Monday, December 10, 2012

Desarrollo de la Práctica Docente




En el sentido de la praxis revolucionaria,  se identifica científicamente, que la relación injusta e histórica entre el capital y el trabajo, inculca una sin razón en la antítesis materialista. Véase como en la primera Tesis sobre Feuerbach: en antítesis con el materialismo tradicional, el moderno idealismo burgués ha desarrollado el aspecto activo, la praxis, pero no como actividad humana sensible. La burguesía, a diferencia del clásico señor feudal, está por cierto atrapada en la producción, pero ante todo a partir de la circulación. Ella no entiende el trabajo como intercambio orgánico concreto entre hombre y naturaleza, sino más bien como trabajo meramente intelectual, como trabajo abstracto: abstracto justamente respecto del intercambio orgánico. Así puede desacreditar el trabajo físico concreto del asalariado y hacer pasar el trabajo del espíritu como trabajo auténtico. El principio de la producción es aquí reconocido, porque los medios de producción, al contrario de cuanto sucedía en el feudalismo, se han convertido en productos. Y  se trata de una relación reglada por un contrato libre” (Marx, 1977, p. 25); se aclara también que la relación entre el trabajador libre y el capitalista ya no representa una relación personal de esclavitud o de servilismo de la gleba, sino que ha sucedido en nombre de ideologías divinas, fantasiosas y míticas, desarrolladas a lo largo de la historicidad evangelizadora y militar, hasta ser envueltas en las redes de la dependencia financiera y  diplomática del imperialismo, como un hecho ‘naturalizado en el orden de la paz burguesa que entraña la violencia más cruel de toda la historia de la humanidad’, utilizando un doble discurso institucionalizado, en torno a beneficiar la acumulación y centralización del capital para los consorcios financieros y monopolistas mundiales, en muy pocas manos, esas son las nuevas condiciones de vida de la exigencia del capital impuesto por el empresariato, en sus jerarquías y competencias individualistas, hoy en día presentes en cualquier espacio educativo;  involucrando  todo un ambiente superfluo y de prácticas neofascistas y de degradación, que toca a la nebulosidad del narcotráfico gubernamental abarcando al legislativo convencional en el abuso de poder, en donde el Estado de derecho está siendo sustituido por un Estado de excepción; parecido sucede con las prácticas charriles y jerárquicas, ahí la sobrevivencia de  las masas sólo recibe las migajas; son hechos que se van descubriendo y mostrando en la hegemonía del mercado mundial y en las economías del imperio, bajando estas prácticas en la descomposición social generalizada de la crisis de valores en México, generalizada por  las cúpulas del abuso de poder político; incluyéndose a grupos sociales simples y complejos en el comportamiento de roles cotidianos institucionales, en los cuales se ve envuelto el sujeto histórico dentro de la política de Estado, convirtiéndose de a poco a poquito en hombres y mujeres de Estado en la cooptación al régimen, sea de forma conciente o inconsciente; es decir alienada o enajenada en su supuesta neutralidad política funcionalizada; la cual  engendra  en el movimiento social, más injusticia y desigualdad, dada la explotación social capitalista en las condiciones de vida concretas de  realidades concretas, en ese híbrido de lo multifacético o multicultural; dicho proceso educativo en las Pedagogías insumisas va sucediendo sin consciencia plena de ello en las clases subalternas, debido a la estructura de jerarquías de poder político, al no practicarse en este devenir educativo, valores de comunalidad como costumbre  de vida proletaria y planetaria, asumida en la praxis revolucionaria de emancipación histórico-social; lo cual tiene que ver con el imaginario simbólico de pertenencia del sujeto educativo, pero sin atacar de frente la propiedad privada de medios de producción que provoca la crisis generalizada del sistema capitalista de explotación, caracterizado por:
1.      Una cultura proletaria de resistencia y de acciones de autodefensa.
2.      Hacer Frente común a la extinción del Art. 3º. constitucional, el 123 y demás reformas  constitucionales, como es la última lesión ilegal del contrato colectivo del Sindicato Mexicano de Electricistas  (SME), en el sabadazo del 13 de octubre del 2009 calderonista. En el Periódico La Jornada, (Oct. 2009, p. 21) Arturo Alcalde lo interpela cuestionando: En relación con el SME “¡Si te amparas no hay premio! ¡Si te esperas, después del 17 de noviembre te arriesgas a perderlo todo! Son amenazas para evitar que los trabajadores acudan a los recursos que la ley les otorga y que los tribunales de amparo definan quién tiene la razón. Utilizan estos chantajes a sabiendas de que por la vía legal tienen perdida la batalla, porque necesitan con urgencia volver a contratar a un buen número de trabajadores para operar las plantas eléctricas, porque saben que el valor financiero y actuarial de un trabajador que se liquida incluyendo el premio es sensiblemente inferior al crédito laboral que la empresa les adeuda en razón de la futura jubilación; por este motivo, otras empresas paraestatales se han visto obligadas a ofrecer pre-jubilaciones a los trabajadores con antigüedad avanzada”.
3.      Como las masas son amorfas y aún están en estado latente e intuitivo, es vital un trabajo educativo político como apuesta, para que se tenga   consciencia de la necesidad de  actuar de forma organizada, nacional, local e internacionalmente.
4.      La etapa prerrevolucionaria -según Lenin-, se define porque: a) Abajo la clase trabajadora ya no pueden seguir viviendo como antes. b) Por no gobernar como se venía haciendo (contradicción del gobierno federal interviniendo como se le da la gana). c) En una crisis de sobre-producción. Y d) En una crisis política de arriba entre la oligarquía financiera y su monopolio capitalista de Estado; estos cuatro momentos históricos, marcan  la coyuntura para la insurrección de las fuerzas populares y revolucionarias.
Respecto al trabajo de unidad con los movimientos sociales en México y pensando la posibilidad de conformar un  Frente amplio con el proletariado, es necesario valorar dos situaciones a tomarse en cuenta en  la educación con las mayorías y con grupos minoritarios articulados en la praxis formativa concreta como espacios de contra-hegemonía:
1.   Si se está en un gobierno terrorista de capital financiero.
2.   Si se está en una fase social del movimiento de masas fascista.
Porque con un gobierno  ‘democrático’ en la lógica de acumulación y centralización de  capital se incrementa en México la violencia y la degradación, por lo que falta caracterizar al enemigo de clase, conociendo que éste sí  estudia al proletariado en toda su expresión, en cambio el movimiento de ofensiva sigue siendo aún espontáneo, por tanto es vital para los procesos de emancipación con base en una  Pedagogía crítica bien cimentada metodológicamente, estudiar de forma teórica y profesional los siguientes aspectos desde la educación formal, informal y no formal en la dialecticidad de la crisis, sobre el sector financiero:
               1. Falta caracterizar al capitalismo mexicano actual.
               2. Falta caracterizar el momento de la lucha de clases.
               3. Falta caracterizar al nuevo sujeto revolucionario y sus capas en el matiz  de expresión insumisa, pero también  contrarrevolucionarias (disección de la sociedad civil, intelectual, estudiantil, figuras del poder popular, sindicatos revolucionarios a diferencia de los independientes, comunidades autónomas, socialdemócratas conciliadores, etc. etc.).
                  4. Falta re-significar el sentido de la Comuna-Asamblea en la lucha por venir a través de las organizaciones políticas, sectoriales y el partido proletario que sintetice los intereses de las minorías y mayorías en el trabajo de unidad contra el sistema de explotación, haciendo un trabajo contra-hegemónico a largo y mediano plazos.
Enseguida se indican los principales obstáculos que impone el imperialismo, efectuados por los emporios empresariales en la acumulación y centralización del capital, que no es más que trabajo acumulado y no pagado en la extracción de plusvalía, a través del abuso de poder político de la clase hegemónica; entre los principales obstáculos monopolistas percibidos para superar la crisis en todos sus sentidos, se considera: 1. La ley de la máxima ganancia impidiendo el uso pleno de los recursos disponibles. 2. El control de las economías vía los centros financieros del imperialismo. 3. El manejo de nuestros intereses desde las superpotencias. 4. La desindustrialización de nuestra economía. 5. La sujeción al complejo industrial del imperialismo. 6. El negocio de patentes y dependencia tecnológica. 7. La importación a gran escala de equipo obsoleto y de mercancías baratas. 8. La sustracción de recursos: pagos de la deuda externa, fuga de capitales y ganancias. 9. La completa ruina del campo (Cuevas, 2009, p. 6).
En otras palabras, el profesional docente ha internalizado en este contexto histórico de explotación, como cuestión de sentido común, un planteamiento profesional que fragmenta la tarea compleja de enseñar en una serie de pasos simples que incluso un trabajador no especializado podría realizar; es decir, el profesorado ha sido incapacitado. La concepción del acto pedagógico queda separada de su ejecución. Al ir siendo incapacitado, el profesorado puede perder cada vez más su posibilidad de autonomía. Al acostumbrarse a la pérdida de autonomía, llegaría a capaz de responsabilizarse de su trabajo. De esta manera, el profesorado contemporáneo se halla sujeto a formas de control jamás imaginadas por sus antecesores. La formación de los educadores sirve a menudo para adoctrinarlos como profesionales incapacitados. Los futuros maestros y maestras pueden caer en solo aprender a ser supervisados y supervisores en cursos que les enseñan a anotar meticulosamente objetivos de comportamiento y planes lectivos en el “formato” correcto, si se conforman en la mediatización de una actitud tradicionalista.

1.2.