha habido decisiones sumamente acertadas como las de Martin Luther King (1964); Desmond Tutu (1984); Aung San Suu Kyi (1991); Rigoberta Menchú Tum (1992); Nelson Mandela (1993). Con la entrega del premio Nóbel de la Paz a Machado, el Comité Nobel llega niveles inéditos en el sumirse en el fango.

Los motivos de esta última aseveración radican en la propia trayectoria de María Corina Machado. La fabricación de imágenes que hacen las redes reaccionarias a través de bots la pintan como una versión latinoamericana de la “Dama de Hierro”, haciendo un parangón con Margaret Tatcher. Pero lo de hierro tal vez sea más apropiado si atendemos a sus orígenes familiares. María Corina Machado proviene de una de las acaudaladas familias de Venezuela, su padre fue un gran capitalista dueño de empresas en el sector siderúrgico y metalúrgico. Además, su familia los Machado Zuloaga, son inversionistas en industria, agricultura y finanzas. La irreductible oposición de Machado a la Revolución Bolivariana tiene pues un claro origen de clase.

María Corina Machado también es expresión de la nueva derecha que está creciendo en el mundo entero. Es una derecha que se diferencia de la derecha neoliberal (que apelaba a una democracia procedimental y se alejaba del racismo, la misoginia y la homofobia) y que básicamente es anticomunista, ultraneoliberal y supremacista. Con desenfado Machado ha dicho que “En Venezuela no hay chavismo ni madurismo: hay comunismo, y el comunismo hay que derrotarlo sin complejos” y ha agregado “Esto no es una dictadura cualquiera; es un régimen criminal comunista aliado con el terrorismo”. También ha repetido la paranoia anticomunista contenida en la Doctrina de la Seguridad Nacional: “Venezuela está invadida por cubanos que mandan más que los nuestros”; “Lo que pasa en Venezuela es parte de una batalla global entre el socialismo y la libertad”. Sus afinidades ideológicas se han expresado con sus vínculos con partidos como el neofascista español Vox, su participación en la cumbre ultraderechista en este 2025 en Madrid y su asociación con el genocida Benjamín Netanyahu y neofascistas como Álvaro Uribe y Javier Milei.

Su origen de clase trasuda en sus notorios desplantes que se han evidenciado en frases que denotan clasismo. Pero además racismo, demofobia y aporofobia rasgos que delatan al neofascismo actual. He aquí algunas de estas perlas: “Ellos (los pobres) no saben lo que es vivir en libertad; dependen del Estado porque no conocen otra cosa”; “El problema del país es que se destruyó la meritocracia en nombre de una igualdad falsa”; “Los colectivos (organizaciones sociales y barrios populares) son bandas de delincuentes sin educación”; “Vamos a sacar a esta gente (el chavismo) de ahí.”
Su ultraneoliberalismo puede observarse en frases como estas: “En Venezuela debemos desmontar este Estado paternalista y socialista que destruye la libertad y la propiedad”; “El Estado no debe repartir nada; debe dejar que los venezolanos produzcan y sean libres”.

Y resulta hilarante que el Comité Noruego por el Nóbel diga que le entrega el premio por su incansable trabajo en la promoción de los derechos democráticos y “su lucha por una transición pacífica de la dictadura a la democracia en Venezuela”, cuando Machado ha luchado incansablemente por una intervención militar estadounidense en su propia patria: “La comunidad internacional tiene que ir mucho más allá de comunicados y sanciones”; “Esto no se resuelve con elecciones mientras Maduro esté en el poder; se resuelve con fuerza”; “Aquí no hay nada que negociar con criminales”; “No se pacta con mafias; se les derrota”.

En diciembre de 2018 dirigió una carta al entonces presidente argentino Mauricio Macri y al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en la que solicitaba una intervención internacional “para lograr un cambio de régimen”. Según ella el régimen venezolano era una amenaza internacional por su vinculación con el narcotráfico y para Israel específicamente por su alianza con Irán. Su sionismo lo expresa en uno de sus mensajes en X: “Hoy, todos los que defendemos los valores de Occidente, estamos con el Estado de Israel, un genuino aliado de la libertad”. Esto lo dice Machado cuando el mundo observa horrorizado el genocidio en Palestina.

Por lo demás, el referido Comité ignoró todos los antecedentes de Machado en lo que se refiere al apoyo al derrocamiento violento de los gobiernos de la revolución Bolivariana. Los antecedentes más remotos que he encontrado del golpismo de María Corina Machado radican en su participación en abril de 2002 en el golpe de estado contra Hugo Chávez. En esa ocasión Machado participó activamente en las demostraciones pro golpistas y firmó el llamado “Decreto Carmona” mediante el cual Pedro Carmona Estanga disolvió la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia y otras instituciones del Estado, lo que fue considerado por amplios sectores como una ruptura del orden constitucional. Machado también apoyó las violentas manifestaciones callejeras de 2014 y 2017 (las guarimbas) mediante las cuales se pretendía derrocar a Nicolás Maduro. Así las cosas, su participación en el nuevo intento golpista observado después de las elecciones de julio de 2024, no es más que la continuidad de una también incansable lucha porque los Estados Unidos intervengan militarmente a Venezuela.

Machado ha defendido las 1,042 Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) de Estados Unidos contra Venezuela y ha pedido que agencias estadounidenses (DEA, FBI, etc.) “expongan los crímenes” del gobierno venezolano. También respaldó la cancelación de licencias petroleras (como las de Chevron) que favorecen al gobierno de Maduro, argumentando que esos acuerdos han servido para financiar la represión, la corrupción. Aunque no ha apoyado abiertamente la ofensiva naval contra Venezuela que se observa en el sur del Caribe se ha unido estentóreamente a la narrativa imperialista de que el gobierno venezolano es un instrumento del narcotráfico, que está penetrado por el supuesto Cártel de los Soles y que Maduro encabeza a un narcoestado entronizado en Venezuela. Es decir, toda la narrativa imperialista que busca legitimar la intervención militar.

En este contexto, el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado no puede ser sino interpretado como una legitimación simbólica a la injerencia estadounidense en América Latina y particularmente a esa eventual agresión militar contra la patria de Simón Bolívar. También le otorga a una neofascista la aureola necesaria para que siga cumpliendo su papel de ariete intervencionista. Es claro como el agua que el Premio Nobel también huele a azufre.

Wednesday, October 15, 2025

Cultura de crecimiento: El premio nobel de economía 2025.

 Fernando Cajas.

Esta semana se entregó el premio Nobel de economía 2025 a Joel Mokyr (USA), Philipe Aghion (Francia) y Peter Howitt (Inglaterra) por sus explicaciones del crecimiento económico impulsado por la innovación tecnológica. Estos tres economistas estudiaron, desde diferentes perspectivas, los prerrequisitos del sostenimiento económico entendido como un fenómeno cultural, esto es, «cultural growth» (cultura de crecimiento). A diferencia de la cultura vacía, un constructo acuñado por mi persona para entender a las sociedades retrógradas, que no innovan, que se basan en la corrupción y no en el mérito, la cultura de crecimiento explica la transición del subdesarrollo al desarrollo. 

El argumento de Mokyr es que el mundo cambió radicalmente con la emergencia de la ciencia moderna, desde Galileo, Leibniz, Newton y quienes empezaron a explicar cómo funcionan las cosas. Antes del Siglo XVIII no habíamos tenido un crecimiento económico relativamente sostenido. El crecimiento económico comenzó, según Mokyr, con la capacidad de entender cómo funcionan los inventos. Ciertamente se hacían invenciones, pero eran de naturaleza artesanal. Eran el producto del ensayo y error y no eran el producto de una ingeniería científica del diseño que podía reproducir en diferentes partes del mundo dichas innovaciones,  

En su libro Cultural Growth, el Crecimiento Cultural, Mokyr hace un análisis histórico de la transición de una economía que dio paso a la Revolución Industrial. De acuerdo con Mokyr, el crecimiento económico requiere de lo que él llama un mercado competitivo de «ideas», lo que lo interpreto como prácticas culturales científicas y tecnológicas competitivas. En ese sentido, Mokyr documenta la existencia de comunidades científicas no necesariamente universitarias, porque las universidades de entonces y de ahora, tienden a ser tradicionalistas y no revolucionarias. 

Así que previo a la Revolución Industrial emerge una red de individuos informados, científicos, tecnólogos, artesanos, inventores, organizados en comunidades libres en el sentido del intercambio de lo que Mokyr llama «mercado de ideas». El caso paradigmático fue la emergencia del cálculo matemático y el intercambio de cartas entre Newton y Leibniz. Pero hubo muchísimos intercambios académicos previo a la Revolución Industrial a pesar de que la sociedad apenas salía del obscurantismo medieval. 

Lo que hace pertinente el estudio de Mokyr para Guatemala y el trabajo de los laureados del Nobel en economía es el recordatorio y la documentación de que la cultura de innovación es una cuestión de decisión, de elección. El elemento clave es la emergencia de los «emprendedores culturales» que obviamente no son titokeros que no saben nada de lo que dicen u organizadores de conciertos de reguetón o de cualquier evento cultural repetitivo. 

Mientras leo las noticias sobre el Nobel de economía 2025 y recuerdo algunos pasajes del libro de Mokyr, reflexiono sobre el trabajo de los inventores guatemaltecos, particularmente de los inventos mecánicos y tecnológicos de mi papá: Horacio Cajas Cantoral a quien siempre percibí como un emprendedor cultural.

Papá inventó varias máquinas y procesos de transformación de materiales, particularmente de metales. Su método se fundamentaba en la solución de algún problema real, de forma práctica y rápida. Sus tornos para metales, sus hornos, sus grúas, su forma de agilizar procesos hizo de él un ejemplo de innovación local en Quetzaltenango en sus Talleres Cantoral, pero estaba limitado por la ausencia de conocimiento científico, tecnológico y de ingeniería que permitiera entender sus inventos. Sin eso, sin esos planos, sin esas explicaciones científicas no era posible reproducir sus «ideas» por lo que al final fue un empresario cultural artesanal. Eso es lo que ahora debemos cambiar. 

Debemos cambiar las condiciones sociales para crear mejores formas de hacer los procesos de transformación económica, política y cultural de nuestras sociedades. Debemos entender el papel central de la ciencia, la tecnología y la ingeniería, pero no debe ser una ciencia de bla, bla, ni una tecnología de la repetición ni una ingeniería teórica que no se aplique a la realidad de nuestros pueblos. Debemos crear una cultura de crecimiento económico para todos, no para unos pocos. Debemos entender que esto es una decisión, la decisión de poner en el centro del sistema educativo a la Educación Técnica, no tecnocrática. 

La educación técnica es el elemento que junta la ciencia con la tecnología, la ingeniería, el arte y la innovación. Nos hemos perdido por vivir en una cultura vacía y no hemos sido capaces de mejorar la educación, particularmente educación media y fundamentalmente educación técnica y tecnológica de parvulitos a la universidad. Aquí está la solución a la desnutrición, aquí está la solución de la destruida infraestructura, puertos, aeropuertos y carreteras, aquí en la mejora de la educación superior, particularmente en el rescate de la Universidad de San Carlos está la solución, allí está la solución, pero principalmente en salir de la cultura vacía. 

Por eso, el trabajo es crear una cultura de crecimiento para recuperar nuestras instituciones de manos de corruptos, mentirosos e incompetentes. Por eso hay que salvar a la Universidad de San Carlos de gente que no sabe nada de ciencia, ni de tecnología, ni de ingeniería y menos de innovación para la mejora de la sociedad. Por eso el Consejo de Ciencia y Tecnología de Guatemala debe renovar su agenda no solo para hacer investigación científica, sino para hacerla vectorial, esto es, darle dirección y sentido, el sentido de salir del subdesarrollo. 

Salir de la cultura vacía es una elección como también lo es crear una cultura de valor, de crecimiento basada en conocimiento y en las características de la ciencia y la tecnología moderna. Hagamos eso para salir del subdesarrollo donde los corruptos y nuestra indiferencia social nos han puesto. Cambiemos eso guatemaltecos y hagámoslo ahora, porque si no es ahora, no será nunca.

Monday, October 13, 2025

Cultura vacía.

Fernando Cajas.


Mientras tanto en el Congreso de la República se reforma la Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente (decreto 68-86) a través del nuevo decreto 09-2025 que exceptúa a iglesias, asociaciones benéficas y locales informales de realizar estudios ambientales. ¿Por qué? Sin duda algunos diputados están pagando favores a iglesias y asociaciones benéficas, posibles financistas ocultos en nobles instituciones o capturando votos disciplinados de iglesias para su reelección. Este es un retroceso para la protección del medio ambiente. Al mismo tiempo, las municipalidades siguen como si nada, mal recogiendo la basura, sin orden alguno, sin separación alguna y con tratamiento cero. Por lo menos la municipalidad de Quetzaltenango ha entendido plenamente que los residuos sólidos son un problema cultural. Ahora le ponen música de marimba local a todos sus camiones recolectores. ¡Vaya concepción de cultura, una cultura vacía!

Como si no fuera suficiente ver los ríos totalmente contaminados y convertidos en basureros o ver a los mismos basureros que los tienen las municipalidades a cielo abierto, sin control alguno, como si esto no fuera suficiente las municipalidades siguen mal manejando los residuos. La ley para la separación de residuos fue activada por la ministra Patricia Orantes. Los alcaldes se fueron a quejar rápidamente a la Corte de Constitucionalidad, CC, la que les dio la razón. La CC valoró más la autonomía municipal que la salud del pueblo. Debe ser un problema cultural también, esto es, los alcaldes dicen que está en su naturaleza cultural tirar la basura a la calle, no separarla, no tratarla. ¡Vaya cultura edil!

 El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) recientemente realizó una inspección a hoteles en la cuenca del lago Atitlán. La muestra de la inspección fue aleatoria y revisaron 42 hoteles. ¿Sabe el lector cuántos hoteles tiran sus aguas residuales al lago con heces, con sólidos suspendidos, con nitrógeno? Cuarenta y dos de cuarenta y cinco: Si, el 95%, casi todos. ¡Qué barbaridad! Son hoteles, son negocios lucrativos que pudieran tener la capacidad de tener un sistema de tratamiento, pero no. Esa cultura de autodestrucción, de creer que son vivos y que pueden evadir las normas ambientales es lo que yo he llamado cultura vacía. Eso sí, venden los paseos al Atitlán como una actividad cultural, ponen hermosas fotos del lago en sus sitios web mientras literalmente envían sus heces y basuras al lago llevándolo a niveles de nitrificación capaces de matar la vida en el lago, eso es, de llevarlo a la eutrofización, ponerle tantos nutrientes, condición perfecta para la emergencia de cianobacteria. Esto es el producto de la cultura vacía.

El tráfico vehicular en las ciudades guatemaltecas es de locos. En la Ciudad de la Ermita, la Guatemala de la Asunción, los capitalinos y quienes viven en los alrededores, pero trabajan en la capital se pasan cuatro horas o más en sus autos o en los buses, para moverse unos cuantos kilómetros y llegar a sus trabajos. Los motoristas se mueven en esta jungla a su sabor y antojo, sin respeto de nada ni de nadie, mientras los gobiernos municipales y el gobierno nacional solamente parecen observar una carrera de motos. La municipalidad de Guatemala no intenta siquiera resolver el problema. El gobierno municipal ha sido cooptado por un mismo partido político donde los capitalinos votan y votan por tener a los mismos. A esta actitud autodestructiva le llamo yo cultura vacía.

En Quetzaltenango, a las horas pico, es imposible moverse en automóvil, o en alguno de los destartalados buses o las chatarras de microbuses que dan el «servicio» del transporte «público». La municipalidad de Quetzaltenango entendió la naturaleza cultural del transporte público y por eso tiene un simulacro de un vagón del Ferrocarril de los Altos, un triste pseudo tren montado en la estructura de un camión viejo, que le da un ridículo paseo a propios y extraños, haciéndolos sentir que están en el lejano Ferrocarril de los Altos. ¡Vaya cultura de la añoranza vacía!

Nuestros abuelos nos dejaron ríos limpios, montañas con árboles, con animales, con la diversidad de la naturaleza de inicios del Siglo XX. Para entonces apenas había un reducido número de motores de combustión interna de tal forma que no habíamos incrementado la temperatura del Planeta, no habíamos intensificado la explotación de petróleo, ni era necesario el craqueo (cracking), esto es, la descomposición de moléculas grandes de hidrocarburos para disponer de moléculas más pequeñas capaces de ser usadas más rápidamente. No habíamos dejado a los océanos como basureros de nuestros residuos, obligando a los peces a alimentarse de plástico. A eso llamo yo: Cultura vacía.

La democracia en el mundo está siendo atacada, pero lo hacen los corruptos, los autoritarios que no respetan ley alguna sino solo aquella que les conviene a ellos, a sus sicarios y a sus amos, los narco-empresarios modernos y los Estados autoritarios, porque no les gustan los pesos y contrapesos, ellos quieren ser reyes, reinas, como la reina de la impunidad guatemalteca: Consuelo Porras que ha llevado a todo un sistema de justicia a proteger corruptos y a atacar honestos. Esa es una cultura vacía. 

Así que nos toca llenarnos de valor, de entender qué pasa en el mundo, en dónde hay experiencias exitosas con la democracia, dónde existen democracias funcionales que hayan reducido la pobreza, que den más oportunidades de desarrollo endógeno, que permitan vivir con mayor dignidad. Eso requiere honestidad, la honestidad de reconocer en dónde estamos mal para corregirlo, la honestidad de proponer soluciones, no solamente criticar, la honestidad que debe cimentarse en el hogar, porque no se puede, no se debe, ser candil de la calle y oscuridad de su casa. Eso es una cultura vacía.

La democracia no emerge en una cultura vacía. No emerge en medio de corruptos, ladrones de cuello blanco que roban dentro y fuera de las instituciones cooptadas. Pero tampoco emergerá en un pueblo de indiferentes que debe quitarse el lastre de la corrupción y la incompetencia. A juzgar por el tiempo perdido estos tres años, debemos reorganizarnos de nuevo, buscar líderes de verdad, trabajar, trabajar.  Debemos hacerlo, porque es la única opción que tenemos. Hagámoslo ahora guatemaltecos, porque sino es ahora, no será nunca.


Friday, October 10, 2025

Guatemala, necesidad de un frente amplio por la democracia.


Carlos Figueroa Ibarra.

En la Guatemala de los últimos quince años, contrariamente a lo que se pensó cuando se firmaron los Acuerdos de Paz de 1996 se ha ido degradando la democracia y con ello paulatinamente instaurando un nuevo orden autoritario. No se trata de la restauración de la dictadura militar de carácter terrorista que el país padeció desde que fue derrocado el gobierno revolucionario de Jacobo Arbenz en 1954. Lo que observamos fue la gradual instauración de un orden establecido por una alianza de funcionarios venales de los gobiernos de turno, el crimen organizado y la ultraderecha de tintes neofascistas. Alianza que fue funcional a los intereses de los grandes grupos empresariales que en su mayoría se fueron adaptando y propiciando a la vez, este orden que ha sido denominado coloquialmente Pacto de Corruptos. Este orden autoritario fue deviniendo en un régimen dictatorial que se expresó en la captura de los distintos poderes del Estado como lo son los tres poderes, pero también la Corte de Constitucionalidad y el brazo punitivo de dicho Estado: la Fiscalía General y el Ministerio Público. La degradación es tan grande que ese poder delincuencial ha llevado la gobernanza criminal hasta el control de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

La primera vuelta de las elecciones presidenciales de junio de 2023 arrojó la sorpresa de que un candidato demócrata y honesto Bernardo Arévalo y su emergente partido, se ubicaron en segundo lugar y con ello pasaron a la segunda vuelta. El ballotage de agosto de ese año despertó las esperanzas de una gran mayoría de guatemaltecos y guatemaltecas y esas esperanzas llevaron a Arévalo a la presidencia de la república. Desde ese momento y hasta en la actualidad, la entente delincuencial en Guatemala no ha cesado de conspirar contra el gobierno. Puede decirse que el gobierno es una suerte de islote democrático rodeado de un mar delincuencial y por ello la presidencia de Arévalo es débil y con un escaso margen de maniobra. Su partido ha sido ilegalizado además de que desafortunadamente se ha dividido y el orden autoritario y corrupto ha continuado la persecución a través de la guerra judicial (Lawfare) y el linchamiento mediático a todos y todas los que se le han opuesto.

Este contexto explica que, pese a sus logros, las expectativas que despertó el gobierno de Arévalo se han estado desvaneciendo. Hoy existe un peligro real de que el Pacto de Corruptos vuelva a ocupar el poder ejecutivo a través de cualquiera de las cartas que ha barajado en el pasado o de alguna que de manera intempestiva aparezca. Guatemala no puede permitirse que alguien se presente espuriamente como un candidato independiente (outsider) y de manera vergonzante favorezca nuevamente a los intereses que fueron desplazados del gobierno en enero de 2024.

Es de urgente necesidad integrar un frente amplio que agrupe a las fuerzas políticas y sociales del más distinto signo ideológico cuyo cometido común sea el evitar que el Pacto de Corruptos vuelva a controlar el gobierno del Estado. Este debe ser el primer objetivo político de ese frente, el cual es fundamental porque de la consecución de este depende lo demás. Un segundo objetivo político es el de dotar al futuro gobierno de la honestidad de una mayoría legislativa para darle gobernabilidad. Sería este frente amplio, un frente amplio por la democracia porque ésta se encuentra acorralada por la gobernanza criminal. Este frente debe ser plural en lo ideológico, porque el impedir el regreso del Pacto de Corruptos al gobierno es un anhelo que va más allá de posturas políticas o ideológicas de derecha, centro o izquierda. Lo que debe agrupar al frente no es una ideología en particular sino un proyecto político. También este frente debe conjuntar a fuerzas políticos como son los partidos que coincidan con el anhelo anteriormente apuntado y a fuerzas sociales como son los movimientos sociales que en los últimos años se han manifestado.

El frente debe estar integrado por partidos políticos porque ellos serán los vehículos que garanticen la participación electoral. También debe estar integrado por los movimientos sociales y personalidades representativas de los ámbitos populares y sindicales, indígenas, académicos, intelectuales, artísticos, feministas, jóvenes, diversidad sexual. Esta amplia participación le dará una fuerza sustancial a los partidos que se han opuesto al Pacto de Corruptos. Los movimientos sociales deben entender que los partidos políticos con su registro son indispensables para disputarle el poder a la entente delincuencial. Los partidos políticos a su vez deben comprender que deben ser el medio para colocar en los puestos de representación popular a personas representativas de los distintos sectores antes apuntados. Esta mutua comprensión debe ser la sinergia que le de viabilidad política y electoral a este frente amplio por la democracia.

Definidos los dos objetivos políticos principales del frente amplio, es importante hacer un planteamiento programático que recoja las demandas de las grandes mayorías del pueblo guatemalteco y resuelva los agravios largamente acumulados. Entre estas demandas y a agravios a resolver está por supuesto en primer lugar la lucha contra la corrupción y la penetración del crimen organizado en las distintas esferas del Estado. Resolver los seculares agravios en materia de educación, salud, la injusticia en el campo, la inseguridad, la infraestructura. Es urgente que este planteamiento programático incluya una reforma del poder judicial que lo aleje de la corrupción, del favorecimiento de los intereses de los poderosos y por tanto lo dote la imparcialidad esencial para su funcionamiento. También es imprescindible imaginar una reforma que blinde a la democracia de las tentaciones autoritarias y además recoja la diversidad étnica y cultural que es la esencia de la nación guatemalteca.

He aquí los objetivos tácticos del frente amplio que ya está siendo propuesto por personas de los más diversos signos ideológicos. Un objetivo estratégico es hacer del planteamiento programático y su ulterior desarrollo la fuente de un consenso mayoritario, una forma de pensar a Guatemala, una agenda de discusión de lo que es necesario hacer en el país a mediano y largo plazo. Una manera de hacer florecer a esta patria que a lo largo de las últimas décadas ha tenido un enorme sufrimiento.

Thursday, October 9, 2025

Complejidad y educación.

Fernando Cajas.


La educación es una práctica social compleja. Mientras que la educación tradicional, la memorística, la repetitiva, la que no es transformativa, aquella criticada por Pablo Freire como educación bancaria, es una caricatura de esta práctica social y la reduce a una actividad simplista. El modelo simplista de la educación tradicional asume que enseñar es hablar, desde una pizarra o un púlpito, da lo mismo; y aprender es repetir. La metáfora de aprendizaje es la del espejo, esto es, el ser humano tiene una mente capaz de reflejar la supuesta realidad hipersimplificada por el maestro tradicional. Este modelo tiene una base sobre simplificada, sobre lo que es conocer, teoría de conocimiento simplista que cree que en la mente hay conceptos, capaces de percibir y reflejar la supuesta realidad. 

En educación, como en la naturaleza, lo dominante es la complejidad. El universo está formado de sistemas, todos ellos complejos porque en principio constan de muchas partes que interaccionan entre sí, de tal forma que para entender un sistema hay que entender sus partes y sus interacciones. A diferencia de la complejidad su contrapuesto podría ser la simplicidad, lo cual, metodológicamente es una estrategia para entender el mundo o para interactuar. Así, por ejemplo, una forma común en que la ciencia funciona es simplificando. Esto es crear metodológicamente sistemas más simples que los que se dan en la realidad para analizarlos y luego irle dando características más reales al sistema analizado. El problema estriba cuando de forma ingenua, o mal intencionada, queremos entender un sistema de forma simplista. 

Así, una forma simplista de entender la educación son las frases que utilizamos para justificar resultados. Los profesores universitarios suelen decir: «Los estudiantes no ganan mi curso porque vienen mal preparados de la secundaria». Realmente eso no explica nada. Cuando hay problemas en la universidad, los universitarios suelen decir: «La universidad es un reflejo de la sociedad», lo que tampoco explica nada. Los analistas suelen decir: «Somos un pueblo que no quiere libertad, que está acostumbrado a ser manipulado», lo que tampoco explica nada. ¿Por qué? Porque estas grandes generalizaciones solamente nos dejan la sensación de que sabemos algo, pero no sabemos nada. 

Para entender algo, para aprender algo, hay que participar de las prácticas sociales donde se dan los aprendizajes. Hay que salir del mundo idealista que cree en la existencia de conceptos en la mágica mente de la gente, que, según dicha aberración, puede reflejar el mundo. El aprendizaje no se da en la mente, ni en la cabeza, se da en la participación social. Aprender es la capacidad de participar. Pero como la participación social es una participación social compleja, no podemos o no queremos, estudiar las condiciones sociales, materiales, en la que los aprendizajes son posibles. Más bien, la didáctica tradicional repetitiva se esconde en viejas creencias que justifican su ineficiencia. Así, muchos profesores dicen que sus alumnos no aprenden porque no están motivados. Pero, ¿qué evidencia tenemos de que una condición del aprendizaje es la motivación? 

El día de ayer, 8 de octubre, la Academia Sueca de las Ciencias entregó el premio Nobel de química 2025 a tres científicos, Richard Robson, nacido en 1937, Australia; Susumu Kitagawa, 1951, Japón y Omar Yaghi, 1965, Estados Unidos, tres generaciones de científicos que de niños no fueron vencidos por escuelas autoritarias y repetitivas. El Nobel de Química se les da a estos tres científicos por crear estructuras moleculares llamadas «metal orgánicas» porque efectivamente conectan metales (iones metálicos) con moléculas orgánicas que tienen grandes espacios por los que pueden fluir gases y otras sustancias químicas, construcciones que pueden utilizarse, para recoger agua del aire del desierto, capturar dióxido de carbono o almacenar gases tóxicos, proyectos que pueden ser clave para combatir el cambio climático. Realmente estos tres científicos cambiaron las reglas de la química. 

Ahora bien, yo escuché la entrevista que dio el primer científico, Richard Robson, al ser entrevistado por la BBC sobre el premio, justo al ser notificado. Fue una entrevista fascinante. Le preguntaron que sí química era lo que siempre quiso estudiar y dijo que no. De hecho, contestó algo así como: «Yo siempre quise ser matemático, pero no pude realizarlo». Con su voz calmada, describía la química como una actividad casi artesanal, donde él y principalmente su equipo de trabajo tenía curiosidad de cómo se juntan iones metálicos con moléculas orgánicas. 

Luego de escuchar la entrevista de Robson, fui a buscar los programas de química de algunas escuelas locales, incluyendo de universidades locales y encuentro que el primer punto es «definición de química», vaya forma de matar la curiosidad estudiantil. Química, física, matemática, historia, todo es un conjunto de enunciados que los pobres alumnos deben memorizar. No tienen opción de trabajar en laboratorios, juntando sustancias, preparando mezclas, analizando productos, no. La química que estudian los estudiantes guatemaltecos, si acaso la estudian, es de libros aburridos y autoritarios y de profesores que perdieron la curiosidad del aprendizaje de sus estudiantes desde hace mucho tiempo. Por supuesto, hay universidades, hay institutos y hay algunos profesores que sí crean condiciones propicias de aprendizaje, no son la mayoría. 

No sé si la ministra de Educación alguna vez recibió o dio un curso de química que despierte la curiosidad de los estudiantes para hacerlos vivir, no memorizar, para ilusionarlos, no aburrirlos. Ciertamente, hay algunos profesores que nos inspiran, a esos profesores debemos estudiar y ellos deben ser parte de los programas de formación docente que nos puedan sacar de este letargo educativo repetitivo y aburrido. Ojalá que al menos en uno de los nuevos 504 institutos de educación media que se van a construir, en uno, emerja la curiosidad del profesor sobre los aprendizajes de sus estudiantes y la curiosidad de los estudiantes respecto al mundo y por fin dejen de memorizar y se dediquen a aprender, esto es, a participar.